LA ACUMULACIÓN DE PRETENSIONES EN EL CÓDIGO

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From the SelectedWorks of Beatriz A. Franciskovic Ingunza
Winter July, 2012
LA ACUMULACIÓN DE PRETENSIONES EN
EL CÓDIGO PROCESAL CIVIL
Beatriz A. Franciskovic Ingunza
Carlos Torres Angulo
Available at: http://works.bepress.com/beatriz_franciskovicingunza/6/
La acumulación de pretensiones en el Código Procesal Civil*
Beatriz FRANCISKOVIC INGUNZA* / Carlos TORRES ANGULO**
Los autores repasan las definiciones más autorizadas acerca de la pretensión
procesal y relación de conexidad para construir e identificar un concepto
aprehensible sobre la acumulación de pretensiones en sus diferentes
manifestaciones o tipos (objetiva y subjetiva-objetiva; originaria y sucesiva) con
reiterada remisión a nuestra regulación instrumental de gran utilidad para el
ejercicio judicial de más de una petición contra uno o varios sujetos demandados
y/o
terceros
intervinientes
de
forma
voluntaria
o
forzosa.
MARCO NORMATIVO
Código Procesal Civil: arts. III del TP, 83 al 85, 87 al 89, 92, 94, 97 al 99, 102, 104 al
106, 428 y 445
I.
A MANERA DE INTRODUCCIÓN
El presente trabajo pretende ser más extenso de lo que aparecerá en las líneas que
siguen en este número de revista especializada. Siempre hemos considerado el
tema de la acumulación como uno de los más complejos de la doctrina procesal por
la abundancia de instituciones que a él se encuentran relacionadas, por lo que en
esta oportunidad, como se trata de un texto introductorio, intentaremos ser lo más
sencillos y explícitos posibles en ordenar este rompecabezas. Modestamente nos
sentiremos satisfechos si este artículo ayuda en algo en el trabajo diario de
auxiliares jurisdiccionales de las diferentes cortes de Justicia del país, estudiantes
universitarios y abogados, a quienes este artículo se encuentra dirigido.
En este número se expondrán breves notas sobre todo el fenómeno de la
acumulación procesal, a partir de la reseña de dos instituciones de indispensable
conocimiento previo. Primero, la pretensión procesal, pues lo que se acumulan son
pretensiones, y segundo, la conexidad porque no puede acumularse pretensiones
si estas no tienen algún tipo de conexión o relación entre sí; para luego estudiar la
acumulación en sí misma y en la medida que se avance en dicho propósito, se
reseñarán los tipos de acumulación existentes.
*
A Lorenzo Montañez Gonzales, amigo y maestro en lides jurisdiccionales, pidiendo perdón por el olvido de
tantos años.
*
Abogada. Conciliadora y Árbitro adscrita a varias instituciones. Docente Universitaria. Socia y Sub Gerente
de Franciskovic Asociados. Discente de Maestría de Derecho Procesal Civil en la Pontificia Universidad
Católica del Perú y de Derecho Civil en la Universidad de San Martín de Porres.
**
Licenciado en Derecho por la Pontificia Universidad Católica del Perú. Ha sido Asistente de Docencia de
Teoría General del Proceso en la Pontificia Universidad Católica del Perú. Especialista en Derecho Procesal,
Derecho de Arbitraje y Procedimiento Administrativo, con publicaciones en diferentes revistas nacionales.
Actualmente labora en el área administrativa del Poder Judicial.
II.- PRETENSIÓN
1. Inexplicable silencio sobre el tema y primeros esfuerzos doctrinales
En el desarrollo moderno del derecho procesal, nociones más o menos importantes
han sido objeto de tratamientos significativos y rigurosos, es el caso de la acción o
la naturaleza del proceso; por el contrario, otras han sido conservadas en un
permanente y extraño silencio. Este ha sido el caso del concepto de pretensión
procesal, pues con mucha dificultad se encontrarán alusiones específicas a ella
hasta bien entrado el siglo XIX, lo que no quiere decir que no existiera en absoluto
un desarrollo procesal puro del concepto, aunque este fuera muy minoritario. En
un primer momento, fue contemplada desde un punto de vista civilista1, no
abordada en predios procesales: “Y de esta manera el verdadero eje de toda
actividad procesal, la sustancia misma del proceso, su clave definidora y
explicativa venía a yacer en un indefinido mutismo ajeno al progreso de la ciencia
que ella misma sustentaba y nutriendo con su propio contenido los temas básicos,
enmascarados científicamente, de la Administración de Justicia”2
No sería justo, sin embargo, silenciar a estas alturas, los esfuerzos doctrinales
hechos por los procesalistas para proporcionar un mejor conocimiento del
concepto de pretensión procesal. Estos primeros esfuerzos, muy minoritarios y no
plenamente acabados, pueden advertirse tanto en la doctrina alemana como en la
italiana. En Alemania, por obra principalmente de Rosenberg, quien “(…) Habla
del objeto litigioso como de una pretensión, afirmando el puro carácter procesal de
esta, distinta del concepto correspondiente del derecho civil y determinando su
concepto a base del análisis de la posición del demandante en el proceso, como
aportante exclusivo de la petición y los hechos que lo fundamentan, lo que le lleva
a considerar la pretensión como una afirmación de derecho, de significación
decisiva para los problemas de acumulación, de la litispendencia, de las
transformación de la demanda y de la cosa juzgada”3. En ese sentido, la figura de
Rosenberg es trascendente para el derecho procesal “(…) aunque no llega a
otorgarle el paso decisivo de insertar la idea de la pretensión en el concepto mismo
del proceso, sin embargo, puede ser considerado como el precursor de la
doctrina”4. En Italia, el interés por el tema, tras las primeras aproximaciones de
1
La construcción del concepto de pretensión arranca, en efecto, y se mueve ulteriormente en un campo casi
exclusivo del derecho civil. La idea es elaborada inicialmente por WINDSCHEID, en Die Actio des
römischen Zivilrechts vom Standpunkt des heutigen Rechts, 1856, en su polémica contra MUTHER, Die
Lebre von der römischen Actio dem heutigen Klagerecht, 1957. A partir de la creación de WINSCHEID, la
pretensión concebida como el derecho (civil, es decir, jurídico-material o substantivo) a exigir de otro una
acción o una omisión se abre amplio campo en la literatura germánica: PRINZ, LEONHARD, WACH,
HOLDER, LANGHEINEKEN, SCHLOSSMANN, HELLWIG, SHULER, KLEINFELLER, etc.
2
GUASP, Jaime. La pretensión procesal. Prologo de Manuel Alonso Olea. 2da. Edición. Madrid: Editorial
Civitas S.A. 1985. p. 16.
3
ROSENBERG citado por GUASP Ídem. p. 47.
4
Ídem. p. 47-48
diversos autores, aparece nítidamente con Dante Angeloti, La Pretesa giuridica
(1932), “(…) el cual distingue un concepto sociológico y otro jurídico de la
pretensión, entendiendo esta como opinión o afirmación de poseer un derecho
subjetivo y como petición al Estado de una resolución acerca del mismo, lo que
convierte a la pretensión en un acto jurídico perteneciente a la clase de las
declaraciones de voluntad y de significación procesal estricta”5. Luego el concepto
es afirmado por Carnelutti en sus Instituciones, cuando señala “(….) considerando a
la pretensión como elemento formal indefectible en todas las litis y definiéndola
como la exigencia de la subordinación del interés de otro al interés propio,
insistiendo en que se trata de un acto, no de un poder, que no es, ni siquiera
supone, el derecho”6.
Guasp a manera de confesión sostuvo: “En realidad nuestro concepto de
pretensión puede concebirse como una fusión de las ideas básicas de Rosenberg y
Carnelutti, tomando del primero el estricto carácter procesal, no material, de la
reclamación, y del segundo su desvinculación de la idea del derecho (que tampoco
es contradicha por aquél)”7
2. Concepto
Corresponde al maestro español Jaime Guasp, el haber puesto en relieve, para la
ciencia procesal, la importancia del concepto de pretensión y darle un nuevo
enfoque como definidor de la función procesal que realiza el Poder Jurisdiccional
del Estado.
Para este autor “la pretensión procesal es una declaración de voluntad por la que
se solicita una actuación de un órgano jurisdiccional frente a persona determinada
y distinta del autor de la declaración”8 o cuando dice “ahora bien, esta reclamación
de parte es precisamente la pretensión procesal, pues pretensión procesal no quiere
decir otra cosa que reclamación frente a persona distinta y ante el Juez de una
conducta determinada”9. Para Ascencio Mellado, la pretensión objeto del proceso,
se puede definir como: “La petición de una determinada consecuencia jurídica
dirigida al órgano jurisdiccional frente a otra persona, fundamentada en unos
hechos de la vida que se afirman coincidentes con el supuesto de hecho de una
norma jurídica de la cual se hace derivar la consecuencia pretendida”10. En sede
nacional, nos dice Matheus López: “Podemos definir la pretensión procesal como
5
ANGELOTI citado por GUASP. Ídem. p. 48.
CARNELUTTI citado por GUASP Ibid. p. 49
7
Ibídem.
8
Ídem. p. 217.
9
Ídem. p. 62.
10
ASCENCIO MELLADO, José María. Derecho Procesal Civil. Parte Primera. Valencia: Tirant Lo Blanch
1997. p. 109.
6
el pedido concreto y específico realizado por un justiciable de un determinado
pronunciamiento jurisdiccional dirigido a la satisfacción de tal solicitud”11.
Por nuestra parte consideramos que la pretensión procesal es una reclamación o un
pedido fundamentado en derecho que se realiza ante un órgano jurisdiccional a
fin que este lo satisfaga.
3. Naturaleza de la pretensión
Siendo la pretensión un acto, nos hallamos ante la exteriorización de una conducta
humana, un hacer del hombre en cuanto tal. Se trata de una manifestación. Pero la
pretensión no es una manifestación afectiva, emocional, psicológica de quien la
formula, tampoco es una exteriorización intelectual o declaración de ciencia. Se
trata de una manifestación de voluntad en el sentido más amplio posible de ser
entendido. Nos preguntamos ¿Con qué particularidades puede distinguirse de
tantas otras e innumerables declaraciones de voluntad que continuamente
aparecen en la vida jurídica? “Claro está, como la mutación de realidad de la
declaración petitoria (en que consiste la pretensión procesal) ha de tener
significación jurídica, esta solicitud debe conexionar elementos de derecho y no
elementos ajenos al mundo jurídico, por lo que, en definitiva, habrá de traducirse
en ser una petición jurídica, es decir, una comprensible a luz del derecho, con
sentido dentro de este ámbito y destinada a tener algún papel en él”12. Así, la
pretensión procesal es siempre una declaración de voluntad que solicita un hacer
jurídico.
4. Elementos estructurales de la pretensión
Luego de haber enunciado el concepto y naturaleza de la pretensión, corresponde
descomponer la estructura y la función de esta figura, pues, solo conociendo el
modo de ser y operar de la pretensión procesal se tendrá la seguridad de haber
alcanzado un conocimiento, de la realidad a la que la pretensión jurídica refleja.
Sobre el particular, la pretensión procesal es susceptible de descomponerse en dos
grandes elementos: elementos subjetivos y elementos objetivos.
1. Elementos subjetivos
11
MATHEUS LOPEZ, Carlos. Parte, Tercero, Acumulación e Intervención Procesal. Lima: Palestra
Editores, 2001. p. 55.
12
GUASP, Jaime. Óp. Cit. p. 76.
Requiérase siempre de un sujeto o ente concreto que figuren como titulares, en el
grado que fuese, de las conductas humanas significativas que lleva consigo toda
pretensión procesal. En realidad, reduciendo la figura a sus límites más concretos,
no habría que postular inicialmente la existencia de más de un sujeto en la
pretensión procesal, es decir, de más intervención personal que quien la formula, o
sea del pretendiente, pero toda queja, para no ser una figura lírica, solo tiene
sentido porque un sujeto se encuentra en coexistencia con otros, “(…) hace falta
que el que reclama reclame, no contra alguien, puesto que la existencia del
conflicto es, como antes se intentó demostrar exagerada, sino, por lo menos frente a
alguien, esto es, que refiera que reclama algo frente a alguien, su queja a algún otro
de los miembros de la comunidad, con lo cual y solo con lo cual adquiere
significación social la protesta del pretendiente”13 y, a esta inicial dualidad de
posiciones se añade necesariamente la presencia de un tercero, que es el
destinatario de la pretensión. Por eso hallamos en toda pretensión procesal los
siguientes sujetos:
a).- Sujeto activo: persona o ente que formula la pretensión.
b).- Sujeto pasivo: persona o ente frente a quien se formula la pretensión. Se
menciona “frente” y no la palabra “contra”, pues los sujetos no están contrapuestos
sino enfrentados, adicional al hecho de que la pretensión procesal no se dirige
inmediatamente hacia el adversario, sino hacia el juez, y por ello el pretendido no
es el destinatario, sino el mero sujeto pasivo.
c).- Tercero: con el objeto de obviar las soluciones violentas o por mano propia;
impracticables racionalmente en un Estado de Derecho, que surgirán de satisfacer
la pretensión de la persona que la formula o la persona frente a la que se formula;
el derecho establece la presencia de un tercero supraordinado a las partes, al que
confiere específicamente el encargo de recibir las pretensiones de otros sujetos y de
proceder a su satisfacción.
Los nombres con que el derecho positivo designa a cada una de estas figuras no
son absolutamente inequívocos aunque, por la enorme tradición histórica y legal
que pesa sobre ellos, resultaría inútil intentar su sustitución. Así los sujetos activo y
pasivo de la pretensión procesal, se denominan demandante y demandado,
ejecutante y ejecutado, actor y reo, no interesa mucho el nombre que a fin de
cuentas es un problema de terminología, lo importante es el verdadero papel que
en la pretensión desempeñan cada uno de ellos, el resto, es puro problema de
terminología. Al tercero se le puede denominar juzgador, órgano jurisdiccional, en
fin.
13
GUASP, Jaime. Óp. Cit. p. 70
Los límites subjetivos, generalmente, permiten conocer a las partes del proceso,
esto es, la identificación de los sujetos de derecho que ocupan las respectivas
posiciones de actor y demandado.
2. Elementos objetivos
Resultan compuestos por los siguientes elementos
2.1. Objeto de la pretensión (petitum o petitorio)
Ha de existir forzosamente en toda pretensión procesal un quid material al que se
refieran los sujetos y las actividades que la pretensión encierra. Sobre el particular
los autores opinan:
a).- “Se desprende también de la significación de la pretensión como materia
sociológica elaborada jurídicamente el que este objeto venga constituido por un
bien de la vida, es decir, una materia apta por su naturaleza para satisfacer las
necesidades o conveniencias objetivamente determinables por los sujetos”14. Este
viene constituido por aquello que efectivamente se solicita al órgano jurisdiccional,
se refiere a un bien de la vida, es decir, una materia apta por su naturaleza para
satisfacer las necesidades de los sujetos. Un bien de la vida pude ser, a los efectos
de su tratamiento jurídico, una cosa corporal o incorporal, o una conducta de otra
persona, así resulta evidente que el objeto de la pretensión procesal pueda estar
respectivamente constituido por una cosa o por una conducta de tal carácter, toda
pretensión recae, pues, sobre un bien determinado y tiene como objeto el efecto
transpersonal que, material o idealmente se configura como susceptible de
constituir el objeto de una relación jurídica.
b).- Algunos autores, consideran que el petitum puede ser15:
• Inmediato: “Es la actuación de una concreta actuación judicial, en otras
palabras, la forma de tutela jurisdiccional solicitada al juez, la misma que
puede ser cognitiva, ejecutiva, cautelar, preventiva, etc”16, la forma de tutela
jurisdiccional se convierte así en un elemento identificador y delimitador de
la pretensión procesal.
14
Ídem. p. 71
MONTERO AROCA Juan; ORTELLS RAMOS, Manuel; GÓMEZ COLOMER, José Luis. Derecho
Jurisdiccional, Vol. II., Barcelona: Bosch, 1995. pp. 85-89.
16
PRIORI POSADA, Giovanni. Comentarios a la Ley del Proceso Contencioso Administrativo. Prólogo de
Jorge Danós Ordoñez. Lima: ARA Editores, 2002. p.106.
15
• Mediato: “Es el bien jurídico respecto del cual se pide la tutela jurisdiccional
al caso concreto”17. En ese sentido, por ejemplo, en el caso de las
pretensiones de condena se trata del bien o conducta respecto del cual se
pide la actuación de la jurisdicción, y en el supuesto de las pretensiones
declarativas y constitutivas el pedido mediato es la situación o relación
jurídica respecto de la que debe caer la tutela jurisdiccional solicitada.
c).- Para otros autores, el petitum es el efecto jurídico buscado por el demandante
con la formulación de su pretensión.
Sea cual sea la posición adoptada, el objeto de nuestra pretensión debe respetarse
en el fallo. Ahí entra a colación el principio de congruencia que indica que debe
haber identidad entre lo que se pide y lo resuelto. El objeto adquiere importancia
en caso de su vulneración en los denominados fallos patológicos:
• Ultra-petita: más de lo pedido.
• Infra-petita: menos de lo pedido.
• Extra-petita: fuera de lo pedido.
En el plano del procedimiento es el llamado petitorio, que deviene en un requisito
de la demanda18 .
2.2. Título (causa petendi o causa de pedir)
Siendo la pretensión una declaración de voluntad con contenido jurídico que
tiende a mutar la realidad, debe encontrarse fundada en ciertos acontecimientos de
la realidad que delimitan precisamente la realidad que se quiere modificar al
individualizar la petición. En otras palabras es la causa que sustenta el pedido, es
la causa por la cual ello se solicita.
En tal sentido, tenemos las siguientes opiniones:
a).- Para la mayoría de autores, debemos, a su vez, distinguir dos sub elementos
dentro del título, el componente fáctico y el componente jurídico.
•
17
18
El componente fáctico: Son los hechos que se suscitan en el mundo real, que
se alegan y que sustentan el pedido que se hace. Por un lado, el
demandante quien es titular de la pretensión, alega los hechos constitutivos
de esta en la demanda, por otro, el demandado, quien es titular de la
resistencia a la pretensión, alegará los hechos impeditivos o hechos extintivos a
Loc. Cit. p. 107.
Ver artículo 424 del Código Procesal Civil
la pretensión en su contestación. Entonces como cada parte alega
determinados hechos, estos se encuentran vinculados a la probática judicial,
y en principio deben ser sometidos a esta, lo que origina que si se acreditan
los hechos constitutivos contenidos en el componente fáctico de la
pretensión, se debe fundar la pretensión mediante un fallo estimatorio,
mientras que si los hechos no quedan acreditados, la pretensión se
desestima por medio de un fallo desestimatorio.
•
El componente jurídico: Son las normas jurídicas o de derecho que el
demandante afirma sustentan su pedido en tanto reconocen los hechos
alegados por este, de no existir componente jurídico la pretensión es una no
justificable, resultando ser un requisito obligatorio del proceso
jurisdiccional, por eso se habla de pretensión fundada en derecho. Cabe
indicarse que las normas de derecho provienen de todo tipo de fuentes del
Derecho. Debe precisarse que la invocación normativa del demandante no
es vinculante para el órgano jurisdiccional, su alegación es meramente
informativa para el Juez, pues se supone que el órgano jurisdiccional en
aplicación del principio iura novit curia conoce el Derecho y lo pude traer al
proceso así no haya sido alegado o lo haya sido erróneamente. De esta
manera, el órgano jurisdiccional solo puede variar la parte jurídica del
Título pero en ningún caso la cuestión fáctica.
b).- Algunos autores, son de la opinión que los fundamentos de hecho, formado
por hechos jurídicamente relevantes, solo ellos constituyen la causa petendi, no así
los fundamentos de derecho, pues el juez por el principio iura novit curia se
encuentra obligado a conocer y aplicar la norma jurídica pertinente al caso
concreto.
4. Función de la pretensión
Cada pretensión engendra un proceso. “Lo único que exige la función de la
pretensión en este sentido es que, tan pronto como no aparezca, o desaparezca
definitivamente la pretensión procesal, el proceso mismo, por quedar sin razón,
quede eliminado”19, que es lo mismo decir que “La pretensión procesal mantiene
funcionalmente en vida al proceso”20, así si la pretensión se elimina, cualquiera sea
el motivo, ya sea esta satisfecha por vía normal o extinguida, por cualquier
circunstancia, el proceso desaparece.
Pero nada impide a que la pretensión procesal, conservando su existencia,
experimente un cierto desarrollo durante la pendencia procesal, lo que implica
19
20
GUASP, Jaime. Óp. Cit. p. 85.
Ibídem.
ciertas modificaciones que puede sufrir a lo largo de dicha pendencia. En cuanto a
los sujetos; puede producirse la transmisión de titularidad hacia otros, el cambio
en el bien de la vida a que la pretensión se refiere, el cambio en la petición o en los
acaecimientos de hecho que le sirven de título, son todas estas vicisitudes que
pueden evidentemente producirse en el proceso y que no afectan a su existencia en
tanto persista el núcleo esencial de la pretensión al que debe la vida.
5. Límites de la pretensión
Habiéndonos referido ya a la estructura de la pretensión, conviene avocarnos a
mencionar lo que se entiende por límites de la pretensión. Los límites de la
pretensión no son más que la extensión hasta donde puede alcanzar en la realidad
el pedido de lo representado por la pretensión. Sobre la base de la estructura de la
pretensión, se construyó lo que se conoce como límites de la pretensión, es decir la
respuesta a la pregunta: ¿Hasta dónde alcanza la pretensión? y más exactamente:
¿Quién la pide y frente a quien se pide?, ¿Qué se pide?, ¿Por qué se pide?
Las respuestas a estas últimas tres preguntas nos revelarán los límites de la
pretensión, y ello solo se obtiene de la verificación de la estructura de la
pretensión, es decir de la apreciación de los elementos internos que la componen.
Así sabemos que todo pedido tiene un ámbito subjetivo (quien pide frente a quien
se pide) y un ámbito objetivo (qué se pide y por qué se pide), entonces el ámbito
subjetivo es hasta donde alcanza subjetivamente ese pedido (límites subjetivos), y a
su vez el ámbito objetivo significa el objeto en que incide ese pedido, que es lo
mismo que preguntarse hasta donde alcanza el pedido en relación al objeto (límites
objetivos).
La importancia de conocer lo relativo a la estructura y los límites de la pretensión,
radica en que si no hubiera demarcación de los alcances de la pretensión, el fallo
que devendría en cosa juzgada, tampoco tendría límites concretos, dejándonos en
la incertidumbre jurídica. Así los límites de la pretensión determinan los límites de
la cosa juzgada.
Y adicionalmente nos servirán para apreciar la conexidad entre pretensiones en las
figuras de acumulación.
III.- CONEXIÓN
1. Definición: vinculación entre pretensiones
Una de las definiciones más técnicas, de las muy pocas existentes, que se puede
encontrar en doctrina corresponde a Adolfo Rivas quien define la conexidad de
pretensiones como “(…) la virtud de imbricación o inmisión de unas en otras por la
presencia de elementos objetivos comunes, de modo de forzar su juzgamiento
conjunto como medio de satisfacer el principio de continencia y evitar el escándalo
jurídico resultante de sentencias contradictorias”21.
Pero empecemos el tratamiento del tema por una idea general. Sabemos que hay
una infinidad de pretensiones susceptibles de ser peticionadas en el mundo
jurídico, pero se busca juntar algunas de ellas; así tenemos que luego de comparar
las estructuras de cada una de las pretensiones es posible establecer las siguientes
vinculaciones:
a).- Indiferencia: Si las pretensiones fueran totalmente indiferentes, o no tuvieran
un grado de conexión o relación entre sí, es decir no tuvieran elementos –sujetos,
objeto, título- en común, entonces no habría motivo para su acumulación.
b).- Identidad: Advertimos un grado de identidad, cuando una pretensión es igual
a otra, cuando son iguales todos sus elementos.
c).- Conexidad: Cuando las pretensiones tienen un grado de relación entre sí, es
decir una cualidad o grado de similitud o semejanza, producida cuando entre las
pretensiones existen algunos elementos comunes, es posible la acumulación
procesal. Para nosotros el grado o factor de relación entre pretensiones en el
campo procesal se le llama conexión.
Operativamente un profesional de Derecho, para apreciar la conexidad entre
diferentes pretensiones tiene que previamente descomponer las mismas en su
estructura interna22, es decir en lo que conocemos como límites de la pretensión, y
así analizar las estructuras y apreciar si entre ellas existe total indiferencia, un
grado de identidad o una similitud o semejanza. Estos límites son los que se
comparan y aquellos los resultados a que debe llegarse en dicha labor. Se
comparan así: límites subjetivos y límites objetivos (título y objeto).
2. Tipos de conexión
Empezaremos este punto por enunciar lo postulado por la doctrina,
principalmente argentina, sobre las diversas formas de conexión. En dicha doctrina
21
Con tal parecer RIVAS, Adolfo. Tratado de las tercerías: el proceso complejo. Volumen I. Buenos Aires:
Abaco de Rodolfo De Palma, 1993. p. 79. Nótese en la definición dada que el autor no contempla la
posibilidad de la conexión subjetiva, entonces se tiene que para RIVAS la conexión es netamente objetiva.
22
He aquí la importancia de nuestro estudio previo respecto a la pretensión procesal
no existe conexidad subjetiva, alegándose que “(…) la identidad subjetiva no
genera por sí relación de conexidad pues entendemos que la hay cuando las
pretensiones que se comparan muestran, sea la misma causa, sea el mismo objeto,
o idénticos causa y objeto o los mismos hechos integrantes de la causa combinados
o no con el mismo objeto”23. En consecuencia, se establecen los siguientes tipos de
conexión a saber:
a).- Conexión por identidad de causa: “Las pretensiones pueden presentar
identidad de causa y diversidad total o parcial de los otros elementos, caso en que
la conexidad se dará precisamente por el primero de ellos”24.
b).- Conexión por identidad semi causal: Se llama “(….) conexidad semicausal al
fenómeno por el cual, la imbricación típica de la conexidad se da por tener las
pretensiones comparadas, identidad del elemento fáctico constitutivo de la causa.
Esta identidad no puede estar combinada con la identidad del objeto, pues
entonces tendríamos conexión objetiva, pero admite diversidad de sujetos según se
verá”25
c).- Conexión por identidad de objeto: Esta forma de identidad se da en el objeto;
y
d).- Conexión por identidad mixta: En este caso, “(…) las pretensiones muestran
coincidencia en causa y objeto, pero se dan entre sujetos total o parcialmente
desiguales”26.
Por otro lado, otro sector de la doctrina distingue solo entre conexión subjetiva y
conexión objetiva, en ese sentido nos dice Liebman que “(…) se podrá por eso
distinguir la conexión subjetiva, dada la identidad de los sujetos, de la conexión
objetiva, que se tiene cuando es idéntico uno de los elementos objetivos (causa,
objeto)”27. Igualmente, algunos autores establecen que una pretensión es conexa
con otra cuando “(…) tiene en común con ella alguno de sus elementos
definidores: sujetos, objeto o título”28, estableciéndose entonces conexidad
subjetiva, objetiva o causal. En este mismo sentido Quintero y Prieto nos refieren
que “(…) cuando dos o más pretensiones tengan en común uno o más de estos
elementos (los sujetos, el objeto o petitum o lo pedido o la consecuencia jurídica
23
RIVAS, Adolfo. Óp. Cit. p. 79.
RIVAS, Adolfo. Óp. Cit. p. 80.
25
RIVAS, Adolfo. Óp. Cit. p. 82.
26
Para mayor detalle revisar RIVAS, Adolfo. Óp. Cit. pp. 80-83.
27
LIEBMAN, Enrico Tulio. Manual de Derecho Procesal Civil. Traducción de Santiago Sentís Melendo.
Buenos Aires: Ediciones Jurídicas Europa América, 1980. pp. 144-145. Siempre desde su particular punto de
vista pero en ese mismo sentido también contemplan esta división CARNELLUTTI, Francesco en
Instituciones del Proceso Civil. Vol. I. Traducción de la Quinta Edición Italiana por Santiago Sentís Melendo.
Buenos Aires: Ediciones Jurídicas Europa-América, 1956. pp. 40-41
28
GUASP, Jaime. Óp. Cit. p. 243.
24
deprecada, la causa de hecho y la causa de derecho), es decir, cuando alguno o
algunos de estos elementos sirvan a la composición estructural de dos o más
pretensiones, existe conexión entre ellas y puede producirse el fenómeno de la
acumulación o pluralidad de pretensiones en un proceso”29.
Nuestra posición sobre la conexión tiene una base doctrinal, principalmente
italiana, aunque es reconocida también por algunos autores hispanos30, y puede ser
de dos tipos: Conexión impropia y conexión propia
a).- Conexión impropia: Se basa en la homogeneidad o afinidad (por este último
término lo llama nuestro Código Procesal Civil) entre pretensiones. Ello quiere
decir que las pretensiones no poseen elementos comunes o idénticos en relación a
una comparación efectuada de cada una de sus particulares estructuras (límites
técnicamente hablando), si no tan solo poseen un punto común de hecho o derecho
a decidir. Nos dice Palacio que la conexión impropia “(…) se funda en una
relación de mera afinidad entre las distintas pretensiones, configurada toda vez
que la causa dependiese, total o parcialmente, de la resolución de cuestiones
idénticas”31. En cuanto a su regulación legal creemos que este tipo de conexión sí
se encuentra regulada en la legislación peruana en el artículo 84 de nuestro Código
Procesal Civil que menciona que: “Hay conexidad cuando se presentan elementos
comunes entre distintas pretensiones o, por lo menos, elementos afines en ellas”,
donde la llamada afinidad, no es otra cosa que la homogeneidad característica de
la conexión impropia. Respecto a los fundamentos de la acumulación por conexión
impropia, corrientemente se suele decir en doctrina que son base de todo tipo de
acumulación: la economía procesal y el evitar fallos contradictorios; pero hay que
hacer una precisión al respecto, repárese que en este tipo de acumulación por
conexión impropia solo es aplicable la economía procesal y no el evitar fallos
contradictorios. Esto último no es posible toda vez que las pretensiones no tienen
ningún grado de relación ya sea similitud o identidad en sus elementos y por ello
nunca van a ser contradictorias entre sí.
b).- Conexión propia: A grandes rasgos, se basa en la identidad o similitud o
semejanza entre las pretensiones. Esto quiere decir que comparando ambas
estructuras, estas poseen elementos iguales o en común ya sean subjetivos u
objetivos. Por ello la conexión propia puede ser conexión objetiva o conexión
29
Con tal parecer QUINTERO, Beatriz y PRIETO, Eugenio. Teoría General del Proceso. Tomo II. Santa Fe
de Bogotá: Editorial Temis S.A., 1995. p. 50.
30
Ver sobre el particular, MONTERO AROCA, Juan. La Intervención Adhesiva Simple. Contribución al
Estudio de la Pluralidad de Partes en el Proceso Civil. Barcelona: Editorial Hispano-Europea, 1972. p. 17.
31
Con tal parecer PALACIO, Lino Enrique. Derecho Procesal Civil. Tomo I. Buenos Aires: Abeledo-Perrot,
1990. p. 446.
subjetiva; así tenemos que la identidad en el límite subjetivo origina la conexión
propia subjetiva y la identidad en el límite objetivo origina la conexión propia
objetiva. A su vez, la conexión objetiva propia puede ser parcial (si hay identidad
ya sea en el objeto o en el título) o total (si hay identidad tanto en el objeto como en
el título lo que vendría a ser una total igualdad). En cuanto a la regulación legal
este tipo de conexión está regulada en la Argentina en el artículo 88 del Código
Procesal Civil y Comercial de la Nación32 y en el Perú en el artículo 84 del Código
Procesal Civil que dice que “Hay conexidad cuando se presentan elementos
comunes entre distintas pretensiones o, por lo menos, elementos afines en ellas” (el
resaltado es nuestro) donde la expresión resaltada “elementos comunes”, no es
otra cosa que la nota característica de la conexión propia.
La conexión propia –como ya dijimos – puede ser de dos tipos: Conexión subjetiva
y conexión objetiva.
a).- Conexión (propia) subjetiva: La conexión será subjetiva cuando el factor de
reunión de las pretensiones se produzca por la identidad de los sujetos entre los
cuales se hace valer, esto es, se desprende de los límites subjetivos de la pretensión.
Existe conexión subjetiva cuando las pretensiones tienen los sujetos idénticos;
mismo demandante y mismo demandado, para todas las pretensiones.
b).- Conexión (propia) objetiva: La conexión propia será objetiva cuando el factor
de reunión de las pretensiones se produzca por la identidad en los elementos
objetivos de estas últimas, esto se desprende del análisis los límites objetivos de la
pretensión. Puede ser total cuando el objeto y el título son idénticos y puede ser
parcial cuando solo el título o solo el objeto son idénticos. Hay que advertir que
para acumular pretensiones lo mínimo que se pide es que sea parcial.
En cuanto al fundamento decíamos ya que toda acumulación tiene dos
fundamentos básicos –economía procesal y evitar fallos contradictorios-, y estos
solo pueden darse cuando la acumulación se basa en la conexión propia.
IV.- GENERALIDADES SOBRE LA ACUMULACIÓN PROCESAL
1. Etimología
32
Código Procesal Civil
Artículo 88: litisconsorcio facultativo.
Podrán varias partes demandar o ser demandadas en un mismo proceso cuando las acciones sean conexas por
el título, o por el objeto, o por ambos elementos a la vez.”
Según el Diccionario de la Real Academia de Lengua Española el término
“acumulación” significa “acción y efecto de acumular”, en tanto que la palabra
acumular posee las siguientes acepciones “1. Juntar y amontonar. 2. Unir unos
procedimientos a otros para que sean resueltos por una sola sentencia o resolución.
3. Imputar algún delito o culpa”. Recogiendo los significados que nos pueden ser
de utilidad, parece, en primer lugar, que todo intento de acumulación, en
cualquier orden de cosas, importa reunir o juntar determinadas cosas o elementos;
sin embargo, debe observarse también que la Real Academia de la Lengua recoge
un sentido muy propio del mundo jurídico, que veremos luego si correctamente
puede ser predicado del fenómeno que los operadores jurídicos conocemos como
acumulación procesal.
2. Necesidad de un grado de relación entre cosas o elementos
Tal reunión o amontonamiento de cosas o elementos podría realizarse sin atender a
ninguna lógica o razón, en base al mero capricho o apetitos personales; empero,
siendo el hombre un ser dotado de voluntad y racionabilidad, cuando realiza una
acción de este tipo, lo hace adoptando una decisión racional, por este motivo, para
que se produzca una acumulación debe existir previamente un grado de relación
entre los elementos o cosas que la razonabilidad humana descubre y considera útil.
En el fenómeno procesal, obviamente también van a existir ciertos elementos que
se reúnen o juntan, en base a una racionalidad que hace ello posible.
3. Elementos que se reúnen en la llamada acumulación procesal
Es oportuno, en este estado del desarrollo del estudio determinar el elemento que
por medio de la acumulación procesal se procura reunir o juntar. Cuando se habla
de acumulación en Derecho Procesal, la Doctrina se refiere a este instituto como:
a).- Acumulación de acciones: Es la doctrina alemana aquella que empieza a tratar
el tema de la acción y por ende de la pluralidad de acciones, por eso no es raro que
sus principales autores concibieran la idea de que en un solo proceso puedan ser
ejercitadas varias acciones procesales. Para Kisch: “Existe acumulación objetiva o,
simplemente, acumulación de acciones (…) cuando el actor ejercita en una misma
demanda varias acciones al mismo tiempo contra el mismo demandado”33. La
doctrina alemana diferencia la acumulación objetiva de acciones –a la que llama
simplemente como mera acumulación de acciones- de la acumulación subjetiva de
acciones. Ahora bien, modernamente se coincide en afirmar que lo que se reúnen
son pretensiones, empero la fuerza de la tradición sigue imponiéndose en la
legislación de algunos países y entre connotados tratadistas, quienes prefieren
seguir usando esta antigua denominación, aunque denuncian dicha apreciación.
b).- Acumulación de demandas: Varios autores (sobre todo de la doctrina alemana
y española de antigua data34) hablaban de acumulación de demandas en un mismo
proceso mediando el requisito de la conexión. Si se observa bien, esto no es más
que la alegación del actor de varias pretensiones contra el mismo demandado
aprovechando un solo procedimiento.
c).- Acumulación de procesos: Indistintamente se habla de acumulación de
procesos, sin advertir que esta terminología tiene un tratamiento específico dentro
del tema de la acumulación procesal en general. La acumulación de procesos
(conocida también como acumulación de autos) se presenta cuando se reúne o
acumulan dos o más procesos que se han iniciado de manera independiente o por
separado, con la finalidad de proferir una sola sentencia y evitar así fallos
contradictorios. Sobre este punto hay algunos autores que sostienen que este
fenómeno es uno de acumulación de acciones35 mientras que para otros continúa
siendo una acumulación de pretensiones, aunque calificada por estar discutiéndose
ya en un proceso. Cualquiera sea la naturaleza jurídica que se asuma respecto a
esta figura, utilizar el término genérico “acumulación de procesos” para referirse al
contenido del fenómeno de la acumulación procesal, implicaría una confusión y
superposición de conceptos que es preferible evitar.
d).- Acumulación de pretensiones: Previamente debe tenerse esclarecido que el
objeto del proceso es la pretensión, y ordinariamente el proceso se desenvuelve
alrededor de una sola que constituye su objeto, no obstante, en ocasiones y por
diferentes razones, en un proceso pueden dilucidarse varias pretensiones, es decir
33
KISCH, W. Elementos de Derecho Procesal. Traducción de la cuarta edición alemana y adiciones de
Derecho español por Leonardo Prieto-Castro. 2da. Edición. Madrid: Editorial Revista de Derecho Privado,
1940; p. 313. En ese mismo sentido, SHÖNKE, Adolf. Derecho Procesal Civil. Traducción española de la
quinta edición alemana por Leonardo Prieto-Castro. Barcelona: Bosch, Casa Editorial, 1950. p. 175.
34
Sobre el particular revisar MICHELI, Gian Antonio. Curso de Derecho Procesal Civil. Volumen I, Parte
General. Traducción de Santiago Sentís Melendo. Buenos Aires: Ediciones Jurídicas Europa-América, 1970.
35
RAMIREZ ARCILA, Carlos. Acción y Acumulación de pretensiones. Bogotá: Temis, 1978. pp. 136-140.
varios objetos, presentándose así el problema de la pluralidad de pretensiones
autorizándose su reunión, contemplada en varios supuestos legales. Al respecto,
coincidimos con Guasp cuando dice que “(…) el objeto de la acumulación han de
ser siempre pretensiones procesales por definición”36. Nosotros asumiremos esta
posición casi sin discusión; en este mismo sentido, asumiendo a estas alturas que el
fenómeno de la acumulación procesal implica una acumulación de pretensiones,
veamos dos teorías que hacen referencia a su naturaleza jurídica:
a).- Concepción pluralista: Nos indica que existe una identidad “pretensiónproceso”, pues cada pretensión se debe resolver en un único proceso que
justamente para ello es concebido, en consecuencia, al producirse el fenómeno de
la acumulación de pretensiones, se acumulan también los procesos que cada una
de ellas origina, bajo la envoltura de un único procedimiento, configurándose
también por consecuencia una acumulación de procesos.
b).- Concepción monista: Se refiere a que la acumulación de las varias
pretensiones implica un único proceso, es decir que el proceso es el medio de la
Jurisdicción para satisfacer las distintas pretensiones acumuladas en él, sea una
sola o varias.
En este trabajo nosotros asumiremos esta posición que
indudablemente repercutirá decididamente en el concepto que a continuación
enunciaremos.
4. Concepto
Juan Montero Aroca nos define la acumulación de pretensiones como: “Aquel
fenómeno procesal, basado en la conexión y cuyo fundamento se encuentra en la
economía procesal, por el cual dos o más pretensiones, (…) son examinadas en un
mismo procedimiento judicial y decididas en una única sentencia, en sentido
formal”37. En palabras de Atilio Carlos Gonzales es: “El fenómeno procesal
fundado en el principio de economía procesal y, en ciertos casos, también en la
necesidad de evitar la posibilidad de pronunciamientos jurisdiccionales
contradictorios, en virtud del cual dos o más pretensiones conexas son
36
GUASP, Jaime. Derecho Procesal Civil. Tomo Primero Introducción y Parte General. Tercera edición
corregida. Madrid: Instituto de Estudios Políticos, 1968. p. 244.
37
MONTERO AROCA, Juan. Óp. Cit.. p. 62.
sustanciadas en un proceso único, y resueltas mediante el dictado de una sentencia
única”38.
Para nuestra posición la acumulación procesal importa la reunión de dos o más
pretensiones en un único proceso para su decisión en un único pronunciamiento
jurisdiccional. Debemos precisar, que para que este fenómeno pueda darse tiene
que haber como mínimo dos pretensiones que se acumulen pues, no se puede
acumular donde solo hay una pretensión.
5. Fundamento
Interesa poner de relieve que sobre los fundamentos de la acumulación no existe
un criterio unívoco, pues son varios los autores que sustentan su particular visión
del tema. Para Carnelutti, son tres las razones que fundamentan el proceso
acumulativo: economía, justicia y certeza39. Atilio Carlos Gonzales señala que la
acumulación se asienta sobre cuatro pilares: economía procesal, pacificación social,
integridad del orden jurídico y eficacia del proceso40. Sin embargo, para la mayoría
de autores, toda acumulación procesal tiene dos fundamentos básicos –economía
procesal y evitar fallos contradictorios-, que pasamos a explicar muy sucintamente:
a).- Economía procesal: Es considerado el fundamento primordial y consiste en
unificar el tratamiento de dos o más pretensiones entre las cuales existan elementos
comunes, y desarrollar un proceso con el menor esfuerzo, menor cantidad de actos,
menor actividad judicial y menores costos posibles, que los que supondría
decidirlas por separado.
b).- Evitar las sentencias contradictorias en pretensiones idénticas: Lo que podría
ocurrir si ventilándose las pretensiones con elementos comunes, cada una por
separado en proceso diferentes, el órganos jurisdiccional podría llegar a resultados
distintos y opuestos entre si. Si las pretensiones son similares (como en una
conexión impropia), no idénticas, jamás generan fallos contradictorios. Por eso,
38
GONZÁLEZ, Atilio Carlos. La pluralidad en el proceso civil y comercial. Sujetos, Objetos y Procesos;
Prólogo de Carlos Eduardo Fenochietto. Buenos Aires: Editorial Astrea de Alfredo y Ricardo Depalma, 1984.
p. 25.
39
CARNELUTTI, Francesco. Sistema de Derecho Procesal Civil. Tomo II. Trad. de Alcalá-Zamora y
Castillo y Sentís Melendo. Buenos Aires: Ediciones Jurídicas Europa - América, 1944; p. 677.
40
GONZÁLEZ, Atilio Carlos. Óp. Cit. pp. 29-30.
nosotros aclaramos – aún contra la doctrina mayoritaria – que ambos tipos de
fundamentos solo pueden sustentar la conexión propia.
V.- TIPOS DE ACUMULACIÓN
Establecido de manera inequívoca que se reúnen pretensiones, intentaremos una
clasificación de los tipos de acumulación. Utilizaremos para esta clasificación solo
dos criterios: el primero de ellos referido a la posibilidad de acumular también
nuevos sujetos o no, mientras que el segundo se relaciona a un criterio de
temporalidad y se dividen en originarias cuando surgen con la demanda y
sobrevenidas cuando se producen con posterioridad a la interposición de esta.
Mencionaremos las principales clasificaciones establecidas en doctrina, diremos al
respecto:
1. Concepción tradicional
Tradicionalmente la doctrina, en su inmensa mayoría, suele distinguir entre
acumulación objetiva y acumulación subjetiva41. La acumulación subjetiva consiste
en acumular o reunir sujetos mientras la acumulación objetiva consiste en
acumular o reunir pretensiones.
La doctrina nacional se adhiere a esta posición42, que es también compartida por el
artículo 83 de nuestro Código Procesal Civil.43. A continuación hemos elaborado
un esquema según lo propuesto por nuestro Código:
41
Debe advertirse que para gran parte de la Doctrina la acumulación subjetiva no existe, sólo hay
acumulación objetiva y objetiva-subjetiva (nuestro código denomina subjetiva de pretensiones a esta última).
No existe acumulación subjetiva porque nunca se acumulan sujetos puros, siempre lo que se acumulan son
pretensiones. Reunir sujetos es otro fenómeno procesal que se conoce como litisconsorcio, pero cuando se
habla de acumulación lo que se reúnen son pretensiones, nunca sujetos.
42
Revisar MONROY GALVEZ, Juan. “Partes, acumulación, litisconsorcio, intervención de terceros y
sucesión procesal en el Código Procesal Civil” en Ius Et Veritas. Lima, N° 06, p. 44 ; y también ARRARTE
ARISNABARRETA, Ana María; “Sobre el litisconsorcio y la intervención de terceros y su tratamiento en el
Código Procesal Civil Peruano”; en Revista Peruana de Derecho Procesal. Mehr Licht; Lima , N° 01, 1997;
pp. 130-131.
43
Código Procesal Civil
Artículo 83.- Pluralidad de pretensiones y personas
En un proceso pueden haber más de una pretensión, o más de dos personas. La primera es una acumulación
objetiva y la segunda una acumulación subjetiva.
OBJETIVA
Originaria
Sucesiva
SUBJETIVA
Originaria
Sucesiva
Subordinada, alternativa, accesoria.
Ampliación de la demanda.
Reconvención
Acumulación de procesos
Litisconsorcio voluntario o facultativo
Intervención de terceros
Acumulación de procesos (autos)
2. Concepción actual
Partiendo de la idea que si lo que se reúnen son siempre pretensiones “(…)
debemos admitir la distinción entre acumulación exclusivamente objetiva (también
denominada acumulación objetiva propiamente dicha) que denota la presencia de
solo dos personas (sujetos) y más de una pretensión en el procedimiento, y la
acumulación objetivo-subjetiva, que indica la presencia de más de una pretensión y
más de dos personas [sujetos] en el mismo procedimiento”44.
Para entenderse mejor esta postura se ha realizado el siguiente esquema:
OBJETIVA
PROPIAMENTE
DICHA
Sucesiva
OBJETIVOSUBJETIVO
Originaria o inicial
Sucesiva
Originaria o inicial
Acumulación
de
pretensiones
(acciones)
Ampliación de la demanda
Reconvención
Contrademanda
Acumulación de
procesos (autos)
cuando hay identidad de personas
Litisconsorcio voluntario o facultativo
Intervención voluntaria
Intervención provocada
Acumulación de procesos (autos)
cuando hay
varias personas
La acumulación objetiva y la subjetiva pueden ser originarias o sucesivas, según se propongan en la demanda
o después de iniciado el proceso, respectivamente.
44
GONZÁLEZ, Atilio Carlos. Ob. Cit. pp. 36-37.
3. Concepción de Jaime Guasp
Corresponde al maestro español el haber introducido en la temática los conceptos
de “inserción” y “reunión” para referirse a la pluralidad de pretensiones. La
inserción se da “(…) cuando a una pretensión hecha valer en un proceso se añade o
se incorpora otra aún no deducida judicialmente”45, en tanto que por reunión se
entiende al fenómeno producido cuando las diversas pretensiones que aparecen en
el proceso antes de su eventual acumulación, hubieran sido hechas valer en
procesos distintos y luego se unifican.
A partir de sus ideas, sus seguidores han establecido el siguiente esquema
clasificatorio que nosotros hemos resumido:
OBJETIVA
PROPIAMENTE
DICHA
OBJETIVOSUBJETIVO
Acumulación
de
pretensiones (acciones)
Sucesiva
Por inserción Ampliación de la demanda
Reconvención
Contrademanda
Por reunión Acumulación de procesos
(autos)
cuando
hay
identidad de personas.
Originaria o inicial
Litisconsorcio voluntario o
facultativo.
Sucesiva
Por inserción Intervención voluntaria
Intervención provocada
Por reunión Acumulación de procesos
cuando hay varias personas
Originaria o inicial
4. Nuestra posición
Nosotros nos adherimos a la segunda de las concepciones detalladas, aunque
propondríamos el siguiente esquema teniendo en consideración principalmente lo
estudiado en la doctrina:
OBJETIVA
45
Originaria o Acumulación de Simple
GUASP, Jaime. Derecho Procesal…Óp. Cit. p. 250
inicial
pretensiones
Alternatividad
(acciones) en sus Accesoriedad
diferentes
Sobordinariedad
modalidades
Condicional
Sucesiva
Ampliación de la
demanda
Reconvención
Contrademanda
Acumulación de
procesos (autos) cuando hay
identidad de personas
OBJETIVO- Originaria o Litisconsorcio
SUBJETIVO inicial
voluntario
Sucesiva
Intervención
voluntaria
Intervención
provocada
forzosa
Intervención
adhesiva
coadyuvante
Intervención
litisconsorcial
Intervención
excluyente
principal
o
o
Intervención
a
o instancia del Juez
Intervención
a Denuncia civil
pedido de parte
Llamamiento
posesorio
Litigio
entre
pretendientes46
Aseguramiento
de pretensión
futura
Acumulación de procesos (autos) cuando hay varias
personas
46
Figura no regulada en nuestro código procesal.
V.
ANÁLISIS DE NUESTRA POSICIÓN
Brevemente se expondrá una explicación sobre los puntos pertinentes que
sostienen las razones de nuestra posición.
1. Tipos de acumulación en virtud de la posibilidad de reunión de nuevos
sujetos al acumularse pretensiones
La doctrina que seguimos distingue dos tipos de acumulación en función a la
posibilidad de reunir nuevos sujetos o no conjuntamente a la acumulación de
pretensiones: Objetiva pura y objetiva-subjetiva.
1.1. Acumulación objetiva: Se presenta cuando dos sujetos como partes hacen
valer entre ellos más de una pretensión, es decir, existe una pluralidad de
pretensiones (objetos del proceso), pero solo dos sujetos que actúan como partes.
En la acumulación objetiva el principal requisito es la conexión subjetiva.
Por ejemplo: A podrá dirigir contra B, aprovechando la conexión subjetiva de
pretensiones, esto es identidad en el límite subjetivo entre ambas, tanto la
pretensión 1 (Resolución de contrato) como la pretensión 2 (Indemnización de
daños y perjuicios), presuponiendo claro, el respeto de los requisitos legales
señalados en la ley respectiva.
1.2. Acumulación objetiva-subjetiva: Sucede que más de dos sujetos como partes
hacen valer entre ellos más de una pretensión, es decir existe una pluralidad de
sujetos y objetos. En esta acumulación el principal requisito es la conexión
objetiva, aunque se puede exigir al menos la existencia de conexión objetiva
parcial. Aquí tenemos dos sub tipos:
a).- Parcial: Implica tener objetos iguales ó títulos iguales, pero es suficiente
solamente uno de ellos. Por ejemplo: Varios sujetos solo tienen un contrato de obra
en común.
b).- Total: Sugiere poseerse ambos, objetos y títulos iguales. Por ejemplo: Caso de
los deudores solidarios.
Debemos mencionar que teniendo en cuenta que el fundamento de la acumulación
es que se reúnan más pretensiones, deviene en lógico el hecho de que hay que
exigir menos requisitos para ello, por lo que lo mínimo que se debe observar es la
existencia de la conexión objetiva parcial. No debe entenderse entonces que solo se
exija conexión objetiva total.
2. Tipos de acumulación en virtud del momento
Desde el punto de vista temporal, parece lógico advertir que cabe acumularlas
desde el principio del proceso (procedimiento) o bien en un momento posterior. En
base a lo expuesto, se tiene la clasificación mayoritariamente esbozada de la
acumulación diferencia la acumulación inicial u originaria para referirse al primer
supuesto y la acumulación sucesiva o sobrevenida para referirse al segundo caso.
Nuestra legislación procesal regula ambos tipos en el segundo párrafo del artículo
83 del Código Procesal Civil47, refiriéndose a la acumulación objetiva como a la
acumulación objetivo-subjetiva, a la que denomina acumulación subjetiva. De lo
expuesto podemos decir que en virtud del momento, tenemos dos tipos de
acumulación: originaria o inicial y sobrevenida o sucesiva.
2.1. Acumulación inicial u originaria: Interpretando el segundo párrafo del
artículo 83 del Código Procesal Civil diremos que la acumulación (tanto objetiva
como objetivo-subjetiva) será originaria cuando se produzca al momento de
interposición de la demanda.
2.2 Acumulación sucesiva o sobrevenida: Interpretando el segundo párrafo del
artículo 83 del Código Procesal Civil diremos que la acumulación (tanto objetiva
como objetivo-subjetiva) será sucesiva cuando se produzca después de iniciado el
proceso. Pero ello nos lleva seguidamente a cuestionarnos sobre el tema de en qué
momento debemos entender que se inicia el proceso. Sobre este tema, en doctrina
hay varias posiciones al respecto48, pero habría que encontrar cuál es la posición
47
Código Procesal Civil
Artículo 83.- Pluralidad de pretensiones y personas
(…)
La acumulación objetiva y la subjetiva pueden ser originarias o sucesivas, según se propongan en la demanda
o después de iniciado el proceso, respectivamente.
48
Debe conocerse desde cuando se inicia un proceso. Por ello debemos saber desde cuando un proceso se
encuentra pendiente. Al decir que un proceso se encuentra pendiente no es lo mismo que identificarlo con el
adoptada por nuestro Código, y según la interpretación realizada de su normativa
se concluye que este momento se produce con el emplazamiento válido de la
demanda al demandado. Entonces, conviene preguntarse cómo la ampliación de la
demanda – que se produce antes de este momento - podría ser una acumulación
sucesiva si se produce antes de haberse iniciado el proceso. Ello no sucede en
España pues, ahí se ha tomado la opción que el proceso se inicie con la demanda y
por ello esta figura si deviene como una acumulación sucesiva.
3. Combinación de ambos criterios
De la combinación de ambos criterios, aquel de la posibilidad de reunión de sujetos
o no al acumular pretensiones, y en virtud del tiempo en el cual se produce la
acumulación, obtenemos cuatro supuestos: acumulación objetiva originaria,
acumulación objetivo-subjetivo originaria, acumulación objetiva sucesiva,
acumulación objetivo-subjetivo sucesiva.
3.1. La acumulación objetiva originaria
Podemos conceptuar esta modalidad como aquella que se produce cuando el actor
interpone originariamente varias pretensiones acumuladas –sea en la forma que
fuese49- contra un mismo demandado, en el mismo escrito de demanda,
manteniéndose esta situación invariable, es decir sin que se agreguen más
pretensiones de forma posterior durante el desarrollo del proceso.
concepto de litispendencia. Pendencia es un estado que se produce en un lapso de tiempo comprendido entre
el inicio del proceso jurisdiccional y su final. Litispendencia es el conjunto de efectos procesales,
legítimamente previstos a favor de una o ambas partes, que se manifiestan durante la pendencia de un proceso
con el objetivo de garantizar la eficacia de la futura definición judicial del derecho desde la perspectiva de la
duración de dicho proceso, evitando que esta duración perjudique al derecho a la tutela judicial efectiva de los
litigantes. Entonces debemos avocarnos solo al tema de la pendencia y especialmente a conocer desde
cuando un proceso se encuentra pendiente. Al respecto se postulan cuatro teorías:
a).- Teoría de la presentación de la demanda.
b).- Teoría de la admisión de la demanda.
c).- Teoría del emplazamiento efectivo con la demanda.
d).- Teoría de la contestación de la demanda.
Es obvio que tanto la Doctrina como cada legislación en particular, escogerá tal o cual teoría. Por ejemplo en
Perú, una interpretación sistemática de nuestro código procesal, nos llevará a decidir por la tercera de ellas,
pero en España, por otro lado, es expresa la adhesión a la primera teoría (la de presentación de la demanda).
En conclusión para nosotros el proceso se inicia con el emplazamiento efectivo de la demanda al demandado.
49
El escrito de demanda puede contener una acumulación de pretensiones basadas en distintas formas como
son la simple, la alternatividad, la subordinariedad, la accesoriedad, la condicionalidad.
En cuanto a su regulación en nuestro ordenamiento procesal, encontramos el
artículo 8750, que si bien su sumilla se refiere a la acumulación objetiva originaria,
debemos precisar que más bien se refiere a los tipos de acumulación objetiva en
virtud de la forma y no hace referencia a la acumulación según el momento inicial
en que esta puede producirse, por esa razón tendremos que recurrir a la segunda
parte del artículo 83 donde advertimos que la acumulación objetiva originaria se
presenta solo en la demanda.
Este tipo de acumulaciones dependen de la voluntad del sujeto, es así que el actor
puede libremente darles un grado de relación o vinculación a sus pretensiones
acumuladas, que puede o no darse en la práctica y eso es lo que precisamente
sucede en las acumulaciones subordinada, accesoria y alternativas. Distinto es el
caso de la acumulación simple en la cual no existe algún grado de relación entre
pretensiones, pero siempre es la voluntad del sujeto la que decide precisamente no
darle ningún grado de relación. Va a ser únicamente la parte la que vincule sus
pretensiones en base a los tres criterios citados, nunca el juez, pues no existe
acumulación de oficio.
Respecto a la regulación normativa procesal, los tipos de acumulación objetiva se
encuentran previstas en el artículo 87 del Código Procesal Civil, contemplándose la
acumulación de forma subordinada, alternativa y accesoria. Conviene preguntarse
también si es posible utilizar otros grados de vinculación entre las pretensiones
diferentes de los previstos en la norma y la respuesta deviene en afirmativa a partir
de lo dispuesto en el párrafo final de la tercera disposición del Título Preliminar de
nuestro Código Procesal Civil que faculta recurrir a la doctrina o a los principios
generales del derecho procesal en caso de vacío o defecto de la ley. En este sentido,
como pude observarse, la acumulación de modalidad simple no es mencionada en
el precitado artículo legal, lo que conduciría a afirmar su no regulación por nuestro
ordenamiento procesal civil, empero, no implica su no existencia en la doctrina ni
se impide su aplicación por los justiciables.
a).- Acumulación simple, autónoma o principal: Se define a la acumulación
simple como aquella figura que se presenta cuando el titular de las diversas
pretensiones las solicita conjuntamente, poniendo en litispendencia el conjunto de
objetos que ellas comprenden, es decir, el petitum se refiere a esa totalidad, para
50
Código Procesal Civil
Artículo 87.- Acumulación objetiva originaria
La acumulación objetiva originaria puede ser subordinada, alternativa o accesoria. Es subordinada cuando la
pretensión queda sujeta a la eventualidad de que la propuesta como principal sea desestimada; es alternativa
cuando el demandado elige cual de las pretensiones va a cumplir; y es accesoria cuando habiendo varias
pretensiones, al declararse fundada la principal, se amparan también las demás.
Si el demandado no elige la pretensión alternativa a ejecutarse, lo hará el demandante.
Si no se demandan pretensiones accesorias, sólo pueden acumularse éstas hasta el día de la audiencia de
conciliación. Cuando la accesoriedad está expresamente prevista por la ley, se consideran tácitamente
integradas a la demanda.”
que el juez se pronuncie sobre todas ellas a la vez, e independientemente del
tratamiento que reciba cada una de ellas, pero su victoria dependerá de que el Juez
satisfaga favorablemente todas y cada una de sus peticiones. Empero, obsérvese
que este último criterio no es diferenciador, ya que en la acumulación accesoria el
“petitum” también engloba a la totalidad de las pretensiones, dado que existe la
posibilidad que se estimen todas.
Nuestro Código Procesal Civil no regula ni hace mención de esta figura, lo que no
quiere decir que no exista. Entendemos que esta acumulación con solo cumplir los
requisitos mencionados en el artículo 85 del Código Procesal Civil, se produce y se
llama acumulación simple o autónoma. Para su invocación e introducción
legislativa habría que partir de la idea del vacío legal y recurrir por ello a la
doctrina y aplicar el artículo III del Título Preliminar del Código Procesal Civil.
b).- Acumulación subsidiaria o eventual: Se define esta modalidad cuando el
actor presentan diversas peticiones conjuntamente, pero esta vez escalonadas en
cuanto a su examen por el Juez, así, el actor solicita una principal y concreta tutela
jurídica con preferencia (y exclusión) sobre otra, con la condición que de
producirse el supuesto de rechazarse el primer y preferencial pedido solicitado,
puede y debe entrar a pronunciarse sobre el segundo pedido inicialmente excluido.
En nuestro Código Procesal Civil esta figura se encuentra mencionada,
desarrollada y regulada en el artículo 87.
c).- Acumulación accesoria: Diremos que esta modalidad se presenta cuando el
actor interpone una pretensión como principal, y otras pretensiones llamadas
accesorias, bajo la condición que de ser estimada la primera de ellas, el órgano
jurisdiccional puede y debe entrar a pronunciarse en cualquier sentido sobre las
pretensiones accesorias, puesto que el fundamento de estas descansa en todo o en
parte sobre aquella estimación favorable otorgada a la pretensión principal.
En nuestro Código Procesal Civil se encuentra mencionada, desarrollada y
regulada esta figura en el artículo 87. Con la salvedad dicha que no siempre al
declararse fundada la principal se ampararán las demás sino tan solo se logrará su
pronunciamiento en cualquier sentido, sea este favorable o desfavorable, por lo
que la definición del Código en los términos que enuncia no es muy feliz.
d).- Acumulación alternativa: Podemos definir esta modalidad como aquella que
se presenta cuando el actor interpone dos o más pretensiones, diversas, pero con la
particularidad que la petición no se entiende al conjunto de los dos o más objetos,
sino solo a uno de ellos; y el órgano jurisdiccional (en aparente dilema) no ha de
pronunciarse sobre todas ellas, sino sobre uno de los objetos que se elijan, ya sea
por el deudor, ya sea por el Juez, puesto que al indiferente actor le basta con la
estimación de cualquiera de sus pretensiones. Se presenta esencialmente en las
obligaciones alternativas.
En nuestro Código Procesal Civil se también encuentra mencionada, desarrollada y
regulada esta figura en el artículo 87.
3.2. La Acumulación objetivo-subjetiva originaria
Esta modalidad acumulativa se refiere a la incoacción de dos o más pretensiones
conexas, con la intervención activa o pasiva de dos o más sujetos, que se encauzan,
formalmente dentro del marco de referencia de un mismo proceso. Como supuesto
típico de la acumulación objetivo-subjetiva originaria cabe mencionar al –
erróneamente denominado - litisconsorcio voluntario o facultativo, cuya formación
responde a la libre voluntad de la parte actora y en cuya virtud varios sujetos
pueden demandar y ser demandados en un mismo proceso cuando las
pretensiones deducidas entre ellos fueran conexas.
La figura del litisconsorcio facultativo se encuentra regulada en nuestro Código
Procesal Civil en el artículo 9451 aunque su verdadera naturaleza puede inferirse
del texto del artículo 9252 del mismo cuerpo de leyes.
3.3. La acumulación objetiva sobrevenida
Se define esta modalidad cuando la acumulación de pretensiones, sea en la forma
que esta fuese, se produce en un momento posterior a la interposición de la
demanda realizada por el actor. No obstante debe señalarse que en este tipo de
figuras acumuladas, referidas con posterioridad a la interposición de la demanda,
el papel activo en la voluntad de acumular pretensiones, no solo corresponde al
demandante, sino también el demandado, quien puede hacer valer su voluntad de
acumular varias pretensiones mediante el uso de la reconvención.
51
Código Procesal Civil
Artículo 94.- Litisconsorcio facultativo
Los litisconsortes facultativos serán considerados como litigantes independientes. Los actos de cada uno de
ellos no favorecen ni perjudican a los demás, sin que por ello se afecte la unidad del proceso.
52
Código Procesal Civil
Artículo 92.- Litisconsorcio activo y pasivo
Hay litisconsorcio cuando dos o más personas litigan en forma conjunta como demandantes o demandados,
porque tienen una misma pretensión, sus pretensiones son conexas o porque la sentencia a expedirse respecto
de una pudiera afectar a la otra.
Respecto a los casos en que la acumulación objetiva sucesiva se presenta, estos se
encuentran previstos en el artículo 88 de nuestro Código Procesal Civil53. No
obstante tanto en la doctrina como en legislación tenemos los siguientes supuestos:
a).- Ampliación de la demanda: Se hablará de esta solo en lo referente a la
posibilidad implícita por parte del actor de acumular o incluir al proceso una o
más pretensiones en la misma demanda antes que el órgano jurisdiccional
notifique al demandado con la demanda interpuesta.
En lo que se refiere a su regulación legal, la ampliación de la demanda se encuentra
prevista en el artículo 428 de nuestro Código Procesal Civil54. Y si bien ahí no se
hace mención a la posibilidad de ampliar la demanda acumulando una o más
pretensiones, si no solo ampliar la cuantía de lo pretendido, debe entenderse que
tal posibilidad existe tanto en la doctrina como en la legislación si se interpreta
adecuadamente este artículo en comparación con el numeral 1) del artículo 88 de
nuestro código adjetivo.
b).-Reconvención: Guasp define a esta figura que legal y doctrinariamente se
llama reconvención como “(...) La pretensión procesal interpuesta por el
demandado frente al actor. No es una simple forma de oposición ni puede por ello
concebirse como un tipo singular de excepción; es una verdadera reclamación de
fondo dirigida al órgano jurisdiccional, cuya característica estriba solamente en que
su sujeto activo es el sujeto pasivo de otra pretensión anterior”55. Tenemos aquí
entonces la figura en la cual, si bien el actor ya emplazó al demandado, este último
reconviene interponiendo una nueva pretensión contra aquel.
53
Código Procesal Civil
Artículo 88.- Acumulación objetiva sucesiva
Se presenta en los siguientes casos:
1. Cuando el demandante amplía su demanda agregando una o más pretensiones.
2.- Cuando el demandado reconviene.
3.- Cuando de oficio o a petición de parte, se reúnen dos o más proceso en uno, a fin de que una sola sentencia
evite pronunciamientos jurisdiccionales opuestos.
54
Código Procesal Civil
Artículo 428.- Modificación y ampliación de la demanda
El demandante puede modificar la demanda antes que ésta sea notificada.
Puede, también, ampliar la cuantía de lo pretendido si antes de la sentencia vencieran nuevos plazos o cuotas
originadas en la misma relación obligacional, siempre que en la demanda se haya reservado tal derecho. A
este efecto, se consideran comunes a la ampliación los trámites precedentes y se tramitará únicamente con un
traslado a la otra parte.
Iguales derechos de modificación y ampliación tiene el demandado que formula reconvención.”
55
GUASP, Jaime. Derecho….Óp. Cit.”; p. 251
Es una característica fundamental de la reconvención – a
contrademanda -, que entre la pretensión reconvencional
originariamente demandada no es necesario que exista algún
podría existir ningún vínculo entre ambas. Cuestión
contrademanda, donde se exige algún tipo de conexión objetiva.
diferencia de la
y la pretensión
nexo, es más no
diferente es la
En lo que se refiere a su regulación legal, la reconvención56 se encuentra normada
en el artículo 445 de nuestro Código Procesal Civil57. Si bien ahí no se hace
mención que este instituto es una posibilidad de ampliar la demanda acumulando
una o más pretensiones, debe entenderse también que tal posibilidad existe si se
interpreta adecuadamente este artículo en comparación con el numeral 2) del
artículo 88 de nuestro código adjetivo.
c).- Contrademanda: La contrademanda exige que la pretensión que el demandado
introduce en el proceso, aprovechando que el actor ha interpuesto una demanda en
su contra, se encuentra relacionada de algún modo con la pretensión del
demandante. “El Código, reconociendo las ventajas de la contrademanda, la ha
regulado exclusivamente, pero dado que el concepto reconvención tiene un
profundo arraigo en el quehacer forense nacional, manteniendo el nombre, como
se aprecia en el artículo 445”58
d).- Acumulación de procesos (llamada también acumulación de autos o de
actuados judiciales): Esta acumulación significa la reunión de pretensiones de
forma sobrevenida, que por haberse hecho valer ya procesalmente, arrastran
consigo la reunión de los consiguientes procesos. Para que pueda hablarse de
acumulación objetiva en este supuesto debe existir identidad de personas entre los
distintos procesos que se quieren acumular, por lo tanto no hay pluralidad de
56
Como se verá más adelante, debe entenderse técnicamente que lo que en realidad se ha regulado es la figura
de la contrademanda con el nombre de reconvención.
57
Código Procesal Civil
Artículo 445.- Reconvención
La reconvención se propone en el mismo escrito en que se contesta la demanda, en la forma y con los
requisitos previstos para ésta, en lo que corresponda.
La reconvención es admisible si no afecta la competencia ni la vía procedimental originales.
La reconvención es procedente si la pretensión en ella contenida fuese conexa con la relación jurídica
invocada en la demanda. En caso contrario, será declarada improcedente.
El traslado de la reconvención se confiere por el plazo y en la forma establecida para la demanda, debiendo
ambas tramitarse conjuntamente y resolverse en la sentencia.
58
MONROY GALVEZ; Juan. “La postulación en el Código procesal Civil”; en Themis –Revista de Derecho,;
Lima, N° 23, p. 38
sujetos como parte, sino varias pretensiones entre las mismas partes que generan
una acumulación puramente objetiva aunque sobrevenida.
En lo que se concerniente a su regulación legal, este tipo especial de acumulación
de procesos (autos) sucesiva se encuentra normada en el numeral 3) del artículo 88
de nuestro Código Procesal Civil59
3.4. La acumulación objetivo-subjetiva sobrevenida
Se considera cumplida esta modalidad cuando la acumulación de pretensiones,
peticionada por más de dos sujetos como partes, se produce en un momento
posterior al acto de interposición de la demanda realizada por el actor.
Respecto a los casos en que la acumulación objetiva-subjetiva sucesiva se presenta,
estos se encuentran previstos en la segunda parte del artículo 89 de nuestro Código
Procesal Civil60. No obstante tanto en la doctrina como en la legislación tenemos
los siguientes supuestos, que comentaremos muy brevemente:
a).- Intervención procesal: El fenómeno de la intervención sucede cuando en un
proceso ya iniciado, ingresa un sujeto extraño, distinto a las partes originarias, y
por ello considerado un tercero. Así intervención procesal no es más que el ingreso
de un tercero en una causa llevada entre otras personas, para defender un interés
propio.
59
Código Procesal Civil
Artículo 88.- Acumulación objetiva sucesiva
Se presenta en los siguientes casos:
(…)
3. Cuando de oficio o a petición de parte, se reúnen dos o más procesos en uno, a fin de que una sola
sentencia evite pronunciamientos jurisdiccionales opuestos.
60
Código Procesal Civil
Artículo 89.- Acumulación subjetiva de pretensiones originaria y sucesiva
(…).
La acumulación subjetiva de pretensiones sucesiva se presenta en los siguientes casos:
1. Cuando un tercero legitimado incorpora al proceso otra u otras pretensiones; o
2. Cuando dos o más pretensiones intentadas en dos o más procesos autónomos, se reúnen en un proceso
único.
En este último caso, atendiendo a la conexidad y a la eventual diferencia de trámite de los procesos
acumulados, el Juez puede disponer su desacumulación en el trámite, reservándose el derecho de expedir una
sola sentencia.
Luego de lo expresado podemos continuar afirmando que es fácil distinguir, de
conformidad a la iniciativa una intervención voluntaria de otra que podemos
denominar provocada o forzosa. Veamos brevemente cada una de ellas.
•
Intervención voluntaria: Nos referimos a ella en líneas generales, al
supuesto que se presenta cuando el sujeto que trae su pretensión para que
se discuta también en el proceso pendiente, se presenta voluntariamente, es
decir sin ser llamado por alguna de las partes o por el Juez a intervenir en
este proceso. Dentro de la intervención voluntaria se pueden distinguir a su
vez tres tipos distintos, según la finalidad que se proponga el interviniente.
o Intervención principal o excluyente: Según Prieto-Castro: “(…) Es la
entrada de un tercero en un proceso pendiente, alegando un derecho
sobre el objeto (cosa o crédito) acerca del cual se debate en el mismo.
Las partes entre las que se sigue el proceso primitivo se llaman partes
principales, y el que entra en él ejerciendo una pretensión contra
ambas recibe el nombre de interviniente principal”61. En nuestras
palabras, conocemos como intervención principal a la entrada de un
tercero en un proceso pendiente, alegando un derecho, total o parcial,
sobre el objeto (cosa o crédito) acerca del cual se debate en el mismo,
al formular una pretensión conexa con la que en él se discute pero
incompatible con esta, buscándose con ello principalmente evitar
sentencias contradictorias. Para su regulación legal en nuestro
ordenamiento procesal hay que revisar el artículo 99 del Código
Procesal Civil62.
o Intervención adhesiva63 simple: Prieto-Castro menciona que: “(…)
Cuando un tercero interviene en el proceso pendiente entre otros no
alegando un derecho independiente frente a las partes primitivas,
sino la intención de coadyuvar (en primera instancia o en un recurso)
61
PRIETO-CASTRO Y FERRANDIZ, Leonardo. Derecho Procesal Civil. 5ta. Edición. Madrid: Editorial
Tecnos S. A., 1989. p. 86.
62
Código Procesal Civil
Artículo 99.- Intervención excluyente principal
Quien pretenda, en todo o en parte, ser declarado titular del derecho discutido, puede intervenir formulando su
exigencia contra demandante y demandado.
Esta intervención sólo será admisible antes de la expedición de sentencia en primera instancia.
El excluyente actuará como una parte más en el proceso. Si ofreciera prueba, ésta se sujetará al trámite propio
del proceso en que comparece, otorgándose similares facultades probatorias a las partes.
La intervención del excluyente no suspende el proceso, pero sí la expedición de la sentencia.
63
Se discute en Doctrina si la intervención adhesiva tiene dos sub especies como lo serían la intervención
coadyuvante o adhesiva simple y la intervención adhesiva litisconsorcial o esta última constituye un género
diferente, una y otra posición tiene defensores que esbozan argumentos muy sólidos. El Código Procesal
Peruano parecería acogerse a la segunda de estas opciones, ello decididamente influirá en el tratamiento
separado que nosotros le damos a cada una de estas figuras.
a la victoria de una de ellas, por tener un interés jurídico en que tal
resultado se logre, la intervención dícese adhesiva, y el tercero que se
incorpora es llamado interviniente adhesivo o coadyuvante”64.
Entendemos que la intervención adhesiva simple importa la
introducción en un proceso pendiente de un tercero que alega un
interés propio en evitar el perjuicio jurídico que le seguiría de los
efectos de la sentencia que se dicte en dicho proceso. En cuanto a su
tratamiento legal el Código Procesal Civil Peruano le denomina
intervención coadyuvante que significa “ayudar”, regulándola en su
artículo 9765.
o Intervención adhesiva litisconsorcial: Para Serra Domínguez “Se
produce este tipo de intervención mediante la introducción en un
proceso pendiente entre dos o más partes, de un tercero que alega un
derecho propio, discutido ya en el proceso y defendido por alguna de
las partes en litigio, con la cual aquél es cotitular de la relación
jurídica discutida en este, por lo que la sentencia a dictarse tendría
una eficacia directa sobre aquel ocasionándole un perjuicio
inmediato, siendo por ello evidente que goza de la legitimación
normal, no solo para intervenir, sino incluso para haber formulado
demanda o haber sido demandado por o contra alguna o algunas de
las partes que figuran en el proceso a efectos de expedir un
pronunciamiento jurisdiccional sobre la cuestión”66. El Código
Procesal Civil Peruano la regula en su artículo 9867 y la denomina
intervención litisconsorcial, en lugar de llamarla intervención
adhesiva litisconsorcial pues si se trata de una intervención adhesiva
se hace referencia al fenómeno en el cual alguien se adhiere y asume
la calidad de parte, diciéndose tan solo que es litisconsorcial
estableciéndose un nuevo género distinto de las adhesivas o
principales.
64
PRIETO-CASTRO Y FERRANDIZ, Leonardo. Óp. Cit. p. 86
Código Procesal Civil
Artículo 97.- Intervención coadyuvante
Quien tenga con una de las partes una relación jurídica sustancial, a la que no deban extenderse los efectos de
la sentencia que resuelva las pretensiones controvertidas en el proceso, pero que pueda ser afectada
desfavorablemente si dicha parte es vencida, puede intervenir en el proceso como coadyuvante de ella.
Esta intervención puede admitirse incluso durante el trámite en segunda instancia.
El coadyuvante puede realizar los actos procesales que no estén en oposición a la parte que ayuda y no
impliquen disposición del derecho discutido.
66
SERRA DOMINGUEZ, Manuel. Estudios de Derecho Procesal. Barcelona: De Ariel , 1969. p. 221.
67
Código Procesal Civil
Artículo 98.- Intervención litisconsorcial
Quien se considere titular de una relación jurídica sustancial a la que presumiblemente deban extenderse los
efectos de una sentencia, y que por tal razón estuviera legitimado para demandar o haber sido demandado en
el proceso, puede intervenir como litisconsorte de una parte, con las mismas facultades de ésta.
Esta intervención puede ocurrir incluso durante el trámite en segunda instancia.
65
•
Intervención forzosa o provocada: El nombre más apropiado para este tipo
de figura es la de intervención forzosa. Y tiene esta calidad porque al tercero
lo obligan a entrar al proceso, ya sea por obra de las partes o por la del
órgano jurisdiccional. En la doctrina española algunos autores la llaman
intervención coactiva o provocada; también se dice que esta denominación
de forzosa es impropia y debería llamarse intervención provocada porque
el tercero es quien a fin de cuentas decide si ingresa o no, tiene esa libertad
de escoger; empero esta opinión reposa sobre un error de apreciación, pues,
el efecto del llamamiento es volverlo parte de una manera forzosa, es parte
así quiera o no ingresar al proceso con todo lo que ello implica. En pocas
palabras, se designa a aquellos casos en que el tercero no intervine de forma
espontánea sino por iniciativa de una de las partes en causa o por el Juez.
Entonces, estando autorizados para solicitar la intervención, tanto las partes
como el órgano jurisdiccional, se va a originar que las figuras se agrupen en
dos niveles dentro de este tipo de intervención: Intervención forzosa a
instancia de parte e intervención forzosa por orden del juez. Apoyados,
tanto en la más autorizada doctrina y la legislación, encontramos los
siguientes supuestos dentro de cada uno de los tipos señalados:
o Intervención forzosa a instancia de parte: Aquí la entrada del
tercero es promovida por una de las partes del proceso existente, con
el fin de involucrarlo más o menos directamente, según el tipo de
supuesto en que se encuentre. Se tienen los siguientes supuestos:
68
Denuncia civil: Aquí un tercero, existiendo un proceso
pendiente, que tenga entre su pretensión y la pretensión
discutida en el proceso una conexión objetiva por lo menos
parcial, puede ser llamado por el demandado a intervenir en el
proceso, siendo esta una figura general. En el Código Procesal
Civil se le conoce como Denuncia Civil y se encuentra
normado en el artículo 102 de nuestro código adjetivo68.
Llamada en garantía: Por medio de esta figura, una parte
provoca la intervención en el proceso de un tercero que debe
garantizar al llamante el resultado del mismo, dado que el
tercero se encuentra obligado a prestar una garantía frente al
llamante. Nuestro Código Procesal Civil lo llama
Código Procesal Civil
Artículo 102.- Denuncia civil
El demandado que considere que otra persona, además de él o en su lugar, tiene alguna obligación o
responsabilidad en el derecho discutido, debe denunciarlo indicando su nombre y domicilio, a fin de que se le
notifique del inicio del proceso.
aseguramiento de pretensión futura y lo regula en el artículo
10469, debiéndose concordar esta norma con las normas
referidas a saneamiento por evicción u otras afines normadas
en el Código Civil.
69
Laudatio o nominatio auctoris: Consiste esta figura en aquel
supuesto que se produce cuando un actor, afirmando tener un
derecho sobre una cosa, demanda por error a quien no tiene
posesión mediata, sino inmediata –obtenida en virtud de
cualquier relación jurídica-, entonces el poseedor inmediato
llama al poseedor mediato, que es el verdadero legitimado
pasivo, e ingresa al proceso el poseedor mediato saliendo del
mismo el poseedor inmediato. Respecto a su tratamiento legal,
esta figura, es llamada por nuestro Código Procesal Civil
como llamamiento posesorio y lo regula en su artículo 10570.
Llamada al tercero pretendiente: Mediante esta llamada, el
demandado reconoce su situación de sujeto pasivo de la
relación jurídico material, pero desconoce quién es el sujeto
activo, y si bien esta dispuesto a realizar la prestación exigida,
al dudar quien es el sujeto activo, y a fin de evitarse una doble
condena, llama a todos los demás pretendientes de la cosa o
derecho, al tiempo que deposita el bien pretendido para que
sea entregado a quien corresponda, apartándose así del
proceso. Concerniente a su tratamiento legal diremos que en
nuestro Código Procesal civil no se encuentra regulada esta
figura.
Código Procesal Civil
Artículo 104.- Aseguramiento de pretensión futura
La parte que considere tener derecho para exigir de un tercero una indemnización por el daño o perjuicio que
pudiera causarle el resultado de un proceso, o derecho a repetir contra dicho tercero lo que debiera pagar en
ejecución de sentencia, puede solicitar el emplazamiento del tercero con el objeto de que en el mismo proceso
se resuelva además la pretensión que tuviera contra él.
El llamamiento queda sujeto al trámite y efectos previstos en el Artículo 103.
70
Código Procesal Civil
Artículo 105.- Llamamiento posesorio
Quien teniendo un bien en nombre de otro, es demandado como poseedor de él, debe expresarlo en la
contestación a la demanda, precisando el domicilio del poseedor, bajo apercibimiento de ser condenado en el
mismo proceso a pagar una indemnización por los daños y perjuicios que su silencio cause al demandante,
además de la multa prevista en el artículo 65. Para el emplazamiento al poseedor designado se seguirá el
trámite descrito en el artículo 103.
Si el citado comparece y reconoce que es el poseedor, reemplazará al demandado, quien quedará fuera del
proceso. En este caso, el Juez emplazará con la demanda al poseedor.
Si el citado no comparece, o haciéndolo niega su calidad de poseedor, el proceso continuará con el
demandado, pero la sentencia surtirá efecto respecto de éste y del poseedor por él designado.
Lo normado en este artículo es aplicable a quien fue demandado como tenedor de un bien, cuando la tenencia
radica en otra persona”.
Llamada en caso de fraude o colusión: Consiste en la
posibilidad que el Juez pueda llamar en causa a un tercero por
considerar que existe peligro de fraude o colusión que pueda
afectar sus legítimos derechos e intereses. Se encuentra
regulada en el artículo 105 de nuestro Código Procesal Civil71.
o Intervención forzosa por orden del Juez: Debemos recordar, que por
la presencia del principio dispositivo rigiendo en el proceso civil, el
juez no puede llamar al tercero y volverlo parte, por este principio,
tanto las posiciones de parte y la pretensión deben ser fijados solo
por las partes, nunca por el órgano jurisdiccional. El juez, si quiere
que el tercero entre al proceso, dado que él no puede llamarlo, no
tiene otro camino que pedirle a las partes que llamen al tercero
otorgándoles un plazo para ello, condición que de no cumplirse
originará la conclusión del proceso. Por esta razón la doctrina
italiana dice que se trata de una intervención forzosa indirecta. Esta
intervención solo existe en el ordenamiento italiano, es propia de tal
legislación. La intervención forzosa por orden del juez no está
regulada en nuestro Código Procesal Civil, a pesar que nuestro
sistema es dispositivo e inquisitivo (mixto), razones que abonan su
necesidad de tratamiento legislativo. Adicionalmente diremos que no
se debe confundir esta particular figura –como sucede a menudo en
la práctica- con la regulada en el artículo 106 de nuestro Código
Procesal Civil denominada llamamiento en caso de fraude o colusión.
b).- Acumulación de procesos (llamada también acumulación de autos o de
actuados judiciales): Sabemos ya que esta acumulación de proceso significa la
reunión de pretensiones que por haberse hecho valer ya procesalmente, arrastran
consigo la reunión de los consiguientes procesos. Para que pueda hablarse de
acumulación objetivo-subjetiva en este supuesto debe tenerse en cuenta: “(…) Que
los distintos procesos, no sean entre unas mismas personas, apareciendo por lo
menos tres sujetos, caso en el cual se produciría un supuesto de acumulación
objetivo-subjetiva sobrevenida, denominada por algunos también como
litisconsorcio facultativo sobrevenido”72
71
Código Procesal Civil
Artículo 106.- Llamamiento en caso de fraude o colusión
Cuando en cualquier etapa del proceso se presuma fraude o colusión entre las partes, el Juez, de oficio,
ordenará la citación de las personas que pueden resultar perjudicadas, a fin de que hagan valer sus derechos.
Para tal efecto, el Juez puede suspender el proceso por un plazo no mayor a treinta días.
72
MATHEUS, Carlos; Ob. Cit.; p. 77.
En lo que se concerniente a su regulación legal, este tipo especial de acumulación
de procesos (autos) sucesivo se encuentra normada en el numeral 2) del artículo 89
de nuestro Código Procesal Civil73.
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73
Código Procesal Civil
Artículo 89.- Acumulación subjetiva de pretensiones originaria y sucesiva
(…)
La acumulación subjetiva de pretensiones sucesiva se presenta en los siguientes casos:
(…)
2. Cuando dos o más pretensiones intentadas en dos o más procesos autónomos, se reúnen en un proceso
único.
En este último caso, atendiendo a la conexidad y a la eventual diferencia de trámite de los procesos
acumulados, el Juez puede disponer su desacumulación en el trámite, reservándose el derecho de expedir una
sóla sentencia.”
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VENTANAS
[E]l objeto de nuestra pretensión debe respetarse en el fallo. Ahí entra a colación el principio de
congruencia que indica que debe haber identidad entre lo que se pide y lo resuelto. El objeto
adquiere importancia en caso de su vulneración en los denominados fallos patológicos
La importancia de conocer la estructura y los límites de la pretensión, radica en que si no hubiera
demarcación de los alcances de la pretensión, el fallo que devendría en cosa juzgada, tampoco
tendría límites concretos, dejándonos en la incertidumbre jurídica
[L]a acumulación procesal importa la reunión de dos o más pretensiones en un único proceso para
su decisión en un único pronunciamiento jurisdiccional. Debemos precisar, que para que este
fenómeno pueda darse tiene que haber como mínimo dos pretensiones
Interpretando el segundo párrafo del artículo 83 del Código Procesal Civil diremos que la
acumulación (tanto objetiva como objetivo-subjetiva) será originaria cuando se produzca al
momento de interposición de la demanda.
Se define a la acumulación simple como aquella figura que se presenta cuando el titular de las
diversas pretensiones las solicita conjuntamente, poniendo en litispendencia el conjunto de objetos
que ellas comprenden
El fenómeno de la intervención sucede cuando en un proceso ya iniciado, ingresa un sujeto extraño,
distinto a las partes originarias, y por ello considerado un tercero. Así intervención procesal no es
más que el ingreso de un tercero en una causa llevada entre otras personas
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