La Ruta de la plata

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EL OESTE ESPAÑOL: LA RUTA DE LA PLATA
Desde época remota, existe una ruta trazada entre montañas, valles y llanuras, que une el norte y el sur de
España, en cuya cuenca baja del Guadalquivir de la antigua Iberia floreció la primera gran cultura urbana
occidental, bajo la mítica monarquía de Tartessos, a finales de la Edad de Bronce. Debido a la gran riqueza
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minera por ellos controlada, y a las posteriores mediterráneas −fenicias, griegas y romanas−, el sur de España
adquirió gran significación como productor de metales preciosos.
Cuando los romanos en su expansión comercial y política invaden la Península Ibérica en el 218 a. C.,
otorgan gran importancia a las calzadas para abarcar la totalidad del territorio, con su extensión de 29.000
kilómetros de vías principales y secundarias, habiendo sido la Ruta de la Plata una de las más importantes.
Su nacimiento se debió a la necesidad de contar con una salida al mar y facilitar la circulación de mercancías
y tropas entre el norte y el sur de la península y alcanzar así su destino final: enviar a Roma los ricos recursos
obtenidos, además de introducir su orden, equilibrio y cultura. De la importancia estratégica y económica de
la Ruta de la Plata, da fe el impulso que le prestaron los emperadores Tiberio, Trajano y Adriano, calzada que
enlazando Gijón con Sevilla a través de Astorga, se dirigía a Cádiz por León, Salamanca y Mérida,
siguiendo casi exactamente la actual carretera N−630, favoreciendo el comercio interior de la península, hasta
entonces prácticamente inexistente.
En definitiva, la calzada y puentes romanos, algunos tan notables como los de Mérida y Alcántara, fueron la
piedra angular, desde el siglo I hasta el XIX, sobre las que se construyeron nuestros caminos y carreteras, y
durante el medievo, las únicas existentes. Por ello, la Ruta de la Plata es un excepcional legado
histórico−artístico por el arte y la civilización que a su paso se crearon, levantando ciudades, circos, teatros,
anfiteatros, templos, acueductos, termas, puentes, arcos y fortalezas, además de favorecer el desarrollo de una
rica arquitectura tradicional, folklore, artesanía, etc. Las referencias que se ofrecen, corresponden a uno de los
más excitantes itinerarios que la geografía española ofrece al viajero interesado en el legado romano. Un
itinerario apasionante, amplio y variado; una inmersión en nuestra Historia en un universo múltiple,
inagotable y diferente, con monumentos civiles y religiosos, romanos y moriscos..., todo un cúmulo de
sensaciones del acervo histórico−cultural español, complejo como resultado del mestizaje de sus culturas,
único e irrepetible.
ASTURIAS
Gijón. Palacio de Revillagigedo
El Palacio de los Marqueses de San Esteban de Mar, conocido con el nombre de Palacio de Revillagigedo,
data del siglo XVIII, habiendo sido recientemente restaurado para su utilización como sala de exposiciones.
Es una construcción palacial urbana cuyo núcleo original parece ser, parte de la torre Este, que fue tomada
como modelo para la edificación de la otra torre, dando lugar al tipo de palacio con dos torres, flanqueada la
fachada y estructurado en torno a un patio desplazado.
Adosada al Palacio está la iglesia de San Juan Bautista, La Colegiata, cuya construcción finalizó en 1702.
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Oviedo. Catedral
La construcción de la Catedral se inicia en 1295 con los trabajos en la Sala Capitular. Sin embargo, la mayor
parte de la obra se realizará en el siglo XV, en pleno gótico flamígero. Su interior nos transmite el nuevo
espíritu del templo de Dios, manifestándose arquitectónicamente por la elevación de sus muros y la luz que
penetra suavemente a través de las hermosísimas vidrieras policromadas. Destaca el soberbio retablo mayor,
de comienzos del XVI, con exquisitas tallas policromadas, siendo la Sala Capitular y el Claustro, otros
magníficos ejemplos del Gótico Internacional de Asturias.
Aneja a la Catedral se encuentra la Capilla de San Miguel, o Cámara Santa, edificio del siglo IX, del reinado
de Alfonso II el Casto y que se supone formaba parte del palacio del rey, hoy desaparecido. En esta cámara se
conservan piezas únicas de orfebrería prerrománica, como la Cruz de los Ángeles y la de La Victoria, la Caja
de las Ágatas, y el Arca Santa, conteniendo preciosas reliquias.
LEON
Arbás del Puerto (León). Colegiata de Santa María
Situada casi en la cima del Puerto de Pajares, en el límite de Asturias, fue hospital de peregrinos y viajeros.
Fundado por el rey Alfonso VII en el siglo XII, es obra cisterciense con enfoques asturianos. En el siglo
XVIII se cubrió la nave mayor con bóveda de crucería, siendo el hemiciclo de la capilla mayor, la obra más
original y acabada de toda la iglesia, levantándose sobre un zócalo un muro semicircular y liso hasta la altura
de las ventanas, donde remata en una imposta de dientes de sierra
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León. Hostal de San Marcos
Su construcción actual arranca de 1513, habiéndose terminada en 1541. Primeramente se edificó la iglesia,
muy grande, toda de sillería; tiene planta de cruz con cabecera semihexagonal y capillas a ambos lados de la
nave. Es del más puro estilo gótico. El lienzo de la rica fachada, se compone de dos cuerpos, emplazándose
sobre un interesante zócalo decorado con medallones efigiados que lo convierten en una singular galería de
retratos. Sobre este zócalo, un friso de querubines da paso al cuerpo bajo, en cuyo lienzo aparecen ventanas de
medio punto y pilastras platerescas, y entre ellas, hornacinas pareadas sin estatuas. Se adornan con labrados
escudos de la ciudad de León y la Orden de Santiago. Se remata con una cornisa donde se emplazan gárgolas
y un calado antepecho. La obra se finalizará en estilo barroco con un Santiago Matamoros y un pantallón
donde se sitúa el escudo imperial.
Quintana del Marco. Iglesia Parroquial
Situado en la zona del río Jamuz, dentro del trazado de la Ruta de la Plata, se encuentra Quintana del Marco
con restos de un castillo: murallas y torre del homenaje.
La Iglesia parroquial muestra, inserta en su fachada, una cabeza en piedra del emperador Marco Aurelio, que
da nombre a la población de indudable ascendencia romana, como lo demuestran las numerosas piezas
arqueológicas descubiertas en su término municipal a finales del pasado siglo y distribuidas en los museos de
Madrid y León.
La Bañeza. Iglesia de Santa María
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Tanto el crucero como la capilla mayor, semioctogonal, son de mitad del siglo XVI, con arcos redondos y
bóvedas de crucería. Sus pechinas tienen medallones dentro de coronas con los escudos de armas de los
Bazanes, señores de la villa, y cuenta con una gran torre del siglo XVII, de sillería. En el interior cabe destacar
un crucifijo y dos relieves en la sacristía, del siglo XVII también, el retablo procedente del Convento de los
Carmelitas Descalzos, del XVII, con gran crucifijo, la estatua de la Virgen del Carmen, de la escuela de
Fernández.
Valencia de Don Juan. Castillo
Antiguamente denominada Coyanza, el actual castillo se levanta a orillas del río Esla, formando uno de los
conjuntos más bellos y fotogénicos. Fue primero amurallado con tapias de tierra y torrecillas, en línea
redondeada, como aún se puede percibir en su interior. En el siglo XV, bajo los Acuñas, se reedificó
utilizando la muralla vieja como espaldar, con obra de mampostería bien conservada.
El recinto lo constituye el foso, un antemuro con amplios cabos, y la gran muralla, con cortinas y torreones,
dos de ellos con escudos de armas; el central, tenido por un león, lleva los blasones de Castilla, León, Portugal
y Acuña, y los laterales, de Quiñones y Enríquez.
Astorga. Ayuntamiento
El edificio consistorial astorgano es uno de los más importantes de la provincia leonesa. Ocupa un frente de la
plaza Mayor, habiendo sido su tracista y realizador, Manuel de la Lastra, maestro mayor de las obras de la
Catedral. Su fachada enmarcada en dos torres, es de tipo austriaco. Cuenta con dos plantas con dos vanos a
cada lado a modo de balcones, y en el centro la puerta principal formada por arco de medio punto franqueada
por dos columnas estriadas.
Sobre este conjunto se eleva un tercer cuerpo coronado por un reloj en medio, con los famosos maragatos que
golpean su campana para marcar las horas.
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Castrillo de los Polvazares
Se trata de un bello ejemplo de arquitectura popular maragata, con calles principales empedradas de grandes
losas en el centro y canto rodado en el resto. Las casa de piedra en mampostería y jambeados de sillería de la
calle principal, tienen portadas de medio punto adoveladas y con escudos.
ZAMORA
Benavente. Iglesia de Santa María del Azoque, o del Mercado
En el centro de la ciudad se encuentra esta bella iglesia cuya construcción comenzó hacia 1180. Reúne
diferentes épocas y estilos, su planta es de cruz latina, crucero muy pronunciado y cabecera con cinco ábsides
que en el exterior sorprenden por su originalidad y armonía volumétrica. Un siglo más tarde se reanudan las
obras y se construye la maciza torre de defensa, rectangular con vanos de arco apuntado.
Zamora. Catedral
Fue fundada por Alfonso VII en 1135, terminándose su construcción hacia 1174. En ella se refleja la unidad
de estilo de la transición románico−gótica a pesar de las restauraciones posteriores, como en la Torre de El
Salvador (siglo XIII), la cabecera gótica (siglo XV), el Claustro Herreriano (siglo XVIII) o la fachada norte,
neoclásica. La única portada románica es la sur, denominada Puerta del Obispo. La armonía del románico se
enriquece con los aires bizantinos de la cúpula y su maravilloso cimborrio. La planta es de cruz latina con tres
naves de cuatro tramos y tres ábsides. La sillería del coro es una obra admirable del siglo XVI. Destaca
también la escultura románico−gótica de la Virgen de la Calva, del siglo XIII, el sepulcro del Dr.Grado,
gótico−flamenco del XV, y la impresionante imagen del Cristo de las Injurias, del siglo XVI.
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Toro. Colegiata
La construcción de Santa María la Mayor se inicia en 1160, reinando Alfonso VII, y finaliza hacia el 1240,
siendo erigida colegiata por los Reyes Católicos en 1480. Es el templo más significativo de la ciudad, con
planta de tres naves y un crucero, de estilo románico en la cabecera y gótico en el pórtico, rematado por un
esbelto y hermoso cimborrio que une lo mudejar con lo salmantino.
La Portada de la Majestad (siglo XIII) recuerda el Pórtico de la Gloria de Santiago de Compostela, con
arquivoltas que albergan figuras representando a ángeles, reyes, patriarcas, profetas, obispos... En el interior,
dentro de la Sacristía, se encuentra una tabla flamenca del siglo XVI, conocida como la Virgen de la Mosca.
Campillo. Iglesia de San Pedro de la Nave
Se trata de una muestra excepcional, casi única, del arte visigótico, trasladada en 1930 desde su lugar de
origen al emplazamiento actual. Su planta es rectangular, tiene tres naves atravesadas por un crucero en cuyos
extremos hay dos portadas y un ábside rectangular en la nave central, precedente importante para el románico.
La capilla mayor tiene un arco triunfal sobre dos columnas de las cuatro que apean los arcos torales de la
nave. Conforme a la tradición visigótica, sus arcos son en su mayoría de herradura, y los de las puertas
laterales, de medio punto muy peraltados con apoyo saliente.
Destacan los capiteles historiados de Daniel en el foso de los leones y El Sacrificio de Isaac.
SALAMANCA
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Salamanca. Plaza Mayor
La actual plaza, una de las más notables de España, se debe al corregidor don Rodrigo Caballero y Llanes,
quien en 1729 decidió su construcción, con proyecto de Alberto de Churriguera quien concibió un espacio
regular que se acerca al cuadrado perfecto. El Pabellón Real es la construcción más antigua, siendo un
excelente ejemplo, no sólo del barroco salmantino, sino nacional. La plaza se compone de casi un centenar de
arcadas y tres pisos rematados por una balaustrada de piedra. Las enjutas de los arcos están decoradas con
escudos y medallones dedicados a los Reyes de España y a los héroes nacionales. El Ayuntamiento, que ocupa
el centro de la plaza, fue edificado en 1755 por Andrés García de Quiñones.
Salamanca. Puente Romano
Atribuida su construcción al emperador Trajano, el Puente Romano sobre el río Tormes es obra fundamental
de la Vía de la Plata. Se compone de 26 arcos, los primeros 15 −los más próximos a la ciudad− romanos, y los
restantes del siglo XVII debido a una riada que destruyó los primitivos en 1626. En uno de sus extremos se
encuentra el famoso toro de la puente, berraco celtibérico unido a las aventuras del Lazarillo de Tormes.
La Alberca. Plaza Mayor
Al pie de la sierra de Francia, en la Cordillera Central, se encuentra el pueblo de mayor sabor regional de toda
la provincia de Salamanca, y uno de los que mayor interés y atractivo ofrecen, en toda España. Por su tipismo,
belleza, peculiar arquitectura popular, y por la forma y articulación de sus espacios, ha sido declarada
Monumento Nacional en su totalidad. Los saledizos y galerías corridas que originan los pisos volados, unidos
a los efectos de los pronunciados aleros, contribuyen a acentuar la estrechez de las calles, tradicionalmente
empedradas, constituyendo un estilo conservado a través de muchos siglos y que poco a poco tiende a
desaparecer.
Cuenta con una espléndida Plaza Mayor rodeada de soportales formando un sorprendente conjunto. En la
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iglesia Parroquial, edificio del siglo XVIII de tres naves separadas por pilares y cubiertas por bóvedas de
cañón con lunetos y de aristas, se conserva un púlpito de piedra del siglo XVI adornado con relieves de santos
y evangelistas, y sostenido por angelitos, una espléndida cruz procesional gótica del siglo XIII, y una custodia
de fines del XVI.
Béjar. Palacio de los Duques de Béjar
Sobre restos de un antiguo castillo, parte del cual aún se conserva, los duques don Francisco de Sotomayor y
Zúñiga y su esposa doña Guiomar de Mendoza, reedificaron en el siglo XVI el Palacio Ducal de Béjar cuya
entrada todavía conserva el aspecto de fortaleza. Tiene dos torres redondas y una poligonal decoradas con
cornisas, azulejos y escudos. En el interior hay un gran patio con galerías y una monumental escalera.
Una de las salas del edificio alberga el Museo Municipal de la villa, con una treintena de cuadros de pintura
flamenca, otros de escuela española, y esculturas.
Ciudad Rodrigo. Ayuntamiento
El edificio fue concebido para la misión que sigue desempeñando en la actualidad. Tal y como se construyó a
mediados del siglo XVI, tenía planta Tal y como se construyó a mediados del siglo XVI, tenía planta
rectangular, adoptando a principios de nuestro siglo forma de ele por el añadido de una crujía lateral, para lo
que se hubo de derruir la vieja iglesia de San Juan. tiene un pórtico y una galería con tres arcos sobre
columnas, las enjutas están decoradas con bustos y medallones, y la fachada franqueada por altos cubos que
ostentan los emblemas de la ciudad.
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Monleón. Torreón
La esbelta torre a modo de atalaya del castillo de Monleón, del siglo XV, forma parte de un conjunto
defensivo más amplio constituido por las murallas que cercan el pueblo, siendo notable por la resistencia que
en 1477 opuso en él la mujer del alcaide, don Rodrigo Maldonado, a las tropas de Fernando el Católico.
La Torre se sitúa en una zona escarpada de la villa, dominando estratégicamente un esquinazo de la muralla;
es cuadrada, de mampuesto de granito con refuerzo de sillería, está rematada en un almenado con garitas
voladas en los frentes y ángulos, y tiene su acceso, a la altura de la segunda planta, mediante un puente
levadizo.
Alba de Tormes. Convento de la Anunciación
Fundado por la propia Santa Teresa de Jesús, cuyos restos allí reposan, fue construido en 1751 comenzando
por una pequeña iglesia de la que se conserva lo que fue la capilla mayor, cubierta con una complicada bóveda
de crucería. La portada, eminentemente escultórica, luce medallones de San Pedro y San Pablo en las enjutas,
la Anunciación en el segundo cuerpo, y arriba la figura de Dios Padre. Hacia 1670 se procedió a su
ampliación añadiéndose un crucero y capilla mayor.
El convento se sitúa adosado a la nave del evangelio y se organiza alrededor de un claustro de planta
cuadrada.
CACERES
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Trujillo. Palacio de los Marqueses de la Conquista
Es el palacio urbano más singular de Trujillo, construido en la década 1560/1570 por mandato de Hernando de
Pizarro y su esposa Francisca Pizarro, hija del Conquistador del Perú. Hernando de Pizarro era hermano de
Francisco, Juan y Gonzalo Pizarro; aunque a diferencia de los anteriores fue hijo legítimo del capitán de los
tercios, Gonzalo Pizarro el Largo. En 1734, Manuel de Lara Churriguera se ocupó de la reconstrucción del
edificio, reforzando su planta baja. Lo más característico es un balcón de esquina, bello ejemplar renacentista,
que se abre con dos pares de columnas abalaustradas de corte plateresco en cuyos intercolumnios aparecen los
bustos de Francisco Pizarro, Yupanqui Huaynas, Hernando Pizarro y Francisca Pizarro. Tiene también el gran
escudo de armas otorgado a Francisco Pizarro en 1537 por Carlos I.
Cáceres. Palacio de los Cáceres−Ovando, o de las Cigüeñas
Su edificación se remonta a los tiempos del capitán Diego de Ovando Cáceres, a quien se concedió la licencia
real, en 1466, para que pudiese construir su casa sobre las ruinas del viejo alcázar. Diez años más tarde, por
privilegio de los Reyes Católicos, se le permite construir el palacio a su gusto, y por ello es el único ejemplo
de edificio que conserva las almenas y la torre defensiva −Torre de las Cigüeñas−.
A pesar de las muchas reformas introducidas, se aprecian las características constructivas propias de estas
fechas, comunes en la ciudad; los muros son de mampostería, y en parte de la fachada principal y ángulos,
aparece la sillería. En la fachada se combinan, con gran sobriedad decorativa, alfices, escudos y vanos.
Cáceres. Fachada de la Plaza Mayor
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El proceso hístorico medieval de Cáceres, la morfología defensiva de su núcleo inicial, el carácter más
hérmetico de la sociedad intramuros, y el desarrollo de la población, determinarán el emplazamiento actual de
la Plaza Mayor. Si en los comienzos de la villa tenían lugar ante la iglesia de Santa María las actividades
comerciales y concejiles, pronto se impondrá la necesidad de buscar un espacio más amplio y adecuado para
el encuentro colectivo, lo que solo, podrá localizarse extramuros, lugar apropiado para situar la concurrida
feria, a la que acudían con sus ganados y mercancías, muchos vendedores.
La plaza está presidida por la Torre de Bujaco −siglo XII−, la Ermita de la Paz −XVI al XVIII−, el Arco de la
Estrella −XVIII− la Torre de los Púlpitos −XV− y la Torre de la Hierba o Yerba, del siglo XII. Cáceres, por su
magnífico conjunto histórico y monumental, y por sus cualidades artísticas y armonía de conjunto, fue
declarada Patrimonio de la Humanidad en 1986 por la UNESCO.
Alcántara. Puente romano
Sorprendidos por su grandiosidad y equilibrio, los invasores musulmanes le denominaron Al−Cantara, es
decir, el puente, ya que para ellos el de Alcántara era el puente por antonomasia.
Construido sobre el río Tajo por Cayo Julio Lacer entre 103 y 106 d. C., mide 57 metros de altura en la pila
central hasta la rasante, siendo su longitud 194 metros. Destinado a durar por los siglos de los siglos del
mundo, según reza una inscripción en el templete a la entrada del puente, consta de seis arcos de medio punto
con medidas que van de los 28,80 metros en el centro a los 13,80 metros de luz en los extremos. La apertura
de los vanos centrales alcanza la máxima conocida en los puentes romanos, superado sólo por el puente de
Nardi, de 32 metros, que está desplomado. Los arcos descansan sobre sólidas pilas siendo los tres centrales de
sección triangular. En la del centro se levanta un arco conmemorativo con dos inscripciones dedicadas al
emperador Trajano, bajo cuyo imperio se realizó la obra. El arco se remata con almenas añadidas bajo el
reinado de Carlos I, así como con el águila imperial.
Alcántara. Convento de San Benito
Fue el centro administrativo y religioso de la Orden Militar de Alcántara. Comenzadas las obras en 1506, el
conjunto consta de tres partes fundamentales: el convento, la hospedería y la iglesia. El claustro del convento
es de planta cuadrada, con dos pisos: el inferior, cubierto con bóvedas de crucería sencillas, comunica con el
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patio a través de arcos rebajados, mientras que el piso superior lo hace con doble número de arcos de medio
punto. En la parte dedicada a hospedería destaca la galería abierta al exterior compuesta de tres pisos de altura
decreciente. Dos torres cilíndricas rematan los extremos del conjunto.
La iglesia es de grandes proporciones. Tiene bóvedas de crucería estrellada, está compuesta por tres naves de
gran altura de las que sólo se llegaron a realizar dos tramos, y la cabecera se divide en tres ábsides, de los
cuales, el central es ochavado y los laterales semicilíndricos.
Coria. Catedral
El edificio más conocido y representativo de Coria es su Catedral, dedicada a la Asunción de la Virgen. Los
datos sobre la existencia de una catedral gótica se remontan al siglo VI, de la que únicamente se conserva el
claustro, aparentemente del siglo XIV o principios del XV.
La construcción de la actual Catedral se inició en los años finales del siglo XV, con trazas y condiciones de
Martín de Solórzano, retomada en 1520 por Bartolomé de Pelayos. El proyecto presenta una diáfana nave
única, crucero poco desarrollado y testero plano. Dado lo lento y dificultoso de la obra, diversos artífices se
vinculan a ella, pero la larga permanencia de Pedro de Ybarra permite atribuirle buena parte de las soluciones
estructurales y decorativas del templo.
Entre 1723 y 1740, con trazas de Manuel de Lara Churriguera, se remató la torre, iniciándose en 1783 la
construcción de la Capilla de las Reliquias, con bóveda caída, en la que se conservan reliquias de muy
diversas épocas, entre las que destaca el Mantel de la Última Cena.
Plasencia. Catedral Vieja y Nueva
La Catedral Vieja, o románica, comenzó a construirse en el siglo XIII, se alza frente al palacio episcopal y se
accede por la portada del Perdón, de arco de medio punto y con arquivoltas, obra de principios del siglo
XVIII. Presenta un cuerpo de tres naves y cuatro tramos, destacándose su claustro cisterciense, rectangular,
con bellas arcadas que alternan en tres, cuatro y cinco vanos. Desde el claustro se accede a la Capilla de San
Pablo, antes Sala Capitular, del siglo XIII, atribuida al maestro Gil de Cislar.
La Catedral Nueva, empalmada a la construcción románica en sentido longitudinal, presenta dos magníficas
fachadas renacentistas llenas de grutescos, filigranas y esculturas. La principal está rematada con un cuerpo
superior con agujas y cresterías, obra de Gil de Hontañón − 1588−, estando coronada con los escudos de
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Carlos I y el Obispo Vargas y Carvajal, y junto a ellos los bustos del Emperador y su consorte. Adosada a la
Catedral Nueva por la parte del Enlosado, está la torre de la Catedral Vieja, levantada sobre la muralla. Es
obra de sillería, románica con detalles góticos, posiblemente del siglo XV, de la que aún se conservan las
antiguas campanas.
Es de destacar la magnifica sillería del coro, obra de finales del siglo XV del maestro Rodrigo Alemán, con el
detalle de las tallas obscenas debajo de los asientos.
Hervás. Convento de San Juan
La iglesia de San Juan Bautista, anteriormente Convento de los Padres Trinitarios fundado en 1664, cuenta
con una fachada monumental en la que se combina el ladrillo pintado de rojo, la mampostería y la sillería
granítica. Tiene tres naves interiores con un cuerpo central enmarcado por dos enormes pilastras que sostienen
el frontón triangular con el que se remata el edificio. En su interior destaca el retablo mayor del siglo XVIII,
con una decoración complicada a base de estípites a distintas alturas donde se encuentra una serie de
hornacinas que cobijan esculturas de tallas policromadas.
Cáparra. Oliva de Plasencia. Arco de Triunfo
El monumento de Cáparra, con forma de templete, un arco en cada frente, y bóveda de arista, es un
monumento único en su género entre las construcciones hispano−romanas. Emplazado en la zona monumental
de la ciudad, fue erigido como legado testamentario de sus padres por un ciudadano romano, natural, al
parecer, de Cáparra, hacia fines del siglo I d. C. La calzada romana, conocida en la actualidad como Ruta de la
Plata, pasaba por debajo de este arco.
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Baños de Montemayor. Iglesia de Santa María
Al amparo de la Vía de la Plata, de cuyo trazado originario se conservan en este lugar tres kilómetros, surgió
un asentamiento romano en torno a un balneario, aún en uso, dedicado a las Ninfas Caparenses, diosas de las
aguas.
La iglesia de Santa María, declarada Monumento Histórico−Artístico, es obra del siglo XVI. Al exterior
presenta una torre cuadrangular de tres cuerpos y dos portadas. La de los pies es de arco apuntado y muy
primitiva; la segunda se encuentra en el muro del Evangelio, dispone de arco de medio punto con las
imágenes de San Pedro y San Pablo en las enjutas y por remate las de Nuestra Señora y Jesucristo. En el
interior, de una nave de un solo tramo y crucero con cubierta de bóveda de medio cañón, es interesante
destacar el retablo mayor, obra del siglo XVII, y la caja del órgano, del XVIII.
BADAJOZ
Badajoz. Catedral
El primer obispo de Badajoz, fray Pedro Pérez, decide en 1323 iniciar la construcción de la nueva Catedral,
fuera de la muralla con planta de cruz latina de tres naves, claustro, ábsides poligonales, y el crucero, que no
se cubrió hasta el siglo XV con el inicio de la construcción de la única torre, de planta cuadrada, elemento
típico del paisaje urbano dela plaza de San Juan, y se realizan dos nuevos tramos de bóveda. Durante los
siglos XVI y XVII se levantan las capillas laterales que constituyen dos naves más, se termina la torre y se
reedifica el antiguo claustro.
Del aspecto exterior de la Catedral hay que resaltar su carácter sólido, reforzado por las almenas que la
rematan, que hablan de una ciudad eminentemente defensiva.
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Jerez de los Caballeros. Iglesia de San Bartolomé
En la zona más elevada del casco urbano y en el barrio que le da nombre, se encuentra la iglesia Parroquial de
San Bartolomé, edificada a partir del siglo XV y terminada en 1508, aunque las primeras noticias aparecen en
los libros de visitas de la Orden de Santiago en 1494. En 1600 se añadió otro cuerpo de bóveda de cañón
donde actualmente se encuentra el retablo mayor. En 1759, ante el estado ruinoso de la torre, se decide
levantar una nueva, a cuyos pies se encuentra la portada principal, muy ornamentada; tiene tres cuerpos con
columnas salomónicas y pilastras doradas, y ático sobreelevado de gran riqueza ornamental, de tradición
artística sevillana.
Del primitivo templo gótico se conservan algunas capillas del lado del evangelio, como la que contiene el
sepulcro de Vasco de Xerez, fechado en 1535.
Mérida. Acueducto de los Milagros.
El nombre le viene del asombro que su grandiosidad y sólida construcción causaba a los lugareños, quienes
pensaban que su fábrica era obra milagrosa. El núcleo de los 37 pilares que aún subsisten es de hormigón
romano, y su aparejo exterior, de revestimiento mixto, alternando simétricamente cinco hiladas de ladrillos
con otras tantas de sillares graníticos. Esta mezcla alternante es consecuencia de un propósito no sólo
económico, sino también estético, dando lugar a una diacronía tan sencilla como bella y tan apropiada a
edificios, que, como este, habían de quedar desnudos de todo revestimiento.
Su finalidad era llevar agua desde el pantano, obra igualmente romana, a La Emérita Augusta, la actual
Mérida. Ésta, al igual que otras obras arquitectónicas romanas, son las mejor muestra del sentido práctico de
esta civilización.
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Mérida. Teatro romano
Se trata de uno de los más grandiosos y magníficos de toda la Hispania romana, y ejemplo verdaderamente
paradigmático de edificio para espectáculos públicos. Gracias a las inscripciones halladas en él, puede
establecer con exactitud la cronología de su construcción, en torno a los años 16−15 a. C., de la mano de
Agripa, el yerno de Augusto. Fue restaurado entre los años 333 y 335 d. C.
Su aforo se estima en 6.000 espectadores sentados, habiendo sido diseñado siguiendo fielmente los preceptos
vitruvianos. El graderío se articula, como es norma, en tres sectores: summa cavea, gradería alta, localidades
para esclavos y gentes desfavorecidas, la media cavea, reservada para los séquitos o caballeros. Los lugares de
máxima preferencia estaban en las tres gradas de ladrillo que circundan la orquesta, donde se colocaban los
asientos móviles de los senadores y primeras autoridades de la ciudad y de la Provincia.
Su primitiva función ha sido recuperada, al desarrollarse en él durante el verano los Festivales Internacionales
de Teatro Clásico de Mérida.
Zafra. Alcázar (Actual Parador de Turismo)
En el Alcázar, majestuoso palacio fortificado de los Duques de Feria, uno de los más destacados de
Extremadura, se ha instalado el Parador de Turismo denominado Hernán Cortés en homenaje al conquistador
de Méjico, protegido de los Duques de Feria, y en el que habitó antes de su partida hacia el recién descubierto
Nuevo Mundo. La construcción del Alcázar dio comienzo en 1437 bajo la dirección de don Lorenzo Suárez de
Figueroa, cuyo escudo, junto con el de su esposa, doña María Manuela, se advierte en la portada, en los
adornos interiores y en los artesonados.
SEVILLA
La Giralda
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En el corazón de la Sevilla legendaria, la primitiva Hispalis, importante centro cultural ya desde la
dominación romana, visigoda y luego musulmana, iniciaron los almohades en 1172 la construcción de la
mezquita mayor de Sevilla en el lugar que hoy ocupa la gran Catedral gótica, una de las mayores de la
cristiandad, edificada entre 1400 y 1520. El esbelto minarete del desaparecido templo musulmán está
constituido por La giralda, erigida de 1184 a 1196, tiene planta cuadrangular, 93 metros de altura, y hermosas
arquerías ciegas de paños de ladrillos ricamente ornamentados, obra del arquitecto Alí de Gómara. En la
actualidad sirve de campanario a la Catedral, para lo cual en 1568 se le añadieron, por el arquitecto Hernán
Ruiz, cinco cuerpos coronados por una cúpula sobre la que se levanta la Estatua de la Fe, con el estandarte que
sirve de veleta o giralda, denominada el giraldillo.
El Alcázar
Se trata de un notable recinto fortificado cuyos orígenes se remontan a más de mil años. Sede de los monarcas
taifas, fue ampliado por los almohades en el siglo XII. Pedro I de Castilla, llamado el Cruel, ordenó construir
en el siglo XIV junto al ángulo sudoeste el nuevo alcázar, habilitándolo como residencia real, habiendo sido
objeto de reformas durante los reinados de Juan II, de los Reyes Católicos, y de Carlos V, y restaurado en
época de Isabel II.
La parte fundamental del palacio que hoy admiramos es obra capital del arte hispano−almohade y mudéjar,
destacando el Patio de las Doncellas y sus bellos jardines, que combinan la estética mudéjar, itálica y
romántica, con una rica flora. En los palaciegos salones del interior del alcázar hispalense se conserva una
valiosa colección de pinturas y tapices que narran la expedición de Carlos V a Túnez en 1535.
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