Aplicaciones múltiples

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FITOFARMACIA
Soja
Aplicaciones múltiples
■ Prof. Dr. ÁNGEL M.ª VILLAR DEL FRESNO • Departamento de Farmacología. Facultad de Farmacia. UCM.
En este artículo se analizan las
características farmacológicas de
una planta que se consume
principalmente en la zona asiática,
la soja. Su composición química le
confiere propiedades estrogénicas,
antioxidantes y antivirales, que son
motivo de revisión a lo largo de
estas líneas.
L
a soja es una planta conocida
y utilizada desde hace muchos
siglos, principalmente en
Oriente, por sus propiedades
nutritivas y por las propiedades de su
aceite, empleado para diversos fines.
DENOMINACIÓN
La especie botánica corresponde al
género Glycine, perteneciente a la familia de las Fabaceae. La soja espontánea
parece ser la Glycine soja (Siebold &
Zucc.) y la cultivada la Glycine max L.
Merrill. En Japón se conoce como
daidzu.
Se utilizan las semillas de la planta,
concretamente se consideran como
droga los hipocótilos desecados (partes del eje caulinar que se sitúan debajo de los cotiledones durante la germinación).
Según diversos autores, aunque
siempre se ha pensado que la especie
es originaria de China, realmente procede de Australia y se introdujo en
Asia (China) trasportada por las aves
migratorias. En la actualidad, la soja
se cultiva ampliamente en todo el
mundo, principalmente en regiones
cálidas. El primer productor es Estados Unidos, seguido de otros países
como China, Brasil o Argentina10. El
cultivo de la planta está sometido a
múltiples ensayos biotecnológicos.
78 FARMACIA PROFESIONAL
DESCRIPCIÓN
La soja es una planta herbácea de cultivo anual, de porte pequeño (unos
40 centímetros, aunque en los cultivos
se consiguen ejemplares de hasta dos
metros), tallo erguido, hojas trifoliadas cubiertas de pelos, al igual que los
tallos (ver foto de apertura) y flores
de color blanco o violáceo, dispuestas
en ramilletes que nacen en las axilas de
las hojas. Su fruto, en vaina, es muy
pubescente y contiene en su interior
entre una y 4 semillas lisas de colores
variados (ver figura 1). Florece en
verano.
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SOJA
COMPOSICIÓN QUÍMICA
Fig. 1. Fruto de la soja
Las semillas de soja contienen glúcidos (15-35%); prótidos: aminoácidos
esenciales como histidina, lisina, isoleucina, tirosina, etc. (35-40%) y lípidos (15-20%), con un 2-3% de fosfolípidos, especialmente lecitina 10 . La
soja contiene también esteroles (estigmasterol, sitosterol), saponósidos,
carotenoides, vitaminas (especialmente del grupo B), enzimas, ácido fítico e
isoflavonas.
Las isoflavonas (≥ 0,5% en el hipocótilo) son derivados de la 3-fenilcromona, es decir, flavonoides con el anillo fenilo situado en posición 3. En la
soja, se encuentran principalmente:
ginesteína (5,7,4’-trihidroxi-isoflavona), daidzeína (7,4’-dihidroxi-isoflavona) y gliciteina (7,4’-dihidroxi, 6metoxi-isoflavona) y sus derivados
glucosilados (ver figura 2).
La mayoría de las proteínas de soja
que se utilizan en la industria alimentaria
contienen una proporción de isoflavonas
que varía entre un 0,1 y 3,0 mg/g16.
ACTIVIDAD FARMACOLÓGICA
La soja presenta propiedades estrogénicas debido a su contenido en isoflavonas. Estos compuestos, que se
encuentran también en otros vegetales,
reciben el nombre de fitoestrógenos
(incluye también esta denominación a
algunos lignanos y cumestanos). Su
estructura química no esteroídica
recuerda a la del estradiol, la principal
hormona esteroídica femenina producida por el ovario, lo que explica sus
propiedades estrogénicas 19. Actúan
como agonistas estrogénicos al interaccionar con los receptores del 17βestradiol, si bien su efecto es débil. El
interés del estudio de estos compuestos
aumentó considerablemente a partir de
la observación de la relación entre el
consumo de soja por parte de las mujeres orientales y la falta o disminución
de los trastornos del climaterio.
Soja y menopausia
Durante la menopausia se produce una
deficiencia de estrógenos que se manifiesta principalmente sobre el aparato
genitourinario, sistema cardiovascular
y óseo. Esto produce, entre otras
cosas, la aparición de sofocos, sequedad vaginal, ansiedad, insomnio,
aumento de peso, etc. Los síntomas
más graves son los más tardíos: osteoporosis por disminución de la masa
ósea y problemas cardiovasculares, ya
que la disminución de estrógenos está
relacionada con la tendencia a la mayor
formación de ateromas. Esta situación
se debe a la disminución de HDL y disminución de la síntesis de NO por el
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endotelio vascular, que puede ser causa
de hipertensión.
Los fitoestrógenos de la soja producen un efecto favorable en los síntomas
primarios de la menopausia, especialmente en los sofocos. La ingestión de
60 g/día de proteína de soja (45 mg/día
de isoflavonas), incrementa la duración
de la fase folicular, reduce los niveles
de LH y de FSH 11. Una proporción
elevada de soja en la dieta, incrementa
la duración del ciclo menstrual.
En un ensayo clínico multicéntrico
con mujeres menopáusicas, a las que
se administró un preparado de isoflavonas de soja en dosis de 35 mg de
isoflavonas/día, se observó una disminución en la frecuencia de los sofocos
en aproximadamente la mitad de los
casos (equivalente a 4 episodios de
sofocos) después de 4 meses de tratamiento, disminución estadísticamente
significativa. Se estudiaron en este
ensayo, además, otros parámetros
como alteraciones del sueño, ansiedad,
ánimo depresivo, pérdida de la libido y
algias óseas, y se observó en todos los
casos una mejoría estadísticamente
considerable. Además, no se produjeron efectos secundarios importantes,
por tanto, la tolerancia del preparado
se puede considerar excelente6.
Las isoflavonas ginesteína, daidzeína y equol (metabolito de la daidzeína
producido por la microflora intestinal)
poseen propiedades antioxidantes in
vitro. Se ha comprobado que el consumo de soja, que como ya se ha comentado contiene fitoestrógenos, reduce la
peroxidación lipídica in vivo. Puesto
que el daño oxidativo puede estar
implicado en las causas de las enfermedades cardiovasculares (ateroesclerosis), la acción antioxidante puede
influir de forma significativa en la disminución del riesgo de sufrir estas
afecciones21,23.
Soja y cáncer
Estudios epidemiológicos permitieron
comprobar la existencia de un riesgo
mayor de desarrollar determinados tipos
de cáncer en el mundo occidental, en
comparación con poblaciones asiáticas.
Los investigadores pensaron que podría
ser debido, al menos en parte, al diferente tipo de dieta alimenticia, que en diversos países de Asia es semivegetariana.
Una de las bases de la alimentación en
estos países es la soja, cuyos isoflavonoides se hidrolizan por la flora intestinal transformándose en compuestos con
actividad estrogénica débil y con actividad antioxidante. Los isoflavonoides
pueden comportarse como inhibidores
del desarrollo de cáncer, principalmente
en las fases de promoción y desarrollo,
aunque parecen intervenir también en la
iniciación de la carcinogénesis2,3. Estudios epidemiológicos indican que niveles elevados de isoflavonoides y de lignanos se asocian a un riesgo bajo de
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SOJA
nica en el test de Ames, al emplear
Salmonella typhimurium TA 10017.
Fig. 2. Fórmula química
O
HO
TOXICIDAD Y EFECTOS
ADVERSOS
R
Genisteína
Daidzeína
O
R = OH
R=H
enfermedades coronarias, de cáncer de
mama, de próstata y de colon, por lo que
estos compuestos se consideran protectores cancerígenos o indicadores de una
dieta «saludable». A ello se atribuye la
baja mortalidad debida a cáncer de próstata que se produce en Japón, donde
existe un gran consumo en la dieta de
productos a base de soja, que como se
viene comentando, es rica en
isoflavonas1.
Los derivados de soja que se consumen en las poblaciones asiáticas contienen grandes concentraciones de isoflavonas, mientras que, en el pan integral
de centeno y algunos frutos y vegetales
consumidos de forma abundante por
poblaciones de países como Finlandia
o Suecia, se encuentran cantidades
elevadas de lignanos4.
La isoflavona ginesteína ha demostrado
ser un potente inhibidor de la proliferación celular endotelial y de la angiogénesis in vitro13,14. Es inhibidora de la tirosincinasa y de la aromatasa y reduce
significativamente el riesgo de cáncer
(incidencia, latencia o número de tumores) en modelos en animales. Asimismo,
en modelos in vitro, inhibe la proliferación de cultivos de líneas celulares tumorales humanas7.
Otras aplicaciones
La ginesteína puede también ser eficaz
en casos de diabetes mellitus ya que
estimula la liberación de insulina.
La soja contiene saponósidos como
son la soyasaponina I y II. Ambos
compuestos presentan actividad antiviral, posiblemente virucida frente al
citomegalovirus, virus de la influenza
y VHS-1. La asociación de soyasaponina II (la más activa) con aciclovir produce un efecto aditivo frente al VHS-115.
Por otra parte, la soja es rica en
fitosteroles, sobre todo, en el insaponificable obtenido del aceite de sus
semillas (es la principal fuente de
sitosterol). Es conocido el efecto hipocolesterolemiante de los fitosteroles,
efecto debido posiblemente a la inhibición de la absorción intestinal, tanto
del colesterol exógeno como del endógeno9. Otra forma, la lecitina de soja
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OH
se emplea también en trastornos del
metabolismo (hipercolesterolemia).
FARMACOCINÉTICA
Se ha estudiado la farmacocinética de
la daidzeína, una de las isoflavonas de
la soja, con actividad estrógenica débil.
Los ensayos llevados a cabo en ratas
macho y hembra han demostrado que la
daidzeína se absorbe poco en el tracto
gastrointestinal y se elimina en orina
rápidamente (< 10 %), en parte inalterada y en parte como derivados conjugados. En su mayoría, se elimina sin
metabolizar por las heces. Esta falta de
absorción gastrointestinal y rapidez de
eliminación explica la baja actividad
estrogénica de la daidzeína in vivo8.
También se ha estudiado clínicamente
la farmacocinética de las isoflavonas de
la soja, en varones voluntarios sanos a
los que se administró 60 gramos de kinako (soja pulverizada cocida que contiene
daidzeína y ginesteína en proporción
conocida). Se midieron las concentraciones plasmáticas en orina y heces de las
isoflavonas y sus metabolitos. La concentración plasmática de ginesteína fue
máxima a las 6 horas de la administración. La de daidzeína se alcanzó al mismo tiempo, pero siempre fue menor. Sin
embargo, la daidzeína fue el principal
componente en la orina. La mayor parte
de las isoflavonas ingeridas se excretaron
en heces. La semivida plasmática de
ginesteína y daidzeína fue 8,36 y 5,79
horas respectivamente. Como conclusión
de este estudio, los autores sugieren que
las elevadas concentraciones plasmáticas
de isoflavonas durante al menos algunas
horas después de la ingestión de proteína
de soja hacen que estos compuestos puedan interactuar con macromoléculas y
producir efectos biológicos22.
Daidzeína y ginesteína son metabolizadas por la microflora intestinal y
se observan importantes variaciones
individuales en su metabolismo, que
pueden deberse, al menos en parte, al
consumo de una dieta grasa20.
Por otra parte, daidzeína y ginesteína han mostrado actividad antimutagé-
Se han efectuado diversos ensayos de
toxicidad aguda y subaguda que
demuestran que el extracto seco de
soja carece de toxicidad, como cabía
suponer dado el consumo de soja por
los países orientales.
A dosis terapéuticas no se han
observado efectos adversos. No se
recomienda su administración en
madres gestantes, porque atraviesa con
facilidad la barrera placentaria y hace
que se encuentren grandes concentraciones de isoflavonoides en el neonato
sano, lo que aumenta el riesgo de
desarrollar cáncer5.
ACEITE
El aceite de soja, después de ser sometido a refinado y desodorizado, se
emplea en alimentación. También se
encuentra purificado en farmacia, en
alimentación parenteral. La harina de
soja, de un gran valor nutritivo, también se utiliza.
Asimismo el insaponificable del
aceite de soja, es en la actualidad, la
fuente principal de fitosteroles. Estos
esteroles (estigmasterol, sitosterol) se
transforman por vía microbiológica en
esteroides.
La soja se usa en algunos productos
industriales. Su aceite se emplea en la
fabricación de jabones y productos
cosméticos. De la misma forma, la
lecitina se utiliza en diversas industrias: en industria alimentaria, especialmente en margarinas; en la industria farmacéutica para la obtención de
liposomas y en emulsiones, etc. Productos derivados de la soja se usan
para pinturas y barnices, como aditivo
en combustibles (por ejemplo en el
diesel), como lubricante en aceites
hidráulicos o en disolventes para eliminar pinturas y manchas de herbicidas.
USOS POPULARES
La soja es una de las plantas con mayor
interés en alimentación. Es la planta
con mayor contenido proteico. En
Asia, se consume la propia soja (los
granos verdes) y multitud de productos derivados de la misma, como son
el tonyu, una especie de leche de soja
que se prepara sometiendo las semillas
a remojo, ebullición y filtrado. El tofu
es parecido al queso y se obtiene a
partir del tonyu, por coagulación y
prensado. El tofu se puede consumir
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SOJA
fresco, frito o fermentado, en este último caso conocido por sufu. Con la
soja se preparan, además, una gran
cantidad de salsas diversas para acompañar cualquier tipo de comida.
CONCLUSIÓN
Se conoce desde hace mucho tiempo, y
se ha comprobado por estudios epidemiológicos, que una alimentación con
productos procedentes de la soja, es
muy beneficiosa para la salud. Por una
parte, reduce los niveles de colesterol y,
por tanto, el riesgo de sufrir infarto y,
por otra, se han observado sus beneficios como preventivo de algunos tipos
de cáncer como el de mama, el de próstata y el de colon. Igualmente, presenta
un efecto beneficioso para los problemas relacionados con la menopausia,
como puede ser la disminución de los
sofocos, o lo que es mas importante,
prevenir la osteoporosis y problemas
cardiovasculares en la posmenopausia.
En este último sentido, se puede concluir que las isoflavonas de la soja pueden ser muy importantes en el tratamiento farmacológico de los síntomas
menopáusicos, como tratamiento sustitutivo (en aquellos casos que no puede
aplicarse el hormonal por alguna causa)
o como complemento de este. ■
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