La verdad popular y lo fantástico en las tradiciones de Juan de Mata Peralta

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“LA VERDAD POPULAR Y LO FANTÔSTICO Y EN LAS TRADICIONES DE JUAN DE MATA
PERALTA”
AUTOR
RodrÃ−guez Berrocal, José PÃ−o
Instituto de investigación de la Facultad de Ciencias de la Educación
Programa de Investigación Literaria
RESUMEN
Este artÃ−culo es un estudio inferencial y valorativo de las obras de Juan de Mata Peralta quien desarrolla, en
sus Tradiciones de Huamanga, mayormente asuntos misteriosos, no explicables, donde la coherencia y la
razón están ausentes, éstas nos introducen en un mundo fantástico, a veces macabro, pero reafirmado
por el colectivo, de esta manera se convierten en una verdad popular, inalterable en su credo y fe, a través
del tiempo. JMP busca un acercamiento a la realidad material y espiritual del mundo y hombre, básicamente
urbano, y literiamente ingresa y analiza a sus personajes como hombres mundanos, enmarañados en
circunstancias misteriosas, mágicas, y fantásticas. Todo esto con un conjunto de valores idiosincrásicos,
sabidurÃ−a popular y defectos sociales de sus personajes, ambientados, generalmente, en Huamanga.
En la investigación se han utilizado los métodos de la NarratologÃ−a, los aportes de la psicologÃ−a
(Freud, 1971) y los postulados de la Poética Social de BajtÃ−n (1994), para analizar la temática,
personajes y el discurso narrativo.
Palabras clave: narrativa, tradición, fantástico, verdad, popular
ABSTRACT
This article is an inferential and evaluative study of the works of Juan de Mata Peralta who develops, its
traditions of Huamanga, mostly matters mysterious unexplainable, where consistency and reason are absent,
they introduce us to a fantastic world, to sometimes macabre, but reaffirmed by the collective, thus become a
truly popular and unalterable faith in their creed, over time. JMP for an approach to the material and spiritual
reality of the world and man, mainly urban, and literie enters and analyzes his characters as worldly men,
entangled in mysterious circumstances, magical and fantastic. All this with an idiosyncratic set of values,
wisdom and social flaws of its characters, settings, generally in Huamanga.
The researchers have used the methods of narratology, the contributions of psychology (Freud, 1971) and the
tenets of Social Poetics Bakhtin (1994), to discuss the theme, characters and narrative.
Keywords: narrative, tradition, great, really popular
INTRODUCCION
La literatura ayacuchana, en su generalidad, se caracteriza por el tratamiento de temas relacionados con la
problemática socioeconómica y polÃ−tica. Sin embargo, con la narrativa de Juan de Mata Peralta (JMP) se
ingresa al tratamiento literario de temas que surgieron como testimonios históricos anecdóticos y con
explicaciones legendarias. Estas historias, trasuntadas por JMP, se transmitÃ−an y aún hoy se transmiten
oralmente, incorporando personajes o desapareciéndolos o magnificando algunos hechos y circunstancias
de acuerdo con el momento cuando se relata y transmite a las nuevas generaciones. JMP (1995) afirma que
“las Tradiciones Huamanguinas son relatos que se pierden fácilmente, solo se conserva para la posteridad en
forma de Tradiciones, constituyendo ésta como una de las fuentes de nuestra historia”.
1
JMP desarrolla mayormente asuntos misteriosos, no explicables, donde la coherencia y la razón están
ausentes y solo la imaginación deduce su cabal entendimiento, como en las historias contadas en GalerÃ−as
misteriosas, La horca por amor, entre otras, éstas nos introducen en un mundo fantástico, a veces
macabro, pero reafirmado por el colectivo, porque son “OÃ−dos los relatos de viejos venerables
huamanguinos” (Peralta, 1995), de esta manera se convierten en una verdad popular, inalterable en su credo y
fe, a través del tiempo.
La importancia del trabajo radica en el estudio, en primera intención, de las Tradiciones de Palma; en
segunda, de los tópicos planteados en las Tradiciones de Huamanga de Peralta. En éstas hay un
tratamiento apropiado acerca de la realidad histórica de Huamanga, ciudad tradicional y mestiza. Además,
estas narraciones constituyen parte de la memoria colectiva de la vida social, ambientado en el proceso
histórico de Ayacucho en los tiempos prehispánicos, coloniales y parte de la república. En suma, los
textos analizados sirven para caracterizar, en primera instancia, los rasgos literarios de los textos y, en
segunda, la sociedad ayacuchana de esos tiempos.
Por último, JMP es el depositario de la memoria colectiva de la región Ayacucho, especÃ−ficamente
Huamanga, captura acertadamente la historia del pasado histórico, se no ser asÃ− se hubieran esfumado en
el tiempo irreversiblemente; además, JMP ha contribuido a la construcción de la identidad literaria regional
dando una personalidad e independencia de modelos foráneos.
MATERIALES Y METODOS
Las Tradiciones Huamanguinas T I (1995) y II (2000), sirven para el estudio de los tópicos la verdad
popular y lo fantástico, ejes medulares para nuestro propósito.
Por otro lado, se consultaron textos de estudios relacionados con el tema de investigación y otras
aproximaciones: Testimonios y comentarios del I Conversatorio de Literatura Ayacuchana (1991), La fiesta
de la lira (2003), Historia y cultura de Ayacucho (2008).
La metodologÃ−a aplicada en la determinación y estudio acerca de la historia y el discurso literario del
autor, fue la descripción y explicación teniendo como base los cánones de la narratologÃ−a, “área de
reflexión teórico-metodológica autónoma, centrada en la narrativa como modo de representación
literaria y no literaria, asÃ− como en el análisis de los textos narrativos, y recurriendo, para ello, a las
orientaciones teóricas y epistemológicas de la teorÃ−a semiótica” (Reis, 1996). De esta manera se
determinó el discurso narrativo de JMP como connotativo polivalente, en algunos casos directo, y trasunta
diversos aspectos de la realidad sociohistórica de Huamanga prehispánica, colonial y parte de la
República
Los textos narrativos de JMP fueron estudiados en su contexto, es decir haciendo “una lectura que tenga en
cuenta los elementos personales, simbólicos, histórico-sociales y culturales de la época, que afectan... b)
al propio texto, sobre todo en sus usos lingüÃ−sticos, retóricos y literarios...” (Redondo, 1995). Teniendo
en cuenta este planteamiento, y los aportes de la pragmática textual que define la relación entre las
expresiones lingüÃ−sticas y los usuarios (Dresler, 1973), se determinó el lenguaje popular utilizado por
los personajes y sus intenciones semióticas. Para detallar el uso del lenguaje en los textos se aplicó los
cánones de la pragmática-social que define la relación entre las expresiones lingüÃ−sticas y las
personas que las usan:
Ya en su vejez (...), decÃ−a: carajo, por culpa de uno de los caballos de los grandÃ−simos rotos, los chilenos,
es que he quedado loccto, como soy ahora. En el recuerdo imperecedero que lo tengo, cuando yo era
muchacho, merodeaba cerca de estos animales ecuestres. (Loccto. Pág. 193. Subrayado nuestro).
Otro de los postulados que asumimos se basó en los aportes de la psicologÃ−a (Freud, 1971) y de la
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Poética Social de BajtÃ−n (1994), quien conceptúa a la literatura como un fenómeno social, y que la
obra literaria no puede ser comprendida fuera del horizonte ideológico; por tanto, el estudio histórico de la
obra de arte debe tener presente esta interdependencia. Porque, “...la literatura es esencialmente polisémica,
además es un hecho social y su estudio debe incluir los elementos contextuales que rodean la producción y
recepción de los textos literarios “(Redondo, 1995).
RESULTADOS
JMP se enmarca dentro de la generación de narradores ayacuchanos de la segunda mitad del siglo XX. En
los años cincuenta surgieron un grupo de escritores muy connotados, cuyas obras han marcado un hito
significativo para el desarrollo literario regional. “Los años cincuenta significaron la intensificación de las
actividades culturales” (Zapata, 2008) en Huamanga, más aún con la reapertura de la Universidad Nacional
de San Cristóbal de Huamanga. JMP, particularmente, pertenece al grupo de Tradicionistas integrados por
Néstor Cabrera Bedoya, Luis Cavero Bendezú, Salvador Cavero León, entre otros. La Tradición,
género literario creado por Ricardo Palma, es “una mezcla ligera y donosa de cuento, historia, crónica,
conseja popular y leyenda” (Delgado, 1984).
Ayacucho ha sido escenario de un amplio proceso histórico conformando una región con personalidad
propia, manifiesta sobretodo en al campo cultural. En su territorio se han desarrollado importantes culturas
prehispánicas, luego se asentaron los españoles (1540), principalmente en la ciudad de Huamanga, de esta
manera se convirtió en una ciudad mestiza, lugar de residencia de españoles e indÃ−genas, andinos y
occidentales. Este contexto dio lugar al progresivo surgimiento de una historia urbana llena de anécdotas y
explicaciones legendarias de muchos acontecimientos de la vida cotidiana y de sus personajes más
destacados. Para perennizar estas historias ancestrales surgieron importantes escritores entre ellos Juan de
Mata Peralta, quien siguiendo la lÃ−nea de Ricardo Palma narra muchos acontecimientos históricos de
Huamanga.
1. LAS TRADICIONES HUAMANGUINAS: TESTIMONIO HISTORICO REGIONAL
JMP desarrolla dentro de las Tradiciones de Huamanga diversos temas: los hechos históricos y legendarios,
los hechos asombrosos y extraordinarios, principalmente.
Las Tradiciones de Huamanga se clasifican en cuatro grandes grupos: a) Tradiciones preincaicas, b)
Tradiciones incaicas, c) Tradiciones de la colonia, d) Tradiciones de la emancipación, independencia y
posindependencia. De todas ellas destacan más los hechos de la colonia y de la independencia. En las
coloniales narra la vida cotidiana y controversial de los españoles, describe a los personajes españoles con
sus virtudes y defectos propios de los europeos aventureros y codiciosos, además, la vida clerical, católica
imperante, los usos y costumbres, y la arquitectura colonial; en suma, Huamanga cristiana y católica.
Mientras que en las tradiciones de la independencia describe las luchas cruentas y de prueba del valor
patriótico. Asimismo, destaca el valor de los personajes de diversas condiciones sociales, entre criollos e
indÃ−genas: MarÃ−a Parado de Bellido, Ventura Ccalamaqui, Basilio Auqui, entre otros.
2. LA VERDAD POPULAR Y LO FANTÔSTICO EN LAS TRADICIONES DE PERALTA
2.1. La verdad popular
JMP siguiendo la lÃ−nea de Ricardo Palma, es un narrador de una verdad popular, porque en sus
narraciones destaca con mucha importancia la oralidad y esta forma discursiva se manifiesta a través de
dichos populares que reflejan la autorÃ−a colectiva y popular:
Su mamá le reprendÃ−a: “No tienes vergüenza de esto y aquello” ¿Por qué sigues robando? Al dÃ−a
siguiente otra reprimenda, y nada parea enmendarse.
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Al fin decÃ−a:”Yau mana penccacucc cullu huya”, o sea: cara de madera que ni siquiera se ruboriza (Cullu
Huya, Pág. 39. Subrayado nuestro).
[...] y creÃ−an, sobre todo, la gente humilde, que aquella estatua, era el guardián, patrono o vigÃ−a, de los
presos que cada vez que iban a visitar a sus allegados, lo primero que hacÃ−an era acercarse al Checco
Pacheco y murmuraban algunas jaculatorias, en honor de la estatua. DecÃ−an entre otras cosas: “Taytallay
Checco Pacheco, josayta ya pampachaycuyña, inaspa cchaycuyña, huasillaycuta pusacusaccña” [...]
(Checco Pacheco, Pág. 72. Subrayado nuestro)
La lengua empleada en las tradiciones de JMP destaca por su sencillez: una lengua directa, fluida y sin
ningún tipo de artificios, aunque con frecuencia muy expresiva. JMP acierta en recoger la lengua viva
popular, dándole la forma adecuada a esta dentro de su contexto cultural y social. Además, usa palabras y
giros arcaizantes, el gusto por las onomatopeyas y jitanjáforas -como en el lenguaje infantil-:
La vieja contestó, fuerte y sonora: “A don José de Alatrista”. Don pepe, casi se desmaya de susto. Y los
acompañantes, pacÃ−fica y monótonamente, con su: tras, tras, tras... voltean la esquina de San francisco
de AsÃ−s y bajan hacia Cinco Esquinas, para dirigirse hacia el barrio de San Sebastián pasando el riachuelo
de la Glorieta, con dirección al panteón (Don José Alatrista, Pág. 26. Subrayado nuestro)
En cierta oportunidad, exigÃ−a insistentemente al Sr. Obispo por la VicarÃ−a de Huanta, pero el Excmo, erre
que te erre, no querÃ−a. Pues, Huanta necesitaba un curita de armas tomar en FilosofÃ−a y TeologÃ−a,
como nuestro levita poseÃ−a muy vagamente estas ciencias, no le daban la VicarÃ−a, porque los huantinos
eran sabihondos en cosas de religión, y para colmo de males Chirurgos harÃ−a mala figura, en aquella
simpática ciudad. (Yaya Chirurgos, Pág. 64. Subrayado nuestro).
Tan sentidos eran los huaynos que hasta los difuntos seglares, de un siglo atrás, se levantaban de sus
sepulturas y bailaban al compás de aquella música.
Los esqueletos se movÃ−an: tras-trase-rarase... Tacc-ra-racc... era un espectáculo que los esqueletos iban
saliendo de sus ataúdes: uno, dos. Tres... hasta contarse más de cien de ellos. (Tacc-ra-ra-racc, Pág. 13. T
II. Subrayado nuestro)
JMP incluye en sus narraciones construcciones quechuas interferidas por el español, formas
lingüÃ−sticas regionales. Este rasgo le hace un escritor regional peculiar:
[...] Hombre laborioso que se dedicaba con toda su tribu hilar la famosa chullapa... Hila que te hila, todo el
dÃ−a y parte de la noche, hacÃ−an más de 50 pelotitas de lana para vender en el mercado los notables
frazaderos de Santa Ana.
“Cayccaya tayta, chunca curor realcama”.
“Rantihuay mamay, chunca cururniyta frazada ahuaycunayquipacc. (Chunca curor, Pág.34. T II. Subrayado
nuestro).
[...] Llega el momento del ofertorio de la hostia... después venÃ− la impenetración del vino que deberÃ−a
convertirse en la sangre de cristo.
El muchacho agarró el pomito del vino y no lo vació el cáliz.
“Echamuy vinuta maccta”.
“Trompuytaracc cutichipuhuay”.
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Repite conminante y colérico el tayta cura:
“Echanuy vinuta maccta”.
“Trompuytaracc cutichipuhuay”. (El trompo, Pág.42. T II. Subrayado nuestro).
[...] Doña Garavito con un palo lo intimida bajarse de dicho árbol, manifestando:
“Chihuillito mÃ−o... bájate y vente a mi lado.”
El tordillo en lugar de silbar como siempre, comenzó a modular las siguientes palabras.
Llullla Nestorcha... Llulla Nestorcha!
“Pitaya nichcan... pitaya maccachcan cay chihuillocca! (Chihuillito, Pág. 145. T II. Subrayado nuestro)
La inclusión de canciones populares y el estilo directo, son caracterÃ−sticas estilÃ−sticas propias de las
narraciones populares de transmisión oral, que JMP ha conservado e incluso, intensificado en sus retoques
literarios; sin olvidar los diversos tipos de recurrencia fácilmente observables, como, por ejemplo, la
tradición Mago de la guitarra, recoge dos canciones populares ancestrales titulados Mauca zapato y
Sonjoyqui.
La narración popular es anónima. Por supuesto que tuvo que haber, y hay, un autor inicial, pero cuando la
comunidad se reconoce en el relato y lo hace suyo, el autor se olvida y, desde ese momento, la narración se
convierte en un bien colectivo, patrimonio de todo un pueblo, por lo tanto adquiere una verdad popular:
Felizmente, los cuadros originales, están en el claustro interior del convento de Santa Teresa. Se reconocen
aquellos, en que cada lienzo, tiene una manchita circular, y dentro de ella, está la firma del autor, en letras
tan diminutas, que solamente se pueden leer; con una potente luna de aumento. Esto nos ha dicho, un
caballero muy concienzudo, y creo que es la verdad. (Orcasitas, Pág. 83. Subrayado nuestro)
No son cuentos, estimado lector, esta tradición es muy verdadera, aunque tú no quieras creer, pero ha sido
real y verÃ−dico este hecho, que un gamonal no es solamente dueño de los bienes y vida de sus esclavos,
sino también era propietario de toda hembra de rechupete. (Un gamonal, Pág. 178. Subrayado nuestro).
Nuestros paisanos tenÃ−an creencia casi evangélica, que cuando hay truenos y relámpagos, es el
espÃ−ritu de Satanás o de Belzebú el que campea, o nos visita a nuestros lares.
Esta tradición fue verÃ−dica y patética, contada y presenciada por una alma de Dios, una señora beata
que no comÃ−a... y diariamente oÃ−a cinco misas, pues si escuchaba solamente cuatro, lloraba amarga e
insolente. (Relámpagos diabólicos. Pág. 243. Subrayado nuestro)
Por el carácter anónimo, las narraciones están abiertas en su proceso de creación y recreación, y se
actualizan y acomodan continuamente a la diversidad del público y de las circunstancias, incluso en el
mismo acto narrativo. Las variantes y modificaciones pueden deberse a la adaptación, a la modernización o
a la eliminación de elementos arcaicos, a la alteración en el orden de los episodios, a la adición de algún
pasaje, a la fusión y contaminación con otros cuentos y, por supuesto, al olvido de ciertos rasgos y detalles:
JMP, al estilo de Palma prefiere aparecer como un narrador omnisciente, “... además, le hace presente al
lector (en muchas tradiciones) que él está dándole a conocer una historia que se le ha referido y que
él, un humilde narrador, sólo da a conocer lo que ha oÃ−do o lo que le han contado” (Huárag, 2004).
Los hechos reales o ficticios en boca del pueblo se convierte en verdad irrefutable, por esto JMP es uno más
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de los afirmantes y confirmantes de las historias narradas. En la cosmovisión pueblerina los hechos se dan de
manera repetitiva. Este hecho hace que ingrese en el subconsciente y sea asÃ− parte constitutiva de él,
porque “implantados en el subconsciente, se constituyen en parte natural del modo de pensar y actuar”
(Ibidem, 2004).
Esta tradicioncilla se realizó en el convento de Padres Mercedarios de Huamanga , como lo cuentan los
vejetes, que son arcanos de sabidurÃ−a y que oyeron narrar a personas serias y de cabeza blanca, y yo lo
escribo, tal como me lo avisaron, pues no vale la pena de averiguarlo si fue verdad o mentira. (El fraile
resucitado, Pág. 41. Subrayado nuestro).
Por informaciones tradicionales se sabe que partiendo de la sacristÃ−a de la iglesia de la CompañÃ−a de
Jesús de Huamanga, donde residieron por los años de la colonia los jesuitas habrÃ−an hecho construir
extensas galerÃ−as subterráneas hacia la catedral, Santo Domingo, La Merced y San Francisco de AsÃ−s.
(GalerÃ−as misteriosas. Pág. 40. Subrayado nuestro).
Esta tradición fue referida por Brunocino Huaman, quien es sujeto valiente, nada de supersticioso, hasta un
poco torero, pues en las corridas populares, tiene que lucirse dando sus buenas capotadas a los toros, no le
importaba salga con ciertos rasguños en la cara o algunas contusiones en sus miembros. (Transmutación.
Pág. 215. Subrayado nuestro).
JMP a menudo inicia sus narraciones testificando haber oÃ−do en boca de los personajes pueblerinos, a
quienes considera fuente de información histórica. A nuestro parecer, JMP utilizaba estas anécdotas
como pretexto para introducir información histórica, además de que en algunos casos comentarios
destinados a moldear la percepción pública del pasado huamanguino. Por esto, planteamos que JMP no
escribió la historia de Huamanga, sino su propia historia recogida del imaginario popular. Porque no todo es
imaginación en la Tradición, “el escritor se documenta, investiga, revisa archivos, recoge testimonios;
también lee a historiadores, sociólogos y conversa con testigos” (Tenorio, 2001).
En suma, nuestro pasado histórico sin las Tradiciones de JMP serÃ−a un terreno deshabitado, silencioso e
insignificante. Las Tradiciones de Huamanga son la única prueba accesible, artÃ−stica, entretenida que
tenemos de nuestro pasado, para nosotros, imaginario. Las Tradiciones de Huamanga a nuestro entender es
una obra fundadora y arca de la memoria regional, como también de nuestra identidad cultural, que sin JMP
no hubiéramos capturado esos tiempos y espacios espirituales, porque se hubieran esfumado y nos serÃ−a
muy difÃ−cil imaginar esas realidades añejas
2.2. Lo fantástico
Lo fantástico, como elemento temático, destaca en las Tradiciones de JMP con el relato de hechos
extraordinarios, misteriosos, no explicables, que nos introducen en un mundo extrasensorial, a veces macabro,
truculento, fantasmagórico. El elemento fantástico en las tradiciones de Palma, por lo mismo en JMP, “...
se puede advertir (como) la influencia del romanticismo tan afecto a las leyendas o los hechos
extraordinarios” (Huárag, 2004). Es asÃ− que, por ejemplo, el diablo, según la creencia popular es un ser
fantástico que tienta a los humanos ofreciendo regalÃ−as a cambio de su alma:
En aquella noche, acude puntual al lugar. Llama con voz fuerte y estentórea al Ôngel maléfico.
Invocaciones, imprecaciones y llamadas de ipso jure... acude el demonio... el espÃ−ritu infernal
contesta:”Qué queréis de mÃ−, viejo Marcos”. Ilustre espÃ−ritu infernal, dice:”Dame a cambio de
cualquier cosa. El amor de la bella Teresa Silva”. “Te concedo ese amor, a cambio de tu alma, pero ese amor
durará solamente un año, pues, ahora estamos a 17 de octubre de 1554, al 17 de dicho mes de 1555, debes
estar presente a esta hora y en este lugar” ¿Aceptado? Responde don Marcos ¡Aceptado! (Perico huaycco,
Pág. 23. Subrayado nuestro).
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O mostrando una fe en el diablo para el cumplimiento de un deseo, como en la tradición Don Vilchico, el
diablillo Vilchico, para muchos tiene atributos milagrosos incomparables y la fe hacia él tiene respuesta
inmediata:
En enero de 1917 vivÃ−a don N. Pérez, un bohemio y pendenciero, que una noche de bronca habÃ−a roto
la cabeza y magullado la cra a un sujeto. Estaba en la comisarÃ−a y al dÃ−a siguiente era muy seguro, que
marcharÃ−a la cárcel por maltratos graves.
Su esposa va a visitarlo a modo de llevarle la comida. D. Pérez le dice: “Hijita, puedes llevarle una velita a
mi amigo don Vilchico, que está en la iglesia de la Merced, él puede sacarme de este aprieto”. “Bien,
amor mÃ−o”, le responde su esposa. (...) Su buena esposa, lleva ese mismo dÃ−a su velita a don Vilchico.
Busca en todos los altares. Nada para encontrarlo. Pregunta al sacristán ¡Cual es San Vilchico? El
sacristán interpelado responde, aquel demonio que está al pie de San Miguel es don Vilchico, como le dicen
los tunantes, pues no está canonizado... En la noche, toca tan, tan... ¡Quién es? Yo tu esposo, responde.
Le abre la puerta y era el mismo en carne y hueso. ¡Cómo?, por dónde te has escapado. Por la puerta,
hija. (Don Vilchico, Pág. 62. Subrayado nuestro).
En las Tradiciones de JMP también se encuentran hechos misteriosos, no explicables lógicamente, donde
la coherencia y la razón están ausentes, solo la imaginación detalla el hecho narrado:
Eran cerca de las dos de la mañana, se sintió un fuerte temblor de todo el catafalco. Los guardias asustados
con el incidente, fueron despertar a sus familiares. Todos vinieron al lugar del hecho. Cual fue la sorpresa,
habÃ−a desaparecido el cuerpo del Dr. Garavito, solo estaban sobre la mesa, su smoking, pantalón, zapatos
de charol, su bastón con puño de oro y tongo.
¡El diablo se lo habÃ−a llevado en cuerpo y alma! (El vocal Dr. Garavito, Pág. 56. Subrayado nuestro).
HacÃ−a de turiferario, o sea, el que conducÃ−a el incensario, un corista enamoradizo, quien al ver a una
chica simpática, entre las que acompañaban la procesión tuvo la ligereza de incendiarla a la muchacha.
Cosa terrorÃ−fica, una gran convulsión le vino al corista y desapareció misteriosamente: del cuerpo del
corista dominico, solo quedó un montón de sus hábitos, roquete e incensario. ¡Notable ejemplo! De los
que se burlan de las cosas sagradas del templo,
El demonio se lo habÃ−a llevado en cuerpo y alma al corista al infierno.
Toda la gente se quedó pasmada, por la impresión de miedo y terror. (El incensario, Pág. 81. Subrayado
nuestro).
Pedro quiso acercarse, pero Carmen se lo impedÃ−a, pero él insistÃ−a, pues querÃ−a abrazarla y
estamparla un beso en sus provocativos labios; pero ella no querÃ−a acercarse. Hasta que por fin, insistió y
comenzó a separar los tallos del granadillo, para pasar al otro lado de ella, pero cual fue su sorpresa, porque
vio claramente a la luz de la luna, que los pies de Carmen, no eran de ella, sino dos patas de vaca. Se asustó
profundamente, y en aquel instante desapareció Carmencito y en lugar de ella, aparece el espÃ−ritu
infernal, que da una fatÃ−dica carcajada. (Mujer ficticia, Pág. 86. Subrayado nuestro).
La pobre vieja después de cerrar la puerta, no pudo conciliar el sueño de susto y de preocupación, pues
pensaba que no eran frailes franciscanos verdaderos, sino probablemente religiosos en pena, o sea almas del
purgatorio.
Ya casi l amanecer, se quedó profundamente dormida. Al despertarse, a los primeros rayos del sol, al fijarse
el cajón de ceras que habÃ−a guardado, cual no serÃ−a su sorpresa, al ver en vez de ceras que habÃ−a
guardado un montón de huesos femorales. (Procesión de ánimas, Pág. 96. Subrayado nuestro).
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Vio que en los sillones inquisitoriales de la sala Capitular sentados, bajo la presidencia de un duende más
gigante que los demás, con cara que era de una calavera, todos los demás entes, vestidos de sotana negra y
su capuchón calado cada duende, también estaban sentados, en los demás sillones de la sala Capitular,
tanto al lado derecho como al lado izquierdo. Y, todos tenÃ−an la facción de calaveras.
Se quedó algunos minutos petrificado de miedo y parado como una estatua lÃ−vida, nuestro pobre viejito
Peña. Reaccionó Lugo y corrió... cayó de bruces y se quedó sin sentido, botando espumarajos de la
boca. (Duendes de la catedral, Pág. 152. Subrayado nuestro).
DISCUSION
JMP se forjó con los influjos de Ricardo Palma quien, juntamente con Néstor Cabrera Bedoya, Salvador
Cavero León, Luis cavero Bendezú y otros, aporta significativamente a la narrativa ayacuchana, porque es
uno de los pocos narradores que le da un tratamiento pertinente a los temas que surgieron como testimonios
históricos llenas de anécdotas y explicaciones legendarias. Estas historias se transmitÃ−an y aún hoy se
transmiten oralmente, incorporando personajes o desapareciéndolos o magnificando algunos hechos y
circunstancias de acuerdo con el momento cuando se relata y transmite a las nuevas generaciones. Cabe
destacar que, en sus escritos, lingüÃ−stica y técnicamente no alcanzó la maestrÃ−a de Ricardo palma,
pero sÃ− hay un acercamiento a la estructuración de la tradición y el tratamiento temático.
JMP, siguiendo la lÃ−nea de Ricardo Palma, es un narrador de una verdad popular, porque en sus narraciones
destaca con mucha importancia la oralidad y esta forma discursiva se manifiesta a través de dichos
populares que reflejan la autorÃ−a colectiva y popular. Los hechos reales o ficticios en boca del pueblo se
convierte en verdad irrefutable, por esto JMP es uno más de los afirmantes y confirmantes de las historias
narradas.
JMP se constituye en un gran transmisor de la idiosincrasia huamanguina. En esta hay un acendrado
sincretismo entre el mundo andino y occidental, por un lado la creencia del viaje definitivo de las almas luego
del quinto dÃ−a, por otro las transformaciones monstruosas de las almas pecadoras. Estos acontecimientos
fantásticos, según la conciencia colectiva, son ciertas y aún existen hasta estos últimos tiempos, a pesar
de que la ciencia ya impuso sus dominios irrefutables.
Por otro lado, Lo fantástico, como elemento temático, destaca en las Tradiciones de JMP con hechos
extraordinarios, que nos introducen en un mundo extrasensorial, a veces macabro, truculento,
fantasmagórico. Asimismo, en las Tradiciones... de JMP existen relatos de hechos misteriosos, no
explicables lógicamente, donde la coherencia y la razón están trastocadas, solo la imaginación detalla y
explica el hecho narrado.
AGRADECIMIENTOS
A la Universidad Nacional de San Cristóbal de Huamanga por su apoyo económico.
REFERENCIA BIBLIOGRÔFICA
PERALTA, JM.1995. Tradiciones huamanguinas. T. I. Ayacucho: UNSCH.
REIS, C. 1996. Diccionario de narratologÃ−a. Salamanca, España
REDONDO, A. 1995.Manual de análisis de literatura narrativa. La polifonÃ−a textual. España: S. XXI
DRESLER, W. 1973. Texto lingüÃ−stica.
8
ZAPATA, A. 2008. Historia y cultura de Ayacucho. Lima: IEP
DELGADO, W.1984. Historia de la literatura republicana. Lima: Rikchay Perú.
TENORIO, N. 2001. Ricardo Palma, el (re)fundador memorioso, en Aula Palma. Lima: IRP
HUARAG, E.2004. Estructura y estrategias en la narrativa peruana. Lima: PUCP.
.
En adelante usaremos esta sigla para referirnos a Juan de Mata Peralta RamÃ−rez.
Véase Zapata (2008). Este autor y otros hace un estudio histórico-cultural de Ayacucho en Historia y
cultura de Ayacucho. Lima: IEP-UNICEF
El I conversatorio de Literatura Ayacuchana (1991) fue realizado por el Departamento Académico de
Lenguas y Literatura de la Universidad Nacional de San Cristóbal de Huamanga, en él se presentaron los
testimonios y comentarios de importantes escritores ayacuchanos.
El libro Al pie del campanario (2004) reúne veinte tradiciones ayacuchanas. En este relata hechos desde el
siglo XVI hasta el XX.
MonografÃ−a de Huanta (1957). T II. Narra tradiciones huantinas con ciertos rasgos heredados de Palma.
Son los héroes populares ayacuchanos que se inmolaron en las luchas por la independencia de Perú
(1821).
En Ayacucho las interferencias lingüÃ−sticas se dan entre el quechua y el español, por ejemplo, en la
palabra “echamuy”, el lexema español echa tiene el sufijo quechua -muy.
“La música ayacuchana es de por sÃ− sentimental porque expresa dolor, tristeza y amargura. Es alegre
cuando el amor y la esperanza trastocan el más puro sentimiento” (Vergara, 1995).
Ayacucho es una región peculiar con sus propios rasgos culturales y lingüÃ−sticos. Arguedas,
refiriéndose a Ayacucho, señala: “El quechua que hablan estos pueblos es el mismo y se diferencia
nÃ−tidamente tanto del wanka que se habla en la región del Alto Mantaro como el quechua cuzqueño,
cuya influencia llega hasta la provincia de Abancay” (citado por Zapata,2008).
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