RESEÑA Claudia Malacrida y Jacqueline Low (eds.) Sociology of the Body A READER Sylvia Solís López* Este magnífico libro, publicado en 2008 y plenamente actual en su lectura para una comprensión sociológica del cuerpo, está organizado en dieciséis apartados, conformados por una introducción escrita por 254 Claudia Malacrida y Jacqueline Low, más tres textos que ofrecen al mismo tiempo una perspectiva temática y teórica sobre el cuerpo desde la sociología. A su vez, las introducciones trazan líneas dialógicas entre diferentes autoras, autores y contenidos, poniendo de manifiesto las contradicciones, las coincidencias y las continuidades discursivas. Como acertadamente señalan las editoras, las aproximaciones de este libro ayudan a comprender al cuerpo como más que meramente carne y huesos, como un constructo que requiere análisis sociológico (xii). Esta colección de cuarenta y ocho textos permite trazar una especie de genealogía de la mirada sociológica sobre el cuerpo que, siguiendo a Malacrida y Low en la introducción, va desde la presencia tácita del Sociology of the Body. A Reader Claudia Malacrida y Jacqueline Low (eds.) Londres: Oxford University Press, 2008, 406 pp. cuerpo en los textos de Marx y Engels hasta * Facultad de Estudios Políticos y Sociales-UNAM. Maestrante en Estudios Políticos y Sociales. Correo electrónico: [email protected] Solís López, Sylvia. «Reseña del libro: Sociology of the Body. A Reader. » Londres: Oxford University Press, 2008. Interdisciplina 2, núm. 3 (2014): 254-259. Sociology of the Body elaboraciones teóricas sobre el cuerpo pos- Synnott y Sander L. Gilman en “Bodies in moderno en el último apartado del libro. Historical Context” permiten comprender La selección incluye tanto autores que cómo, a la vez que el cuerpo ha sido inter- pueden ser considerados clásicos con­ pretado en diferentes momentos históricos, temporáneos como autores y autoras que cada sociedad y época improntan el cuerpo constituyen referentes fundamentales de y establecen el significado de lo correcto y las ú ­ ltimas décadas. Así, encontramos ex- por lo tanto lo incorrecto, lo otro. Así, Elias tractos de The Civilizing Process: The History brinda las coordenadas básicas de la forma of Manners y The Presentation of Self in en que el proceso civilizatorio se ha incar- Everyday Life de Elias (1978) y Goffman dinado en el cuerpo mientras que Synott (1959) respectivamente, junto a “Anorexia explora las variaciones que el significado Nervosa: Psychopathology as the Crystalli- del cuerpo tuvo en la antigüedad y el Rena- zation of Culture” de la imprescindible Su- cimiento, en el pensamiento cartesiano y el san Bordo (1988); “Men’s Bodies”, de la obra siglo XX, en el existencialismo y los más pionera de Raewyn Connell (1983), “Mascu- recientes paradigmas: el cuerpo plástico, ­ linities; Scrubbing in Maine”, del polémico biónico, holístico. A su vez Gilman exami- Nickel and Dimed de Barbara Ehrenreich; el na, a través del caso de Sarah Bartmann y la crucial “A Cyborg Manifesto” escrito por iconografía de la prostitución, ejemplos de Donna Haraway (1993) y un pasaje de The cómo la tríada raza/sexualidad/cuerpo ha Body and Social Theory de Chris Shilling sido históricamente concebida y tratada. (1993). En “Presenting the Body”, desde la mi- Es precisamente el texto de Shilling rada de Erving Goffman es posible com- (1993) el primero en el apartado inicial, prender la manera en que los cuerpos, en “Tracing the Body in Classical and Contem- tanto que vehículos de signos —“sign-vehi- porary Theory”. El autor analiza cuál ha cles” (53)— son presentados en sociedad. sido el papel del cuerpo en la sociología Goffman y su concepto de estigma —“stig- clásica y las transformaciones sociales y ma” (57)— son retomados por Lee F. Mona- académicas que han contribuido a colocar ghan para mostrar cómo se experimenta la al cuerpo en la mira de la sociología. Asi- gordura en el cuerpo masculino y los recur- mismo, Arthur W. Frank problematiza las sos virtuales que se elaboran para hacerle influencias, perspectivas y prospectivas frente. A esta perspectiva el texto de Anne más significativas en el estudio del cuerpo. E. Becker suma el enfoque culturalista al Sandra Lee Bartky, por su parte, retoma no- mostrar cómo, según la sociedad de que se ciones foucaultianas centrales —“discipli- trate, varía el significado de cuerpo ideal, nary practices”, “docile bodies”, “mycro- sus normas y la manera en que el cuerpo physics of power”, “regimes of power” y las encarna. “disciplinary society” (21)— para llevarlas Claudia Malacrida, Nicole Hahn Rafter al análisis de las prácticas que imprimen el y Robert N. Proctor dan contenido a la sec- género en los cuerpos de las mujeres. ción “Medical Social Control of the Body”. Los textos de Norbert Elias, Anthony Malacrida retoma la noción de eugenesia y 255 RESEÑA Sylvia Solís López INTERdisciplina 256 Vol. 2 | núm. 3 | mayo-agosto 2014 conceptos tan asidos al pensamiento de A continuación Raewyn Connell plantea un Foucault —biopoder, panóptico y tecnolo- entendimiento del cuerpo masculino desde gías del sujeto (sí mismo) (“biopower”, “pa- las prácticas, pensándolo como un objeto nopticon”, “technologies of the self”) (78)— depositario de la construcción sociocultu- como de Goffman —instituciones totales ral de lo masculino y, al mismo tiempo, un (“total institutions”) (78)— en su estudio de agente capaz del cambio. RESEÑA prácticas llevadas a cabo en una institución Como señalan las editoras, no solo la para deficientes mentales —“mental defecti- manera en que los cuerpos encarnan las ves” (76), término empleado por la propia normas sociales es objeto de estudio para institución, aclara la autora. Por su parte la sociología, sino también la manera en Rafter da cuenta de la manera en que, con que los cuerpos fallan para ajustarse a ellas base en Charles Darwin y Cesare Lombroso, y la diversidad de esfuerzos e instituciones la criminología se fundamentó en el cuerpo que existen para reforzarlas (124). En y no en las causas sociales, creando así ar- “Transgressive gumentos para apoyar el control social y la ­Dreger expone cómo los cuerpos que viven prevención del crimen y el desorden en la enanismo, intersexualidad o están unidos a raza, el género y la clase, características otro cuerpo (es decir, son gemelos siame- claramente corporalizadas. El crítico análi- ses), podrían ser considerados más que una sis histórico que Proctor realiza a la legiti- condición médica que necesita arreglo y mación clínica de los esfuerzos eugenésicos que tal vez no son los cuerpos sino la ma- nazis provee un adecuado cierre a este apar- nera de pensarlos la que requiere un cam- tado, en que se muestra cómo la ciencia, en bio. Cheryl Chase expone los esfuerzos particular la médica, ha provisto y aún pro- ­médicos por diagnosticar y corregir la in- vee de conocimiento y autoridad suficiente tersexualidad y al tiempo que comparte la para el control de la población general y experiencia propia expone el nacimiento de particularmente de los indeseables. un movimiento político que, superando el Bodies”, Alice Domurat La trama sociocultural del género im- binarismo sexual, apuesta por la inter- presa en los cuerpos es expuesto en “Gen- sexualidad como una forma válida de exis- dered Bodies”. Linda M. Blum analiza cómo tencia. Asimismo, Richard Ekins y Dave el significado de los pechos de las mujeres King presentan diferentes relatos sobre los y el amamantamiento ha cambiado históri- modos y procesos de los cuerpos transgé- camente mientras que ha permanecido sig- nero y proponen una interesante tipología nado por el patriarcado. Bordo expone para su comprensión. cómo la anorexia femenina es una reacción En “Risky Bodies”, Anne Rogers y David esperable ante una cultura que infantiliza a Pilgrim discurren sobre las presiones socia- las mujeres y las alienta a ser pequeñas y les y las dubitaciones parentales frente a la frágiles, metafórica y corporalmente; pro- vacunación infantil, y Karen Lane en torno al pone, también, que la anorexia requiere cuerpo parturiento de las mujeres como un una lectura cultural y social más que ser lugar de riesgo. Julia Lawton, por su parte, concebida como una patología individual. expone su investigación sobre moribundos Sociology of the Body con deterioro corporal grave en un hospi- contrastantes; Martin expone cómo las cio para enfermos; de particular interés es prácticas en el preescolar van imprimiendo su elaboración conceptual sobre la muerte el género en los cuerpos y Rose concluye sucia y los cuerpos que han perdido el con- analizando críticamente la invención y uti- trol de sus funciones corporales y, por lo lización de pruebas estándar y escalas para tanto, sus límites —“dirty dying” (149) y medir la inteligencia y desarrollo durante “unbounded body” (167). Como pertinente- la infancia. mente destacan Low y Malacrida, las teorías Las editoras introducen, a partir de y conceptos sobre el riesgo de Giddens, una lectura marxista, los textos de Nikolas Beck y Douglas (148-150) son fundamenta- Rose, Barbara Ehrenreich y Jennifer K. We- les en el desarrollo de este apartado. sely en “Working Bodies”. Rose realiza una El cuerpo de las mujeres y la reproduc- revisión histórica a las diferentes maneras ción como objetos predilectos del control en que los modelos industriales han busca- sociobiomédico es el tema central de “Re- do maximizar el rendimiento corporal de productive Bodies”. Emily Martin trata los trabajadores para, en última instancia, cómo la ciencia médica atribuye estereoti- multiplicar las ganancias. Ehrenreich des- pos masculinos y femeninos a procesos cribe, a partir de su investigación desempe- biológicos en sus explicaciones sobre la re- ñándose como trabajadora no calificada y producción humana. En consonancia, Katha viviendo con salario mínimo, cómo el cuer- Pollitt expone cómo los úteros son un cam- po es el instrumento de trabajo cuando se po de batalla en el que los derechos del labora como empleada doméstica y ayu- feto, por encima de los derechos de las mu- dante en un asilo, los estragos mayores que jeres, son argumentados en pro del control el cuerpo resiente y la contrastante insigni- de estas últimas, en particular de las muje- ficancia de la retribución salarial. Wesely res más vulneradas, empobrecidas y margi- expone los usos estratégicos que las baila- nadas. A la par, Elizabeth Graham y Jacque- rinas exóticas hacen de las diversas tecno- line Low exploran los tiempos socialmente logías corporales, el papel que juega en su marcados para la primera menstruación, el trabajo y cómo el análisis no puede redu- primer hijo, la menopausia y las experien- cirse dicotómicamente al ajuste o desafío cias y consecuencias de quienes incumplen de las normas y expectativas sociales sobre estas pautas. el cuerpo. “Bodies” aborda las diferentes maneras En el apartado “Disabled Bodies”, De- en que los cuerpos de niñas y niños son so- borah Kent expone cómo, en su experien- cializados a través de la disciplina, el géne- cia, la ceguera representa una diferencia ro y la evaluación de capacidades. Mayall más que una discapacidad y el contraste inicia comparando las diferencias que en- entre su perspectiva y la socialmente trañan la educación en casa y en el preesco- ­extendida. Thomas J. Gerschick y Adam S. lar, enfocándose en las necesidades corpo- Miller analizan, a partir de entrevistas, los rales y las maneras en que se experimenta diferentes modos en que hombres con al- el control sobre el cuerpo en estos espacios guna discapacidad física enfrentan las 257 RESEÑA Sylvia Solís López INTERdisciplina expectativas sociales de la masculinidad. ­ Christian Klesse, Rose Weitz, y Kathy Complementariamente, Hilde Zitzelsberger Davis tratan diferentes maneras en que la ofrece también un análisis que entrecruza modificación corporal se relaciona con la género y discapacidad y muestra que, construcción de identidad. Así, en “Consu- mientras los cuerpos de las mujeres con mer Bodies” encontramos un análisis sobre discapacidad son altamente visibles por los modernos primitivos —“modern primi- esta condición, son inversamente invisi- tives” (308)— en el texto de Kleesse, la in- bles como compañía sentimental o sexual vestigación de Weitz sobre los usos que las en un contexto social en que el margen de mujeres dan a su cabello y la reflexión que cuerpos aceptables es muy estrecho. Davis realiza sobre la manera en que la Los textos de Shari L. Dworkin, Gay Mason y Brett St Louis añaden al análisis de 258 Vol. 2 | núm. 3 | mayo-agosto 2014 cirugía cosmética es interpretada en los ­ hombres. RESEÑA cuerpo y deporte el género y la raza como La construcción del envejecimiento dos componentes fundamentales en “Spor- como crisis en la identidad de género y ting Bodies”. Tanto Dworkin como Mason como enfermedad es tratada en “Aging Bo- analizan los condicionamientos, expectati- dies”. Joy Webster Barbe expone las pers- vas y restricciones de género sobre los pectivas de la menopausia como padeci- cuerpos de mujeres y hombres en la disci- miento, su medicalización y la manera en plina del fisicoculturismo. Por su parte, St que afecta la identidad de las mujeres. Bar- Louis examina los vínculos entre el racismo bara L. Marshall y Stephen Katz analizan la científico y la extendida creencia de la su- significación de la impotencia sexual como perioridad deportiva de los afroamericanos. enfermedad masculina y los esfuerzos mé- Es precisamente el racismo el eje del dicos por curarla en aras de mantener la siguiente apartado, “Racialized Bodies”, en juventud. A su vez, Chris Gilleard y Paul ­ el que se expone su persistencia a pesar de ­Higgs exploran cómo el Alzheimer institu- la evidencia mostrada por la investigación ye cuerpos que rompen la expectativa del social y biológica sobre la raza como cons- autocuidado y la conducta civilizada, ade- tructo sociocultural más que un hecho fun- más de señalar que esta condición es trata- damentado en la naturaleza. Sarah Neal da como una responsabilidad individual en analiza las representaciones raciales elabo- lugar de social y estatal. radas por los medios de comunicación en En el apartado final, “Postmodern Bo- un caso de homicidio. Dorothy E. Roberts dies”, los textos de Donna J. Haraway, Vic- expone cómo las elecciones reproductivas toria L. Pitts y Julie Clarke permiten una de las mujeres están directamente vincula- lectura de los cuerpos en clave de ruptura: das a su estatus social y cómo la raza y la con la modernidad, con lo humano y con el clase son cruciales en esta definición. She- género. Haraway, en su texto publicado en rene H. Razack toma también un caso cri- 1993, delinea las potencialidades políticas minal, el asesinato de una indígena cana- del cuerpo ciborg para trascender el géne- diense, para mostrar los sesgos racistas en ro, pero también otras identidades, catego- la violencia y la impartición de justicia. rías y relaciones como la raza, la sexualidad Sylvia Solís López Sociology of the Body y la clase. En contraparte Pitts, (2003) en un y encontrar otros nuevos en una disposi- trabajo diez años posterior, expone los lími- ción relacional distinta, lo cual resulta esti- tes que el desarrollo de la cultura ciborg y mulante para pensar, elaborar y volver a las modificaciones corporales han tenido aproximarse al cuerpo. para superar estos marcadores corporales. lan y la manera en que la artista utiliza su Referencias propio cuerpo, intervenido y devenido ci- Bordo, Susan. «Anorexia Nervosa: Psycho- borg, para cuestionar, primero, la noción de pathology as the Crystallization of cuerpo natural y divinamente restringido y, Culture.» En Feminism and Foucault: segundo, la legitimidad divina y médica Reflections on Resistance, editado por como las únicas fuerzas con el poder de in- Irene Diamond y Lee Quinby, 87-117. tervenirlo. Boston: Northeastern University Press, En este amplísimo panorama teórico y temático resalta la ausencia de la perspectiva fenomenológica y la inclusión de alguna de las producciones de Maurice MerleauPonty o Thomas Csordas. Por otra parte, una apreciación quisquillosa sobre el libro resaltaría que los textos 1988. Conell, Raewyn. Men’s Bodies. Cambridge: Polity Press, 1983. Ehrenreich, Barbara. «Scrubbing in Maine.» En Nickel and Dimed: On (Not) Getting By in America, 51-120. Nueva York: Henry Holt & Company, s.f. han sido editados para, presumiblemente, Elias, Norbert. The Civilizing Process: The ajustar su extensión. Cabe señalar sin em- History of Manners. Oxford: Basil Black­ bargo, que la edición ha sido sumamente well, 1978. cuidadosa, de modo que no se echan en fal- Goffman, Erving. The Presentation of Self in ta las partes omitidas. Por el con­trario, esta Everyday Life. Nueva York: Doubleday decisión de Malacrida y Low permite reunir Anchor Books, 1959. en un solo volumen una sustancial cantidad Haraway, Donna. «A Cyborg Manifesto: de autores, teorías, perspectivas, aparatos Science, Technology, and Socialist-Fe- críticos y referencias bibliográficas que de minism in the Late Twentieth Century.» otra manera resultarían inabarcables. En Simians, cyborgs and women: the re- Finalmente, la organización o lo que podríamos llamar propiamente la curadu- invention of nature, 148-181. Nueva York: Routledge, 1993. ría de los textos ofrece, más que un grupo Pitts, Victoria. «Cyberpunk, Biomedicine, de trabajos simplemente reunidos, un cor- and the High-Tech Body.» En In the pus amplio con una visión de conjunto, or- Flesh: The Cultural Politics of Body Mo- ganizado y pleno de teoría e investigación, dification, 151-185. Londres: Palgrave que invita a quienes no están familiariza- MacMillan, 2003. dos a realizar un primer acercamiento Shilling, Chris. «The Body in Sociology.» En mapa en mano, al tiempo que ofrece a los The Body and Social Theory, 17-36. más avezados a revisitar textos conocidos Londres: Sage, 1993. 259 RESEÑA Finalmente, Clarke analiza el trabajo de Or-