factores de personalidad relacionados con el sindrome de burnout a

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CARTA DE AUTORIZACIÓN DE LOS AUTORES PARA LA CONSULTA, REPRODUCCIÓN
PARCIAL O TOTAL Y PUBLICACIÓN ELECTRÓNICA DEL TEXTO COMPLETO
Bogotá, D.C., Julio 14 de 2008
Trabajo de Grado X
Tesis
Señores
BIBLIOTECA GENERAL
Cuidad
Estimados Señores:
Yo MYRIAM JANNETH USECHE PARADA, identificada con C.C. No. 52.380.635 autora del trabajo
de grado titulado FACTORES DE PERSONALIDAD RELACIONADOS CON EL SÍNDROME DE
BURNOUT A PARTIR DE LOS TIPOS DE PERSONALIDAD A, B Y C, presentado en el año de
2008 como requisito para optar el título de ESPECIALISTA EN SALUD OCUPACIONAL; autorizo a
la Biblioteca General de la Universidad Javeriana para que con fines académicos:
•
Los usuarios puedan consultar el contenido de este trabajo de grado en la página Web de la
Facultad, de la Biblioteca General y en las redes de información del país y del exterior, con las
cuales tenga convenio la Universidad Javeriana.
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de este trabajo, para todos los usos que tengan finalidad académica, ya sea en formato
CD-ROM o digital desde Internet, Intranet, etc., y en general para cualquier formato conocido o
por conocer.
•
Muestre al mundo la producción intelectual de la Universidad Javeriana, a través de la
visibilidad de su contenido.
De conformidad con lo establecido en el artículo 30 de la Ley 23 de 1982 y el artículo 11 de la
Decisión Andina 351 de 1993, “Los derechos morales sobre el trabajo son propiedad de los
autores”, los cuales son irrenunciables, imprescriptibles, inembargables e inalienables.
Myriam Janneth Useche Parada,
C.C. No. 52.380.635 FORMULARIO PARA LA DESCRIPCIÓN DEL TRABAJO DE GRADO
AUTOR O AUTORES
Apellidos Completos
USECHE PARADA
Nombres Completos
MYRIAM JANNETH
DIRECTOR (ES)
Apellidos Completos
ALEJO
BELKIS
ASESOR (ES) O CODIRECTOR
Apellidos Completos
TORRES
ANA MARIA
Nombres Completos
Nombres Completos
FACULTAD: Enfermería – Medicina
PROGRAMA: Carrera _______ Especialización
X
Maestría ______ Doctorado _______
NOMBRE DEL PROGRAMA: Especialización en Salud Ocupacional
TRABAJO PARA OPTAR EL TÍTULO DE: ESPECIALISTA EN SALUD OCUPACIONAL
TÍTULO COMPLETO DEL TRABAJO DE GRADO O TESIS: FACTORES DE PERSONALIDAD
RELACIONADOS CON EL SINDROME DE BURNOUT A PARTIR DE LOS TIPOS DE
PERSONALIDAD A, B Y C
SUBTÍTULO DEL TRABAJO DE GRADO (SI LO TIENE):
CIUDAD:
BOGOTA
AÑO DE PRESENTACIÓN DEL TRABAJO DE GRADO: _2008__
NÚMERO DE PÁGINAS: 62
TIPO DE ILUSTRACIONES:
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Ilustraciones
Mapas
Retratos
Tablas, gráficos y diagramas : X
Planos
Láminas
Fotografías
MATERIAL ANEXO (Vídeo, audio, multimedia o producción electrónica):
Duración del audiovisual: ___________ minutos.
Número de casetes de vídeo: ______
Formato: VHS ___ Beta Max ___ ¾ ___ Beta Cam
____ Mini DV ____ DV Cam ____ DVC Pro ____ Vídeo 8 ____ Hi 8 ____
Otro. Cual? _____
Sistema: Americano NTSC ______ Europeo PAL _____ SECAM ______
Número de casetes de audio: ________________
Número de archivos dentro del CD (En caso de incluirse un CD-ROM diferente al trabajo de
grado): ____________
PREMIO O DISTINCIÓN (En caso de ser LAUREADAS mención especial):
_______________________________________________________________________________
DESCRIPTORES O PALABRAS CLAVES EN ESPAÑOL E INGLÉS:
ESPAÑOL
FACTORES DE PERSONALIDAD
SINDROME DE BURNOUT
TIPOS DE PERSONALIDAD A, B Y C
ESTRÉS
INGLÉS
PERSONALITY
BURNOUT
FACTORS OF PERSONALITY TYPE A, B OR C
STRESS
RESUMEN DEL CONTENIDO EN ESPAÑOL E INGLÉS: (Máximo 250 palabras):
RESUMEN.
Se identificaron los factores de personalidad predisponentes al síndrome de Burnout para las personalidades
tipo A, B y C, si embargo, a pesar de la identificación de estos factores se concluye que por si mismos no
podrían llegar a ser factores predisponentes del síndrome de Burnout, es necesario que estos estén
acompañados de condiciones adecuadas en: contextos organizacionales como el diseño de puesto de trabajo,
jerarquización, participación en toma de decisiones y satisfacción laboral; de características personales, como
lo es el afrontamiento al agente estresor; y una relación con el contexto ambiental; generando sinergia cada
uno de estos contextos, buscando entender al trabajador como un ser integral y sistémico.
ABSTRACT.
The factors of personality predisponentes were identified to the syndrome of Burnout for the personalities type
A, B and C, if I levy, in spite of the identification of these factors you concludes that for if same they could not
end up being factors appearance of the syndrome of Burnout, it is necessary that these they are accompanied
by conditions adapted in: organizational contexts as the design of work position, hierarchization, participation in
taking of decisions and labor satisfaction; of personal characteristics, as it is it the confrontation to the stressor
agent; and a relationship with the environmental context; generating synergy each one of these contexts,
looking for to understand the worker as an integral and systemic being.
FACTORES DE PERSONALIDAD RELACIONADOS CON EL SÍNDROME DE
BURNOUT A PARTIR DE LOS TIPOS DE PERSONALIDAD A, B Y C
MYRIAM JANNETH USECHE PARADA
PONTIFICIA UNIVERSIDAD JAVERIANA
FACULTAD DE ENFERMERÍA – FACULTAD DE MEDICINA
POSTGRADO SALUD OCUPACIONAL
BOGOTÁ, D.C.
2008
FACTORES DE PERSONALIDAD RELACIONADOS CON EL SÍNDROME DE
BURNOUT A PARTIR DE LOS TIPOS DE PERSONALIDAD A, B Y C
MYRIAM JANNETH USECHE PARADA
Tesis de Grado presentada como
requisito parcial para optar al título de
Especialista en Salud Ocupacional
ASESOR:
ISABEL FONSECA BELLO
Enfermera Especialista en Salud Ocupacional
y Especialista en Cuidado CRÍTICO
PONTIFICIA UNIVERSIDAD JAVERIANA
FACULTAD DE ENFERMERÍA – FACULTAD DE MEDICINA
POSTGRADO SALUD OCUPACIONAL
BOGOTÁ, D.C.
2008
NOTA DE ADVERTENCIA
“La Universidad no se hace responsable por los conceptos emitidos por sus
alumnos en sus trabajos de grado. Solo velará porque no se publique nada
contrario al dogma y a la moral católica y porque los trabajos de grado no
contengan ataques personales contra persona alguna, antes bien se vea en ellos
el anhelo de buscar la verdad y la justicia”.
Artículo 23 de la Resolución N° 13 de Julio de 1946
Amada Hija,
El esfuerzo y la dedicación son la mejor
Forma de hacer tus sueños realidad.
CONTENIDO
Pág.
1. INTRODUCCIÓN .................................................................................................1
2. JUSTIFICACIÓN..................................................................................................3
3. PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA..................................................................6
4. PROPÓSITO........................................................................................................7
5. OBJETIVOS.........................................................................................................8
5.1. OBJETIVO GENERAL...................................................................................8
5.2. OBJETIVO ESPECÍFICO. .............................................................................8
6. MARCO TEÓRICO ..............................................................................................9
6.1. ANTECEDENTES..........................................................................................9
6.2. EL ESTRÉS. ................................................................................................10
6.2.1. El Estrés Como Proceso Adaptativo......................................................10
6.2.2. El Mecanismo y La Fisiología del Estrés ...............................................14
6.3. SÍNDROME DE BURNOUT.........................................................................16
6.3.1. Definición del Burnout o SQT ................................................................17
6.3.2. Variables Predisponentes o Implicadas en el Desarrollo del SQT ........19
6.3.2.1. Variables del Contexto Organizacional Predisponentes de Burnout. .20
6.3.2.2. Variables Intrapersonales Predisponentes de Burnout.......................24
6.3.2.3. Variables del Contexto Ambiental Predisponentes de Burnout. .........27
6.3.3. Consecuencias del Burnout o SQT. ......................................................29
6.4. PERSONALIDAD.........................................................................................30
7. DESARROLLO METODOLÓGICO....................................................................41
7.1. BÚSQUEDA DE DOCUMENTOS................................................................41
7.2. SELECCIÓN DE DOCUMENTOS. ..............................................................41
7.3. ANÁLISIS DE DOCUMENTOS SELECCIONADOS. ...................................42
8. PRESENTACIÓN Y ANÁLISIS DE RESULTADOS ..........................................47
9. CONCLUSIONES ..............................................................................................55
10. RECOMENDACIONES ....................................................................................56
BIBLIOGRAFÍA ......................................................................................................58
ANEXOS
LISTA DE GRÁFICAS
Pág.
Gráfica 1. Ecuación planteada por Helliwell (1981). ...................................................53
Gráfica 2. Ecuación básica planteada como nuevo constructo. ................................53
Gráfica 3. Ecuación con nuevos elementos a partir del análisis en la presente
investigación. ....................................................................................................................54
LISTA DE TABLAS
Pág.
Tabla 1. Relación de Documentos Seleccionados. .....................................................43
1. INTRODUCCIÓN
Los factores de riesgo psicosocial en el ambiente laboral, constituyen un elemento
que involucra diversos aspectos y que se relacionan con eventos de diferente
naturaleza: el medio ambiente físico, los contaminantes biológicos y químicos, las
condiciones de seguridad y otros eventos como son, la adaptación a la cultura
organizacional, las condiciones laborales, la organización del trabajo y las
características del individuo que ejecuta una tarea; y es justo en esta relación
donde aparece el síndrome de Burnout o “estar quemado”, concepto que fue
introducido en 1974 por Fredeunberger, definiéndolo como un estado de fatiga o
frustración que se produce por la dedicación a una causa o forma de vida, que no
produce la suficiente gratificación o refuerzo.
En el ámbito laboral este síndrome se puede definir como una respuesta al estrés
laboral crónico integrado por actitudes y sentimientos hacia las personas con las
que se trabaja y hacia el propio rol profesional; así como la vivencia de
encontrarse emocionalmente agotado. Más adelante, en 1981, Maslach y Jackson,
le dan una connotación tridimensional a este síndrome pues incluyen: agotamiento
emocional (refiriéndose a las sensaciones de sobreesfuerzo físico y hastio
emocional que se produce como consecuencia de las continuas interacciones que
los trabajadores deben mantener entre ellos, así como con los clientes),
despersonalización (supone el desarrollo de actitudes y respuestas cínicas hacia
las personas a quienes los trabajadores prestan sus servicios) y reducida
realización personal (conlleva la perdida de confianza en la realización personal y
la presencia de un negativo autoconcepto, como resultado, muchas veces
inadvertido, de situaciones ingratas.
1
El estudio de este síndrome nace en el interés de las organizaciones por la calidad
de vida laboral de sus empleados, pues éste, afecta aspectos importantes de la
organización, como: el ausentismo, la rotación, la disminución de la productividad,
la disminución de la calidad en los procesos; todo lo anterior relacionado con los
loloooolplpcostos que implica. Lo anterior, no desconoce al individuo como un ser
integral, pues este síndrome se generan conductas negativas hacia si mismo,
también genera depresión, sentimientos de culpabilidad, ansiedad, irritabilidad,
aburrimiento, baja tolerancia a la frustración, adicciones (alcohol, sustancias
psicoactivas, cigarrillo, etc.).
En la presente revisión bibliográfica se busca hacer una investigación que permita
identificar que factores de personalidad predisponentes al síndrome de Burnout, a
partir de los tipos de personalidad A,B y C, para lo cual se seleccionan 16 artículos
investigativos desarrollados en el periodo del año 1996 a 2007. Inicialmente se
hace un acercamiento teórico del concepto de Estrés como proceso adaptativo,
para posteriormente desarrollar conceptualmente el Burnout o Síndrome de estar
quemando,
permitiendo
la
identificación
y
caracterización
de
variables
predisponentes o factores estresantes que facilitan el desarrollo de este síndrome;
estas variables se agrupan en tres categorías que son: Interpersonales, de
contexto ambiental y de contexto organizacional. En la etapa final se detallan los
resultados de las investigaciones según los artículos seleccionados en los que se
reconoce que a pesar de identificarse factores de personalidad predisponentes al
síndrome de Burnout, según los tipos de personalidad A, B y C, no son por si
solos determinantes en la aparición del síndrome; la predisposición al síndrome de
Burnout, no puede verse solamente desde una personalidad tipo A, B y C, es
necesario tener en cuenta la simbiosis entre el contexto interpersonal, variable del
cual hace parte la personalidad , de contexto ambiental y de contexto
organizacional del trabajador.
2
2. JUSTIFICACIÓN
En el acelerado desarrollo urbano de la última mitad del siglo XX y con los
cambios en el estilo de vida, se ha presentado como consecuencia la aparición de
enfermedades somáticas como las cardiovasculares y la enfermedad acidopéptica; los datos epidemiológicos reportados en los indicadores de morbilidad y
de mortalidad para la salud mental, constituyen la base primordial de una situación
inquietante para todos, por lo que se hace indispensable la inversión de recursos
en planes y programas de intervención creativos y científicamente comprobados,
así como también se hace necesaria la voluntad política y el consenso social para
impulsarlos.
Se deben generar propuestas que busquen una protección integral, con el objetivo
de controlar, reducir y mejorar las condiciones actuales y futuras de las personas
que padecen cualquier tipo de trastorno en su psiquis; integrando en su desarrollo
todas las fases del proceso salud-enfermedad; que comprende la conservación, la
educación, el fomento, y la promoción de la Salud; además, la prevención, el
diagnóstico, el tratamiento y la rehabilitación de la patología mental.
En la actualidad, según las estadísticas de la Organización Mundial de la Salud, el
15% de la carga mundial de enfermedad y de acuerdo con el Banco Mundial,
corresponde a las enfermedades mentales que se presentan cada vez con mayor
protagonismo con respecto a la carga de enfermedad representada en
discapacidad y muerte. En estudios similares realizados en Colombia en 1993, el
número de personas con alguna probabilidad de trastorno mental se apreciaba
alrededor del 10.2%, la prevalencia total de ansiedad alcanzó el 9.6% y el 25.1%
refirió algún grado de posible depresión clínica. La percepción informada de
retardo mental fue del 2.9% y 14.3% mostró algún indicador positivo para posible
3
caso de psicosis. El intento de suicidio observado fue del 57 por 1000, cifra que en
1997, aumento ya que el 13,5% de los encuestados expresaba la necesidad de
consultar por problemas relacionados con su salud mental. En el Estudio Nacional
de Salud Mental del 2003 desarrollado por Ministerio de la Protección Social de
Colombia, se encontró que los trastornos mentales más frecuentes fueron: los
trastornos por ansiedad, con el 19,3%; los trastornos afectivos, con el 15.0%; y los
trastornos por uso de sustancias con el 10,6%, vale la pena mencionar que estos
trastornos tienen un componente importante de estrés.
Es llamativo que a pesar de que en las anteriores cifras se evidencia un problema
de salud pública, las investigaciones sobre las consecuencias del estrés y en
especial sobre la génesis y predisposición a presentar el Síndrome de Burnout, no
son significativas por cuanto no hay un criterio unánime en su definición, lo mismo
ocurre con los conceptos de estrés y personalidad entre los diferentes autores.
Por tanto y para dar respuesta a la problemática planteada: se conceptualiza el
estrés, el Burnout y la personalidad; se establece una categorización de variables
predisponentes del Burnout. Posteriormente se analizan los anteriores conceptos
a partir de la interrelación de los mismos con los artículos seleccionados. Los
resultados del análisis de los diferentes factores de personalidad pertenecientes a
los tipos de personalidad A, B y C, con el fin de determinar aquellos que son
predisponentes a generar el síndrome; permiten suponer una interacción entre la
persona y el medio ambiente y su trabajo, dando mayor relevancia a una
intervención sistémica del Burnout: una atención y asistencia especializada en la
dimensión de salud ocupacional, psicológica y organizacional, una intervención
multidisciplinaria, pues a partir del ejercicio del psicólogo en la identificación
factores de personalidad predisponentes el desarrollo de sintomatologías
asociadas con el Burnout, el especialista en salud ocupacional diseña estrategias
de prevención y control de factores de riesgo que favorecen en el contexto laboral
4
la aparición de este síndrome, así mismo propone alternativas de identificación y
control para minimizar la aparición del patologías asociadas con el síndrome y
disminuir tan elevado índice de enfermedades mentales a partir de la generación
de un marco de referencia para estudios posteriores orientados al planteamiento
de estrategias de prevención, control y intervención del síndrome a partir de la
identificación de factores de personalidad.
5
3. PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA
¿Que factores de personalidad predisponentes al síndrome de Burnout, se pueden
identificar a partir de los tipos de personalidad A, B y C, a partir de la revisión de
artículos comprendidos ente 1996 y 2007?
6
4. PROPÓSITO
La presente revisión bibliográfica tiene como propósito dar herramientas a las
personas de los procesos humanos en las organizaciones para disminuir el riesgo
de aparición del síndrome de Burnout a partir de la identificación de los diferentes
factores de personalidad, con el fin de resignificar los procesos relacionados con
el desarrollo de los trabajadores en las organizaciones. Finalmente se pretende
generar una propuesta que busque una protección integral, con el objetivo de
controlar, reducir y mejorar las condiciones actuales y futuras de los trabajadores,
principalmente a partir de estrategias de prevención, control e intervención para
los trabajadores predispuestos a presentar esta sintomatología, lo cual contribuye
a la disminución del riesgo de presentar este síndrome.
7
5. OBJETIVOS
5.1. OBJETIVO GENERAL.
Identificar los factores de personalidad predisponentes al síndrome de Burnout, a
partir de los tipos de personalidad A, B y C
5.2. OBJETIVO ESPECÍFICO.
Determinar los rasgos de personalidad predisponentes al síndrome de Burnout
propias de cada tipo de personalidad A, B y C.
8
6. MARCO TEÓRICO
6.1. ANTECEDENTES
Una de las consecuencias de las enfermedades mentales es la falta de
herramientas de afrontamiento a situaciones estresantes en diferentes ámbitos de
la vida cotidiana de las personas, se destacando un contexto organizacional en
donde el estrés laboral es uno de los principales problemas de salud siendo
coadyuvante en la aparición de Burnout o
síndrome de desgaste profesional
(SDP); este trastorno adaptativo crónico altera la calidad de vida de la persona y
produce un efecto negativo en la calidad de la prestación su servicio como
trabajador.
Se generaliza en fijar 1974 como el año de origen del estudio sobre el Burnout, y
citar a Freudenberger como el autor que inició dicho estudio, de lo anterior se
deduce que hace poco más de treinta años que se comenzó a investigar sobre el
constructo Burnout, habiéndose registrado un desarrollo considerable de la
investigación al respecto. Gillespie (1980) estudió el síndrome por los altos costos
que este representaba a nivel individual y organizacional, posteriormente Burke
(1992)
interviene
a
partir
del
Burnout
psicológico
en
los
contextos
organizacionales.
García Izquierdo (1991a) señala que el Burnout es un problema característico de
los trabajos de "servicios humanos", es decir de aquellas profesiones que deben
mantener una relación continúa de ayuda hacia el "cliente": médicos, profesores,
enfermeras, asistentes sociales, psiquiatras, psicólogos, policías, etc. Se hace
necesario aclarar que una de las características propias del síndrome es el
9
"desgaste emocional" que dicha interacción va produciendo en el trabajador. Y
puesto que se parte de una situación estresante, la mayoría de autores
conceptualizan el Burnout como sinónimo de estrés ocupacional, lo que niega la
posibilidad a comprender el síndrome en otros contextos, a pesar que (Seidman y
Zager, 1986; Kushnir y Melamed, 1992) indicaron que el Burnout no tenía que ser
necesariamente producto del estrés ocupacional. Por el contrario (Maslach y
Jackson, 1984) precisan que el Burnout es un problema que afecta a muchas
personas y se necesita saber más acerca de él ya que debe tratarse como un
problema social antes que de una cuestión teórica.
Es importante aclarar que como punto de partida y luego de revisar un sin numero
de constructos sobre el Burnout, el concepto que plantea Burke y Richardsen
(1991), muestra la complejidad del constructo porque incluye variables de orden
personal, organizacional y ambiental a partir de un agente estresor: "existe un
acuerdo general en que el Burnout ocurre a un nivel individual, es una experiencia
psicológica interna envuelta de sensaciones, actitudes, motivos y expectativas, y
es una experiencia negativa que da lugar a problemas de distrés y disconfort". 1
6.2. EL ESTRÉS.
6.2.1. El Estrés Como Proceso Adaptativo. La biología y la medicina han
incorporado el término “stress” (que en lenguaje técnico como vocablo inglés
designa “una fuerza que deforma los cuerpos o provoca tensión”), como “el
proceso o mecanismo general con el cual el organismo mantiene su equilibrio
interno, adaptándose a las exigencias, tensiones e influencias a las que se expone
1
Burke, R.J. y Richardsen, A.M. (1991). Psychological burnout in organizations. Manuscrito presentado para su publicación.
10
en el medio en que se desarrolla” 2 . Este proceso o mecanismo general o sistema
psiconeuroendocrinológico, es el que se denomina con el término español de
estrés. Según Hans Selye, “estrés” es la “respuesta no específica del organismo a
toda demanda que se le haga”. Este concepto involucra la interacción del
organismo con el medio, lo que podría llevar a definir el estrés según el estímulo
(a), la respuesta (b) o el concepto estímulo-respuesta(c).
a. Estrés es la fuerza o el estímulo que actúa sobre el individuo y que da lugar a
una respuesta.
b. Estrés es la respuesta fisiológica o psicológica del individuo ante un estresor
ambiental.
c. Estrés es una consecuencia de la interacción de los estímulos ambientales y la
respuesta idiosincrásica del individuo.
Es esta respuesta, la cual lleva a una serie de cambios físicos, biológicos y
hormonales, previa evaluación o atribución consciente o inconsciente de los
factores estresantes, la que permite responder adecuadamente a las demandas
externas. Es decir, las respuestas del organismo se realizan en los planos
biológico,
físico
y
psicológico
a
través
del
complejo
sistema
psiconeuroendocrinológico. Al respecto la Organización Mundial de la Salud define
el estrés como el “conjunto de reacciones fisiológicas que preparan el organismo
para la acción”. Al mencionar la evaluación o atribución de estrés no se puede
dejar de lado la definición de Richard Lazarus: “estrés es el resultado de la
relación entre el individuo y el entorno, evaluado por aquel como amenazante, que
desborda sus recursos y pone en peligro su bienestar”. 3
2
Selye, H. "Tensión sin angustia". Ed. Guadarrama, Madrid, España, 1975.
Lazarus, R., "Estrés y procesos cognitivos". Ed. Martínez Roca, Barcelona, 1986. 3
11
En el ámbito biológico él termino de estrés fue introducido en 1950 por el medico
hungaro-canadiense Hans Selye; quien lo determino como las modificaciones que
se producen en un ser viviente por acción de las situaciones en las que
cotidianamente se encuentra. En relación con las alteraciones debidas a presiones
síquicas y físicas se considera como una amenaza para la salud física y mental.
Selye postulo que "debía servir como común denominador de todas las reacciones
de acomodación del cuerpo" o "como reacción atípica del cuerpo a cada exigencia
que se le sea planteada" 4 .
La respuesta física, psíquica y biológica del proceso adaptativo del estres, con sus
alteraciones en el equilibrio bioquímico y metabólico de nuestro organismo, no
niega que existen factores condicionantes que hacen que no todos los sujetos
reaccionen de la misma manera, ya que la herencia, las enfermedades, la salud
física y mental, la alimentación, la educación psicoafectiva, el medio ambiente, el
contexto profesional y social y las adicciones como el tabaco, alcohol o drogas,
condicionarán la forma de respuesta.
Todos estos factores y las características psicológicas del individuo indicarán su
grado de vulnerabilidad, provocando que reaccione de una u otra manera. Las
causas de estrés son variadas y pueden ser objetivas y subjetivas; ya que una
persona puede atribuir como amenazante una determinada situación que no lo es
en la realidad o que adquiere para la misma una situación de Estrés Atribucional
con todas las respuestas psicobiológicas, como por ejemplo una cita, un examen y
aún la interpretación paranoide en un individuo con trastornos de personalidad. La
clasificación didáctica de las causas facilitan el estudio del estrés y aceptando la
interacción de las mismas como factores multicausales del estrés.
4
Selye, H. "Tensión sin angustia". Ed. Guadarrama, Madrid, España, 1975.
12
Así los factores psicoemocionales como la frustración, la insatisfacción, las
emociones intensas agradables o desagradables, el fracaso, enfermedades,
muertes, divorcio, mudanzas, etc., pueden provocar estrés. La frustración es
causa frecuente de estrés, ya sea en el ámbito familiar y sobre todo en el laboral y
tiene por supuesto un alto grado de subjetividad. Los factores físicos como el
ruido, la contaminación del aire en las grandes ciudades como en el ámbito
laboral, los cambios climáticos, frío o calor intenso, serán causas productoras de
estrés; no obstante, son la fatiga, el hambre y la enfermedad los más importantes.
Entre los factores biológicos, los desequilibrios de la ingesta y la malnutrición son
causantes de estrés alimentario. Cuando la composición del alimento provoca una
reacción del organismo para corregir el desequilibrio metabólico y bioquímico se
produce el estrés alimentario. Así el exceso de azúcar refinado, de grasa animal,
exceso o insuficiencia de proteínas, exceso de café, tabaco o alcohol, etc.,
provocan un mayor esfuerzo de mecanismos bioquímicos para mantener
constante los parámetros del equilibrio de nuestro medio interno que, cuando
fallan, nos indican marcadores indirectos de estrés, cuantificables en pruebas de
laboratorio como el colesterol y el ácido úrico por ejemplo. La falta de minerales y
vitaminas son factores importantes de estrés alimentario. Por ejemplo la Vitamina
C que no sólo en su función en cuanto a los factores inmunitarios, sino por su
intervención en la síntesis de corticoides y en la formación de aminas cerebrales
entre otras importantes funciones; o el magnesio que habitualmente se encuentra
disminuido por la acción de las catecolaminas en el estrés crónico. El magnesio
protege al miocardio de lesiones necróticas y alteraciones del ritmo cardíaco.
13
6.2.2. El Mecanismo y La Fisiología del Estrés. El mecanismo del estrés es en
sí mismo complejo ya que además de las estructuras del organismo involucradas
en las respuestas autonómicas y neuroendocrinas, implica una sobreactivación
promovida por la acción funcional del sistema reticular, puesto que la hiperfunción
de tal sistema es consecuencia del bombardeo de estímulos internos y externos
que incide sobre el, de modo que la sobreactivación y sobreestimulación son
términos muy afines. Se sabe que el sistema reticular mantiene interrelaciones
funcionales con los lóbulos cerebrales y en particular con el lóbulo frontal, que
evalúa, planifica y regula las estrategias conductuales, por tanto los procesos
cognitivos, las evaluaciones de los propios recursos y el establecimiento de planes
para la acción, constituyen informaciones reguladoras de la actividad del sistema
reticular; por tanto, respuesta es variable de acuerdo a la cognición o el
procesamiento que el sujeto realice de la información sensorial desde su
psiquismo y de ahí la activación generada. Es la falta de adaptación al estrés o la reacción excesiva del mismo la que puede
provocar en su intensidad (Estrés agudo) o en su cronicidad, las enfermedades en
los diferentes aparatos del organismo. La personalidad de un sujeto reaccionando
crónicamente con una determinada vía de activación y/o un órgano considerado
lábil por características hereditarias o elegido como descarga de conflictos
emocionales no resueltos, serán finalmente los factores que determinarán las
enfermedades de adaptación.
Así el estrés se conceptualiza en términos de percepción de amenaza y se
expresa biológicamente y químicamente a través de un estado general de
activación, implicando una hiperfunción que refleja el estado de alarma del
organismo para afrontar la situación o el fracaso adaptativo, pudiendo ser esta
activación tónica (estado de alerta y afrontamiento) o fásica (sobreestimulación del
estado tónico).
14
En situaciones de estrés, el deterioro de los procesos automáticos es mínimo,
pero si la activación rebasa un punto crítico de los procesos de esfuerzo o
estrategias de afrontamiento pueden desorganizarse e incluso llegar a la inhibición
de la imaginación mental. Estudios relacionados con la fisiología de la activación
han aceptado el papel decisivo de la formación reticular, pero de un modo u otro
se concluye que la activación no puede explicarse como una hiperfunción uniforme
y lineal de su fisiología. Se han encontrado dos tipos de activación: Una mas
general, pasiva y automática, próxima a la alerta, preparando para afrontar la
situación y ejecutar rendimientos, activable por el ruido y deprimible por la
somnolencia; y otra mas especifica, activa y cognitiva, próxima a la atención, que
varia circadianamente y que es activable por incentivos y tareas breves y
deprimible por el alcohol y las tareas prolongadas.
Todas las teorías de activación tienen como finalidad preparar al organismo para
la acción, en esta acción no solo ocurren cosas visibles sino que el organismo al
reorganizarse con respecto al ambiente, moviliza sus recursos de un modo
interesante, exponiendo su salud, según la teoría del estrés esa salud puede
perderse si hay una activación continua, excesiva o desorganizada en respuesta a
las demandas del entorno, las cuales deben alcanzar un mínimo para que el
sistema nervioso del organismo se vea nutrido de los estímulos necesarios para
optimizar sus rendimientos.
Pero para que la respuesta del estrés, y el sistema de activación funcione de la
forma en que lo hace hoy en día, se puede afirma que se debe a un proceso
evolutivo y de adaptación,
este proceso se hace evidente en la misma
transformación del mono al hombre, porque en la medida en que se empezaron a
complejizar las tareas y sus relaciones sociales, se complejizó de igual forma su
cerebro, ampliándose su respuesta de adaptación y con esto su sistema de
activación, afirmando que gracias al estrés como respuesta adaptativa, el paso de
mono a hombre pudo ser posible.
15
6.3. SÍNDROME DE BURNOUT.
El concepto de "quemarse por el trabajo" ("Burnout") surgió en Estados Unidos a
mediados de los años 70. Fue Freudenberguer en 1974 quién lo utilizó para dar
una explicación al proceso de deterioro en los cuidados y atención profesional a
los usuarios de las organizaciones de servicios (organizaciones de voluntariado,
sanitarias, de servicios sociales, educativas, etc.). Cuando utiliza por primera vez
el término “Burnout” se refiere preferentemente a aquellos voluntarios que al cabo
de un periodo más o menos largo, entre uno y tres años en la mayoría de las
ocasiones, se encuentran desmotivados, faltos de todo interés por el trabajo. El
tipo de trabajo que estas personas realizaban, se caracterizaba por carecer de
horario fijo, contar con número de horas muy alto, tener una paga muy escasa y
un contexto social muy exigente, habitualmente tenso y comprometido. Otra
característica era la habitual falta de preparación sistemática de los trabajadores
que suplían con el entusiasmo la falta de preparación profesional. El observó que
muchos voluntarios con quienes trabajaba presentaban un proceso gradual de
desgaste
anímico
y
desmotivación.
Generalmente
ese
proceso
duraba
aproximadamente un año e iba acompañado de síntomas físicos y psíquicos que
denotaban un particular estado de estar "exhausto".
Posteriormente la psicóloga Christine Maslach, estudió la forma en que las
personas se enfrentaban a la excitación emocional en su trabajo, llegando a
conclusiones similares a las de Freunderberger. Ella estaba interesada en las
estrategias actitudinales denominadas despersonalización. Estas estrategias se
refieren a cómo los profesionales de la salud mezclan la compasión con el
distanciamiento emocional, evitando el involucramiento con la enfermedad o
patología que presenta el paciente y utilizando la "deshumanización en defensa
propia", esto es el proceso de protegerse uno mismo ante las situaciones
estresoras respondiendo a los pacientes en forma despersonalizada.
16
La mayor incidencia del SQT (Síndrome de quemarse por el trabajo) se da en
profesionales que prestan una función asistencial o social, como los médicos, y el
deterioro de su calidad de vida laboral también conlleva repercusiones sobre la
sociedad en general. El descontento de los médicos está bien claro, la asistencia
está desbordada, la enfermedad no conoce horarios ni sabe de festivos ni se
detiene porque sean horas nocturnas. La docencia y la investigación no logran las
mínimas expectativas, y el sistema retributivo es insatisfactorio.
6.3.1. Definición del Burnout o SQT. A lo largo de estos años el SQT ha
quedado establecido como una respuesta al estrés laboral crónico que ocurre con
frecuencia en los profesionales de las organizaciones de servicios (médicos,
profesionales de enfermería, maestros, trabajadores sociales, etc.) que trabajan
en contacto directo con los usuarios de tales organizaciones (pacientes, alumnos,
indigentes, etc.).
La definición por excelencia del SQT que se maneja actualmente lo define como:
“un síndrome de agotamiento emocional, despersonalización y baja realización
personal en el trabajo que puede desarrollarse en aquellas personas cuyo objeto
de trabajo son personas en cualquier tipo de actividad”. La mayoría de los autores
dedicados al abordaje de esta problemática coinciden en describir tres
dimensiones de acuerdo con Maslach que contribuyen a delimitar dicho síndrome
desde una perspectiva psicosocial:
El agotamiento emocional. Hace referencia a las sensaciones de sobreesfuerzo
y hastío emocional que se producen a consecuencia de las continuas
interacciones que los profesionales deben mantener con los pacientes y entre
ellos. Se entiende también la situación en la que los profesionales sienten que ya
17
no pueden dar más de sí mismos a nivel afectivo. Es una situación de agotamiento
de la energía o los recursos emocionales propios, una experiencia de estar
emocionalmente agotado debido al contacto "diario" y mantenido con personas a
las que hay que atender como objeto de trabajo (pacientes, alumnos, etc.).
La despersonalización. Puede ser definida como el desarrollo de actitudes y
sentimientos negativos, como el cinismo, hacia las personas destinatarias del
trabajo. Estas personas son vistas por los profesionales de forma deshumanizada
debido a un endurecimiento afectivo. Gil Monte y Peiró (2005) especifican que
ésta dimensión se asocia con la excesiva separación hacia otras personas,
silencio, uso de actitudes despectivas, e intentos de culpar a los pacientes de la
propia frustración (al paciente le estaría bien merecida su enfermedad, etc.).
Baja realización personal. Conllevaría la perdida de confianza en la realización
personal y la presencia de un negativo auto concepto como resultado, muchas
veces inadvertido de las situaciones ingratas. La falta de realización personal en el
trabajo se define como la tendencia de los profesionales a evaluarse
negativamente, y de forma especial esa evaluación negativa afecta la habilidad en
la realización del trabajo y la relación con las personas a las que atienden
(pacientes y familiares). Los profesionales se sienten descontentos consigo mismo
e insatisfechos con sus resultados laborales.
Sin embargo, Gil-Monte (2005) propone que los sentimientos de culpa
desarrollados por los profesionales como consecuencia de sus conductas y
actitudes negativas en el trabajo deben ser considerados como un síntoma más a
evaluar en el diagnóstico del SQT. Igualmente propone además dos perfiles en el
desarrollo del SQT en función de la aparición o no de sentimientos de culpa,
siendo los casos más graves aquellos en los que aparecen.
18
Helliwell (1981), en su formulación del origen del Burnout, ya dejaba claro que era
necesaria una perspectiva amplia, en cuanto a contextos influyentes en la
aparición del Burnout, para comprender el síndrome y planteaba la siguiente
ecuación:
Génesis del Burnout = susceptibilidad individual + Sobrecarga laboral y/o crisis
vital.
6.3.2. Variables Predisponentes o Implicadas en el Desarrollo del SQT. Son
aquellas variables que anteceden a la ocurrencia del Burnout y permiten una
mayor comprensión el origen del mismo. En la identificación y análisis de las
mismas, las escalas, inventarios y cuestionarios utilizados han sido variados y han
medido: locus de control, ambigüedad y conflicto de rol, patrón de personalidad
tipo A, características de personalidad, como la ansiedad, la extroversión, el
neuroticismo,
etc,
distintas
variables
sociodemográficas,
compromiso
organizacional, y estresores laborales diversos, entre otros.
El listado es amplio y permite entender que las variables a analizar se han
enfocado desde varias perspectivas: variables más relacionadas con aspectos
puramente personales del individuo, con características propias del contexto
laboral, o con aspectos relacionados con circunstancias externas al trabajo.
Finalmente las posibles causas del Burnout se encuentran relacionadas con el
individuo, con el trabajo, con la familia, y su contexto social; hay autores que
desde su perspectiva han identificado un sin numero de variables asociadas con la
aparición de este síndrome, tal como Aveni y Albani (1992) quienes en sus
investigaciones incluyen 23 variables predisponentes del síndrome; investigadores
como Blostein, Eldridge, Kilty y Richardson (1985) y Nagy y Nagy (1992) señalan
19
más de 40 en sus revisiones y Schaufeli (1990) indicaba más de 100 variables
asociadas al Burnout.
Por otro lado Nagy y Nagy (1992) y Sandoval (1993), dividen las variables en tres
categorías que son:
-Intrapersonales. Son variables propias del individuo y hacen referencia a
aspectos de su personalidad, sus sentimientos y pensamientos, sus emociones,
sus actitudes, etc.
-Profesionales u organizacionales. Son variables intrínsecas a la organización que
pueden por sí mismas generar situaciones aversivas, o bien juegan un papel
importante en la interacción continua trabajador-puesto de trabajo.
-Interpersonales o ambientales. Son variables no relacionadas con el contexto
laboral y sí con otros ámbitos que pueden originar fricciones importantes: familia,
amigos, estilos de vida, etc.
6.3.2.1. Variables del Contexto Organizacional Predisponentes de Burnout.
Negativa dinámica del trabajo. Que es fruto de interacciones mal conducidas
con compañeros o supervisores, de planteamientos directivos descendentes poco
claros, de un mal establecimiento de los roles a desempañar, etc.
Inadecuación profesional. Ayuso y López (1993) indican como una de las
posibles causas del Burnout esta inadecuación (no adaptarse el perfil profesional y
personal del individuo al perfil del puesto de trabajo que desempeña), no tanto por
sí mismo como por el hecho de tener que seguir trabajando en un puesto con el
20
que objetivamente no está adecuado profesionalmente. Esta variable estaría
relacionada con la identidad profesional que indican Kremer y Hofman (1985).
Exigencias del trabajo. Referidas a las exigencias del trabajo que sobrepasan las
racionalmente aceptables, y que suelen ir acompañadas de exceso de tareas que
no son agradables. A más exigencias y por tanto mayor responsabilidad en sus
actuaciones habituales, mayor probabilidad de aparición del síndrome, sobre todo
si estas exigencias van acompañadas de falta de tiempo (Sarros, 1988).
Realización en el trabajo. Conforme la realización en el trabajo es menor,
Garden (1987) plantea la existencia de mayor grado de Burnout. En este contexto,
la realización en el trabajo se entiende como realización real que es valorada
mediante métodos objetivos y percepción de la realización que entra dentro de la
subjetividad del trabajador.
Interacción trabajador-cliente. Ursprung (1986); Burke y Richardsen (1991); Lee
y Ashforth (1993) señalan que en tanto que dicha interacción da lugar a fricciones
y conflictos cotidianos, aparece como una variable predictora del Burnout.
Conflicto y ambigüedad de rol. La ambigüedad de rol tiene más relación con la
falta de control de ese rol que el trabajador desempeña, y con la necesidad de
conocer mejor cuáles son sus funciones en el puesto de trabajo. El conflicto de rol
está relacionado con el conflicto existente entre lo que el trabajador espera del
desempeño de su puesto de trabajo y lo que los otros (compañeros y
supervisores) esperan que desempeñe. Lógicamente, a mayor ambigüedad y/o
conflicto de rol mayor probabilidad de aparecer Burnout, Gil y Peiró (1996). Firth,
McKeown, McIntee y Britton (1987) señalan que la falta de claridad de rol provoca
un impacto significativo en la realización personal a través del trabajo.
21
Participación en la toma de decisiones. Esta participación condiciona aspectos
tales como seguridad personal, responsabilidad, realización personal, ya que
permite al individuo tomar decisiones que van a tener una repercusión en el
trabajo. Leiter (1989).
Recompensas. Edelwich y Brodsky (1980); Meier (1983); Jackson y Schuler
(1983); Maslach y Jackson (1984); entienden que la falta de recompensas (tanto
las económicas como las sociales, consecuentes a un trabajo bien realizado, o a
una trayectoria profesional relevante) predicen la aparición del Burnout.
Apoyo organizacional. Entendido como apoyo recibido en la dinámica propia del
trabajo por parte de los supervisores y/o compañeros. A menor apoyo mayor
predicción de Burnout, Maslach y Jackson, (1984). Etzion (1984), también
mantiene este planteamiento, pero señala que se da más en los hombres que en
las mujeres. Lee y Ashforth (1993) señalan que lo que provoca fundamentalmente
la falta de apoyo organizacional es el agotamiento emocional. Firth (1987) indican
la falta de empatía por parte de quienes pueden ofrecer apoyo como una variable
predictora del Burnout.
Expectativas en el trabajo. Tienen que ver con el hecho de que se cumplan en el
trabajo aquellas metas que la persona se forjó hacia él, que exista el éxito
constatable que el individuo persigue. Conforme disminuye la probabilidad de que
se cumplan las expectativas, mayor es la opción de que aparezca el síndrome,
según Gann (1979); Las expectativas están íntimamente relacionadas con la
valoración que el trabajador hace de los problemas que se presentan en su
contexto laboral. En este sentido Merín, Cano y Miguel (1995) han comprobado
que aquellos individuos que valoran más negativamente las situaciones
problemáticas del trabajo, presentan una mayor predisposición al agotamiento
emocional.
22
Relaciones con los compañeros. Dichas relaciones son decisivas en la dinámica
que se genera y, por tanto, en cuanto al clima laboral resultante. Sandoval (1993)
plantea que cuanto más aversivo es este clima, más probabilidad hay de que
aparezca Burnout. Sarros (1988) precisa que esto ocurrirá, pero principalmente
con la dimensión despersonalización.
Rigidez organizacional. Esta rigidez se da en aquellas organizaciones
excesivamente normativas en las que prácticamente todo está previamente
definido, y las posibilidades de improvisar o de tomar decisiones están muy
restringidas. En este tipo de organizaciones es más frecuente el Burnout (Brissie,
Hoover-Dempsey y Bassler, 1988; Friedman, 1991).
Estresores económicos. Según Wade, Cooley y Savicki (1986) cuando existe
inseguridad económica (contrato inestable, ausencia del mismo, insuficiencia
económica, previsiones negativas sobre el futuro del puesto de trabajo, etc.)
aumenta la vulnerabilidad al Burnout.
Satisfacción laboral. La satisfacción laboral está provocada por los diversos
componentes del trabajo, e influyen en el individuo que lo desempeña. Lee y
Ashforth (1993) entienden que cuando esta satisfacción no se encuentra en el
trabajo aparece el síndrome.
Adicción al trabajo. El término se ha aplicado a aquellos individuos que
presentan una absoluta dedicación al trabajo, por encima de otras actividades
familiares o personales. Nagy y Davis (1985) describieron a estas personas como
más propensas a padecer Burnout.
23
Desafío en el trabajo. Se refiere a la circunstancia que a veces se da en los
trabajadores, dentro del contexto laboral, de tener que estar continuamente
demostrando su capacidad para desarrollar adecuadamente el desempeño
laboral. Según Sarros (1989) a más desafío más Burnout, en concreto, mayor
despersonalización y menor realización personal.
Autonomía en el trabajo. La autonomía en el trabajo es la libertad de acción,
dentro de unas normas establecidas por la organización, de que dispone el
individuo para desarrollar adecuadamente su trabajo. Lee y Ashforth (1993)
señalan que a menor autonomía más Burnout, especialmente la dimensión de
agotamiento emocional.
Compromiso con el trabajo. Según Marshall y Kasman (1980); Ursprung (1986);
cuando un trabajador puede comprometerse con su trabajo y con la organización
que lo representa, dedicando sus esfuerzos e ilusiones para lograr un aumento de
su realización laboral, existe menos posibilidades de que aparezca el síndrome.
Niveles altos de Burnout podrían, por tanto, estar asociados con un bajo
compromiso en la ocupación (Miller, Birkholt, Scott y Stage, 1995).
6.3.2.2. Variables Intrapersonales Predisponentes de Burnout.
Locus
de
control
externo.
Diversos
autores
encuentran
correlaciones
significativas entre locus de control externo y aumento del Burnout Wilson y
Chiwakata (1989). Cuanto menos control de la situación cree tener el individuo
mayores posibilidades que apareciera el síndrome, sobre todo ante situaciones
ambiguas, difíciles o novedosas, en las que la persona cree tener poca o ninguna
posibilidad de controlar.
24
Indefensión aprendida. Ensiedel y Tully (1981) plantean el paradigma de la
indefensión aprendida para explicar el Burnout; dicho paradigma estaría
relacionado, entre otras cosas, con el nulo control de la persona sobre la situación
o evento aversivo.
Interés social. Ansbacher y Ansbacher (1956) definían esta característica como
el interés activo en fomentar el bienestar humano. Según Smith, Watstein y
Wuehler (1986) conforme decrece el interés social en la persona aumenta la
probabilidad de padecer Burnout.
Personalidad resistente. Este patrón de personalidad se caracteriza por un
sentimiento de compromiso hacia sí mismo y el trabajo, por una percepción de
control del ambiente, así como una tendencia a acercarse a los cambios de la vida
con una actitud de desafío antes que de amenaza, que suponen las tres
dimensiones que configuran este tipo de personalidad (compromiso, control y
desafío). Según Rich y Rich (1987) las personas con este tipo de personalidad
previenen o reducen la incidencia del Burnout. Otros trabajos han redundado en
esta relación, de tal forma que el Burnout correlacionaría negativamente con las
tres dimensiones de la personalidad resistente, Topf (1989); Greeglass, Pantony y
Burke (1988) se plantean esta variable no tanto porque por sí misma determine la
existencia o no del síndrome, como por el hecho de que a la variable sexo van
ligadas una serie de características relacionadas con el trabajo, que le
predisponen especialmente; así las mujeres presentan más conflicto de rol,
sintomatología depresiva, conflictos familia-trabajo, entre otras, por lo que serán
más propensas a presentar el síndrome. También Maslach y Jackson (1986)
estarían de acuerdo con esta variable, aunque precisan que la mujer presenta
puntuaciones más elevadas en la dimensión agotamiento emocional, pero más
bajo en reducida realización personal; anteriormente Maslach y Jackson (1985)
habían comprobado que las mujeres eran más propensas que los hombres a las
25
dimensiones agotamiento emocional y reducida realización personal, mientras que
los hombres lo eran en la dimensión despersonalización.
Edad. La edad aparece como una variable que puede mediatizar en el proceso del
síndrome en el contexto laboral, de tal manera que a mayor o menor edad también
se debe encontrar una correspondencia en experiencia y madurez y en la forma
de afrontar las diferentes presiones que afectan al individuo. Gould (1985) plantea
que cuanto más joven es el trabajador mayor incidencia de Burnout se pueden
presentar.
Demandas emocionales. Garden (1989) las plantea como antecedente objetivo
del Burnout. A mayores demandas mayor probabilidad de padecer el síndrome.
Normalmente estas exigencias estarían asociadas con peticiones laborales
excesivas, sin embargo no siempre ocurre así. Teniendo como aspecto
fundamental el hecho de percibir el individuo que se le hacen dichas demandas
emocionales que él considera abrumadoras.
Estrategias de afrontamiento inadecuadas. Lo que supone que el individuo está
empleando unas estrategias de afrontamiento que no son acertadas para hacer
frente a la situación, que hace que aumente la posibilidad de padecer Burnout.
Leiter (1991) puntualiza que las estrategias de tipo escapista aumenta la
probabilidad de sufrir Burnout, mientras que las de control la disminuyen. En
concreto, Kushnir y Melamed manifiestan que es la disminución de los recursos de
afrontamiento la característica clara de los individuos que padecen el síndrome.
Autoeficacia. La autoeficacia es entendida como la percepción que tiene el
individuo de sentirse eficaz con las tareas que realiza, fundamentalmente con
aquellos aspectos donde se requiere "comprobar" la valía personal del individuo.
Según Leiter (1992) si existe crisis de autoeficacia mayor probabilidad habrá de
26
sufrir Burnout. Gil y Peiró (1996) hacen referencia a esta variable al citar la falta de
autoconfianza en la propia eficacia laboral.
Autoconcepto. Planteado como el concepto personal general que la persona
tiene de sí mismo; aquí incluiríamos el concepto que el individuo tendría acerca de
su actuación profesional. Un autoconcepto negativo predispone al Burnout. Sarros
y Friese (1987); Friedman y Farber, (1992), de ahí que para encontrar conductas
no asociadas con Burnout el individuo tenga que presentar un autoconcepto
positivo (Gould, 1985).
Expectativas personales. Se refiere a aquellas expectativas que el individuo
tiene hacia cualquier evento vital. Según Cordes y Dougherty (1993), conforme las
expectativas de la persona no se cumplan aumentará el riesgo de padecer
Burnout.
6.3.2.3. Variables del Contexto Ambiental Predisponentes de Burnout.
Apoyo social. Este factor está centrado fundamentalmente en el apoyo que la
persona recibe de familiares y amigos, en relación a su desempeño laboral y las
circunstancias que su trabajo le deparan. Jackson y Schuler (1983); Freedy y
Hobfoll (1994) entienden que a menor apoyo social más posibilidades de padecer
el síndrome. Smith, Birch y Marchant (1984) mantienen que las relaciones
familiares y/o de pareja positivas confieren a la persona cierta inmunidad a
padecer el Burnout.
Relaciones interpersonales. Son las relaciones mantenidas con familiares y
amigos, fundamentalmente, que condicionan que el ambiente habitual de la
persona sea agradable o no. Conforme aparecen ambientes más aversivos
aumenta la frecuencia de padecer Burnout (Friesen y Sarros, 1987). Sarros
27
(1988), indica que es especialmente en la dimensión despersonalización donde
más se aprecia esta variable.
Comunicación. Sarros y Friesen (1987) plantean que cuando los flujos
comunicativos se deterioran más en el ambiente social del individuo, la aparición
de Burnout aumenta. Sarros (1988), cree que donde más incidencia tiene es en la
dimensión reducida realización personal.
Actitudes de familiares y amigos. Está muy condicionada por las relaciones
interpersonales pero, en este caso, se refiere al sentido positivo o negativo de las
actitudes que familiares y amigos tienen hacia la persona. Ante actitudes más
aversivas más Burnout. Friesen y Sarros (1987); Sarros (1988).
Satisfacción vital. Esta variable describe la sensación de felicidad y agrado que
el individuo presenta con su estilo de vida y las interacciones que se producen
como consecuencia de el. Según Lee y Ashforth (1993) a menor satisfacción vital
más Burnout, en concreto mayor nivel de agotamiento emocional.
Exigencias vitales. Golembiewski y Munzenrider (1988), señalan que las
demandas intensas y los requerimientos de un compromiso completo en los
diversos aspectos de la vida (matrimonio, familia, amistades, etc.) pueden derivar
en Burnout.
Problemas familiares. El hecho de que ocurran problemas familiares que estén
distorsionando el funcionamiento normal de la dinámica del hogar, predispone a la
persona a sufrir Burnout según Leiter (1992).
Recursos de afrontamiento familiares. Leiter (1990) plantea que cuando la
familia facilita la puesta en marcha de diversos recursos para afrontar las
28
situaciones que pueden dar lugar a Burnout, la persona presenta menor
vulnerabilidad a su padecimiento. Estos recursos de afrontamiento son
independientes de los que puede poseer el individuo en su contexto laboral.
Cultura. Pines y Guendelman (1995) mantienen que el Burnout no afecta de la
misma manera a individuos pertenecientes a una cultura u otra, debido
fundamentalmente a que ésta marca no sólo la forma de entender el desempeño
laboral, sino también la manera de entender las relaciones sociales y los
diferentes apoyos que la persona puede recibir. De ahí que estos autores
concluyan que la cultura puede ser un mediador relevante en la incidencia del
Burnout.
6.3.3. Consecuencias del Burnout o SQT. El Burnout o SQT se presenta como
un síndrome complejo que acarrea consecuencias muy variables, ya que están
presentes consecuencias a nivel psicológico, físico y conductual. Entre los
síntomas más comunes a nivel individual estarían los problemas psicosomáticos,
la disminución del rendimiento, y las actitudes negativas hacia la vida en general.
Mc Cornnell (1982) propone un esquema de signos y síntomas presentes en el
Burnout o SQT que pueden presentarse en el individuo:
Signos y síntomas físicos: son síntomas y signos físicos similares a los del
estrés laboral. Algunos síntomas que se pueden presentar son: la fatiga, la
sensación de estar exhausto (cansancio crónico), indiferencia o frialdad, sensación
de bajo rendimiento profesional, frecuentes dolores de cabeza, disturbios
gastrointestinales, alteraciones del sueño (insomnio) y deficiencias respiratorias.
Síntomas conductuales: existen graves alteraciones en el comportamiento que
usualmente afectan a los compañeros, pacientes, familiares de los pacientes e
incluso a sus propios familiares.
29
Síntomas psicológicos: pueden presentarse cambios como trabajar cada vez en
forma más intensa, sentimiento de impotencia frente a las situaciones de vida
laboral, sentimiento de confusión e inutilidad, irritabilidad, poca atención a los
detalles,
aumento
del
ausentismo
laboral,
aumento
del
sentimiento
de
responsabilidad exagerada o fuera de contexto hacia la situación de enfermedad
del paciente, actitud negativa, rigidez, bajo nivel de entusiasmo, y llevar a la casa
los problemas del trabajo. Además se informan el consumo de alcohol y drogas,
como una forma de amortiguar los efectos del cansancio y agotamiento.
Es un problema psicosocial importante debido a que el consecuente deterioro de
la salud física y mental de los trabajadores pues tiene repercusiones negativas
sobre la organización en que desarrollan sus tareas asistenciales, disminuyendo
por lo tanto la calidad de vida laboral lo que supone, ausentismo laboral, abuso de
sustancias psicoactivas, aumento de conductas violentas, conductas de elevado
riesgo (conducción temeraria, ludopatía), alteraciones de la conducta alimentaria,
disminución de la productividad, falta de competencia y deterioro de la calidad de
servicio de la organización.
6.4. PERSONALIDAD.
El estudio de la personalidad dentro de la Psicología es amplio. Los Psicólogos no
están de acuerdo con una definición única de la personalidad. Una definición
actual es que la Personalidad se refiere a los patrones de pensamientos
característicos que persisten a través del tiempo y de las situaciones, y que
distinguen a una persona de otra, Morris (1992), la personalidad está íntimamente
relacionada con el temperamento y el carácter. El concepto de personalidad es
más amplio que ellos, si bien los incluye y completa.
30
Existe una amplia variedad de teorías para explicar no sólo los tipos comunes de
personalidad, sino también cómo las personas desarrolla sellos psicológicos
únicos, llamados personalidad. Múltiples teorías tales como ideográficas,
ideográficas conductuales, cognitivas, centralistas, conductuales, personales y
culturales, que intentan dar cuenta del concepto de personalidad. Es así como
dentro de las teorías conductuales, Burhus Frederick Skinner plantea que la
personalidad se estudia como la estructura global encargada de organizar todas
las conductas del sujeto. Manifiesta que la conducta está regida por leyes que
sólo conociéndolas y estableciendo control sobre ellas pueden ser modificadas.
Labrador (1985).
La Escuela Rusa y seguidores de Skinner concluyen que la personalidad tiene
utilidad para predecir el comportamiento, dado que éste en gran parte depende de
aspectos externos al sujeto (condiciones ambientales) o de características
particulares de núcleos específicos y relativamente independientes del Cortex.
Hermán (1969) define la personalidad como una correlación de conductas
existentes en todo ser humano, realmente única, estable y permanente. Catell
afirma que la personalidad permite predecir lo que hará una persona en una
determinada situación. El concepto de personalidad de Catell, incluye rasgos de
personalidad, como una estructura mental que se obtiene de la observación
coherente de un determinado comportamiento; se compone de rasgos únicos
(individuales) y comunes (poseídos por todos los que conviven ciertas
experiencias), de rasgos superficiales y de rasgos originarios (estos últimos son la
base del comportamiento y son identificables mediante el análisis factorial). Según
Dollar y Miller, la personalidad se constituye en función de un elemento esencial
que es el hábito (asociado entre un estímulo y una respuesta y asociado con las
pulsiones primarias y secundarias) y las jerarquías de respuestas que constituyen
las estructuras individuales. Gordon W. Allport afirma que la personalidad se
desarrolla a partir de cierto número de datos constitucionales (disposiciones
31
afectivas, régimen emocional de tipos de actividad, entre otros) y bajo la influencia
del medio, entendido este en sentido amplio. Físico, social, ideológico, temporal,
es decir, como el conjunto de los acontecimientos y traumatismos que constituyen
la historia del individuo. Distingue varios aspectos de ese desarrollo: los procesos
de maduración, de diferenciación y de integración. Eysenck asegura que la
personalidad es heredada y le da un valor del 75% al aspecto genético,
sustentándolo según la corteza cerebral y el arousal. (La corteza cerebral: Actúa
para controlar, abolir y censurar actividades de los centros inferiores, dentro de
esta se encuentra el nivel de excitación; la Arausal: Aumento en la complejidad de
la cantidad de información que recibe la organización nerviosa, que se manifiesta
por la descronización de los informes recibidos a partir del cerebro).
Las causas biológicas actúan de forma que predisponen al individuo a responder
de cierta manera a la estimulación ambiental, pero el tipo de conducta que va a
aparecer depende del medio en que se encuentra el sujeto.
La teoría de la personalidad de Hans Jurgen Eysenck, relaciona el desarrollo de la
personalidad con las teorías del aprendizaje, fundamental en el análisis
experimental del comportamiento, además hay un instrumento adecuado para la
medición y correlación de las variables propuestas. La personalidad la define se
describir la personalidad de un individuo, pero eso no va a indicar cómo se va a
comportar, ya que el modelo conductual es el reflejo de lo habitual, no de lo
excepcional. Existen varios patrones de conducta característicos y distintivos de
pensamiento, emoción y acción: el patrón de conducta tipo A, el tipo B y el no A no
B o tipo C.
Con respecto al perfil psicológico (A, B y C), los individuos con patrón de conducta
tipo A tienden a reaccionar con la vía autonómica, es decir, por la activación del
32
sistema simpático adrenal, mientras que aquellos que funcionan con la vía
neuroendocrina corresponden a los sujetos con patrón de conducta tipo C.
Observaciones de Price (1982) llevaron a definirlo como las predisposiciones de
determinados sujetos en cuanto a sus actitudes y el modo de afrontar situaciones
condicionadas por la escala de valores en uso en una sociedad determinada. Así,
el patrón de conducta de un sujeto reúne rasgos de personalidad, actitudes,
creencias, conducta manifiesta y una determinada activación psicofisiológica. Se
plantea la relación entre las zonas activadas y su relación con la neurotransmisión
noradrenérgica y serotoninérgica junto con la reacción del individuo y su conducta
ante el estresor.
Los sujetos a los que presentan un patrón de conducta tipo A, corresponden a
perfiles psicológicos donde predomina una respuesta excesiva. Exhiben
hiperactividad, irritabilidad, son ambiciosos, agresivos, hostiles, impulsivos,
impacientes crónicos, tensos y competitivos, ya sea con su medio ambiente como
con ellos mismos, y sus relaciones interpersonales son problemáticas y con
tendencia a la dominancia. Teniendo que los sujetos con patrón de conducta tipo
A, con respuesta autonómica al estrés, poseen mayor predisposición a padecer
patologías cardiovasculares por la activación de las catecolaminas. A su vez
tienen con frecuencia elevado el colesterol LDL y disminuido el colesterol HDL y
acumulan asimismo otros factores de riesgo, como obesidad, nicotinismo e
hipertensión.
El patrón de conducta tipo C, se presenta en sujetos introvertidos, obsesivos, que
interiorizan
su
respuesta
al
estrés,
pasivos,
resignados
y
apacibles,
extremadamente cooperadores, sumisos y conformistas, siempre controlando las
expresiones de hostilidad y deseosos de aprobación social. Por otra parte, los
individuos con patrón de conducta tipo C tienen estadísticamente mayor
33
predisposición a reumas, infecciones, alergias, afecciones dermatológicas
variadas e incluso cáncer, este último asociado a la inhibición inmunitaria de la
que padecen en general estos sujetos.
Los sujetos con patrón de conducta tipo B, son en general tranquilos, confiados,
relajados, abiertos a las emociones, incluidas las hostiles. Es evidente la
participación de los mecanismos adaptativos del estrés y su fracaso, como
elementos provocadores y desencadenantes de procesos neuróticos y depresivos.
En este tipo de conductas se resalta la importancia de los sistemas o vías de
activación autonómica y neuroendocrina en la generación de los mismos y los
trastornos de angustia según el DSM-IV-R; en el plano bioquímico y endócrino la
angustia se acompaña de elevados niveles de cortisol proveniente de la corteza
suprarrenal y también de noradrenalina, que se produce principalmente en las
terminaciones nerviosas o sinapsis de los nervios alfa-adrenérgicos.
6.5. CONDICIONES DEL TRABAJO.
Se considera importante y de manera informativa señalar las definiciones básicas
de factores de riesgo, haciendo la claridad que el tema de la presente
investigación corresponde a los trastornos asociados a factores de riesgo
psicosociales.
Factor de riesgo: Se entiende bajo esta denominación la existencia de
elementos, fenómenos, ambiente y acciones humanas que encierran una
capacidad potencial de producir lesiones o daños materiales, y cuya probabilidad
de ocurrencia depende de la eliminación y/o control del elemento agresivo.
34
Riesgo: Se denomina riesgo a la probabilidad de que un objeto material, sustancia
ó fenómeno pueda, potencialmente, desencadenar perturbaciones en la salud o
integridad física del trabajador, así como en materiales y equipos.
Factores de riesgo físico – químico: Este grupo incluye todos aquellos objetos,
elementos, sustancias, fuentes de calor, que en ciertas circunstancias especiales
de inflamabilidad, combustibilidad o de defectos, pueden desencadenar incendios
y/o explosiones y generar lesiones personales y daños materiales. Pueden
presentarse por:
•
Incompatibilidad físico-química en el almacenamiento de materias primas.
•
Presencia de materias y sustancias combustibles.
•
Presencia de sustancias químicas reactivas.
Factores de riesgo biológico: En este caso encontramos un grupo de agentes
orgánicos, animados o inanimados como los hongos, virus, bacterias, parásitos,
pelos, plumas, polen (entre otros), presentes en determinados ambientes
laborales,
que
pueden
desencadenar
enfermedades
infectocontagiosas,
reacciones alérgicas o intoxicaciones al ingresar al organismo.
Como la proliferación microbiana se favorece en ambientes cerrados, calientes y
húmedos, los sectores más propensos a sus efectos son los trabajadores de la
salud, de curtiembres, fabricantes de alimentos y conservas, carniceros,
laboratoristas, veterinarios, entre otros.
Igualmente, la manipulación de residuos animales, vegetales y derivados de
instrumentos contaminados como cuchillos, jeringas, bisturís y de desechos
industriales como basuras y desperdicios, son fuente de alto riesgo. Otro factor
desfavorable es la falta de buenos hábitos higiénicos.
35
Factores de riesgos fisiológicos o ergonómicos: Involucra todos aquellos
agentes o situaciones que tienen que ver con la adecuación del trabajo, o los
elementos de trabajo a la fisonomía humana.
Representan factor de riesgo los objetos, puestos de trabajo, máquinas, equipos y
herramientas cuyo peso, tamaño, forma y diseño pueden provocar sobre-esfuerzo,
así como posturas y movimientos inadecuados que traen como consecuencia
fatiga física y lesiones osteomusculares.
Factores de riesgo químico: Son todos aquellos elementos y sustancias que, al
entrar en contacto con el organismo, bien sea por inhalación, absorción o
ingestión, pueden provocar intoxicación, quemaduras o lesiones sistémicas, según
el nivel de concentración y el tiempo de exposición.
Factores de riesgo físico: Se refiere a todos aquellos factores ambientales que
dependen de las propiedades físicas de los cuerpos, tales como carga física,
ruido, iluminación, radiación ionizante, radiación no ionizante, temperatura elevada
y vibración, que actúan sobre los tejidos y órganos del cuerpo del trabajador y que
pueden producir efectos nocivos, de acuerdo con la intensidad y tiempo de
exposición de los mismos.
Las características de diseño, construcción, mantenimiento y deterioro de las
instalaciones locativas pueden ocasionar lesiones a los trabajadores o
incomodidades para desarrollar el trabajo, así como daños a los materiales de la
empresa, como:
•
Pisos, escaleras, barandas, plataformas y andamios defectuosos o en mal
estado.
•
Muros, puertas y ventanas defectuosas o en mal estado.
•
Techos defectuosos o en mal estado.
36
•
Superficie del piso deslizante o en mal estado
•
Falta de orden y aseo.
•
Señalización y demarcación deficiente, inexistente o inadecuada.
Factores de riesgo eléctrico: Se refiere a los sistemas eléctricos de las
máquinas, equipos, herramientas e instalaciones locativas en general, que
conducen o generan energía y que al entrar en contacto con las personas, pueden
provocar, entre otras lesiones, quemaduras, choque, fibrilación ventricular, según
sea la intensidad de la corriente y el tiempo de contacto.
Factores de riesgo mecánico: Contempla todos los factores presentes en
objetos, máquinas, equipos, herramientas, que pueden ocasionar accidentes
laborales, por falta de mantenimiento preventivo y/o correctivo, carencia de
guardas de seguridad en el sistema de transmisión de fuerza, punto de operación
y partes móviles y salientes, falta de herramientas de trabajo y elementos de
protección personal.
Factores de riesgo psicosocial: Los riesgos o "factores de riesgo" psicosociales
se han definido por la OIT (1986) como "las interacciones entre el contenido, la
organización y la gestión del trabajo y las condiciones ambientales, por un lado, y
las funciones y necesidades de los trabajadores, por otro. Estas interacciones
podrían ejercer una influencia nociva en la salud de los trabajadores a través de
sus percepciones y experiencia".
En los factores de riesgo psicosocial, según coinciden en señalar diversos
expertos, tales daños podrían no llegar a darse o si se dan serían leves o
fácilmente reversibles de ahí que algunos prefieran la definición dada por Cox &
Griffiths (1995) que los definen como aquellos aspectos de la concepción,
organización y gestión del trabajo así como de su contexto social y ambiental que
tienen la potencialidad de causar daños físicos, sociales o psicológicos en los
37
trabajadores. Los factores de riesgo psicosocial estarían, por lo tanto, más ligados
al objetivo de alcanzar bienestar personal y social de los trabajadores, mejor
calidad en el trabajo y el empleo que a la clásica perspectiva de la seguridad y
salud en el trabajo de evitar la producción de accidentes y enfermedades
profesionales.
La exposición a estos factores está íntimamente ligada con la experiencia del
estrés que podría ser definido como "un estado psicológico que es parte y reflejo
de un proceso de interacción entre la persona y su entorno laboral". Sería "el
resultado de una exposición a una amplia gama de exigencias o demandas
laborales que pueden contribuir igualmente a una amplia gama de consecuencias
para la salud del trabajador. Es un enlace entre los potenciales riesgos y los daños
para la salud".
La Agencia Europea de Seguridad y Salud en el Trabajo, clasifica los riesgos
psicosociales entre aquellos relacionados con el contexto del trabajo y los
relacionados con el contenido del trabajo:
1. Categorías relacionadas con el contexto del trabajo
a) Cultura de organización y gestión: Pobre comunicación entre los distintos
niveles de la empresa, bajos niveles de apoyo para la resolución de problemas,
falta de definición de los objetivos de la organización.
b) Papel o rol en la organización: Conflicto y ambigüedad en los roles (información
inadecuada sobre las funciones y tareas del puesto o sobre la cadena de mando).
Responsabilidad sobre la conducta del personal a su cargo y escasa autoridad o
capacidad para tomar decisiones al respecto.
38
c) Desarrollo de la carrera profesional: Estancamiento o incertidumbre sobre la
carrera profesional. Falta de reconocimiento o recompensa por un buen
rendimiento laboral. Lenta o nula promoción o promoción demasiado rápida.
Trabajo mal pagado. Precariedad laboral (inseguridad sobre el empleo o poca
estabilidad de la posición). Bajo valor social del trabajo encomendado.
d) Poderes de decisión y de control: Baja participación en la planificación del
trabajo y en la toma de decisiones. Falta de control sobre el trabajo o de
satisfacción por el producto terminado fruto de su trabajo. No tener oportunidad de
exponer las quejas. Posibilidad de que un pequeño error o una inatención
momentáneos tengan consecuencias serias o incluso desastrosas.
e) Relaciones interpersonales en el trabajo: En el trabajo de grupo: Aislamiento
social o físico. Mala compenetración o relación en los trabajos en equipo.
Conflictos interpersonales: hostigamiento o acoso moral (mobbing), acoso sexual
o violencia física. Falta de apoyo social. Verse expuesto a prejuicios en función de
la edad, el sexo, la raza, el origen étnico o la religión. Adicción a drogas, tabaco y
alcohol en el medio laboral; en la supervisión: Malas relaciones con los superiores
o subordinados. Conflictos interpersonales: intimidación, hostigamiento o acoso
moral (mobbing o bossing en este supuesto), acoso sexual, violencia física. Falta
de apoyo social; en la relación con los clientes y usuarios: Conflictos y presiones
con los usuarios o clientes del servicio. Falta de apoyo social.
f) Interrelación con problemas familiares o sociales: Relaciones conflictivas entre
las demandas del trabajo y las del hogar familiar respecto al tiempo dedicado al
trabajo y actividades de ocio. Bajo apoyo familiar. Problemas de doble carrera
profesional.
2. Categorías relacionadas con el contenido del trabajo
39
a) Equipos y ambiente laborales: Problemas ligados a la fiabilidad, disponibilidad,
adecuación y mantenimiento de los equipos e instalaciones en el lugar de trabajo
dando lugar a condiciones de trabajo físico desagradables y peligrosas:
iluminación y ruido (que dificultaría la comunicación y comprensión y distrae la
atención y concentración), factores climáticos (excesivo calor, humedad, etc.),
vibraciones (que son causa de fatiga y trastornos nerviosos), trabajo con
sustancias tóxicas y peligrosas.
b) Concepción de las tareas del puesto de trabajo: Falta de variedad en las tareas
y/o trabajo monótono. Ciclos de trabajo muy cortos. Trabajo fragmentado o inútil.
Bajo uso de los conocimientos del trabajador. Alta incertidumbre sobre los
resultados de las tareas del puesto.
c) Carga y ritmo de trabajo: Excesiva o muy reducida carga de trabajo. Falta de
control o intenso control sobre el ritmo de trabajo. Altos niveles de presión sobre el
tiempo de trabajo o tiempo inadecuado para completar el trabajo de modo
satisfactorio para nosotros o los demás.
d) Programación del trabajo: Trabajo a turnos (especialmente el trabajo nocturno).
Programas de trabajo inflexibles. La programación de los ciclos de trabajo y de
reposo. Las interrupciones durante la jornada. Horas extraordinarias no deseadas
y en exceso. Trabajo a destajo frente al salario por horas.
En cualquier caso, siempre será posible la combinación en la práctica de dos o
más de los factores descritos.
40
7. DESARROLLO METODOLÓGICO
7.1. BÚSQUEDA DE DOCUMENTOS.
Para el desarrollo del presente trabajo, se realizó una revisión documental,
buscando relación con los objetivos inicialmente planteados: específicamente en
donde se busca identificar los factores de personalidad predisponentes al
síndrome de Burnout, a partir de los tipos de personalidad A, B y C; teniendo en
cuenta el diseño de investigación (correlación de 2 o mas variables y
metaanálisis), y la fecha de publicación.
Se revisaron las bases de datos de electrónicas como Proquest, Medline, Medical
Subject Headins (Mesh), invetigaciones en Revistas Nacionales e Internacionales
en Salud Ocupacional, Medicina y Psicologia.
7.2. SELECCIÓN DE DOCUMENTOS.
Durante este proceso el principal criterio de selección que se tuvo en cuenta para
escoger estas investigaciones, fue el nivel de interpretación de resultados
(correlación de 2 o mas variables y meta-análisis) relacionados con el tema
mencionado, además de los siguientes:
ƒ
Idioma: español e inglés.
ƒ
Cronología: Se seleccionaron estudios con publicaciones a partir del año 1996
hasta el 2007.
41
ƒ
Abordaje temático: Desde el punto de vista de la Salud Ocupacional,
Psicología y la Medicina, factores de personalidad predisponentes al síndrome
de Burnout, tipos de personalidad A, B y C.
Finalmente se escogieron 16 artículos, con base en los criterios de selección
mencionados anteriormente 6 meta-análisis y 10 de tipo descriptivo.
7.3. ANÁLISIS DE DOCUMENTOS SELECCIONADOS.
Se hizo una presentación y análisis de resultados en donde se mostraron los
hallazgos sobre la pregunta y objetivos planteados acerca de la relación de los
factores de personalidad tipo A, B o C y la predisposición a la aparición del
síndrome de Burnout, relacionándolos al mismo tiempo con lo descrito en el marco
teórico y teniendo en cuenta lo registrado en cada una de las fichas de los
artículos.
Para el análisis se utilizó la ficha descriptiva analítica (anexo No. 1) que contiene:
1. Datos de Identificación (Titulo, medio de publicación, autor, año y país de
publicación); 2. Juzgamiento Metodológico (Tipo de diseño, muestra o población,
estadística empleada e interpretación de datos); y 3. Herramientas de Reflexión
(Análisis y aporte del artículo). También se utilizaron los niveles de interpretación
de resultados, estos se encuentran categorizados por niveles de acuerdo a la
complejidad de su respectivo análisis y son:
Nivel de
interpretación
I
II
III
IV
V
VI
Característica
Descripción de hallazgos
Identificación de relación entre variables
Formulación de relaciones tentativas entre
variables.
Revisión en búsqueda de evidencias
Formulación de explicación al fenómeno
Identificación de esquemas teóricos más
amplios.
42
Los artículos analizados, por su complejidad en la interpretación de resultados se
encuentran entre el nivel IV, V y VI.
A continuación se presenta la tabla en la que se relacionan los documentos
seccionados a partir de los datos de identificación.
Tabla 1. Relación de Documentos Seleccionados.
DOCUMENTOS SELECCIONADOS
Nº
1
2
3
4
TITULO
Estudio metaanalitico de la
correlacion
de las tres
dimensiones
del Burnout.
(A Metaanalysis
examination
of the
correlates of
the three
dimensions of
job Burnout)
Beneficios de
la intevencion
del estrés
laboral (The
Benefits of
interventions
for workrelated stess)
Burnout,
Locuos de
control y
deportistas
del alto
rendimiento
Modelo de 5
factores de
personalidad
y satisfaccion
AÑO DE
PUBLICACION
AUTOR (ES)
PAIS DONDE
SE REALIZO
IDIOMA EN
QUE SE
PUBLICA
MEDIO DE
PUBLICACION
1996
Raymond T.
Lee and Blake
E. Ashforth
Canada
Ingles
Journal of
Applied
Psychology
2001
Jac J. L. van
der Klimk,
Roland W. B.
Blonk, Aart H.
Schene and
Frank J. H. van
Dijk
Holanda
Ingles
Amarican Journal
of Public Health
2002
Greisy Medina
Mojena y
Francisco
Enrique Garcia
Ucha
España
Español
Cuadernos de
psicologia del
deporte
2002
Timothy A.
Judge, Daniel
Heller and
Michael K.
Estados
Unidos
Ingles
Journal of
Applied
Psychology
43
5
en el trabajo:
Un metaanalisis.
(Five-factor
model of
personality
and job
satisfaction.
A Metaanalysis)
Relacion de
la
personalidad
y el
desempeño
de la
motivacion:
una revision
metaanalitica. (
Relationship
of personality
to
performance
motivation: a
meta-analytic
review)
6
Desgaste
profesional
en los
médicos de
atencion
primaria de
Barcelona
7
Sobrevaloraci
on afectiva
en la
percepcion y
las actitudes
del trabajo,
una revison e
integracion
metaanalitica (the
affective
underpinning
s of job
perceptions
Mount
2002
Timothy A.
Judge and
Remun Ilies
2002
P. Sos Tena, J.
Sobrequés
Soriano, J.
Segura Bernal,
E. Manzano
Mulet, C.
Rodríguez
Muñoz, M.
García García
y J. Cebriá
2003
Carl J.
Thoresen, Seth
A. Kaplan,
Adam P.
Barsky,
Christopher R.
Warren and
Kelly de
Chermont
Ingles
Journal of
Applied
Psychology
España
Español
Revista
MEDIFAM,
Medicina familiar
y comunitaria.
Canada
Ingles
Psychological
Bulleting
Estados
Unidos
44
and attitudes:
a metaanalytic
review and
integration)
8
Estar
quemado
(Burnout) y
su relación
con el
afrontamiento
9
Rasgos de
personalidad,
ajuste
psicológico y
síndrome de
agotamiento
en personal
de
enfermería.
10
Síndrome de
Burnout en
médicos de
hospitales
públicos de la
ciudad de
Corrientes.
11
12
Factores
generadores
de estrés. Un
caso
concreto.
Síndrome de
desgaste
profesional
en médicos
internos y
residentes.
Hospital
Universitario
del Valle, Cali
2002.
2004
G. Lastenia
Hernández
Zamora,
Encarnación
Olmedo
Castejón e
Ignacio Ibáñez
Fernández
España
Español
International
Journal of
Clinical and
Health
Psycology.
2004
Juan
Bencomo,
Cristina Paz y
Elena Liebster.
Venezuela
Español
Revista
Investigación
clínica
2005
Adriana María
Álvarez, María
Lourdes Arce,
Alejandra
Elizabeth
Barrios y
Antonio Rafael
Sánchez de
Coll.
Argentina
Español
Revista de
Posgrado de la
VIa Cátedra de
Medicina.
2005
Mónica Crespo
Francos
España
Español
Informaciones
Psiquiatricas
2005
Cesar A.
Guevara ,
Diana P.
Henao y
Julian A.
Herrera
Colombia
Español
Revista Colombia
Médica.
45
13
Síndrome de
desgaste
profesional
en
enfermeras/o
s del área
metropolitana
de
Barranquilla
2006
14
Patrones de
personalidad
tipo A o B,
estrés laboral
y correlatos
psicofisiológic
os.
2006
15
16
17
Síndrome de
Burnout,
aproximación
teórica.
Resultado de
algunos
estudios en
Popayán.
Fuentes del
apoyo social
y el Burnout:
una prueba
metaanalitica del
modelo de la
conservacion
de los
recursos.
(Sources of
social support
and Burnout:
a metaanalytic test
of the
conservation
of resources
model)
Prevalencia
del
<Burnout> en
farmacéutico
s de atención
primaria
Rafael TuescaMolina, María
Iguaran
Urdaneta,
Melissa Suarez
Lafaurie,
Glenda Vargas
Torres y Deisy
Vergara Serpa.
Victor Manuel
Padilla
Montemayor,
José Armando
Peña Moreno y
Alma Edith
Arriaga
González.
Colombia
Español
Salud Uninorte.
Mexico
Español
Revista
psicología y
salud
2006
Diego Illera
Rivera
Colombia
Español
Revista Facultad
Ciencias de la
Salud –
Universidad del
Cauca
2006
Jonathon R. B.
Halbesleben
Estados
Unidos
Ingles
Journal of
Applied
Psychology
2007
T. Pérez
Álvarez y C.
Díaz Carreiras
España
Español
Farmacia de
Atención
Primaria
Fuente: Información recolectada por la Autora del presente trabajo..
46
8. PRESENTACIÓN Y ANÁLISIS DE RESULTADOS
A continuación se presentaron los hallazgos de la revisión de artículos que se han
tomado como base para responde a la pregunta: ¿Qué factores de personalidad
predisponentes al síndrome de Burnout, se pueden identificar a partir de los tipos
de personalidad A, B y C?
Factores de personalidad tipo A, predisponentes al Síndrome de Burnout
Lee (1996), en su meta-análisis utilizo 61 estudios que cubrieron 33 variables
correlativas basados en 56 muestras independientes, que iban desde 34 a 906
sujetos, demuestra que el modelo de asociación entre la demanda del estresor y el
recurso para afrontarlo, pone en correlación a las tres dimensiones del Burnout, ya
que los resultados sugieren que los individuos puedan ser mas sensibles a
demandas puestas en ellos que a los recursos recibidos; la tensión ocurre cuando
los trabajadores sienten que ya no tienen suficientes recursos emocionales para
ocuparse del estresor interpersonal, adoptando la estrategia de retiro defensivo,
esta actitud corresponde a un perfil psicológico de respuesta excesiva, agresiva y
tensa, factores propios de una personalidad tipo A, asociándose como factores
predisponentes al síndrome de Burnout.
Medina (2002), en su investigación con 40 deportistas de alto rendimiento
demuestra que factores de personalidad como la agresividad, la competitividad, la
ambición, la dominancia y control en sus relaciones interpersonales, propios de la
personalidad tipo A, hacen que estos sean factores predisponentes al síndrome ya
que la mayoría de los deportistas con síndrome de Burnout perciben que ellos
tienen el control sobre sus vidas (locus de control interno). Estos factores se
relacionan ampliamente con la variable intrapersonal predisponente al Síndrome
47
de Burnout, de personalidad resistente, pues las tres dimensiones que configuran
este tipo de personalidad son: compromiso, control y desafío, también se relaciona
con la autoeficacia, pues esta se fundamenta principalmente en la demostración
de que si es capaz, convirtiendo a la persona en un ser competitivo.
Hernandez, Olmedo, Ibañez (2004), en su investigación con una muestra de
personal sanitario de 222 participantes, confirma que aquellas personas que
tienen factores de personalidad tipo A como la agresividad y la hostilidad, están
predispuestas a presentar el síndrome de Burnout, pues afirma que existe la
tendencia a que las personas con mayores niveles de despersonalización se
caractericen por tener niveles bajos en distanciamiento y altos en confrontación;
estas conductas alimentan las variables predisponentes del Burnout en un
contexto ambiental, pues al presentarse agresivos y hostiles, no reciben apoyo
social por parte de sus familiares y amigos, debilitando los canales y el flujo de
comunicación, deteriorando su ambiente social, siendo este un conjunto claro de
actitudes y factores que desencadenan la aparición del síndrome.
Bencomo, Paz, Liebster (2004), a partir de una investigación con 117 sujetos,
afirman que los sujetos agotados presentaron al mismo tiempo un nivel bajo de
ajuste psicológico, “lo cual es indicativo de perturbaciones en distintas funciones
psicológicas, reflejadas en la dificultad para hacer frente a los estresores propios
del ambiente laboral en donde se desempeñan”; 5 lo que lleva a corroborar que las
estrategias de afrontamiento utilizadas son inadecuadas, y que es una variable
intrapersonal que predispone a presentar Síndrome de Burnout. De igual forma
este grupo presento como rasgos de personalidad: sensibilidad a la crítica,
interpretación de las intenciones de otros como agresiones, tendencia a la
desconfianza y dificultad para establecer contactos sociales; por lo que se puede
5
Haley W, Roth D, Coleton M, Ford G, West C, Collins R, Isobe T. Appraisal, coping and social support as mediators of wellbeing in black and white family care givers of patients with Alzheimer’s disease. J Consulting Clin Ps 1996.
48
afirmar que estos rasgos de personalidad son predisponentes al Burnout y son
rasgos propios de una personalidad tipo A.
En síntesis los factores de la personalidad tipo A que son predisponentes al
Burnout corresponde a un perfil psicológico de respuesta excesiva, agresiva y
tensa; son personas competitivas, ambiciosas, hostiles; además muestran en sus
relaciones interpersonales dominancia y control, dificultad para establecer
contactos sociales, pues presentan sensibilidad a la crítica, tendencia a la
desconfianza e interpretan las intenciones de otros como agresiones.
Factores de personalidad tipo B, predisponentes al Síndrome de Burnout
Judge, Heller, Mount (2002), en su meta-análisis unen el modelo de 5 factores de
personalidad con la satisfacción en el trabajo, analizando 334 variables
correlacionadas en 163 muestras de diferentes investigaciones, teniendo como
resultados que factores propios de una personalidad tipo B, como el neurotisismo,
la extroversión y la escrupulosidad, son los factores mas fuertes con relación a la
satisfacción en el trabajo, generando predisposición al síndrome de Burnout, pues
las personas que tienen poca satisfacción en relación con variables propias de un
contexto organizacional como lo es el diseño de puestos de trabajo, ambigüedad
en el rol, sobrecarga laboral entre otros, son personas que están altamente
predispuestas a presentar Burnout. También permite inferir a través de su
investigación que puntuando bajos los factores de neurotisismo y la extroversión,
se tiene una estabilidad emocional ya que de acuerdo a (DeNeve & Cooper, 1998)
son los principales aspectos de una “personalidad feliz”.
De igual manera, Judge, Ilies (2002), a partir de un meta-análisis, plantean la
relación entre el modelo de 5 factores de personalidad y la teoría de la motivación,
a partir del análisis de solamente 3 factores de personalidad, con base en 150
49
correlaciones de 65 estudios. En este, afirman que el neurotisismo se relaciono
negativamente con las perspectivas teóricas de la motivación, siendo este aspecto
nuevamente calificado como predisponentes a la aparición del síndrome de
Burnout; pues en el neurotisismo, debido a su naturaleza esencialmente negativa,
las personas experimentan los eventos de su vida más negativos que otras
personas. La magnitud de tales situaciones ocurre con respecto al trabajo
traduciéndose en niveles bajos de satisfacción laboral y poca motivación al mismo.
En síntesis los factores de la personalidad tipo B que son predisponentes al
Burnout, son el neurotisismo y la extroversión.
Factores de personalidad tipo C, predisponentes al Síndrome de Burnout
Hernandez, Olmedo, Ibañez (2004), en su investigación, también confirma
relaciones entre algunos factores del síndrome de Burnout y factores del
afrontamiento a agentes estresores; las personas que utilizan como estrategia de
afrontamiento el escape-evitación presentan mayores niveles de cansancio
emocional y de Burnout que las personas con una afrontamiento centrado en el
problema, en este mismo orden de ideas, se encuentran que las personas que
creen tener un buen clima laboral son personas que utilizan como forma de
afrontamiento a búsqueda de apoyo social centrado en el problema, siendo este
factor de personalidad predominantes en personalidades tipo C.
Bencomo, Paz, Liebster (2004), encuentran que las personas No Agotadas o sin
Burnout, evidenciaron niveles elevados de ajustes psicológicos, lo cual indica que
se trata de personas cuyo afrontamiento al agente estresor está dirigido a
establecer equilibrio entre las necesidades internas y las exigencias ambientales.
Estas personas no se encuentran “especialmente capacitadas” o “inmunes” al
estrés, son capaces de afrontar situaciones laborales estresantes, evitando
50
acumular tensiones. Esto se observa más claramente al considerar factores de
personalidad asociados a la condición de No Agotados: optimismo, observación
realista de los hechos y habilidad para establecer adecuados contactos
interpersonales. Esto es importante ya que las habilidades interpersonales y el
contacto con otros permite establecer adecuados apoyos sociales, lo cual es un
factor relevante en situaciones de estrés, ya que se considera como inoculador del
síndrome de Burnout. Otros rasgos que se destacaron en personas No Agotadas
son el equilibrio entre la espontaneidad y la represión emocional, la fuerza del Yo y
la habilidad para afrontar situaciones de estrés. Relacionándose estos factores
ampliamente con una personalidad tipo C.
En síntesis, no hay factores de la personalidad tipo C predisponentes al Burnout,
por el contrario este las personas que son introvertidas, apacibles, que controlan
sus expresiones de hostilidad y con la habilidad de establecer contactos
interpersonales en busca de aprobación, generan mecanismos adecuados de
afrontamiento de los agentes estresores,
lo que los hace poco propensos a
desarrollar el síndrome de Burnout.
Ahora bien, existe un cierto grado de acuerdo entre los investigadores que
estudian el síndrome de Burnout al considerar que los profesionales más proclives
a quemarse por el trabajo corresponden a perfiles psicológicos empáticos,
sensibles, humanos, con dedicación profesional, idealistas, altruistas, obsesivos,
entusiastas y susceptibles de identificarse excesivamente con los demás, sin
enmarcar estos factores en una personalidad tipo A, B o C. También indican que
la personalidad tipo A se relaciona significativamente con mayores sentimientos de
agotamiento emocional y mayor despersonalización, sin desconocer que se han
hallado factores de personalidad que hacen más resistentes a unas personas que
a otras frente al desarrollo del Burnout. Sin embargo, no hay diferencias
significativas entre el tipo de personalidad y el rango del estrés lo que puede
51
explicarse en virtud de que tener una personalidad tipo A, B o C, no implica
necesariamente padecer de estrés en el trabajo, pues la teoría de demandacontrol establece que el estrés esta en función del grado de control sobre la tarea.
Cada uno de los factores de personalidad descritos, independientemente de su
categorización en una personalidad tipo A, B o C, por si mismos no podrían llegar
a ser factores predisponentes del síndrome de Burnout, es necesario que estos
factores
estén
organizacionales
acompañados
como
el
de
diseño
condiciones
adecuadas
en:
de
de
jerarquización,
puesto
trabajo,
contextos
participación en toma de decisiones y satisfacción laboral; y de características
personales, en cuanto al afrontamiento del agente estresor; y
una adecuada
relación con el contexto ambiental; generando sinergia en la relación de cada uno
de estos contextos, máxime si se entiende al trabajador como un ser integral y
sistémico.
Desde la revisión documental realizada, y a partir de la conjugación del ejercicio
del psicólogo y del salubrista ocupacional, me atrevo a resignificar la ecuación de
la génesis del Burnout planteada por Helliwell (1981),
en donde incluye la
susceptibilidad individual y la sobrecarga y/o crisis vital como desencadenantes
del Síndrome de Burnout; este nuevo constructo, amplia los factores
predisponentes al síndrome incluyendo aspectos que están significativamente
relacionados con la aparición del mismo, a partir de una visión sistémica del
síndrome, pues por si solo cada uno de los aspectos que se mencionarán a
continuación, no generan el síndrome de Burnout, pero que en conjunto si son
aspectos predisponentes, de tal manera que la susceptibilidad individual se
traduce en factores de personalidad predisponentes al síndrome y la sobrecarga
laboral se entiende a partir del modelo de variables predisponentes planteadas por
Nagy y Nagy (1992) y Sandoval (1993), teniendo como resultado, la siguiente
ecuación:
52
Gráfica 1. Ecuación planteada por Helliwell (1981).
Fuente: Useche, J. Datos de la Investigación.
Gráfica 2. Ecuación básica planteada como nuevo constructo.
Fuente: Useche, J. Datos de la Investigación.
53
Gráfica 3. Ecuación con nuevos elementos a partir del análisis en la presente
investigación.
Fuente: Useche, J. Datos de la Investigación.
Esta investigación, abre la puerta, para el planteamiento de una Personalidad
Burnout, en donde se integran aquellos factores de personalidad predisponentes
al síndrome, y que se encuentran categorizados en los diferentes tipos de
personalidad A, B y C, todo esto a partir del nuevo constructo de la Génesis del
Burnout, aquí planteado. Del Igual manera orienta al Especialista en Salud
Ocupacional, en el diseño de programas de prevención e intervención, en la
medida en que se tome como factor de riesgo la variable predisponentes del
contexto organizacional y se identifiquen tempranamente en el trabajador los
factores de personalidad predisponentes a la aparición del síndrome.
54
9. CONCLUSIONES
1. Los factores de personalidad categorizados en el tipo de personalidad A
predisponentes al síndrome de Burnout corresponde a un perfil psicológico
de respuesta excesiva, agresiva y tensa; son personas competitivas,
ambiciosas, hostiles; además muestran en sus relaciones interpersonales
dominancia y control, dificultad para establecer contactos sociales, pues
presentan sensibilidad a la crítica, tendencia a la desconfianza e interpretan
las intenciones de otros como agresiones.
2. Los factores de la personalidad tipo B que son predisponentes al Burnout,
son el neurotisismo y la extroversión.
3. No hay factores de la personalidad tipo C predisponentes al Burnout, por el
contrario las personas que son introvertidas, apacibles, que controlan sus
expresiones de hostilidad y con la habilidad de establecer contactos
interpersonales en busca de aprobación, generan mecanismos adecuados de
afrontamiento de los agentes estresores, lo que los hace poco propensos a
desarrollar el síndrome de Burnout.
4. Cada uno de los factores de personalidad, independientemente de su
categorización en una personalidad tipo A, B o C, por si mismos no podrían
llegar a ser factores predisponentes del síndrome de Burnout, es necesario
que estos estén acompañados de condiciones laborales, ambientales y/o
familiares que favorezcan la aparición del síndrome.
5. Los profesionales más proclives a quemarse por el trabajo corresponden a
perfiles psicológicos empáticos, sensibles, humanos, con dedicación
profesional, idealistas, altruistas, obsesivos, entusiastas y susceptibles de
identificarse excesivamente con los demás, sin enmarcar estos factores en
una personalidad tipo A, B o C.
55
10. RECOMENDACIONES
1. No es posible diseñar puestos de trabajo y minimizar riesgos de ocurrencia de
síntomas asociados al Burnout, sin involucrar la personalidad del trabajador y
su simbiosis con la organización a la cual pertenece, es necesario, generar
construcciones de significados a partir de los marcos de referencia del
trabajador con respecto al riesgo, teniendo como objetivo primordial la
minimización o extinción del mismo; en esta resignificación del riesgo, es clave
determinar la perspectiva de vida del trabajador a partir de su personalidad,
pues para un trabajador con personalidad tipo A su visión del riesgo es
totalmente diferente a la de un trabador con personalidad tipo C, lo que no
permitiría unidad de criterio. Para lo cual se sugiere resignificar el riesgo bajo el
siguiente esquema:
56
2. La predisposición al síndrome de Burnout, no puede verse solamente desde
una personalidad tipo, es necesario tener en cuenta la simbiosis del trabajador
con la organización.
3. El síndrome de Burnout, podría analizarse desde el modelo de “economía de la
conducta”, teniendo en cuenta variables como motivación y satisfacción en el
trabajo.
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ANEXOS
ANEXOS
ANEXO No. 1
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