La fauna de los Montes de Toledo orientales (Macizo de La

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La fauna de los Montes de Toledo orientales (Macizo de La Calderina-Sierra de
Villarrubia). Caracterización biogeográfica
OSCAR JEREZ GARCIA
1.- La distribucion de las especies
Desde un punto de vista geográfico hay dos aspectos a considerar sobre la
fauna: la distribución de las especies sobre el territorio y la asociación de esas
especies a sus hábitats.
1.1.- La distribución de las especies extinguidas
Únicamente nos ceñiremos a dos especies “emblemáticas” que fueron
indicadoras de las condiciones ambientales y paisajísticas de estos montes: el oso
pardo y el lobo. El oso habitaba en estas sierras a finales de la Edad Media, llegando
a vivir hasta finales del s.XVII y principios del s.XVIII en algunas localidades de los
Montes de Toledo. Aún hoy perviven algunos topónimos que hacen referencia al
plantígrado en montes próximos. Si interpretamos los topónimos en los que según el
Libro de Montería de Alfonso XI habitaba el oso pardo, tenemos una reconstrucción
de su distribución a finales del s.XIV que abarcaría casi todas las sierras al norte de
Villarrubia: Los Castaños, Valdelagua, Valdeinfierno, ...
En cuanto al lobo, únicamente tenemos referencias orales, según las cuales
parece ser que se extinguió en torno al decenio de 1960, aunque hay alguna
referencia que indica que los últimos lobos se vieron por estas sierras hacia 1972.
Distribución del oso pardo en el s. XIV
Villarrubia
Distribución del lobo a mediados del s. XX
Villarrubia
1.2.- La distribución de las especies en peligro de extinción
Entre las especies denominadas como “en peligro de extinción” por el C. R. E.
A., hay dos consideradas como “emblemáticas: el águila imperial y el lince ibérico”.
El águila imperial no nidifica aquí, aunque hasta hace poco – mediados de los años
ochenta – lo hacia en la zona de los Castaños. Respecto al lince, al parecer las
sierra de Urda y Villarrubia, tenía la mejor colonia lincera de toda la Península
Ibérica en los años ochenta. Diez años después, en 1995, todavía había linces en
estas sierras, aunque su población había descendido muchísimo. Actualmente
apenas queda un centenar de linces en toda la Península Ibérica, y posiblemente
esté a punto de extinguirse en estas sierras, donde la escasa población que pudiera
quedar no es viable siquiera a corto plazo.
Distribución del lince ibérico en los años 90
Villarrubia
Distribución del águila imperial en los años 80
Villarrubia
1.3.- La distribución de las especies vulnerables
El catálogo de especies vulnerables se incrementa con respecto a las que se
considera en peligro de extinción, si bien estas también se encuentran bajo un grado
de amenaza ciertamente considerable. Al igual que en el apartado anterior, no hay
ningún anfibio ni reptil que se considere como “vulnerable” en el C.R.E.A. Solamente
hay tres mamíferos: dos murciélagos y la nutria, la cual se ha observado únicamente
en un embalse de la zona de Los Castaños. Las aves representan el grupo más
numeroso de especies vulnerables, con un total de 19. Entre ellas cabe citar el
águila real y culebrera, el búho real, la grulla, la avutarda, ...
2.- Clasificacion general de los hábitats para la fauna vertebrada
2.1.- Las especies asociadas preferentemente a zonas húmedas
Con el término general de zona húmeda hemos incluido toda una tipología de
humedales que van desde pequeños embalses, estanques, bebederos y
abrevaderos artificiales, hasta fuentes, charcas, hontanares y enclaves
higroturbosos, pasando por los arroyos y riachuelos de carácter estacional,
permanente o semipermanente. Además de la lámina de agua y de la vegetación
asociada a ella, tanto acuática como subacuática, también incluimos la orla que
bordea las orillas de estos humedales, en los que se incluyen bosques de ribera y de
galería, zarzales, sotos, juncales, formaciones helofíticas y praderas temporalmente
encharcadas.
En este tipo de hábitat se encuentran los anfibios. En estos lugares, en el
interior del agua y de las orillas son abundantes especies como la rana común y
algunos sapos. También aparecen en algunos lugares los tritones, el gallipato y, más
escasa la salamandra, urodelo cuya presencia es un fiel bioindicador de la calidad
de las aguas en las que habita.
Entre los reptiles, aunque suelen visitar estos parajes, tan sólo hay una
especie exclusiva de ellos: la culebra viperina. Dentro del grupo de los mamíferos,
destaca la rata de agua, cuya presencia en algunas charcas, bodonales, y bordes de
arroyos se nota por los innumerables senderos y cacheras en las proximidades del
agua. También es destacable la nutria, que aún siendo relativamente importante en
las proximidades de estos montes –Tablas del Gigüela- en su interior tan solo
tenemos constancia de una única cita en un embalse.
Las aves representan el grupo más numeroso de especies asociadas a los
humedales. Entre ellos, la garza real se ha observado en algunos estanques y
arroyos de la sierra, en busca de peces que constituyen la dieta de esta ardeida.
También el ánade real se ha visto en algunos arroyos y embalses, siendo la única
anátida localizada en el interior de estas sierras, a pesar de tener cerca un enclave
húmedo de gran importancia como es para estas aves las tablas del Gigüela. Entre
las rapaces se ha citado el aguilucho lagunero; el correlimos común, entre las
limícolas, y la pagaza piconegra. También el martín pescador, que nidifica en los
sotos y taludes próximos a los humedales, y que pesca en el interior de los mismos,
es otro de los habitantes de estos lugares, junto a paseriformes como la oropéndola,
el carbonero, el herrerillo, el mito, el zarcero, el ruiseñor común, el ruiseñor bastardo,
el mirlo,..., que sin ser aves exclusivamente de los humedales sí que suelen criar en
las formaciones boscosas originadas por éstos y alimentarse en sus inmediaciones.
2.2.- Las especies asociadas preferentemente a zonas arboladas
Este hábitat está definido por una serie de formaciones forestales
independientemente de su procedencia fitoecológica, de manera que incluye
bosques y manchas de monte alto, tanto de especies esclerófilas perennifolias,
como caducifolias y marcescentes, además de otras zonas arboladas de origen
antrópico, como son los setos y lindes, los cultivos arborescentes y las
repoblaciones forestales. Este hábitat se solapa con el de las zonas húmedas en los
bosques de ribera.
Entre las especies propiamente forestales se encuentran algunos mamíferos
como la gineta, el gato montés y la garduña, además de la fauna cinegética
representada por jabalíes, ciervos, corzos, muflones y gamos, si bien estos suelen
alternar este hábitat con el de zonas más abiertas de pastizales y matorrales.
Hay algunas aves que crían en terrenos forestales o lo utilizan para cazar y
alimentarse. Entre otras, destacan rapaces diurnas como el azor, el gavilán y el
águila perdicera, y rapaces nocturnas como el cárabo, el búho real, el búho chico y
el autillo.También se consideran forestales las palomas y tórtolas, los “pájaros
carpinteros” y el cuco. Entre los paseriformes, habitan preferentemente en los
medios boscosos especies como el chochín, el petirrojo, el ruiseñor, el mirlo, los
zorzales, las currucas, los mosquiteros, el papamoscas, el reyezuelo, el carbonero,
los herrerillos, el mito y la oropéndola, así como la mayoría de fringílidos, pinzones,
verdecillos, pardillo, camachuelo,..., además del arrendajo, córvido muy común en
los montes y sierras arboladas.
2.3.- Las especies asociadas preferentemente a herbazales y matorrales
En este hábitat se incluyen los animales que desarrollan su actividad sobre
todo en zonas desarboladas o con un recubrimiento muy bajo de árboles, como las
dehesas. Se trata fundamentalmente de pastizales, herbazales tanto naturales como
agrarios –cultivos de cereales y de herbáceas anuales- y de zonas de matorral ralo o
con poca cobertura, como cantuesales, tomillares, jarales de pequeña talla,
alternando con manchas abiertas de herbazales. Este es el hábitat predilecto de
algunos mamíferos como el conejo, que se alimenta sobre todo de hierbas y que
constituye la fuente de alimento principal de algunos mamíferos carnívoros y de
rapaces. También es el hábitat de otras especies importantes dentro de la cadena
trófica del monte mediterráneo que son presa de algunos depredadores de mayor
tamaño, como es el caso de la liebre, el topillo o el ratón de campo, entre los
mamíferos, y el lagarto ocelado, y algunas culebras como la bastarda, entre los
reptiles.
Algunas aves tienen como hábitat exclusivo estos herbazales, como es el
caso de ciertas especies esteparias, como la avutarda, el sisón, el aguilucho cenizo,
la ganga, el alcaraván, la perdiz y la avefría. Estas tienen dos áreas de distribución
principal, justamente al norte de estas sierras, en los pastizales y herbazales de
Urda, y al sur, en las rañas que se extienden paralelas a las tablas del Gigüela. En
este último espacio es relativamente fácil observar una especie migratoria que suele
pasar los inviernos en bandadas muy numerosas en varios cientos e incluso miles
de individuos: la grulla común, que se alimenta en las zonas de cultivo, herbazales y
dehesas, utilizando como dormidero las cercanas tablas fluviales del río Gigüela.
También en dehesas se ha observado en algunas ocasiones una rapaz muy
característica de estas formaciones, como es el elanio azul y, en alguna ocasión, el
halcón peregrino. Rapaces nocturnas como la lechuza campestre y el mochuelo
también son habitantes de estos espacios, junto a los Alaúdidos –calandria, terrera,
alondra y cogujada- y algunos Túrdidos –colirrojo tizón, tarabilla, collalbas,...-,
Córvidos –urraca, grajilla, corneja,...-, además de los estorninos, la carraca, la
abubilla y el triguero que, como se deduce de su nombre, suele ocupar los campos
cerealistas y pastizales y praderas de gramíneas.
2.4.- Las especies asociadas preferentemente a núcleos habitados (áreas
rururbanas) y enclaves rupícolas.
Con este término hemos designado una tipología de hábitat caracterizada por
la presencia o cercanía del hombre y de los lugares donde este habita con respecto
a las áreas en que cohabitan ciertas especies de animales. De esta forma, hay
numerosas especies ligadas estrechamente al hábitat rural o urbano, tales como
ciertos murciélagos, las ratas y ratones caseros, entre los mamíferos, y las
salamanquesas comunes, entre los reptiles, saurio éste fácil de observar en muchas
tapias y muros de algunas construcciones. Entre las aves, la de mayor tamaño es la
cigüeña blanca o común, que habita en algunos campanarios y torres, además de
otras que también utilizan estos lugares para nidificar o como refugio: alcotán,
cernícalos, lechuza común, vencejo común, avión común, y golondrina común y
daúrica, si bien esta última prefiere construir su nido de barro bajo algunos puentes
de caminos y carreteras que atraviesan las sierras.
2.5.- Las especies de gran amplitud geográfica
Entre ellas incluimos la mayor parte de los reptiles, a los que se pueden ver
tomando el sol sobre una roca, en el interior de una pedriza, bajo un matorral
cerrado o cruzando un riachuelo nadando. De esta forma, la mayoría de culebras y
lagartijas las podemos encontrar en varios hábitats diferentes, sin que se asocien a
uno concreto.
Lo mismo ocurre con algunos mamíferos, como el zorro, los mustélidos en
general – excepto la nutria - , la jineta, el lince, ..., que requieren una gran diversidad
de hábitat o bien lo que pudiéramos denominar como un “paisaje mosaico”, en el
que alternasen diferentes tipos de hábitats y formaciones vegetales en las que estos
mamíferos se desenvuelven.
Entre las aves, sucede igual con el águila real, imperial y perdicera, que
suelen nidificar sobre un peñón o cresta cuarcítica, o sobre un árbol que sobresale
de una masa boscosa y cazar en zonas más abiertas, de matorral o de herbazal.
También en este grupo incluimos otros pájaros de menor tamaño que no llegan a
monopolizar un único hábitat, sino que es fácil encontrarlos en varios de ellos:
abejaruco, acentor, alcaudón, escribano, ... Finalmente hay dos especies que
habitan preferentemente en enclaves rupícolas, en crestas cuarcíticas y en medios
rocosos en general, aunque suelen desplazarse a áreas próximas ya sean
herbazales, matorrales o monte alto; nos referimos al avión roquero y al roquero
solitario.
2.6.- Las especies accidentales
Las especies que hemos considerado como accidentales pertenecen todas al
grupo de las aves. Algunas, como el buitre leonado, se suelen ver ocasionalmente
sobrevolando estas sierras, aunque no las utilizan como áreas de nidificación ni
como hábitat permanente, ya que proceden de los Montes de Toledo occidentales –
zona de las Guadalerzas, Cabañeros, Sierra del Pocito, ... -. De estas zonas también
proceden el águila perdicera y las águilas imperiales que se han visto en los últimos
años. De la zona de las Tablas del Gigüela probablemente provengan los aguiluchos
laguneros. También de estas zonas palustres es posible que se acerquen los
correlimos avistados en algunos arroyos, así como otras limícolas. Por último
algunas aves se han observado en el Macizo durante sus movimientos migratorios,
como el milano negro, el halcón abejero, la cigüeña negra y la lechuza campestre.
Cuadro 1.- Hábitats preferentes
Humedal Forestal Herbazalmatorral
13
0
0
ANFIBIOS
1
1
2
REPTILES
9
42
45
AVES
5
4
MAMIFEROS 3
26
48
48
TOTAL
Cuadro 2.- Fenología de las aves
Sedentaria Invernante
s
s
23
Nº de AVES 62
Rururbano Varios/sin
especificar
0
0
1
7
12
17
5
13
18
37
Estivales Accidentale
s
31
7
Total
122
P.D.: Agradecimientos a Conce Sepúlveda, Jesús Muñoz y A.E.D.N. ANEA
Total
13
12
122
30
177
Descargar