Dr. César Soutullo Esperón Especialista en Psiquiatría Colaborador Clínico. Departamento de Psiquiatría y Psicología Médica CLINICA UNIVERSITARIA DE NAVARRA Introducción El Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) es uno de los problemas psiquiátricos más frecuentes en niños en edad escolar y también es frecuente en adolescentes. Es una de las principales razones por las que los niños son evaluados por profesionales de la salud mental. Se ha descrito desde 1865 por Hoffman y 1902 por Still. Inicialmente se llamó Disfunción (o daño) Cerebral Mínima, y desde 1950 Síndrome Hipercinético. Desde los años 1960 se describe el Síndrome del Niño Hiperactivo, y más recientemente se detectó el aspecto del déficit de Atención. En el 1980 (DSM-III) se cambia el nombre de Reacción Hipercinética de la Infancia a Trastorno por Déficit de Atención (con o sin Hiperactividad) (TDA con H, TDA sin H), poniendo más énfasis en la inatención y la impulsividad. Desde el 1994 (DSM-IV) se llama TDAH, y hay tres tipos (combinado, inatento e hiperactivo-impulsivo), segun los síntomas predominantes que presente el niño. Los estudios de prevalencia (frecuencia) no coinciden debido principalmente a diferencias importantes en terminología, definición del síndrome, y metodología; por éste motivo las prevalencias oscilan entre 2% y el 12%, aunque la cifra más aceptadaentre los expertos es una prevalenciade entre el 2 y el 5%. Estudios en EE.UU. indican que la prevalencia máxima (8%) ocurre entre los 6 a 9 años de edad.El TDAH está presente en todas las zonas y culturas del mundo y es más frecuente en varones (9%) que en niñas (3,3%). El ratio niño:niña es de 4:1 para el tipo hiperactivo-impulsivo y 2:1 para el tipo inatento. Los niños con TDAH tienen problemas de atención, impulsividad (cognitiva y del comportamiento) y exceso de actividad y, debido a éstos síntomas, tienen dificultades de interacción social, problemas de comportamientoy relación en la familia y mal rendimiento escolar. Muchos de éstos niños además presentan otros problemas psiquiátricos como trastorno oposicional o negativista desafiante, trastorno de conducta (hasta el 40%), y también depresión y ansiedad. Aún está en estudio la posible relación entre algunas formas de TDAH y enfermedades del humor como la enfermedad bipolar (maniaco-depresiva). Origen y causas del TDAH El origen del TDAH es todavía desconocido, pero se sabe que NO se produce por problemas ambientales, problemas familiares o sociales ni por alergias alimentarias.El TDAH es un trastorno altamente genético (75% de la causa es genetica) y que se origina por un problema de algunos neurotransmisores (o mensajeros) cerebrales como la dopamina y la noradrenalina. Estos nueurotransmisores no funcionan correctamente en la parte frontal del cerebro que es la encargadade la llamada función ejecutiva. Gracias al sistema ejecutivo frontal podemos empezar una acción y continuar haciéndola a pesar de las distracciones. Además podemos enfocar nuestra atenciónen algo concreto inhibiendo otras respuestas o ideas. También el sistema ejecutivo ayuda a hacer dos cosas a la vez sin perder el hilo. Finalmente, el sistema ejecutivo gobierna el control de la impulsividad y nos permite pensar mentalmente una accion antes de hacerla y decidir con antelación si nos interesa realizarla. Los niños con TDAH tienen dificultades en la ateción mantenida y no terminan las cosas, distrayendose frecuentemente. Tambien tienen problemas en concentrarse en una cosa mientras hay otras posibles distacciones. Ademas, son muy impulsivos y actúan antes de pensar las consecuencias de sus actos. Esto se debe al fallo en los neurotransmisores del area frontal que gobierna el sistema ejecutivo.Además del riesgo genético, otros riesgos son, el uso de tabaco o alcohol por lamadre durante el embarazo, gran adversidad psicosocial (pobreza, abandono, abuso...) y los problemas perinatales como bajo peso del niño al nacer o hipoxia (falta de oxigeno) en el parto.En familias donde uno de los niños tiene TDAH el riesgo para los hermanos sube del 5 % de la población general hasta un 30al 40 %. También se eleva el riesgo si uno de los padres tiene TDAH( multiplica el riesgo por 8). Descripción Clínica El DSM-IV define tres subtipos de TDAH: 1) tipo combinado (cumple criterios de inatención y además criterios de hiperactividad-impulsividad), 2) tipo predominantemente inatento, y 3) tipo predominantemente hiperactivo-impulsivo. El tipo combinado es el que más se parece a las descripciones clásicas del niño hiperactivo. En niños el tipo combinado es el mas frecuente (80%) y luego el tipo inatento (17 %). En niñas también el tipo combinado es más frecuente, aunque menos que en niños (60%) y el tipo inatento es mas frecuente que en niños (30%). Las niñas son menos frecuentemente enviadas al médico para que las evalúe porque al se r menos hiperactivas crean menos problemas de manejo y de conducta en casa y en el colegio, por ello hay que estar atento a los síntomas en las niñas. A continuación se revisan los criterios diagnósticos (DSM-IV) del TDAH. Las características clínicas centrales del TDAH son siete: Actividad excesiva e inapropiada sin relación a la tarea. Es una actividad molesta, sin objetivo, y fuera de su asiento, que dificulta el trabajo del niño y de otros niños en el colegio e interrumpe al profesor/a. El niño enreda mucho, es ruidoso y habla en exceso, produciendo consecuencias sociales negativas. Con el desarrollo del niño tiende a disminuir, pero queda una intranquilidad interna. Éste síntoma responde bien a medicación estimulante. Poca atención mantenida. Esto produce un trabajo escolar pobre y un mal rendimiento escolar y en los juegos (produciendo impopularidad con otros niños). La atención es variable y depende de la motivación, es peor para tareas aburridas, pero también está por debajo de lo normal en juegos. El niño se distrae fácilmente por estímulos irrelevantes. También responde a medicación estimulante. Dificultad para inhibir impulsos. Dificultad para retrasar la respuesta a una señal. Es el síntoma más duradero, y puede durar hasta la edad adulta, con rendimientos académicos y sociales por debajo de su potencial debido a acciones y decisiones impulsivas. En el niño se traduce en no esperar su turno, interrumpir a otros, responder sin pensar, y tener mayor propensión a accidentes, heridas, etc. Éste síntoma mejora con estimulantes. Dificultad en llevarse bien. Suelen ser impopulares con los padres, hermanos y profesores. Tienen pocas amistades duraderas. Estos niños suelen meterse en líos y meter a otros en líos, y les es difícil ajustar su respuesta a la situación (por ejemplo: pasar de los juegos y bromas del recreo al trabajo de clase). Este síntoma también mejora con la medicación. Bajo rendimiento escolar. Tienen problemas de aprendizaje por mala organización, mala memoria secuencial, déficit en actividades psicomotrices finas y gruesas, y habilidades cognitivas improductivas. Baja autoestima. Debido a su impopularidad, a tener pocos amigos, a meterse siempre en problemas con padres, hermanos, profesores, y al mal rendimiento escolar, estos niños tienen una sensación crónica de fallar en todo y no hacer nada bien, a pesar de intentarlo. Comorbilidad ( tener otros problemas además del TDAH). Es la norma y no la excepción. Trastornos frecuentemente comórbidos con el TDAH son: trastorno oposicional-desafiante, trastorno de la conducta, trastornos de aprendizaje (verbal y no verbal), ansiedad y depresión.Para hacer un diagnóstico no solamente se requiere la presencia de suficientes síntomas de forma persistente, sino que tienen que estar presentes en más de un ambiente de la vida del niño (casa, colegio, con amigos...) y ademas crear problemas importantes. Los síntomas deben estar presentes por encima de lo normal para la edad del niño. Un niño con con TDAH no detectado a tiempo puede tener considerables problemas académicos, de relación familiar, de relación social, de conducta en el colegio y riesgo elevado de abuso de sustancias. En niños correctamente diagnosticados y tratados, se pueden prevenir y reconducir las complicaciones. Entre un 40 a un 60% de los niños con TDAH seguirán teniendo síntomas en la edad adulta. Diagnóstico Diferencial Hay una gran variedad de problemas médicos y psiquiátricos que pueden parecerse al TDAH. Causas médicas o físicas de problemas de atención incluyen problemas de visión o audición, epilepsia, secuelas de traumatismo craneal, enfermedad médica aguda o crónica, malnutrición, o sueño insuficiente por trastorno del sueño o problemas ambientales. Trastorno de ansiedad, o miedo real, depresión (produciendo falta de interés), o las secuelas de abuso o abandono de las necesidades del niño pueden interferir con la atención. Medicaciónes como fenobarbital o carbamacepina y drogas como alcohol, marihuana (porros), cocaina, inhalantes volatiles, etc. pueden disminuir la atención. No está claro aún si la medicación antiasmática teofilina puede inducir síntomas de TDAH. Además, niños con distintos grados de retraso mental leve, capacidad intelectual en el límite con el retraso mental, y trastornos de aprendizaje pueden ser confundidos con el TDAH. Respecto a la hiperactividad, algunos niños en la parte alta del espectro normal de actividad pueden parecerse a niños con TDAH, o niños con un temperamento difícil. También la enfermedad bipolar de comienzo temprano se puede parecer al TDAH. Tratamiento Farmacológico Aunque algunas formas leves de TDAH se pueden controlar a veces con tratamiento no farmacológico, sin embargo, los estudios indican que el tratamiento más eficaz es una combinación de una medicación, psicoterapia conductual, entrenamiento a los padres y apoyo escolar.El medicamento principal para el tratamiento del TDAH es el Metilfenidato. Hay otros estimulantes como la dextroanfetamina, el Adderal y la Pemolina, pero aún no están disponibles en España. El metilfenidato es un estimulante que mejoran tanto la hiperactividad como la inatención en niños con TDAH. Hay más de 60 años de experiencia con ésta medicación, y más de 150 estudios en diversos países confirman que es eficaz y segura en el tratamiento de niños con TDAH. Aunque suele tolerarase bien, como es un estimulante a veces puede producir algunos efectos secundarios generalmente leves y fácilmente reversibles bajando la dosis. Estos serían: diminución del apetito, o disminución del sueño (la última dosis no debe darse más tarde de las 4 o 5 de la tarde). En niños con historia de Tics motores, a veces empeoran los tics con metilfenidato. El efecto del metilfenidato es rápido, por lo que en unos pocos días se puede notar una mejoría, pero la medicación debe tomarse dos veces al día (por la mañana y al mediodía o a la hora de comer), ya que el efecto es corto. Debe tomarse todos los días, no sólo cuando hay colegio, y también en el verano, porque si no el comportamiento es malo durante los fines de semana o las vacaciones. Además los niños no sólo aprenden en el colegio, sino en cualquier situación. Recientemente tenemos disponible en España una forma de metilfedinato de acción prolongada ( metilfedinato OROS® o Concerta®), cuya ventaja es que sólo se necesita una dosis por la mañana. La ATOMOXETINA es un nuevo medicamento no derivado anfetamínico eficaz en el tratamiento del TDAH. También es de primera elección en pacientes con TDAH. Su efecto positivo dura todo el día y puede administrarse en una sola toma por la mañana. Además no tiene potencial de abuso, puede mejorar la ansiedad y no empeora los tics. Aunque es un medicamento nuevo, está muy bien estudiado y lleva varios años siendo utilizado en muchos paises (EE.UU., Gran Bretaña, Alemania, Canada, Australia...) y más de 4 millones de personas lo han tomado, sin problemas de seguridad y con eficacia, en niños, adolescentes y adultos con TDAH. Estará disponible en España probablemente en 2007 con el nombre de Strattera®. Hay otros medicamentos como antidepresivos tricíclicos (imipramina), el antidepresivo bupropion y la clonidina que también son útiles en niños que no responden o no toleran el metilfenidato, pero en general suelen mejorar más la hiperactividad y no tanto la inatención, y tienen otros efectos secundarios. Se están investigando nuevas medicaciones para tratar el TDAH. La Clínica Universitaria de Navarra (Departamento de Psiquiatría y Psicología Médica) está participando en estudios internacionales de nuevas medicaciones en el TDAH. Además, en el futuro habrá otras formas de presentación de las medicaciones existentes, como metilfenidato en parches cutáneos o formas en jarabe. Tratamiento no farmacológico El tratamiento no farmacológico implica varios tipos de psicoterapia: psicoeducación y entrenamiento a los padres para controlar el comportamiento del niño, para prevenir y anticipar las reacciones explosivas, terapia familiar e individual que reduce el stress en la familia debido a la enfermedad del niño, y apoyo en el colegio en las áreas donde el niño está más necesitado. A los padres se les entrena para priorizar los comportamientos que quieren que el niño haga, poniendo al principio de la lista lo importante y dejando muchas órdenes no importantes para el final ( o simplemente ignorando éstas). También se les reafirma a los padres en que el TDAH del niño no es culpa suya y en la importancia de que el niño tome el tratamiento todos los días. A nivel escolar no se precisa hacer una disminución de la exigencia, pero hay estrategias que mejoran la eficacia del niño a la hora de obtener mejores resultados. A veces se debe organizar las tareas del niño de forma secuencial, ya que él no se puede organizar sólo. Se premian y reconocen los comportamientos positivos en casa y en el colegio, con el llamado sistema de puntos. También se enseña al niño a controlarse y monitorizar sus actividades inapropiadas, para que se vaya dando cuenta de cómo sus comportamientos interrumpen y molestan a los demás, y cómo intentar reducirlos. Además debe tenerse en cuenta que el TDAH puede estar acompañado de otros problemas psiquiátricos como depresión o ansiedad, que también requieren atención. La comunicación entre padres, médicos (pediatra, psiquiatra infantil), psicólogos y profesores debe ser fluida y coordinada, para presentar todo el equipo una idea homogénea al niño, y que no detecte fisuras o desacuerdos en el equipo.