Qué debe considerarse un hecho de la circulación para que la

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¿QUÉ DEBE CONSIDERARSE UN “HECHO DE LA CIRCULACIÓN” PARA QUE
LA VÍCTIMA ESTÉ PROTEGIDA POR EL SEGURO DE RESPONSABILIDAD
CIVIL EN LA CIRCULACIÓN DE VEHÍCULOS A MOTOR?
CASO DAMIJAN VNUK CONTRA ZAVAROVALNICA
STJUE CASO VNUK (SALA TERCERA) TRIGLAV 4 SEPTIEMBRE 2014 (TJCE
2014, 297)
Accidente ocasionado por un tractor dotado de remolque en una era de Eslovenia
constituye un hecho de la circulación según el TJCE1.
Pilar Domínguez Martínez
Profesora Contratada Doctora de Derecho Civil
Centro de Estudios de Consumo
Universidad de Castilla-La Mancha
Fecha de publicación: 9 de diciembre de 2014
El Tribunal de Justicia de la UE, en sentencia de 4 de septiembre de este año se ha
pronunciado sobre lo que debe entenderse por “hecho de la circulación” a los efectos del
artículo 3, apartado 1º de la primera Directiva 72/166/CEE del Consejo, de 24 de abril de
1972 “Primera Directiva”2, relativa a la aproximación de las legislaciones de los Estados
miembros sobre el seguro de la responsabilidad civil que resulta de la circulación de
vehículos automóviles, así como del control de la obligación de asegurar esta
responsabilidad. En efecto, partiendo de la base de que se trata de un concepto que no
1
Trabajo realizado dentro del Proyecto de Investigación DER2011-28562, del Ministerio de Economía y
Competitividad (“Grupo de Investigación y Centro de Investigación CESCO: mantenimiento de una
estructura de investigación dedicada al Derecho de Consumo”), que dirige el Prof. Ángel Carrasco Perera.
2
DO L 103, p. 1; EE 13/02, p. 113.
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puede quedar a la decisión de cada Estado, el Tribunal europeo otorga un significado más
amplio a los hechos circulatorios a los efectos de riesgos bajo la cobertura del seguro
obligatorio de responsabilidad civil en la circulación de vehículos a motor. El Tribunal de
Justicia precisa el alcance de la protección de las víctimas de accidentes causados por
vehículos. De este modo, todo accidente ocasionado al utilizar un vehículo conforme con su
función habitual debe estar cubierto por el seguro de la responsabilidad civil que resulta de
la circulación de vehículo a motor. Nos encontramos con una sentencia que da un
importante paso en aras a la protección fundamentalmente de las víctimas de accidentes que
sufren la repetida e insistente oposición de la compañía aseguradora a indemnizar los daños
sufridos en un accidente por no resultar catalogado como “hecho de la circulación” y por
ende no resultar a cubierto del seguro de responsabilidad civil.
En nuestro derecho el RD 1507/2008, de 12 de septiembre, por el que se aprueba el
Reglamento del Seguro Obligatorio de Responsabilidad Civil en la Circulación de
Vehículos a Motor delimita los conceptos de vehículo a motor y hecho de la circulación a
los efectos estar asegurados y por ende de quedar a cubierto del seguro obligatorio de
responsabilidad en la circulación de vehículos a motor.
Por un lado el artículo 2 se refiere a lo que debe considerarse vehículos a motor como “todo
vehículo, especial o no, idóneo para circular por la superficie terrestre e impulsado
por motor, incluidos los ciclomotores, así como los remolques y semirremolques,
estén o no enganchados, con exclusión de los ferrocarriles, tranvías y otros que
circulen por vías que les sean propias”, Los vehículos a motor eléctricos que por
concepción, destino o finalidad tengan la consideración de juguetes, en los términos
definidos en la legislación específica. Tampoco se encontrarán incluidas en el ámbito
material del presente Reglamento las sillas de ruedas”.
Por su parte el artículo 3 delimita que son “hechos de la circulación” , disponiendo que:
“se entienden aquéllos derivados del riesgo creado por la conducción de vehículos a
motor tanto por garajes y aparcamientos como por vías y terrenos públicos y
privados aptos para la circulación, ya sean urbanos o interurbanos, así como por vías
y terrenos que sin tener tal aptitud sean de uso común”. Por el contrario, no se
considerarán hechos de la circulación: 1. Los derivados de la celebración de pruebas
deportivas con vehículos a motor en circuitos especialmente destinados al efecto o
habilitados para dichas pruebas, sin perjuicio de la obligación de suscripción del
seguro especial prevista en el art. 16.2 del Reglamento. 2. Los derivados de la
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realización de tareas industriales o agrícolas por vehículos a motor especialmente
destinados para ello. 3. La utilización de un vehículo a motor como instrumento de
la comisión de delitos dolosos contra las personas y los bienes. En todo caso, será
considerado hecho de la circulación la utilización de un vehículo a motor en
cualquiera de las formas previstas en el Código Penal como conducta constitutiva de
delito contra la seguridad del tráfico.
Concretamente son tres las circunstancias tenidas en cuenta para la aplicación del citado
artículo 3 del Reglamento: 1. El tipo de vehículo con el que se produce el siniestro o los
daños; 2. El lugar donde se produce el hecho y 3. El tipo de acción o comportamiento. La
conjunción analizada de las tres circunstancias o requisitos facilitará la determinación de si
estamos ante un hecho de la circulación.
No obstante la amplitud del concepto de “hecho de la circulación” que la legislación
española consagra y el reflejado en algunos casos en la doctrina jurisprudencial, la STJUE
objeto de análisis va más allá, otorgando tal consideración a hechos y actividades que a
salvo de algún pronunciamiento judicial, quedaban fuera de tal concepto en nuestro
ordenamiento. Según la sentencia analizada, la cuestión prejudicial planteada versa en
determinar si la realización de una actividad agraria no constituida en la circulación por una
vía pública o privada, está dentro del concepto de “circulación de vehículos”. La sentencia
debe precisar si este concepto se refiere solo a la circulación de vehículos o engloba
también el “uso” o la “utilización del vehículo” para fines distintos a la circulación.
Los hechos van referidos a un accidente ocasionado por un tractor dotado de remolque en
una era de Eslovenia, durante la colocación de unas pacas de heno. Mientras maniobraba
marcha atrás para situar el remolque en el patrio de la granja colisionó con una escalera en
la que estaba subida una persona, que cayó y sufrió lesiones. La víctima demandó a la
aseguradora con la que el propietario del tractor tenía contratado un seguro obligatorio.
En primera y segunda instancia se rechazaron las pretensiones indemnizatorias del
perjudicado, fundamentándose este rechazo en que el seguro obligatorio no cubría los
daños ocasionados por el tractor como maquinaria de trabajo o como medio de remolque.
En esas circunstancias, el Vrhovno sodišče (Tribunal Supremo esloveno) decidió suspender
el procedimiento y plantear al Tribunal de Justicia la siguiente cuestión prejudicial:
“¿El concepto de “circulación de vehículos” a los efectos del artículo 3, apartado 1, de la
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[Primera Directiva] debe interpretarse en el sentido de que no incluye las circunstancias del
caso de autos, en el que el asegurado de la parte recurrida golpeó la escalera del recurrente
con un tractor dotado de remolque durante la colocación de pacas de heno en la superficie
del henil, puesto que estos hechos no tuvieron lugar en el ámbito de la circulación vial?”.
El Tribunal de Justicia de la Unión Europea declara que la utilización de un vehículo
conforme a la función habitual del mismo se incluye en el concepto de “circulación de
vehículos”, quedando comprendida en este concepto la maniobra realizada por el tractor
con su remolque en el patio de la granja.
Concretamente el artículo 3 de la mencionada “Primera Directiva” establece que “cada
Estado miembro adoptará todas las medidas oportunas, sin perjuicio de la aplicación del
artículo 4, para que la responsabilidad civil relativa a la circulación de vehículos que tengan
su estacionamiento habitual en su territorio, sea cubierta mediante un seguro. Los daños
que se cubran, así como las modalidades de dicho seguro, se determinarán en el marco de
tales medidas”.
Además, de acuerdo con el artículo 1, apartado 1, de la Directiva 84/5/CEE del Consejo, de
30 de diciembre de 1983 , “Segunda Directiva” relativa a la aproximación de las
legislaciones de los Estados miembros sobre el seguro de responsabilidad civil que resulta
de la circulación de los vehículos automóviles 3, dispone que “El seguro contemplado en el
apartado 1 del artículo 3 de la [Primera Directiva] cubrirá obligatoriamente los daños
materiales y los daños corporales”.
Por su parte el artículo 4 de la Directiva 90/232/CEE del Consejo, de 14 de mayo de 1990 4,
Tercera Directiva relativa a la aproximación de las legislaciones de los Estados miembros
sobre el seguro de responsabilidad civil derivada de la circulación de vehículos
automóviles, en su versión modificada por la Directiva 2005/14, precisa que “Cada Estado
miembro podrá establecer excepciones a las disposiciones del artículo 3: (..) b) en lo que se
refiere a ciertos tipos de vehículos o ciertos vehículos que tengan una matrícula especial,
cuya relación se determinará por este Estado, notificándose al resto de los Estados
miembros y a la Comisión [Europea]”.
De las consideraciones anteriores resulta que un tractor dotado de remolque está sujeto a la
3
DO L 8, p. 17; EE 13/15, p. 244.
4
DO L 129, p. 33
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obligación prevista en el artículo 3, apartado 1 de la Primera Directiva. De forma que debe
considerarse que la maniobra de un tractor en una era para situar en el patio de una granja el
remolque del que está dotado ese tractor está comprendida en el concepto de “circulación
de vehículos” al que se refiere dicho artículo. Aún más, se subraya en la analizada
Sentencia una relevante consideración, señalando que sea como fuere, para llegar a esta
conclusión, el concepto de hecho de la circulación “no puede dejarse a la apreciación de
cada Estado miembro”.
Por todo ello el artículo 3.1. de la Primera Directiva debe interpretarse en el sentido de que
en el concepto de “circulación de vehículos” al que se refiere este artículo se incluye la
utilización de un vehículo que es conforme con “la función habitual de dicho vehículo. Así
pues, puede estar comprendida en ese concepto la maniobra de un tractor en una era para
situar en el patio de una granja el remolque del que está dotado ese tractor”.
Nos encontramos con una sentencia reveladora que amplia el concepto de hecho de la
circulación en beneficio de las víctimas de accidentes provocados por vehículos industriales
causados en terrenos no propiamente circulatorios como serían las vías o terrenos de tráfico
viario, lo que contrasta con la normativa española y en particular con el tratamiento que
respecto de los vehículos industriales hace el artículo 3.2 del RD 1507/2008 según el cual
“Tampoco se considerarán hechos de la circulación los derivados de la realización de tareas
industriales o agrícolas por vehículos a motor especialmente destinados para ello, sin
perjuicio de la aplicación del apartado 1 en caso de circulación por las vías o terrenos
mencionados en dicho apartado”.
El caso resuelto por el Tribunal europeo si se trasladara al ordenamiento español quizás
sería complicado catalogarlo como hecho de la circulación, al acontecer en un terreno no
apto para la circulación, al tratarse de una era y ser un terreno identificado con actividades
agrícolas. Nos encontramos con una resolución que pone en tela de juicio los límites entre
la cobertura del seguro de responsabilidad civil en la circulación de vehículos a motor con
el seguro de explotación del vehículo que realiza actividades agrarias, industriales o
empresariales.
Si bien es cierto que aunque es un tema controvertido existe una tendencia en la
jurisprudencia menor a otorgar a este concepto un alcance amplio, lo que a su vez viene
propiciado por la redacción general que sobre el concepto de vehículo a motor y hecho de
la circulación viene establecido en los artículos 2 y 3 del Reglamento, considerando riesgo
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objeto de cobertura del seguro obligatorio tanto el motivado por la conducción como el
estacionamiento del vehículo, si bien además de importar la clase de vehículo, el lugar
donde acaece el accidente y la consideración como función propia de la actividad que ha
motivado el daño, resulta clave determinar si se ha creado el llamado “riesgo circulatorio”
para lo cual son muchas las circunstancias a tener en cuenta según sea el caso enjuiciado.
Nuestra jurisprudencia contiene soluciones variadas, que si bien, la tendencia generalizada
es rechazar el carácter de hecho de la circulación a los accidentes motivados por vehículos
industriales en zonas no aptas para trafico circulatorio cuando el vehículo está llevando a
cabo una actividad propiamente industrial5, en otros casos admite tal consideración por la
presencia del riesgo circulatorio en base a los presupuestos expuestos y las específicas
circunstancias del caso concreto y por ende la cobertura del seguro de responsabilidad civil
que resulta de la circulación del vehículo causante del daño 6 . No faltan también otras
5
Véase, entre otras muchas, la STS, Sala 1ª; 21 noviembre 2005 (RJ 2006, 40) sobre atropello mortal de
trabajador por pala excavadora en movimiento dentro del recinto de una nave de la empresa asegurada.
Asimismo, la SAP Cantabria, Sec. 2ª, 6 abril 2011 (JUR 2013, 31735) que rechaza la exclusión de la
cobertura del seguro obligatorio y del voluntario por no considerar hecho de la circulación el siniestro
producido por el desplazamiento realizado por una elevadora en un espacio de obras para facilitar el
desplazamiento a un camión de carga. En el mismo sentido, las SSAAPP Badajoz 13 julio 1994 (AC 1994,
1212), Murcia, Sec. 4ª, 9 febrero 2007 (JUR 2007, 88266), Alicante, Sec. 8ª, 17 marzo 2009 (JUR 2009,
222914), Huelva, Sec. 3ª, 23 diciembre 2009 (JUR 2011, 56002), Lleida, Sec. 2ª, 27 junio 2006 (JUR 2007,
64773), Vizcaya, Sec. 3ª, 10 febrero 2005 (JUR 2005, 101233), Barcelona, Sec. 1ª, 9 junio 2008 (JUR 2008,
266187), Málaga, Sec. 4ª, 8 noviembre 2009 (JUR 2010, 94431), Granada, 5 enero 2010 (AC 2011, 902),
Barcelona, Sec. 14ª, 18 marzo 2010 (JUR 2010, 164117), Barcelona, Sec. 16ª, 31 mayo 2012 (JUR 2012,
221194), entre otras.
6
Entre otras, destaca la SAP Segovia, Sec. 1ª, 3 mayo 2004 (JUR 2004, 279658), sobre atropello de
trabajador por carretilla, en la que iba montado para llegar a los vestuarios, tras la jornada laboral, se
considera hecho de la circulación argumentándose que aunque el vehículo se hallaba en una zona cortada al
tráfico, que por tanto estaba en una zona de obra, tratándose de un vehículo industrial dedicado a actividades
de transporte y carga de materiales pero ello no impide no pueda considerarse hecho de la circulación. Pues
aunque la zona estaba cortada al tráfico, no lo estaba al paso de peatones, puesto que no estaba vallada,
tratándose por tanto de una espacio abierto, y por ello de un terreno que en ese momento no había perdido su
cualidad de uso común, de forma que si el atropello hubiese sido de un peatón en vez de un ocupante no
cabría duda de que nos encontraríamos ante el hecho de la circulación que ahora se discute (..).Finalmente el
accidente se produjo en la propia calzada de la calle. Todos estos extremos llevan a concluir que el ámbito
espacial donde el accidente s produjo es incluible en el art. 3.1 RD 7/01.Por otro lado en cuanto al ámbito
funcional, se alega “que se trataba de una obra y que por las funciones propias del vehículo estaba
desarrollando una actividad industrial. Sin embargo esta valoración no es correcta, puesto que lo que los
testigos afirman es que el trabajo ya había terminado y que lo que estaban haciendo en ese momento era
desplazarse sobre el vehículo, utilizado por tanto como medio de transporte, hasta los vestuarios. No estamos
por tanto ante una actividad industrial, por más que el vehículo esté diseñado para esa actividad, sino ante una
actividad de transporte personal, fuera del horario laboral, por lo que el ámbito funcional también cae dentro
del ámbito mencionado”. Del mismo modo, la SAP Granada, Sec. 1ª, 19 septiembre 2002 (JUR 2002,
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sentencias que en perjuicio de la víctima y aún calificando la actividad dañosa como hecho
de la circulación y por tanto excluyendo de la cobertura del seguro de responsabilidad en la
circulación, se rechaza la indemnización con cargo al seguro de explotación, precisamente
por razones delimitadoras que suelen incluirse en las pólizas de seguros de explotación de
maquinaria sobre clausulas de exclusión de siniestros producidos fuera de la estricta
actividad industrial7.
Conforme a la STSJ analizada, las legislaciones europeas integran la Primera Directiva
utilizando diferente terminología y alcance. De este modo, en Francia, Italia, Holanda y
Portugal, el artículo 3. Apartado 1, se refiere a la obligación de cubrir la responsabilidad
civil que resulta de la circulación de vehículos, consagrando que esa obligación de
aseguramiento va referida exclusivamente a los accidentes causados en el ámbito de la
circulación vial. Por su parte, las legislaciones inglesa, búlgara, checa, estonia, letona,
maltesa, eslovaca y finesa, en lo relativo a esta norma, se refieren al concepto de
“utilización” de vehículos, sin hacer otra matización más. Las normativas danesa, alemana,
húngara, rumana y sueca integran la norma de forma más general, refiriéndose a la
obligación de contratar un seguro de responsabilidad civil para vehículos e imponiendo la
obligación de garantía, al margen de si esa utilización o funcionamiento se produce o no en
el ámbito de la circulación vial.
281695) sobre carretilla que en vía pública atropella a un peatón careciendo de seguro obligatorio, siendo
indemnizable por el Consorcio de Compensación de Seguros.
7 Como muestra de ello, véase la SAP Córdoba, Sec. 3ª; 19 septiembre 2006 (JUR 2006, 230857) que por un
lado califica el accidente como hecho de la circulación “si el accidente se produce en la calle López Amo,
sobre la cual, por estar abierta al uso público venía circulando el automóvil asegurado en la entidad actora, y
es el caso que dicha vía inopinadamente resultó invadida por una carretilla elevadora usada en las obras que
se desarrollaban en las calles adyacentes, carretilla que estrepitosamente terminó colisionando al referido
vehículo, el efecto no puede ser sino considerar que el accidente en cuestión constituye un hecho de la
circulación, pues aún cuando dicha carretilla tenga la consideración de vehículo especial primordialmente
dedicado a un fin industrial, lo cierto es que, de forma paralela a ese fin industrial, la carretilla estaba
circulando por una vía pública que permanecía abierta al tráfico circulatorio..” Y por otro lado excluye de la
cobertura del seguro de explotación precisamente porque la póliza contenía una cláusula de exclusión de la
cobertura que concertada para cubrir el riesgo derivado de su actividad empresarial dedicada a la construcción
de obra civil. En concreto establece el Tribunal “pues si bien es cierto, que dicha póliza otorga cobertura a los
vehículos industriales y maquinaria autopropulsada, ello es a condición de que el siniestro en cuestión se
produzca en la genuina esfera de la actividad industrial, es decir, «cuando para su uso no sea preceptivo el
Seguro Obligatorio de Automóviles», quedando, por tanto, fuera de la cobertura de la citada póliza los casos
como el de autos”.
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A buen seguro la Sentencia del Tribunal Europeo analizada permitirá ampliar el concepto
de hecho de la circulación tal y como viene configurado en la normativa española, máxime
la significativa advertencia que hace el mismo Tribunal sobre que el concepto de hecho de
la circulación no puede dejarse a la apreciación de cada Estado miembro. Mientras esto
ocurra, nuestros Tribunales ya se encuentran bajo la influencia de una decisión que
seguramente afectará en la interpretación que sobre esta cuestión han venido haciendo y
que sin ninguna duda favorecerá a las víctimas de accidentes que provocados por vehículos
industriales hayan sido considerados hasta ahora de dudoso alcance circulatorio.
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