Dejarse retener tras la renuncia, ¿Una decisión adecuada para nuestra carrera? Por William Gaber Durante mi trayectoria como caza talentos, una de las situaciones más frustrantes con las que me he topado en distintas ocasiones es la de encontrarme con un ejecutivo que tras meses de estar en un proceso, evaluar la nueva empresa y posición, concluir que es un siguiente paso natural y conveniente, incluso negociar condiciones económicas, deciden no tomar el nuevo reto porque la empresa para la que trabajan les hizo una contra-oferta. ¿Es esto algo que funciona y nos hace crecer profesionalmente? o ¿existen otras razones para tomar esta decisión? Me he topado con ejecutivos exitosos que dicen haber cerrado un ciclo con su organización, que están buscando nuevos retos que los hagan crecer, o que bien, han llegado a la conclusión tras mucho esfuerzo, de que su empleador actual no les dará la oportunidad que esperan o simplemente no pueden ofrecerles una siguiente asignación que los haga crecer. Que ocurre entonces cuando se les ofrece más dinero para quedarse y aceptan, ¿este aumento soluciona las cuestiones anteriores? Creo que es valido en algunos casos decidir quedarse en la empresa actual tras una renuncia. Podemos llegar a desesperarnos o incluso no ver que nos falta madurez en la posición o no estamos en línea con los tiempos de la organización, pero lo que me parece extraño es utilizar una renuncia para obtener más dinero y creer que ahora si estaremos más realizados con nuestro trabajo y seguiremos creciendo en la organización. En mi opinión, una vez se ha tomado la decisión de renunciar es porque el lugar al que vamos representa una mejor oportunidad para nosotros que nuestra empresa actual no puede ofrecernos. Haciendo un análisis de porque algunos ejecutivos aceptan contraofertas económicas para quedarse en la empresa actual y entrevistando a muchos de ellos detallo alguna de las razones. ¿Porque me quedo? 1. Me da miedo el cambio: Todo cambio implica riesgos. Existe una creencia dentro de los profesionales que nos dedicamos a buscar talento para las empresas, que si bien cualquier cambio genera stress, aún en personas habituadas a hacer cambios, para alguien que ha permanecido toda su carrera o mas de diez años en una organización esta decisión, aunque bien pensada, al final se ve detenida por el stress que causa a la persona. 2. Me conformo, mas vale malo conocido: Esta razón está directamente relacionada con la anterior, pero tiene que ver con nuestra autoestima o las posibilidades que vemos en nosotros mismos de tener éxito fuera de nuestro entorno actual. A mayor numero de opciones, mayor autoestima y mayor claridad para tomar decisiones importantes. 3. Les gano una batalla para que sepan que valgo mas: La creencia de que “ganamos una batalla” al ser retenidos y ahora se han dado cuenta de que “valgo mas” en la mayoría de los casos es falsa. Las empresas retienen para evitar un problema mayor en la mayoría de los casos por no tener un reemplazo listo. La batalla la libramos todos los días con nosotros mismos y las cosas que podemos lograr y valdremos mas para las empresas en función de nuestra capacidad para generar valor y demostrarlo. 4. Aprovecho para cambiar cosas en la organización que no había podido cambiar, mi jefe 5. Hago una negociación con algo que no hubiese obtenido de otra manera. Dice un refrán que "perro que ladra, no muerde" y va ligado con ser congruentes, si decimos que en una organización nadie es indispensable y por otro lado nos jactamos como individuos de "tener palabra", pues digamos lo que pensamos y actuemos conforme a lo que predicamos. Es verdad que puede existir pero no creamos que hemos ganado una batalla que en realidad hemos perdido. • Sobre el autor: William Gaber es Director del proyecto de counicación Hoja de Vida www.hojadevida.tv, consultor en Capital Humano y Carreras Profesionales. Participa como miembro del consejo del Instituto de Empresa en México; Consejero para Ezequiel Farca y MexQ; Es Mentor de Endeavor México y conferencista.