1 r a s . J O R N A DA S N A C I O N A L E S D E A L I M E N TA C I Ó N Y N U T R I C I Ó N C L Í N I CA Y P Ú B L I CA CN D CONDUCTAS ALIMENTARIAS DE RIESGO E IMAGEN CORPORAL DE ACUERDO AL ÍNDICE DE MASA CORPORAL EN UNA MUESTRA DE MUJERES ADULTAS DE LA CIUDAD DE MÉXICO La mujer adulta durante los periodos de embarazo, lactancia y alteraciones menstruales presenta disminución de la actividad física y alteraciones psicológicas de diversos tipos, entre las cuales sobresale la depresión. Se ha propuesto que muchos de éstos episodios depresivos pueden repercutir en su patrón alimentario, y en la evaluación de la imagen corporal y desencadenar conductas alimentarias de riesgo. El objetivo de este estudio fue analizar la distribución y relación que existe entre el IMC, conductas alimentarias de riesgo y la percepción e insatisfacción con la imagen corporal en mujeres adultas de 25 a 45 años de edad. Se trabajó con una muestra de 659 mujeres madres de familia, de 25 a 45 años, de la Ciudad de México. Lic. Carmiña Isabel Lora Cortez riesgo, sino por el hecho de favorecer enfermedades crónico - degenerativas y trastornos alimentarios Objetivo Analizar la distribución y relación que existe entre el Índice de Masa Corporal (IMC), las conductas alimentarias de riesgo y la percepción e insatisfacción con la imagen corporal, en una muestra de mujeres adultas de 25 a 45 años de edad, de la Ciudad de México. Método Se trabajó con una muestra no probabilística a conveniencia de 659 mujeres de 25 a 45 años de edad (X= 38.27; DE= 4.4). A través de un cuestionario autoaplicable, se recopilaron datos de conductas alimentarias de riesgo, percepción e insatisfacción con la imagen corporal e IMC, obteniendo resultados de una población que tiende al sobre peso y obesidad y que además, confirman la presencia de conductas alimentarias de riesgo y una estrecha correlación entre el Índice de Masa Corporal y percepción de la imagen corporal. Para la recopilación de datos se empleó un instrumento auto aplicable que mide conductas alimentarias de riesgo (EFRATA), la imagen corporal se midió mediante dos dimensiones: percepción de la imagen corporal y la satisfacción/insatisfacción con la imagen corporal. El IMC se obtuvo a través del auto reporte de peso y talla y los puntos de corte empleados fueron los recomendados por la OMS. Estos datos son preocupantes no sólo por la presencia de las conductas alimentarias de Se llevó a cabo la captura y análisis de datos con el programa estadístico SPSS para Windows. 107 TEMAS LIBRES Hallazgos Los datos de IMC indican que el 45.5% de éstas mujeres, se encontraban en categorías de sobre peso y obesidad, sin embargo, el 78.8% de la muestra, informó estar insatisfecha con su imagen corporal y el 70.1% quería tener una figura más delgada, aún estando con un IMC normal. De una correlación de Pearson entre IMC, para conductas alimentarías de riesgo, percepción e insatisfacción de la imagen corporal, los datos mostraron que las variables que mayor correlación significativa alcanzaron con el IMC fueron comer compulsivamente (r=0.42, p<0.01), insatisfacción con la imagen corporal (r=0.53, p<0.01) y percepción de la imagen corporal (r=0.76, p<0.01). representa este grupo de mujeres, recae en el hecho de que todas son madres, puesto que en diversas investigaciones se ha confirmado la relación entre ciertas características alimentarias maternas y el momento en que aparecen los trastornos en la conducta alimentaria en sus hijos. Las principales aportaciones de éste trabajo las constituyen el haber obtenido la relación entre IMC y diversas variables asociados a los trastornos alimentarios, en mujeres mexicanas adultas, así como el haber aportado información a partir de una escala mexicana multidimensional, válida y confiable, diseñada específicamente para el estudio de conceptos complejos como las conductas alimentarias de riesgo y la imagen corporal. • Artículo Publicado en la Revista Salud Mental Vol. 29, Nº 3, Mayo-Junio de 2006. • Lic. en nutrición. Carmiña Isabel LoraCortez • Dra. En Psicología. Teresita de Jesús Saucedo-Molina Conclusiones Si bien los resultados no ameritan el diagnóstico de un trastorno alimentario, denotan la presencia de ciertos síntomas de estos trastornos y demuestran que es común encontrarlos en la población general. Uno de los peligros que 108