Responsabilidad del director de la sociedad anónima por el

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RESPONSABILIDAD DEL DIRECTOR DE LA
SOCIEDAD ANONIMA POR EL ACTO
NOTORIAMENTE EXTRAÑO AL OBJETO
SOCIAL
Autor: Walter Ruben TON
RESPONSABILIDAD DEL DIRECTOR DE LA
SOCIEDAD ANONIMA POR EL ACTO
NOTORIAMENTE EXTRAÑO AL OBJETO
SOCIAL
RESPONSABILIDAD DEL DIRECTOR DE
LA SOCIEDAD ANONIMA POR EL ACTO
NOTORIAMENTE EXTRAÑO AL OBJETO SOCIAL
El art. 58 de la ley de sociedades ha limitado expresamente la obligación de
responder, por parte de la sociedad, por el acto realizado por el administrador o representante que sea notoriamente extraño al objeto social.La limitación del objeto es la protección normal que tendría el socio que no
participa en el órgano de administración, pero esto está en pugna con la protección del tercero contratante con la sociedad, que con sólo verificar que el
órgano está bien designado podría formalmente contratar.Teniendo en cuenta que el representante de la sociedad anónima es un órgano, no un mandatario y por tanto sus efectos con respecto a terceros son
distintos y dado que una de las posiciones doctrinarias existentes en nuestro
medio, acepta la validez del acto notoriamente extraño realizado por el presidente del directorio de una sociedad anónima, se debe gestar una protección
ágil y eficaz para el socio.Consideramos que en este caso la responsabilidad debe ser objetiva, a la manera del art. 1.113 del Código Civil y bastará probar la existencia del daño y
la violación al objeto societario, para que el director sólo pueda eximirse de
responsabilidad, acreditando la imposibilidad de actuar de otra manera.Esta responsabilidad debiera purgarse por aprobación del acto por parte de
la asamblea con quorum y mayorías necesarias para modificar el estatuto.-
TEORIA DEL ORGANO.Isaac Halperín1 en un viejo trabajo suyo coetáneo casi con la sanción de la
ley de sociedades “CRITERIOS GENERALES DE LA REFORMA DE
LAS SOCIEDADES COMERCIALES. LEY 19.550” , explicaba claramente que hay una distinción entre órgano y desempeño de la función de éste
y la representación, citando a MESSINEO “representante es quien obra a
nombre de otro .....mientras que órgano es el trámite por el que la persona
jurídica obra directamente y en nombre propio” e indicaba que la noción de
órgano ha sido aceptada por la ley expresamente.Por tanto nos preguntamos, tiene algún limite en la actuación el órgano.Halperín2 nos aclara “De ahí que en el derecho contemporáneo se haya
abandonado las limitaciones referidas, haciendo recaer3 las consecuencias de
tales limitaciones a las relaciones y responsabilidades internas”.-
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REPRESENTACIÓN DE LA SOCIEDAD ANONIMA
Debemos distinguir claramente entre el órgano de administración y el representante de la sociedad.La representación será ejercida por el presidente del directorio (art 268), en
forma personal e indelegable (art. 266) y sólo podrá ser reemplazado por el
vicepresidente en caso de ausencia o enfermedad, pero dicha circunstancia
debe constar en el libro de actas de la sociedad.No estamos de acuerdo con Saldivar3 cuando dice “Dado que no existe determinación del caso y que, aunque se especificara concretamente el caso o los casos, esas
circunstancias de hecho permanecerán en general desconocidas por los terceros, en protección
de la seguridad jurídica debe considerarse que el vicepresidente tiene las mismas facultades
presidenciales y las puede ejercer indistintamente con aquel, sin necesidad de publicación, ni
de inscripción. A la sociedad le serán imputables los actos realizados por el vicepresidente en
todos los casos, ya que debe considerárselo como un verdadero representante de la misma”.Si entendemos que puede actuar por representantes, pero los poderes no
pueden ser mas extensos que las facultades que tenga el órgano de representación.Podría el estatuto autorizar la actuación de uno o más directores, pero por
el carácter orgánico del cargo, sostenemos que ellos debieran acreditar tal
circunstancia ante el tercero, para que el acto sea oponible a la sociedad.Saldivar4 dice: “ Téngase bien presente que la norma impide toda posibilidad de que los
estatutos establezcan la representación plural para ninguna clase de acto, por grave que
él fuera, y deja en manos del presidente un poder considerable –sólo compensado por una
acción de responsabilidad posterior- para comprometer a la sociedad en cualquier acto, con
tal que no sea notoriamente extraño al objeto social”.El presidente es elegido por el mismo directorio, pero podría ser elegido
también por la asamblea cuando elige el directorio.Su designación es revocable en las mismas condiciones de su elección y en
tal caso continuará siendo director.-
LIMITES A LA ACTUACIÓN DEL ORGANO.-4
El art. 58 de la ley 19.550 indica que el representante obliga a la sociedad por
todos los actos que no sean notoriamente extraños al objeto social.Indudablemente que ésta traba ha sido puesta en protección de los accionistas, en especial los minoritarios, pero entra en conflicto con el interés de los
terceros cocontratantes con esa sociedad, a través de sus representantes, que
son órganos.página 2
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Se ocupa el último párrafo del citado artículo de indicar que las facultades
legales de los administradores y representantes no afectan la validez interna
de las restricciones contractuales y la responsabilidad por su infracción, esto
nos indica que puede actuar, el representante, en infracción a las limitaciones
impuestas por el estatuto y no obstante ser válidos dichos actos con respecto
a los terceros.Sin duda las cláusulas limitativas no son oponibles a terceros, pero la duda
doctrinaria, es si los actos notoriamente extraños al objeto social, son o no
oponibles a terceros.En nuestra opinión hay que analizar de que actos se trata y que facilidades
tenía ese tercero para conocer el objeto de la sociedad y sus limitaciones.La exposición de motivos de la ley 19.550 decía “ se establece la ilimitación respecto de terceros de las facultades del administrador, salvo que se trate de actos notoriamente
extraños al objeto social”, pero a continuación cuando indica el apartamiento del
art. 410 del código de comercio, al establecer la inoponibilidad a terceros de
la organización plural de la representación cuando se trate de obligaciones
contraídas mediante títulos valores, por contratos entre ausentes, de adhesión o concluidos mediante formularios aclara “Queda a salvo el caso de que el
tercero tuviera conocimiento efectivo..........” y aclara a continuación que “ La solución
no podía ser otra, teniendo en cuenta la conjugación necesaria que debe hacerse entre los
intereses de los terceros y de los socios, por un lado, y la tónica actual del tráfico mercantil,
por la otra, connotada por su celeridad”. Esto nos lleva a tratar el objeto de la sociedad
OBJETO
Podríamos decir que el objeto social “ Esta constituido por los actos o categorías de
actos que por el contrato constitutivo podrá realizar la sociedad para lograr su fin mediante
su ejercicio o actividad”, según HALPERIN5 o como dice VILLEGAS6 “ Está
constituido por los actos o categorías de actos que en virtud del contrato constitutivo podrá
realizar la5 sociedad, para lograr el fin común al que aspiran los socios” Pensamos que
el objeto no condiciona la personalidad, ni la capacidad de la sociedad. La
sociedad es sujeto de derecho conforme lo indica el art. 2 de la ley 19.550
y por tanto tiene una personalidad jurídica no limitada por el objeto y esto
hace que la misma sea plenamente capaz para realizar actos jurídicos. Lo que
el objeto limita es la imputabilidad, la oponibilidad o la responsabilidad por
los actos, es decir, si por las consecuencias de la realización de actos notoriamente extraños al objeto social responde la sociedad o quien realizó el acto.
Art. 58, ley 19.550.
El objeto es una exigencia de la ley 19.550 y como dice FARINA7 ”El inc. 3
del art. 11 exige que en el contrato social se designe el objeto o sea la concreta actividad
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lícita que la sociedad se propone ejercitar para la obtención de los beneficios de los que serán
participes los socios. El objeto debe ser preciso y determinado”
Pero si hay que destacar que muchas veces este objeto, como cuando la sociedad realiza actividades bancarias o de seguros, es de mucha importancia,
para custodiar la fe pública, que debe primar en las mismas. La ley especial de
esa actividad, puede exigir que la sociedad tenga un objeto único y que para
funcionar sea autorizada por alguna autoridad específica. En este caso es de
mucha importancia el objeto, pero no por la capacidad de la sociedad o por
su personalidad, sino por la actividad que está realizando. Por eso la doctrina
dice que no hay que confundir objeto con actividad de la sociedad como
expresaba HALPERIN8 y ha sido receptado por CARLOS GILBERTO
VILLEGAS9.Indica ALBERTO VICTOR VERÓN10 “ Es uno de los componentes del contrato
social y adquiere relevante trascendencia porque su estimulación necesaria influirá en el orden social interno” (como expresión de voluntad individualizando la actividad económica
prevista como evaluación del interés social, para establecer la responsabilidad de directores
y síndicos, como causal de disolución y para protección del accionista)”. No estamos de
acuerdo con el resto de la conceptualización de este autor porque al referirse
a su relación con terceros, da el objeto como determinante de la capacidad
de la sociedad y nosotros diremos que la sociedad tiene plena capacidad,
puesto que no aceptamos la doctrina del ultra vires.El objeto es esencial para marcar la relación interna de los socios con la
sociedad y con su órgano de administración.-
RESPONSABILIDAD DE LOS DIRECTORES.El art. 274 es claro al indicar la responsabilidad solidaria e ilimitada de los
directores, hacia la sociedad, los accionistas y los6 terceros, por el mal desempeño del cargo, según el criterio del art. 59, es decir, la lealtad y diligencia
de un buen hombre de negocios.Agrega además la violación de la ley, estatuto o reglamento y por cualquier
otro daño producido por dolo, abuso de facultades o culpa grave.Indudablemente que la responsabilidad no puede ser tratada igual que en
nuestro viejo código de comercio, en donde los administradores eran mandatarios, en el sistema organicista de la ley.Es importante tener en cuenta como dice Saldivar11 la distinción entre responsabilidad contractual y la delictual o cuasidelictual “Como bien señala Halperín la distinción es importante por cuanto es diferente en uno y otro caso la atribución de
la carga de la prueba. Si la responsabilidad es contractual, acreditado el daño, la culpa se
presume e incumbe al director probar lo contrario, cuando la responsabilidad es delictual o
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cuasidelictual, en cambio debe probarsele la culpa para hacerlo responder”. Y sigue más
adelante “Nosotros entendemos que el mal desempeño del cargo o la violación de la ley o
de los estatutos en cuanto se refiera a cuestiones societarias específicamente, origina, frente
a los socios, una responsabilidad contractual. En cambio la violación genérica de la ley o
los daños producidos por dolo, abuso de facultades o culpa grave y, en general, cualquier
responsabilidad que cupiere frente a terceros, es siempre de tipo delictual o cuasidelictual”.
No obstante no estamos de acuerdo con él en esta última distinción, no hay
duda que la responsabilidad por el abuso de facultades o por la violación del
objeto social, es de origen contractual y se debe responder objetivamente, en
cambio el caso tan sonado actualmente de aplicación del último párrafo del
art. 54, en la inoponibilidad de la personalidad jurídica, si debe tratarse como
una violación a la ley y considerarse la responsabilidad con dolo o culpa.Consideramos que esta responsabilidad es siempre subjetiva, no puede responsabilizarse objetivamente al director, por los resultados no obtenidos,
siempre debe mediar algún grado de culpa.-
RESPONSABILIDAD Y PROCESO FALENCIAL.Conforme al art. 235 de la ley 24.522, la inhabilitación al fallido que se ordena en la quiebra, en el caso de personas jurídicas se extiende a las personas
físicas que hubieren integrado sus órganos de administración desde la fecha
de la cesación de pagos, sin que rija el límite temporal del art. 116, es decir,
la retroacción de dos años desde el auto de quiebra o la presentación en concurso preventivo, si la quiebra es indirecta.-7
Esta inhabilitación no es sólo para los que integren el órgano de administración en el momento de declararse la quiebra, sino para todos los que lo
hubieren integrado desde la fecha de la cesación de pagos.Esto implica una grave sanción conforme lo dispone el art. 238 del citado
ordenamiento al no poder ejercer el comercio ni ser administrador, gerente, síndico, liquidador o fundador de sociedades, asociaciones mutuales y
fundaciones.En el caso del concursado consideramos que puede ser director de una sociedad anónima porque el art. 14 de la ley de concursos marca los efectos
con referencia a la disposición de los bienes, pero no al sujeto concursado,
no obstante esto dice Otaegui12 , “ Bajo la vigencia de la ley de concursos 19.551 se
produjo una controversia acerca de si el concursado preventivamente podía ser director de
una sociedad anónima, sobre lo cual se postuló una solución afirmativa, aunque inconveniente (Ernesto Eduardo Martorell, El concursado preventivamente ¿puede ser director de
una sociedad anónima? L.L., t. 1.990-E p. 942).-
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LA APROBACION DE LA GESTION COMO EXTINCION
DE RESPONSABILIDAD
Siendo la Asamblea el órgano de gobierno, es lógica la disposición del art
275 LS al decir que la responsabilidad de los directores respecto de la sociedad, se extingue por aprobación de su gestión o por renuncia expresa o
transacción, resuelta por la asamblea, pero esta aprobación de gestión no lo
exime de responsabilidad si ésta surge por violación a la ley, el estatuto o el
reglamento y si no media oposición del cinco por ciento del capital social
por lo menos.Consideramos que si el acto es legítimo, pero sólo se ha actuado en violación
al objeto social, esta convalidación de la asamblea como órgano de gobierno,
purga la responsabilidad del director, puesto que ésta misma asamblea puede
cambiar el objeto del estatuto.No consideramos suficiente la mera aprobación del balance, si no se trató
expresamente la aprobación de la gestión.Si bien admitimos que el 5 % del capital pueda oponerse, hubiésemos preferido que para este punto fuera mayor el porcentaje, y creemos que la oposición debe ser expresa y fundada.Si bien la aprobación de la gestión se realiza por asamblea ordinaria y la
modificación del objeto por asamblea extraordinaria, consideramos que para
éste tópico es suficiente que se apruebe en asamblea del8 primer tipo.-
ACCION DE RESPONSABILIDAD
Esta acción de responsabilidad por realización de actos notoriamente extraños al objeto social puede caber en cualquiera de las cinco posibilidades de
acciones de responsabilidad que indica nuestra ley de sociedades.1.- Acción social de responsabilidad art. 276. Corresponde que la ejerza la
sociedad, previa resolución de la asamblea de accionistas. La ley no especifica que tipo de asamblea, por tanto, consideramos que en cualquiera de
ellas y puede incluso ser tratada, aunque no esté incluida en el orden del día,
si surge de algún tema que se trate en esa misma asamblea. La resolución
producirá la remoción del director y obligará a su reemplazo.2.- Acción social de responsabilidad ejercida por los accionistas minoritarios
que se opusieron a la aprobación de la gestión art. 276 y 275.- Es similar a
la anterior.3.- Acción de responsabilidad iniciada por el accionista. Art 277 en caso
de que transcurran tres meses y la acción social de responsabilidad no sea
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iniciada, cualquier accionista puede promoverla e incluso reclamar la responsabilidad del órgano administrativo, por no haber respetado la directiva de
la asamblea.4.- Acción de responsabilidad en caso de quiebra puede ser ejercida por el
síndico que tiene la legitimación procesal y en su defecto por los acreedores
individualmente (art. 278).5.- Acción individual de responsabilidad. Art. 279 los accionistas y los terceros conservan siempre sus acciones individuales contra los directores.Con respecto a la prescripción de la acción, si consideramos que es de índole
contractual se aplicaría el art. 848 inc. 1 del código de comercio, es decir,
sería de tres años. Si consideremos que es delictual o cuasidelictual el código
civil en su art. 4.037 indica dos años.Debemos manifestar que el moderno derecho de daños, como los proyectos
de unificación de la legislación civil y comercial de9 nuestro país, eliminan
esta distinción antigua entre responsabilidad contractual o extracontractual.
Si creemos que se debe distinguir entre responsabilidad objetiva o subjetiva motivada por dolo o culpa, no variando el término de prescripción que
debiera ser igual para ambos casos.De todas formas en el caso de la acción social de responsabilidad consideramos incluso excesivo el término de dos años para ejercerla, debiera tener una
prescripción mucho más corta, para no paralizar en lo más mínimo la vida de
la sociedad, ni de sus órganos.-
CONCLUSION:
En el derecho siempre colisionan intereses antagónicos. En el tema de los
actos notoriamente extraños al objeto social, realizados por el presidente del
directorio de la sociedad anónima los intereses en pugna son la validez externa de esos actos, con respecto a los terceros intervinientes y la protección
de los socios en la restricción del objeto de la sociedad.Con respecto a la validez de los actos con respecto a los terceros, es importante analizar la posibilidad que tenía ese tercero de conocer el objeto social
y el tipo de acto que se realiza, incluso teniendo en cuenta la segunda parte
del art. 58 LS..Realizado el acto y dándole validez al mismo. la responsabilidad del administrador debe ser rigurosamente considerada como protección a los socios,
que habían decidido al participar de la sociedad, restringir su objeto.Por esto consideramos que la responsabilidad del presidente del directorio
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debe ser objetiva y debe pesar sobre el la carga de la prueba para eliminar la
misma.No obstante la aprobación expresa de la gestión por parte de la asamblea
purgaría su responsabilidad.WALTER RUBEN JESUS TON10
ISAAC HALPERIN, Revista del Derecho Comercial y de las Obligaciones,
Año 5, Nos 25 a 30, Depalma, Buenos Aires, pag 625
1
2 ISAAC HALPERIN – JULIO C. OTAEGUI, Sociedades Anónimas, 2ª Edición actualizada y ampliada, Depalma, Año 1998, pag. 645
3 ENRIQUE
ZALDIVAR, Cuadernos de Derecho Societario, volumen III, Sociedades por acciones, Segunda Edición, Abeledo Perrot, Buenos Aires, pag.
673.4 ENRIQUE
5 ISAAC
ZALDIVAR, ob cit. Pag 672.-
HALPERIN , Curso de Derecho Comercial, t. I., pag. 231
CARLOS GILBERTO VILLEGAS, Derecho de las Sociedades Comerciales, octava edición ampliada y actualizada, Editorial Abeledo – Perrot, Buenos
Aires, año 1996.6
7 JUAN
M. FARINA, Compendio de Sociedades Comerciales, 1ª Edición, Zeus
Editora, Rosario 1989, pag. 61.8 ISAAC
HALPERIN , Curso de Derecho Comercial, t. I.
9 CARLOS
GILBERTO VILLEGAS, Ob. Cit. Derecho de las Sociedades Comerciales, octava edición ampliada y actualizada, Editorial Abeledo – Perrot,
Buenos Aires, año 1996, pag. 80.ALBERTO VICTOR VERÓN, Manual de sociedades comerciales, tomo I,
Editorial Errepar, Buenos Aires, año 1998, pag.28.10
11 ENRIQUE
ZALDIVAR, ob cit. Pag. 655
12 ISAAC
HALPERIN – JULIO C. OTAEGUI, Sociedades Anónimas, 2ª Edición actualizada y ampliada, Depalma, Año 1998, pag. 459
página 8
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