I . Introducción La buena disposición de los distintos profesionales de la salud así como de las autoridades respecto de las enfermedades mentales en parte puede depender de la enseñanza de pregrado. Sin embargo en ésta se ha priorizado la información neuroquímica y psicofarmacológica desde los primeros años de las diferentes carreras , dejando escaso margen para la psicoterapia y sólo desde los últimos años la formación de los especialistas en psiquiatría ha incluído de manera más formal la psicoterapia en los programas universitarios, a lo menos en la Universidad de Chile. En el caso de la depresión ¿Por qué esta enfermedad, una patología que tiene tratamiento, con alto impacto en la salud pública recibe aún pocos recursos en la práctica?. Ensayar una respuesta desde el ámbito médico y social es difícil, pero en general habría relación con el estigma que todavía persiste respecto de las enfermedades mentales, así como errores y falsas concepciones acerca del tratamiento. A pesar de los reconocidos progresos en la bioquímica, genética y psicología de la depresión se tiende a pensar que el decaimiento, desinterés, desgano, pesimismo, etc., de muchas personas radica en una falla del carácter y debilidad personal y no en una verdadera patología psicobiológica. También suele ocurrir que los pacientes y sus familiares tienen dificultades para admitir la existencia de una patología psicológica y resulta habitual que muchos pacientes con episodios recurrentes de depresión reconozcan la presencia episódica de la enfermedad, e incluso busquen tratamiento para las crisis, pero no acepten la naturaleza fásica o repetitiva y por lo tanto no estén predispuestos a un tratamiento prolongado para evitar las nuevas recaídas (terapéutica de mantención o profilaxis).(7) Hoy día es posible ofrecer tratamientos efectivos y el paciente tiene derecho a recibir los más adecuados a su situación y tales terapéuticas tienen prioridad sobre aquellas cuya eficacia no ha sido suficientemente establecida. La práctica clínica debe tener su base no solamente en la indispensable experiencia profesional, además es requisito que la terapéutica esté fundamentada en ensayos científicamente válidos (pruebas controladas, doble ciego, validez estadística, respeto ético a los sujetos estudiados, etc.) Por tal razón es de primera necesidad conocer acerca del manejo psicoterapéutico de la depresión, área en que existe un creciente desarrollo científico (7,8). De esta manera los pacientes podrán obtenerlos beneficios de la mejor comprensión de los aspectos emocionales , participando en la sensación subjetiva y objetiva de bienestar psíquico , conocimiento global , aceptación de la patología y disminución del estigma . II ASPECTOS GENERALES DE LA PSICOTERAPIA. La manera psicológica de ayudar a las personas ha sido practicada por la mayoría de las culturas en la historia de la humanidad, en cambio la psicoterapia como actividad profesional es de desarrollo relativamente nuevo, que se inició hace poco más de 100 años. Antiguamente las técnicas empleadas eran la sugestión, tranquilización, cantos mágicos, súplicas a las fuerzas sobrenaturales, etc., y más recientemente las técnicas se convirtieron en racionales, científicas y profesionalizadas. En la actualidad existen varios cientos de tipos de psicoterapia que se ejercen al amparo del prestigio social de distintas profesiones, pero muchas con insuficiente fundamento científico, que ligado a la historia no muy lejana de la curación psicológica mágica y pre-científica del S.XIX producen un grado razonable de desconfianza.(7, 15) En paralelo con estos desarrollos en psicoterapia se han incrementado en forma notable los avances en psicofarmacología con distintos medicamentos que alivian síntomas de expresión psicológica. Existiendo una importante superposición entre los síntomas modificados por psicofármacos y psicoterapias se ha producido un grado variable de controversia y competitividad sobre el rol, utilidad y eficacia de ambas modalidades terapéuticas. Esto ha obligado a la psicoterapia y a un grupo de profesionales que la ejercen a buscar un mejor fundamento científico, siguiendo los pasos previos realizados por la psicofarmacología y que condujo a una verdadera revolución en los años cincuenta del siglo pasado (15, 17) Una definición simple de psicoterapia puede decir que es una técnica destinada a resolver conflictos emocionales y aliviar enfermedades basada en una teoría y práctica médico-psicológica, con objetivos y duración variables y que se realiza a través de la influencia principal de la conversación especializada y utilizando una metodología específica(16). En contraposición a la opinión habitual la psicoterapia es habitualmente un procedimiento breve, siendo el paciente quien hace la contribución más importante en el resultado a través de la buena relación con el profesional. Habitualmente la mejoría obtenida perdura en el tiempo con beneficios no sólo sobre el bienestar psíquico personal y familiar, sino también determinando un menor consumo de recursos en salud (exámenes, consultas y procedimientos). (6) III LA PSICOTERAPIA EN LA DEPRESION. En las últimas décadas los fármacos se han constituido en la principal herramienta terapéutica en la enfermedad depresiva y solo en los años noventa la psicoterapia consigue un sólido espacio en el manejo clínico de esta patología. Las premisas básicas sobre las que se sustenta la psicoterapia serían dos. En primer lugar el cuadro clínico incluye síntomas y temas psicológicos: rememoraciones mortificantes del pasado, temor al futuro, dudas y carencias en la autoestima, desesperanza, culpa, ansiedad, irritabilidad, rabia, ideas suicidas, etc. Segundo, varios estudios recientes han demostrado que algunas formas de psicoterapia son eficaces en el tratamiento de depresiones suaves y moderadas, al igual que los antidepresivos.(1,3,12,13,14) Hoy día se considera que lo más apropiado es una terapéutica combinada de psicoterapia y psicofármacos, con mayor énfasis en los antidepresivos en las depresiones severas , y en los casos leves o moderados mayor preponderancia de la psicoterapia. El papel del profesional consistirá en realizar un diagnóstico adecuado eligiendo un correcto balance entre ambas aproximaciones, adaptándose a las necesidades clínicas y expectativas emocionales del paciente.(7, 13, 14, 15) Los deseos y expectativas de la persona que sufre depresión respecto de su terapéutica son variados. Muchos pacientes valoran la psicoterapia porque la perciben más individual o personalizada, entregando mayor autonomía y manejo de su vida y conflictos. Otras personas pueden preferir los fármacos, reconociendo que su empleo es más simple y sin que sea necesario indagar en sus dolorosas dificultades emocionales. Afortunadamente en muchas ocasiones los pacientes pueden elegir entre una variedad de tratamientos, siendo el rol del profesional poner a su disposición aquellas terapéuticas que poseen eficacia demostrada y que cuentan con el reconocimiento de la comunidad científica y profesional.( 7, 8, 17) También es necesario tomar en consideración las necesidades clínicas de los pacientes, ya que en muchos de ellos puede ser inconveniente o desagradable usar antidepresivos, constituyendo una mejor alternativa la psicoterapia, sobre todo en depresiones moderadas y leves que no requieren hospitalización. Una situación especial puede ser el género femenino, puesto que tanto la edad de comienzo como la mayor prevalencia de la depresión ocurre en las mujeres en sus años fértiles. Hoy día disponer de terapéuticas no farmacológicas que reducen los síntomas depresivos y que incluso pueden disminuir las recaídas en la gestación y lactancia tiene considerable importancia, facilitando la planificación del embarazo , evitando el empleo de psicofármacos. (1,14,15). Algunas veces no se toleran los efectos colaterales, en especial los provocados por los fármacos más antiguos (primera generación de antidepresivos tricíclicos) y con frecuencia los pacientes se sienten aliviados de sus síntomas y aquejados de efectos adversos al tiempo de haber iniciado el tratamiento, de manera que no perciben que el balance de lo positivo y desagradable sea muy conveniente, llevando a la suspensión del tratamiento. Una razón similar es la que puede hacer poco aceptable la terapéutica de mantención para evitar la reaparición de nuevos episodios depresivos, aún con los fármacos de la segunda generación, que si bien provocan menos molestias, una de las más incómodas es el efecto sobre la función sexual, tanto en hombres como en mujeres (5,18). IV LOS TIPOS DE PSICOTERAPIA PARA EL MANEJO DE LA DEPRESION. Uno de los componentes más notables en el desarrollo de la terapéutica de la depresión ha sido el creciente número de pruebas clínicas controladas y comparativas entre diversos modelos psicoterapéuticos, además de estudios comparados con antidepresivos o la combinación de antidepresivos más psicoterapias. Los datos que han surgido respecto de la eficacia terapéutica han sido complementados en el manejo clínico gracias a la especificación de la teoría y práctica en manuales que consiguen estandarizar las correspondientes técnicas que se emplean en cada procedimiento.(7,8,10) A continuación un breve comentario de los modelos psicoterapéuticos que han conseguido mayor fundamento científico y aceptación profesional. La terapia de pareja y la terapia familiar son útiles en la medida que los problemas conyugales y familiares son frecuentes en las enfermedades del ánimo. Tales conflictos pueden ser consecuencia de la enfermedad depresiva y también pueden acrecentar la vulnerabilidad a sufrirla y a veces pueden retardar la recuperación. Su eficacia depende de la existencia de conflictos conyugales y familiares.(1) La psicoterapia dinámica plantea que el origen de la depresión se encuentra en las experiencias infantiles relacionadas con el rechazo y pérdida, así como con dificultades caracterológicas que estallan al comenzar un episodio depresivo (narcisismo, dependencia, represión de frustración y rabia, culpa), que lleva a disminución de la autoestima. En la medida que el marco teórico corresponde al psicoanálisis, tiende a ser de duración más prolongada que otras psicoterapias y las metas van más allá que sólo el alivio de los síntomas. Este modelo psicoterapéutico intenta modificar los conflictos psicológicos subterráneos que incrementan la vulnerabilidad a sufrir afectos penosos y episodios depresivos. Las psicoterapias de tiempo limitado, mucho más estructuradas que el psicoanálisis clásico , buscan focalizar en las bases psicológicas de los síntomas actuales o en conflictos específicos relacionados con la emergencia de la fase depresiva. A menudo acepta el empleo de antidepresivos reconociendo que la enfermedad es un fenómeno biopsicosocial y en ocasiones una de las metas de la psicoterapia es ayudar al paciente a aceptar y cumplir con la farmacoterapia.(1,2,3) La terapia cognitiva conductual plantea que la depresión depende de creencias irracionales y actitudes distorsionadas respecto de sí mismo, el ambiente y el futuro. Existirían tres componentes que la psicoterapia debe modificar: auto- imagen negativa, (self defectuoso, inadecuado, insuficiente); el mundo aparece negativo, demandante; y expectativas pesimistas, castigadoras, duras respecto del porvenir. Este modelo ha conseguido evaluar su eficacia terapéutica en distintos ensayos y ha mostrado distintos niveles de actividad respecto de antidepresivos y de la terapia interpersonal.(1,4) La Psicoterapia Interpersonal de la Depresión reconoce la importancia de los vínculos afectivos en el desarrollo psíquico y bienestar emocional de todas las personas. Tiene como foco las pérdidas (duelos o separaciones), los conflictos interpersonales (conyugales, laborales, familiares), la transición de roles (jubilación, cambio de trabajo) y el déficit de las relaciones con aislamiento social. Los objetivos son establecer la conexión entre el inicio de los síntomas depresivos con la situación ambiental desencadenante y resolver los conflictos interpersonales explorando los cuatro focos o áreas problemáticas. Estas metas se cumplen en tres etapas sucesivas: inicialmente es necesario el reconocimiento del síndrome depresivo y su ligazón ambiental con una o dos de las área-problema, buscar un acuerdo terapéutico que incluya la explicación de la situación al paciente, la técnica a utilizar y el posible empleo de fármacos; en la segunda etapa se ayuda al paciente a revisar la situación relacionada con el área problema detectado, se estimula la relación con el psicoterapeuta y se cuida que el paciente pueda sabotear o abandonar prematuramente el tratamiento. En la última fase se discute abiertamente el término de la terapia y la separación respecto del profesional , reconociendo que ésta puede inducir aflicción, promoviendo que el paciente reconozca sus avances.(8,9,10,11) Existe una gran cantidad de ensayos clínicos que demuestran su eficacia e incluso en algunos estudios aparece superior a otros modelos psicoterapéuticos. También se han obtenido buenos resultados en la atención de pacientes provenientes de consultorios generales y se emplea una técnica modificada en la terapéutica de mantención de la depresión bipolar.(1,11,15,17) En términos generales la psicoterapia es un procedimiento relativamente seguro y bien tolerado . Una medida indirecta de la tolerancia al tratamiento puede ser la tasa con que los enfermos abandonan o dejan de asistir; en un estudio se encontró que en la psicoterapia interpersonal el 23% abandona el tratamiento, en la terapia cognitivo conductual el 32%, fármacos antidepresivos con un manejo clínico habitual 33%, y placebo más manejo clínico 40%.(1,15) . Sin embargo los problemas más serios que existen con la psicoterapia de la depresión son dos: por una parte el empleo de técnicas que no poseen suficiente fundamento científico y realizadas sin la experiencia suficiente; en segundo lugar y más complejo aún, es el empleo de la psicoterapia con exclusión de los componentes bioquímicos y genéticos, que lleva a descartar terapéuticas de tipo somático, en especial antidepresivos, y que peor aún, son descritos peyorativa e irracionalmente como “drogas” y no como “fármacos”, ignorando que las enfermedades del ánimo deben ser tratadas con una combinación individualizada de procedimientos psicoterapéuticos y somáticos. IV RESUMEN De la exposición de los avances en psicoterapia, su mejor fundamentación y advertencias sobre los problemas que acarrea el empleo inadecuado, se describe su empleo en depresión, con una breve descripción de la Psicoterapia Interpersonal. 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