Las iniciales de la tierra

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Y la literatura '.'
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la
Roma
~ David Slller '
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Los ochenta.en los ochenta
Héctor R. de la Vega
Sólo se requería espacio'
, Lucio
Blanco:
general
Entrevista con
esús Díaz
,.
Hace poco descubrí a
mi hijo preparándose
- para hacer la caminata
de los 62 kilómetros,
. que en la primera
década de la revolución
se hacía para demostrar
lealtad a la patria' y
entrar a las fuerzas
armadas. Yo los caminé;
miles los caminamos.'
Cuando veinte años
después me dice mi hijo
que va a caminarlos"en
honor de lo que nosotros
. hicimos, 'yo me
horrorizo.
la cultura en
MEXICO
en la culfura
Suplemento de'
~,
Núm. 1329. México, D.F.
24 de Septiembre de 1987.
además, un fragmento
de su novela
Las iniciales
de la tierra
H a b l a transeunido muy poco tiempo
desde la toma de Matamoros por Lucio Blanco en
1913. Eran los primeros días del movimiento armado sujeto al Plan de Guadalupe. Lucio Blanco, seguido por varios de sus oficiales, fue en busca de Alvaro Obregón a su cuartel, para reclamarle su perfidia militar y política. Blanco alza
la voz, Obregón se desconcierta, enmudece momentáneamente. Blanco, impetuoso y colérico,
golpea primero con el puño cerrado el pecho del
divisionario sonorense retándolo...
-¡Ni para eso eres bueno Alvaro... 1
Enseguida la mano de Lucio Blanco cayó sobre
el rostro de Obregón. Quienes presencian la escena, oficiales de los estados mayores de ambos jefes, se estremecen. Obregón permaneció impávido y lívido; Blanco dio media vuelta y se retiró
del cuartel general de Obregón.
Este fue el principio de la tragedia en la vida
de uno de los hombres que con más confianza se
adhirió áI movimiento revolucionario, interesado
en dar forma a los preceptos sociales que dieron
origen al enfrentamiento: Lucio Blanco. Tanto él
como Obregón pertenecían a las fuerzas carrancistas. Ambos fueron constitucionalistas. Los dos
'se enrolaron en la Revolución al Ilamado de Madero para cambiar un gobierno y un país que des-
primer intento de participación activa, en'I906,
junto con tres amigos del lugar para hacer contacto con elementos magonistas en Las Vacas,
hoy Villa de Acuña, Coahuila. La intentona fracasó luego de ser delatados por un falso correligionario; Blanco se reintegró a sus ocupaciones
rancheras.
Originario de una clase media rural ilustrada,
Blanco asimiló el pensamiento del oaxaqueño
Flores Magón, que más tarde demostraría cuando inició el reparto agrario en el campo, o bien,
con sus acercamientos al zapatismo en donde encontraba similitudes con su propia idea del agrarismo.
La oportunidad se le presentó cuando en 1910
supo de Madero y de su precepto "Sufragio efectivo, no reelección"; después de conversar largamente con Atilano Barrera (quien al triunfo del
maderismo fue diputado local en Coahuila), recomenzó la lucha con unos cuantos hombres a los
que habló de las nuevas posibilidades para esta
nación que, como él mismo creía, estaba en el
umbral de un cambio que no quedaba solamente
en lo político, sino también en lo social. El magonismo seguía siendo su punto de partida, de hecho fue un activo partícipe de esta corriente:
"Más tarde, Enrique y Jesús Flores Magón afir-
BLANCO: GENERAL
Joel Hemández Santiago
_Lucio Blanco y Rajael Bue/1UI.
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pués de más de treinta años comerizaba a oír del
renacimiento de la democracia. Sin embargo,
ambos entendían el movimiento político, social y
militar de diferente manera. Para Blanco las reivindicaciones sociales surgirían en principio de la
negociación, es decir, no abusando de la violencia, "porque -decía- el extremo es el uso de la
fuerza, aunque si para conseguir la justicia social
es necesariá la acción militar, acudiremos a ella" .
Para el sonorense, lo militar, político y social
deberían estar sujetos al poder acumulado en un
grupo específico y el resto de la Nación someterse
a ese orden institucionalizado. En Celaya se decidieron las cosas y ya desde ahí Btanco se fue quedando a la orilla·df> '" historia.
No es difícil encontrar los orígenes social yrevolucionario de Lucio Blanco. Nació el 21 de julio
de 1879 en Nadadores, Coahuila. Tuvo una fuerte raigambre liberal en su antepasado Blanco,
quien fue militar de guerra del presidente Benito
Juárez durante la intervención francesa, "y combatió a la reacción en la época de la Reforma".
Muy niño aprendió a leer y escribir en el mismo
poblado, para pasar más tarde a Saltillo y luego a
Texas de donde regresó siendo adolescente para
ocuparse, junto con sus nueve hermanos y hermanas, del rancho Los Ojos de María, propiedad
de su padre.
De 1900 hasta 1906 mantuvo estrecha correspondencia con Ricardo Flores Magón por lo que
no estaba ajeno a los acontecimientos sociales del
país y a las alternativas que un cambio podrían
proporcionar. Excelente jinete, se lanzó en un
maron que un número considerable de héroes revolucionarios habían sido miembros del Partido
Liberal Mexicano (PLM); incluidos en sus listas
estaban los siguientes nombres: Lucio Blanco y
Manuel Chao, comandante villista" (Cockcroft).
Pero si bien Lucio Blanco se afilió al maderismo en su primera etapa, combatiendo al porfirismo hasta los arreglos de Ciudad Juárez, esta participación continuó cuando Pascual Orozco y José Inés Salazar en Chihuahua obligaron a Madero a reorganizar las fuerzas irregulares fieles a su
causa, por lo que en 1911 Blanco alcanza el grado de teniente coronel en el sector de caballería.
A la muerte de Francisco I. Madero y ya inmerso
en una corriente continuadora de la primera, pero con" intenciones básicamente organizativas y
de orden constitucional acude al llamado de Venustiano Carranza, y se convierte en uno de los
principales firmantes del Plan de Guadalupe.
"Los exponentes de las clases medias surgieron
entonces, al frente de los ejércitos populares levantados por ellos, con un prestigio de conductores políticos a nivel nacional. Alvaro Obregón,
Lucio Blanco, Salvador Alvarado, Manuel M.
Diéguez, Antonio I. Villarreal, Benjamín HiIl,
Angel Flores y muchos más, bajo la dirección
política de Venustiano Carranza demostraron ser
dirigentes que en nada se parecían a Maderó, en
primer término, porque habían formado un po.:
der armado, que aquél no supo o no quizo organizar; pero además, porque había puesto en juego el estilo de hacer política entre las masas, que
Madero ni siquiera imaginó..." (Arnaldo Córdova).
El 25 de marzo de 1913 un grupo de oficiales
adictos a la causa constitucionalista se reunió en
la hacienda de Guadalupe, que fuera propiedad
de Marcelino Garza, en Coahuila. De ahí surgió
. el docomento revolucionario inicial propuesto
hombres que cubrirían los puestos aSignados. En
su Historia del Ejército Constitudonalút6, el general Juan Barragán dice: "El capitán Múgica
ayudante de Carranza pidió permiso para retirarse...
- No se retire usted, le pidió Blanco a Múgica. y luego, dirigiéndose al Primer Jefe: -Señor
-le dijo- como en esta campaña se va a necesitar igualmente de la palabra que de las aimas, yo
qiJ.isiera Uevarme a un mentiroso de éstos -señalando a Múgica-; Múgica estalló como polvorín
-¡Yo no soy unmentirosol ¡Exijo que se me respetel Lucio aclaró que hablaba en broma, pero
que le hacía falta en su pequeño ejército 11n
hombre que supiera hablar y que supiera lo que
hablaba... e insistió cerca del Primer Jefe:
"-Le pido a usted, jefe, que se me incorpore
al capitán Múgica. Sé lo que vale en la lucha que
vamos a emprender, un hombre que tiene la cultura y las convicciones del capitán Múgica. Y un
abrazo selló la amistad de los dos revolucionarios".
Al mando de 250 hombres, Lucio Blanco inició
la campaña en la zona asignada, pero no fue sino
,
Esta simpatía personal y su don de gentes le
abrirían más tarde muchas posibilidades de colaboración en la reordenación de la corriente revolucionaria: Romántico y.de buen corazón, sabía
ser gentil con sus subordinados y respetuoso de la
vida humana, así queda demostrado en la mísiva
que envió al jefe de armas en Matamoros instándolo a evitar el derramamiento de sangre que un
enfrentamiento militar traería como consecuencia:
Tengo mís fuerzas a las puertas de esa ciudad, y estoy resuelto a tomarla a toda costa,
para lo cual tengo elementos suficientes; pero 1)0 quiero sacrificar vidas de ciudadim~
mexicanos, que en uno u otro bando, harán,
falta para el engrandecimiento de la Patria
(... ) .
Consecuentemente con esos sentimientos
humanitarios, que son ~os que prevalecen en
toda mi columna, llamo a usted la atención
sobre la inutilidad de la defensa de la pl&z1l
( ... )
¿Por qué, pues, obstinarse en defender (
por Venustiano Carranza. Francisco J. Múgica lo
dice así: "Todo el anhelo popular que más tarde
encarnó en la Constitución del 17 sonó en las palabras de aqueUos modestos oficiales y jefes en
aqueUa memorable asamblea; pues significaba el
deseo fervoroso de acabar con aquel organísmo
carcomido, egoísta y torpe que había creado la
dictadura porfirista y el grupo de favoritos que
disfrutaron el país como una propiedad privada y.
exclusiva. Todos queríamos que aquel documento abarcara la historia de las generaciones que
iban a revelarse y los anhelos que perseguían.
Naturalmente que estas manifestaciones fueron
hechas en forma nebulosa con la confusión de
gentes poco instruidas, pero con la videncia del
que ha sufrido y con la sabiduría que da la expoliación interminable".
El Plan de Guadalupe fue firmado y emitido el
26 de marzo de 1913. De inmediato se procedió a
nombrar cargos y definir espacios geográficos de
lucha. Ese día, a Lucio Blanco se le designó Jefe
de las Operaciones Militares en los estados de
Coahuila, Nuevo León y Tamaulipas con el grado de coronel. Al término de la asamblea Lucio
Blanco quedó al frente de un grupo numeroso de
hasta el primero de junio de 1913 cuando con la
toma de Matamoros, las fuerzas del militar coahuilense aportaron el primer gran triunfo al carrancísmo.
Conviene aquí destacar la personalidad y figura de UD militar romántico y leal a sus convicciones. Lucio Blanco era, a decir del doctor Ramón Puente -quien fuera miembro de su estadQ
mayor- "pendenciero, terrible, mala cabeza, .
sediento de aventuras, no cabía en el pequeño
pueblo del origen de su familia, Múzquiz, Coahuila, porque él había nacido en Nadadores,
todavia más minúsculo". De la escuela había sacado una buena letra y destreza en los números, y
con esas aptitudes hizo su primer ensayo de vida
independiente en Torreón que era entonces una
escuela de mundo y un paraíso de placeres... Lucio tenía veinte años, era guapo y garrido, propio
para que aqueUas academias le enseñaran todos
los. recursos hasta laurearlo profesional. Los años
lo iban amacizando y dándole dominio en su trato de gentes. Era un gran amigo y sedúctor de corazones, pero en ambos estaba su punto débil,
porque se entregaba siempre sin reservas. Lo perdia una condescendencia y lo fascinaba una
caricia.
un régimen podrido y caduco? ¿Por qué esa
obsecación en inmolar hombres fuertes para
el trabajo, con el solo objeto de sostener a un
hombre [Huerta] traidor y a un régimen, "el
mt1itarismo", que no puede ser tolerado ya
por el pueblo mexicano?
Cuarenta y ocho horas después, sin haber respuesta a la carta, Lucio Blanco dispuso la toma
de Matamoros. El triunfo fue inmediato aunque
no se pudo evitar el derramamiento de sangre.
Lucio Blanco, después de estos acontedimientos
fue ascendido a general brigadier por Venustiano
Carránza, convirtiendo a esta ciudad en su cuartel general.
En 1913 "reforma agraria" era un término
confuso, no era un concepto sino un cúmulo de
ideas mal formadas. Para Zapata y los hombres
de Morelos, reforma agraria significaba primero
la restitución a las comunidades de las tierras que
habían usurpado los hacendados a lo l~go de un
periodo de dos generaciones. Para Lu~io Blanco
y Luis Cabrera, el término significaba el establecimiento de un campesinado independiente, propietario de parcelas de suficiente tamaño para
mantener cómodamente a una familia; para Pas-
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tor Rouaix. significaba la restricción del poder
económico y político de los grandes barones & la
tierra; y para otros significaba el desarrollo de un
sistema que incrementara la productivid~d agrícola. "Todos los que estaban imbuidos de la idea
de la reforma agraria, sin embargo, coincidían
en un punto: la hacienda era el centro del problema y la hacienda debía ser frenada" (Comberland).
Surge entonces, en ese año, el Lucío Blanco
reivindicador de las injurias sociales a las que
fueron sometidos los hombres del campo por muchos años. Surge el Lucio Blanco agrarista, el que
'reyó que la lucha carrancista pretendía concretizar las razones por las cuales el campesino mexicano se había levantado en armas y que iban más
alla de las luchas partidarias o personalistas. El
campesino mexicano necesitaba y quería las
tierras para trabajarlas, para hacerlas producir y
solucionar sus problemas. Lucio Blanco también
creía que una nación que trabaja bajo preceptos
de igualdad y libertad haría un Estado fuerte, sano y equilibr!ldo. De esta manera, la tarde del 30
de agosto de 1913 se llevó a cabo el primer reparto de tierras en nuestro país como resultado de
una incipiente revolución que ya para entonces
había cobrado muchas vidas.
Al acto de entrega de tierras acudió tambi.én
otro luchador social: Francisco J. Múgica, quien
al lado de Blanco ese día arengó a los campesinos
pidiéndoles respeto y amor a la tierra, así como el
reconocimiento para una lucha que, ese día, comenzaba a dar sus primeros frutos. "Por una parte Lucio Blanco emitió un manifiesto en el cual se
lee: Por fin, después de muchos esfuerzos, de tres
años de lucha y sacrificios, la Revoluci<Á1 comien- ,
za a orientarse en la manera de resolver uno de
los grandes problemas que constituirá. sin duda
alguna. el eje principal de la prosperidad de
nuestra patria: la repartición equitativa de la tierra".
Se equivocaba Blanco al hablar de una orientación social en la lucha carrancista y aún revolucionaria. El mismo Venustiano Carranza se encargó de sacarlo del error al afirmar que no estaba en las atribuciones del general Lucio Blanco,
como jefe militar, .abrogarse facultades que sólo
eran del resorte de la Primera Jefatura. El hecho
resultaba inaceptable a Carranza no sólo porque
no había sido consultado por Blanco, sino que el
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hecho mismo de repartir tierras entre los campesinos no entraba dentro de sus planes revolucionarios: Carranza al mismo tiempo que anunciaba medidas sociales, obligado por algunos de sus
correligionarios hacía todo 10 posible por preservar el sistema de las haciendas. No había logrado
impedir ni revocar la confiscación de las haciendas realizada por sus comandantes militares, pero hizo todo lo posible por eyitar que las expropiaciones provisionales se volvieran permanentes. "Informó a los comandantes que podían, en
efecto controlar los ingresos de las haciendas
expropiadas, pero que las haciendas debían ser
dejadas intactas (subrayado nuestro). Cuando el
general Lucio Blanco repartió entre los campesinos las 'tierras de la hacienda de los Borregos (Que
había sido propiedad de Félix Díaz), en el estado
nororiental de Tamaulipas, Carranza lo reprendió y lo transfirió a otro puesto" (Katz).
Comenzaba ya el periodo conflictivo para Lucio Blanco. Al someterlo a las órdenes de Obregón, Pablo González lo sustituyó en Tamaulipas
y Nuevo León. Se le infligía una doble humillación. Una al sujetarse al mando de un general
que ya desde entonces buscaba el brillo personal
y el poder individual, por lo que nada tenía que
ver con el coahuilense, y otra. al nombrar en su
lugar a un militar de escasos méritos e inteligencia. Sin embargo. Blanco supo disciplinarse y
ajustarse a las medidas y órdenes militares de
Obregón; así participó en muchas batallas, siem-
pre- al mando de las caballerías. No obstante. en
todo momento estuvo presente la intriga, la envidia, la incompatibilidad y el celo militar del de
Sonora: "Según testimonio aportado por don José
María Maytorena, enemigo acérrimo del caudillo. a fines de junio de 1914, en la casa del general Blanco en Ixtlán del Río. Obregón habría
afirmado la necesidad de consolidar la nueva SÍtuación estableciendo una dictadura más fuerte
que la de Porfirio Díaz. Nosotros ~remos los
científicos de mañana. A la réplica de Blanco,
Obregón se desató en improperios contra el pueblo humilde, expresando que él se consideraba
superior hasta cinco calzonudos".
Por ahí no iba la cosa para Lucio Blanco. Si
bien las circunstancias lo habían llevado a combatir al lado de los constitucionalistas, siempre
fiel a su condición de subordinado de Carranza y
Obregón, no dejó ni por un momento de pensar
en las posibilidades qué ofrecía una lucha en la
cual la parte social corría del lado de los zapatistaso Es así que, simpatizante de esta corriente, estableció contacto con sus jefes a fin de Iniciar un
intercambio de opiniones y así unificar los ideales
de ambos bandos. Al llegar a oídos de Carranza y
Obregón estas simpatías, éstos comenzaron a desconfiar de Lucio Blanco, al tiempo que los zapatistas guardaban reservas respectode este general,
a pesar de que lo ubicaban dentro de la corriente
agrarista a la que pertenecían.
El hecho de ser un militar que había pertenecido a las fuerzas carrancistas sin definir claramente su filiación, encontraba un grave impedimento
para desarrollar sus propios principios sociales,
desconfiaba abiertamente de Carranza, llegando
inclusive a poner en tela de juicio la sinceridad
personal de éste. Al día siguiente de la llegada de .
Carranza a la ciudad de México (20 de agosto de
1914) Zapata le escribió con entera li~rtad a Lucio Blanco, que era uno de los generales constitucionales de rango más elevado: "Yo le diré a usted con toda franqueza que este señor Carranza
no me inspira mucha confianza, le veo muchas
ambiciones y dispuesto a burlar la obra del pueblo". A los surianos nunca les había gustado
Carranza ni sus pretensiones, y Carranza despreciaba a los Zapatistas, considerándolos agitadores, ignorantes de mente estrecha.
La situación del general Blanco era muy difí_cil. ¿Era leal al Primer Jefe? ¿Era sencillament,
un revolucionario al servicio de la Revolución?
Loszapatistas loconsideraban leal, pero tenían sus
reservas; los constitucionalistas confiaban en él,
pero no del todo. Era convencionista pero no villísta. Con todo, Blanco mantenía la seguridad
de que algún día las diferencias entre los constitucionalistas y los convencionaJistas podrían ser
salvadas para llegar a un acuerdo que beneficiaTÍa al país.
Pero en esta indefinición también se encontraban otros mili~ que ya comenzaban a dudar
de las propuestas constitucionalistas como fueron
Julián Madero y Rafael Buelna, quienes durante
la Convención de Aguascalientes se manifestaron
francamente en contra de Venustiano Carranza.'
La situación se aclaró un poco, después que Eulalio Gutiérrez. presidente provisional por la Convención, designa a Blanco secretario de Gobernación (en este mismo gabinete José Vasconcelos
fue nombrado Ministro de Instrucción Pública).
dores, Coahuila, soltero, de profesión ganadero.
-¿Sabe usted por qué está acusado?
- Lo sé, por haber escuchado la l~tura de
la orden de proceder; pero.en mi cónciencia
creo que cumplí con un deber comp revolucionario.
-¿En qué forma?
-Según los principios de la Revolución.
Cuando se me atribuye el delito, sólo
existían facciones revolucionarias, y
reconocí a la Convención por parecerme que
ésta llenaba los principios que defendíamos
los revolucionarios. Es decir, este país debe
caminar por el sendero liberal y democrático...
Del juicio llevado a cabo en contra de Lucio
Blanco aún hay mucho que revísar, sin embargo,
valga por el momento señalar que fue declarado
culpable, imponiéndosele una pena de cinco años
nueve meses en prisión, que fueron reducidos a
treinta días para después salir exiliado a Laredo,
Texas.
"El se sabía sin culpabilidad por lo que se refiere a cálculo perverso, malversación de fondos,
ya que nunca fue afecto al dinero, ni le hizo la
traición. En momentos de conflicto, de angustia
revolucionaria, se le había escapado de su tempe-
a
gueroa, juez de Distrito de Nuevo Laredo, ve pasar en Laredo, Texas, a Lucio Blanco acompaña-'
do del general Marciano Conzález y de un desconocido. Este es Ramón Carcía, agente del Servicio Secreto Mexicano, quien se hace 'pasar por
desterrado político para que Lucio tenga confianza en él. Vienen rumbo donde está ubicada la
mueblería Dubin, y van hacia el Hotel. Saint
Anthony, en el cual penetran. Momentos despuéS
salen ya sin el general Marciano Conzález, pero
con otro sujeto más, el mayor Manuel Escalante 1
El agente Ramón Carda los invita ~ pasear con
unas muchachas y luego habla al general Lucio
Blanco de que en Nuevo Laredo está un coronel
del Ejército Mexicano que tiene deseos de hablar
con él, por lo que debe cruzar el Río Bravo para
unirse a los revolucionarios que lo esperan impacientes.
Junio 7, de 1922. Lucio Blanco cruza el ríó Bravo
con Ramón Carcía y el coronel Aure1io Martínez.
I
A eso de las siete de la noche entran en un esquife
atracado en la ribera norteamericana, atado a
una cuerda tendida a lo ancho del río y que t~r­
mina en la orilla mexicana. Ya. cerca de ésta,
Carcía pregunta con voz burlona al general Lu- .
cio Blanco: "¿Sabe usted nadar, mi general?"
"Casi nada -contesta Blanco-". Acto seguido,
Carcía le advierte: "Pues tiene que hacerlo...
porque ha llegado el fin de su viaje". La escena Li
Pero la escisión ya estaba en marcha y con ella
Lucio Blanco iniciaría el recorrido de insidias,
rencores, traiciones, venganza y finalmente la
muerte.
Todavía como secretario de Cobernación, Lu~
cio Blanco emitió dos decretos de importancia. El
primero devolvía su libertad a los ayuntamientos
del Distrito Federal y todos sus bienes, rentas y
prerrogativas propias de estas corporaciónes. El
otro habla de elecciones en el Distrito Federal.
A la renuncia de Eulalio Cutiérrez a la presidencia provisional, Lucio Blanco quedó inerme,
teniendo enfrente a Alvaro Obregón, quien prácticamente se adueñó de la situación. La.. viejas
rencillas, las diferencias y el que Blanco representara para el caudillo un enemigo de gran peso
en la esfera política, dieron como resultado su
persecución.
El 18 de septiembre de 1915, Rafael Cepeda, a
las órdenes de Venustiano' Carranza, informó a
ésteque«>nesa fecha se ~ian prisionerosal general Lucio Blanco y al coronel Francisco Alvarez,
por fuerzas del general Maycotte, en Saltillo,
Coahuila. El coahuilense no opuso resistencia en
vista del ofrecimiento de amplias garantías. No
obstante, Obregón tanía la. firme intención de
llevarlo a juicio militar con tal de fusil,arlo; si
bien Carranza había sugerido su expulsión del
país, el sonorense envió un telegrama al Jefe Máximo en los siguientes·términos: "Hipólito, Coah.
septiembre 20 de 1915. Primer Jefe del E.C. Veracruz. Enterado su mensaje cifrado de ayér, relativo a jefes detenidos en Saltillo. Lucio Blanco
será juzgado por el tribunal militar. Ceneral en
Jefe, Alvaro Obregón" ..
La acusación: responsable de la defección de
las caballerías del noroeste y que por ello se perdió a la ciudad de México en el mes de octubre
del año anterior, desobediencia, traición y malversación' de fondos. Seguía latente la certeza de
que Blanco había apoyado a los grupos zapatistas
en contra de los ordenamientos carrancistas. Mucho·tiempo después, el 22 de septiembre de 1916
se inició el juicio popular del ya exgeneral Lucio
Blanco en el salón de jurados del penal de Belén.
El 25 del mismo se reforzó el jurado con elementos de franca filiación obregonista, ya que el primero había resultado muy "blando".
-Presidente: Diga usted sus generales.
-Acusado: Lucio Blanco, natural de Nada-
ramento impetuoso una palabra: ¡Canallal, y la.
había arrojado, casi escupido con indignación, a
la cara de un general poderoso, al único que, según afirman sus contemporáneos, 'le retorcía las
tripas de envidia', Alvaro Obregqn" (Cumberland).
"Blanco fue el caudillo militar favorito de la
simpatía y del éxito en los albores del movimiento
-opina JuanBarragán_A1to,de complexión robusta, moreno, pelo negro, bigote del mismo color, su mirada era profunda. En extremo afable,
amigo de tratar con largueza a cuantos llegaban
hasta él. La frase que tenía a flor de labios
siempre era ésta: 'Oye, hijo... ', ;pues a todos
hablaba de tú y en tono de afectuosa protección,
especialmente a sus subordinados". Pero los rencores fueron más allá, Obregón siempre vio en
Blanco el peligro de ver disminuida su presencia
política y militar.
Junio 6, de 1922. El licenciado Custavo Fi-
ven desde el lado mexicano el alguacil Duke Caver y Jim Hozelringg. Carda es el primero en desembarcar. Tiende la mano a Lucio BI~co para
aparentar que trata de ayudarlo a pis¡u tierra,
pero rápidamente le pone una esposa en la mano
derec:ha. El otro aro lo coloca en la mano izquierda de Martínez y ambos militares quedan reducidos a la impotencia. Se esperaba el cruce de ambos militares a las 7:30 p.m., en el Paso del Indio,
a cinco millas de Laredo. Acuden veinte hombres
montados del XL regimiento, con el coinandante
de la aduana, Jesús Anaya Terán, y en esOs momentos, Lucio Blanco cae al agua arrastrando al
coronel Martínez y a Ramón Carcía. Anaya Terán y los soldados comienzan a disparar sin importarles la vida de Carcía. Este y Martínez reciben varios balazos mientras Lucio BlaJ!tco, sin Poder nadar debido a que su mano esta unida a la
de Carcía, perece ahogado y su cadáver con los
otros dos apar~ flotando sobre el agua días
después.
.
39
MI NOVELA ES UNA
LA INTOLERANCIA
Jesús Díaz
Carlos Puig
N
8'~reD~ ~ tido,
oobe de bmnq Y cuobo
grados en La Habana. En la terraza de su casa,
Jesús Díaz, acompañadO de su esposa y su hija, y
por supuesto, de una botella de Paticruzado, r~
cuerda el verso de Neruda: "Pero en la empuñadura de su arma de cristal humedecido, las iniciales de la tierra estaban escritas. Yo estoy aquí
para contar la historia".
- La condición adversativa, el "pero" de esa frase me fascina, me fascina en relación con mi novela: Al personaje principal le pasan cualquier
cantidad de cosas políticas, privadas, inventadas, con su mujer, con su trabajo, pero en la empuñadura de su arma de cristal humedecido, estaban escritas las iniciales de la tierra.
"Es decir, hay un elemento de identificación
nacional, que en el capítulo uno queda bastante
claro, que resulta muy poderoso para Carlos Pérez: básicamente la figura de su abuelo Alvaro y
el negro Chava, que de hecho resulta otro abuelo
para él. Hay un extraordinario poema de Guillén: &lodtl de IN dos obuelo$, y ásí este hombre
tiene dos abuelos, uno blanco y otro negro, como
tiene nuestro país. Y eso lo marca. En cualquier
coyuntura que la vida lo sitúe, las iniciales de la
tierra estarán escritas en su arma, más allá del
sectarismo, del dogmatismo, de la estupidez, de
la incomprensión, de su propia debilidad y su
propia fuerza, ése es el sentido, ése es el destino,
el rumbo.
"Cuando en alguna parte de la novela él está
cortando caña y sé pregunta si hay alguien que
haya combatido en Playa Girón, Carlos dice que
sí, que él combatió y le piden que diga algo a sus
compañeros. En ese momento no sabe qué decir,
se queda en blanco y Uno de sus compañeros le dice: -1 Cuenta, Carlos, cuental Entonces entendió, dice la novela, que a pesar de todo, estaba
ahí para contar la historia. Yo creo que ése es el
40
text~'"
no sólo del titulo sino de todo el
Ese es el sentido de lA8 inicúJles de 10 tierro, de
Jesús Díaz, primer sorprendido con el éxito de
crítica y eúblico que ha tenido la novela. El escritor que se había alejado veinte años de la lit~
ratura para dedicarse al cine (Polvo rojo, 140nÚJ, Clondestino), que fundó y dirigió en sus primeros años la revista cultural El ctlimem borbudo
y la hoja cultural de Juventud Rebelde, celebra
haber vuelto a su verdadera vocación.
-Para mí .significó un destino y ese destino era
la literatura. Había ~'Ado moliendo esta novela.
Antes de 1966, la había comenzado, pero la qu~
mé por misericordia con el lector y me dije: "Esta
novela todavía no puede ser escrita". Luego la
volví a escribir en 73. En aquel momento tuve la
sensación que el tema estaba sobre la realización,
y yo no tenía derecho a quemarlo con una realización ineficiente; la retomé, diez años después
para dedicarle dos o tres años, y hasta que dos
amigos me la quitaron de las manos supe que ya
estaba escrita.
-¿Qué es lo que queNs de lo novela que te
costó tonto escribirlo?
-Rescatar. Rescatar un tiempo, una atmósf~
ra, un olor, un sabor, una manera de bailar, de
hacer el amor, sin garde, como decimos los cubanos. Existe una noción del héroe mítico que me
horroriza. Hace poco descubrí a mi hijo preparándose para hacer la caminata de los 62 kilómetros que en la primera década de la revolución
se hacía para demostrar lealtad a la patria y entrar a las fuerzas armadas. Yo los caminé, miles
los caminamos. Cuando veinte años después me
dice mi hijo que va a caminarlos en honor de lo
que nosotros hicimos, yo me horrorizo. POlque
yo no sé qué tiene que hacer mi hijo, pero eStoy
seguro que no es repetir lo que yo hice. Y muchas
veces be percibido que ese proceso de mitificación heroi~a, primero nos aleja y luego nos con-
funde en la imagen que de nosotros y de ese tiempo tienen los jóvenes. Yo, por ejemplo, siempre
he tenido una pregunta que la literatura no me
ha respondido: ¿Cómo fueron los hombres que
hicieron nuestra independencia? Para mí es una
incógnita. Me he tratado de responder con los
diarios de campaña y ese tipo de documentos, ~
ro tienen sus limitantes.
Mi intención era salvar esa memoria y trascenderla, no inventar mitos, que no hacen, a mi juicio, ninguna, falta. Sólo mostrar cómo fuimos,
cómo amábamos. En la novela se baila, creo que
es una de las primeras novelas de la revolución
donde se baila. Los críticos han hablado mucho
de ruptura pero no han me~cionado esto del baile y yo creo que si hay alguna ruptura en lA8 iniciales de la tierro eS porque se baila, entre otras
cosas.
- Los criticas también hon dicho que tu novelo es una meditación sobre el heroísmo, ¿esw de
acuerdo?
-De alguna manera tiene que ver. Carlos Pérez es un héroe sólo en la acepción más convencional de la palabra. Todo protagonista de una
historia es un héroe; en otro sentido no es para
nada un héroe. Ni la novela es, como se ha venido ,diciendo, una meditación sobre el ,heroísmo.
Pienso que en Los inicioles de lo tierra, la discusión acerca de esa cuestión es una parte ,de un
mundo que está trascendido por elementos moy_
sensuales como la música y el humor. Si me pidi~
ras una reflexión acerca de qué es la novela, pienso que es·una reflexión sobre la intolerancia. Es
una reflexión sobre la irreversibilidad de la vida,
sobre todo de su vida, la de Carlos, de sus pasos,
de no poder echar atrás, de su perplejidad. Hay'
un crítico español que la definió como un psicoawílisis, creo que tiene razón..
-Psicoonólisis de CarlO$ o de todo uno generación.
-A €arlos lo separa del resto de su generación
muy poco. Anécdotas más, anécdotas menos, no
creo que exagere si te digo que millones de cubanos vivieron esa experiencia, Creo que Carlos es
una personal del montón y de ahí el apellido: Pérezo Carlos Pérez. A diferencia de otras novelas
latinoamericanas que han logrado con excelencia
distinguir a sus personajes con apellidos singulares, Carlos es un Pérez cualquiera, pero no un Pito Pérez, no. Es un Pérez que se distingue en la
medida que logra cobrar conciencia del proceso
del cual es sujeto, pero estoy eonvencido que en
ningún caso es una persona excepcional. El mismo está convencido; dice en el primer capítulo:
·'había cantado los mismos himnos, bebido en los
mismos jarros, llorado a los mismos muertos que
todos los demás; no tenía un solo mérito que pudiera llamar suyo y no de todos o de las circunstancias". Lo que ocurrió es que la singularidad
correspondió a todo el país. En ese sentido es un
representante de ese destino.
. -Carlos, revolucioFUlrio; Carlos, héroe de Playa Girón, ¿cómo actuaria en la Cuba de 1987?
-Quién sabe. No me lo he preguntado. Aunque me lo han sugerido no vaya escribir la segunda parte para dar las conclusiones del autor. El
escritor está. autorizado para contar la fábula, no
para sacar la moraleja. Yo la escribí, que la lean
otros. Yo no la he leído, no la vaya leer. Esta novela me ha costado mucho, ha pesado demasiado
a mis espaldas.
-¿Qué opinión tienes de aqueUos que han
dicho que tu novela es UFUI nueva ruptura en la
FUlrrativa, UFUI nueva forma dellengua;e?
-Muchos ya han hablado de lo que, según
ellos, hay de ruptura. Lo que yo te puedo decir es
que hay mucho de continuidad. Tuve la suerte de
nacer después de dos grandes generaciones de
escritores, primero la de Borges y Carpentier,
después el boom (aunque no me gusta la palabra)
y el postboom con Fernando del Paso y Palinuro
de México, una de las más extraordinarias novelas escritas en español en nuestro siglo y de otros
autores como Antonio Caballero, de Colombia, y
una novela que se llama Sin remedio; Ricardo
Piglia, argentino, autor de Hetpiración artificial,
y Raúl Pérez Torres, con Teoria del desencanto.
Esto conforma un ensayo que seguramente nunca
escribiré, pero que siempre pienso. Me obsesionan los títulos de esos libros. Toda esa desesperanza creo que conforma un marco terrible de
nuestro continente. Y ese es el marco real de Las
.iniciales de la Tierra. Toda la crisis existencial,
vivencial, histórica, toda la cuota de frustración,
de desesperanza de mi novela no es más que término de comparación con aquéllas que son sus
novelas hermanas, Y a pesar de todo, entre nosotros hay alguna esperanza.
(La botella de Paticruzado amenaza con terminarse. Entre palabra y palabra, Jesús ha llenado una y otra vez los vasos. Claudia, su hija, se
ha ido a dormir. Jesús se emociona cuando habla
de México. La condición para publicar con Alfaguara, en España, es coeditar antesde diciembre
en México y Argentina. Si esto no sucede ··escucharemos proposiciones, pero para mí es imprescindible que las iniciales se lean en el continente, ese es mi verdadero entorno, Cuba es sólo
una parte,")
-¿Cuánto te preocupan la8 lecturas que se le
puedan dar a la novela?
-Estoy ávido de conocerlas. Aún las de la extrema derecha. Por lo pronto, los críticos clasificatorios no se han puesto de acuerdo si es histórica, de costumbres, testimonio o qué rayos. Uno
de ellos dice que el lenguaje de la novela lo unifica todo y lo hace indiscernible. Me gustaría que
eso fuera v~ad. En México, espero que sirva para que los cubanos nos abramos el pecho y digamos: "Así somos, somos bastante jodidos, somos
bastante turbios, tenemos un carajal de problemas, no somos perfectos ni a cincuenta millones
de millas, tenemos muchas razones para llorar,
pero aqui estamos parados, aqui estamos".
un capítulo de
LAS INICIALES DE LA
TIERRA
Jesús Díaz
E
staban muertos de la rw. con el Ma·
nicomio de Kindelán; locos nadadores lanzándose olimpicamente a piscinas vacías, locos pintores
colgando de las brochas, locos periodistas que gozaban creyendo ser el periódico de hoy y sufrían
pensando que mañana los diarréicos se limpiarían con ellos el culo; y de pronto el tipo que llega
a la consulta y le pregunta a la secretaria, Ñera,
el pesiquiatra está, y la secre, Sí, señor, pero
fíjese, la pe no se pronuncia, y el tipo, ¿ah, no?,
pues entonces digale que a Edro Erez no se le ara
la inga; y ahí Gisela no pudo más, se aguantó del
borde de la mesa para no caerse de la risa y pidió
permiso para ir al pipin-ron y Carlos, Un momentico, un momentico, ¿cómo. le dicen las brasileñas a la inga?, y el Kinde, ¿Cómo?, y Carlos,
O Amado Nervo, y Gisela;ielp, jelp, y Rosa y Er.melinda iban a acompañarla al baño, yel Archimandrita, Qtro brasileño, otro brasileño, otro
brasileño llega desesperado al confesionario,
Padre, eu so canalla, he fomicato a meos amigas,
a meus primas, a meus irmanas, y el sacerdote,
¡Hijol ¿a oscuras?, y el brasileño, Sí, a oscuras, a
os militares, a os camponeses, y cuando regresaron las mujeres el Archimandrita anunció cambio de onda, uno serio, filosófico, con tres moralejas, y Carlos se preguntó cómo coño podría haber un chiste serio. Eso es una contradicción, di-
jo, pero el Archimandrita siguió con la descarga
del pajarito que estaba a punto de morir de fria
cuando una vaca le cagó enc~a y el calor de la
mierda lo reanimó, empezó a sacudirse y un gato, atraído por el movimiento mierdero, procedió
a escarbar, descubrió al pajarito, se lo comiÓ Y
colorín colorao, Carlos y Kindelán se miraron,
¿Cuál era el chiste?, pero ya el Archimandrita
sacudía un índice, Primera moraleja: no todo el
que te echa mierda encima te quiere joder; todos
sonrieron en un compás de espera, reservándose
para lo que venía, para lo que se veía venir, para
lo que vino cuando el ArchimaRdrita anunció,
Segunda moraleja: no todo el que te quita la
mierda de encima te quiere salvar, y alzó la 'mano como un policía de tránsito para detener la risa y dar paso a la Tercera moraleja: el que tiene
mierda encima no debe moverse mucho, y entonces dejó caer la mano, dando vía libre a la carcajada general ttlientras Carlos permanecía callado, pensando que el Archimandrita había cuadrado el círculo haciendo un chiste serio con tres
pares: Munse lo había criticado para salvarlo, el
Cochero lo había elogiado para joderlo y él no
debía moverse mucho; entonces se dio un trago
que resultó ser el bueno, el que lo relajó permitiéndole entrar en el relajo, pensar que aquello
había pasado hacía mil años y ver a su mujer y a
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sus socios sonriendo, vacilando la vida, y empezó
a reírse de lo requetecomemierda que había sido,
a carcajearse como uno de los locos de Kindelán
mientras los demás' lo miraban sin entender ni
hostia y el Kinde le preguntaba a Gisela, ¿De qué
se ríe tu marido, tú?, y él, De mí, me estoy riendo
de mí, y el Kinde, Baja, baja onda, y él, De que
una vez yo quise, yo quise, yo quise, y las carcajadas le impedian explicar qué carajo había
querido, y Ermelinda, ¡Ñol, ni Don Rafael del
Junco, y ahora todos reían menos Gisela, que
quería saber quién era el Don Rafael ese, y el Archimandrita, Un personaje de una novela egipcia
sobre el derecho de Nasser al Canal de Suez, y
Gisela, Ah no, a bonchar a su abuela, y el Kinde,
Bueno, ¿qué quisiste tú?, y Carlos, Prohibir las
malas palabras, chico, fíjate si está loco loco loco
pal carajo, y entonces empezó el chou, se hizo un
silencio sobre el que entró el primer acorde de la
guitarra de Froilán y luego unos arpegios suaves
que se quebraron de pronto, abruptamente, cortando en dos el aire, abriéndolo como una cortina de cariño para que entrara sonriendo la Seño-ra, Elena Burke sonriendo a su gente y diciéndo-les Lo noche de anoche, pero a Kindelán le dio
por vacilar y dijo, muy bajito, Por delante. ¡Qué
noche la de anoche!, cantó Elena, y Kindelán,
Por detrás. Gisela se mordió los labios para no interrumpir el contrapunto de ¡Cuántas cosas de
momento sucedieron!, Por delante, ¡Que me confundieron!, Por detrás, Estoy aturdida, Por delante, Yo que estaba tan tranquila, Por detrás,
Dúfrutando de e3a calma que nos deja un amor
que ya pa8Ó, Por del~te, y aunque Ermelinda le
dio un pellizco, Kindelán no pudo resistir la tentación, y en ¿Qué tú estáa haciendo de mi? murmuró Por detrás, ¡Que estoy sintiendo lo que
nunca sentí!, Por delante, ¡& tan profundo mi
deseo de ti!, Por detrás, Te lo t"'o: todo es nuevo
para mí, pero entonces, inesperadamente, dijo
Mentira, y Carlos tuvo que soltar una carcajada
y Elena dijo, ¿C6mo?, y vino hacia la mesa, muy
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señora y muy dueña de la pista, suavemente vino, como si se desplazara por el aire de la música
o por la luz azul que la seguía, y llegó y dijo, A
ver, ¡el manquitol Mi negro, ¿tú querías decirle
algo al público?, y Kindelán, cenizo bajo la luz
azul, doblado de la risa, De la pena, Eléna dijo, y
Elena, ¡Ay, pero si es poeta!, ¿qué estamos celebrando por aquí?, y Kindelán señaló a Carlos y a
Gisela con su úníco brazo, siniestro aunque era el
derecho, acusador ahora, y dijo La boa, y Elena,
¿Una serpiente?, yel Kinde, Esa es buena, Elena, y Elena, ¿No ven?, poeta, y el Kinde, No, un
matrimonio, un ahorcamiento, vaya, y Elena y
la luz se dirigieron hacia ellos, que de pronto estaban en el círculo azul tratando de- contener la
risa, y Elena, Pobrecita, si todavía se ríe, ¿tu
nombre, mi amor?, y Gisela dijo Gisela la, y repitió JaJaJa como si se estuviera burlando en cámara lenta y provocó una gran carcajada en el
cabaré, y Elena, ¿Jajaja?, y Gisela, al fin Ja Ja
láuregui, y Elena, ¿Nombre del verdugo?, y él
Carlos, Carlos Pérez, y Elena, ¿Preparado para
el asalto, cosalinda? y Carlos, seguro, y Elena,
¿Sí?, Procura que mañana esta niña se levante
cantando la noche de anoche, cantó convirtiendo
sin transición el diálogo en música, de espaldas a
Froilán que entró a tiempo, increíblemente, mágicamente a tiempo, como si todo aquello hubiera sido preparado para probarles que con los
grandes no se juega. Y Elena era grande ahora,
inmensa, pur() bolero al decir Revelación maraviUOBa, haciendo a Gisela susurrarle a Carlos que
había vivido, así nada más, que había vivido,
¿Cómo?, preguntaba él sabiendo que Elena respondería por ella como una diosa, Esperando por
ti, Y aceptaría corno una diosa los aplausos, y seguiría cantando como una diosa, Si pudiera expresarte cómo es de inmenso con una voz alta y
limpia y cristalina que pasó de pronto a un tono
bajo, gutural casi, cálido, caliente casi, cercano y
humano como el de una mujer de carne y hueso
que fuera a la vez una inmensa cantante y estuviera mordiendo a su hombre con En el fondo de
mi coraz6n, mi amor por ti, y ese amor fuera de
verdad delirante y abrazara su alma y atormentara su corazón y Siempre tú, decía Elena de
pronto inventando un ritmo propio, improvisando, sorprendiendo, sobresaltando con su filin los
oídos habituados a las lentejuelas y no al bolero
entero y verdadero, y dejando un compás de silencio que el Ronco no había previsto en su canción, un compás que Froilán aprovechó para sacarie sabor a la guitarra y Gisela para decirle a
Carlos, Siempre tú haciéndolo sentir pleno y
perfecto y dispuesto
berse aquella voz que de
pronto dejó de
tar, ahora hablaba, decía Estás, decía Conmigo, con un dejo tranquilo, colo-quial, tenue, desde el que empezó a subir naturalmente, sin esfuerzo, suavemente hasta las mismas puntas de las palmas donde situó su tristeza,
su alegría y su sufrir Y los llevó al lugar secreto,
altísimo y azul donde guardaba las llaves del halero, de su vida y su pasión y su dicha y su delirio
y él la quería, y cuando los tuvo soñando en.pleno cielo, los bajó de golpe al cabaré murmurando, no contando sino murmurando También, y
sonriendo y llevándose el bolero y los aplausos camo si tal cosa. Ermelinda dijo Se acabó el bolero,
y el Archimandrita, Cierto gorrión, y empezó a
imitar el canto de un pájaro más triste que el carajo, pero Carlos se dio un largo trago, Voy yo,
dijo, Con mis boleros, dijo, Bolero del Juez. Nadie lo conocía, y Carlos cantó, muy, musical y
muy borracho y muy solemne, Usted es la culpale, y ahí se detuvo, acusando a Gisela con el
índice. El Archimandrita fue el primero en reírse, se puso rojo pidiendo Otro, otro, y Carlos hizo
una venia antes de anunciar el Bolero del Antropófago y cantar Que como un nmo. Kindelán ro-ció a su mujer sin poder evitarlo, Se jama un chama, decía, y Carlos Coñó, Elena tenía razón, éste es poeta, y ahora, para ustedes, Bolero de la
Loca, dijo y cantó con voz atiplada No seas tan
Ingrato, yootJmtuJtneU, 'y por sobre el coro de risas interpretó llorando el Bolero del Suicida, Al
abimw, no lemo ir en dnenfreno, y el Bolero del
Impotente, Hoy que fjQ no &epat'a, y pidió'Útro,
otro, otro cantante, yel Archimandrita, Yo, Bolero- del Sordomudo, y sin mencionar nardos ni
azucenas, con una voz de bajo increíblemente desafinada, cantó Silencio para cerrar con broch~
de oro la bolerada, dijo, y Kindelán, Voy a Noeslomismiar; ¿A noes1omisqué?, preguntó Gisela,
Miar, aclaró el Kinde, y Carlos, ¿Mear, vas a mear?, y el Kinde, No, no noeslcimismiar, que no es
lo mismo ni se escribe igual, como no es lo mismo
un niño jugando con el tubo que jugando con él
tuvo un niño, tubérculó que ver tu culo, ni emeteriosecundinozacariaslaguardia que meterlasacarlasacudirlayguardarla. ¡Mil puntos! gritó el
Archimandrita. Déselos a esa ninfa, dijo Kindelán señalando a una corista que rumbeaba sobre
la pasarela, casi sobre la mesa, y el Archimandrita miro hacia arriba, Se me paran las barbas,
dijo, y puso cara de converso y empezó a pedirle
a dios que le permitiera redimir aquel culo sagrado, aquellas nalgas sacramentales, y de pronto
no miró más. NQ me interesan las mujeres, dijo.
¿Cómo?, preguntó Carlos imitando el cómo de
Elena, y entonces el Archimandrita concluyó.
Soy yo el que les intereso a ellas, y siguió filosofando, Todas las mujeres no son iguales, dijo, Por
desgracia, añadió mirando a Rosa y luego a las
coristas, Estas son tan lindas que no me extrañaría que se gustaran unas a otras, dijo, y Rosa,
¿Qué es eso? Sexo, dijo el Archimandrita, o sea
seso, es decir, dijo, El sexo es seso, y sonrió, Templar es tan rico, dijo y dejó la frase en el aire, con
suspensivos, y se rió con ganas, como si la risa le
estuviera saliendo de la barriga porque eran carcajadas baritonales y profundas. Que hasta con
la mujer de uno es bueno, hasta con esta gorda es
bueno, dijo, y Rosa, Ah, yo creía, yel Archimandrita, Esta mujer era tan pero tan gorda que
cuando nos casamos en vez de vestirse de largo
tuvo que vestirse de ancho, y fue a sacar otro
chiste de su chistera, pero Carlos se le interpuso
con el del río que era tan pero tan estrecho que
tenía una sola orilla, y quiso imaginar un río tan,
pero tan estrecho que sólo tuviera una orilla y
todavía estaba en eso, como diez tragos y una vacilable borrachera después, cuando volvió a
abrirse la cortina y el Archimandrita dijó que en
el segundo chou Raúl Chou Moreno iba a cantar
Chou-güí, Chou-güí Chou-güí, pero una trompeta ~ presentó dibujando un círculo celeste, se
presentó jugando, cuadrando, redondeando,
conversando casi, llorando y sonriendo, vacilando, hasta que un largo relámpago dorado cortó
de pronto el cfrcu1a de música como si un hachazo inexplicable hubiese certenado la mismísima
fuente de la virgen, y ya todos sabían que el maestro Félix Chapot;tín acababa de ocupar la pista
del Copa, y que el mulato chino que sonreía a su
lado, tentaba el micrófono con un dedo y sonreía, era nada menos que el pinareño Miguelito
Cuní, y era público y notorio que entre los dos tenían ul]a cuatratrepa con cuatro cuatratrepitos y
que quien se atreviera a tocan un cuatratrepo se
cuatratreparía todito, porque Chapottín y Cuní
comian candela. Ahora era casi obsceno quedarse
sin bailar, sin la piel, la sonrisa, los senos por los
que clamaba, bramaba la trompeta del Chappo
como un toro en el silencio de la noche, sin el espacia magnético y sudado y vibrante desde donde descolgar la mano por la cintura sobre la cade- - ra, desde donde dejarla caer, modelar, resbalar
como lo hacía el quimbombó con la yuca seca;
ahora salieron al centro porque el son llamaba,
había empezado despacio, suave, naturalmente
libre como la voz de ácana y de ébano y de palma .
real de Miguelito, que estaba calentando, cocinando el quimbombó con harina y echándole camaroncitos secos y carne de gallina y gozando el
guiso que Kindelán probaba, Qué riüco caballeros, Miguelito sonando, scmeando, Kindelán y
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Ermelinda girando, demostrando, y Carlos y Gisela marcando en un ladrillo, apretando, y el
Archimandrita y Rosa boncheando, vacilando, y
Miguelito apurando un trago de son y pidiendo
Cógelo Arturo, y Arturo entrando, deslizando sus
gráciles dedos mulatos sobre el piano, sobre las
teclas blancas y negras del piano, salvando ciertos escollos en el viaje, atravesando la presa del
HanabanUla o el puente de Cumanayagua hasta
entrar en el montuno donde tenía fatalmente,
inevitablemente que decir a Catalina. que le
comprara un guayo; pero Catalina no estaba, no
había llegado, no existía quizás, y Arturo se dedicaba a llamarla, a florearla, a inventarla sobre el
teclado de tal modo que sus dedos se ·fundían, se
confundían con el negro y el blanco del marfil y
del ébano y todo era mulato, mezclado, entreverado, y de pronto entraban el repique de la tumba y la llama de la trompa y el ritmo de las claves
y el cha-cha del güiro yel requinto del quinto y la
voz de Miguelito y. el coro de los bailadores, que
ahora eran una tribu mandada por Kindelán.
Miguelito llameando, llamando, Kindelán convirtiendo a su tribu en un tren que arrollaba por
la pista Con la mano arriba, Con la mano abajo,
Con la lengua afuera, como una locomotora insaciable, eufórica, enloquecida; capaz de qui~
y enarbolar sacos y zapatos tras su jefe, que alzaba el muñón clamando, ¡El ñonguitol, para dar
paso al coro. ¡El ñonguitol, y Kindelán convertía
de pronto el reclamo en ¡Miguelitol, y Miguelito
llamaba ¡Catalinal y le pedía coño por su madre
que le comprara un guayo, que la yuca, ¡ay, Catalinal ... La tribu recibía eufórica el regalo porque el son estaba inventando a Catalina, de nalgas elásticas y duras como el cuero de la tumbadora, prietas como el cuero de la tumbadora, y
de piernas largas y torneadas y ricas como el son,
y ahora Miguelito la estaba desvistiendo. con la
voz, la desvestía hasta llegarle al sexo de caimito
y la dejaba marcar después, desnuda entre el
quinto y las claves y la tumba, y la tribu dándole
cintura, rayando el guayo, mi negra, todas Catalina y todos Miguelito,.· toda son, y entonces el
Chappo entraba con su trompa de oro, certero
como el sonero de Hamelín, llamándola, y Catalina obedecía dócilmente, a ritmo, lujuriosamente obedecía, y se iba retirando, apagando,
pero fulguraba de pronto para regresar al centro
de la noche seguida por el Chappo, Miguelito,
Arturo, el quinto, las claves, la tumba, la tribu,
el negro, la blanca, el chino y la mulata, todo
mezclado, Santa María, San.Berenito, San .l3ere- .
nito, Santa Maria, y el son inandando: Catalina
despatarrada en la pista, pjdíendo baile, bonche,
bachata, y el Chappo y Miguelito dando cuero" y
candela y embistiendo al unisono aquel sexo inviolable, embistiendo como una pareja de cebúes
cerreros, embistiendo y retirándose jactanciosos,
jadeantes, derrotados y vencedores porque Catalina no existía ya, la fiesta estaba terminando y
ahora se acabó lo que se daba y se apagarían las
luces, como todas las noches. Kindelán quería seguir la rumbantela pero Carlos y Gisela tenían
prisa, tenian dentro el vapor de una caldera, y el
Archimandrita No jodas, negro, a quién se le
ocurre en su noche de boas, y Gisela, Esa es bonita, Archimandrita, yel Kinde, No me corras máquina, chica, no me corras máquina, y Carlos
prometió el Bolero del Adiós, y unió las manos en
un rezo para cantar A Dios les pido, y el Archimandti~ Esa que es fuerte fuerte sepárala, yel
Kinde, De mejores lugares mehan botado, y pasó
ei muñón sobre los hombros del Ermelinda y el
brazo sobre los del Archimandrita, que hizo lo
mismo con él y con Rosa y se fueron cantando Señor sereno, ¿por qué me manda -a dormir?, y
Carlos, Adiós, adiós testigos de mi noche, y echó·
a correr junto a Gisela )obby arriba hasta el elevador atestado de cabareteros solidarios y borrachos que les dieron paso, Please, Pachalsta, y
ellos, Gracias Zenqiu, Merd, yel ascensorita ¿Piso?, y Carlos, Sexo, sexo piso, y el ascensorista
marcó el seis y ellos muertos de risa, de ganas de
hacer el amor y de orinar, y llegaron al sexto y
hubo nuevos Pleases y Pachalstas y Gracias y
Zenqius y echaron a correr por el pasillo hasta la
puerta seis dos nueve, que suma diecisiete, dijo
Carlos, Luna, mi madre astral, dijo al abrir,
Buena suerte, dijo cargando a Gisela, entrando y
dejándola caer en la cama sobre la que se lanzó
después rugiendo, ¡El palo del tigrel, ¡El palo del
tigrel Pero Gisela ya no estaba allí, corría hacia
el baño y Carlos, ¡Maldiciónl ¡Me traicionanl, y
corría tras ella y se detenía junto a la puerta.
¡Abre, en nombre de la leyl, y Gisela, No, papi,
me estoy desvistiendo, y Carlos, ¡Abre o no respondo de míl, y Gisela, No te atrevas, y Carlos
entró y se quedó petrificado, alucinado ante los.
muslos color cobre, y ante el hilo de miel que
descendía desde el vellón oscuro y que de pronto
se cortó, Porque así no puedo, ¿tú ves?, dijo ella,
y él, Puedes, puedes, tú verás, y empezó a hacer
shshshshshsh y shshshshshsh y shshshshshshsh, y
ella ¡Nol, no seas malo, y él shshshshshshsh y shshshshshsh hasta que ella dijo ¡Ayl, yel hilo dorado volvió a bajar desde el v ón y entonces fue él
quien no pudo contenerse, y ella, ¿Qué vas a hacer? ¡Nol ¡Tas locoI, y él dejándose ir, liberándose al mirar la unión de sus aguas en un líquido
hermoso, amatillo brillante que ella también miraba ahora sonriendo, riendo, diciendo ¡Dios
mío, me casé con un locol ¡Dios mío, qué ricol,
mientras él volvía a mirar los muslos color canela
y el oscuro monte que nacía en lá planicie de piel,
junto al ombligo, y cedía al deseo de regarlo y
ella esparcía suavemente el líquido dorado sobre
sus vellos y él terminaba sintiéndose en la luna, y
cuando iba a retirarse la sentía atrayéndolo, besándolo justamente allí, y hacip.ndolo sentir como
nunca, mami, como nunca, dijo~ y dejó que ella
entonara aquel bolero privado sobre su miembro,
aquella canción muda que le hizo escuchar las
trompetas de la gloria mientras ella se untaba el
rostro y los pechos, y se paraba de pronto y 10
arrastraba hacia la bañadera y abría la llave y él,
¡Que estoy vestidol, y ella, ¡Al agua, patosl, y él,
hecho una sopa, Snif, miE, mi único traje, y ella,
Jódete, y él, Buu, mis mejores zapatos, y -ella,
Ahora aguanta, y él, Eso crees, canalla, ¡Ja ja jal
¡Esto es un trabajo para Supercarlosl, y quitó
las ropas y gritó: Lo he perdido todo, ¡menos mi
honor y tu amorl, y cayó de rodillas y la empezó
a lamer como un gatico, y ella, El teléfono, y él
¿Ji?, e jiga, sin dejar de besarla, sin importarle
que ella dijera Está sonando, y mucho menos que
el teléfono estuviera sonando, porque estaba sonando el muy puñetero como- un bicho lejano, insoportable, inexistente una vez que ella le entregó los labios y abrió las piernas en el agua tibia y
él la sentó sobre sí y disfrutaron bajo la luz, mirándose y aprendiéndose y recordando las veces
que habían sido tan comemierdas como para hacerlo a oscuras, A os militares, a os camponeses, a
os trabalhadores, dijo Carlos, y los pechos de Gisela temblaron de la risa y él miró el vientre donde su hijo tendría ahora dos meses y los hahía casado, y dijo Varón, y Gisela, Hembra, y repitió
Varón y Gisela Hembra y así siguieron, montados en un cachumbambé de locura. Después ella
lo bañó a él y él a ella, y se contaron los lunares y
se regalaron las barr·guitas, las boquitas y los pipieitos, y él la llevo en brazos hacia el cuarto cantando la Marcha upcial, Tan tan tatán, :Tan
tan tatán, y la tendió en la cama y se acostó a su
lado diciéndole Mi crocante de maní y Mi currucucú paloma, y el cabrón teléfono volvió a sonar,
¿Jalouuu?, respondió él, dispuesto a vacilar, Enteramente dedicado a labores propias de mí sexo,
dijo, Sí, cómo no, dijo, Enseguida bajo, y colg~.
Era el Fantasma, dándoseias de chistoso, le
explicó a Gisela, dice que me presente de completo uniforme, que los yanlds decretaron un bloqueo y nos amenazan con la atómica, y ella, Qué.
lindo, a estas horas con ese recado, y Tápate los
ojos, papi. Ellos cerró, escuchó un frufrú de te-
se
1
¡
las, una música suave en la radio y el¡Yal de Gisela que se había puesto una deshabillé blanca y
bailabauna danza indefinible, entrec1ásica ymoderna y ridícula, y entonces el cabrón teléfono
volvió a sonar. Sí, dijo él imitando la voz de Gisela, ¿Cómo? No, si ya Carlitos se fue hace rato y
me dejó sola de solemnidad, dijo, y colgó y llamó
a la pizarra, Señorita, le habla Tomasín Galindo,
no me pase más· llamadas, estoy en un asunto de
vida o muerte, dijo, y. volvió a colgar. ¡Ahora para siempre, amada míal, declamó avanzando hacia Gisela, abrazándola y dirigiéndose al bal.cón,
yeOa ¡No, que estás en cuerosl, y él, Pero eon las
manos en los bolsillos, y el aire era frío y se besaron y empezaron a escuchar y a mirar el mar que
que de pronto resultó iluminado por la luz
cartsima y azul de dos inmensos reflectores: las
olas rompiendo blancas contra el muro,
inaudibles ahora, el· traqueteo poderoso de una
columna militar avanzando por el malecón ~
cubriendo la noche. Papi, pasa algo, dijo ella, y
él, congelado, Sí, y entraron y la radio estaba
trasmitiendo un comunicado que escucharon sin
respirar. ¡Coñosumadrel, dijo él, Dame la ropa
rápido, pero Gisela no se movió, estaba derrum:bada sobre la cama, sollozando ¡Dalel, dijo él,
poniéndose ~ calzoncUlo~ y ella convirtió l~'
sollozos en un llanto largo y desatado y él le ~ arició el pelo, ¿Qué te pasa, mami?, yelta, sinvóTverse ni dejar de llorar~ Que est05 hijoeputas,
ño, no l~ dejan ni casarse a una. ¡Ni templar ~n
paz la dejan a una, yanlds de mierda, coñO, y él
la volteó y le dio un beso en la frente y le dijo
Bueno, pero apúrate, y ella, Sí, y le alcanzó la ropa y se vistió y empezó a recoger, diligente y rabiosa, y cuando las maletas estuvieron hechas, él
fue hasta el radio que trasmitía otra"vez el comunicado "La nación en pie de guerra" y lo apagó,
mientras Gisela, ya en la puerta, paseaba la vista
por la habitación y preguntaba, ¿No se qUeda
nada?_. _.._.
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ro.
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I
I
47
REVUELTAS Y
LA LITERATUBA
CONTEMPORANEA
Sergio Gómez Montero
S
e ha estuctiado pooo, quizá porque no
se sabe cómo ni para qué, el predominio de un
género literario sobre el otro en una etapa histórica determinada. Sin duda, ese predominio es significativo en términos de querer entender, en su
totalidad, el fenómeno literario. Así, todavia
hasta hoy, la novela ha sido, del siglo XVIII a la
fecha, el género que ejerce mayor influencia sobre la literatura en su conjunto, al margen de que
la poesía domine y determine en términos de contenido. Sin poesía no pareciera haber literatura:
Dilthey lo· decía precisamente a principios del
siglo actual.
Una manera de ver en forma global el desarrollo de la literatura en el siglo XX es hablar del papel de las vanguardias; así, en general, de las
vanguardias, entendidas en oposición a las tendencias conservadoras o estabilizadoras. Tal posición, maniquea de raíz, se endurece aún más si
las vanguardias se entienden siempre en términos
negat;ivos, en términos de irracionalismo y decadencia, en tanto que, en contraposición, lo "conservador" pasa a ser la forma acabada; el "tipo" a
partir del cual los modelos sólo pueden llegar a
ser variantes perfeccionadas ele ese ..tipo". Es evidente que esa manera de ver las cosas reduce las
posibilidades del análisis, empobreciendo los
planteos.
La otra forma de entrar al análisis de lo literario. en sus manifestaciones de fin del siglo pasado
y principios del actual, es analizar las tendencias,
sin olvidar que a ellas las enlaza un hilo común,
que bien puede;Ser, como lo dice Benjamín,
aquél que surge de la tendencia enfática de eUmi.nár lo anticuado, pero orientando la fantasía y
sus imágenes, que han recibido su impulso de lo
novedoso, hacia lo más antiguo. Benjamín desarrolla así su planteo: "En el sueño en que toda
época imagina la época que le seguirá, esa era venidera aparece enlazada con elementos de una
-protohistoria, es decir, con elementos de una sociedad sin clases, cuya experiencia, que se encuentra depositada en la inconsciencia colectiva,
crea, en su contacto con lo nuevo, una utopía que
deja su huella en las mil formas de la vida, desde
las construcciones duraderas hasta las modas fugaces". Creo que.el planteamiento de Benjamín
no pareciera dejar dudas sobre lo genérico de las
tendencias artísticas que imperan a principios de
siglo (y es impOrtante Señalar que el fe.!.!ómeno de
48
_las vanguardias, visto desde la óptica de las ten-
Quizá en un afán de ver en perspectiva, el futuro de la literatura -de esa literatura que a
dencias, nos señala que el fenómeno no es propiepartir de este siglo parece haber experimentado
dad sólo de lo literario, sino que él recorre, como
una mancha de aceite, a todas las manifestacio- - con todo- estaría vinculado un poco con el futuro del hombre; de ese hombre que, viviendo hoy
nes artísticas): esa añoranza, no siempre oculta,
en el mefítico orden de lo privado, exacerbado el
de las formas antiguas; añoranza encubierta,
. particularismo de los intereses, encontrará su viprecariamente, por afanes que innovan, más que
da nueva en un mundo menos individualizado,
nada para guardar un cierto paralelismo con el
más gregario, en donde la inhumanidad de los
caótico mundo circundante. El imaginismo y el
poderosos y-sus secuaces ya no impere, pues no
futurismo, en poesía, se sorprenden, aceptando,
hay que olvidar que, hasta hoy, el escritor ha vila era de la máquina. El fluir de la conciencia
vido en un mundo en donde la clase burguesa recon Joyce, busca reproducir la epopeya a nivel de
individuo; de un individuo que no encuentra lutoma sobre sí misma Y se apropia de la destructGgar en el caos. Bohemia y romanticismo se mezra voluntad de la marcha del mundo, haciéndola
clan en las generaciones perdidas de que hablan
suya. Los ciudadanos continúan viviendo como
Dos Passos y Hemingway. El mundo onirico y
fantasmas propagadores del infortunio (Adorno).
vuelto al revés de los surrealistas. La duda absoluta carcome a Gide, mientras qUe Proust Kantianamente intenta la redención estética. Kafb:
Revueltas: él está ahí
su padre, MUena, José K. El Ctutillo, AmérlcG,
Gregario Samsa: Kafka transita, va y viene, en
En los principios de la dialéctica negativa que de-.
sarrOllan Adorno y Horkheimer, se habla de una
sus ojos, y en sus escritos, se refleja el terror, la
especie de iluminismo que recorre al pensamienangustia, la impotencia: él -aparte de provocar
to contemporáneo, pero el cual· no logra imla ira de Lukács- siente quizá como nadie que
primirle a ese pensamiento un signo positivo; Tatodo está perdido, todo: nada por salvar. ¿Hasta
natos subyace, siempre, lo mismo en los Cantos
allá llega la alienación? .
de Pound, que en el ange! terrible de Rilke; en los
La riqueza de la temática, qu~ sedesprende de
personajes desmadrados de Hemingway, que en
esa época fascinante que fue la primera mitad de
Tonio ICroger de Mano. Eros no está, no se le ubieste siglo (con el fascismo metido como cuña: dGca por lado alguno. Nada salva, ni en la realidad
101'OSay execreable, ~rriblemente negativa), es
ni en la ficción, al hombre: Dios eola tie~ es la
quizá, la razón máspoderosa que nu1ifica todo intento maniqueo de reducir el estudio del fenómedestrucción absoluta y total de algo que comenzó
no a un enfrentamiento entre vanguardia y consiendo bueno -la revolución- y terminó odiado
servadurismo. El estudio de la época actual, inpor el pueblo.
cluidos los primeros cincuenta años de este siglo,
Con Revueltas el mundo no aparece al revés,
debe entender, como dice DeIla Volpe, que si
como en la Alicia de Carroll. En él, en su obra,
bien es cierto que todas las vanguardias -en tGaparece siempre lo negativo del mundo. Esa Dedos sus programas o maniiestos- han tenido. en
gatividad -iluminadora, espléndente- en la
común la actitud antiacadémica, la recusación
obra de Revueltas es uno de los elementos que
de las tradicionales formas y técnicas artísticas,
permite ubicarlo como uno de los escritores más
y, por consiguiente, de los contenidos retóricos,
cercanos a las tendencias contemporáneas de la
han tenido también que soportar la descomposiliteratura (y eso explica, a su vez, los ana(emas
políticos -lanzados por una izqui~rda ciega y
ción que implica el informalismo, la idolatría de
obtusa- que sufrieron Revueltas y su obra).
la fo~~mG-sensualidad-pura, sobre todo
De hecho, es la contradicción entre iluminismo
cuando ello se encuentra al servicio de la mercany negatividad el principio -uno de los princitilización del arte: cuando es el mercado el que
pios- que permite la explicación de un fenóme·establece reglas y principios, el producto, conno de características tim complejas como lo es la
vertido en mercancía, se reifiea y cosifica tamfunción de la ~ritura en épocas contemporábién al sujeto que lo produce y al que lo C9osume.
neas. Para el caso del país, Revueltas y su obra
Otra vez, una vez más, Marx tenía razón.
ejemplifican sobre esa dinámica~ aplicar alli el
toda es un fra~ la miseria humana -el asco
análisis literario es enfrentar la· contradicción
existencial que eso implica- se extiende y baña a
mencionada y ver cómo ella dinamiza el mundo
la vida humána: aquello, por ejemplo, que en
narrativo del escritor duranguense. Un mundo
esencia debiera ser bueno -la actividad política
narrativo de riqueza singular, el de Revueltas es
del militante marxista- no depara sino muerte,
un mundo que se mueve entre los dos paralelos
dolor, miseria, infortunio. El análisis del penomencionados: por un lado, sus personajes asumen
naje revue1tiano, nos conduce, por necesidad, a
hablar de la derrota, de la malformación, de la
su realidad de una manera sustancialmente reflesoledad, de la negatividad, se insiste, de lo humaxiva; en tanto que, por el otro, esa realidad es
siempre, por lo común, un mundo que no da
no. Hasta hoy -por razones obvias- no se ha
euartd, que, por defiJiición, enfrenta al indivir -; intentado establecer paralelos entre las visiones
duo hasta llevarlo a situaciones límite, en donde
pesimistas de Celine y la de Revueltas; pero valnadie se salva, todos perecen o se condenan; es
dría la pena intentarlo para ver cómo, desde exmás, en ocasiones se hace intervenir a lo "sagratremos opuestos, se puede llegar a conclusiones
do" o a la "predestinación" como elementos deparecidas.
terminantes de los procesos sociales.
Esa singularidad que alcanza la obra de ReDefinir así la obra de Revueltas, permite hacer
vueltas en términos de contenidos anecdóticos,
un seguimiento más preciso, en términos de diarequiere, correlativamente, de un lenguaje sincronía, de la novela de este siglo en México. Ubigular. Un lenguaje que ya 00 es, en principio, un
car y precisar el carácter, por ejemplo, de la nolenguaje al servicio del objeto; es decir, la suya ya
vela de la Revolución, cuyo parentesco -estreno es una escritura del narrador que, desde afuecho, cercano- con las primeras tendencias reara de lo narrado, describe lo que sucede, por más
listas (en particular del realismo francés) se
que "eso sucedido" -el caso Dostoyevski- sea
explicaría en términos parecidos a como es poun intenso conflicto psicológico. Ese lenguaje,
.sible explicarse a ese realismo: vinculada al concaracterístico del realismo del siglo XIX, se ve cotexto social, su motivación primera y motora lo
ludido con formas simples y directas de narrar; es
decir, ella es una escritura sujeta a las normas y
son los propios acontecimientos sociales, de los
reglas gramaticales predominantes hasta entonque ella rinde testimonio, inclinándose preferences, pues lo que se intentaba vender al lector era,
temente por destacar el papel del sector revolusí, un producto atractivo pero también altamente
cionario, al margen de que, con el tiempo, ese
digerible; tan digerible así, que fuera capaz de
sector se fragmenta y la hegemonía social la ejerconsumirse a través de un periódico o por medio
ce parte del grupo triunfador, con segmentos de
los perdedores. En la literatura, en la novela de
de entregas (llevando al extremo el ejemplo, esa
la revolución de este país, el realismo se inclina y
novela estaría cumpliendo un poco el papel de las
se caracteriza por la apología que el escrito -o el
tele y fotonovelas actuales).
pintor, o el músico o el educador- hace del camA diferencia de lo anterior, el lenguaje de la
pesino, del campesino pobre, quien fue el que
nueva literatura del siglo XX -incluyó aquí poeaportó las más altas cuotas de sangre al proceso
sía y narración- es un lenguaje profundamente
revolucionario. Es por eso que se puede decir que
preocupado por hacer ver (un hacer ver no neceel realismo de la novela de la revolución, es un
sariamente consciente) que hay un proceso agudo
realismo de marcados tintes populistas, si se toma
de reificación en ese sometimiento de la forma
en consideración que en los hechos, en la vida
lenguaje a la forma consumo, y que, es más, si de
real, a los campesinos nada positivo les quedó
alguna manera se quería seguirle siendo fiel a la
después de la revolución.
rebeldía escritural -como en algún determinado
De tal forma, Revueltas, en sus novelas y cuenmomento lo proponía el realismo- era necesario
tos, se rebela al contenfdo y forma de esa tendencuestionar al lenguaje: en un "golpe de dados", la
cia realista, y opta por abrir caminos nuevos. Caanécdota y el lenguaje tenían que cambiar. La
-dialéctica negativa explica que frente al cambio
minos que, por un lado, comienzan a descubrir la
de contenidos, las formas no podían permanecer
negatividad de los positivo: la revolución fue un
impasibles, y de allí que para darie concreción al
fraude. Pero no sólo eso, a partir de ahí la vida
conflicto existencial 1.. escritura -por ejemplo a
través del fluir de la conciencia- adoptó vestiduras nuevas. Vestiduras que, para el caso de Revueltas, tienen mucho que ver ~ Jlárrafos largos, en donde la puntuación casi des4parece, para darle paso a un habla literaria 9ue expresa
-con dolor, con ira, con·resentimiento-- formas
de pensar más que formas de vivir; en donde la
metáfora es la realidad cruda y elle*guaje coI~
quial, cuando existe, expresa un habla eminentemente popular.
Cuando el lenguaje alcanza el grado del non
$ense carrolliano, sin un contexto anecdótico que
lo justifique, tampoco él se justifica dado que su
función comienza a ser no significativa, y, habría
que pensar que 00 hay literatura en donde los significados no tienen sentido. Puede que ciertos
lenguajes humanos -siempre en los límites de lo
patológico- carezcañ de significado (además en
términos de lengua dominante), pero el problema de ese no significado es correlacionarlo con su
significante (es decir la imagen construida a nivel
sonoro). Cuando la literatura abusa de lo no significativo -descontextualizándolo- pierdé, en
gran medida, su razón de ser. Por eso, en térrni~
nos siempre de dialéctica negativa, la correlación
entre anécdota y lenguaje es lograr que el lenguaje sea, antes que nada, un instrumento que de
manera coherente traduzca el mensaje de negatividad contenido en la realidad, y eso, que Revueltas logra de manera singular, puede sí, atravesar por el campo de la innovación lingüística,
pero no justifica los no significados. ~ tersa,
limpia, bruñida en su dureza, en su terquedad,
en su lujuria, la de Revueltas es una prosa que
cumple con la función de narrar. Narrar lo negativo de lo actual, es cierto. Pero es un problema
de moral, y no de literatura, el implícito en f'1
porqué incidir en ello.
.
1 -:No hay que olvidar que los escritos últimos de
Lukács - 0 0 publicados áún en español- reivindican sus inquietudes metafísicas primeras, pues
ellos transitan por los campos de la ontología y de
la ética. Al regresar Lukács a ello ¿no estaría así
dudando él mismo de su determinismo sociologizante?
Revueltas, entre nosotros, estaría reclamando
un análisis más filosófico -más dentro del siglo
XX y no de! XIX- de sus escritos. Puede. Quizá. I
Quién saoo.
.-
.
.
.9-'
•
ada que escucho Penny' lane y J'll
see you in, my drums de Beatles y
Shadows, me acuerdo de la colonia
Roma. En realidad' rock y colonia Roma significan para mí lo mismo. Me remontan a las imágenes de
los años finales de los sesenta, de los cafés cantante: el Julabaluú, o el A Pao-Pao, entre otros sitios
donde dominaban los Sinners (de Federico "Naftalina" Arana); los Yaquis (de Benny); los T.J.
(del Pájaro Alberto); Los Cuervos o Los Esclavos
que se "reEriteaban" los éxitos de Bob Dylan,
Johnny Rivers, los Kinks, Yardbirds, los Lovinspon foIl, los Stones o los Animals. Tiempos.de la
secundaria y ligues con el personal femenino de
la Escuela de Cámara de Comercio, en torno a la
Plaza Ajusco. Ese fue mi primer contacto directo
con la Roma. Sitio con más de'SO años de historias y leyendas de todas clases y sabores, todo
sobre 290 manzanas con fachas de viviendas de
todo tipo. Lugar donde agonizó el porfirismo y se
apeó del caballo la Revolución para luego, con el
paso del tiempo, ser habitada por la burocracia,
la clase media y una burguesía venida a menos.
Refugio de comunidades de muchas partes del
mundo: judíos, libaneses, gitanos... y hasta chíapane<:<>s. Total, que todos los capitalinos hemosdejado algo de nuestro tiempo en la Boma. Muchos han escrito sobre esta colonia. Innumerables
las frases de un José EmiÍio Pacheco (Las batallas
del daierlo); de don Carlos Fuentes (Agua
Quemada); del maestro Arturo Azuela (ManiJestaci6n de silencios); Martín Luis Guzmán (La
Sombra del Caudillo); Fernando del Paso (Palinuro de México);Augusto Sierra (Colonia Roma);
Luis Zapata (El vampiro de la colonia Roma);
Gustavo Sáinz (La Princesa del Palacio de
Hierro), entre otros destroyers de la Literatura.
Colonia donde sentó sus reales el Art-Decó. Vivienda de personajes de muchos ámbitos sociales:
Alvaro Obregón, Aarón Saénz, Agustín Arroyo
Ch., Roberto Cruz, Ricardo J. Zevada, Luis
Cabrera, Manuel Sandoval Vallarta (científico
notable), Emilio Sánchez Piedras, Juan José
Arreola, Sergio Pitol, José Agustín, Jorge Fons,
Jorge Saldaña, Jorge Hernánd~ Campos, Guillermo Tovar de Teresa, Eraclio Zepeda, Maria
Conesa (la nalguix de los 20 y cómplice de políticos porfirianos y líderes revolucionarios y hasta
reina de la famosa Banda del Automóvil Gris).
Muchas gentes más que se han ido y han quedado
en este lugar de la capital, considerado como una
de las colonias más grandes de la ciudad de México.
S;olonia Roma. Famosa por los cafés de chinos
de Alvaro Obregón, por el desaparecido Swing
Club; por las casas de putas. Ahí sentaron sus reales La Bandida, Ruth, El Harco y Doña María
-preferida de los estudiantes que al presentar
sus respectivas credenciales gozaban de precios
preferentes-; de los baños eróticos en La Torre;
de comercios de todo tipo; de cultos y templos (el
más importante: La Sagrada Familia); sede de
dependencias públicas y privadas de colegios privados que interrumpen el tránsito en las horas
"pico"; de cenqos deportivos: de taquerias; de cines donde todavía hay matinés. De edificios altos
ypequeños, de todos los tipos que albergan a más
de un millón de personas, entre polilación fija y
de medio tiempo. Con sus calles de venta de flores (Colima); del gran comercio (como Insurgentes, Puebla y Alvaro Obregón, entre otras). Sitios
que desaparecen y surgen. Allí, en lo que fue parte del Estadio Nacional, donde tomaron posesión
los gobiernos Elías Calles y Portes Gil; ahí también estuvo el coso más importantes de toros,
donde hoy se levanta el Palacio de Hierro. Sede
de partidos políticos (PSUM y PPS) Y de lugares
bohemios y nostálgicos.
La historia de esta colonia se ha quedado embarrada en. los muros. Alvaro Obregón vendió su
casa al presidente que menos ha durado en el poder (SO minutos), Pedro Lascuráin y este la negoció con Vicente Lombardo Toledano y ahora es
50
C
cede del PPS; los generales revolucionarios habitaron las calles con los nombres de sus lugares de
origen: Tamaulipas, OTizaba, Durango, Baja
California et al. Aquí, el antes general y hoy
simplemente Negro Durazo, jugó billar en las
calles de Coahuila; Hugo B. Margaín vivió su infancia; Manuel Perló y Pedro Moctezuma escriben sobre la ciudad; los estudiantes del sureste
del país recorren sus calles; las hermanas España
, (MarUú y Rosalinda) repasaron sus rutinas de
baile para el ballet "fiebre" de Fito Girón; donde
la pandilla de los "fortachones" hicieron de las
suyas; donde surgió la leyenda en'la ciudad de
México 'del Rebelde sin Causa; sitio donde
todavía de alguna ventana se escuchan las obras
de Pink FIoyd, de Alan Parson, Roo Stewart, sin
olvidar a los Ases y los Panchos, o la Matancera,
o Ray Coniff, o Glen MiIler, en las 'fiestas de los
sábados. Recorridos con la novia, o la amante, en
las Plazas de Río de Janeiro (con su fuente d
i
tocayo); la de Madrid (antes de Miravalle) con su
más se resumía a simples lotes baldíos. Surgieron
los palacetes y mansiones de estilo europeo y las
avenidas arboladas y con ellas vino el desarrollo.
A pesar de la Revolución, siguieron las ventas de
terrenos y construcción de inmuebles hasta 1930.
En los veinte el arquitecto Carlos Obregón Sande la Revolución, creador
tRcfiia -el arquit
del Hotel Del Prado, del desaparecido Estadío
Nacional, de la Secundaria Benito Juárez, del
Banco de México, del Monumento a la Revolución, del Edificio sede de la Secretaría de
Salubridad- hizo y deshizo en la Roma. En los
cuarenta, se viene el desarrollo del gran comercio
de la zona con la construcción de Sears Roebuck.
En los cincuenta el semidesaparecido MultIfamiliar Juárez; la construcción del Viaducto con el
entubamiento del Río de la Piedd Y empieza la
migración de la clase poderosa a las Lomas o al
Pedregal Y se agrega la burocracia y la clase media, así como la llegada de las minorías étnicas y
las edificaciones de los templos cristianos (aPOStó-
Los
Ochenta
en los
Ochenta
de la
Roma
..'"
~
David Siller
Programación
Enero de 1987
Cibeles; del Parque Antonio M. Anza, de la Morelia o de la Jesús Urueta.
.
Desde el principio
El barrio de la Romita es el comienzo de esta zona. Ahí vivió y vive la clase más jodida del área.
Giuseppe Garibaldí es testigo. La historia principia en 1902, cuando el entonces Ayuntamiento
de la ciudad de México conviene con dos compañías inmobiliarias: Condesa S. A., Y Compañía de Terrenos de la Calzada de Chapultepec.
Area esta que en su mayor parte correspondió a
la ex hacienda de la Condesa de Miravalle, quien
cedió sus derechos a la familia Escandón, la que a
su vez vendió al entonces Banco Mutualista y éste
a la empresa cuyo consejo de admínistración encabezaban los entonces funcionarios porfiristas
José Ives Limantour, Enrique C. Crell, Guillermo Landa y Escandón y Porfirio Díaz (hijo),
entre otros. Originalmente la colonia era muy
pequeña, el caserío principió en la parte oriente y
en el sur. Ya en 1904 la colonia tenía como vecinas a la De la ?-,eja (hoy Cuauhtémoc), la Americana y la del Paseo uárez y la legendaria Condesa, respectivamente en estos días) todo lo de-
a
licos, .romanos, ortodoxos, protest~tes, evangelistas). El Metro y los Ejes Viales así como los sismos de 85 terminan con la tranquilidad de la zona y se inicia el periodo de autodestrucción, de
modificaciones en el uso del suelo. Uega la contaminación, la violencia, la buena distribución
de los servicios públicos y la transformación del
espíritu vecinal.
Uno de espantos
Jalapa 170. Casa de leyendas negras. Un asesinato. Un hombre intestado. Crimen sin solución.
Mensajes anónimos que siguen llegando. ~
tro que surge al morir la tarde. Ruidos en toda la
casa. Pero que ya no asustan a nadie.
Tiempo a destiempo
Calle de Tabasco. La casa parece un museo.
Cuadros de Doré. Muebles que alguna vez pertenecieron a Ignacio Comonfort. Casa de la familia Margaín. Todo en silencio. Todo en su lugar y
de no ser por un viejo reloj de caja que cada 15
minutos suena su gong como el Bing-Ben de Londres, se diría que en este sitio que habitó el sabio
mexicano Manuel Sandoval Vallarta, n~ hay vi-
da. La viuda María Luisa Margaín recuerda que
Robert Oppenheimer (inventor de la bomba atómica) y otros científicos pasaron sus vacaciones
en esa casa. Llegan a su memoria también las
imágenes de un menor que vivió frente al 242 de
esa calle. Era huérfano de padre y habitó junto
con su madre y una hermana la casa de una tía.
El nifio para ayudarse se dedicó a proteger y ser
goía de otros menores que eran compafieros suyos
en el colegio lasallista donde realizaba sus estudios. Todos los dias -hace más de 30 afios- pasaba muy de mafiana a las casas del rumbo por
los infantes. En una esquina los ordenaba en espera del camión escolar. Así por la tarde, de lunes a viernes. Hoy -dice dofia María Luisa- el
nifio- dejó de serlo, pero sigue siendo guía-. Ya no
de escolares, sino de todo un país: México. Se trata de don Mi.I!Uel de la Madrid Hurtado, quien
habitó la casa de Tabasco y ésta dejó de serlo para convertirse en una agencia de colocación de
servicio do~éstiCQ.
Programació
Febrer de 19 7
Hoy muchas cosas han cambiado, pieJlS(} mientras escucho una cinta de Dire Straits. Desaparecieron el cine Balmori y.el Royal. En el primero
se instauró la palabra "cácaro". El uso del suelo
se transforma radicalmente. Desapar~ la vivienda de alquiler y en su lugar aparecen condominios y oficinas públicas. Es más escandalosa la
colonia. Los sismos arrasaron. Se agotó la bohemia y y las prostitutas se apoderan de Insurgentes. El paisaje del día es diferente al paisaje de la
noche. Las luces de gas neón son más intensas y
constantes en todas las calles y avenidas que van
y vienen de la Roma. Alvaro Obregón se vuelve
campo de futbol en las primeras horas del amanecer y la nostalgia se apodera de las ideas. Vienen las imágenes de Lola de las Heras, en otros
tiempos más o menos recientes. Ella va y viene
por avenida Chapultepec pensando en mil cosas,
mientras el viento mueve sus cabellos dorados de
un lado a otro; su cara de incrédula, los libros bajo el brazo, las faldas muy arriba de la rodilla,
piernas satinadas de ufias pintadas de blanco
(¿caramelos de mental). El recuerdo del amor
frostado. De luces que brillaron y ahora no
brillan más.
(A Dolores, La Conejito)
la cultura callejera
Sólo se requería espacio
Héctor R. de la Vega
N
siquiera la Guia Rojlla ubica claramente; aparece envuelta y cruzada por grandes
avenidas: la Cuauhtémoc, Tamaulipas, Baja California y la Av. Chapultepec. La identifica el
nombre de sus calles: Sinaloa, Tabasco,
Chihuahua, Mérida, Colima, ... Todo un recorrido nacional sin abandonar la ciudad. La identifican, también, sus características arquitectónicas:
mansiones porfirianas rodeadas de casas unifamiliares y edificios de arrendamiento construidos en
los afios cincuenta, en los que el común denominador son las tres recámaras, sala y comedor, cocina, bafio y cuarto de servicio. Conviviendo con
los edificios en régimen de condominio, construidos ex profeso o, reacondicionados, viejos
edificios departamentales transformados a ese régimen. Una colonia típica de la cIase media, la
más típica dirían algunos, pero...
Como una enorme culebra que se empeñara en
señalar su espacio geográfico dejando su marca al
dibujar su contorno, pasó por el Centro Médico y
varios edificios del Multifamiliar Juárez; por
Tehuantepec echó sus huevos; penetró en la colonia y siguió destruyendo. Por no dejar, pasó por
los televiteatros, dio vuelta en Chapultepec. Se
empeñó en delimitar claramente su espacio. Cerca de 700 edificios destruidos y más de 4 mil
muertos en sólo unos minutos de terror sísmico.
Fue el Nerón -como le llamaron algunos de sus
habitantes- que había sembrado la destrucción
en la antigua Roma.
La colonia Roma no fue incluida en el decreto
de eq>ropiación; las autoridades argumentaron
que ésta DO era una colonia popular y su fachada
parecía confirmarlo, sí, pero sólo su fachada. El
sismo de septiembre destruyó muchas otras cosas,
además de los edificios y las vidas, puso al descubierto las apariencias y se desmontaron los escen$rios. La vieja colonia porfiriana no resistió el
examen de la realidad: antiguos caserones se
habían convertido en gigantescas y clandestinas
vecindades; departamentos compartidos entre
varias familias; subarriendos de secciones o, como los casos sólo creíbles para Tlatelolco, de
cuartos de azotea.
A dos afios del sismo la Roma no es más la misma, de una colonia en la que nadie creía pudiera_
surgir algo nuevo se desarrolló una organización
de vecinós, la Unión de Vecinos y Damnificados
que empezó haciendo las cosas de otro modo: si
las autoridades no consideraban necesario apoyar a sus damnificados, la Unión buscó apoyos
por otros lados; los financiamientos internacionales o de organizaciones religiosas suplieron
la falt~ de atención de los programas oficiales; las
actividades de la Unión suplieron el vacío de los
programas de renovación. Mantas en las fachadas de casas y edificios exigían la atención de los
pasantes, y sólo se retiraban cuando el problema
se había, resuelto.
Ciento diez viviendas han sido reconstruidas·
por la Unión, 955 acciones' en total que, según el
coordinador de la UVyD, Alejandro Varas, proporcionalmente, y de acuerdo a los presupuestos
manejados, los programas de gobierno deberían
haber realizado medio millón de ellas. Pero las
actividades de la Unión no se han limitado a la
reconstrucción y reparación de inmuebles, han
ido mucho más lejos.
La cultura a la calle
Partiendo de la idea de que todo mundo haga lo
que puede y sabe hacer, han creado cooperativas
de cerámica y costura, consultorios y cooperativas de abasto y consumo. Junto a ello desarrollan
una intensa actividad cultural que se ha traducido en más de 200 actividades artísticas culturales
y mantienen el trabajo de una comisión cultural
que, entre otras muchas cosas, es responsable del
funcionamiento de la Escuela Popular de Arte en
la que imparten cursos de danza, múSica, teatro,
fotografía, literatura, periodismo, artes plásticas, dibujo, serigrafía y artesanías.
Festivales callejeros de danza contemporánea,
festivales dominicales y otras actividades que
tienen por objetivo fomentar entre los vecinos el
. gusto por las manifestaciones del arte y la cultura
y" que, al mismo tiempo que divierten, aporten
elementos de educación popular.
.
Los espacios se contruyen
Fernando e·Ignacio Betancourt, Mario Enrique y
Alfredo Martinez son teatreros potosinos integrantes del Grupo Zopilote que desde hace 20
años trabajan juntos. Iniciaron sus actividades en
San Luis J'otosí en 1976, después de salir de su estado anidaron durante algún tiempo en Sina19a l
finálmente se ubicaron en el defe, aquí tenían su
sede en el departamento de Fernando, Alvaro
Obregón esquina con Jalapa, lugar que les servía
como centro de ensayo, bodega tle vestuario y
utilería. El sismo del 85 los echó a la calle, se integraron a los grupos de vecinos ·para ayudar al
salvamento, a la reconstrucción y a las diferentes
tareas que se presentaron en el momento.
Después de las tareas urgentes de rescatar vidas, cada uno de los vecinos continuó dando su
apoyo en lo que sabía hacer: los médicos instalaron consultorios, ingenieros y arquitectos revisaron los edificios dafiados. Ellos, los zopilotes,
eran teatreros y eso es lo que podían aportar, sólo
se requería un espacio y la UVyD se los proporcionó.
La ciudad nunca sería la misma. Había que
enmarcar todas las actividades dentro de un
ampUo programa de desarrollo de la comunidad.
51
Los zopilotes presentaron a la Unión un primer
~ Pro rarnación
Marzo de 1987
la cultura en
MEXICO
en
la culCura
'1c;.1~ ~IRIU'!
Dnd~ GetwrtJl: José PaAés Llergo
Director: Paco Ignacio Taibo 11
Jefr dr ~_ÑÓft: Cerardo de la Torre
DUn1o: Beatriz Mira
Rrtlacción: Francisco Pérez AlU,
~_
52
Mauricio Ciechanower, Rogelio
Vizcaíno, Emiliano Pérez Cruz, Luis
IIemández, Cosme Omelas, Jorge
Belarmino Feraández Tomss, Jesús
Anaya Rosique, Aadrés am, Orlando
Ortiz, Víctor RonquiDo, lusa Manuel
Pay"', Héctor R. ele la Vep, Carlos
Puig, AnAeI Valtierra, Pilar Vásquez,
Armando Castellanos. Círo Gómez
Leyva, Miguel Bonasso
,..vntipciótt criIficG: Paloma Saiz
Colaborarión ~ciaI: --EIsa NacCArella
Y Rafael Centeno.
proyecto de actividades culturales que, en primera instancia, invitaría a una serie de trabajadores
del arte: músicos, poetas, teatreros, danzarines.
A su convocatoria acudieron 18 agrupaciones artíSticas para realizar, ellO de noviembre del 85,
el Primer Festival Artístico de los Damnificados.
Pero no se trataba sólo de presentar grupos, el
proyecto cultural implicaba la participación de
'los vecinos en distintas actividades. Los primeros
días de ese mes revivieron una tradición comunitaria que se había perdido. Las ofrendas de
muertos se realizaron en las calles, en los restos
del Multifamiliar Juárez, en los edificios en los
que se habían perdido vidas. La Unión lanzó la
convocatoria y cientos de vecinos la siguieron.
A partir de febrero de 1986 la Comisión Cultural consolida su trabajo y, a partir de esa fecha,
éste se hace constante y permanente; 54 festivales, 83 exhibiciones de películas, 24 conferencias
y mesas redondas, 3 audiovisuales, 2 libros (uno
de ellos las Sobras Escogidos del Fisgón) y la EPA
son el resultado del primer año de labores. A partir de 1987 su programación se consolida. Mes
por mes los reporteros culturales deben 'tomar en
cuenta su c '\ctividades. De enero a julio de este
ano se realizaron 100 diferentes acciones entre las
que destacan la edición del libro de Rogelio Naranjo, La Rueda del Infortunio, y la inauguración de la Galería Frida Kahlo.
Platicamos con los miembros de la Comisión
Cultural de la UVyD en su local. Para llegar asu
pequeña oficina debe uno cruzar frente a la
galería que el) ese momento expone la obra del
fotógrafo Enrique Flores Mangel, "Gráficas de la
Represión en México", y pasar algunos de los salones en los que se imparten los talleres de la Escuela Popular de Arte.
Fernando, Ignacio, Mario y Alfredo responden
a nuestras preguntas, la grabadora es sólo un elemento más, como la máquina de escribir, ahí están pero no molestan; sólo el teléfono al que Fernando debe acudir a cada momento interrumpe
la charla.
¿Cuáles son los objetivos de la Comisión Cultural?
-El proyecto lo hemos ubicado dentro de todo el
proyecto de la UVyD, no es algo aislado o que se
dé por sí solo. Así como la gente necesita una casa
para vivir, alimentos, también necesita conocer y
realizar diversas actividades artísticas en sus distintas manifestaciones. Tan importante es tener
una casa como educar la sensibilidad de la gente,
no sólo para que participe en la lucha por la obtención de una vivienda sino también en lo que
sería lá democratización de la actividad artística,
vista tanto como espectáculo como en la posibilidad de talleres para que la gente desarrolle su
creatividad.
e'Cómo ho influido entre los vecinos la actividad
que ustedes realizan?
•
-En los festivales que realizamos durante un
año se presentó todo tipo de espectáculos, de teatro, de danza, de música. La misma gente
establecía los niveles, aprendía a disfrutar de una
manera crítica, si se quiere a un nivel no muy
académico, pero lo importante es que la gente
aprende a analizar los productos artísticos que se
le presentan.
A pesar de que en la colonia se encuentran ubicados varios centros culturales, ya sea galerías,
teatros o escuelas de arte, nunca se habia dado un
proyecto que fuera pop~ar, que se presentara en
la calle ni una escuela de arte con precios populares; y los beneficiarios de este programa no son
sólo los habitantes de la Roma; el proyecto está
vinculado a otras colonias como la Obrera,
Buenos Aires, Centro y Juárez. .
. Así como existen carencias educativas y los alimentos son caros y cada vez más inaccesibles,
también los espectáculos culturales son caros y se
presentan en lugares cerrados a los que 11'
e .....lunik 1l;,~.... _.I"
Programación
Abril de 1987
Pro carnación
Mayo de 1987
.. (. v
mayoría de la gente no asiste. El hecho de que estos eventos salgan a la calle es ponerlos a su alcance, que los conozcan y los confronten con lo
que les presentan diariamente las difusoras comerciales como arte.
Para los artistas también resulta todo un reto
este tipo de espectáculos. No es lo mismo trabajar
en un escenario con todo el apoyo que te dan las
luces, la escenografía y los telones, que trabajar a
ras del suelo. Por ejemplo, en el Primer Encuentro Callejero de Danza Contemporánea, la
mayoría de las coreografías estaban pensadas para hacer trabajo de suelo, y en la calle esto no es
tan fácil. Las obras debieron, sin perder calidad,
adecuarse a condiciones de públicos y escenarios
distintos. Los propios participantes de este encuentro hablaron de lo enriquecedor que es el
hecho de sentir a la gente tan cerca, si el espectáculo no le atrae sencillamente se sigue de largo.
Para el segundo encuentro, que está programado
para octubre, los grupos que ya participaron
tendrán que presentar sus números de acuerdo a
estas condiciones y a la experiencia que ya adquirieron.
Para estos días convocaron ustedes a un festival
de música de banqueta. ¿Cuáles son los objetivos
de éste?
-Se trata de ofrecer un espacio para mucha gente que anda tocando en las calles, en los camiones, en Jos mercados y en Jos restaurantes y de
presentarlo en condiciones más adecuadas, porque se cuenta con el escenario, el sonido, las luces; al mismo tiempo se trata de encontrar y vincular al que está haciendo canci6n, que está creando música nueva para difundirla en las actividades que organizamos.
Es una invitaci6n para que los músicos se incorporen y, a quienes tengan cosas más interesantes apoyarlos en la medida de nuestras posibilidades, que no son muchas, pero por lo menos se
intenta facilitarles su trabajo.
En estefestival se va a dar un énfasis a la creaci6n, a las composiciones de los propios participantes. Esto es importante porque cuando las
instituciones oficiales promueven los festivales de
fin de semana en los parques con intérpretes desconocidos, se reproduce lo comercial o lo ya conocido: cantantes de ranchero que interpretan e
imitan a Vicente Fernández, cantantes de norteño que cantan lo que tos Cadetes de Linares, y así
por el estilo; de lo que se trata es que esa gente
que anda cantando en las calles, en las banquetas, ciegos, inválidos, tenga un espacio para
sus composiciones originales.
Han hablado de difusión, ciY en el terreno de la
educación y la creación?
-En este local funciona la Escuela Popular de
Arte que inici6 sus actividades en marzo del 86 en
condiciones sumamente precarias; con local prestado; sin presupuesto y con una planta de maestros que no percibían sueldo. Sin embargo durante este primer periodo, de marro a julio del
86, se dio atenci6n a ISO alumnos entre niños y
adultos.
De septiembre de 86 a enero de este año, ya
con local propio, se atendieron 176 alumnos y en
la actualidad tenemos inscritos 365.
El crecimiento no s6lo ha sido numérico, también en la calidad se ha mejorado, se incrementaron los talleres progresivos que posibilitan grados
de avance en los conocimientos frente a los talleres terminales que hubo en un principio. Contamos con 17 maestros que imparten sus cursos de
lunes a sábado, por las tardes y se ha logrado
mantener un sistel1.la de becas y cuotas de costo
muy bajo.
Entre otros elementos esto es lo que define el
carácter popular de la escuela al brindar educaci6n artística a personas de bajos recursos económicos.
.
El trabajo que ahora se realiza no es muy aparatoso ni muy deslumbrante, sus resultados ahora
no se notan pero, dentro de algunos años, toda
esta gente que participa en los talleres y que empieza a encontrarse con la posibilidad de desarrollar sus posibilidades en las distintas ramas
va a jugar un papel dentro de la colonia ya sea en
la música o en la narrativa o en el periodismo.
Por ahora se exponen sus obras en el propio local de la Uni6n o se publican sus escritos, incluso
ellos mismos los publican o lo hacen otros que están en los talleres de impresi6n o se venden sus
trabajos aquí en el mismo local.
Por otro lado, también es un espacio para los
propios maestros, profesionales que han encontrado aquí un espacio para desarrollar sus capacidades, espacio que no les brinda ninguna de
las instituciones oficiales.
Las actividades de la Uni6n se complemen~n,
partimos de que todo el arte es cultura -pero no
toda la cultura es arte. Hay una formaci6n cultural que da la misma práctica, la gente que se organiza, que lucha está adquiriendo una formaci6n cultural para su propia vida y en ese sentido
la comisi6n cultural juega una parte del proceso.
De un proceso en el que se inscribe la EPA, las actividades y presentaciones artísticas, las cooperativas e incluso el propio bazar.
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¿Hay alguno erperiencúl similar ti lo que ahortl
realiza la Unión?
-Ninguna. Aunque existan antecedentes en San
Luis Potosí, en Chihuahua o el propio trabajo
que algunas organizaciones han hecho en el DF.
Hemos intentado difund,ir la experiencia en algunas colonias como Tlatelolco, la Doctores y en la
propia Morelos, aunque el'lla CUD <foordinadora Unica de Damnificados) ha dado püCQS resultados porque muchos no han visto la actividad
cultural como prioritaria para el desarrollo de la
misma organizaci6n. Ahora estamos: llamando a
un encuentro nacional de trabajado~ del arte a
nivel. popular para confrontar les programas y
ver las posibilidades de echar a andar una organizaci6n de trabajadores del arte más amplia y que
abarque a un mayor número de colonias.
¿Han recibido apoyo de ín8lituciones o.ficíolesP
-No, ni el INBA, ni las del~acioneshan sido ca-.
paces de satisfacer la demanda de cultura que
hay en las colonias, nada menos aquí a dos casas
se encuentra la casa d~ la cultura de la delegación
y quién sabe qué es lo que hagan con su presupuesto porque las actividades no se ven por ningún lado. Todo ,el apoyo que hemos recibido ha
sido de los trabajadores de la cultura, de organismos internacionales y, por supuesto, de la propia
Unión.
¿Cuál (lCtividad ha sido más aceptada por los vecinos?
-En los festivales lo que más ha llamado la atenci6n es la danza contemporánea y, luego, la danza folld6rica. También la música clásica es bien
recibida.
Es falso el criterio que dice que hay un "arte
culto" y un arte que no lo es o que a la gente le
guste uno más que otro. El criterio impuesto por¡
los comerciantes de la actividad artística ha sidd
el decir: "Hacemos películas de ficheras porque
eso es lo que quiere la gente, hacemos C8lKliones
estúpidas porque a la gente le gustan" y no es más
que un pretexto para seguir haciendo negocio. El
público en general es susceptible a todos los géneros artísticos, siempre y cuando tenga la oportunidad -de ver diferentes manifestaciones, y éste es
uno de los criterios para las programaciones: presentar un abanico de posibilidades para que la
gente tenga la capacidad de decir "esto me gusta
más, esto no" y cada uno vaya, de acuerdo .a sus
gustos personales eligiendo.
_
S610 se requería un espacio democrático. tanto
para los trabajadores del arte como para el públi-,
co, y aquí lo que haceJD()S es proporcionarlo.
.
5~
--1J'
.
H a y una ' ....te de moda, dirian los
superficiales, por volver atrás. Tomar a los clásicos y hacerlos a la manera de uno o tomar los clásicos y hacerlos tocar con uno. Esto es algo que el
jazz posibilita. Un cuarteto de cuerdas de
nombre Kronos, blancos y de académicas enseñanzas, toca en un disco invitando al guitarrista
lim Hall y ~I contrabajista Eddie Gómez, la mú~ica del pianista BiIl Evans. Sí, el que tocó con
Miles Davis, el que estuvo en la Neza Tocando en
el 77 meses después del contrabajista Mingus, el
que murió un quince de septiembre víctima de la
hidropesía, el que contribuyó -gracias a lo
'aprendido con Art Tatum y Bud Powell- a liberar a la mano izquierda de la tarea de marcapasos rítmico. Charlie Watts, el baterista de los
Rolling Stones, .graba en 86 en Inglaterra con su
orquéSta de jazz yen 87 se presenta en el f,estival
de esta música en Nueva York. Otro rockero, loe
Jackson, hace lo suyo fusilándose una portada del
saxofonista Sonny Rollins quien a su vez tocó con
los Rolling Storfu en un disco: Sting toca en Paris,
graba un disco doble, Bring on the night. y refrenda el éxito obtenido con un grupo venido desde el jazz hacia algo más qué el rock. Jack Bruce,
el bajista y cantante de aquella vieja crema superestelar, y Carla Bley, los mismos que grabaron Deportes Fícticios con Nick Mason, Baterista
~I extinto Pink Floyd, son invitados en 86 por los
free-jazz-rockeros neoyorkinos Golden Palominos. Y Celia Cruz se sorprende a sí misma cantando con David Byrne, el de las cabezas parlantes.
Cuatro de los mejores tree-jazzeros de la escena contemporánea, miembros del World Saxophone Quartet: Olíver Lake, Davis Murray, JuIius Hemphill y Hamiet Bluiett, en su más recieny
te disco tocan a Duke Ellington (1986). Cuando
este hombre murió (25 de mayo de 1974) los escaparates de las tiendas de discos de Europa se llenaron con las portadas de sus discos. No faltaron
las estampillas postales emitidas en 'diversos paises. Miles Davis grabó el disco Get up with it a
manera de homenaje. Dollar Brand hizo un disco
reinterpretando a Ellington. Ahora el WSQ hace
suya la música del arreglista, orquestador, compositor y pianista que le cambió al jazz el sitio para colocarse en el mundo.
'
Yel trompetista del Art Ensemble de Chicago
dirige a su orquesta de metales para grabar en el
disco Brass Fantasy, "Solo tengo ojos para ti".
Los ejemplos son varios. La modernidad del quehacer jazzístico se sustenta en mucho en esa vuelta atrás para obtener de ahí la riqueza y así seguir
avante.
Pero no es un simple acto de recuperación nostálgica. Claro que no. No hay nostalgia en el
piano de Sun Ra tocando a Ellington ni en el clarinete bajo de AnthoI:Y Braxton haciendo a ~har­
tie Parker. Es, ~ntre otras cosas, una excelente
manera de saber dónde se está. Pisar, firmemente
y seguir. No repitiendo, creando, recreando.
Creo que, con todas las distan<:ias que les da el
estar comenzando como trío, en MéxiCo hay un
grupo que está consciente de esto. No han hecho
demasiada bulla, acaso han tocado en público
unas cuantas veces, en la Casa del Lago y el Hijo
del Cuervo, pero tienen muy claro adónde van y
qué es lo que quieren. Para el medio jazzístico
mexicano esta actitud es garbanzo' de a libra. En
el piano está Héctor René Infanzón, al contrabajo Agustín Bernal y en la batería Toni Cárdenas.
Hablabamos de Bill Evans y la liberación de la
mano izquierda.
Infanzón ha escuchado a Evans y a Oscar Peterson y pone en práctica mucho de sus enseñanzas. La mano izquierda proporciona las contrapartes donde se apoya la derecha para que las figuras melódicas reiteradas varíen con armonía,
con los climas que da la izquierda. Esto no lo
podría hacer sin una base rítmica que sosteniendo permita esta liberación. Para ello está la excelente presencia de Bernal, sin duda un estupendo
contrabajista y músico. Marcar con claridad y
exactitu<! es algo necesario, Cárdenas lo hace sin
excesos y con atingencia, quizá el único defecto
que tiene (y que en otros bateristas de jazz puede
considerarse virtud) es que escucha mucho más a
sus compañeros que a si mismo.
La idea de estos tres es, desde el principio, conjuntarse como un taller que vaya rindiendo frutos con el tiempo. Conjuntarse. Crear un trío que
trabaje en colectivo la música que se va haciendo, afianzarla. Por ello es que decidieron acudir
a los llamados standards, a los clásicos de Miles
Davis, de Parker, de Brubeck, Corea, etc., todas
esas piezas haIlables en el Real Book de los jazzistaso Las escuchan y las tocan hasta llegar a hacerlo a su personal manera, no a la de otros. Ya
luego vendrá la puesta en escena de sus propias
composiciones. Por ahora el trabajo está -IY vaya fardo que se han echado encimal- en crear
un trío, no una tercia de individuos más o menos
capaces de hacer jazz en México, sino un trío.
Hay que seguirlos. Infanzón, Cárdenas, Bernal,
como Kronos, el QSQ, Lester Bowie, etc., abrevan en el pasado, hacen lo hecho ayer para hacer
hoy. Desde ahí, esperemos, confiemos animosos,
saldrá el jazz de ahora, un jazz hecho aquí que
no pueda hacerse en otra parte y que se pueda
identificar por su gran calidad propositiva en
cualquier lado.
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