La Filosofía en La vida es Sueño

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La Filosofía en La vida es Sueño
La vida es sueño puede presentarse sin vacilación como una de las más representativas obras de literatura
española del Siglo de Oro. De unos variados materiales moralizadores y tradicionales, supo extraer Calderón
de la Barca, clérigo y humanista, un sentido filosófico y artístico que la hacen una de las más notables del
ingenio humano.
La idea central del drama, recogida en los versos que toda la vida es sueño / y los sueños sueños son, contaba
con una historia larga, variada e ilustre, pero Calderón la revive con otros temas como la lucha de la libertad
contra el destino; y con unos personajes que llegan a representar a toda la condición humana.
La filosofía que comunica Calderón.
La Vida es Sueño, anticipa y resume la aventura filosófica de espíritu europeo desde el propio Descartes hasta
Kant. Calderón plantea un problema filosófico y critico, realizando una pregunta sobre la realidad o la
irrealidad, ¿La vida es sueño?, como saber si nos movemos en la realidad o en una alucinación perpetua. Este
problema, por tanto, no es epistemológico u ontológico, sino práctico: cómo abandonar tal estado de sueño,
cómo ascender a la verdadera realidad.
Sueña el rey que es rey, y vive
con este engaño mandando,
disponiendo y gobernando;
y este aplauso, que recibe
prestado, en el viento escribe,
y en cenizas le convierte
la muerte, ¡desdicha fuerte!
¿Que hay quien intente reinar,
viendo que ha de despertar
en el sueño de la muerte?
Sueña el rico en su riqueza,
que más cuidados le ofrece;
sueña el pobre que padece
su miseria y su pobreza;
sueña el que a medrar empieza,
sueña el que afana y pretende,
sueña el que agravia y ofende,
y en el mundo, en conclusión,
todos sueñan lo que son,
aunque ninguno lo entiende.
Yo sueño que estoy aquí
destas prisiones cargado,
y soñé que en otro estado
más lisonjero me vi.
¿Qué es la vida? Un frenesí.
¿Qué es la vida? Una ilusión,
una sombra, una ficción,
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y el mayor bien es pequeño:
que toda la vida es sueño,
y los sueños, sueños son.
Calderón al ser educado por los Jesuitas, sigue las tendencias y como era de esperar se sujeta a una
concepción filosófica a la ley Cristiana, percibe la grandiosidad de la lucha trágica del hombre frente al
universo centrando la situación dramática en el problema de la existencia humana que se explica por el dilema
platónico razón (orden universal) vs .pasión (la voluntad humana que puede quebrar la fatalidad).
Calderón habla del tema de la privación de libertad física sufrida por Segismundo es una consecuencia de la
falta de libertad mental que sufre Basilio al ser condicionado por las estrellas, expresada de manera magistral
en el discurso que él mismo hace al final de la jornada I ante sus sobrinos y el resto de la corte:
Llegó de su parto el día,
y los presagios cumplidos
(porque tarde o nunca son
mentirosos los impíos),
nació en horóscopo tal,
que el sol, en su sangre tinto,
estaba sañudamente
con la luna en desafío.
[........................]
Pues dando crédito yo
a los hados, que adivinos
me pronosticaban daños
en fatales vaticinios,
determiné de encerrar
la fiera que había nacido,
por ver si el sabio teníaen las estrellas dominio.
Con lo anterior podemos ver que ha tomado una fuente filosófica, Nietzsche, filósofo alemán, que concibe la
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idea de Dios es lo que impide al hombre ser hombre. Piensa que para que viva el hombre ha de morir Dios, si
Dios vive no puede vivir el hombre. En el libro se toma, que si el rey de Polonia es decir Bacilio, no lo
hubiera encerrado a su hijo, Segismundo se habría podido realizar como tal.
... dame tu mano, que ya
que el cielo te desengaña
de que has errado en el modo
de vencerle, humilde aguarda
mi cuello a que tú te vengues;
rendido estoy a tus plantas.
*
Hijo, que tan noble acción
otra vez en mis entrañas
te engendra, príncipe eres.
A ti el laurel y la palma
se te deben; tú venciste;
corónente tus hazañas. ...
El autor nos ofrece una visión menos conformista que Sófocles; no hay que resignarse al destino, sino
revelarse contra él. Nada rige nuestras acciones, sólo nosotros mismos. Sin embargo, esto no es una renuncia
el concepto de Dios como Creador y motor de nuestras acciones.
San Agustín lo explica muy bien: en Dios las cosas no comienzan a ser ni dejan de ser, sino que son eternas.
Con esto nos quiere decir que Dios nos ha dado la voluntad pero sabe qué vamos a hacer con ella, pese a ello
somos libres, ya que el poder divino da el libre albedrío, que es igual a la libertad.
Calderón a planteado por primera vez en el teatro español del Barroco la angustia metafísica de la existencia
humana, la duda angustiosa acerca del incierto valor de la vida y de la realidad del mundo sensible,
adentrándose hasta las misma raíces de la vida y el ser. La vida es sueño representa el drama intimo y de
conciencia que se enfrenta desde el primer momento con el problema metafísico de la libertad del hombre en
contraste con los demás seres de la creación.
Para esta obra, Calderón utilizó elementos y fuentes que ya existían en la época:
• El cuento del durmiente despierto: de origen oriental, parte de Las Mil
Y Una Noches; en él, un mendigo despierta siendo rey y luego otra vez mendigo.
... ¿Soy yo por ventura? ¿Soy
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el que preso y aherrojado
llego a verme en tal estado?
¿No sois mi sepulcro vos,
torre? Sí. ¡Válgame Dios,
qué de cosas he soñado! ...
• El mito de la caverna de Platón, recogido en su República.
La relación entre el mito y el libro es que todo se humano tiene la principal influencia en los primeros años de
su vida. Así que si Segismundo ha sido tratado como un animal, es lógico y comprensible que, una vez que es
puesto en el trono, se comporte como tal, puesto que es la única enseñanza que ha adquirido en la torre donde
estaba preso. Al anular todo ejercicio de la libertad en su hijo, a Basilio no le es posible ni legítimo juzgar el
resultado de su experimento, lo cuál le hubiese exigido un proceso de educación del príncipe completamente
distinto.
Segismundo al ser completamente libre y se humanice, siendo así total merecedor del trono de Polonia. Este
proceso de conversión de Segismundo, no es brusco, no se da, como pudiera pensarse, de forma repentina con
el despertar del sueño en el final del segundo acto. La humanización se da desde la primera escena, es una
constante lucha entre pasión y razón, que termina con el triunfo de la segunda sobre la primera.
• La literatura ascética, a la que pertenecía la idea de concebir la vida como un sueño, algo que entroncaba
con un tema tan barroco como la inconsistencia de la vida.
El personaje Segismundo
El personaje Segismundo del drama Filosófico del libro La vida es Sueño, es el representante directo de la
filosofía en la obra ya que se debate entre la realidad y la ficción; la obra fue compuesta después de los
grandes descubrimientos de humanismo y del renacimiento, y el personaje de Segismundo no puede ser ya el
juguete un invencible destino. En cambio es el símbolo de la autonomía y de la voluntad, en el sentido de la
dignidad humana que ha trasladado los planos de la vida y ha situado al hombre en el centro del universo.
Todo comienza con la predicción hecha por su Padre el cual es astrólogo:
... A Segismundo, mi hijo,
el influjo de su estrella,
(vos lo sabéis), amenaza
mil desdichas y tragedias;
quiero examinar si el cielo
(que no es posible que mienta,
y más habiéndonos dado
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de su rigor tantas muestras,
en su crüel condición)
o se mitiga, o se templa
por lo menos, y, vencido,
con valor y con prudencia
se desdice; porque el hombre
predomina en las estrellas.
Esto quiero examinar,
trayéndole donde sepa
que es mi hijo, y donde haga
de su talento la prueba.
Si magnánimo se vence,
reinará; pero si muestra
el ser crüel y tirano,
le volveré a su cadena. ...
Esto es sólo una consecuencia de la ideología de la época en que Calderón desarrolla esta obra; una época
donde predomina el teocentrismo. La idea de la existencia de Dios es indiscutible, así como la acción que
ejerce sobre nuestros actos. Según esto, estaríamos condicionados por Él (o por las estrellas) y nada de lo que
hiciéramos o dejásemos de hacer tendría plena autonomía o libertad.
Es evidente, pues, que la cultura y la sociedad influyen en el comportamiento humano, lo condicionan. Lo que
distingue conductualmente al ser humano del animal, es precisamente que no se deja guiar por los instintos,
sino que su conducta es más plástica y está mediatizada por la cultura. Las circunstancias refuerzan o atenúan
la predisposición genética (o de los astros, para quien lo quiera ver desde esa perspectiva). Ya lo dijo Ortega y
Gasset: Yo soy yo y mis circunstancias.
Por las predicciones Segismundo es encerrado en una torre, en medio de montañas, en este lugar el príncipe
pasa la mayor parte de su vida, hasta que su padre decide darle una oportunidad, es entonces cuando el
problema filosófico aparece.
En su primer monólogo, encerrado en una cárcel, se pregunta, desesperado, qué delito ha cometido por estar
allí. No sabe por qué le han encerrado. Después, afirma que el "mayor delito del hombre es haber nacido".
Esto lo dice porque, según el cristianismo, todos los hombres, al nacer, llevan consigo el pecado original.
En la mencionada oportunidad dada por su padre, cuando Segismundo es liberado la primera vez de su
encierro por parte de Clotaldo y Basilio, es advertido de su verdadero linaje y de los motivos de su prisión, su
enfurecimiento es tal que no le permite reflexionar sobre su nueva situación y decide arremeter contra su
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padre y hacer uso (y abuso) de su condición de rey.
... Y aunque sepas ya quién eres,
y desengañado estés,
y aunque en un lugar te ves
donde a todos te prefieres,
mira bien lo que te advierto:
que seas humilde y blando,
porque quizá estás soñando,
aunque ves que estás despierto. ...
*1225−1245
*1535−1545
Segismundo se deja llevar por la ira que lleva dentro, no es libre, sino que es esa ira, esas pasiones, las que le
hacen actuar de una manera o de otra:
No me estorbe nadie, que es vana
diligencia; y ¡vive Dios!
si os ponéis delante vos,
que os eche por la ventana.
Le ciega la rabia, la ira; no puede controlarse y, como consecuencia de ello, será vuelto a prisión haciéndole
creer que todo ha sido un sueño.
... ¿Soy yo por ventura? ¿Soy
el que preso y aherrojado
llego a verme en tal estado?
¿No sois mi sepulcro vos,
torre? Sí. ¡Válgame Dios,
qué de cosas he soñado! ...
A partir de este momento, la duda que se apodera de él será la clave de su pensamiento, quien, plenamente
conciente del engaño de los sentidos , pero incapaz de establecer una barrera entre la realidad y la ilusión, se
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ve obligado a dudar de todo, excepto de su propia existencia.
El príncipe Segismundo, duda de la realidad del mundo que le rodea unos años antes de que Descartes se
pregunte también si el mundo es una ilusión; incluso cuando este personaje de Calderón se resigna a no saber
si sueña o está despierto, está entregándose ya a la única solución que más adelante propondrá Kant: el
espacio y el tiempo pertenecen a la realidad sólo como parte de la mente, como intuiciones con las que las
percepciones son medidas y valoradas.
¿Qué os admira?¿Qué os espanta,
si fue mi maestro un sueño,
y estoy temiendo en mis ansias
que he de despertar y hallarme
otra vez en mi cerrada
prisión? Y cuando no sea,
el soñarlo sólo basta;
pues así llegué a saber
que toda la dicha humana,
en fin, pasa como sueño.
Y quiero hoy aprovecharla
el tiempo que me durare,
pidiendo de nuestras faltas
perdón, pues de pechos nobles
es tan propio el perdonarlas.
Las actitudes y pensamientos de Segismundo se pueden relacionar con Parmenides un filosofo presocrático
que afirmaba que lo que se percibe a través de los sentidos son apariencias sin identidad propia y su principio
era el ser es, el no ser no es, relacionando el ser con la realidad.
Segismundo es la conjugación del pensar, como todos los dados anteriormente, en conclusión es el mas puro
idealismo Platónico, inspira esta concepción calderoniana que en la persona de Segismundo afirma la verdad
ideal del mundo interior frente a la apariencia ilusoria de las cosas soñadas.
[Segismundo].
[Basilio].
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[Basilio].
Segismundo
Basilio
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