cap_17. - McGraw Hill Higher Education

Anuncio
Capítulo
17
Oído (órgano vestíbulo coclear)
Marcela Rojas Lemus • Rubén Salvador Jiménez Martínez
Funciones del oído
El límite del conducto auditivo externo es la membrana
timpánica (figura 17-1).
Las dos funciones principales del oído o aparato vestíbulo coclear son: la audición (percepción de sonidos) y el equilibrio
(movimiento o posición de la cabeza). Ambas funciones se
llevan a cabo por mecanorreceptores independientes.
El oído está compuesto por tres partes: oído externo,
oído medio y oído interno (figura 17-1).
Oído externo
Oreja
La oreja o pabellón auricular está formado por cartílago
elástico y se encuentra revestido por piel delgada, que presenta folículos pilosos, glándulas sebáceas y sudoríparas. Al lóbulo de la oreja lo conforma el panículo adiposo, se caracteriza
por ser una estructura pobremente inervada y bien irrigada, lo
que permite obtener, con poco dolor, pequeñas cantidades de
sangre. En el humano, la oreja es una estructura vestigial (en
comparación con otros mamíferos), sin embargo, es indispensable para la ubicación y la amplificación del sonido.
Membrana timpánica
El tímpano o membrana timpánica en la porción orientada
hacia el conducto auditivo externo, está recubierta por piel
delgada (sin ningún tipo de anexo cutáneo). La porción del
tímpano que se orienta hacia el oído medio está cubierta por
epitelio cúbico bajo a plano simple, que es el mismo epitelio
que reviste a casi toda la cavidad timpánica. Entre ambas porciones, la membrana timpánica está formada por dos capas
de fibras de colágena: una capa orientada de manera circular
y la otra radial, excepto en una pequeña parte en donde las
fibras se disponen de manera laxa, que recibe el nombre de
pars flacida.
Las ondas sonoras viajan del medio externo a través del conducto auditivo externo y llegan a la membrana timpánica. Las
ondas provocan la vibración de la membrana, y ésta las transmite a la cadena de huesecillos dentro del oído medio; de esta
manera las ondas sonoras se transforman en energía mecánica.
Oído medio
Conducto auditivo externo
También se conoce como meato auditivo externo, es un conducto de trayecto un poco curvo, cuya longitud es 2.5 cm,
y su diámetro 0.64 cm. La pared del primer tercio de este
conducto es de cartílago elástico (que se continúa con el del
pabellón auricular), la de los dos tercios restantes está formada por el hueso temporal. El conducto está revestido por
piel delgada, con folículos pilosos, glándulas sebáceas y glándulas ceruminosas (glándulas sudoríparas modificadas), que
secretan cerumen. El cerumen y el sebo forman una película
viscosa, que junto con el pelo, evitan la entrada de partículas
extrañas hacia el fondo del conducto.
En la porción petrosa del hueso temporal se encuentra el oído
medio o cavidad timpánica, que es un espacio lleno de aire,
el cual se comunica en la parte posterior con las celdillas aéreas mastoideas, y en la anterior con la faringe a través de la
tuba faringotimpánica (trompa de Eustaquio) (figura 17-1).
El funcionamiento adecuado de la membrana timpánica
depende de que la presión del aire en ambas caras sea igual.
Cuando no es así, la sensación de “oídos tapados” es la consecuencia. La tuba faringotimpánica es la responsable de permitir
el paso del aire hacia el oído medio para que la presión interna
se iguale a la presión atmosférica ejercida sobre la membrana
291
17_FORTOUL-CHAPTER_17.indd 291
23/11/11 12:49
292
Oído (órgano vestíbulo coclear)
Oído externo
Oído medio
Oído interno
Conducto auditivo
interno
Pabellón auricular
Conducto auditivo externo
Cartílago
Nasofaringe
Membrana timpánica
Tuba auditiva
Figura 17-1 Diagrama de las tres porciones que conforman al oído: externo, medio e interno (modificada de Drake, Vogl, Mitchell, 2005).
timpánica. Bostezar o deglutir es útil, por ejemplo, durante
el descenso rápido del avión, porque permite la apertura de
la tuba y, con ella, la entrada de aire que alivia la presión. Por
desgracia, la tuba faringotimpánica también es la vía de acceso
para agentes patógenos, desde la faringe hasta el oído medio.
En la cavidad timpánica se hallan suspendidos los huesecillos del oído: martillo, yunque y estribo. El martillo
está adherido a la membrana timpánica, el yunque vincula al
martillo y al estribo, y el estribo encaja su base en la ventana
oval. Los huesecillos están unidos entre sí por articulaciones
sinoviales. El músculo tensor del tímpano se inserta en el
martillo, mientras que el estapedio se introduce en el estribo. Ambos músculos esqueléticos pequeños ayudan a mover
a la membrana timpánica y a los huesecillos, para que pueda
generarse la acción de palanca y amplificarse la oscilación, de
manera que al llegar a la ventana oval sea posible poner en
movimiento el líquido dentro del oído interno.
La cavidad timpánica está flanqueada por la ventana redonda y la ventana oval.
Oído interno
El oído interno está formado por una serie de cavidades y
conductos excavados en plena porción petrosa del hueso tem-
17_FORTOUL-CHAPTER_17.indd 292
poral, por tanto, los espacios que lo conforman están limitados por hueso, es decir, por el laberinto óseo. La estructura
ósea constituye las paredes del laberinto y dentro de éste se
encuentra suspendido el laberinto membranoso; sin embargo, la forma del laberinto membranoso no corresponde completamente con la del óseo (figura 17-2).
El laberinto membranoso está formado por tejido conjuntivo y epitelio. El laberinto membranoso está suspendido
dentro del óseo, por medio de delgados filamentos de tejido conjuntivo que se insertan en el endostio que reviste al
laberinto óseo. Estos delgados filamentos también conducen
pequeños elementos vasculares que nutren a los tejidos del
laberinto membranoso.
Ambos laberintos son estructuras independientes, sin embargo, funcionan como uno solo. Tanto la luz del laberinto óseo
como la del laberinto membranoso, durante todo el trayecto,
son continuas, como se observa en la figura 17-2. Las células
pilosas responsables de percibir el equilibrio y la audición están
concentradas en ciertas regiones específicas dentro del laberinto
membranoso y presentan características distintivas entre sí.
Células pilosas
Las dos funciones principales del oído son la audición y el
equilibrio. Las células que detectan y transmiten la informa-
23/11/11 12:49
Oído interno
Conductos semicirculares
293
Nervio facial (VII)
Nervio vestibular
Meato acústico interno
Nervio facial (VII)
Nervio vestibulococlear (VIII)
Vestíbulo
Nervio coclear
Membrana
timpánica
Cóclea
Conducto coclear
Tuba
faringotimpánica
Figura 17-2 Diagrama de los laberintos óseo y membranoso (modificada de Drake, Vogl, Mitchell, 2005).
ción son mecanorreceptores, es decir, son células capaces de
transformar los estímulos mecánicos en estímulos eléctricos.
Los mecanorreceptores del oído están situados en seis lugares específicos dentro del laberinto membranoso: en las tres
crestas ampollares (una por cada ampolla de los tres conductos semicirculares), en las dos máculas (la sacular y la utricular) y en el órgano de Corti (en la cóclea).
A los mecanorreceptores se les denomina células pilosas,
vellosas o ciliadas. Las células pilosas tienen características
particulares de acuerdo con el lugar al que pertenecen (máculas, ampollas u órgano de Corti), sin embargo, su funcionamiento es técnicamente idéntico. Las células pilosas se
encuentran sostenidas por células falángicas (en el órgano
de Corti) o por células sustentaculares o de sostén (en las
máculas y en las crestas ampollares).
Se les conoce como células “pilosas”, “vellosas” o “ciliadas”,
debido a las especializaciones de membrana que presentan en
la superficie apical. Estas especializaciones, dispuestas en V,
son prolongaciones rígidas llamadas estereocilios. En la base
de éstos se encuentran canales de compuerta mecánica, es decir, el movimiento del estereocilio provoca la apertura de los
canales de K+ asociados. La entrada de K+ causa la despolarización de la membrana de la célula pilosa, lo que permite
la apertura de canales de Ca2+ dependientes de voltaje en la
porción basolateral de la célula, que conlleva a la liberación
del neurotransmisor, lo cual genera el potencial de acción en
las terminaciones nerviosas aferentes. Las células pilosas tienen
la capacidad de transformar un estímulo mecánico en un estí-
17_FORTOUL-CHAPTER_17.indd 293
mulo eléctrico, que será transmitido por las neuronas que las
inervan hacia el sistema nervioso central para ser interpretado.
En las máculas y en las crestas ampollares, las células pilosas se clasifican en células pilosas tipo I y tipo II. Las células
pilosas tipo I tienen forma de pera (base ensanchada y cuello
delgado), mientras que las tipo II son cilíndricas. En ambos
tipos se presenta un único cinocilio más largo que los 50
o 100 estereocilios también presentes. La base de las células
pilosas tipo I está rodeada por una fibra nerviosa aferente en
forma de copa, mientras que en las tipo II, varias fibras nerviosas aferentes están en contacto con su base.
Laberintos óseo y membranoso
Las estructuras que conforman al oído interno están por completo llenas de líquido. De acuerdo con el lugar en el que se
encuentra y de su composición, el líquido recibe el nombre de:
• Perilinfa. Circula entre la pared del laberinto óseo y la
del laberinto membranoso. Su composición es similar a
la del líquido extracelular: alto en sodio y bajo en potasio.
• Endolinfa. Se encuentra contenida sólo dentro del laberinto membranoso. Su composición es similar a la del
líquido intracelular: bajo en sodio, alto en potasio y pequeñas concentraciones de calcio (20 μM).
Formados por el laberinto óseo se encuentran en el vestíbulo, los conductos semicirculares y la cóclea. Dentro de
23/11/11 12:49
294
Oído (órgano vestíbulo coclear)
esas estructuras, el laberinto membranoso forma al sáculo
y al utrículo (vestíbulo), las crestas ampollares (conductos
semicirculares) y al conducto coclear (cóclea).
Vestíbulo
Cavidad ovalada en el centro del laberinto óseo, situado entre
la cóclea y los conductos semicirculares. En la pared externa
se encuentran dos perforaciones: la ventana oval, que también recibe el nombre de fenestra vestibular, está recubierta
por una membrana a la cual se inserta la base del estribo; y la
ventana redonda o fenestra coclear, que de igual manera está
recubierta por una membrana.
Dentro del vestíbulo se encuentran dos regiones especializadas del laberinto membranoso: el sáculo y el utrículo.
Sáculo y utrículo. Son dos estructuras bulbosas, conectadas entre sí por el conducto utriculosacular. Las máculas,
regiones en donde se encuentran las células pilosas, son engrosamientos del epitelio sensorial.
La mácula del sáculo está orientada de manera perpendicular con referencia a la mácula del utrículo. Por esa razón, cuando
una persona está de pie (posición vertical de la cabeza respecto
del cuerpo), la mácula del utrículo se encuentra en plano horizontal, mientras que la del sáculo está vertical. Esta situación se
invierte cuando la persona está acostada (posición horizontal).
Las células pilosas de las máculas son las responsables de la detección del movimiento lineal de la cabeza y de la posición de
la cabeza respecto del cuerpo (vertical u horizontal).
La superficie apical de las células pilosas de las máculas
del sáculo y del utrículo se encuentra inmersa en una masa
gelatinosa de glucoproteínas, la membrana otolítica. En la
misma se encuentran pequeños cristales de carbonato de calcio que se conocen como otolitos u otoconios. La función
de la membrana otolítica es homóloga a la de la cúpula de las
ampollas y a la de la membrana tectoria en el órgano de Corti
(figura 17-3A).
Conductos semicirculares
Son tres (anterior o superior, posterior y lateral) dispuestos entre sí de manera perpendicular (90°). Ocupan tres planos del
espacio (sagital, frontal y horizontal). Los tres conductos se
originan en el vestíbulo y su trayecto regresa a él; sin embargo,
sólo hay cinco perforaciones en el vestíbulo, debido a que un
extremo de cada dos conductos comparte una abertura. Uno
de los extremos de cada conducto está ensanchado y recibe el
nombre de ampolla. Dentro de los conductos semicirculares
óseos corren los conductos semicirculares membranosos y, en
la región de la ampolla, se encuentran las crestas ampollares
con sus respectivas células pilosas.
Las crestas ampollares están formadas por el engrosamiento transversal del epitelio, en el cual se sitúan las células pilosas
y las sustentaculares. Las células sustentaculares y las células
pilosas están cubiertas por una masa gelatinosa de glucoproteínas y polisacáridos, que recibe el nombre de cúpula. La cúpula
tiene forma de cono y se proyecta hacia la luz de la cresta y está
bañada por endolinfa (figura 17-3B). La cúpula es la estructura
funcionalmente homóloga a la membrana otolítica de las máculas y a la membrana tectoria del órgano de Corti.
La función de las crestas ampollares es detectar los movimientos circulares (rotatorios) de la cabeza, es por eso que
los conductos circulares se orientan de manera perpendicular entre sí. El sentido del equilibrio es importante para que
el cuerpo pueda hacer los ajustes necesarios para mantener el
equilibrio activando masas musculares que se encargan de la
manutención de la postura.
Cóclea
Es una estructura espiral que gira sobre un eje óseo (como la
concha de un caracol). El eje óseo recibe el nombre de modiolo o columela. Dentro del modiolo está el ganglio espiral
(o de Corti), que es un conjunto de neuronas cuyas dendritas
A
B
Otolitos
Membrana otolítica
Cúpula
Cinocilio
Estereocilios
Células pilosas tipo I
Células pilosas tipo II
Células sustentaculares
Dendrita
Célula pilosa
Célula sustentacular
Fibra nerviosa
Fibra nerviosa
Figura 17-3 A) Diagrama de una sección de la mácula. B) Cresta ampollar.
17_FORTOUL-CHAPTER_17.indd 294
23/11/11 12:49
Oído interno
El techo de la rampa media es el piso de la rampa vestibular, formado por la membrana vestibular (de Reissner). La
pared lateral de la rampa media está formada por un epitelio
pseudoestratificado especial, llamado estría vascular (es un
epitelio irrigado), cuya función es producir endolinfa. El ligamento espiral une a la estría vascular con el laberinto óseo.
El piso de la rampa media (que al mismo tiempo es el techo
de la rampa timpánica), es la membrana basilar. El órgano
de Corti está apoyado sobre dicha membrana y está cubierto
por la membrana tectoria.
Laberinto
óseo
Ligamento
espiral
Rampa vestibular
EV
Rampa media
295
Membrana vestibular
(de Reissner)
Órgano de Corti
Membrana basilar
Rampa timpánica
Ganglio
espiral
El órgano de Corti es un epitelio complejo, que se localiza en
el piso del conducto coclear o rampa media; está formado por:
• Células pilosas internas y externas:
• No presentan cinocilios. Los 50 o 60 estereocilios se
ordenan en forma de “V” en la superficie apical.
• Células falángicas internas y externas.
• Células de los pilares internas y externas.
• Células interdentales:
• Su función es secretar los componentes de la membrana tectoria.
• Otros tipos celulares:
• Células de Claudius y Hensen, cuya función aún se
desconoce.
Figura 17-4 El laberinto membranoso corre dentro del laberinto
óseo y lo compartimentaliza en tres espacios: la rampa vestibular, la
rampa media y la rampa timpánica. En la imagen se observa la ubicación del ganglio espiral (dentro del modiolo) y del ligamento espiral
(modificada de Drake, Vogl, Mitchell, 2005).
inervan al órgano de Corti, mientras que sus axones viajan
hacia el sistema nervioso central. El modiolo proyecta una
lámina ósea, que se denomina lámina ósea espiral, la cual
sostiene al conducto coclear (que corresponde a la porción
del laberinto membranoso que corre dentro de la cóclea). La
punta de la espiral se conoce como ápex.
El conducto coclear (laberinto membranoso) divide al espacio del laberinto óseo en tres regiones, que reciben el nombre de rampas o escalas (figura 17-4):
• Vestibular (fluye perilinfa).
• Media (fluye endolinfa).
• Timpánica (fluye perilinfa).
Debido a que el conducto coclear es el que divide el espacio dentro del laberinto óseo, la rampa vestibular es el espacio
que queda por encima del conducto y la rampa timpánica es
el espacio que queda por debajo de éste. Las rampas vestibular
y timpánica se comunican entre sí por el helicotrema en el
ápex de la cóclea. El inicio de la rampa vestibular es la ventana
oval (asociada con el estribo) y el final de la rampa timpánica
es la ventana redonda. Las paredes de ambas rampas están
formadas, en parte, por el laberinto membranoso y, otra, por
el laberinto óseo.
Las paredes de la rampa media están constituidas en su
totalidad por el laberinto membranoso, eso explica por qué a
través de él fluye la endolinfa y que sea un continuo con la luz
del sáculo. Sobre una de las paredes de la rampa media está
apoyado el órgano de Corti.
17_FORTOUL-CHAPTER_17.indd 295
La denominación “internas” o “externas” corresponde a su
proximidad con el modiolo; las células externas están alejadas del
modiolo, mientras que las internas se hallan cercanas al mismo.
El órgano de Corti se apoya sobre la lámina ósea espiral.
En la región más cercana al modiolo está el limbo espiral,
sobre éste se encuentran las células interdentales, que son
las responsables de secretar las glucoproteínas que forman la
membrana tectoria. A un costado de las células interdentales se localiza una primera fila de células falángicas internas
(que sostienen a las células pilosas). A su lado, las células de
los pilares internas y externas constituyen las paredes de un
pequeño túnel que se forma entre ellas, el túnel de Corti.
En la pared externa del túnel de Corti se observan tres filas
de células falángicas, las células falángicas externas con sus
respectivas células pilosas asociadas. Al lado de esas filas está
un cúmulo de células cuya función se desconoce (de Claudius
y de Hensen), que se continúa con la estría vascular, en la
parte más distal del órgano de Corti. Esta disposición celular
se repite a todo lo largo del conducto coclear.
Todas las células que conforman al órgano de Corti (excepto las pilosas) se apoyan sobre la membrana basilar; por
el contrario, sólo las células pilosas están en contacto con la
membrana tectoria (figura 17-5).
El resumen de funciones de los distintos compartimientos de los laberintos óseo y membranoso se encuentra en el
cuadro 17-1.
23/11/11 12:49
Oído (órgano vestíbulo coclear)
296
Cuadro 17-1 Diferentes regiones y funciones
de los laberintos óseo y membranoso
Laberinto
2
1
3
15
11
10 8
9
7
Región
Óseo
Membranoso
Conductos
semicirculares óseos
Conductos
semicirculares membranosos
Ampollas/
Crestas ampollares
Equilibrio:
movimiento
angular de la
cabeza (circular/dinámico)
Vestíbulo
Sáculo
Utrículo
Máculas
Equilibrio:
posición de la
cabeza
(lineal/estático)
Cóclea
Cóclea membranosa
Órgano de
Corti
Audición
5
6
12
4
13
14
Rampa timpánica
Figura 17-5 Órgano de Corti, en el que se señalan los siguientes elementos: 1) membrana tectoria; 2) estría vascular; 3) capilar; 4) célula de
Claudius; 5) célula de Hensen; 6) célula sustentacular externa; 7) célula
pilosa externa; 8) célula de los pilares externos; 9) túnel de Corti; 10)
célula de los pilares internos; 11) célula pilosa interna; 12) membrana
basilar; 13) lámina ósea espiral; 14) fibras nerviosas; 15) células interdentales (modificada de Csillag A. 2005.)
Proceso de audición, ¿cómo se hace posible “oír”?
El proceso mediante el cual la persona oye parece ser sencillo y, a la vez, es maravilloso: las ondas sonoras (sonidos)
que provienen del medio externo son captadas por las orejas
y conducidas por el conducto auditivo externo, hasta llegar a
la membrana timpánica. Las ondas sonoras hacen vibrar a la
membrana timpánica, que convierte a las ondas sonoras en
energía mecánica al transmitirlas a través de los huesecillos del
oído medio. Los huesecillos amplifican la energía mecánica
(unas 20 veces) y la base del estribo choca con la membrana
de la ventana oval. El movimiento de la membrana de la ventana oval provoca que vibre la perilinfa contenida dentro de
la rampa vestibular, las ondas que se generan se transmiten a
través de toda la rampa vestibular, hasta el helicotrema, donde
se continúan con la perilinfa de la rampa timpánica. Las ondas generadas en la perilinfa de la rampa vestibular provocan
el movimiento de la membrana basilar, sobre la cual se apoya el
órgano de Corti. Al vibrar la membrana basilar, las células
sustentaculares se ponen en movimiento; al moverse, hacen
que los estereocilios de las células pilosas inmersos en la membrana tectoria se muevan también. Debido al movimiento de
los estereocilios, los canales de compuerta mecánica se abren,
permiten el paso del potasio (que abunda en la endolinfa), lo
que causa la apertura de canales de sodio dependientes de vol-
17_FORTOUL-CHAPTER_17.indd 296
Función
taje y, por consiguiente, la despolarización de la membrana de
la célula pilosa, y la liberación de neurotransmisor. La liberación del neurotransmisor estimula la generación del potencial
de acción en la o las fibras nerviosas asociadas con la base de
las células pilosas. El estímulo nervioso viaja a través de las
dendritas de las neuronas del ganglio espiral, para continuar
con su trayecto por medio de los axones que forman al nervio coclear, el cual sale del oído como parte del nervio vestíbulo
coclear hacia el sistema nervioso central, en donde será, por
último, interpretado como “sonido”. El patrón de vibraciones
termina cuando se encuentra con la membrana de la ventana
redonda y se pierde, porque del lado del oído medio ya no
existe el canal a través del cual ese patrón de vibraciones se
transmita (figura 17-6).
Inervación de las células pilosas
Órgano de Corti. Las células pilosas del órgano de Corti se
encuentran inervadas por el nervio coclear. Los somas de las
neuronas bipolares, responsables de esta inervación, se encuentran en el ganglio espiral (de Corti) dentro del modiolo.
Las fibras nerviosas que forman al nervio coclear abandonan
al oído como parte del nervio vestibulococlear a través del
conducto auditivo interno, para arribar al encéfalo.
Máculas y crestas ampollares. Las células pilosas de estas
regiones están inervadas por neuronas bipolares que se encuentran en el ganglio vestibular (de Scarpa), en el conducto
auditivo interno. Las fibras nerviosas que forman al nervio
vestibular, son parte del nervio vestíbulo coclear.
Correlaciones clínicas
La sordera se define como la “pérdida de audición de cualquier
grado”, desde una ligera pérdida hasta la incapacidad total para
23/11/11 12:49
Correlaciones clínicas
Oído externo
Oído medio
Oído interno
297
Cóclea
2
0.5
0.1
0.2
20
5
1
10
M
Y
E
Cóclea
VO
Perilinfa
Helicotrema
RV
RT
T
VR
20
2
Membrana
basilar
0.2
Endolinfa
Figura 17-6 El primer contacto físico de la ondas sonoras es con la membrana timpánica (T), ésta transforma la energía sonora en energía mecánica y la transmite a través de los huesecillos del oído medio: el martillo (M), el yunque (Y) y el estribo (E); la base de este último se relaciona con la
ventana oval (VO). El patrón de vibraciones viaja por medio de la perilinfa de la rampa vestibular (RV) de la cóclea, hasta llegar al helicotrema, que
es el punto de continuación con la perilinfa de la rampa timpánica (RT). El movimiento de la perilinfa de la rampa timpánica provoca la vibración
de la membrana basilar (sobre la cual está apoyado el órgano de Corti) y, por tanto, la estimulación de las células pilosas. El patrón de vibraciones
termina cuando se encuentra con la ventana redonda (VR), debido a que en el oído medio no existe estructura alguna que continúe con la transmisión de las vibraciones y éstas se pierden en el aire que llena la cavidad timpánica.
Los números (0.1-20) representan las diferentes frecuencias que estimulan distintas regiones de la cóclea: las zonas específicas de la cóclea
captan frecuencias que van desde 0.1 a 20 kHz, en el ser humano (modificada de Fettiplace, Hackney. 2006).
oír. Existen dos tipos generales de sordera: la de conducción y
la neurosensitiva. La sordera de conducción es un problema en la
transmisión mecánica de las vibraciones, mientras que la neurosensitiva es un problema con las células nerviosas o con las pilosas.
La sordera de conducción (temporal o permanente) se
produce cuando algo interfiere con la transmisión del patrón
de vibraciones a la perilinfa del oído interno. Por ejemplo, hipoacusia de conducción por acumulación de cerumen, otosclerosis (fusión de huesecillos del oído medio), rotura de la
membrana timpánica, otitis media aguda (infección bacteriana o vírica del oído medio) o serosa (acumulación de líquido
en el oído medio).
La sordera neurosensitiva se produce cuando las células
pilosas del órgano de Corti, las neuronas del ganglio espiral o
de la corteza auditiva, se dañan o degeneran. El daño a las células pilosas o nerviosas puede ser por la exposición constante
a sonidos muy fuertes o por enfermedades progresivas, como
el síndrome de Ménière, que se caracteriza por ataques recurrentes de vértigo incapacitante (sensación de inestabilidad y
de movimiento aparente rotatorio del cuerpo u objetos que le
rodean), pérdida de audición y acúfeno (tinnitus).
El implante coclear es una opción para las personas con
sordera profunda. El implante proporciona señales eléctricas
directamente al nervio auditivo por medio de varios electrodos que se insertan en la cóclea. Un micrófono externo y
un procesador captan las señales sonoras y las convierten en
17_FORTOUL-CHAPTER_17.indd 297
impulsos eléctricos. Los impulsos son transmitidos por una
bobina de inducción externa por la piel hasta una bobina de
inducción interna, que se conecta con los electrodos, los cuales estimulan al nervio auditivo. Aunque el implante coclear
no transmite con fidelidad los sonidos, representa un gran beneficio para las personas sordas porque les ayuda a distinguir
sonidos de advertencia como timbres, teléfonos o alarmas, así
como a modular sus propias voces para que puedan ser comprendidos por sus interlocutores con mayor facilidad.
¿SABÍAS QUE?
• El reflejo de atenuación es un reflejo protector de los dos
pequeños músculos del oído, cuya contracción reduce la
transmisión de vibraciones hacia el oído interno, con lo que
se evita un posible daño al oído interno causado por sonidos
de gran intensidad.
• El estapedio (músculo del estribo) es el músculo estriado esquelético más pequeño del cuerpo humano.
• La piel que recubre la superficie externa de la membrana timpánica es la más delgada del cuerpo humano, además de ser
la única que no presenta ningún tipo de anexo cutáneo.
• El acúfeno o tinnitus es un sonido que se origina en el oído y
no en el ambiente. En más de 75% de los problemas que se
relacionan con el oído se presenta el acúfeno como síntoma.
El sonido que escuchan las personas puede ser zumbido, tintineo, rugidos, silbido o siseo.
23/11/11 12:49
298
Oído (órgano vestíbulo coclear)
Bibliografía
1. Beers M et al. Trastornos del oído, la nariz y la garganta. En:
Nuevo Manual Merck de Información Médica General. 2ª ed.
España: Merck Sharp and Dohme. Océano. 2002.
2. Csillag A. The organ of hearing and equilibrium. En: Atlas of
the sensory organs. Functional and clinical anatomy. Humana
Press, EUA. 2005.
3. Drake RL, Vogl W, Mitchell AWM. Oído. En: Grey, Anatomía
para estudiantes. Elsevier, España. 2005.
4. Fettiplace R, Hackney C. The sensory and motor roles of auditory hair cells. Nature Reviews Neuroscience 7:19-29. 2006.
17_FORTOUL-CHAPTER_17.indd 298
5. Gartner L, Hiatt J. Sentidos especiales. En: Texto Atlas de Histología. 3ª ed. México. McGraw-Hill. 2007.
6. Marieb E. Sentidos especiales. En: Anatomía y Fisiología Humana. 9ª ed. España. Pearson Addison Wesley. 2008.
7. Ross M. El oído. En: Histología: texto y atlas color con biología
celular y molecular. Ross M, Wojciech P. 5ª ed. Médica Panamericana, Trad. Jorge Negrete. Buenos Aires. 2007.
23/11/11 12:49
Descargar