Ha b ita t Inte rn at io na l Co a lit io n Comisión de Desarrollo Sustentable 13ra sesión, Nueva York, 12 de abril de 2004 Señor Presidente, La Coalición Internacional del Hábitat (HIC) desde hace 30 años coordina contribuciones de la sociedad civil en temas habitacionales. Hoy dos temas nos preocupan especialmente: Transformar los derechos humanos en acciones de desarrollo social para asentamientos humanos sustentables, e Implementar los compromisos internacionales referidos a asentamientos humanos, particularmente la meta 11 de los Objetivos de Desarrollo del Milenio Los asentamientos humanos sustentables sólo son posibles en función de las obligaciones contraídas por Estado y Sociedad en materia de derechos humanos. Esto implica una acción coordinada entre gobiernos, comunidades, empresas y profesionales, para el diseño y la implementación de políticas y programas que den cuenta del derecho universal a la vivienda adecuada, acceso a la tierra, tenencia segura, y acceso a la educación, salud, empleo y espacio público, incluyendo por supuesto agua y saneamiento. Esto requiere que los documentos de la Comisión tomen en cuenta: los derechos civiles, económicos, culturales, políticos y sociales, como base y enlace de un desarrollo social, económico y ambiental sustentable, mediante una referencia explícita a los mismos; las obligaciones suscritas por estados y gobiernos para aplicar los principios de autodeterminación, no discriminación, equidad de género y cooperación internacional; el monitoreo y evaluación de los asentamientos humanos, en un enfoque holístico (en oposición a una entrada sectorial) que considere: o los riesgos de no implementación de los derechos humanos, especialmente en situaciones de destrucción del hábitat causado por operaciones militares, violencia política, guerra y desalojos forzados; o los desafíos de reconstrucción post desastres, teniendo en cuenta las perspectivas de desarrollo social y sustentable de las poblaciones afectadas, especialmente las más vulnerables; o los impactos sociales y territoriales de políticas y programas diseñados en función del mercado y no de las condiciones de vida de los pobladores, tanto en países del Norte y del Sur; o las capacidades locales y nacionales para garantizar la calidad de los servicios y la responsabilidad de las corporaciones multinacionales que intervienen en los mercados de suelo, vivienda y servicios; o los derechos colectivos, más allá de los derechos individuales, que emergen de las nuevas condiciones de vida en el proceso generalizado de urbanización en el mundo. La aplicación de los derechos humanos en su total integridad es la mejor forma de evitar violaciones del derecho a la vivienda adecuada y promover el desarrollo sustentable. Este enfoque permite que las personas y las comunidades sean el punto de partida de la solución a los problemas en vez de considerarlas como problemas a ser resueltos. Después de la adopción de la Agenda Hábitat, en 1996, las conferencias intergubernamentales y multilaterales muestran un retroceso en materia de asentamientos humanos. Los Objetivos de Desarrollo del Milenio tienden a limitar las acciones en materia de asentamientos humanos al mejoramiento de las condiciones de vida de 100 millones de pobladores de asentamientos precarios. Los desafíos son mayores y más complejos. La precarización de las condiciones de vida en los asentamientos humanos afecta tanto a la población que vive en asentamientos marginales como a los sin techo, los sin tierra, los pobres propietarios, los desplazados por la guerra y los desastres naturales, los desalojados por la privatización de la vivienda social o por grandes proyectos urbanos y regionales, entre otros. Las políticas públicas en el mundo globalizado crecientemente han reducido la vivienda a una objeto- mercancía: se miden los asentamientos humanos en términos de negocios, dejando a millones de familias empobrecidas, sin ninguna opción. La mayoría de los Estados y gobiernos no son capaces de contener el resultado de la crisis urbana y garantizar el derecho humano a la vivienda a los ciudadanos. Si no se realizan cambios serios en la dirección de la política en cuanto al desarrollo rural y urbano, nuevos tugurios nacerán y la vida de los habitantes de los actuales asentamientos precarios se deteriorará aun más. En este sentido, nuestras propuestas a esta Comisión, basadas desde la experiencia de los miembros de HIC en materia de asentamientos humanos, son: fomentar “ asentamientos humanos por y para la gente” para la producción, mejoramiento y gestión de la vivienda, los barrios y el territorio; precisar instrumentos de implementación, monitoreo y evaluación adaptados a la diversidad de situaciones y contextos regionales, nacionales y locales; desarrollar parámetros de enfoque global respecto del acceso al agua, al saneamiento, a la seguridad de tenencia, a la calidad de los productos habitacionales y del espacio público; fomentar la gestión coordinada del territorio y de los asentamientos humanos, facilitando la integración temática por encima de las opciones sectoriales, que causan situaciones de exclusión y segregación; reafirmar un enfoque político a partir de los acuerdos multilaterales ya suscritos en materia de asentamientos humanos, especialmente la Agenda Hábitat y la Agenda 21, y que sirva para dar sustento a la meta 11 de los Objetivos de Desarrollo del Milenio. A título de ejemplos recientes sobre los temas mencionados, HIC presenta experiencias de sus miembros: El monitoreo y denuncia de violaciones de los derechos a la tierra y la vivienda generando instrumentos prácticos que orienten la acción (ej. Guía de solidaridad práctica para la Defensa del Derecho Humano a la vivienda Adecuada, HLRN, 2004; Juego de herramientas para los Derechos por La Vivienda y la Tierra, HLRN, 2005) El proceso internacional de reconocimiento a los “Derechos a la Ciudad”, promovido desde hace 5 años especialmente en América Latina, desde la sociedad civil y ahora presente en el debate de UNESCO y UN-Habitat; este proceso aporta una mirada colectiva a los derechos humanos individuales para una mejor convivencia en las ciudades. El debate, trabajo coordinado y monitoreo de acciones de post-tsunami (diciembre 2004) impulsado por las comunidades, profesionales y ONGs de India, Indonesia, Myanmar, Sri Lanka, Filipinas y Tailandia para el pleno respeto de los derechos humanos, el rescate del territorio en una perspectiva de desarrollo sustentable y la reconstrucción de los asentamientos humanos por y para la gente. Espacios de debate y propuestas para analizar nuevas formas de precariedad habitacional: los efectos sociales y urbanos de una producción masiva de viviendas sociales (ej. Chile, Colombia, Sudáfrica); la privatización de la vivienda y los servicios (ej. USA, Alemania, Francia); los dilemas de administración y mantenimiento del stock habitacional (ej. Rusia). La preparación de una agenda hacia el Foro Urbano Mundial Vancouver 2006 basada en prácticas locales de producción, mejoramiento y gestión del hábitat por y para la gente; desarrollada en un análisis cruzado de temas identificados entre las principales organizaciones multilaterales e internacionales; y traducida en un lobby sustentado por la acción. Ana Sugranyes HIC General Secretariat New York, 12.04.2005