Descubiertas las primeras pinturas rupestres en Abarán

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Descubiertas las primeras pinturas rupestres en Abarán
Tres miembros de la asociación cultural La Carrahila encontraron las figuras
en una cueva de Abarán que utilizaba para esconderse el mítico bandolero
Jaime el Barbudo. Se trata de un pequeño conjunto de pinturas de color rojo
que representan esquemas humanos y dientes de sierra con paralelos en
representaciones muebles del Neolítico Medio y el Eneolítico (Edad del
Cobre), lo que dataría la realización de estas pictografías entre el 4000 y el
2000 antes de Cristo.
El hallazgo estuvo motivado por el seguimiento histórico que esta asociación llevó a
cabo sobre el legendario bandolero Jaime Alfonso el Barbudo (1783-1824), quien
tenía su morada y refugio por las latitudes de la Sierra de la Pila. Una leyenda
propició, como en otros lugares, tan importante hallazgo para el municipio de
Abarán. La leyenda ubicaba tres montones de monedas en una cueva del lugar,
supuestamente dejadas por el bandolero. La asociación recurrió a Héctor Quijada
Guillamón para que éste les mostrase la cueva. Fue en una posterior incursión (18
de septiembre del pasado año) cuando Jesús Joaquín y José Raúl se toparon con el
importante hallazgo de las pinturas rupestres. La ubicación exacta de la cueva se
mantiene
en
secreto
para
evitar
daños
en
el
yacimiento.
Según recoge el diario “La Verdad” y puede leerse en la página web de la
Asociación “La Carrahila”, se trata de pinturas de estilo esquemático, caracterizadas
por representar diversos motivos que rozan la abstracción. Sobre su cronología
existen diferentes opiniones: la más común la sitúa entre el Neolítico y el Bronce
Final, con el Calcolítico como momento cumbre. El conjunto pictórico de La Pila
consiste en cinco figuras de reducidas dimensiones, de tonalidad roja. Entre ellas
destaca una figura antropomorfa inédita hasta la fecha, bautizada por los miembros
de la asociación como Venus de la Pila, aunque sigue pendiente de interpretación
por los expertos. Otra peculiaridad del hallazgo es su ubicación en cueva, pues la
inmensa mayoría del arte esquemático se da en abrigos. Además, se da la
circunstancia de contar con estratigrafía y posibles restos arqueológicos por excavar
en un futuro, lo que precisará la datación correspondiente a las pinturas. La otra
figura, que se representa en dos líneas paralelas en zig-zag, tiene un semejanza con
un fragmento de cerámica expuesta en el Museo de Jumilla y cuya datación
correspondería al periodo Neolítico. No se puede olvidar que a escasos kilómetros
del hallazgo se ubica la Cueva de la Excomunión, donde en la década de los setenta
se localizaron restos arqueológicos del Calcolítico.
Para Abarán el hallazgo supone entrar a formar parte del listado del Patrimonio de la
Humanidad, pues la Asamblea General de la UNESCO, celebrada en Kioto en 1998,
declaró Patrimonio Mundial las Pinturas del Arte Rupestre del Arco Mediterráneo de
la Península Ibérica. Además, el arte rupestre está declarado Bien de Interés
Cultural (BIC) por la Ley del Patrimonio Histórico Español de 1985, máxima figura de
reconocimiento y protección que otorga la legislación española. El descubrimiento ha
supuesto una gran satisfacción para la Asociación Cultural La Carrahila por haber
metido a su pueblo en el listado de Patrimonio de la Humanidad con estas pinturas”,
según comenta Jesús Joaquín López Moreno.
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