Símbolos Machadianos

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TRABAJO DE LENGUA CASTELLANA Y LITERATURA
2º A DE BACHILLERATO TECNOLÒGICO
IES DAMIÀ CAMPENY
EUDALD CLARIANA, FERRAN MARTÍNEZ, ANA RENGEL, SANDRA SÁNCHEZ.
Símbolos Machadianos - Eudald Clariana, Ferran Martínez, Ana Rengel, Sandra Sánchez
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Índice
Introducción
.
Los caminos
.
p. 3
p. 3
Las galerías
.
p. 5
El sueño
.
p. 5
Los espejos
.
p. 6
El agua
.
p. 6
La noria
.
p. 9
Loa árboles
.
Las estaciones
.
p. 9
p. 11
La tarde
.
p. 12
La noche
.
p. 12
La infancia
.
p. 13
El balcón y la ventana
p. 13
Conclusión
.
p. 14
Bibliografía
.
p. 14
Símbolos Machadianos - Eudald Clariana, Ferran Martínez, Ana Rengel, Sandra Sánchez
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Introducción
Siguiendo la tradición simbolista que le llega a través del Modernismo, Machado empleará en
sus poemas como recurso primordial la técnica de aludir a las realidades que le interesan (la muerte, el
tiempo, la soledad...) mediante símbolos.
Los caminos
El camino alude al paso del tiempo y, con ello, a la preocupación temporal que sentía Machado.
 El poeta es el caminante y el caminante es suma del camino. Por lo tanto, el camino es la vida del
caminante, siempre en movimiento, con sed de futuro y nostalgia del pasado.
El caminante representa la propia condición del hombre que se busca a sí mismo o a Dios. También
puede aparecer como peregrino, romero o viajero, pero su única compañía es el sentimiento de
soledad.
“El Viajero”, el primer poema de “Soledades, Galerías y otros poemas”, hace referencia a este
aspecto:
“He andado muchos caminos,
he abierto muchas veredas;
he navegado en cien mares,
y atracado en cien riberas.”
 El caminar es vivir y éste es hacer camino. Machado utiliza el caminar para hacer referencia a una
existencia dura y amarga. A pesar de ello, lo que le importa es caminar (vivir) y llegar al punto final
del camino, la muerte.
Una muestra es el poema XXIX “Caminos” de “Campos de Castilla”:
“Caminante, son tus huellas
el camino, y nada más;
caminante, no hay camino:
se hace camino al andar.
Al andar se hace camino,
y al volver la vista atrás
se ve la senda que nunca
se ha de volver a pisar.
Caminante, no hay camino,
sino estelas en la mar.”
 Los caminos del sueño, también llamados galerías, son aquellos caminos que son soñados.
Machado insiste en imaginar estas secretas galerías del alma para soñar el futuro y el pasado, es
decir, soñar la vida. Mirar atrás es mirar lo ya vivido y soñarlo es revivirlo.
Un ejemplo de este apartado es el poema XI, el cual expresa un sentimiento de nostalgia sobre una
pasión antigua:
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“Yo voy soñando caminos
de la tarde. ¡Las colinas
doradas, los verdes pinos,
las polvorientas encinas!...“
“¿Adónde el camino irá?
Yo voy cantando, viajero,
a lo largo del sendero...
—La tarde cayendo está—.”
…
“La tarde más se oscurece;
y el camino se serpea
y débilmente blanquea,
se enturbia y desaparece.”
Las galerías
Las galerías también son una alusión al paso del tiempo. Son los lugares más recónditos del alma, es
decir, caminos interiores que el poeta quiere explorar y en ellos encontrar un misterio: el recuerdo y el
subconsciente. Son laberintos interiores que reflejan el mundo interno de dos formas:
 Como un recuerdo del pasado que hace despertar un sentimiento de nostalgia.
 Como un sueño, ya que Machado necesita soñar la realidad presente para encontrar esperanzas de
un mundo mejor, o bien para encontrar el futuro como compensación del presente. Por lo tanto, se
trata de la búsqueda de las ilusiones perdidas en los caminos del sueño.
Un ejemplo del símbolo de las galerías es el poema “Leyendo un claro día” de “Campos de Castilla”:
“Leyendo un claro día
mis bien amados versos,
he visto en el profundo
espejo de mis sueños
que una verdad divina
temblando está de miedo,
y es una flor que quiere
echar su aroma al viento.”
“El alma del poeta
se orienta hacia el misterio.
Sólo el poeta puede
mirar lo que está lejos
dentro del alma, en turbio
y mago sol envuelto.”
“En esas galerías,
sin fondo, del recuerdo,
donde las pobres gentes
colgaron cual trofeo
el traje de una fiesta
apolillado y viejo,
allí el poeta sabe
el laborar eterno
mirar de las doradas
abejas de los sueños.”
…
“El alma que no sueña,
el enemigo espejo,
proyecta nuestra imagen
con un perfil grotesco.”
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El sueño
El sueño es la representación de la vida. Machado casi siempre sueña despierto, es decir, sueña
ilusiones, pero cuando sueña dormido hace referencia a sus más íntimas preocupaciones.
En el poema XXII aparece el sueño como angustia por perder a Leonor e ilusión por encontrar a Dios:
“Anoche cuando dormía
soñé, ¡bendita ilusión!,
que un ardiente sol lucía
dentro de mi corazón.”
“Anoche cuando dormía
soñé, ¡bendita ilusión!,
que era Dios lo que tenía
dentro de mi corazón.”
En relación con los caminos, el caminante viaja por los caminos del sueño, es decir, galerías, que
simbolizan la existencia emocional (vida) del autor.
Un ejemplo de caminos soñados es el poema XI, el cual expresa un sentimiento de nostalgia, como ya
hemos explicado anteriormente:
“Yo voy soñando caminos
de la tarde. ¡Las colinas
doradas, los verdes pinos,
las polvorientas encinas!...”
“¿Adónde el camino irá?
Yo voy cantando, viajero,
a lo largo del sendero...
—La tarde cayendo está—.”
…
“La tarde más se oscurece;
y el camino se serpea
y débilmente blanquea,
se enturbia y desaparece.”
…
Para Machado, los caminos soñados son también un mecanismo con el cual puede encontrarse a sí
mismo y a Dios. Este tema se manifiesta en los poemas XXI y XLVI de “Campos de Castilla”:
XXI
XLVI
“Ayer soñé que veía
a Dios y que a Dios hablaba;
y soñé que Dios me oía...
Después soñé que soñaba.”
“Anoche soñé que oía
a Dios gritándome: ¡Alerta!
Luego era Dios quien dormía,
y yo gritaba: ¡Despierta”
El símbolo de los espejos del sueño hace referencia al hombre como fruto de la experiencia y del
tiempo, tema unido con el recuerdo soñado. Ésto es lo que se expresa en el poema “Esto soñé” de
“Nuevas Canciones”:
“Que el caminante es suma del camino,
y en el jardín, junto del mar sereno,
le acompaña el aroma montesino,
ardor de seco henil en campo ameno;”
“Esto soñé. Y del tiempo, el homicida,
que nos lleva a la muerte o fluye en vano,
que era un sueño no más del adanida.”
…
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Machado hace alusión al recuerdo de Leonor por medio del recuerdo soñado, ya que según Machado,
soñar es revivir el pasado. En el poema “Los sueños dialogados” de “Nuevas Canciones”, el autor pone
de manifiesto la presencia y ausencia de su amada y la soledad que ello le conlleva:
“¡Cómo en el alto llano tu figura
se me aparece!... Mi palabra evoca
el prado verde y la árida llanura,
la zarza en flor, la cenicienta roca.
Y al recuerdo obediente, negra encina
brota en el cerro, baja el chopo al río;
el pastor va subiendo a la colina;
brilla un balcón de la ciudad: el mío,”
…
“Con el incendio de un amor, prendido
al turbio sueño de esperanza y miedo,
yo voy hacia la mar, hacia el olvido”
Los espejos
Los espejos, como el sueño, representan la realidad incompleta e insatisfactoria. Son el reflejo del
pasado y éste forma parte de la frustración del caminante. El sueño y el espejo están estrechamente
unidos al intimismo. Por lo tanto:
 El sueño es el espejo de la vida del viajero.
 El poema es el espejo que refleja el sueño y el sentimiento del viajero.
Los sueños, como espejo del alma, son reflejos de la verdad que lucha por ser expresada. Según
Machado, el alma del poeta se orienta hacia el misterio (galerías), hacia esa verdad que no es objeto,
sino esencia, que no puede ser expresada ni mostrada:
“Leyendo un claro día
mis bien amados versos,
he visto en el profundo
espejo de mis sueños
que una verdad divina
temblando está de miedo,
y es una flor que quiere
echar su aroma al viento. “
“El alma que no sueña,
el enemigo espejo,
proyecta nuestra imagen
con un perfil grotesco.”
“El alma del poeta
se orienta hacia el misterio.
Sólo el poeta puede
mirar lo que está lejos”
dentro del alma, en turbio
y mago sol envuelto.”
“En esas galerías,
sin fondo, del recuerdo,
donde las pobres gentes
colgaron cual trofeo”
…
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El agua
El agua en la poesía de Machado tiene muchos significados, todos ellos diferentes y que van
relacionados con el tipo de fluir de ésta, es decir, si está estancada; corre, como en los ríos; o
brota de una fuente. En cada casos, el poeta evoca distintos sentimientos, como por ejemplo:
 El agua que emana de la fuente significa el nacimiento y la infancia, ya que cuando brotar
el agua se representa como el inicio de la vida. Además, la fuente, en algunos poemas
como por ejemplo:
“Fue una clara tarde triste y soñolienta…”
junto con el limonero, el patio y “los frutos de oro” (los limones), hacen referencia a un
recuerdo de infancia del poeta, ya que la fuente que se nos traza en estas poesías está
normalmente situada en el patio de Sevilla en el cual vivía de pequeño.
Otra de las connotaciones que puede tener el agua es la pesadez de la vida, ya que el agua
que emana de la fuente siempre brota igual, o como Machado dice en unos de sus
poemas:
“Fue una clara tarde, triste y soñolienta…
…la fuente vertía
sobre el blanco mármol su monotonía…”
Es decir, aquí la monotonía del agua refleja la vida y su invariabilidad, cosa que parece ser
doloroso para el poeta ya que en este mismo poema dice:
“Adiós para siempre; tu monotonía,
fuente, es más amarga que la pena mía.”
Otro ejemplo, además muy claro, de que el agua de la fuente representa la invariabilidad
de la vida es:
“ Dice la monotonía
del agua clara al caer:
un día es como otro día;
hoy es lo mismo que ayer.”
 Pero Machado también quiere reflejarnos el transcurrir del tiempo, es decir, de la vida,
mediante los ríos:
“¡Oh Duero, tu agua corre
y correrá mientras las nieves blancas
de enero el sol de mayo
haga fluir por hoces y barrancas,
mientras tengan las sierras su turbante
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de nieve y de tormenta.
Y brille el olifante
del sol, tras de la nube cenicienta!
Además, podemos entender el río como símbolo del transcurso de la vida porque éste
desemboca en el mar.
 El mar, comentado en el apartado anterior, es donde desemboca el río, que es la vida, y,
por lo tanto el mar representa la muerte. Por lo tanto, Machado plasma la muerte en sus
poesías a través del mar y del agua estancada. Así lo hace mismamente en su poema de
“Campos de Castilla” el ”Retrato”:
“Y cuando llegue el día del último viaje,
y esté al partir la nave que nunca ha de tornar,
me encontraréis a bordo ligero de equipaje,
casi desnudo, como los hijos de la mar.”
Como se puede observar en este fragmento el poeta se refiere al día en que llegue su
muerte y el mar es el símbolo de ésta.
Hay otro poema donde el mar tiene una doble connotación. Esto sucede en “La Saeta”,
donde aparece el mar como símbolo de vida y muerte a la vez. Este hecho se ve reflejado
en los siguientes versos, donde Jesús murió crucificado y resucitó. Por este motivo, el mar
representa la muerte y la vida.
¡No puedo cantar ni quiero
a ese Jesús del madero,
sino al que anduvo en el mar!
 Además de estos significados, se atribuye un símbolo al agua como espejo. Este espejo,
que es el agua, aparece sobretodo en “Soledades, Galerías y otros poemas” donde el autor
habla de sus recuerdos de infancia. Un ejemplo es:
“El limonero lánguido suspende
una pálida rama polvorienta
sobre el encanto de la fuente limpia,
y allá en el fondo sueñan
los frutos de oro…
Que tú me viste hundir mis manos puras
en el agua serena,
para alcanzar los frutos encantados
que hoy en el agua de la fuente sueñan…”
Este poema, ambientado en el patio de Sevilla de su infancia, evoca en Machado esos
recuerdos de niñez y hace aparecer el agua como espejo, reflejando “los frutos dorados” y
“los frutos encantados”, que de pequeño el poeta quería coger pensando que éstos se
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encontraban en el fondo de la fuente. Estos “frutos de oro” son los limones del que ahora
es “el limonero lánguido”.
La noria
Encontramos otros objetos que también simbolizan, en cierta medida, la vida y su monotonía.
Un ejemplo es la noria. Antonio Machado escribe un poema dedicado a esto, este poema se
titula “La Noria”:
“El agua cantaba
su copla plebeya
en los cangilones
de la noria lenta”
Uno de los motivos por los que se puede relacionar la noria con la vida y el paso de ésta es la
relación que existe entre la noria y el agua. El agua empuja la noria, que da vueltas y vueltas
sin parar. Aunque en este caso el poeta dice “la noria lenta” como si el tiempo se le hiciera
largo, como si la vida le fuera aburrida, monótona.
Los árboles
En sus poesías, Antonio Machado da referencia a su alma por medio de la descripción del
paisaje. En él destacan, por su variedad e importancia, los distintos árboles. Utiliza cada uno de
ellos en los distintos contextos para dar a entender al lector las emociones o sensaciones del
poeta o para ver a través de sus ojos el paisaje que le rodea.
 Olmo: En él se refleja el alma del poeta, ya durante la infancia lo utilizaba para jugar y en
la madurez para sus reflexiones más profundas. Es parte del simbolismo de Castilla y
connota la enfermedad de Leonor en el tiempo que ella está enferma:
“Antes que te derribe, olmo del Duero,
con su hacha el leñador, y el carpintero
te convierta en melena de campana,
lanza de carro o yugo de carreta;
antes que rojo en el hogar, mañana,
ardas en alguna mísera caseta,
al borde de un camino;
antes que te descuaje un torbellino
y tronche el soplo de las sierras blancas;
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antes que el río hasta la mar te empuje
por valles y barrancas,
olmo, quiero anotar en mi cartera
la gracia de tu rama verdecida.”
 Encina: simboliza la pobreza, la humildad, la fortaleza interior y la dignidad del paisaje:
“Allá, en las tierras altas,
por donde traza el Duero
su curva de ballesta
en torno a Soria, entre plomizos cerros
y manchas de raídos encinares,
mi corazón está vagando, en sueños...”
 Roble: Machado lo interpreta como un gran guerrero y noble de Castilla, que ha estado
presente durante mucho tiempo en sus campos, admirando los cambios del pasado.
También se interpreta en ocasiones como la virtud y la fuerza:
“Mi corazón aguarda
al hombre ibero de la recia mano,
que tallará en el roble castellano
el Dios adusto de la tierra parda.”
 Álamos y Chopos: Estos árboles están presentes en muchas ocasiones, sobretodo en la
primavera del libro “Soledades, Galerías y otros poemas”. Entre ellos están muy
relacionados, ya que simbolizan la juventud y el amor:
“¡Álamos del amor que ayer tuvisteis
de ruiseñores vuestras ramas llenas;
álamos que seréis mañana liras
del viento perfumado en primavera;”
 Haya: Antonio Machado ve este árbol como un misterio, algo sobrenatural o, incluso, lo
interpreta como el miedo.
 Limonero y Naranjo: El limonero es un símbolo de la infancia de Machado en Andalucía.
Frecuentemente, une este árbol con el agua de la fuente del patio. De pequeño, Machado
creía que los limones estaban en el agua (reflejo de los limones del limonero) y cuando los
intentaba coger, éstos desaparecían, creyendo así que eran mágicos y un poco
malintencionados. El naranjo también es un símbolo de la infancia en su etapa más
adelantada, pero estos dos símbolos también tienen en común la luminosidad y la
felicidad:
“Mi infancia son recuerdos de un patio de Sevilla,
y un huerto claro donde madura el limonero;
mi juventud, veinte años en tierras de Castilla;
mi historia, algunos casos que recordar no quiero.”
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 Palmera: Este árbol está relacionado con la infancia de Machado porque cuando habla de
él, lo relaciona con la fuente, símbolo de la infancia del poeta y de la muerte, ya que el
agua de ésta estancada.
 Pino: Este símbolo está relacionado con distintos lugares que Machado visita: el mar de
Santander y las altas sierras castellanas de Andalucía. Él une este árbol al paisaje como si
fuera una parte muy importante de él. Machado lo relaciona con la totalidad del planeta,
la mar, las montañas y el cielo.
“Otro viaje de ayer
por la tierra castellana
—¡pinos del amanecer
entre Almazán y Quintana!—“
 Olivo: Es el trabajo del campo. Machado ve este símbolo como una parte más de la
cultura andaluza. Éste, junto con los trigales y viñedos, forman las riquezas del campo
andaluz.
“Ya en los campos de Jaén,
amanece. Corre el tren
por sus brillantes rieles,
devorando matorrales,
alcaceles,
terraplenes, pedregales,
olivares, caseríos,
praderas y cardizales,
montes y valles sombríos.”
Las estaciones
Antonio Machado, gracias a las diferentes estaciones del año y a sus horas del día, muestra su
optimismo o pesimismo ante la vida o, a veces, la de Leonor.
 Verano: Para el poeta representa el amor pasional y la lujuria, y por ello “teme” al verano.
Este temor se verá reflejado en algunas partes de su poesía, en las cuales se representa
con los jazmines y las rosas del amor (pétalos podridos). También es símbolo de la
muerte, tópico del invierno:
“Fue una clara tarde, triste y soñolienta
tarde de verano. La hiedra asomaba
al muro del parque, negra y polvorienta...”
 Primavera: Este símbolo es uno de los preferidos por Machado. Representa un estado
amoroso, casi erótico, de los jóvenes adolescentes. Un amor indeterminado y virginal.
Antonio Machado utiliza este símbolo para demostrar su juventud, una juventud
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primavera, frustrada y nunca vivida de “Soledades, Galerías y otros poemas”. Todo esto se
refleja en las violetas y las margaritas.
Machado rompe algunos esquemas poéticos al interpretar la primavera como la etapa
melancólica o de decadencia, sustituyendo así al otoño:
“Entre las hierbas alguna humilde flor ha nacido,
azul o blanca. ¡Belleza del campo apenas florido,
y mística primavera!”
La tarde
 Machado utiliza la tarde como símbolo de reflexión y recogimiento, aunque también
como decaimiento, fin del día y de la vida. En dicho momento, es cuando el poeta se
entrega a su propia soledad, añoranza y melancolía del pasado.
“Es una tarde cenicienta y mustia,
destartalada, como el alma mía;
y es esta vieja angustia
que habita mi usual hipocondría.”
 La tarde está unida al sueño y al espejo. Es el momento para el sueño recordao, que se
enlaza con los espejos, habitualmente en Machado, con los “espejos de agua”:
“La fuente cantaba: ¿Te recuerda, hermano,
un sueño lejano mi canto presente?
Fue una tarde lenta del lento verano.
Respondí a la fuente:
No recuerdo, hermana,
mas sé que tu copla presente es lejana.
Fue esta misma tarde: mi cristal vertía
como hoy sobre el mármol su monotonía.”
La noche
 La noche de Machado es una noche más bien ligada al miedo y a la tristeza. Advierte al
viajero de la realidad de su historia: frustración, miedo… En la noche el caminante es solo
un fantasma.
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“Por los caminos, sin camino, como
el niño que en la noche de una fiesta
se pierde entre el gentío
y el aire polvoriento y las candelas
chispeantes, atónito, y asombra
su corazón de música y de pena,”
 La noche también aparece personificada como la “vieja amiga” y confidente del poeta,
como pasa con la luna.
 También está ligada al amor pasional, erótico y al verano.
La infancia
La infancia es más bien un tópico que no un símbolo. Representa el “pasado mejor” y la
añoranza que le supone al poeta. Está ligada y representada por:
 El patio: aparece a lo largo de “Soledades, Galerías y otros poemas” como una estancia del
pasado de Machado. Está muy a menudo relacionado con la tarde y la fuente. Es
contenedor de muchos otros símbolos, como por ejemplo:
 El limonero: En “Soledades, Galerías y otros poemas” aparece en ese “patio” como
mustio y
medio podrido. El limonero está ahí relacionado al pasado del poeta como elemento
de su infancia pasada e irrecuperable -de ahí el estado del limonero-.
“El limonero lánguido suspende
una pálida rama polvorienta
sobre el encanto de la fuente limpia,
y allá en el fondo sueñan
los frutos de oro...”
 Parque: Se enlaza directamente con los recuerdos concretos de su infancia en Sevilla.
“Sí, te recuerdo, tarde alegre y clara,
casi de primavera,
tarde sin flores, cuando me traías
el buen perfume de la hierbabuena,
y de la buena albahaca,
que tenía mi madre en sus macetas.
Que tú me viste hundir mis manos puras
en el agua serena,
para alcanzar los frutos encantados
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que hoy en el fondo de la fuente sueñan...
Sí, te conozco, tarde alegre y clara,
casi de primavera.”
El balcón y la ventana
Simboliza el ansia de escapar al mundo exterior, de buscar la
libertad para el espíritu encerrado del poeta, un tema muy propio
del romanticismo.
“Como sonreía la rosa mañana
al sol del Oriente abrí mi ventana;
y en mi triste alcoba penetró el Oriente
en canto de alondras, en risa de fuente
y en suave perfume de flora temprana.”
Conclusión
Como conclusión podemos destacar que Machado utiliza muchos símbolos en sus poesías.
Curiosamente, la mayoría de estos símbolos están relacionados con la vida o con el paso
del tiempo, como por ejemplo: el camino (vida del caminante), el agua que fluye, la noria
(representa la vida y el paso del tiempo), el sueño y las galerías. Otros de estos símbolos
en cambio están relacionados con la infancia y con Sevilla, ya que como el mismo dice:
“Mi infancia son recuerdos de un patio de Sevilla”
El trabajo ha sido realizo por Eudald Clariana, Ferran Martínez, Sandra Sánchez y Ana
Rengel. Ha sido un trabajo difícil de realizar, ya que requería la búsqueda e identificación
de los símbolos en cada poema y además la comprensión de cada uno de sus significados
según el contexto.
Bibliografia
 MACHADO, Antonio, Poesía escogida, Editorial Octaedro
 VIVES, Vicens, Poesía Antonio Machado, Clásicos Hispánicos
 OLLERO BAÑUELOS, Alfonso, Machado, una vida de poesía, Mira editores
 GULLÓN, Ricardo, Direcciones del Modernismo, Alianza
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