páthos como actualización de opinión

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Revista Philosophica
Vol. 34 [Semestre II / 2008) Valparaíso
(7-12)
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PÁTHOS C O M O A C T U A L I Z A C I Ó N DE O P I N I Ó N *
Patitos as actualization
of beliefs
MAURICIO OTAÍZA MORALES
Instituto de Filosofía
Pontificia Universidad Católica de Valparaíso
[email protected]
Resumen
1
Es posible estudiar las pasiones en la obra de Aristóteles en relación con las virtudes ,
el apetito, etc. Hay, con todo, otro aspecto igualmente interesante. Analizaremos las
pasiones (páthe) en tanto actualización de opinión. ¿Que es esta actualización? Algunas
sensaciones acompañan a las opiniones y la actualización de opinión sería, en realidad,
la actualización de algunas de estas sensaciones. Este cambio en la manera de sentir
revelaría el nuevo estatus gnoseológico.
Palabras clave: Aristóteles, ética, páthos, placer, Actualización de opinión.
Abstract
It is possible to study the passions in Aristotle's Works in relationship with the virtues,
the appetite, etc. However, there are another equally interesting aspect. Wc will analye the
passions (pathe) as actualization of belies. What is this actualization? Some sensations
accompany belies and the actualization of belies would be, actually, the actualization
of some of these sensations. This change in the way of feeling would reveal the new
gnoseological status.
Key words: Aristotle, pathos, ethic, pleasure, actualization of beliefs.
* Recibido en junio de 2008.
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"La virtud es acerca de las pasiones (páthe) y acciones (práxeis)". ARISTÓTELES,
Ética Nicomaquea, III, 1, 1109 b 30.
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MAURICIO OTAÍZA M O R A L E S /
PÁTHOS
C O M O A C T U A L I Z A C I Ó N DE OPINIÓN
1.
Aristóteles afirma q u e el placer (hedoné) o su contrario el d o l o r (lýpe)
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acompaña toda pasión . En otro lugar afirma lo siguiente: "el placer consis3
te en sentir cierto páthos" . En c o n s e c u e n c i a , el p l a c e r y el d o l o r p a r e c e n
subsidiarios de la sensación de un páthos peculiar.
Por el expediente de la sensación, el páthos está ligado al t i e m p o . En
efecto, c u a n d o Aristóteles dice "sentir" no sólo se refiere a la sensación
(aísthesis) de algo presente, sino también se refiere a la fantasía (phantasía)
presente en la m e m o r i a (mnéme) de lo p a s a d o y a la fantasía presente en la
espera (elpis) de lo futuro. El autor afirma lo siguiente:
se sienten los [placeres] presentes [páronta],
se recuerdan los [placeres] pasados [genómena],
se esperan los [placeres] futuros [méllonta] .
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También se ha dicho de la fantasía que consiste en ser u n a " s e n s a c i ó n
débil" (aísthesis lis asthenés) . Al parecer, esta caracterización - " d é b i l " (asthenés)- podría referir a la necesidad que tiene lo fantaseado de construirse
a partir de datos de lo sentido. Sin e m b a r g o , todavía cabe otra posibilidad
aparte de esta consideración genética del asunto.
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En efecto, podríamos considerar q u e lo fantaseado - e n la m e m o r i a o en
la espera— es sensiblemente más débil que lo propiamente sentido en la sensación (aísthesis). Por este camino se establece c o m o punto de comparación
la sensación en tanto sensación efectivamente sentida.
P o d e m o s preguntarnos, en consecuencia, qué h a y de m á s fuerte en la
sensación sentida en el presente que en la sensación manifiesta en la fantasía de lo pasado o de lo futuro. Veamos a l g u n o s c a s o s para el análisis.
2.
Al tratar la ira (orgé) Aristóteles da a c o n o c e r su p r o p i o m é t o d o de investigación acerca de las p a s i o n e s . Se deben conocer tres cosas: a) en qué
disposición ya se encuentran los airados (diakeímenon); b) contra q u i é n e s
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Ibid., 11,5, 1105b 23.
ARISTÓTELES, Retórica, I, 11, 1370 a 28, 29.
Ibid.,I, 11, 1370 a 35-1370 b 1.
Ibid.. I, 11, 1370 a 29.
Ibid., II, 1. 1378 a 24-26.
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suelen enojarse (tísin eióthasin) y c) acerca de qué clase de asuntos (epi
poíois).
3.
Revisemos el caso del desprecio (hé oligoría). El desprecio se define
como "actualización de opinión [enérgeia dóxes] acerca de algo que no
parece [phainómenon] digno de estima" . Tres son los tipos de desprecio:
el menosprecio (katafrónesis), la vejación (epeasmós) y el ultraje (hybris).
El ultraje, por ejemplo, es una especie de desprecio que consiste en "decir
y hacer algo por lo cual le da vergüenza a quien lo sufre" . Quienes ultrajan
hacen daño porque desean el placer (hedone) que acompaña el creer que
sobresalen más (hyperékhein mállon) .
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El ultraje, como especie del desprecio, es un tipo de actualización de
opinión, por ejemplo, un tipo de actualización respecto de sí mismo. En
efecto, quien ultraja se goza en este nuevo placer, a saber, el placer de
creerse sobresaliente.
4.
Para Aristóteles el placer (o dolor) que acompaña al páthos, por ejemplo
el páthos del ultraje, es causado (empoiei) por la sensación o la fantasía que
hay en la creencia (hoión) u opinión (dóxes). Esta afirmación es delicada. Si
se la interpreta mal podría hacer aparecer a Aristóteles como un psicólogo
cognitivo, pero Aristóteles sabe que la pura cognición no basta para causar
una pasión. Revisemos su posición a través del caso de la ira (orgé).
Por eso se ha dicho bien sobre la ira: 'que crece mucho más dulce
[glykíon] que la miel que destila en los pechos de los humanos'. La
acompaña, pues, cierto placer [hedoné tis] por eso, y también porque
pasa el tiempo vengándose con el pensamiento, y la fantasía que viene
entonces [hé oún tóle gignómene phantasía] causa placer [hedoné empoiei], como la [phantasía] de los sueños".
Observamos dos momentos.
En primer lugar, hay un dato básico: la ira es dulce. Y no sólo eso. La
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Ibid., II, 2, 1378 b 10-13.
Ibid., II, 2, 1378 b 23, 24.
Ibid., II, 2, 1378 b 27.
Cf. Ibid., 11,2, 1378 b 28.
Ibid., II, 2, 1378 b 5-9.
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ira es más dulce que la leche materna. Se trata de una imagen habitual que
tiene un doble sentido: por un lado, se hace referencia al placer en su carácter concreto -y la imagen gustativa enfatiza este carácter- y, por otro lado,
se hace referencia a un gusto primitivo. No es la primera vez que se haga
esta mención: "Todos hemos mamado [lo placentero] desde niños, y por
eso es difícil borrar este páthos que ha impregnado nuestra vida" , señala
el autor en la Ética Nicomaquea. La ira, en consecuencia, no es una pasión
sofisticada y, es más, la referencia al placer degustado en la infancia parece
sugerir que el placer de la ira antecede muchos otros placeres.
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En segundo lugar, la dulzura de la ira parece ponerse en obra a partir de
la venganza fantaseada. En consecuencia, la ira se sirve mediante fantasía
de una disposición páthica inicial.
5.
Con lo dicho no se hace sino confirmar, en términos generales, lo que
ya se nos adelantaba. Es decir, en todo páthos hay una disposición sentida
en la cual uno ya se encuentra (diakeímenon); y esto ocurre con respecto a
otros (tísin eióthasin) y acerca de ciertas clases de asuntos (epí poíois).
6.
Si es verdad, como sostenemos, que el páthos es actualización páthica de
opinión, esto implica que hay una disposición inicial desde la cual se parte
y que posteriormente es capaz de convertirse o modularse en otra. ¿Cuál es
el carácter de este diakeímenon previo? No estamos seguros. Puede tratarse,
sencillamente del placer o del dolor, tal como parece expresarlo el análisis
de la ira. O bien, también puede tratarse de algo distinto al placer o el dolor,
ta! como parece sugerirlo la siguiente afirmación: "Son pasiones aquello por
lo que los hombres cambian y difieren en sus juicios y a las cuales sigue/
acompaña [hépetai] pena y placer" .
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Sea cual fuere el caso, si sostenemos que en una actualización de opinión
(enérgeia dóxes) no se actualiza el dato de la opinión sino la robustez de la
sensación que acompaña a esta opinión, podemos decir que en la actualización de opinión se produce, precisamente, la actualización de la opinión en
su carácter de tal. En efecto, la opinión tiene un páthos que la caracteriza, o
bien no es una opinión sino más bien otra cosa, por ejemplo, una hipótesis.
La opinión se siente como tal y es, por ejemplo, creencia, convicción, etc.
En consecuencia, la medida de fuerza de una creencia se puede verificar en
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Aristóteles, Ética Nicomaquea, II, 3, 1105 a 2-4.
Aristóteles, Retórica, II, 1, 1378 a 21-22.
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la fortaleza o debilidad de la pasión que la acompaña. Desde este punto de
vista, la sensación de la fantasía es débil si se la compara con la sensación
en propiedad. Por ejemplo, la diferencia entre el enunciado "soy grande",
contenido en la espera (elpis) de quien quiere sobresalir, y el enunciado
"soy grande", contenido en la sensación de quien ultraja, alude, en realidad,
a la diferencia entre lo que se siente cuando se fantasea y lo que se siente
cuando se siente.
En síntesis, la actualización de opinión ocurre cuando se transita desde
el diakeímenon débil puesto en obra desde la fantasía de la espera o del
recuerdo, hacia un páthos fuerte contendido en la sensación. Esto trac importantes consecuencias a la hora, por ejemplo, de comprender los juicios
filosóficos.
7.
En el libro I de la Retórica, Aristóteles se refiere a la relación entre pasión (páthos) y juicio (kriseis) de la siguiente forma. La odiosidad (diabolé)
en la acusación, la compasión (éleos) y la ira (orgé) no tienen que ver con
el asunto (prágmata), sino con el juez, por lo tanto, prescribe el autor: "no
se debe torcer al juez llevándolo a la ira o al odio o a la compasión, ya que
sería lo mismo que si alguien torciera la regla que ha de servirse" . Un
filósofo juzga, formula juicios y es, en cierto modo, por tanto, un juez.
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Retomemos una definición que ya habíamos citado. Las páthe son
aquello por lo cual los hombres cambian y difieren en sus juicios (metabállontes diaférousi) . Sabemos lo que esto significa para el autor: las
pasiones oscurecen (episkotein) la suficiente contemplación de la verdad
(theoréin ikanós tó alethés) . Es decir, cuesta declarar culpable a un amigo.
La razón se puede encontrar en el siguiente texto: "Sea la amistad el querer
para alguien lo que se cree bueno, por causa de él y no de uno mismo, y ser
inclinado según las facultades" .
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Pues bien, entonces tendríamos una facultad -desiderativa- influyendo
sobre otra facultad, la dianoética.
¿Esto significa que se ha de ser apático mientras se juzga? No. Esto es,
por lo demás, imposible. Se trata más bien de entender que siempre hay un
páthos. El juez debe tener, en consecuencia, el páthos del hombre cabal, el
páthos del spoudaios. Por mor de esta precisión es que Aristóteles afirma
lo siguiente:
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Ibid., I, 1, 1354 a 25-27.
Ibid., II. 1, 1378 a 22.
Cf. Ibid.. I. 1, 1354 b 10-11.
Ibid., 1.4. 1380 b 3 6 - 1381 a 1.
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Por eso se definen también las virtudes como una especie de impasibilidad [apathéias] y serenidad [hemerías]; pero no exactamente, porque
se habla de un modo absoluto [haplós], sin añadir 'como es debido'
[hos deí], 'como no es debido' [hos oú dei], 'cuando' [lióte], y todas las
demás determinaciones .
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Hay, por consiguiente, algún tipo de placer en la verdad y en la justicia.
Aristóteles lo tiene claro:
La filosofía encierra placeres admirables [thaumatás hedonás] por su pureza [kathareióeti] y su firmeza [bebaíno], y es lógico que la existencia
de los que saben sea más agradable [hedio] que la de los que buscan .
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Señalemos en nota aparte que esto es para Aristóteles real, aunque también irrelevante:
Aunque necesariamente se sigan placeres de estas cosas [por ejemplo
ver (hóran), recordar (mnemoneúein), saber (eidénai), tener las virtudes
(tás aretás ékhein)] nada importa, pues las elegiríamos aunque de ellas
no se originara ningún placer".
8.
La pasión como actualización páthica de opinión podría explicar el problema que tiene un juez para juzgar a un amigo. Se trataría de una posible
disonancia páthica. En efecto, el placer o el dolor que acompañan la opinión
verosímil compiten sensiblemente con aquello que el juez siente como
verdadero y justo. Creemos que esto es producto de la interferencia de una
opinión que, por sus connotaciones páthicas, se ha hecho verosímil.
Cuando hablamos del oscurecimiento (episkotein) en la capacidad del
juez para, precisamente, contemplar la verdad (theoréin ikanós tó alethés) ,
hablamos de la dificultad de encontrarse en una disposición páthica apropiada para juzgar.
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Aristóteles, Ética Nicomuquea, II, 3, 1104 b 23-28.
Ibid, X, 7, 1177 a 25-27.
Ibid., X, 3, 1174 a 7-9.
Aristóteles, Retórica, II, 1, 1354 b 10.
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