La reina de las abejas; Irma Kraub

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LA REINA DE LAS ABEJAS AUTORA: IRMA KRAUB
(Se desarrolla en Alemania)
La familia de BenjamÃ-n se muda al campo, a Lützelheim. No está feliz con ello. Porque por tres
generaciones vivieron en la ciudad. El padre del protagonista habÃ-a heredado del bisabuelo de BenjamÃ-n el
terreno y decidió trasladar a la familia
Su lugar preferido es la casa del árbol que pertenece a JoaquÃ-n Sailer y su tropa: seis chicos y una chica
vestidos con equipo de combate. Cuando ellos aparecÃ-an se tenÃ-a que escapar.
La tropa de Sailer se vestÃ-a como militares de combate y no aceptan civiles. Y como BenjamÃ-n no tiene un
traje de combate verde oliva, ni una gorra militar ni borceguÃ-es, no lo aceptan entre ellos. El padre, se
habÃ-a negado a comprarle esa vestimenta. En su oportunidad se negó a hacer el servicio militar y no
equiparÃ-a a su hijo con esta ropa para hacer jueguitos militares. Y a la madre le recordaba con horror la
segunda guerra mundial.
El padre está haciendo trabajo de campo, polinizando flores para tener frutos pero BenjamÃ-n no querÃ-a
ayudarlo y se escapaba mintiendo de estas tareas.
La tropa de JoaquÃ-n Sailer está construyendo un bunker y por eso BenjamÃ-n aprovecha a ir a la casa del
árbol. En la tropa de Sailer habÃ-a una chica Arabella. La aceptaron porque consiguió la ropa. Son
compañeros de clase pero no lo integran, en el viaje comentan el bunker que construyen para fastidiar a
BenjamÃ-n.
BenjamÃ-n quiere conseguir dinero para comprar esa ropa y que lo acepten.
Un dÃ-a se queda adormecido en la casa del árbol, lo atrapan y lo tratan como a un espÃ-a. Lo atan y
maltratan. Para que declare, de donde viene, le dicen que es extranjero por el acento al hablar, haciendo como
que no lo conocen, tienen cuchillos verdaderos. BenjamÃ-n escucha que lo quieren castigar y se escapa.
Logra esconderse de ellos internándose en una plantación.
Logra salir y se encuentra con una pareja Jorge Kamp y Federica (alias Frida) Kamp. A estos se les habÃ-a
escapado un enjambre de abejas, que encontraron y debÃ-an llevar de vuelta. Estos no pueden bajar el
enjambre. Le explica el hombre que las abejas enjambran para reproducirse. Que cuando nace una nueva
reina, la vieja debe irse y arrastra con ella una gran cantidad de abejas y con ellas funda una nueva colonia.
Pero primero tienen que buscar un lugar adecuado y si tienen suerte las atrapan y las ponen en una colmena.
EL SEÑOR ES UN APICULTOR.
Llegan hasta donde hay una colmena y le dicen que no se acerque a la piquera y le traen un mameluco y un
sombrero con un velo y guantes para BenjamÃ-n. Y este se sube y baja el enjambre. Lo invitan a ver la reina
de las abejas. Lo llevan hasta la casa y le preguntan su apellido. BenjamÃ-n contesta que es Wolf.
Los padres estaban preocupados porque era tarde cuando llego y BenjamÃ-n les cuenta que bajó un
enjambre lo cual sorprendió a su padre dado que ahora no se veÃ-an abejas y por eso debÃ-a él para tener
frutos que polinizar con un pincel. La falta de abejas en la zona provocaba que ese trabajo lo tuviera que hacer
el hombre.
Los Wolf pasan a buscar a BenjamÃ-n a la semana siguiente y le cuentan que donde él hoy vive, ellos
tenÃ-an sus abejas las que le habÃ-an comprado a su bisabuelo, Conrado Wolf, pero que no habÃ-an podido
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comprarle la quinta. Que sólo su bisabuelo se ocupó de las abejas y los frutales pero después nadie más.
Le dan un traje cuando llegan al sitio, ésta vez a su medida.
Los Kamp transportan un cajón de madera y a BenjamÃ-n le dan una sábana que debe extender en el piso y
el cajón va sobre la sábana, al ver la piquera se da cuenta que es una colmena. Salvo la piquera no hay otros
orificios. Jorge toma el canasto de mimbre, lo da vuelta y golpea y salen las abejas que revolotean sobre la
sábana. Cuando miran el canasto vacÃ-o advierten un hexágono de cera, las abejas habÃ-an empezado a
construir su panal en el canasto. Pero no las dejan ahÃ- porque es más práctico el cajón donde se puede
trabajar mejor con ellas. Jorge abre el cajón (la colmena) y le muestra un marco con una lámina de cera
donde las abejas empiezan a construir distinta a las otras: Tiene el abdomen alargado y un hermoso punto
redondo y brillante sobre la espalda. Y descubre que tiene un numero pegado la abeja reina, el 11, que luego
le dijeron se lo habÃ-an pegado en la espalda. Le explican que el color amarillo es porque la reina es del
año pasado y el número es porque es el número de la colmena de la que se marchó. Y las abejas iban
entrando, funcionó la colmena. Lo llevan a ver el colmenar y abren el cajón número once. Está lleno de
marcos de madera del cual brotan las abejas y se asoman a buscar la nueva reina. (Como se fue la vieja reina
se supone hay una nueva). En el cajón hay entre 40 y 50 mil abejas y entre ellas deberán distinguir a la
nueva reina. Frida propone buscar la celdilla de la abeja reina y Jorge saca un panal determinado.
Perciben el silbido de la abeja otra reina que significa que ya se va. Le explican a BenjamÃ-n que deberá
partir sin encontrarse a la otra reina dado que eso ocurre una debe matar de un aguijonazo a la otra, porque no
puede haber más de una reina (o sea una rival) en la colmena.
Y ven como la reina va naciendo abriéndose paso a mordiscones. La rodean otras abejas nodrizas, o sea las
que la van a cuidar y Jorge le pide a Frida un Rulero con el que Frida la atrapa y las demás abejas lo rodean
y alimentan por los huecos a la reina si no se muere.
BenjamÃ-n pregunta porque la reina debe ir en el rulero y le responden por si acaso se hubieran equivocado y
dentro de la colmena no está la otra reina. Y mientras Jorge le cuenta esto, aprieta las otras cápsulas donde
hay abejas y BenjamÃ-n está asustado. Jorge le dice que debe hacerlo que de todas formas morirÃ-an
porque sobran y lo que sobra hay que desecharlo.
Beni queda triste y por eso le dan para sostener el rulero con la reina. Observa como las abejas nodrizas la
cuidan como a un bebé. Y se da cuenta que si no la hubieran sacado de la colmena en la que estaba la otra
reina hubiera sido una masacre de aguijonazos.
Jorge encuentra a la reina dentro del cajón. Ahora que habÃ-an encontrado a la reina, la que tenÃ-a Beni en
el rulero debÃ-a morir. También serÃ-a abandonada por las nodrizas y morirÃ-a de todos modos. Beni no
quiere y a Jorge se le ocurre que pueden para que no muera, abrir una pequeña colmena, pero solo si Beni se
ocupa de ella.
Le pide a Frida que traiga un alza que es como un cajón y busca un panal del año pasado para que la
colonia de Beni tenga algo que comer. Del panal con abejas sacude a las nodrizas dentro del alza pero aún no
meten a la reina sino con una jaula, porque entraron abejas voladoras que pueden ser peligrosas para la reina.
Mientras le explica las nodrizas más fieles la alimentarán. Beni no se imagina cuales son las más fieles y
Jorge sostiene el rulero ente dos dedos, pasa una pluma sobre el delicadamente, algunas abejas se caen y otras
quedan agarradas. Jorge le explica que las que se soltaron son las fieles que las que se aferraron a la jaula son
más agresivas. Mete algunas en el rulero al que tapan con un tapón untado con una pasta alimenticia. Jorge
le explica que aunque tenga el alimento la reina se hace alimentar no lo toma ella, se lo dan, puede tenerlo al
lado pero si no se lo dan no come y se muere. Cierran el cajón y lo ponen al final de la fila diciéndole que
ese es su cajón. Y Beni le pone a su cajón un nombre: Beni Wolf: el salvador de la Reina.
Jorge le explica como antes de volar as abejas limpian y ordenan la colmena y alimentan la nidada. Recién
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en l última etapa de su vida, dejan la colmena y recolectan alimento lo cual es tan agotador que a los 35
dÃ-as mueren. La reina puede vivir 3 años.
Al dÃ-a siguiente Beni le cuenta a su madre que ya tiene su colmena propia. Cuando llega el padre les cuenta
a ambos que ya sabe que las abejas vuelan a las flores por 3 motivos: 1 para polinizar.
2. extraen néctar de las flores, con una parte se hace la miel y con otra la cera y 3 por el polen centrifugan la
miel.
Le contaba esto entusiasmado a sus padres y les dijo que le permitirÃ-an los Kamp intervenir en el proceso de
elaboración de la miel a cambio de algo que no sabia si era una propina o un frasco de miel (esto lo invento).
El padre esperaba se quede con el frasco de miel y BenjamÃ-n dice que probablemente se quedarÃ-a con el
dinero, pero no cuenta que lo quiere para comprarse el equipo militar.
En medio de la charla le cuentan que lo habÃ-a pasado a buscar Arabella y que lo esperaba al dÃ-a siguiente
en el lÃ-mite del bosque que era la casa del árbol (Beni se puso colorado y no sabÃ-a si fue por el o s tenÃ-a
que ver con Sailer.
Se puso colorado y enmudeció cuando le cuenta esto el padre pero luego retoma la conversación y les dice
que se olvidó de contarles lo más importante, que tiene su propia colmena y que los Kamp habÃ-an
comprado las abejas a su bisabuelo lo que pone muy contento al padre porque por lo menos algo de su abuelo
está vivo y empieza a saltar como canguro.
Al dÃ-a siguiente se encuentra con Arabella en la casa del árbol y ella no estaba vestida como militar. Le
pregunta donde está la tropa y ella le dice que hoy no estaban porque a JoaquÃ-n no lo dejaban salir dado
que festejaban algo en su casa.
Arabella se da cuenta que Beni va a leer en la casa del árbol y le dice que no se puede estar ahÃ- por que esa
casa es zona militar y que les pertenece a ellos. Beni le dice que ellos no están nunca pero Arabella contesta
que eso era porque estaban construyendo un bunker pero que pronto volverÃ-an.
Arabella querÃ-a saber como iba con lo de la ropa militar y Beni le dijo que tenÃ-a trabajo pero no sabÃ-a si
podrÃ-a. Arabella le comenta que buscó para él ropa usada pero que no se conseguÃ-a y que es preguntó
a los demás si lo dejaban participar sin esa ropa y se negaron, porque también necesitaban enemigos.
El le dice que tampoco sabe si quiere estar con ellos y arabella le cuenta que cuando lo desató fue la que le
dio el empujón ara que se escapara. Beni le cuenta que ya no sabe si quiere ese traje porque tiene uno mejor,
el de protector contra catástrofes. Le cuenta que protege por ejemplo un ataque de abejas y que el traje era de
su tamaño. Arabella no le cree, dice que ese traje es sólo para adultos. Ella no le cree le pide que se lo
muestre pero Beni en realidad no tenÃ-a ese traje en su poder y no sabÃ-a si era de él. Por eso Arabella se
cree que es un mentiroso y se va. En realidad él no la lleva a la colmena porque no sabe cual es el camino
para llegar.
Arabella ya no le presta atención. Tampoco JoaquÃ-n. Pero ésta vez en el recreo le llega una notita de
él que dice COMUNICADO todos los espÃ-as extranjeros serán fusilados sin excepción.
Trata DE no prestarle atención y le escribe una notita a Arabella que dice NO SOY NINUN MENTIROSO
MAÑANA TE LO DEMOSTRARE A LAS 4 EN EL PUNTO DE REUNION. Pero ella no le da ninguna
señal.
Al dÃ-a siguiente lo pasa a buscar Jorge y Beni siente que lo reconocerÃ-a con los ojos cerrados porque huele
como el colmenar: a cera, humo (porque fumaba en pipa) y miel.
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Llega al colmenar y ve una puerta que nunca habÃ-a visto y le permite Jorge fijarse a donde conduce. AhÃdescubre una habitación que reluce por lo limpia, que posee una mesada de trabajo y debajo de ella baldes y
otros utensilios dispuestos en fila. En el centro hay una especie de pava apoyada en el suelo con una manivela
para hacerla girar. Esa era la centrifugadora de miel.
Jorge le dice que puede ayudar en el proceso de centrifugación si quiere.
En el cuarto no puede entrar ninguna abeja porque quedarÃ-a atrapada. Por eso en el resto del colmenar, le
explica entre los cristales y la pared de madera hay unas grietas a través de las cuales pueden salir las abejas
perdidas.
Cómo Beni no es alérgico a las abejas, prueba sacarse los guantes y levantar el sobretecho de su colmena.
Pero se le empiezan a posar las abejas y se asusta soltando la sobretapa. Jorge le explica que mejor que se
ponga los guantes hasta que se le pase el miedo y Beni quiere saber cuando se le pasarÃ-a, pero eso depende
de la persona.
Con los guantes puestos, retira el sobretecho, pasa una pluma pero piensa cuánto más hábil serÃ-a sin
ellos dado que con los guantes no puede ni sostener el rulero donde está su reina.
Cómo van a liberar a su reina Beni pide a Jorge que le peguen un puntito pero éste le explica que eso
serÃ-a en éste momento muy estresante para la reina porque aún no se habÃ-a apareado.
Jorge le explica el proceso de apareamiento de las abejas. Toma dos abejas y Beni nota que una es más
grande que la otra. Esa, la más gorda es el zángano (el macho) que tiene un aparato reproductor parecido al
hombre. La reina es hembra. Abandona la colmena una sola vez en la vida y es cuando hace el vuelo nupcial,
poco después de nacer. Tiene que ser una tarde de calor cuando hay muchos zánganos afuera. Se
necesitan ocho zánganos para llenar el depósito de la reina de semen y los zánganos mueren en el acto. La
reina les arranca el pene y los mata. También los demás zánganos están destinados a morir porque no
tienen aguijón para defenderse y lo matan pon ende las demás abejas obreras. Tampoco los alimentan y
como no saben recolectar alimentos mueren.
La reina de Beni vuela de su jaula rodeada de abejas y desaparece entre los panales. Ahora se cierra la
colmena y se deja al enjambre en paz. Las abejas van a atender a su reina hasta que haga el vuelo nupcial,
explica Jorge lo que sucederá de 3 a cinco dÃ-as. Beni se preocupa porque piensa que sucede si no le toca un
buen dÃ-a. Le explica que espera otro pero que la reina en caso contrario, si no se aparea sólo pone huevos
no fecundados, de los que nacen zánganos y al no haber descendencia el enjambre muere. Todos los
procesos de la apicultura dependen del tiempo.
Le explica que por eso la miel tiene ese precio y la gente por ignorancia o envidia se piensa que es cara. Pero
la miel lleva un proceso muy largo.
Jorge le muestra un sauce cuya flor es el Amento, y espera que sigan creciendo arbustos. Le cuenta que ese es
el primer alimento de las abejas. Beni recuerda que él tiene un sauce en la quinta pero no tiene abejas. Jorge
le dice que para la próxima primavera podrá tener su colmena en su quinta.
Al asistir Beni a la escuela recibe otro mensaje de Sailer MEJOR PARA VOS ESPÃA, QUE NO TE
ATREVAS A IR MÃS AL BOSQUE. Beni no quiso seguirle el juego asÃ- JoaquÃ-n se buscaba otro
enemigo.
SÃ- se acerca luego de mirar con largavistas, al punto de reunión con Arabella, la que acude vestida con ropa
militar. Para ir les habÃ-a mentido a los de la tropa diciendo que tenÃ-a cita con el dentista.
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Beni le pregunta si puede caminar bastante porque hay que cruzar el monte y Arabella contesta que puede
caminar por dÃ-as. En un momento hay dos caminos y Beni toma uno. Nota que Arabella suspira aliviada,
temÃ-a que los descubrieran y revelar el lugar. AllÃ- supo sin que ella se lo dijera, que por el otro camino se
llegaba al búnker donde estaba la tropa de Sailer.
Al llegar a la casa de los Kamp por suerte éstos no están y Beni puede pidiéndole se de vuelta, ponerse
el traje de apicultor, demostrándole a Arabella que él no mentÃ-a. Cuando Arabella se acerca y la rodean
las abejas se asusta y le pide salir de ahÃ-. Luego le pide si puede entrar a ver la colmena y si hay abejas
sueltas. Beni le cuenta que si no hay ninguna colmena abierta no las hay pero que no sabÃ-a si eso estaba
asÃ-. Y aprovecha para decirle que mejor se van y que se de vuelta nuevamente. Esta vez no ya para sacarse
el traje sino para esconder la llave de entrada. Esto pone furiosa a Arabella que manifiesta que no le importa
saber donde se esconde. Pero Beni le dice que no debe enojarse porque ella tampoco le muestra donde está el
búnker. Ella le dice que lo va a llevar. En la marcha se sientan en el bosque a comer las barras de chocolate
que le habÃ-an regalado mientras Beni le cuenta todo sobre las abejas con excepción de lo del apareamiento,
porque le daba vergüenza.
Siguen la marcha y cuando llegan al lugar donde Beni se habÃ-a dado cuenta que quedaba el búnker ella le
pide que no diga nada, a lo que el asiente. Escucha un grajo y se asusta. Cuenta Arabella que JoaquÃ-n, por su
padre que es cazador, dice que los grajos advierten a los habitantes del bosque que hay intrusos o sea ellos.
Ella le cuenta que hoy tuvieron otro enemigo un Teckel (perro sabueso) perdido. Beni le pregunta que
hicieron con él. Pero Arabella no sabÃ-a porque tuvo que dejarlo para encontrarse con él. Preocupado le
cuenta Beni que el sabueso perdido que no encuentra el camino para volver a su casa muere de hambre, que
asustados no pueden encontrar el rastro. Arabella dice de volver a la casa y preguntarle a JoaquÃ-n. Se
lamenta Beni porque por eso no va a poder conocer el búnker. Arabella le dice vamos y allÃ- recuerda Beni
que habÃ-a cuidado uno, que los teckel son perros que se van con cualquier extraño o sea que debe haber
seguido a los chicos. Le cuenta allÃ- de su vida de ciudad y como sabe de perros entonces prosiguen la
marcha hacia el búnker.
Siguen camino por el bosque y escuchan el quejido de un perro que venia de ramas secas debajo de las cuales
habÃ-a tablas puestas. Lo liberan y la perra lame a Beni de la alegrÃ-a. Cuando la mira a Arabella esta parada
mirando las tablas con los puños apretados y expresión sombrÃ-a. Beni le pregunta si quiere sostener a la
perra. Ella dice esos hijos de su madre y se larga a llorar. Beni no sabe que hacer pero mientras ve que la perra
tiene un collar con su nombre Jenny, y un número de teléfono. Arabella está enojada, piensa como
consuelo que igual no le hicieron nada. Acaricia furiosa a la perra pensando que idiotas son los de la tropa. Le
muestra la ropa y le dice a Beni si querÃ-a esa porquerÃ-a se la dejaba a mitad de precio, que ya no querÃ-a
estar con ellos, que cortó con la tropa y que se iba a hacer deberes. Beni pensó en quedarse a Jenny pero
recordó lo que sufrió la dueña del teckel que él conoció y dijo que lo primero que hacÃ-a al llegar a la
casa era llamar a sus dueños.
Se levantó y llovÃ-a copiosamente, estaba preocupado por primera vez por eso Beni. Salió corriendo para
tomar el autobús para el colegio y allÃ- encontró a Arabella que le preguntó qué habÃ-a pasado con
Jenny. Beni le cuenta que la devolvió a sus dueños y como recompensa le dieron 100 marcos de los que la
mitad le correspondÃ-an a ella, pero tenÃ-a que conseguir cambio. Le dice que en realidad era todo de ella
porque el jamás hubiera descubierto el búnker y se lo da. Ella lo agarra con furia pero en realidad sólo
quiere saber que clase de gente era la dueña de la perra. Beni le cuenta que estaban muy contentos de haber
encontrado al perro y que le inventó donde lo habÃ-a encontrado. Que no reveló lo del búnker y que
lloraron con él. Arabella sarcásticamente le dice que con esa plata se puede comprar la ropa y que la suya
está a mitad de precio. El le dice que ya se va a deshacer de esa ropa. Ella dice que mientras construyeron
algo no estaba mal pero que desde que terminaron el búnker sólo discutÃ-an porque no tenÃ-an nada que
hacer. Beni se da cuenta que la tropa necesita buscar enemigos para no aburrirse. Arabella dice los varones
son todos infantiles y crueles pero Beni le dice que no todos.
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Arabella decide no revelarles como encontraron al perro sus dueños pero manifiesta que ella ya cortó con
ellos.
Llega JoaquÃ-n se apretuja en el micro al lado de Arabella y le dice que tienen un enemigo que se encuentran
a la tarde. Ella le responde que no irÃ-a que ya está cansada de la tropa y de su Jefe. En la escuela Arabella
sólo se queda con su amiga Marion y con las chicas. No le presta atención ni a JoaquÃ-n ni a Beni.
Beni llama a los Kamp y Frida le dice que su marido lo puede pasar a buscar y que le habÃ-a sobrado un
Strudell grande si querÃ-a comer, lo que era bueno porque en casa de Beni no habÃ-a nada cocinado porque
la madre salÃ-a a trabajar y no volvÃ-a hasta la noche, dado que todavÃ-a mantenÃ-a su viejo trabajo.
En el auto Frida le da el Strudell y Jorge le pregunta por los deberes del colegio y si sus padres estaban de
acuerdo con lo de la apicultura. Beni les responde que ellos si todo va bien no se preocuparÃ-an y Jorge le
dijo que más vale que vaya bien sino se le acabarÃ-a lo de la apicultura.
Jorge le pregunta si tiene abuelo. Beni le responde que sÃ-. Pero en realidad Beni conocÃ-a más a los kamp
que a sus abuelos. Jorge le dice que si quiere lo puede llamar abuelo, pero Beni no se anima, le dice que
prefiere decirle Jorge. Y de ahÃ- en más asÃ- empieza a llamarlo. Jorge le dice que lleve el recipiente de
plástico y el banco plegable.
Beni quiere saber si su reina ya habrá salido a volar, en realidad Jorge aún no lo sabe y le cuenta que vuela
una sola vez y durante la fecundación recibe tanto semen que le alcanza para el resto de su vida. Y que ella
sola se ocupa de la reproducción de la colonia. Que una vez que la reina es fecundada empieza a poner
huevos.
Mientras se sienta Jorge le cuenta que es jubilado y que todo lo que construyó con las abejas se iba a morir
con él porque no habÃ-a logrado interesar a ninguno de sus hijos en ello.
Beni quiere saber todo sobre las reinas. Jorge le pregunta cuanto pesa y le dice 34 kilos. Entonces deberÃ-as
poner 34 kilos de huevos por dÃ-a, para poder rendir lo mismo que las reinas. La reina pone mil quinientos
huevos en sus mejores dÃ-as. Por eso debe estar bien alimentada por las abejas obreras.
Saca la cuenta de la cantidad de abejas que tendrÃ-a peo jorge le dice que vaya más despacio porque se van
desgastando con los vuelos muchas y mueren. Pasan 21 dÃ-as hasta que salgan las primeras abejas. Mientras
la reina sigue poniendo huevos sin parar si todo va bien con la fecundación porque a veces los zánganos no
llegan a acoplarse o el tiempo juega una mala pasada., a menos que abandone la colmena con un enjambre, lo
que se evita dándole suficiente espacio. Las abejas obreras alimentan y crÃ-an reinas. Mientras la reina no
tenga una rival, permanecerá en su colmena durante tres años seguidos. De los huevos que pone salen
larvas, de las masculinas salen zánganos, de las femeninas abejas obreras pero algunas se desarrollan hasta
convertirse en reinas. Las abejas obreras alimentan a las larvas con un jugo especial. Hay abejas constructoras
que hacen celdas bien grandes para las reinas que están creciendo. Se llaman celdas reales.
Jorge enciende la pipa, con el humo mantiene a raya a las abejas. Como lo marea a Beni va a observar la
piquera a ver si ve a su reina. Cada piquera desemboca sobre una tabla y cada tabla tiene un color diferente
para que cada abeja sepa llegar a su colmena. La pista de aterrizaje de su colmena tiene poco movimiento.
Observa las pistas de vuelo de las abejas y piensa donde quisiera estar en este momento y se da cuenta que no
con la tropa que son unos idiotas. Sobre su tabla de vuelo aterriza una abeja pero a diferencia de otras veces,
ésta no se va. Ve que tiene un abdomen largÃ-simo y excitado lo llama a Jorge. Jorge acude y asiente, es su
reina que acaba de volver. Jorge le nunca pudo ver, a pesar de haber destinado su vida a las abejas, volver a
una reina de su vuelo nupcial, si no es asÃ- dice que Beni ha tenido suerte o ha nacido para apicultor. La reina
se dirige hacia la piquera y desaparece dentro de la colmena.
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Beni piensa que ahora podrÃ-an pegarle la plaquita para identificarle, Jorge le dice que si pero que si se la
quiere hacer fácil es mejor en otro momento hasta que sus propias hijas comiencen a alimentarla, porque es
muy estresante para ella lo de la plaquita. Acá son las hijas las que alimentan a sus madres la sociedad de las
abejas tienen sus leyes propias.
Beni quiere ponerle un nombre a su reina y Jorge le dijo que él les puso a sus reinas un nombre también.
Su nombre serÃ-a ARABELLA MAJESTAD.
Jorge le pide recolecte el polen y ésta vez Beni se saca los guantes para hacer la tarea. Busca una fuente de
plástico y retira el cajón de la colmena vaciando su contenido dentro de la fuente. Los granos de polen
llegan allÃ- porque las abejas que llegan con alimento desde afuera, tienen que pasar por una rejilla que está
en el piso del alza, y eso les barre los granos de polen que están en sus patas traseras. El polen se agrega a la
miel y asÃ- se obtiene la miel de polen que es muy especial. Esa trampa se instala recién cuando las abejas
han juntado suficiente para su propio consumo.
JoaquÃ-n y Arabella se transformaron en enemigos y ella vendió muy barato su uniforme, ella nunca le dijo
que habÃ-a liberado al perro, pero él lo sospechaba... JoaquÃ-n trató de acercarse a Beni diciendo que ya
no aceptarÃ-a más mujeres en la tropa...
Es la fiesta del pueblo y va a haber una procesión que terminará con una misa al aire libre. Los chicos
tienen trajes tÃ-picos, el padre quiere que Beni vaya con ellos pero él no lo desea. Arabella estaba con un
vestido rojo, deslumbrante!!! Al final se acerca a los chicos, después de la misa y la comida hay un partido
de pelota y JoaquÃ-n lo elige para su equipo. El quiere poder acercarse a Arabella pero en un momento, no se
sabe cual ella se va y él pierde el interés por jugar a la pelota. El padre piensa que a él le gustó pero
la verdad es que Beni hubiera preferido ir al colmenar. Porque Su Majestad ya ha empezado a poner huevos y
el resto de las abejas a trabajar, hacer celdas, traer alimento, su colonia funciona. Beni dice que preferirÃ-a
que lloviera porque se necesitan dos dÃ-as de mal tiempo para que la miel madure en el panal y poder
centrifugarla. TodavÃ-a su colonia está en formación. Recién para agosto si todo va bien podrá obtener
miel unos dos kilos y medio.
Les cuenta a sus padres que la llama abuela Frida y abuelo Jorge. Los padres los quieren invitar a la casa pero
Beni no quiere.
Su reina está poniendo huevos, no exactamente 1500 y toda la colonia está trabajando: Las abejas cereras
construyen celdas, las abejas pecoreadoras transportan néctar y polen a la colmena.
Beni recolecta de los pinos la pinocha que Jorge quema en su pipa con fuelle. Está con el traje puesto
escucha ruidos y ve llegar una tropa verde oliva que lo rodea. Al grito de la criatura está armada (porque
tenÃ-a un balde, pala y escobilla y el atuendo de apicultor puesto), dijo JoaquÃ-n RODEENLO LO QUIERO
VIVO. Beni le dice terminala con esta pavada. JoaquÃ-n dice: ¿Sos vos Beni? Todos a él...Lo agarran y
JoaquÃ-n dice: Acá tenemos un traidor, se pasó al bando de los extraterrestres. Entonces Beni decide
seguirles el juego y empieza a inventar palabras raras. JoaquÃ-n dice que intenta tenderles una trampa y
llevarlos al cuartel secreto de ellos. JoaquÃ-n decide ir al cuartel secreto y dejar que Beni los conduzca. Y se
ponen en marcha. Se van acercando contra la voluntad de Beni al colmenar. Piensa que si estos idiotas se
pasan puede gritar a Jorge asÃ- lo ayuda. Cuando llegan Beni nota que se aflojaron las ataduras, se escapa y
salta a la zona de las abejas y se cubre las manos desnudas con el largo de su traje y lo rodean las abejas,
ahora estaba seguro. Todos le gritan traidor. Como no se mueve JoaquÃ-n le dice: Dale Beni, SalÃ- de ahÃsi no sos cobarde. Y de pronto giran la cabeza porque aparece Jorge preguntándoles que hacen allÃ-. Ellos le
dicen que sólo estaban conversando con Beni. Jorge dice que sonaba a otra cosa. Reconoce a JoaquÃ-n y le
dice que él es un Sailer y que el padre es cazador, si el padre sabe como se está comportando. JoaquÃ-n le
dice insolentemente que cómo, ¿cómo se está comportando? Beni no quiere que los rete y Jorge le dice
que no se molesta a la gente que está trabajando. Sandro le devuelve el balde a Beni. Beni los protege dice
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que no le hicieron nada y dice bueno tengo que volver a juntar pinocha pensó y que Jorge los despache). Por
un lado piensa que está protegido en el colmenar pero tampoco quiere que estos chicos le impidan juntar
pinocha. Esta vez se arrodilla de manera que si se acercan los pueda ver. Se le rÃ-en y dicen si está lustrando
el piso. Beni le dice a JoaquÃ-n que por favor les explique que la pinocha es para quemar en el ahumador. (El
ahumador es un pequeño hornito que sirve para ahuyentar a las abejas y que permite trabajar al apicultor
tranquilo). Eso es todo y Beni se retira. JoaquÃ-n da un silbido y los demás lo siguen y se retiran.
Pensó que JoaquÃ-n lo dejarÃ-a en paz pero lo molesta en la parada del micro diciéndole: Hola Beni
zángano ¿cómo están tus dulces abejitas?
En la escuela se siente seguro durante las clases. Se sienta con Manuel, un traga que lo único que piensa es
en estudiar. Pero en el recreo se le acerca TobÃ-as y le pregunta si es cierto lo que dicen que va al bosque con
una escoba y una pala a barrer el suelo, está con Esteban y se burlan. Beni siente rabia. Y dice: Lo de la
escoba y la pala es cierto. ¿Quieren escuchar el resto? Y les cuenta de las abejas yde los que trabajan en el
bosque y los que juegan en el bosque correteando estúpidamente.
JoaquÃ-n manda a otros dos a molestarlo y le preguntan si es cierto que limpia el bosque con la lengua Iba a
insultarlos pero eso era lo que JoaquÃ-n esperaba y se interrumpe. En cambio empieza a contar del ahumador
y la pinocha, de las abejas y agranda el tema diciendo que ya sufrió como 90 picaduras, dejando a los chicos
que venÃ-an a burlarse impresionados con la historia... Y se quedan junto a Beni aún después de que
suena el timbre porque quieren saber más. Y les cuenta lo del pene, allÃ- dicen si no los está engañando
y Beni les jura que no.
Igual JoaquÃ-n sigue molestando y hace circular un papelito que dice: ¿Saben Beni Zángano tolera más
de 500 picaduras de abejas? De ahÃ- que su cerebro esté tan hinchado. FdoDr. J. Sailer. Logró que
cuando llegaba a su compañero de banco éste le deslizara la nota y ella no circulaba más, pero ya lo
habÃ-a hecho por atrás de la clase. A la vuelta en el ómnibus se le sienta al lado Arabella. Y le dice: ¿Ese
cretino leÃ-ste la esquela??? Y cuando se dio cuenta que Beni no estaba tan enojado se sintió aliviada,
porque ella no pudo frenar que el papelito circule. A Beni se le ocurrió otra esquela divertida para circular
sobre JoaquÃ-n pero Arabella le dice que lo mejor que puede hacer es matarlo con la indiferencia y le dice
que lo que si le va a reventar es verlos a ellos dos juntos siempre en el ómnibus. Está muy contento y ella le
pregunta por su reina. Beni espera que Arabella le pida la invite al colmenar pero ella no se lo dice. Lo que si
lo alegra es que ve la cara de enojo de JoaquÃ-n al observarlos juntos. No sabÃ-a si era compasión lo de
Arabella o que él le agradaba.
Llegó el gran dÃ-a de centrifugar. HabÃ-a que llevar un bidón de agua y una toalla para cuando se le
peguen los dedos.
La tarea de Beni es girar la manivela del centrifugador a una misma velocidad.
Beni quiere saber como se hace para separar la crÃ-a, o sea las larvas de la miel. Hay una rejilla entre la
cámara superior y la inferior y como las abejas son e distinto tamaño ni los zánganos ni la reina pueden
pasar sólo las obreras nectarias.
Jorge traerÃ-a los panales llenos de la cámara melaria. Frida toma un gran tenedor para destapar el panal,
con dos pasadas se ve allÃ- la miel espesa. Devuelta y repite la operación del otro lado. Luego cuelga el
panal abierto sobre la centrifugadora.
Jorge trae otro panal, entran hasta tres. Beni tiene que girar la manivela pero despacio, si no se rompen los
panales. Cuando no sale más del lado de un panal lo giran. A beni lo pica una abeja y suelta la manivela. Le
quedó el aguijón. Jorge le dijo que esa fue su primera picadura y bautismo como apicultor. El primer frasco
se lo da a Beni y le dice que es para él por haberlos ayudado.
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Cuando faltaban pocos panales para terminar de centrifugar golpean la puerta y es Arabella. Pregunta Beni si
puede entrar, aunque el cuarto centrifugador es muy chico para los tres, Jorge se da cuenta y le dice que si no
le teme a las abejas, puede pasar. Beni dice que si bien le interesa el centrifugado le teme a las abejas, asÃque mejor sale él.
Le cuenta sobre las picaduras que son menos que aquellas con las que habÃ-a fanfarroneado. Jorge le convida
miel y lo siguen un par de abejas. Beni se da cuenta que ya no les teme. Arabella saborea la miel con placer.
Beni dice si es buen momento para marcar a su reina. Beni ayuda a cargar la miel en el baúl para que la lleve
junto con la abuela Frida y asÃ- poder prestarle su traje a Arabella para marcar a su reina.
Cuando vuelve Jorge, Beni decide mostrar su valor, no poniéndose guantes y le pide a Jorge si puede ser
él, el que levante los panales. Saben que tienen que buscar una abeja bien larga. Arabella ya sabÃ-a lo que
le habÃ-a contado Beni. Descubre a su reina y la atrapa con un tubo de vidrio. Jorge pone en su lugar el panal
y cierra el alza. Le dice a Beni que observe bien, porque a su próxima reina la va a marcar él sólo. Trae
un vasito con cola de pegar, plaquitas de colores y un escarbadientes. Sopla tu reina para que salga del tubo y
caiga en la tabla, le ordena Jorge. La reina sale tambaleándose y Jorge la toma entre el pulgar y el Ã-ndice.
Y le pegan una plaquita roja.
Jorge le informa a Beni que su colonia anda muy bien y agregarán tres cuadros más a su alza. Y que a
partir de allÃ- agregarÃ-an un cuadro por semana. Y para fines de agosto tendrás una colmena enorme. Y
Beni dice y voy a centrifugar mi propia miel
Arabella ya sabÃ-a por Beni que danza de las abejas exploradoras trazan un mapa con la cola que lo siguen
las otras para no perder tiempo. Lo que Jorge explicó y que Beni no sabÃ-a era sobre las abejas guardianas
cuya labor es atacar si se las molesta. Jorge le pone tres abejas en la mano el se asusta hasta que se da cuenta
que eran zánganos y que éstos no pican y allÃ- se da aires de superioridad. Jorge los lleva a la casa porque
ya era tarde.
Llegan las vacaciones (agosto) y la flia de Beni no puede salir por cuestiones económicas. AsÃ- que éste
repartirá su tiempo entre la pileta y el colmenar. Además el padre habÃ-a invitado a sus abuelos a la
quinta. Le cuenta al padre la buena noticia que es que este año habrá mucha miel del bosque porque sus
abejas ya llenaron dos panales.
Juega en la pileta con sus compañeros pero su mente esta en el colmenar.
En la pileta sólo hace cosas para llamar la atención de Arabella pero no lo logra. Ve que los demás son
más altos y tienen vellos pero él no. Piensa que ya dará el estirón y mira a su padre que tiene
vellosidades y cree tener chance para que a él también le salgan.
Cuando vuelven de la pileta ven una columna de humo y mientras se acercan observan que está sobre el
colmenar de Jorge. El colmenar se habÃ-a quemado Ã-ntegramente. Lo ve a Jorge de lejos y corre hacia él.
Jorge le pregunta susurrando sólo a Beni si se fijó si habÃ-a apagado el ahumador. En ese momento supo
que las cosas ya no serÃ-an como entonces.
Ya habÃ-an pasado nueve meses y Beni recuerda que ese domingo Jorge no habÃ-a prendido el ahumador
porque no hacÃ-a falta. TodavÃ-a no se habÃ-a esclarecido como se inició el incendio. Si que era
intencional, pero la tropa de Sailer estuvo en la pileta todo el dÃ-a y ni Jorge ni Frida ni Beni podÃ-an
recordar a nadie sospechoso.
Un dÃ-a invitaron a Jorge y a Frida a tomar un café y el padre de Beni hasta les ofreció poner un colmenar
en la quinta bajo su supervisión. Pero ellos estaban demasiado mal y eran ancianos.
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Y aunque llegaba navidad le costaba hablar y hasta escribirles al abuelo Jorge y a la Abuela Frida tanto que su
madre le tuvo que dictar una tarjeta para que se las mandara. Comenzó séptimo año que era más
difÃ-cil, ahora ya no piensa Beni en la ciudad y se siente a gusto en el campo.
Pero al llegarla primavera como decÃ-a Jorge comenzó a tener recuerdos de lo que habÃ-a pasado.
Al cabo de un tiempo Beni habÃ-a crecido bastante. Estaba en la casa del árbol ya abandonada por la tropa,
leyendo un libro y lo ve a Jorge que estaba en su casa. Corre y lo encuentra más viejo, más lento. No se lo
dice. Jorge le comenta cuanto ha crecido. El padre de Beni le dijo a Jorge si habÃ-a pensado en la propuesta
de poner un colmenar en la quinta. Beni sabÃ-a que el tiempo habÃ-a pasado y ya nada volverÃ-a a ser como
antes.
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