Unidad hipotálamo-hipofisaria Pablo Arias

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Unidad 2
Lectura
Unidad hipotálamo-hipofisaria
Pablo Arias
El hipotálamo regula funciones esenciales para la supervivencia del
individuo y de su especie, ya que integra aferencias externas e internas y
genera respuestas autonómicas, endocrinas y conductuales.
El crecimiento, la reproducción, el metabolismo y la respuesta al estrés son
ejemplos de procesos fisiológicos muy complejos como para ser controlados por
mecanismos rápidos “on-off”, como los que operan tradicionalmente en el sistema
nervioso. ¿Cómo es, entonces, que estímulos provenientes, por ejemplo, del medio
externo pueden modificar funciones endocrinas, metabólicas y tróficas en el largo
plazo y en forma integrada con señales provenientes del medio interno? A lo largo
de la evolución de los vertebrados la respuesta a este problema se fue
perfeccionando, con la introducción de nuevos (y novedosos) niveles de control
entre el cerebro y la periferia, que incluyen el hipotálamo y la hipófisis funcionando
en forma conjunta, en una unidad. El sistema así formado puede recibir y enviar
múltiples mensajes. Por su ubicación estratégica actúa como sitio de integración de
señales provenientes del medio interno (p. ej., osmolaridad, concentración de
glucosa en plasma, niveles de testosterona) y también del medio ambiente que
rodea al individuo (luz-oscuridad), temperatura, presencia de un factor percibido
como amenazante). En repuesta a estas señales, el hipotálamo inicia procesos en el
corto y largo plazo destinados a modificar la función correspondiente, y que son
mediados ya sea por el sistema nervioso (respuestas conductuales –sed, ingestión,
aproximación sexual- o autonómicas –taquicardia, midriasis, piloerección-) o por el
sistema endocrino (secreción de las distintas trofinas, catecolaminas, etc.).
Por ejemplo, ante una hipoglucemia inducida por un exceso de insulina en
un paciente con diabetes, el hipotálamo genera la triple respuesta:
simpática, endocrina y conductual
Así, el hipotálamo, al detectar una disminución importante en los niveles de
glucosa plasmática mediante glucorreceptores (presentes en el hipotálamo lateral,
pero también en zonas del tronco encefálico (como el área postrema) puede enviar
una rápida señal autonómica a través del tronco encefálico (activación del
simpático, con efectos hiperglucemiantes propios y mediados por la liberación de
glucagón) y una endocrina (hormona liberadora de adrenacorticotrofina o CRH) a la
hipótesis, la que a su vez envía un segundo mensaje hormonal
(adrenocorticotrofina o ACTH) a una glándula periférica (corteza suprarrenal), la
que luego, a través de sus hormonas (cortisol), ejerce efectos específicos sobre la
actividad de distintos tejidos blanco (gluconeogénesis hepática). Por último, la
hipoglucemia se traduce en una conducta, la búsqueda de alimentos (la sensación
de hambre es uno de los síntomas que los pacientes con diabetes perciben con
frecuencia cuando son afectados por una hipoglucemia debida al tratamiento
insulínico).
En los ejes neuroendocrinos, varios niveles de gobierno aseguran un
control muy fino de la variable regulada, lo que permite la
retroalimentación y el entrecruzamiento de información
La finalidad de esta complicada cascada es asegurar que el resultado obtenido
sea el conveniente de acuerdo con la necesidad que lo generó y que aporte niveles
de control en respuesta a otras variables a otras variables intervinientes. Por
supuesto, en uno o más de estos niveles operan mecanismos de retro alimentación
que permiten un ajuste permanente de la cantidad de información descendente.
Cada una de estas cascadas de flujo de información y mecanismos de
retroalimentación se denomina eje neuroendocrino (fig. 35-1).
En resumen, procesos tan importantes como la constancia del medio interno, la
regulación de la presión arterial y de la temperatura corporal, el crecimiento
somático, el metabolismo energético, la reproducción y la respuesta a situaciones
de alarma (entre otros) dependen, entonces, del funcionamiento adecuado de la
unidad hipotálamo-hipofisaria. Al hipotálamo le cabe un papel triple, ya que recibe
y analiza la información aferente (interna o externa, nerviosa o humoral), realiza la
integración de las múltiples señales convergente, y efectúa los cambios endocrinos,
autonómicos y conductuales requeridos.
Bases Fisiológicas de la Práctica Média
Best & Taylor
Ed. Médica Panamericana
Pág. 579-580
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