228 P. DEL RÍO-HORTEGA (l6) •de corpúsculos embrionarios, parientes cercanos de los m o n o nucleares sanguíneos, nos inclinamos resueltamente a suponer -que los mononucleares y corpúsculos linfocitoides son capaces de transformarse, al igual que en macrófagos vulgares, en microglia; p e r o q u e ésta d e b e engendrarse, especialmente d u r a n t e el des­ arrollo, p o r transformación de células embrionarias existentes •en la pía m a d r e y en la adventicia vascular, capaces de originar •células endoteliales, fibroblastos y microglia. La existencia de tales células poliblásticas o indiferentes es a d m i t i d a por gran n ú m e r o de autores que las estudian con n o m ­ b r e s m u y diversos, a u n q u e casi t o d o s tienen de ellas un parecido •concepto. E n t r e ellas podrían ser englobados los poliblastos de MAXIMOW (linfocitos detenidos y dispuestos a emigrar), los clasmatocitos de RANVIER (que serían susceptibles de diferenciarse en fibroblastos, células adiposas y endoteliales), las células ciales de MARCHAND y ragiocrinas adventi- de RENAUT (capaces de engen­ drar elementos emigrantes), etc. Si tales células proceden d e linfocitos y son o no capaces de convertirse en mononucleares y de evolucionar en diferentes sentidos, no puede ser aquí dis­ cutido. Conocidas ya las fuentes mesodérmicas donde brota la micro­ glia, h e m o s reflexionado acerca d e sus manantiales, es decir, de las células que la originan, haciendo conjeturas que nuevas obser­ vaciones podrán avalorar.