BIBLIOGRAFÍA AUTOR: Pedro Calderón de la Barca. AÑO DE PUBLICACIÓN: 2004.

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BIBLIOGRAFÍA
• AUTOR: Pedro Calderón de la Barca.
• AÑO DE PUBLICACIÓN: 2004.
• TÍTULO: La Vida es sueño.
• LUGAR DE PUBLICACIÓN: Fuenlabrada (Madrid).
• EDITORIAL: Cátedra.
RESUMEN
Jornada primera
Rosaura y Clarín son dos de los trabajadores del rey Basilio, que parten en dirección hacia Polonia. En lo alto
de un monte ven un palacio y se dirigen hacia el.
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Al poco tiempo de llegar al palacio se encuentran con Segismundo, que está encerrado en una torre porque
cuando su madre dio a luz murió y su padre (el rey Basilio) pensó que eso era una mala señal. Rosaura intenta
consolarlo explicándole que siempre habrá gente que esté peor que él.
Segismundo no podía hablar con nadie, excepto con Clotaldo, por lo que éste se enfada con los guardas por
haber dejado entrar a Rosaura y Clarín
Más tarde, Clotaldo se da cuenta de que Rosaura es su hija perdida.
Luego Astolfo tiene una conversación con el rey, y este le dice que va a perdonar a Rosaura y Clarín todos sus
castigos.
Jornada segunda
El rey Basilio se da cuenta de que ya su hijo Segismundo lleva bastante tiempo encerrado y decide liberarlo
para ver si la muerte de su mujer en el parto realmente había sido una mala señal, pero antes le pide a Clotaldo
que le dé una pócima por si hubiera que volver a encerrarlo pensara que simplemente había sido un sueño.
Cuando Segismundo se despierta ya está en el palacio y comienza a hablar con Clotaldo y Clarín. Clotaldo le
cuenta porque ha estado encerrado tanto tiempo y porque lo han sacado. Lo que Clotaldo, le había contado a
Segismundo, es que era el príncipe de Polonia, que el trono debía ser suyo y que lo habían encerrado en contra
de su voluntad.
El rey y su hijo se encuentran y hablan de porque lo habían encerrado. Después de hablar, el rey, Clotaldo y
Astolfo deciden volver a encerrarlo.
Estrella y Astolfo son prometidos, por lo tanto Estrella quiere saber si su matrimonio es porque los dos
quieren o porque le interesa a Astolfo. Y se entera de que realmente es porque le interesa a él.
Después d encerrar a Segismundo, cuando este despierta se piensa que todo ha sido un sueño. Empieza a
reflexionar acerca de la vida y de los sueños. Mientras estaba reflexionando, se queda dormido, y en sus
sueños habla en voz alta, por lo que el rey Basilio y Clotaldo escuchan todo.
Tercera jornada
Los soldados se enteran de Segismundo es el primogénito del rey y quieren que ocupe su lugar
correspondiente, por lo que deciden ir a la torre para liberarlo.
Los soldados le dicen a Segismundo que Astolfo va a ser rey de Polonia y que puede ser un desastre. Pero
Segismundo cree que todavía está soñando.
Segismundo le pide ayuda a Clotaldo para derrotar a su padre, pero este se niega.
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Basilio y Astolfo se dan cuenta de que los soldados están en contra de lo que ocurre y buscan soluciones.
Clotaldo habla con Rosaura y ella le pide a que no participe en la guerra pero él debe hacerlo y antes de irse le
cuenta que él es su verdadero padre.
Cuando la guerra estaba a punto de comenzar Segismundo y el Rey Basilio se encuentran. Entonces
Segismundo se arrodilla a los pies de Basilio dándole las gracias por haberle dado la vida. Gracias a este
encuentro la guerra no se lleva a cabo y las dos partes terminan bien.
Finalmente Rosaura se casa con Astolfo y Segismundo con Estrella.
PERSONAJES
♦ Segismundo: es el protagonista de la obra. Es el hijo del rey de Polonia y fue encarcelado
porque al nacer su madre murió y esto era una mala señal. Es un personaje redondo porque al
durante la obra piensa que está dormido pero luego se da cuenta de que todo es verdad y actúa
bien.
♦ Basilio: es el rey de Polonia y encarceló a su hijo Segismundo cuando nació. Es un personaje
principal. Es también un personaje redondo porque al principio de la obra no quería que se
hijo reinara y finalmente se lo permite, es decir, que cambia de opinión.
♦ Rosaura: es una dama enviada a Polonia y descubre que es hija de Clotaldo. Es un personaje
secundario y plano porque no evoluciona.
♦ Clotaldo: es el padre de Rosaura y el único acompañante de Segismundo mientras está
encerrado. Es un personaje plano porque no evoluciona y también un personaje secundario.
♦ Clarín: Va con Rosaura a Polonia y tiene un gran sentido del humor. Es un personaje
secundario, y también es plano porque no evoluciona.
♦ Estrella: Es infanta de Polonia y al final de la obra se casa con Segismundo. Es un personaje
redondo porque al principio su intención era casarse con Astolfo pero finalmente se casa con
Segismundo. También es un personaje secundario
♦ Astolfo: es un personaje secundario y se comporta mal con Segismundo y Rosaura, con quién
se terminará casando. Es un personaje plano porque no evoluciona y también es un personaje
secundario.
NARRADOR
En la obra no aparece narrador porque todo lo que se cuenta o sucede está escrito a través de los diálogos de
los personajes.
ESTRUCTURA
• Externa: La Vida es sueño está dividida en tres jornadas y éstas a la vez también están divididas. La
primera jornada está dividida en ocho escenas, la segunda jornada en dieciocho escenas, y la tercera
jornada en diecinueve escenas.
• Interna:
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• Planteamiento: el planteamiento es cuando Rosaura y Clarín encuentran a Segismundo en la torre y
Clotaldo los descubre. Así Clotaldo se da cuenta de que Rosaura es su hija. Más tarde Basilio decide
liberar a su hijo para ver si realmente la muerte de su esposa en el parto había sido una mala señal.
• Nudo: el nudo va empieza cuando Clotaldo le da la pócima a Segismundo para que en caso de que
haya que volver a encerrarlo piense que todo fue un sueño. Luego Segismundo se encuentra con
Clotaldo y Clarín, quiénes le cuentan toda la verdad. Después Basilio decido volver a encerrarlo y
Segismundo piensa que todo ha sido un sueño. Cuando esta encerrado y soñando pero hablando en
voz alta los soldados se enteran de todo y deciden ayudarlo para que recupere lo que es suyo.
• Desenlace: cuando está a punto de producirse la guerra entre los soldados y los que apoyan al rey,
Basilio se encuentra con su hijo y los dos comienzan a hablar. Finalmente se zanja la guerra y
Segismundo. Finalmente Segismundo se casa con Estrella y Rosaura con Astolfo.
♦ Final: Según el final, la obra es abierta porque con los personajes se podrían escribir más
pares de la obra.
♦ Orden: La estructura de la obra es lineal, ya que sigue un orden cronológico en el que se
suceden los hechos y con un planteamiento, un nudo y un desenlace.
ESPACIO Y TIEMPO
• Espacio: La obra se desarrolla en Polonia. Algunos de los escenarios de la obra son la corte de
Polonia, la torre donde está encerrado Segismundo y el campo (cuando Rosaura y Clarín llegan y ven
la torre).
• Tiempo:
♦ Histórico: Esta obra está situada en el Barroco, siglo XVII.
♦ De la narración: El tiempo es detallista, porque la narración de los hechos se ajusta a su
duración real y se entretiene con los detalles. El tiempo total de la obra es de unos meses.
♦ Verbal: está escrita en presente porque coincide el momento de la narración con el tiempo
narrado.
ESTILO LITERARIO
• Género literario: debido a su estructura, a la falta de narración y a los diálogos sabemos que se trata de
teatro.
• Recursos estilísticos: como la obra está escrita en verso se usan bastantes recursos estilísticos. En el
título ya hay una metáfora, ya que identifica la vida con los sueños. A lo largo de la obra también
aparecen paralelismos, refranes y personificaciones.
• Diálogos: son muy importantes en la obra, ya que toda esta escrita así. Gracias a ellos conocemos
todo acerca de la obra.
• Registros lingüísticos: en la obra todos los personajes emplean el mismo habla.
AUTOR
Pedro Calderón de la Barca nació en Madrid en 1600, estudió con los jesuitas y completó su formación en las
universidades de Alcalá de Henares y Salamanca. Participó en varias campañas militares al servicio del duque
del Infantado. En 1651 se ordenó sacerdote, residiendo en Toledo y más tarde en Madrid como capellán.
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Dedicado a la literatura, poesía y drama fundamentalmente, su obra le instala como una de las cumbres de la
literatura universal. Escribió un total de 110 comedias, 80 autos sacramentales, un sinfín de entremeses, loas,
zarzuelas y otras obras. Fue un autor de éxito en el Siglo de Oro de las letras españolas, fue además uno de los
escritores favoritos de la corte, para quien escribió sus primeros títulos. Así, "El mayor encanto, amor", de
1635, se representó en la inauguración del parque del Retiro de Madrid. Su mejor obra fue "La vida es sueño",
un drama de hondo calado filosófico y existencial en el que el autor se plantea cuestiones como el honor, la
educación, el destino o la voluntad del individuo para forjarse su futuro, temas que conectan directamente con
el gusto barroco. Escribió también diversas obras en las que la sátira y la crítica a la mentalidad de la época
son una constante, como la andanada contra la concepción social de la honra y el honor en "A secreto agravio,
secreta venganza", "El médico de su honra" o "El mayor monstruo, los celos". Otras obras suyas importantes
son "El alcalde de Zalamea", "La dama duende" y otras de temática mitológica, como "La hija del Aire" o
"Narciso y Eco". Sobresalió además como autor de piezas religiosas, como "El mágico prodigioso", "La
devoción de la Cruz", "Los cabellos de Absalón, etc"; y de autos sacramentales muy religiosos. De estos
últimos merece la pena destacar "El gran teatro del mundo", "La cena del rey Baltasar" o "La hidalga del
Valle", entre muchos otros. Falleció en Madrid el 25 de mayo de 1681.
ÉPOCA HISTÓRICA Y LITERARIA
• Histórico: La vida es sueño pertenece a la literatura del Barroco.
El siglo XVII fue para España un período de grave crisis política, militar, económica y social. Tras esta grave
crisis España dejó de ser una de las principales pontencias y pasó a segundo plano. Los llamados Austrias
menores −Felipe III, Felipe IV y Carlos II− dejaron el gobierno de la nación en manos de ministros de
confianza o validos entre los que destacaron el duque de Lerma y el conde−duque de Olivares.
En política exterior, el duque de Lerma, valido de Felipe III, adoptó una política pacifista y logró acabar con
todos los conflictos heredados del reinado de Felipe II. Por el contrario, el conde−duque de Olivares, valido
de Felipe VI, involucró de lleno a España en la guerra de los Treinta Años, en la que España sufrió graves
derrotas militares.
Durante la segunda mitad del siglo, Francia aprovechó la debilidad militar española y ejerció una continua
presión expansionista sobre los territorios europeos regidos por Carlos II. Como consecuencia de esta presión,
la Corona española perdió buena parte de sus posesiones en Europa, de modo que a principios del siglo XVIII
el Imperio español en Europa estaba totalmente liquidado.
En política interior, la crisis no fue menos importante. El duque de Lerma procedió a la expulsión de los
moriscos (1609), con lo que se arruinaron las tierras de regadío del litoral levantino, y permitió la
generalización de la corrupción administrativa. Posteriormente, la política centralista del conde−duque de
Olivares provocó numerosas sublevaciones en Cataluña, Portugal, Andalucía, Nápoles y Sicilia. La rebelión
catalana fue sofocada el año 1652, mientras que la sublevación portuguesa desembocó en la independencia de
ese país (1668).
En el siglo XVII, España sufrió una grave crisis demográfica, consecuencia de la expulsión de casi 300.000
moriscos y de la mortalidad provocada por las continuas guerras, el hambre y la peste.
La sociedad española del siglo XVII era una sociedad escindida: la nobleza y el clero conservaron tierras y
privilegios, mientras que los campesinos fueron los que sufrieron esta crisis económica. La miseria en el
campo arrastró a muchos campesinos hacia las ciudades, donde esperaban mejorar su calidad de vida; pero en
las ciudades se vieron abarcados al ejercicio de la mendicidad cuando no directamente a la delincuencia.
Por otra parte, la jerarquización y el conservadurismo social dificultaban el paso de un estamento a otro y sólo
algunos burgueses lograron acceder a la nobleza. La única posibilidad que se ofrecía al estado llano para
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obtener los beneficios que la sociedad estamental concedía a los estamentos privilegiados era pasar a engrosar
las filas del clero. Este hecho, unido al clima de fervor religioso, trajo como consecuencia que durante el siglo
XVII se duplicara el número de eclesiásticos en España.
El contexto cultural del Barroco
El pensamiento racionalista tuvo en el siglo XVII algunas de sus figuras más destacadas: Descartes, Leibniz,
Spinoza... Todos ellos relegaron la posibilidad de un saber revelado y defendieron que la razón es la principal
fuente de conocimiento humano. De este modo sentaron las bases del racionalismo.
Quienes más influyeron en el pensamiento posterior fueron el físico italiano Galileo Galilei y el matemático
francés René Descartes.
Galileo Galilei fue uno de los fundadores del método experimental. A partir de sus observaciones, enunció las
leyes de caída de los cuerpos y refrendó la teoría heliocéntrica de Copérnico. Debido a sus conclusiones,
Galileo fue sometido a un humillante proceso inquisitorial, en el que se le obligó a abjurar de sus argumentos
sobre el desplazamiento de la Tierra alrededor del Sol.
René Descartes fundamentó el racionalismo filosófico y científico. Partiendo de la crítica de los sentidos
como forma de conocimiento ha de fundamentarse en la intuición de principios incuestionables; desde ese
momento, la razón elabora construcciones cada vez más abstractas, siguiendo un método deductivo.
En España, la influencia del racionalismo apenas se dejó sentir. En su lugar, se registra una actitud de
escepticismo hacia la naturaleza humana, escepticismo que conduce a una visión pesimista del mundo
radicalmente opuesta al optimismo renacentista.
• Literario: Frente al clasicismo renacentista, el Barroco valoró la libertad absoluta para crear y
distorsionar las formas, la condensación conceptual y la complejidad en la expresión. Todo ello tenía
como finalidad asombrar o maravillar al lector.
Dos corrientes estilísticas ejemplifican estos caracteres: el conceptismo y el culteranismo. Ambas son, en
realidad, dos facetas de estilo barroco que comparten un mismo propósito: crear complicación y artificio.
El conceptismo
El conceptismo incide, sobre todo, en el plano del pensamiento. Su teórico y definidor fue Gracián, quien en
definió el concepto como "aquel acto del entendimiento, que exprime las correspondencias que se hallan entre
los objetos". Para conseguir este fin, los autores conceptistas se valieron de recursos retóricos, tales como la
paradoja, la paronomasia o la elipsis. También emplearon con frecuencia la dilogía, recurso que consiste en
emplear un significante con dos posibles significados.
El culteranismo
El culteranismo, representado por Góngora, se preocupa, sobre todo, por la expresión. Sus caracteres más
sobresalientes son la latinización del lenguaje y el empleo intensivo de metáforas e imágenes.
La latinización del lenguaje se logra fundamentalmente mediante el uso intensivo del hipérbaton y el gusto
por incluir cultismos y neologismos, como, por ejemplo, fulgor, candor, armonía, palestra.
La metáfora es la base de la poesía culterana. El encadenamiento de metáforas o series de imágenes tiene el
objetivo de huir de la realidad cotidiana para instalarnos en el universo artificial e idealizado de la poesía.
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Barroco Literario en España
El siglo XVII y el auge de las premisas barrocas coincidieron en España con un brillante y fecundo período
literario que dio en llamarse Siglo de Oro. Estéticamente, el barroco se caracterizó, en líneas generales, por la
complicación de las formas y el predominio del ingenio y el arte sobre la armonía de la naturaleza, que
constituía el ideal renacentista.
Entre los rasgos más significativos del barroco literario español resulta relevante la contraposición entre dos
tendencias denominadas conceptismo y culteranismo, cuyos máximos representantes fueron, respectivamente,
Francisco de Quevedo y Luis de Góngora. Otra característica del barroco hispánico fue también la
contraposición entre realismo e idealismo, que alcanzó su máxima expresión en la que estaría llamada a
convertirse en una de las cumbres de la literatura universal, El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha
(primera parte, 1605; segunda, 1615), de Miguel de Cervantes.
En toda la obra poética de la Góngora, figura destacada del culteranismo, se halló presente el brillante estilo
que lo hizo famoso, cargado de neologismos y complicadas metáforas. Más sencillo en su primera etapa, a
partir de los poemas mayores −Fábula de Polifemo y Galatea (1612) y Soledades (1613)− se acentuaron sus
artificios y el carácter culto y minoritario de su poesía. Fue ensalzado por unos y ferozmente atacado por otros
en su época. Entre los más sobresalientes seguidores de Góngora se cuentan Juan de Tassis y Peralta, conde de
Villamediana, autor del poema mitológico La gloria de Niquea (1622), y Pedro Soto de Rojas.
Como el de Góngora, el estilo de Quevedo es estructuralmente complejo, aunque utilizó siempre un lenguaje
llano y no vaciló en ocasiones en recurrir a un tono procaz y brutal. Los temas que lo inspiraron fueron muy
variados: morales, satíricos, religiosos, de amor, etc., y en el desarrollo de todos ellos subyace una concepción
angustiada de la condición humana, común a obras tales como la novela picaresca titulada La vida del
Buscón, llamado don Pablos (1626), o la alegoría Sueños (1627).
En esta época se distinguió además una línea clasicista diferenciada en dos corrientes básicas: la escuela
sevillana, en la que destacó Rodrigo Caro, y la escuela aragonesa, cuyos representantes de mayor entidad
fueron los hermanos Bartolomé Leonardo y Lupercio Leonardo de Argensola, cultivadores de una lírica
doctrinal y moralizante.
En el ámbito de la prosa narrativa del período barroco halló su marco la figura de Miguel de Cervantes
Saavedra, autor también de poemas y comedias, que ha sido considerado unánimemente como la gran figura a
lo largo de la gestación y la evolución de las letras españolas. En el Quijote, Cervantes creó el prototipo a
partir del cual nacería al novela moderna. Concebida en principio para satirizar las novelas de caballerías, los
dos protagonistas de la obra, don Quijote y Sancho, han perdurado como símbolos de dos visiones enfrentadas
del mundo: la idealista y la realista.
La novela picaresca, que arrancaba del Lazarillo, alcanzó un notable auge y sirvió para denunciar la pobreza
y la injusticia social del gran imperio español. El Guzmán de Alfarache (1599−1604), de Mateo Alemán, se
caracterizó tanto por su amarga sátira de la sociedad como por su hondo pesimismo. Paralelamente ofreció
reflexiones moralizantes, elemento del que carecían las restantes novelas picarescas. Destacaron entre ellas es
Buscón, de Quevedo; la Vida del escudero Marcos de Obregón (1618), de Vicente Espinel; y El libro de
entretenimiento de la pícara Justina (1605), de Francisco López de Úbeda.
A las fórmulas teatrales que se ofrecían al público en el siglo XVI se impuso la que alrededor de 1590 fijó
Lope de Vega, creador de la comedia española. Sus premisas se caracterizaron por el quebrantamiento de las
tres reglas aristotélicas del teatro clásico (unidad de acción, tiempo y espacio), la división de la comedia en
tres actos (en vez de cinco) y , en general, la liberalización de la estructura de la pieza dramática. Los ideales
que se exaltaban eran el monárquico y el religioso, y los sentimientos más manifestados, el amor y el honor.
De extraordinaria fecundidad, Lope fue el escritor español con el que más llegó a identificarse el pueblo.
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Entre las creaciones representadas con mayor profusión cabe citar Fuenteovejuna, Peribáñez o el comendador
de Ocaña, El caballero de Olmedo y La dama boba. Como era de esperar, dado su éxito, tuvo gran número de
seguidores.
La otra gran figura del drama del Siglo de Oro fue Pedro Calderón de la Barca, quien comenzó siguiendo de
cerca el modelo de la comedia de Lope, pero en su madurez, aunque sin modificarlo sustancialmente, aportó
ciertos rasgos personales. Su obra se caracterizó por el enfoque más meditado de los asuntos, la preferencia
por lo ideológico o simbólico y la construcción más rígida de las piezas teatrales. En la técnica escénica
alcanzó un virtuosismo notable. Los dos grupos más importantes de la producción calderoniana son las
comedias de enredo y los dramas, históricos, filosóficos y religiosos, entre los que destacaron La vida es
sueño, El alcalde de Zalamea y El mágico prodigioso.
OPINIÓN PERSONAL
La vida es sueño es un libro entretenido aunque en algunas ocasiones puede resultar un tanto pesado debido a
sus extensos monólogos y a las largas conversaciones entre los personajes. También durante la lectura hay que
estar atentos para saber realmente lo que Pedro Calderón de la Barca nos pretendía transmitir con ella, por esta
razón también puede cansarnos un poco su lectura.
Esta obra del Barroco también nos sirve para conocer un poco más acerca de esta época, ya que durante toda
la obra se dan a conocer aspectos característicos del s.XVII, por lo tanto a parte de leer una obra clásica y
aprender sobre literatura, también aprendemos sobre el contexto histórico de la misma.
Es un libro que se le puede recomendar a mucha gente pero sobre todo a las personas que les apasione la
literatura clásica.
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