DESIGUALDAD JURfDICA EN EL ARTfCULO 104

Anuncio
www.derecho.unam.mx
DESIGUALDAD JURfDICA EN EL ARTfCULO 104,
FRACCION 1-B DE LA LEY
FUNDAMENTAL
Lic. Alberto
DEL
CAsrir.~ourr. VALLE
Antes de entrar ;11 problema ceiiiral de este estudio, es imperioso
Iiacer algunas anotaciones en vía de antecedentes, para electos de que,
al momento de llegar al fondo del problema en cuestión, se tenga pleno
conocimierito del contorno al mismo.
Sabido es que el Poder Público se divide en tres funciones: legislativa (cuya misión primaria es hacer leyes), ejec~ltiun o a<lrninist,-ntiua
(que tiene por objeto primario aplicar las mismas en el ámbito de desarrollar obras en favor de la colectividad) y judicial (que tiene por priiicipal función dirimir las controversias surgidas en socieclad, ya sea entre los particulares entre si o con las autoridades publicas).
No obstante lo anterior, cada uno de esos "Poderes" o funciones puede tener actividades propias de los otros dos "Poderes". Así, órganos
que pertenecen al Poder Ejecutivo pueden desempeñar la actividad de
los juzgadores, como es el caso de los Tribunales Fiscal de la Federación
y de lo Coiitencioso Administrativo, los que tienen facultades y funciones jiirisdiccionales, independientemente de que no son parte del
Poder Judicial.
Los Tribunales de lo Contencioso Administrativo Iian sido creados
para resolver problemas litigiosos entre la Administraci6n Pública
y los "particulares" (gobernados), teniendo su competencia delimitada y
prescrita atendiendo al tipo de autoridad que emitió el acto que se
impugna y que, por ende, sea la demandada en el juicio administrativo, por l o que en cada una de las treinta y dos entidades federativas
existe un Tribunal de lo Contencioso Administrativo, y e n tratándose
de las contiendas que se suscitan entre la Administración Pública Fe.
Profesor de Prictica Forense dc Amparo dc la Facultad de Derecho de la
UNAM.
188
ALBERTO DEL CASTILW DEL VALLE
deral y los gobernados, conoce del problema correspondiente al Tribunal Fiscal de la Federación.
N o obstante que los Tribunales Administrativos no pertenecen al
Poder Judicial, el juicio administrativo es un verdadero procedimiento, en el que un gobernado comparece ante u n órgano con facultades
jurisdiccionales (Tribunal Administrativo), para demandar de una autoridad estatal y que pertenece a la administración pública federal o
local una prestacidn consistente en la nulidad de un acto de que emitió la referida autoridad y que en consideración del gobernado (actor
en el juicio administrativo). es ilegal, procediendose a admitir la demanda para entonces notificarla a dicha autoridad, con lo que se le
emplaza a juicio para que compareza a defenderse. Acto seguido y respetando los terminos procesales, ambas partes aportarán los elementos
probatorios que consideren pertinentes, dándose lugar a que se dirima
la controversia planteada, mediante el dictado de una resolución, Ilamada sentencia.
Hasta ahí no liay problema alguno, siendo esos aspectos propios de
todo proceso o juicio, pues en los elementos de toda acción a saber:
el actor, representado por el gobernado que, afectado en sus derechos
por un acto de autoridad administrativa, pone en movimiento al Tribunal Administrativo; el demandado, que es la autoridad que dio origen al acto impugnado: el órgano jurisdiccional, constituido por el
Tribunal Fiscal de la Federación o por el Tribunal de lo Contencioso
Administrativo respectivo; la causa remota, o sea, el derecho que tiene
un gobernado y del que es su titular; la causa próxima, que importa
el acto impugnado, por ser el que desconoce el derecho del gobernado
o causa remota; y, el objeto de la acción y que en este caso es la declaratoria de nulidad de ese acto.
Ahora bien, si la resolución que dicte el Tribunal de lo Contencioso Administrativo es desfavorable para el gobernado, este puede ejercitar la acción de amparo directo, de la cual no goza ninguna autoridad
estatal, pues no son titulares de garantias individuales, por lo que estas
no pueden promover el juicio constitucional en ningún caso.
En contraposición y para equilibrar la balanza jurídica si la autori.
dad demandada en el juicio administrativo pierde el mismo, puede
promover el recurso de revisión administrativa o fiscal, que incorrectamente ha sido llamado por algunos abogados como el amparo de las
autoridades, sin que semejante institución jurídica exista o pueda concebirse, pues el amparo se ha creado para proteger garantias individuales y no para defender los actos de gobierno, lo que se aprecia
desde el eritendimieiito del priiicipio £utidarnent;il del ariiparo, denominado rlc la procedencia del amparo contla actos de autoridad (sobre
este principio Icose mi libro La Defensa Jziridica de la Constitución de
MÉxico, donde analizo tal tema). Esta procedcncia seria absurda, como
absurdo resulta oirlo.
De ese recurso de revisión administrativa en cuanto a su estadia legal, surge un problema jurídico-constitucional muy significativo, que
lo representa la desigualdad que se preve dentro del texto del articulo 104, fracción 1-B, de la propia Carta Magna Nacional, debido a que
en él se da un trato distinto para los gobernados del Distrito Federal
y los gobernados a nivel federal, en relacidn con los de las demás entidades federativas, así como para las administraciones públicas federal
y del Distrito Federal, en relación con las de los Estados que conforman la Federación.
En efecto, el referido precepto de la Ley Siiprenia expresa que compete a los Tribunales de la Federación (en concreto, a los Tribunales
Colegiados de Circuito), resolver el recurso de revisión administratiua
que hagan valer las autoridades perdidosas en u n juicio seguido ante
el Tribunal de lo Contencioso Administrativo que dirima las controversias surgidas entre los particulares y la administración pública federal o la del Distrito Federal, sin que esa competencia corresponda también a los tribunales federales para el caso de que el juicio de lo contencioso administrativo se haya seguido en contra de u n acto de alguna
autoridad de una administración pública estatal o local, distraía a la
del Distrito Federal.
Ergo, el constituyente permanente que reformó e» 1988 el texto del
artículo en comento, lia dado u n trato distinto a situaciones srmejantes y, por ende, ha producido una desigualdad juridico-constitucional
significativa y grave para ambas partes en cada uno de los supuestos
correspondientes. en atención a las siguientes consideraciones:
1. En tratándose de los juicios ante los Tribunales a que se contrae
el articulo 104, fracción 1-B, de la Carta Magna, que son a los que hace
alusión el artículo 73, fracción XXIX-H, de la propia Ley Suprema,
y que en concreto se trata del Fiscal de la Federación y del Contencioso Administrativo del Distrito Federal, se dan dos situaciones especificas:
a) La instancia llamada revisión administrativa, se promueve ante
u n Tribunal Federal (Tribunal Colegiado de Circuito) y no, como
en el caso de los demás Tribunales de la misma especie (de lo Contencioso Administrativo), ante ellos mismos. Por lo tanto, un plantea.
190
ALBERTO DEL CASTILW DEL VALLE
miento por violación a las leyes administrativas, incluso por actos derivados de una autoridad local en el caso de las controversias que sean
competencia del Tribunal de lo Contencioso Administrativo del Distrito Federal, se está llevando para su solución ante la esfera judicial
federal.
T a l situación importa un distingo positivo en favor de los gobernados en el Distrito Federal, que promuevan ante el Tribunal de lo
Contencioso Administrativo, en razón de que un órgano judicial federal (Tribunal perteneciente al Poder Judicial Federal), distinto al tribunal que emitió la resolución recurrida (Tribunal perteneciente al
Poder Ejecutivo), estudiará el problema de merito y no, como sucede
en los Estados, el propio organismo que dictó la resolución que se ataca
de ilegal que no de inconstitucionalidad), será el encargado de resolver ese problema.
b) Sin embargo, este precepto crea una desventaja para dichos sujetos, ya que si la autoridad que promueve el recurso obtiene sentencia
favorable, la controversia termina ahí y el particular (gobernado) ya
no tiene a su favor una instancia mas, como lo sería el juicio de amparo, pues en términos de la fracción 1-B, del artículo 104 constitucional, contra "las resoluciones que en ellas (las revisiones administrativas) dicten los Tribunales Colegiados de Circuito no procederá recurso o juicio alguno". Eso importa una grave afrenta a la esfera
jurídica de los gobernados que se enfrentan ante una autoridad administrativa federal o del Distrito Federal, en relación a la esfera de derechos de los gobernados de las demás entidades federativas, puesto que
si éstos pierden la revisi611 administrativa, tienen a su favor aún la acción de amparo directo, lo que hace que estén mayormente protegidos
esos sujetos de derecho.
Cabe subrayarse que la hipótesis de improcedencia constitucional
del amparo prevista en el artículo 104, fracción 1-B, se refiere tan sólo
a que dicho medio de defensa constitucional no impera en tratándose
de sentencias que se dicten para resolver el recurso de revisión administrativa por juicios administrativos seguidos o ante el Tribunal Fiscal de la Federación, o por el Tribunal de lo Contencioso Administrativo del Distrito Federal, más no por lo que hace a las resoluciones
emitidas por los demás Tribunales de esta índole, de donde deviene
la desigualdad jurídico-constitucional mencionada en el título de este
análisis.
2. Por lo que Iiace a los Tribunales de lo Contencioso Administrativo de las entidades federativas distintas al Distrito Federal, se sustentan los siguientes planteamientos:
a) A las controversias que se suscitan por los actos de la administración pública local, se les da poca importancia, ya que el recurso de
revisión administrativa (o sea, el que hace valer una autoridad que Iia
perdido e n el juicio administrativo), no llega a l conocimiento directo
del Tribunal Federal (Colegiado de Circuito), como sucede en tratándose de los recursos de esa índole en contra de las sentencias de los
Tribunales Administrativos Federal y del Distrito Federal, sino que es
resuelta por el propio tribunal que emitió la resolución reclamada.
b) Por lo que hace el gobernado que promueva en esos Tribunales
Administrativos. resulta un beneficio esa situación, ya que contra la
sentencia que se emite en el recurso de revisi611 fiscal o administrativa
y qiie le sea perjudicial, tiene a su favor el juicio de amparo di7-ecto,
por lo que el articulo 104, fracción 1-B de la Constitución, los convierte automiticamente en "gobernados privilegiados" en esta materia,
frente a los afectados por la administración pública federal o la del
Distrito Federal, quienes no cuentan con esta Última instancia jurisdiccional y que es el inedio de control constitucional.
Por lo tanto, dentro de la Constitución Política de los Estados Unirlos bfexicanos existe una injusticia notoria en este aspecto, ya que .S?
tmfo en fof-m([desigual a sujetos que tienen la misma condicidn: la de
gobe~nndosfrrnte n ln ndmini.stración públira. Y ese trato desigual deviene de la improcedencia del juicio de arnptro a qiie aliide el ;irtícrilo
104, Crarción 1-B, de la Ley Supreina Nacional, en el sentido de qiie
contra sentencias de iin Triese juicio constitiicional no es ~>roce<lente
hiinal Colegiado (te Circuito, qiie Iiayan sido eniitidas eii el expediente del reriirso de revisihn adininistrativa elevado en contra de las
sentencias dictaclas en iiii jiiicin administraiivo por el Tribunal <le lo
<:oritcncioso Adiniiii5trativo del Distrito Federal o del Tribunal Fiscal
(le 1;i Fe<lerari¿~ii,siendo el caso qiie el juirio de amparo si vroce(1e eii
r<iiiti-;I<le las seiiteiiria~ einiticlas por iin Tribunal de lo Contencioso
A<I:iiiriistr;itivo derivadas de la ~iistanriacióndel mencionado recurso.
En e,e orden de icleas, este precepto constitucional debe ser reforiii:i<lo ~ x u asi~bsaiiai.esa cleficiencia y desigiialrlad jurídico-constitiicioi1;11. dindose ;il ~ o b e r n a d oel derecho de defensa contra las sentencias
que dirte iiii Tribiinal Colegiado de Circiiito dentro del recurso de
reiisi<iti administrativa o fisral Iieclio valer por las autoridades admini~ir:itii.:is(le la Feclerariiin o del Distrito Federal, cuando éstas pier-
192
ALBERTO DEL CASTILW
DEL VALLE
den el juicio seguido ante el Tribunal Administrativo competente y
correspondiente. Ese derecho de defensa lo repvesenta el juicio de amparo, que en este supuesto y por orden de jerarquia, seria competencia
de la Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, como
único órgano superior de un Tribunal Colegiado de Circuito.
De esa forma, quedari subsanada esta grave desigualdad constitucional, representada por la hipótesis de improcedencia del juicio de amparo en contra de las resoluciones que son emitidas por los Tribunales
Colegiados de Circuito al resolver recursos de revisión administrativa
en el caso de promoción del mismo por parte de las autoridades administrativas de la Federación o de las del Distrito Federal.
Descargar