_El período de Socialización del

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MC. Juan Manuel Rodríguez
Valadez
El Derecho Social del
Zacatecas de 1930 a 1939
Por: Lic. Juan Manuel Rodríguez Valadez
Para mi chela, por aquello de sus pecas sin igual.
Introducción:
El presente trabajo sobre el derecho zacatecano, y muy concretamente, sobre el proceso
denominado de socialización, no puede ser entendido, si no retomamos los antecedentes
esbozados en el artículo denominado: “1917-1929: Legitimación e institucionalización jurídica
de la revolución en Zacatecas”.
Al respecto, y caracterizando ese primer período, se afirma:
“De 1917 a 1929 el Estado organizó, como nuevas bases de apoyo
político, a los obreros —con la formación de la Confederación Regional
Obrera Mexicana (CROM)—, a los campesinos —allegándose la lealtad
de los ejidatarios que recibieron tierras y armas del gobierno—, y a los
militares con las reformas tendientes a profesionalizar al ejército”.1
Continuando con la labor analítica y descriptiva sobre el universo jurídico de
Zacatecas, pretendemos aportar un conocimiento sobre el desarrollo jurídico de nuestra
entidad; el estudio abarca una década que comprende de 1930 a 1939.
Requerimos analizar de manera pormenorizada la estructura jurídica, y vincularla lo más
posible a la realidad de la época, sin que por ello se diluya al conjunto de leyes que integran la
historia y realidad del derecho zacatecano. Por ello, de manera breve, haremos una síntesis del
período 1917-1929, para luego abordar la materia del presente ensayo: La socialización del
derecho Zacatecano 1930-1939.
Efectivamente, cuando analizamos al período de Legitimación e Institucionalización,
expresamos, que la estructura del derecho surgida de la revolución mexicana en la etapa
comprendida entre 1917 a 1929, en el Estado de Zacatecas, plantea problemas peculiares y
características del derecho de esta época, donde se pueden advertir los conflictos suscitados
entre los diversos grupos sociales, y las necesidades de los gobiernos locales de este período.
LAJOUS, Alejandra. Et All. Manual de historia del México contemporáneo (1917-1940). Editado por
Universidad Nacional Autónoma de México/Instituto de Investigaciones Históricas. México 1988. p. 10.
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Dijimos, que los jóvenes gobiernos revolucionarios enfrentan el imperativo de erigirse
en los representantes hegemónicos de los grupos sociales locales; también, que tenían la
necesidad de adecuar sus normas jurídicas al nuevo universo normativo creado por la
federación; a la par que nuestra entidad, vive por ese entonces involucrado en los grandes
acontecimientos y procesos sociales que se generan a nivel nacional. Tomamos a 1917, por que
es el año en el cual inicia la vigencia de la Constitución revolucionaria; y, 1929 que fue el límite
del período por dos razones: se vive un profundo proceso de recomposición política al interior
de los grupos dirigentes de la revolución mexicana, correlativo a un ascenso del movimiento de
masas que exigía el cumplimiento y materialización de los principios político-sociales de la
revolución.
“El nuevo Estado se fortaleció al derrotar las pretensiones políticas
de la iglesia en 1929. Sin embargo, tuvo que sufrir, pese a su
voluntad nacionalista, las exigencias onerosas que el gobierno
norteamericano le impuso para reconocer su legalidad. Por Otro
lado, la economía inició un lento proceso de cambio: de un país
exportador de materias primas, en el que la inversión extranjera era
prácticamente la única existente, a otro en el cual, los empresarios
mexicanos iniciaron la modernización capitalista del país. El Estado
protegió a la empresa nacional, particularmente a la industria. El
Gobierno de Calles elaboró un proyecto de reconstrucción que
incluía el ordenamiento de la situación financiera y bancaria del país,
así como la creación de la infraestructura de apoyo al desarrollo”.2
Otro motivo por el cual concluimos en ese año el primer análisis, fue la consideración
económica de la gran crisis mundial de 1929, que le impone severas limitaciones al desarrollo
de la política revolucionaria y se manifiesta con una recesión de gran magnitud en el sector
extractivo de gran arraigo económico en Zacatecas.
Expresamos que el derecho típico de ese período, procuraba la satisfacción inmediata
de las demandas sociales, prioritarias. Que en materia agraria se promovió el reparto de los
latifundios mediante la institución de procedimientos jurídicos expeditos de fraccionamiento.
El fomento de la pequeña propiedad rural, como concesión a los requerimientos de grupos
locales, apareció de forma decidida.
Otro signo de las tendencias legislativas de la época, fue la creación de las bases
institucionales para el nuevo Estado revolucionario a nivel local. Esta tarea fue paralela a la
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Idem.
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pacificación de la región, mediante la materialización paulatina de algunos postulados sociales
revolucionarios.
Se legisló en materia social: la primera ley agraria a finales del año de 1917 por el
gobernador interino J. Trinidad Luna Enríquez, cuyo objeto fue: "(...) crear fomentar y proteger a la
pequeña propiedad rural," y donde se pone de manifiesto la voluntad política de los jóvenes
regímenes de la revolución en Zacatecas, por preservar las formas privadas de tenencia de la
tierra. Esta tendencia se acentúa con la Ley Agraria y con la Ley para el Cultivo de Tierras
Ociosas, expedidas en 1919 y 1920, respectivamente por el General Enrique Estrada.
Concluye -dicha tendencia- con la legislación agraria de 1928 y 1929 en que se expiden
disposiciones sobre fraccionamiento agrario y sobre la construcción del patrimonio familiar.
El derecho público se empeña en seguir los cánones de la Constitución federal. Por
ejemplo, el Constituyente Revolucionario del Estado Libre y Soberano de Zacatecas en 1918,
diseñó un poder ejecutivo con formidables atribuciones, que lo colocan por encima del resto
de los poderes.
La tendencia en materia de derecho público, es la preocupación por el fortalecimiento
del erario. Se construye un sistema fiscal estatal y uno hacendario a nivel municipal que activa
la captación de recursos y proporciona dinamismo al Municipio. El fundamento de este
esquema se ubica en la gran exigencia de recursos económicos que permitieran las actividades
legitimadoras del Estado.
En 1921, durante la administración de Donato Moreno, se promueven modificaciones
y adiciones a la Constitución local, mediante las cuales se adecuan los principios
operantes -hasta entonces- en materia agraria en el Estado y se redefinen las atribuciones de los
poderes estatales, de acuerdo a la Constitución Revolucionaria de Querétaro.
El proyecto económico de la revolución comenzaba apenas a esbozarse mediante la
expedición de una serie de leyes que procuraban extender el mercado local y su conexión con
otras regiones del país.
Para entender mejor el proceso de 1930-1939, ratificamos la idea de:
“(...) tener presente la base social, económica y política de la que se
partió. La característica central de nuestra sociedad fue, y aún es, su
enorme heterogeneidad. La nuestra es una nación compuesta por
muchos grupos étnicos, diferentes culturas regionales e individuos
con niveles educativos muy distintos. Por tanto, en un mismo país y
en un mismo tiempo se viven diversos tiempos históricos. La
población en 1917 era de cerca de 14 millones de personas, dispersas
en nuestro gran territorio nacional. De ellos sólo 31.64% sabía leer y
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escribir, en tanto que el 10.91% no hablaba español. En términos
políticos, cabe reconocer que la mayoría de la población identificaba
el ejercicio de la autoridad con alguna personalidad específica, pues el
caciquismo era la columna vertebral de la cultura política de nuestro
país (...) de 1929 a 1940 se consolidan las estructuras sociales del
Estado. La formación del Partido Nacional Revolucionario en 1929
-que originalmente se propuso como el club donde los poderosos
decidirían los sucesores presidenciales-, organiza en una red
convergente a través de la maquinaria partidista, a los presidentes
municipales, los diputados y senadores federales y aun a los
gobernadores”.3
Es necesario aclarar, que estos estudios sobre el universo jurídico zacatecano, forma
parte del proyecto de investigación titulado: "DERECHO Y SOCIEDAD EN ZACATECAS
DE 1917 A 1980", que se encuentra en proceso de realización, por integrantes del Centro de
Investigaciones Jurídicas de la Universidad Autónoma de Zacatecas, núcleo “Diódoro Batalla”.
1.
Acerca de la socialización del derecho zacatecano
Denominamos al período que nos ocupa de Socialización: comprendido de 1930 a
1939, porque caracteriza a nuestra legislación por su enfoque eminentemente de derecho
social, como lo es, el mayor énfasis en los aspectos colectivos y, jurídicamente se traduce en
ésta época en materia agraria.
De esta manera se caracteriza al período, como:
“El esquema de organización político-sectorial del nuevo Estado no
contrariaba los principios sociales de la Constitución, pues la promoción
y ejecución de éstos suponía la formación de un Estado fuerte,
precisamente para defender a una sociedad débil, incapaz de defenderse
a sí misma. La nueva mecánica política mayores beneficios políticos y
económicos a quienes se agrupasen sectorialmente. En suma, el reparto
agrario masivo y el apoyo constante a las luchas proletarias permitió a
Cárdenas organizar a los sectores básicos de la población en torno al
Estado, creando con ello una interdependencia básica con las principales
organizaciones populares. Así, en 1938 el Estado logra su consolidación
política al incorporar a los grupos sociales básicos a su maquinaria
política por medio de la reestructuración partidista y su conversión en
Partido de la Revolución Mexicana”.4
3
4
Idem. pp. 10-11.
Idem. p. 11.
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En este período se elaborarán y publicarán un total de 25 leyes en Zacatecas; teniendo
como rasgo distintivo la abundancia de leyes de derecho social, que se hayan legislado en
decenio alguno en nuestro Estado. Así como normas jurídicas de naturaleza pública, que
aunque en mayor proporción que las sociales, tienen directa o indirectamente un impacto
social, además de continuar con la tendencia de fortalecimiento del aparato estatal y de sus
fines, que como a nivel nacional se expresan en la entidad.
La inestabilidad política que vive el Estado también es reflejo de las tendencias y
necesidades legislativas de la época; es la etapa de consolidación de los postulados de la
revolución mexicana.
Al respecto, nos afirma el Doctor José Enciso Contreras:
"Dentro del período de inestabilidad han sido gobernadores el General
Enrique Estrada que tomó posesión el día 8 de julio de 1917 y en cuyo
período se promulgan diez leyes; le sigue Donato Moreno que toma
posesión el 16 de septiembre de 1920 y en cuyo período se publicaron
seis ordenamientos; Aureliano Castañeda es jefe de la administración
Estatal en el período constitucional que comienza el 16 de septiembre de
1924 en el que se expidieron sólo cuatro leyes; el 1 de mayo de 1926 toma
posesión como gobernador interino el C. Fernando Rodarte y bajo su
mandato se publicaron sólo dos leyes; en el período constitucional de
Alfonso Medina se promulgaron cinco leyes y comenzó a partir del 16 de
septiembre de 1928; posteriormente, durante el gobierno de Luis R.
Reyes, iniciado el 1 de Enero de 1930, se publicaron dos ordenamientos
legales; en ese mismo cargo, el General Matías ramos tomo posesión el
16 de septiembre de 1932 y bajo se gestión se expiden catorce leyes;
finaliza esta etapa de inestabilidad el período del General Félix Bañuelos,
quien toma posesión el 16 de septiembre de 1936 y en cuyo período se
redactaron cuatro leyes".5
Hemos dicho, que la institucionalización y la socialización del derecho en Zacatecas,
comprendido desde 1917 a 1939, forma parte de un mismo proceso: la legitimación de los
postulados de la revolución mexicana, su asentamiento y expresión jurídica en nuestro Estado;
así como la creación de bases normativas, que sirvan de reguladores y maticen la rectoría de los
jóvenes regímenes y gobiernos de la revolución mexicana, en el Estado.
ENCISO CONTRERAS, José. La estructura del derecho en Zacatecas 1917-1985. Editado por la Dirección
General deInvestigación-UAZ. Cuadernos de investigación Número 37. Zacatecas 1987. PP. 25-26
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Para lograr lo anterior se requirió, implementar legislaciones que expresaran dichos
intereses. Así tenemos que en el primer período se legisló fundamentalmente en materia de
derecho público y derecho social; pero en el período de socialización llegan a su máxima
cúspide, las normas de derecho social. El objetivo se ve claro: la pacificación de las masas
mediante el reparto agrario, y por otro lado, la creación de normas jurídicas que delineen la
construcción de un aparato estatal local hegemónico, y rector de la vida económica, política, y
sobre todo, social.
Esta etapa, será fundamental para obtener la pacificación del Estado, la estabilidad de la
región, y la legitimación tan ansiada de los gobiernos locales. El derecho social se constituirá en
el instrumento que de respuesta a las consecuencias sociales de la movilización de masa en la
revolución en nuestra entidad. Se promulgaron con éste carácter siete leyes.
Es determinante el período que analizamos, por que en su final 1939, representa la fase
de estabilización nacional, que en lo local también se traduce en idéntica situación, dado que a
partir del período gubernamental del General Pánfilo Natera —el último de cuatro años—, se
da inicio a los sexenios y se caracterizarán los subsecuentes períodos gubernamentales por su
ininterrumpido ejercicio y continuidad. Explicable sólo si se toma en cuenta, que la
pacificación, la institucionalización jurídica y un diseñado aparato estatal fuerte y hegemónico,
ha logrado ser el árbitro de las fuerzas sociales imperantes en el Estado.
Por lo cual, haremos una división conforme a las ramas clásicas del derecho,
caracterizando a la legislación de ésta época según corresponda a derecho público y social.
Como se podrá observar en el desarrollo de este ensayo, haremos nuestra la hipótesis
que Enciso Contreras esboza, en el sentido de que:
"Ante la agudización del movimiento de masa en el Estado, a raíz de la
depresión de esos años, la caída internacional del mercado de minerales
—por consiguiente el cierre de los establecimientos mineros—, así como
el auge de la política de masas del cardenismo que impulsó amplias
reformas a nivel nacional; la voluntad política se empeña en fortalecer su
dominio político sobre las masas, su presencia en la actividad y por dar
continuidad al proceso institucionalizador, sobre todo mediante la
utilización del Derecho Social, como instrumento de la consecución de
garantías de los grupos sociales".6
2. El Derecho Público
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Ibíd. P. 30
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Como hemos expresado, el derecho público de ésta época, se caracteriza por su
tendencia a fortalecer al aparato estatal, y consolidar su presencia como regulador de los
procesos económicos, políticos y sociales. De tal modo, que aunque caracterizamos al período
como preeminentemente social, por la tendencia de su legislación, en términos numéricos, es
más la presencia de leyes de derecho público. Sin embargo, como se notará, la tendencia de
éstas vienen a consolidar: las exigencias político sociales de las masas, y el fortalecimiento del
aparato estatal.
2.1. Ley para dar facilidades a las industrias
que se establezcan en el Estado
Preocupados por la activación económica del Estado, los jóvenes gobiernos
revolucionarios en Zacatecas, apuestan a la industrialización y desarrollo de la infraestructura.7
Esta ley, declara de utilidad pública, el establecimiento de nuevas industrias en el Estado;
y para tal efecto, se les brindarían toda clase de facilidades e inclusive, excensiones fiscales
según montos y capitales de inversión. Asimismo, buscó motivar la inversión de nuevos
capitales, el fomento industrial y en general a cualquier negocio que redundara en beneficio
público.
Estipulaba que la nuevas industrias y negociaciones que se establecieran, tendrían como
único impuesto al Municipio donde estuvieran ubicados, el 1% al millar anual sobre el capital
que inviertieran; gozando de éste beneficio y tomando como base los capitales y lapsos
siguientes: 5 años si se tratara de un capital de $5,000 a $10,000 pesos; 10 años si el capital
es de 10,000 a 20,000, de 15 años si el capital es de 20,000 a 50,000 y, por último, de 20 años si
el capital asciende de 50,000 en adelante.
Para acogerse a los beneficios establecidos en la presente ley, deberían presentar ante el
Ejecutivo del Estado la manifestación correspondiente, con los siguientes datos: monto del
capital a invertir, clase de industria, ubicación de los talleres o fábrica, maquinaria que se
emplearía, fecha de iniciación de las operaciones y plazo de terminación de las instalaciones
totales; además se deberían de adjuntar los certificados sanitarios.
Por éste motivo se promulgó la presente ley, siendo Gobernador Constitucional del Estado Libre y Soberano de
Zacatecas, Luis R. Reyes, mediante el decreto número 311, publicada en el periódico oficial número 46 de fecha 7
de junio de 1930. Ley que se encuentra en el Archivo de Legislación Zacatecana, del Centro de
Investigaciones Jurídicas núcleo de investigadores “Diódoro Batalla” de la Universidad
Autónoma de Zacatecas.
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2.2. Ley de organización y del Sistema
Fiscal del Estado de Zacatecas
Consolidando el fortalecimiento hacendario y fiscal del Estado, como medida de
allegarle recursos al Estado, para consecución de sus fines; se creó la presente ley.8 Reglamentó
la facultad tributaria estatal, para la obtención de recursos destinados a sufragar los gastos de
administración, y satisfacer los servicios públicos y fines que el Estado tiene para con la
sociedad.
Enumeró las leyes fiscales del Estado de Zacatecas, que aparte de la presente eran: las
Leyes de Ingresos del Estado que fijan anualmente las rentas públicas, y las particulares que
rigen su percepción; así como las que autorizaban Ingresos Extraordinarios, y aquellas que
organizaban los Servicios Administrativos Fiscales.
Determina que las disposiciones del derecho privado no son aplicables a las
instituciones y relaciones jurídicas creadas o establecidas por las leyes fiscales; no obstante,
cuando existieran lagunas en éstas, se podrían supletoriamente aplicar aquellas disposiciones.
Tajantemente prescribía, que no se podrían eludir parcial, ni totalmente las obligaciones
fiscales, aduciendo el uso o abuso de normas establecidas por el derecho privado. Definió lo
que debería entenderse por uso y abuso del derecho privado.
Manifestó, que la vigencia de las leyes fiscales entrarían en vigor, diez días después de su
publicación —con excepción de aquellas que fijaran otra fecha de inicio de vigencia—.
Prevaleciendo el principio, de que la ignorancia de la ley a nadie beneficia, sino más bien
perjudica; reconociánse facultades discrecionales para que las autoridades fiscales puedan
ampliar plazos para el cumplimiento de las leyes y disposiciones de la materia.
Administrativamente, reconocía como autoridad competente al Ejecutivo del Estado, por
conducto de la Tesorería General, para dictar las disposiciones que procedieran para la mejor
y eficaz observancia de las leyes tributarias y fiscales.
No se podría imponer impuesto u obligación tributaria alguna, que estuviera
expresamente señalada por las leyes de la materia. Todas las tributaciones que se recaudaran en
el Estado, deberían ser concentradas en la Tesorería General del Estado o en las
Recaudaciones de Rentas.
Promulgada por el Gobernador Constitucional del Estado de Zacatecas, Luis R. Reyes, a través del decreto
número 416 publicado en el periódico oficial de números: 98 y 99, de fechas 6 y 10 de diciembre del año de 1930.
Ley que se encuentra en el Archivo de Legislación Zacatecana, del Centro de Investigaciones Jurídicas núcleo de
investigadores “Diódoro Batalla” de la Universidad Autónoma de Zacatecas.
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La ley disponía, que los ingresos del Estado serían de dos tipos: ordinarios y
extraordinarios. Los primeros son definidos: como aquellos autorizados normalmente, para
proveer el pago de gastos eventuales y extraordinarios del Estado. Los segundos, por su parte,
tendrán igual circunstancia, pero con carácter subsidiario en caso de que los ordinarios no
hubieran sido suficientes, y/o por causas emergentes: que serían aquellos que se obtuvieran
mediante empréstitos sobre el crédito del Estado, quedando sujetos en cuanto a su percepción
y aplicación, a las bases que para tal efecto fijara el H. Congreso del Estado.
Se dice que los ingresos ordinarios, se dividen: impuestos, derechos, productos y
aprovechamientos. Impuestos: las prestaciones de dinero permanentes o únicas, obligatorias y
unilaterales, exigibles coactivamente por el Estado a todos los individuos cuya situación
coincida como generador de crédito fiscal. Derechos: las prestaciones que exige el poder
público, con el carácter de compensaciones particulares por determinado servicio público o
por un gasto provocado, a todos aquellos individuos que aprovechen o reciban el servicio o
provoquen el gasto. Productos: los provenientes del aprovechamiento o explotación por el
Gobierno del Estado, de lo bienes que constituyan su patrimonio. Aprovechamientos: los
ingresos los ingresos que provienen del cobro de impuestos, derechos, y productos
correspondientes a ejercicios fiscales anteriores; de multas por infracciones a las leyes; de
bienes o servicios procedentes de establecimientos que dependan del gobierno.
En el capítulo tercero, se estableció y determinó a las autoridades fiscales,
estableciéndose que serían precisamente quienes se encargarían de recaudar y administrar los
ingresos del Estado. La organización administrativa de la Tesorería General, se integraría por
el Tesorero General del Estado -del que dependerán las oficinas a que se refiere el título III de
la Ley Orgánica y Reglamentaria de las Oficinas de Hacienda del Estado. También se estableció
que funcionarían Juntas Calificadoras, encargadas de la repartición y distribución de
determinados impuestos, y que asimismo, existiría un Jurado de Revisión.
Las Juntas Calificadoras, serían organismos integrados por representantes estatales, y de
los causantes de impuestos, según la repartición y derrama de que estuvieran encargados.
Las Juntas de Revisión, serían los órganos encargados de conocer de las
inconformidades presentadas, a través del recurso de revisión, por los sujetos de obligaciones
o infractores de las leyes y disposiciones fiscales, contra las resoluciones de las Juntas y demás
autoridades fiscales. Se integraría: por el Gobernador del Estado en carácter de Presidente o
por un representante de éste (en quién delegaría sus facultades y fungiría en sus ausencias), por
vocales nombrados por Gobernador y por los causantes. Las Juntas antes mencionadas se
encontraran reguladas por un Reglamento.
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También se aborda, lo relativo al empréstito sobre la propiedad raíz rústica y urbana.
Determinando como causantes de dichas formas de propiedad: a los propietarios, los
usufructos a título gratuito y a los ejidatarios legalmente representados por su Comité
Administrativo. Para cada uno de estos causantes la ley, enumeró los montos y bases de
tributación; por ejemplo, establecía que las fincas rústicas pagarían el 2.4% anual sobre su valor
catastral o de avalúo que se designara. Se hacía diferencia de pagos para cabeceras municipales;
así que, para los municipios de Fresnillo, Sombrerete, Río Grande, Concepción del Oro,
Mazapil, Pinos, Ojocaliente, Guadalupe, Ciudad García, Villanueva, Sánchez Román, Juchipila
y Nochistlán, el 10% al millar anual.
En cambio, para las fincas urbanas de los Municipios Pánuco, Vetagrande, Morelos,
Calera, Arroyo de Enmedio, Valparaíso, Villa de Cos, Empalme de Cañitas, Chalchihuites, San
Andrés del Téul, Saín Alto, Nieves, San Juan del Mezquital, El Salvador, San Pedro Ocampo,
Villa González Ortega, Santa Rita, Noria de Ángeles, Villa García, San Francisco de los Adame,
La Blanca, San José de la Isla, San Pedro Piedra Gorda, Susticacán, Tepetongo, Monte
Escobedo, Villa del Refugio, Huanusco, El Plateado, Jalpa, Momáx, Atolinga, Tepechitlán,
Santa María de la Paz, San Juan Bautista del Téul, Estanzuela, Apozol, Moyahua, Mezquital del
Oro, San Pedro Apulco y Congregación de Tenayuca, pagarían el 7.5% al millar anual.
Los bienes que se encontraban exceptuados del pago de impuestos: los bienes
inmuebles de la federación destinados al servicio público, con igual carácter los de los
Municipios, y de igual modo, los bienes pertenecientes a instituciones de beneficencia privada.
El impuesto sobre la transmisión de dominio de la propiedad raíz; se establecía que todo
contrato de compraventa celebrado entre dos o más personas, ya fuera público o privado,
causaría impuestos. Igualmente, se especificaba los montos de tributación.
El capítulo VI, establecía el impuesto especial al comercio, la industria y la agricultura.
Al respecto decía, que se gravarían: los productos de Alcoholes, Mezcales y Tequilas, los
productos de Azúcar y Piloncillo, los productores y expendedores de tabacos labrados, los
productores de hule de guayule (sus exportadores y cosecheros), productores, elaboradores y
exportadores del ixtle, a los productores de harina de trigo y a los productores de energía
eléctrica. Así mismo para cada cual, impuestos específicos.
Igualmente quedaban determinados los impuestos sobre el ejercicio de profesiones y
oficios. Siendo sujetos de impuestos, quiénes se dedicaran a una profesión, arte u oficio,
pagarían impuestos mensuales; por ejemplo, un Abogado pagaría de 2 a 10 pesos, y un Doctor,
de 6 a 20 pesos.
También se estipularon impuestos sobre vehículos y comprendían: automóviles,
camiones, motocicletas, bicicletas y carros de tracción animal, ya sean dedicados al servicio
particular, industrial, fletamento de carga o pasaje.
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Los derechos por prestación de servicios públicos, fue el tema abordado por el capítulo
X; mismos que entre otros eran: los títulos profesionales, legalización de firmas, las
publicaciones, actos ejecutados en el registro civil.
Los productos, aprovechamientos y participaciones, serán tópicos que define el capítulo
XI; y por su parte el capítulo XII, determinará los denominados impuestos adicionales: que
serían aquellos destinados exclusivamente para la construcción y conservación de carreteras del
Estado. Iniciaba por determinar como sujetos de éste impuesto, a los enteros de cada
Municipio y del Estado, a los funcionarios del Estado que percibían de 5 pesos en adelante,
etcétera.
Las obligaciones generales en materia fiscal y las infracciones fiscales y sus sanciones,
serán el tema específico de los capítulos XIII y XIV respectivamente. Igualmente los recursos
que admitía la ley fiscal, se expresaron en el capítulo XV.
A estas alturas nos podemos dar cuenta de la complejidad fiscal del Estado; también de
la manera en que un gobierno que se empieza a sentir fuerte, regula a los ciudadanos y les
imponían las cargas tributarias. Se integró con 183 artículos, de los cuales siete tuvieron el
carácter de transitorios.
2.3. Ley de reducción de penas
Estos jóvenes gobiernos zacatecanos, fieles a la búsqueda de mayores consensos con los
grupos hegemónicos, y en aras de pugnar por su legitimación, no cejaron en su empeño de
hacerlo; tal representó la presente Ley.9
El objeto de su regulación, era que con motivo del XXIII aniversario de la Revolución,
la reducción de penas impuestas a los reos del orden común, que hubieran observado buena
conducta durante su reclusión, prestando servicios al Estado -entre otros requisitos-, se les
reducirían sus penas a la mitad de lo que se les imputó.
En términos generales, gozarían del beneficio: los reos que hubieran observado buena
conducta durante el tiempo de su reclusión; que hubiesen prestado servicios al Estado, y que
se hubieran regenerado o adquirido hábitos de trabajo y moralidad; que no hubieran sido
condenados por delitos de carácter político, ni condenados por delitos oficiales.
Promulgada por el General de División y Gobernador Constitucional del Estado Matías Ramos, mediante decreto
número 9, publicado en el periódico oficial número 97 de fecha 9 de diciembre de 1933. Ley que se encuentra en
el Archivo de Legislación Zacatecana, del Centro de Investigaciones Jurídicas núcleo de investigadores “Diódoro
Batalla” de la Universidad Autónoma de Zacatecas.
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2.4. Reglamento del artículo 130 de la Constitución Federal
Estando ubicada dentro de los efectos de la guerra cristera 10 y haciendo gala del
jacobinismo liberal de la tradición del constituyente de 57 y su continuación en la Constitución
Federal vigente. Esta Ley11 bien puede reflejar no sólo las modas o tendencias de la época, sino
también, la presencia y hegemonía del gobierno del Estado, que se atrevió a legislar en materia
de cultos; aún más, se instituye la existencia de grupos fuertes de liberales, tras lo que se expresa
en la presente ley.
Como sabemos la guerra cristera, será el motivo de reactivación del jacobinismo, que:
“(...) el gobierno fuerte de Calles radica esencialmente en (...) un Estado
nacional capitalista estable (...) Además, se quiere indicar que un Estado
de esta naturaleza, moderno, intenta expresar precisamente aquellos
intereses de la burguesía que facilitan su reproducción como clase
dominante: modernización del sistema fiscal y de los mecanismos
financieros, centralización y concentración del poder, (...) En otras
palabras, para mejor expresar los intereses de la clase dominante el
Estado requiere independizarse de ella. Es cierto que esto implicaba un
enfrentamiento con aquellas fracciones conservadoras y atrasadas de la
burguesía que no veían sus intereses particulares expresarse en los
intereses generales. Sin embargo, el Estado callista se limitó a llevar a
cabo reformas políticas que no afectaron materialmente dichos intereses
particulares (v.gr. a los latifundistas porfiristas) y a orientar dichos
enfrentamientos hacia una batalla ideológica contra la expresión más
acabada del conservadurismo burgués: la Iglesia católica. Calles condujo
MEYER, Jean. La cristiada: 1. La guerra de los cristeros. Editorial Siglo XXI. Quinta edición. México
1977. p. 385. Allí se afirma, que: “La gran guerra de la cristiada fue el enfrentamiento de dos mundos, el de los
peregrinos de Pedro el Ermitaño y el de los Jacobinos de la Tercera Edad, después de la Revolución francesa y el
liberalismo del siglo XIX. Sin armas, sin dinero y sin jefes los cristeros llamados así por irrisión, a causa de su grito
¡Viva Cristo Rey!, emprendieron una guerra de guerrillas, una guerra revolucionaria, que puso seriemente en
peligro al gobierno del presidente Calles; y el que debía sucederle, Obregón, se disponía a hacerse la paz con la
iglesia cuando su muerte vino a prolongar la guerra. Guerra implacable como todas las que oponen un pueblo a un
ejército profesional, prefiguración de todas las guerras revolucionarias del siglo XX. Lentamente, la situación
empeoraba para el gobierno, lo cual lo llevó a recibir la ayuda del embajador norteamericano, autor del modus
vivendi de junio de 1929, y en cuanto el culto se reanudó, los cristeros volvieron a sus casas”.
11 Fue promulgada por el General de División y Gobernador Constitucional del Estado de Zacatecas Matías Ramos,
mediante decreto número 11, publicada en el periódico oficial número 99 de fecha 13 de diciembre de 1933.
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Contiene trece artículos, de los cuales cuatro son transitorios . Por disposición expresa de ésta ley, se determina
que entraría en vigor el día 1 de diciembre del año de 1933 y que derogaba todas las disposiciones existentes y que
se le opusieran. Ley que se encuentra en el Archivo de Legislación Zacatecana, del Centro de Investigaciones
Jurídicas núcleo de investigadores “Diódoro Batalla” de la Universidad Autónoma de Zacatecas.
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la más violenta y sanguinaria guerra espiritual contra la burguesía
terrateniente conservadora (...)”.12
Tuvo por objeto, regular el ejercicio cultual en nuestro Estado, y para tal efecto
determinó, que habría un sacerdote por cada veinticinco mil habitantes, los Ayuntamientos
deberían realizar sendo registro donde se establecieran los nombres de los sacerdotes, y él o los,
templos donde ejercerían su ministerio.
Cuando la autoridad Municipal se diera cuenta o conociera de algún sacerdote que
ejerciera sin estar registrado, sería consignado al Juzgado de Primera Instancia del Distrito
Judicial al que correspondiera; estableciéndose para los ministros de cualquier culto que
infringieran la ley, multa de cien a quinientos pesos o arresto de cinco a treinta días. Los
funcionarios municipales, que infrinjan estas disposicions, sufrirán pena de destitución o multa
hasta de quinientos pesos.
Las autoridades municipales, estarían obligados comunicar a la Secretaría de
Gobernación, el movimiento de los ministros religiosos habidos en su demarcación, en los
términos en que lo establecía la Ley Reglamentaria Federal del artículo 130 de la Constitución
federal.
Otorgaba facultades para que cualquier ciudadano, denunciara a los ministros y
autoridades infractoras, ante el Ministerio Público. Los sacerdotes tendrían dentro del término
de diez días, contados a partir del inicio de vigencia de esta ley, que manifestar por escrito la
fecha en que dejaren de ejercer su ministerio, y dentro del mismo plazo procederían a
registrarse los que continuasen en ejercicio. Los templos que se quedaren sin sacerdote,
pasarían a cargo de la Junta Vecinal en los términos que establece el reglamento federal en esta
materia; así mismo, se facultaba al Ejecutivo para que realizara la distribución de sacerdotes.
2.5. Ley de Hacienda Municipal
Resulta evidente que el municipio de la revolución mexicana en Zacatecas, fue atendido
como un institución relevante, participativo, comunitario y con amplias facultades, a todo lo
largo y ancho del quehacer estatal.
Esta ley13, tenía por objeto delimitar el sistema hacendario de los Municipios del Estado
de Zacatecas, y en tal virtud los planes de arbitrio municipales, así como todas las disposiciones
relativas a las reglas establecidas en la materia.
BARTRA, Roger. Campesinado y poder político en México. Editorial Era. Colección Problemas de México
Segunda edición. México 1984. p. 22.
13
Promulgada por el General de División y Gobernador del Estado de Zacatecas Matías Ramos, por decreto
número 1, de fecha 25 de septiembre de 1933. Inició su vigencia a partir del 1 de enero de 1934. Ley que se
12
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MC. Juan Manuel Rodríguez
Valadez
Los Ayuntamientos deberían de dictar las medidas necesarias para la aplicación de la
presente ley; la recaudación y administración de los ingresos municipales, estarían a cargo de los
propios gobiernos vecinales; ejerciendo las funciones relativas por conducto de las comisiones
de hacienda, de las tesorerías municipales, y demás oficinas recaudadoras.
Para su mejor aplicación, se consideraba como supletoria -en lo conducente-, la Ley
Fiscal del Estado; otorgándose a los municipios facultad económica coactiva para hacer
efectivos sus créditos.
Los ingresos municipales estarán constituidos por: participaciones, derechos,
impuestos, productos y aprovechamientos. Las participaciones, serían aquellas que se
constituyeran por las aportaciones estatales y federales establecidas por las leyes respectivas.
Los municipio tendrían derecho a percibir recursos económicos por la prestación de los
servicios: de agua, drenaje, mercados, matanza de ganados, panteones, registro de señales y
marcas de herrar, certificaciones municipales, licencias y por los actos realizados por el Registro
Civil fuera de sus oficinas.
Los impuestos municipales deberían gravar exclusivamente las fuentes circunscritas y
reconocidas a éstos, y comprenderían: diversiones y espectáculos públicos; rifas, loterías y toda
clase de juegos permitidos, uso de piso en calles, paseos, plazas y demás sitios públicos;
establecimientos de tolerancia; cabarets y bailes de especulación, y solares no acotados. No
estarían facultados para imponer impuestos que fuesen exclusivos del Estado.
Las multas Municipales serían aquellas que se aplicaran por infracción a las
disposiciones fiscales. Por su parte los recargos, serán aquellos que se generen por la falta de
pago oportuno de los créditos municipales fiscales, que no podrán exceder del 2% mensual
sobre las cantidades no pagadas.
Tenían facultad para dictar sus leyes de ingresos al tenor del 115 de la Constitución
federal. Se considerarían como infractores de las disposiciones fiscales municipales: a quiénes
no informasen oportunamente de los datos que le fuesen proporcionados por las autoridades
fiscales municipales; a quiénes entorpecieran las actividades de los empleados y/o autoridades
fiscales municipales; los que rindieran informes falsos o inexactos.
Los ingresos municipales no podrían ser destinados a ningún fin especial, debiendo
aplicarse para cubrir los servicios públicos encomendados a los Ayuntamientos. No pudiendo
hacer igualas, concesiones, arrendamientos o cualquier otro contrato sobre el pago de
encuentra en el Archivo de Legislación Zacatecana, del Centro de Investigaciones Jurídicas núcleo de
investigadores “Diódoro Batalla” de la Universidad Autónoma de Zacatecas.
14
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impuestos; pero sí podrían, condonar las multas impuestas por infracción a las disposiciones
fiscales. Sería facultad del Congreso del Estado, aprobar los Planes de Arbitrios expedidos por
los municipios.
2.6. Ley de impuestos sobre Donaciones
Esta Ley 14 , regulaba las imposiciones tributarias, provenientes de la celebración de
contratos de donación; y las obligaciones generadas entre donantes y donatarios. Serían sujetos
del impuesto: los donatarios por los bienes que reciban en donación; los donantes serían
solidariamente responsables de su pago, en caso de que los bienes donados quedasen afectos
al pago del impuesto.
Se reconocían objeto del impuesto de bienes donados: los bienes inmuebles ubicados en
el Estado y los derechos reales sobre ellos constituidos; los bienes muebles ubicados en el
Estado; los bienes muebles que, aún cuando se encontraren en el extranjero, fuesen donados
a personas domiciliadas en el Estado.
La ley enumera el pago y montos que deberían de cubrirse, conforme a una tarifa que
establecía en su numeral cuarto: atendiendo a la porción donada; a los ascendientes,
descendientes, cónyuge, concubina, padres adoptivos e hijos adoptados; parientes
consanguíneos colaterales desde el segundo al quinto grado en adelante y extraños.
Quedan exentas del pago de y por lo tanto no son objeto de impuesto: donaciones que
no exceden de 500,00 que se hagan a ascendientes, descendientes, hijos adoptivos, padres
adoptantes, cónyuge o concubina -para hacerlo efectivo a ésta última, requiere de vivir con éste
como si fuera su marido y ambos libres de matrimonio-; donaciones en favor de la federación,
del distrito o territorios federales, de los estados o municipios; las realizadas en favor de
instituciones de beneficencia pública o de establecimientos de Educación Pública; donaciones
en favor de la Universidad Nacional Autónoma de México.
Hacía reducción en el monto del impuesto a los donatarios mayores de 60 años, a los
menores de edad, a los incapacitados permanentemente para trabajar o ganarse la vida, a la
concubina; estableciendo la tarifa y porcentaje de beneficio. Así mismo, establecía requisitos
específicos para cada cual, que deberían cubrir aquellos que lo solicitaren.
Fue promulgada por el Diputado y Gobernador Constitucional Interino del Estado de Zacatecas Cuauhtémoc
Esparza, mediante decreto número 125 y publicada en el periódico oficial de números: 98, 99, 100, 101, 102, 103 y
104 de fechas 8, 12, 15, 19, 22, 26 y 29 de diciembre de 1934 y periódico oficial número 1 de fecha 2 de enero de
14
1935. Consta de un total de 64 artículos, de los cuales cuatro tienen carácter de transitorios . Ley que se encuentra
en el Archivo de Legislación Zacatecana, del Centro de Investigaciones Jurídicas núcleo de investigadores
“Diódoro Batalla” de la Universidad Autónoma de Zacatecas.
15
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Valadez
También se regula por ésta ley, la donación que tenga por objeto la constitución o cesión
de un usufructo, uso de habitación vitalicia; determinando en cada caso lo conducente y
aplicable. Lo mismo para la donación que tenga por objeto la nuda propiedad y el donante se
reserve el usufructo.
Los donatarios deberían presentar dentro de los treinta días siguientes, a la fecha de la
donación, 60 si se celebró fuera de éste, y de noventa si se efectuó en el extranjero, una
manifestación en la que expresarían: nombre, profesión y domicilio del o de los denunciantes;
la relación jurídica que ligue al donante y donatario; el número de hijos legítimos o no del
donatario; el nombre del donante y su domicilio; los bienes donados, su ubicación y valor; las
cargas impuestas al donatario con motivo de la donación, si se trata de donaciones onerosas;
los gravámenes que reportan los bienes donados, si son a cargo del donatario; expresar si el se
encuentra en alguno de los casos de exención o de reducción autorizado por la ley.
Con tal manifestación, deberán ofrecerse las siguientes pruebas: para valorar la
propiedad raíz se tendrán en cuenta los valores catastrales; a falta de éste se tomará el mayor
valor entre el fiscal registrado y el que resulte de capitalizar al 9% anual si se trata de fincas
urbanas; o del 6% si son rústicas del promedio de las rentas obtenidas en los tres años
anteriores a la donación. Sobre el pago del impuesto, se determinaba que un 60% se lo quedaría
el Estado, y el restante 40% se entregaría a la Federación.
Los notarios tendrían la obligación de informar a las oficinas receptoras de los actos en
que intervinieran sobre el tópico; igual requisito, deberían cubrir los encargados del Registro
Público de la Propiedad. La acción para el cobro del impuesto establecido por esta ley,
prescribía por el transcurso de 5 años contados a partir de la fecha en que se practicare la
liquidación. Igual plazo se establecía para el pago de recargos.
2.7. Ley de impuestos sobre Herencias y Legados
Todo sigue indicando, que la preocupación de los gobiernos zacatecanos, consistía en
allegarse recursos para la realización de sus fines. Recursos para su sustento, realización de
servicios públicos; se plasman expidiendo leyes fiscales y hacendarias.
Regula 15 la materia tributaria relativas a herencias y legados, generados por la
transmisión de bienes hereditarios por de cojus a su muerte; tales transmisiones son fuente
tributaria al tenor de ésta ley.
Ley promulgada por el Diputado y Gobernador Interino del Estado de Zacatecas, Cuauhtémoc Esparza,
mediante decreto número 136 y publicada en el periódico oficial de números: 101, 102, 103 y 104 de fechas 19, 22,
26 y 29 de diciembre de 1934 y en el periódico oficial de números: 24, 25 y 26 de fechas 23, 27 y 30 de marzo de
1935.Se habla de las reformas a esta ley; estableciéndose que toda modificación, ya sean reformas o adiciones,
deberían consultarse a la Convención Nacional Fiscal, y en los recesos de ésta a su Comisión Permanente. Abroga
15
16
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Serían sujetos del impuesto, y por tanto estarían obligados a pagarlo, los herederos o
legatarios hasta por el caudal hereditario. Son objeto del impuesto, las porciones liquidas
hereditarias de cada heredero, y los legados que correspondieran a cada legatario, constituido
por: los bienes inmuebles ubicados en el Estado, y los derechos reales constituidos sobre
dichos bienes; los bienes muebles que se hallaren dentro del Estado; los bienes muebles que,
aunque se encontraren en el extranjero, serían herederos por personas domiciliadas en el
Estado.
La presente, establecía, tarifa pormenorizada por monto, cantidad, fuesen ascendientes,
descendientes, cónyuge, concubina, padres adoptantes e hijos adoptados, parientes colaterales
desde el segundo grado al quinto en adelante y extraños. Por ejemplo, de 1000 para
ascendientes y descendientes directos pagaría el 4%, el 6% parientes colaterales de segundo
grado, 8% los de tercer grado, 12% los de cuarto grado, y 20% los de quinto grado en adelante,
así como los extraños.
Aún más, se dice, que para efectos fiscales los parientes por afinidad serían considerados
como extraños. Se concede a la federación el 40% en el rendimiento total del impuesto,
recargo, multas y demás responsabilidades que se causaren conforme a lo prescrito por ésta
Ley.
No serían objeto del impuesto, y por tanto estarían exentos de su pago: las porciones
liquidas que no excedieran de 500 pesos heredadas o legadas en favor de los descendientes,
ascendientes, hijos adoptivos, padres adoptantes, cónyuge o concubina; siempre y cuando no
tuvieran otros bienes cuyo valor excediera de esa cantidad; para reconocerle tal derecho a la
concubina, se requeriría que hayan vivido con el autor de la herencia como si fuera su marido,
durante cinco años por lo menos o hubiese tenido hijos con él, siempre y cuando ambos hayan
permanecido libres de matrimonio durante el concubinato; el patrimonio de familia que no
excediera de la cantidad de 1000 pesos; las indemnizaciones y la reparación del daño por la
muerte del autor de la herencia, que percibieran los herederos o legatarios; el seguro de vida del
autor de la herencia cuando nombre beneficiario; los fondos de deducción de las sociedades
mutualistas; los fondos en caja de ahorros, cuando no excedieran de 500 pesos, siempre que
dicha porción fuese la única que los herederos o legatarios hereden del autor de la sucesión, y
quiénes lo reciban no tengan una bienes que excedan dicha cantidad; las herencias y legados
realizados en favor de la Federación, Distrito y Territorios Federales, de los Estados y de los
Municipios; herencias y legados otorgados para la creación y mantenimiento de instituciones
de beneficencia pública y/o a la Universidad Nacional Autónoma de México y; los fondos que
todas las leyes que se opongan. Contiene un total de 71 artículos, de los que cuatro son transitorios. Ley que se
encuentra en el Archivo de Legislación Zacatecana, del Centro de Investigaciones Jurídicas núcleo de
investigadores “Diódoro Batalla” de la Universidad Autónoma de Zacatecas.
17
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deban percibir los herederos de empleados públicos, de conformidad a la Ley de Pensiones o
Retiros.
También deberían deducirse del caudal hereditario: los impuestos o derechos, cuyo
pago, hubiese dejado pendiente el autor de la sucesión; el importe de las deudas mortuorias o
gastos de funeral; los gastos por concepto de juicio sucesorio.
Los herederos y legatarios podrían acreditar su relación con el autor de la herencia, en la
forma prevista por del derecho común; pero para que los adoptantes y adoptados gocen de los
beneficios que les concedía esta ley, requerirían: que la adopción fuese anterior a los 5 años a la
muerte del adoptante y adoptado; que el adoptado, durante su minoría y por lo menos dos años
antes de su mayoría de edad, hubiera sido reconocido como hijo adoptivo del adoptante, o
haya usado con consentimiento de éste su apellido; que la adopción hubiera sido de pupilos de
la asistencia pública; que la adoptado haya sido hijo de anterior matrimonio del cónyuge del
adoptante.
Sobre la denuncia, los inventarios, los avalúos y la liquidación del impuesto, versa el
capítulo segundo de ésta ley. Al respecto se dice, que toda persona interesada o con derechos
en una sucesión tendrá 60 días contados a partir de la muerte del de cojus, si los bienes se
encuentran dentro del Estado; de 120 si se encuentran fuera de él o de 150 si se hallan en el
extranjero, para presentar ante la oficina receptora el escrito de denuncio firmado por el o los
interesados donde deberá expresarse: nombre, profesión, domicilio de él o de los
denunciantes; el nombre del autor de la misma; la fecha del fallecimiento; el lugar del último
domicilio del autor; el nombre, Estado civil, profesión y domicilio y número de hijos legítimos
o no de cada uno de los herederos y/o legatarios con indicación del grado de parentesco que
guarden con el autor de la herencia o legado; nombre, domicilio, profesión, Estado civil de
cada uno de los hijos legítimos o no que tuviese el autor de la herencia y autoridad que conoce
del juicio sucesorio.
Era facultad del Ejecutivo del Estado, nombrar representantes de la hacienda pública
local, adheridos a las oficinas receptoras, a quienes debería considerárseles como partes en los
juicios necesarios, con todas las facultades y obligaciones que les concedía la legislación civil en
todo aquello que pudiera representar un interés fiscal. Teniendo entre otras facultades:
oponerse a la declaración de herederos, cuando no este debidamente justificada la relación de
parentesco; oponerse a la presentación de inventarios, cuando no se hallaren realizados al tenor
de ésta ley; oponerse a la cuenta o división de partición.
El capítulo sexto, regulaba lo referente a las obligaciones de las autoridades judiciales,
notarios y encargados del registro público, en materia de este impuesto; las obligaciones a cargo
de terceros, serían materia del capítulo séptimo; el octavo de la prescripción (donde se dice que
18
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Valadez
en términos generales la acción de cobro expira a los cinco años); en el noveno de la
simulación; las sanciones a la presente ley se ubican en el capítulo décimo.
2.8. Ley de expropiación por causa de utilidad pública
Aunque como lo hemos dicho, el período que nos ocupa de inestabilidad política, por
las innumerables interrupciones a los períodos gubernativos; en lo general se deduce que el
derecho público, instrumento ideal del Estado, plantea serias normas de control social; esta
ley16 es un buen ejemplo de ello; ésta fue promulgada por el General de División Matías Ramos
Santos.
Sobre dicho gobernador:
“(...) nació en San Salvador municipio de Concepción del Oro,
Zacatecas; el 24 de febrero de 1891, murió el 4 de marzo de 1962, en la
ciudad de México (...) fue de los revolucionarios que desde 1910
abrazaron la causa maderista y como un soldado fue escalando su
jerarquía militar, hasta llegar a obtener el más alto grado en el escalafón
del ejército nacional, el de General de División (...) fue gobernador
constitucional del Estado en el período de 1936, distinguiéndose por su
rectitud y honradez en el manejo de los fondos públicos, hombre de
armas esencialmente, se dedicó a administrar el Estado, de acuerdo con
la circunstancia de la época (...) fue asimismo presidente del Partido de la
Revolución Mexicana, en época difícil, siendo de los hombres fieles al
hombre fuerte de la revolución el General Plutarco Elías Calles”.17
Siendo Gobernador Constitucional del Estado de Zacatecas el General de División Matías Ramos, promulgó la
presente ley mediante decreto número 46 el 26 de diciembre de 1935; fue publicada en el periódico oficial número
93, de fecha 11 de diciembre de 1935. Se abroga la ley anterior en ésta materia de fecha 16 de febrero de 1905 y
todas aquellas que se opongan a la presente. Contiene tres capítulos y consta de 24 artículos, de los cuales dos son
transitorios. Este Código, entró en vigor desde el día treinta y uno de marzo de 1936; derogando expresamente al
Código Penal de dos de diciembre de 1872, a sus reformas. Estableciéndose que se podría voluntariamente
acogerse al de 1872 o al presente, por los hechos ejecutados respectivamente durante su vigencia, según se
considerara más favorable a los intereses de quiénes se encuentraren sujetos a proceso, entre el presente Código y
el que regía en la época de la perpetración del delito. Las faltas de policía y buen gobierno serían sancionadas por
los Presidentes Municipales en sus respectivas jurisdicciones y, si en sus bandos de policía y buen gobierno no
estuvieren detalladas las faltas, quedaría vigente el Libro Cuarto del Código Penal de dos de diciembre de 1872,
que es quién las enumeraba y sancionaba; hasta en tanto no se expida la ley o reglamento respectivo. Se integra
por un total de 377 artículos, de los que cuatro son transitorios. Ley que se encuentra en el Archivo de Legislación
Zacatecana, del Centro de Investigaciones Jurídicas núcleo de investigadores “Diódoro Batalla” de la
Universidad Autónoma de Zacatecas.
17
VIDAL, Salvador. Biografías de zacatecanos ilustres. Editado por la Dirección General de Educación
Pública/ talleres Gráficos del Estado de Zacatecas. Segunda edición. Zacatecas 1972. p.17.
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Se promulgó, con fundamento en la fracción VI párrafo segundo del reformado artículo
27 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, que facultaba a los Estados en
sus respectivas jurisdicciones, a expedir leyes que determinen los casos en que fuera de utilidad
pública, la ocupación de la propiedad privada, para hacer en su caso por la autoridad
administrativa correspondiente la declaración necesaria. Y sólo se podía considerar la utilidad
pública, cuando en provecho común se substituye el interés particular por los de la
colectividad, llámese ésta Municipio o Estado, en el goce de la cosa expropiada.
Las obras a las que principalmente se contrae esta ley, son:
1).2).-
3).4).5).6).7).8).9).10).11).12).-
Abastecimiento de agua potable para las poblaciones;
La construcción de presas para la irrigación; siempre y cuando el
propietario del terreno no la construya en el término de seis meses
contados a partir de la notificación por el Gobierno del Estado; se
expropiaran el vaso, las tierras irregables y los lugares que ocupen los
canales y demás obras relacionadas con la unidad. Igual suerte correrá las
zonas que teniendo agua artesiana no se descubra en el mismo plazo;
Las presas, bordos, pozos artesianos, friáticos, manantiales y cualquier
aprovisionamiento artificial de agua, que haya sido puesto en servicio por
cualquier propietario, sólo será expropiado para abastecimiento de agua
a poblados;
Para obras de drenaje y saneamiento en todas las poblaciones;
Para la creación, ampliación de mercados, hospitales, cárceles hospicios,
escuelas, rastros, fabricas y toda clase de establecimientos de utilidad
común;
Por alineamiento y apertura de calles, plazas, parques, jardines y campos
deportivos;
Para protección amplia de la agricultura;
Protección al desarrollo de la minería;
Fundación y reforestación de los bosques;
Para el arreglo de los límites territoriales del Estado y municipios;
Para la fundación de Colonias urbanas y agrícolas; y
Para la construcción de cualquier vía de comunicación.
Quedó establecido que para la realización de las obras enumeradas con anterioridad, se
podría expropiar mediante la debida indemnización; correspondiendo a el Gobierno del
Estado y a los Ayuntamientos, la promoción de dichas obras, y a los particulares en los
términos del artículo 27 de la Constitución federal.
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Toda promoción y obra que requiera de expropiación, deberían sujetarse a las
formalidades siguientes:
A).- Los interesados deberían hacer solicitud ante el Gobierno del Estado, especificando
con toda claridad el terreno y obras que se deberían ejecutar en éste;
B).- Así mismo, proporcionarían los domicilios de los propietarios o de sus
representantes, so pena de no dar curso a la solicitud;
C).- Conocidos los datos anteriores, dentro de un término moralmente necesario, el
Ejecutivo emplazaría a la persona o personas que aparecieran como dueñas del terreno objeto
de expropiación, para que en término prudente que se les fijara, hicieran valer las defensas que
tuvieran; al oficio de emplazamiento, se deberían de acompañar copia de la petición de los
solicitantes;
D).- Fenecido el término y acusado o no de rebeldía; el gobernador nombraría dos
peritos competentes, para que ubicaran, levantaran plano y determinaran la extensión necesaria
para realizar la obra; así mismo, valuaran la propiedad, al tenor de su valor catastral en la oficina
fiscal correspondiente;
E).- Las acciones o excepciones interpuestas por la parte afectada serán resueltas de
plano, aceptándolas o desechándolas, sin que den lugar a recurso alguno;
F).- En base a los datos reunidos, y fundamentalmente escuchando a los Ayuntamientos
de las localidades de que se tratase, o de dos personas en caso de que no existiera aquél, el
Ejecutivo se cercioraría del beneficio positivo o utilidad; así como también le competía recabar
todos los datos probatorios del justo valor de la propiedad, los daños y perjuicios que sufrirían
los propietarios del terreno a expropiar, con el objeto de establecer una indemnización
razonable y equitativa;
G).- Toda vez que se reunieran los elementos necesarios para fundamentar su juicio, el
Gobierno del Estado, pronunciaría resolución sucinta, si la obra solicitada se encontraba o no
dentro de las reconocidas como utilidad pública por esta ley;
H).- Si la resolución fuera negativa, daría fin al asunto, sin que se admitiera recurso
alguno;
I).- De ser positiva, se citará a todas las partes para buscar un arreglo amistoso para la
venta o traspaso de dicha propiedad. En caso de expropiación, esta ley reconocía sólo dos
partes: expropiado y expropiante. De lograr avenimiento, se procedería inmediatamente a
formalizar el contrato de venta, conforme a los dictados del Derecho Civil;
21
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J).- De no obtenerse avenimiento, el Ejecutivo decretaría la expropiación y consignaría
al juzgado de primera instancia del distrito que correspondiera, para el sólo procedimiento de
determinación sobre avalúo;
K).- Hecha la consignación, el Gobierno del Estado depositará en la Tesorería General
del mismo, la cantidad determinada como pago de expropiación y quedaría a disposición del
juzgado para que luego que se decida judicialmente sobre la inconformidad de los propietarios,
les fuese entregada. El depósito tendría efectos de previa indemnización, por lo cual el
Gobierno del Estado, ordenaría que se tomara posesión inmediata de la propiedad, por los
promoventes ido el expediente administrativo de utilidad pública. Si el Juzgado de Primera
Instancia, determina que el precio de la cosa expropiada es mayor que del depósito, los
promotores de la obra pagarán la diferencia al tenor del artículo 16 de ésta ley;
L).- Los términos y plazos establecidos en los trámites administrativos, serán los que
discrecionalmente fije el Gobernador;
M).- Cuando por cualquier motivo sea difícil la comparecencia de los propietarios del
bien sujeto a expropiación, entonces se entendería con quién realizare el pago de
contribuciones de la propiedad en cuestión. La duda de quién se diga propietario del bien, no
impide la realización de los trámites y, el depósito consignaría en su momento al legítimo
propietario entenderse con Gobierno del Estado; igual procedimiento se observaría, cuando la
cosa a expropiar sea materia de litigio judicial;
N).- Para la venta a que da origen la ejecución de la presente ley, quedaban autorizados
a enajenar sin autorización judicial, todos aquellos que tuvieran por ley impedimento para
enajenar bienes que administren, sin licencia o autorización judicial;
Ñ).- La posesión de la cosa expropiada, la haría efectiva, por todos sus medios el
Gobierno del Estado.
Sobre el procedimiento seguido ante el Juzgado de Primera Instancia, se establecía que,
una vez recibidos los documentos de consignación, se citaría a las partes para una junta dentro
de los tres días siguientes al de la última notificación; si en ésta no logra el juez el avenimiento,
se nombraría un perito por cada una de las partes, de rehusarse alguna de ellas, lo podría hacer
el juez en rebeldía de éstos, y otro por el juez para el caso de discordia; mismos que dentro de
los ocho días siguientes a su aceptación, presentarían al juzgado su opinión pericial, en cuanto
al valor y monto de la indemnización, así como las bases de sus fundamentaciones. El juez
deberá dictar su resolución dentro de las veinticuatro horas siguientes al día que reciba el
dictamen pericial.
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MC. Juan Manuel Rodríguez
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La sentencia del juez causaría ejecutoria, y se notificaría a las partes dentro de las
veinticuatro horas siguientes al día que fuere pronunciada, y no procedería más recurso contra
ella que el de responsabilidad, cohecho, soborno o cualquier otro que demuestre parcialidad;
imponiéndole sanción al juez de prisión de un mes a dos años, y multa de cien a mil pesos; igual
sanción serán acreedores los peritos.
6.9. Código Penal para el Estado de Zacatecas
Muy interesante, además de trascendente, resulta el presente Código; dado que desde
1872, no se había legislado un nuevo ordenamiento penal para Zacatecas18. Aunque cabe una
interrogante: ¿Qué se aplicó desde 1872 hasta 1935? y de seguir vigente el primero, con qué
sustento constitucional. La interrogante sigue en el aire.
El Código 19 Penal de 1936, especificaba figuras severas en materia de tumultos,
azonadas, levantamientos; lo cual nos habla de los efectos dejados por los numerosos
acontecimientos violentos en el país, y en el Estado, sobre todo por el más cercano que fue la
guerra cristera.
El objeto de éste Código, radica fundamentalmente en aplicarse dentro de los límites
territoriales del Estado de Zacatecas, para todos aquellos casos previstos por éste Código y que
constituyan un delito, dentro del fuero común y, cualesquiera que sea la residencia o
nacionalidad de los responsables. Ya sean iniciados o preparados, dentro o fuera del Estado,
cuando produzcan o se pretenda tengan efectos dentro del territorio de Zacatecas.
Determina que cuando se cometiera un delito distinto de los comprendidos en éste
Código, pero previsto por una ley especial, se aplicaría ésta, pero observando lo conducente
por el presente Código.
Define al delito: como el acto u omisión que sancionan las leyes penales. Los delitos
pueden ser: intencionales; no intencionales o de imprudencia. Entendiéndose por imprudencia
toda imprevisión, negligencia, impericia, falta de reflexión o de cuidado que cause igual daño
que un delito intencional.
El Código Penal adoptado por Zacatecas, data según decreto de 2 de diciembre de 1872. Imprenta de Nestor de
la Riva, ubicada en los bajos de la casa del Estado. El ejemplar original que poseo, fue publicado en 1873. El título
del citado documento es: Código Penal para el Distrito Federal y Territorio de la Baja-California
sobre delitos del fuero común, adoptado en el Estado Libre y Soberano de Zacatecas. Por Decreto
número 46 y para toda la república sobre delitos contra la Federación.
19
Promulgado por el Gobernador Constitucional del Estado de Zacatecas, General de División Matías Ramos,
mediante el decreto número 53 de fecha 31 de enero de 1936 y, publicado en el periódico oficial números: 10, 11,
12, 13, 14 y 15 de fechas: 1, 5, 8, 12, 15 y 19 de febrero de 1936. Ley que se encuentra en el Archivo de Legislación
Zacatecana, del Centro de Investigaciones Jurídicas núcleo de investigadores “Diódoro Batalla” de la
Universidad Autónoma de Zacatecas.
18
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La intencionalidad delictuosa se presume salvo prueba en contrario. La presunción de
un delito no se destruye, aunque el inculpado pruebe algunas de las siguientes circunstancias:
1.- Que no se propuso ofender a determinada persona, si tuvo en general intención de
causar daño;
2.- Que se propuso causar el daño que no resultó, sí éste fue consecuencia necesaria y
notoria del acto u omisión en que consistió el delito;
3.- Que creía que la Ley era injusta o moralmente lícito violarla;
4.- Considerar legítimo el fin que se propuso;
5.- Que erró sobre la persona o cosa en que quiso cometer el delito;
6.- Que obró con consentimiento del ofendido -con excepción de lo estipulado por el
artículo 97 de éste Código-.
La tentativa sería punible sólo cuando se ejecutaran hechos encaminados directa o
indirectamente a la realización de un delito, y siempre y cuando éste no se realizara por causas
ajenas a la voluntad del agente. Para la imposición de la pena correspondiente, el juez deberá
tomar en cuenta la temibilidad del autor y el grado a que se hubiera llegado en la ejecución del
delito. Serían responsables todos los que formaran parte en la concepción, preparación o
ejecución de un delito; prestando auxilio o cooperación de cualquier especie.
Serían responsables como autores de un delito:
A).- Los que lo conciben, resuelven cometerlo, lo preparan y ejecutan, por sí mismos o
por medio de otros, a quiénes compelen o inducen a delinquir, por los medios que sean;
B).- los que son la causa determinante del delito, aunque lo ejecuten por sí ni hayan
resuelto, ni preparado la ejecución y que se valgan de otros medios para que otros los cometan;
C).- Los que con carteles, discursos, circulares, manuscritos expresados en público,
estimulen a la multitud a cometer un delito determinado;
D).- Los que ejecuten materialmente el acto en que el delito quede consumado;
E).- Los que ejecuten hechos que sean la causa impulsiva del delito, o que se encaminen
directa e inmediatamente a su ejecución;
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MC. Juan Manuel Rodríguez
Valadez
F).- los que ejecuten hechos que aún y a primera vista parecen secundarios; por ser los
más peligrosos y requieren de mayor audacia en el agente;
G).- Los que teniendo por empleo o encargo el deber de impedir o castigar un delito, se
obliguen con el delincuente a no estorbarlo para que lo cometa o procurarle impunidad.
Se calificarían como cómplices:
I.II.III.IV.V.-
A los que ayudan a los autores de un delito, en los preparativos,
proporcionándoles, los instrumentos, armas u otros medios adecuados
para cometerlos; dando instrucción para éste fin;
Los que empleen la persuasión o existan las pasiones para provocar a otro
a cometer un delito;
Los que en la comisión de un delito toman parte de manera indirecta o
accesoria;
Los que ocultan cosas robadas, dan auxilio a los delincuentes, les
proporcionan la fuga, la impunidad como pacto anterior al delito;
Los que sin pactar con el delincuente, pero por su cargo o empleo impedir
un delito o castigarlo, no cumplen con ese deber.
El Código señalaba que los encubridores podrán ser de tres clases:
1.- Auxiliándolos para que se aprovechen de los instrumentos con que se comete el
delito o de las cosas que son objeto o efecto de él;
2.- Los que procuran por cualquier medio se averigüe el delito y por tanto, se descubra
a su (s) autor (es);
3.- Los que ocultan a los responsables o es su costumbre u obran por retribución dada
o prometida.
Son encubridores de segunda clase, los que adquirieran alguna cosa robada, aunque no
se les pruebe que tenían conocimiento de esa circunstancia; si ocurrieren a las dos siguientes:
que no se hubieran cerciorado que la persona que las vendía tenía derecho para hacerlo, y; que
de manera habitual se dedicaran a comprar cosas robadas, quién efectuara tres o más veces ese
tipo de compras.
Serán encubridores de tercera clase, los que teniendo por su empleo o cargo impedir o
castigar un delito, favorecen a los delincuentes sin previo acuerdo con ellos u ocultando a los
culpables.
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Valadez
Cuando varios delincuentes tomaren parte en un determinado delito, y alguno de ellos
cometiera uno distinto, sin previo acuerdo con los otros, todos serán responsables de la
comisión del nuevo delito; si concurrieren los siguientes requisitos:
*
*
*
*
Que el nuevo delito no sirva como medio adecuado para cometer el
principal;
Que aquél no sea una consecuencia necesaria o natural de éste;
Que no hayan sabido antes que se iba a cometer el nuevo delito, y;
Que no hayan estado presentes en la ejecución del nuevo delito; o que
habiendo estado haya hecho cuanto estaba de su parte por impedirlo.
Se considera como circunstancias excluyentes de responsabilidad penal:
*
*
*
Obrar el acusado impulsado por una fuerza física exterior irresistible;
Encontrarse el acusado al momento de cometer la infracción, en un estado de
inconsciencia de sus actos, determinado por el empleo accidental e involuntario
de substancias tóxicas, embriagantes o enervantes; o por un trastorno mental
involuntario de carácter patológico y transitorio;
Obrar el acusado en defensa de su persona, de su honor o de sus bienes; o de la
persona, honor o bienes de otro, repeliendo una agresión actual, violenta sin
derecho y de cual resulte un peligro inminente. A no ser que se demuestre: qué
el agredido provocó la agresión, dando causa inmediata y suficiente para ello;
qué pudo prever la agresión y poderla evadir y/o hacerle frente por otros
medios legales; que no hubo necesidad racional del medio empleado en la
defensa y; que el daño que iba a hacerle el agresor, eran fácilmente reparables
por medios legales o eran notoriamente de poca importancia, comparado con
el que causó la defensa.
Se presumirá la legítima defensa, respecto de aquél que durante la noche
rechazase, en el momento mismo de estarse verificando el escalamiento o
fractura de los cercados, paredes o entradas a su casa o departamento
habitado o de sus dependencias, cualquiera que sea el daño causado al agresor.
Igualmente presunción favorecerá al que causase cualquier daño a quién
encontrase dentro de su hogar, en la casa donde se encuentre su familia,
aunque no sea su hogar habitual; en el local donde se encuentren sus bienes
o ajenos -siempre que tenga obligación de defender-; siempre que esto suceda
de noche y el intruso ejerza violencia sobre las personas o cosas que en tal sitio
se encuentren.
26
*
*
*
*
*
*
*
MC. Juan Manuel Rodríguez
Valadez
El miedo grave o temor fundado e irresistible de un mal inminente y grave en la
persona del contraventor o la necesidad de salvar su propia persona o sus
bienes o la persona o bienes de otro, de un peligro real, grave e inminente,
siempre que no exista otro medio practicable y menos perjudicial. No se
considerará que obre en estado de necesidad, aquel por empleo o encargo tenga
deber legal de sufrir el peligro;
Obrar en cumplimiento de un deber o en el ejercicio de un derecho consignado
en la ley;
Ejecutar un hecho que no es delictuoso sino por circunstancias del ofendido, si
el acusado las ignoraba inculpablemente al tiempo de obrar;
Obedecer a un superior legítimo en el orden jerárquico, aún cuando su mandato
constituya un delito, si ésta circunstancia no es notoria, ni se prueba que el
acusado la conocía;
Contravenir lo dispuesto en una nueva ley penal, dejando de hacer lo que
dispone, por un impedimento legítimo;
Ocultar al responsable de un delito o los efectos, objetos e instrumentos del
mismo, o impedir que se averigüe; cuando no se hiciera por un interés bastardo
(sic) y no se emplease algún medio delictuoso, siempre que se trate de: los
ascendientes y descendientes consanguíneos o afines; el cónyuge o parientes
colaterales hasta el cuarto grado y por afinidad hasta el segundo, y; los que estén
ligados con el delincuente, por amor, respeto, gratitud o estrecha amistad;
Causar daño por mero accidente, sin intensión ni imprudencia alguna,
ejecutando un hecho lícito con todas las precauciones debidas.
El capítulo V, aborda sobre la figura de la acumulación expresando, que existirá ésta
cuando una persona es juzgada a la vez por varios delitos ejecutados en actos distintos, si no se
ha dictado antes sentencia irrevocable y la acción para perseguirlos no está prescrita. La
reincidencia entendida en el capítulo VI, será para éste Código, cuando una persona que haya
sido condenado por cualquier tribunal de la república o del extranjero comete un nuevo delito,
si no ha transcurrido, desde el cumplimiento de la condena, o desde el indulto de la misma, un
término igual al de la prescripción de la pena; para que pueda ser tomada en cuenta la pena
impuesta por tribunal extranjero, se requiere que a su vez, el motivo de la pena también sea
sancionado por nuestras leyes.
El título segundo y concretamente en el capítulo I, se establecen las penas y medidas de
seguridad; se dice que son: prisión; relegación; reclusión de locos, sordomudos, degenerados
o toxicómanos; prohibición de ir a lugar determinado; sanción; confinamiento; pérdida de los
instrumentos del delito; confiscación o destrucción de cosas peligrosas o nocivas;
amonestación; apercibimiento; caución de no ofender; suspensión o privación de derechos;
destitución o suspensión de funciones o empleo; publicación especial de sentencia; vigilancia
de policía; sanciones para menores y; las demás que fijen las leyes.
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MC. Juan Manuel Rodríguez
Valadez
Define que la prisión, podrá ser de tres días a veinte años en los lugares establecidos;
aclarando que los procesados o sujetos a prisión preventiva y los reos políticos, serán recluidos
en establecimientos especiales.
La relegación, será aplicada a aquellos delincuentes reincidentes o habituales, en
colonias específicas que establezca las autoridades. El confinamiento, consistirá en la
obligación de residir en determinado lugar y no salir de él.
Sanción pecuniaria, consistirá en la multa y la reparación del daño. La reparación del
daño que debe ser realizada por el delincuente, tiene carácter de pena pública, pero cuando se
tenga que exigir a terceros adoptará el carácter de responsabilidad civil; así mismo, la reparación
del daño es pormenorizada y comprende: la restitución de la cosa obtenida por el delito y, de
no ser posible el pago del precio de la misma y; la indemnización del daño material y moral
causado a la víctima o a su familia. El pago de la multa será efectiva, de no hacerlo o realizar el
pago parcial, el juez determinará la substitución de la misma con prisión.
La pérdida de los instrumentos del delito, se dice que serán decomisados si son objetos
prohibidos y, los lícitos sólo serán decomisados cuando así se condene y; si son de tercero, sólo
serán decomisados cuando éste haya tenido conocimiento del empleo a los mismos. La
amonestación, consiste, en la advertencia que el juez dirige al acusado, donde le hace ver las
consecuencias del delito que cometió y lo exhorta a que no reincida, so pena de una mayor
sanción. El apercibimiento, es la conminación que hace el juez a una persona, de quién se
teme con fundamento está en disposición de cometer algún delito y; cuando el juez estime que
no es suficiente el apercibimiento, exigirá el acusado una caución de no ofender. La suspensión
de derechos podrá ser de dos clases: la que por ministerio de ley resulta de una sanción como
consecuencia necesaria de ésta y; la que por sentencia formal se impone como sanción.
La publicación especial de la sentencia, consiste en la inserción total o parcial de ella, en
uno o más periódicos que circulen en la localidad, a petición del delincuente o del ofendido. Si
el delito por el que se impuso la publicación de sentencia, fue cometido por medio de la prensa,
además de la publicación se haría también en el periódico oficial empleado para cometer el
ilícito, en el mismo lugar, tinta, tipo de letra y espacio.
La aplicación de las sanciones, será dentro de los límites fijados por la ley, los jueces y
tribunales aplicarán las sanciones establecidas para cada delito, tomando en cuenta las
circunstancias exteriores de ejecución y las particulares del delincuente.
Los delitos de imprudencia se castigarán con sanción de un décimo a tres cuartas partes
de la que se correspondería si el delito fuere intencional y suspensión de derechos según se trate
de la gravedad del delito. Los responsables de tentativas punibles, serían acreedores hasta de
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MC. Juan Manuel Rodríguez
Valadez
las dos terceras partes de la sanción que debiera imponérseles si el delito se hubiera
consumado.
La reclusión para los enfermos mentales y sordomudos, que hayan ejecutado o incurrido
en omisiones definidas como delitos serían recluidos en manicomios o en departamentos
especiales, por todo el tiempo de su curación y con autorización del facultativo a un régimen
de trabajo.
La ejecución de las sentencias, le competería al Ejecutivo del Estado. El gobierno
organizaría las cárceles, colonias, penitenciarías, presidios y establecimientos especiales, donde
habrían de cumplirse las detenciones preventivas y las sanciones y medios de seguridad
preventivas de libertad, sobre la base del trabajo como medio de regeneración, procurando la
industrialización de aquellas, y el desarrollo del espíritu de cooperación entre los detenidos. Del
producto de su trabajo, los detenidos, deberían de aportar recursos para su sostenimiento y el
restante, un cuarenta por ciento, para el pago de la recuperación del daño, un treinta por ciento
para su familia, y otro treinta por ciento, como fondo de reserva.
El condenado a sanción privativa de libertad por más de dos años y, habiendo cumplido
los dos tercios de su condena y hubiese observado buena conducta, podrá obtener su libertad
por resoluciones del ejecutivo.
La condena condicional suspende la ejecución de la sanción impuesta, si: media petición
de parte y las sanciones no exceden de dos años; además de que: sea primera vez que delinque;
que haya entonces haya observado buena conducta y no haya sido procesado anteriormente;
que tenga modo honesto de vivir y que otorgue la fianza que le establezca el juez.
En el Título V, se contempla la amnistía, como aquella que extingue la acción penal y las
sanciones impuestas, excepto la reparación del daño. El perdón o consentimiento del ofendido
extingue la acción penal, siempre que el delito, no se pueda perseguir sin previa querella y que
el perdón sea otorgado antes de que el Ministerio Público formule sus conclusiones.
El indulto, sólo podría otorgarse a aquellos que sufrieran sanción en sentencia
irrevocable. Se otorgaría a aquellos reos que hubiesen prestado importantes servicios a la
nación o al estado; en los delitos del orden común y en los de orden político, quedaría a
discreción del ejecutivo otorgarlo.
La rehabilitación tenía por fin reintegrar al condenado en los derechos civiles, políticos
o de familia que había perdido, en virtud de sentencia dictada en proceso o en cuyo ejercicio
estuviese en suspenso. También se estableció la figura de la prescripción, como la acción
personal mediante la cual bastaría el simple transcurso del tiempo para que quedase sin efecto
la acción penal.
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MC. Juan Manuel Rodríguez
Valadez
Sobre los menores infractores, se dice que éstos no tendrían más sanción penal que el
pago de las reparaciones del daño que ocasionaren; los mayores de nueve años y menores de
catorce, que delinquen con discernimiento, quedan sujetos a las prevenciones de este Código,
y a excepción como ya se dijo de la reparación íntegra del daño, la sanción se aplicaría desde la
tercera parte hasta la mitad de las que correspondan si fuesen mayores de edad. Debería existir
un departamento especial para su reclusión.
Los mayores de catorce y menores de diez y ocho años, sufrirán de la mitad a dos tercios
de las sanciones. Todo menor de catorce años que delinque por vagancia o mendicidad, será
recluido en establecimientos educacionales, hasta que sus padres o algún pariente otorguen en
su favor la fianza correspondiente, y se comprometan a su educación y le busquen un trabajo.
La conspiración, sería aquella cuando dos o más personas resuelvan de conocimiento
cometer algún delito de los que se establecen en los capítulos II y III de éste título; serán
acreedores a una sanción de un año de presión y multa hasta de un mil pesos. La sedición, será
aquella que se comete por personas que no son militares en activo y que se alzan contra el
gobierno del Estado, para: abolir la Constitución del Estado; impedir las elecciones de los
supremos poderes del Estado o la reunión del Congreso o del Supremo Tribunal o coartar sus
deliberaciones; separa al gobernador de sus funciones; sustraer la obediencia al gobierno a
alguna población o fuerza pública; usurpar o despojar de sus funciones a alguno de los poderes.
Imponiéndoseles una sanción de uno a seis años de prisión y multa de cien a dos mil pesos y,
privación de derechos políticos hasta por cinco años.
También se establece la figura de la asonada y otros desordenes públicos; definiendo
que, son responsables de asonada los que reunidos tumultariamente, pero sin armas, atacan a
las autoridades para impedirles el libre ejercicio de sus funciones; castigándose de dos meses a
dos años de prisión. Son reos de motín, los que para hacer uso de un derecho, se reúnen
tumultariamente, castigándose con prisión de tres a treinta días y multa de cinco a cincuenta
pesos. Considerándose como políticos todos los delitos considerados en este apartado.
Por otra parte el Código, en cuestión, consigna los delitos contra la seguridad pública;
que entre otros considera a la evasión de presos, el quebrantamiento de sanciones, las armas
prohibidas -y en éstas, los puñales, verduguillos, los boxeos (sic), aparatos explosivos, hondas,
correas con balas, pesas o puntas, gases tóxicos; inclusive las sanciones son por demás severas:
a quién porte una arma prohibida se le aplicará de seis meses a un año de prisión o multa de
diez a mil pesos o ambas a juicio del juez- y, asociaciones delictuosas.
Los delitos contra la autoridad: desobediencia y resistencia de particulares, oposición a
la ejecución de alguna obra o trabajo público, quebrantamiento de sellos, delitos cometidos
contra funcionarios públicos.
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Valadez
Entre los delitos considerados contra la moral pública o a las buenas costumbres, se
mencionan: la corrupción de menores y el lenocinio. Se establece la figura de provocación de
un delito o apología de éste o de algún vicio, contemplándose a la revelación de secretos.
También se aborda, lo relativo a las responsabilidades de los funcionarios públicos,
tipificándose: el ejercicio indebido o abandono de funciones públicas, abuso de autoridad,
coalición de funcionarios, el cohecho y, el peculado y concusión. Igualmente se establecen los
delitos en que puedan incurrir los funcionarios judiciales en la administración de justicia;
expresándose un apartado de delitos cometidos en la administración de justicia.
Consecuentemente se abordan las responsabilidades médicas y técnicas con una excelente
prescripción, descripción y sanciones correspondientes para los profesionistas de la medicina.
Se castigaba la vagancia y malvivencia, determinando sanción de tres meses a un año de
relegación a los que: no se dedicaran a un trabajo honesto sin causa justificada, los identificados
como delincuentes habituales o peligrosos en contra de la propiedad o explotadores de
prostitutas, traficantes de drogas prohibidas, toxicómanos o ebrios habituales, tahúr o mendigo
simulador o sin licencia.
Sobre los delitos sexuales, se dice que el cometa sin consentimiento de una persona
púber o impúber o con consentimiento de ésta última, ejecute con ella un acto erótico sexual
sin llegar a la cópula se le aplicará una sanción de tres días a seis meses de prisión y multa de
cinco a cincuenta pesos; si hiciese uso de violencia física o moral, la pena será de seis meses a
cuatro años de prisión y multa de cincuenta a mil pesos. El delito de atentados contra el pudor,
sólo sería castigado cuando haya sido consumado. Por su parte el estupro, es penado con un
mes a tres años de prisión y multa de quinientos a mil pesos, teniendo como principio el ser
delitos que se persiguían a petición de parte. También se entiende dentro de los delitos sexuales
al rapto, el incesto y el adulterio.
Se sanciona y reconoce como delito, los cometidos contra el estado civil, así como la
bigamia. Se legisla igualmente contra la violación de las leyes sobre inhumación y exhumación
de cadáveres. Se reconocen los delitos contra la paz y seguridad de las personas, teniendo como
único enunciado al allanamiento de morada y al asalto.
En cuanto a los delitos contra la vida y la integridad corporal se tienen a: las lesiones con
sus respectivos grados, el homicidio, el parricidio, el infanticidio —como la muerte causada a
un niño dentro de las setenta y dos horas de su nacimiento por alguno de sus ascendientes
consanguíneos; castigándose de seis a diez años de prisión. Admitiéndose expresamente el
infanticidio honoris causa—, el aborto —incluye el honoris causa y terapéutico; así como se
establece que el aborto de un producto por causa de violación se sanciona e tres días a un
año— y, abandono de personas.
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Dentro de los delitos contra el honor, tenemos: golpes y otras violencias físicas simples,
la injuria y la difamación y, la calumnia. Se previene y castiga, por éste Código, la privación ilegal
de libertad y otras garantías. En los delitos contra las personas y su patrimonio tenemos: al
robo, el abuso de confianza y el fraude, los delitos cometidos por los comerciantes, el despojo
de inmuebles o aguas y, por último, los daños en propiedad ajena.
2.9. Código de Procedimientos Penales
para el Estado de Zacatecas
En relación con el Código sustantivo, se crea también el presente adjetivo20; con las
tendencias y matices ya establecidos al abordar el análisis del Código Penal. Tenía por objeto,
hacer que los tribunales penales del Estado declaren en la forma y términos que ésta ley prevé,
cuando hecho ejecutado en ésta entidad o que produzca o pueda producir efectos en la misma,
si es delito o no; así mismo declarar la responsabilidad e irresponsabilidad de las personas
acusadas ante ellos; aplicar las sanciones que se señalen por ésta ley.
Declara que el procedimiento penal del Estado tiene cuatro períodos: el de
averiguación previa a la consignación ante los tribunales: conteniendo expresamente los
actos realizados por el Ministerio Público para resolver el ejercicio o no de la acción penal; el
de instrucción: que comprende las diligencias practicadas practicadas por los tribunales con
el fin de averiguar la existencia de los delitos, las circunstancias en que se hubiesen cometido y
la responsabilidad e irresponsabilidad de los inculpados; el de juicio: durante el cual el
Ministerio Público precisa su acusación y el acusado su defensa ante los tribunales, quienes
valorarán las pruebas y dictarán sentencia; el de ejecución: que comprende desde el momento
en que la sentencia causa ejecutoria, hasta la extinción de las sanciones aplicadas.
Dentro del período de averiguación previa, la policía judicial del Estado deberá: recibir
las denuncias y querellas de los particulares o de cualquier otra autoridad, sobre hechos que
puedan constituir un delito; practicar la averiguación previa; buscar las pruebas existentes de los
delitos y la responsabilidad de quienes hubiesen participado; ejercitar la acción penal.
Sería exclusivo de los tribunales los períodos de instrucción y juicio, correspondientes
a la determinación de si un acto o un hecho es o no delito, determinar la responsabilidad e
irresponsabilidad de las personas acusadas e imponer las sanciones que correspondan.
Este Código fue promulgado por el General de División y Gobernador Constitucional del Estado de Zacatecas
Matías Ramos, mediante decreto número 92, publicado en el periódico oficial de números: 49, 50, 51 y 52 de
fecha 17, 20, 24 y 27 de junio; así los periódicos oficiales números: 53, 54,55, 56, 57, 58, 59, 60 y 61 de fechas: 1, 4,
8, 11, 15, 18, 22, 25 y 29 de julio; también los periódicos oficiales de número: 62 y 63, de fechas 1 y 5 de agosto,
todos del año de 1936. Se integró por un total de 695 artículos de los cuales cinco tienen carácter de transitorios.
Expresamente deroga al Código de Procedimientos Penales de tres de julio de 1903. Ley que se encuentra en el
Archivo de Legislación Zacatecana, del Centro de Investigaciones Jurídicas núcleo de investigadores “Diódoro
Batalla” de la Universidad Autónoma de Zacatecas.
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Valadez
Le compete al ejecutivo del estado, la ejecución de las sentencias hasta que se extingan
las sanciones aplicadas, y al Ministerio Público, el cuidado debido de cumplimiento de las
mismas.
La policía judicial, tendría por objeto la investigación de los delitos, reunión de pruebas
y descubrimiento de los autores, cómplices y encubridores. Estarían bajo las órdenes del
Ministerio Público, y se ejercería por: los agentes de policía y comisiones de seguridad;
presidentes municipales; jefes de las fuerzas de seguridad pública y por los jefes superiores de
policía y comisarios del cuartel.
Sobre la competencia y jurisdicción de los tribunales, se determinó que el Supremo
Tribunal de Justicia y los demás funcionarios del orden judicial, conocerán de los negocios que
les determine la Ley Orgánica de los tribunales del Estado y los que enumere el presente
Código.
Los jueces municipales formarían las primeras diligencias en causas criminales, en
aquellos casos que correspondieran a los juzgados de primera instancia, cuando éstos no
residan en el lugar donde se cometa el ilícito; también los jueces municipales podrían
desempeñar el cargo de jueces de primera instancia, en los casos de separación temporal o
definitiva de estos funcionarios, previa orden del Supremo Tribunal.
Se establece que en materia penal, no cabe prórroga ni renuncia de jurisdicción. Sería
competente el juez del lugar donde se cometa el ilícito; salvo determinación en contrario. Sólo
cuando por la gravedad del delito y falta de juez letrado en el distrito judicial, el Supremo
Tribunal designaría al juez que debiera conocer de ello.
Las cuestiones de competencia se pueden promover con audiencia del M.P. por
inhibitoria y declinatoria; la inhibitoria se intentará ante el juez o tribunal que se considere
competente y haga las declaraciones pertinentes; la declinatoria, que no podrá interponerse en
el período de instrucción, se interpondrá ante el juez o tribunal que se considere incompetente.
Sobre las formalidades judiciales, se establecía que no se practicarían más diligencias que
las conducentes a la averiguación de los hechos relativos al proceso; pudiendo actuar los jueces
de noche o en los días feriados, cuando así lo exijiera el caso. Se prohibían los tormentos, la
coacción y apremio alguno para obligar a los acusados y testigos a declarar.
Cuando el inculpado, ofendido, testigos o peritos no hablen el idioma castellano, se les
nombraría de oficio uno o más intérpretes mayores de edad, quienes deberían de traducir
fielmente las preguntas y respuestas de éstos; las partes tendrían derecho a recusar un
intérprete; los testigos no podrían ser intérpretes. Si el inculpado, ofendido o algún testigo fuera
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Valadez
sordomudo, se le nombraría una persona que pudiera comprenderlo, siempre que fuese mayor
de catorce años.
Los tribunales y jueces tendrían deber de que se mantuviera el buen orden y exigir que
se les guarde, tanto a ellos como a las demás autoridades, respeto y consideración debidos.
Los tribunales y jueces para hacer cumplir sus determinaciones, podrían emplear los
siguientes medios de apremio: multa de cinco hasta cien pesos; prisión hasta por quince días;
y si fuere insuficiente el apremio, se procedería contra el rebelde por el delito de desobediencia.
Los exhortos y requisitorias, quedan establecidos en este Código; exhortos cuando
tengan que realizar diligencias fuera del lugar del juicio y, cuando se dirijan a funcionarios de
igual o superior grado; y, requisitorias cuando se dirija a uno inferior. Los cateos, se generarían
cuando en la práctica de diligencias necesarias se solicitere por el MP, los cuales serían
practicados por el tribunal, el secretario o actuario del mismo; si lo solicitó el MP podría asistir
a la diligencia.
Los términos que se señalan en éste Código para la realización de los actos procesales,
serían improrrogables, y empezarían a correr el día siguiente al de la fecha de la notificación,
con excepción de los que expresamente se señalare otro. Las citaciones o emplazamientos
podrían hacerse verbalmente o por cédula, telégrafo anotándose en cualquiera de esos casos la
constancia respectiva en el expediente.
Las resoluciones judiciales se clasificaban, como: decretos, sentencias y autos. Decretos,
si se referían a simples determinaciones de trámite. Sentencias, si terminaban la instancia y
resuelvían el asunto principal controvertido. Autos, en cualquier otro caso.
Sobre las notificaciones, estas se harían a más tardar dentro de los tres días siguientes, en
el que se dicten las resoluciones que las motiven. La averiguación previa, iniciaba el
procedimiento; establecía las reglas para la práctica de las diligencias y levantamiento de actas
de la policía judicial, y sobre la consignación ante los tribunales.
En el título cuarto se aborda sobre el ejercicio de la acción penal, a manos del Ministerio
Público. El título quinto, por su parte regulará lo concerniente al período de instrucción: sus
reglas generales; la declaración preparatoria del inculpado y el nombramiento del defensor; el
auto de sujeción a proceso y de libertad por falta de méritos para procesar.
El título sexto abordó las disposiciones comunes a la averiguación previa y la
instrucción, comprendiendo: la comprobación del cuerpo del delito; huellas de delito y
aseguramiento de los instrumentos y objetos del mismo; sobre la atención médica a los
lesionados por acto delictuoso y; aseguramiento del inculpado.
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El título séptimo, por su parte aborda los elementos concernientes a la prueba.
Reconociéndose como medios de prueba: confesión, documentos públicos y privados,
dictámenes periciales, reconocimiento o inspección judicial, testigos, fotografías y demás, fama
pública y, presunciones. También lo integran la inspección judicial y reconstrucción; los
peritos; los testigos; las confrontaciones, los careos; valor jurídico de las pruebas.
El sobreseimiento, es la materia abordada por el capítulo único del título noveno. Se
expresa que procede, entre otras: cuando el procurador de justicia confirme o formule
conclusiones no acusatorias; cuando se desista el M.P. de la acción penal intentada; cuando
aparezca la responsabilidad penal extinguida; cuando no se dicte auto de formal prisión o
sujeción a proceso y aparezca que el acto que motiva la averiguación no es delictuoso; cuando
se decrete la libertad por desvanecimiento de datos.
Del procedimiento ante los juzgados de primera instancia, se refiere el título décimo;
sobre el procedimiento del jurado popular; aclaración de sentencia y; sentencias irrevocables.
La materia de recursos se ubica en el título décimo primero, integrándose la apelación y
la denegada apelación. Los incidentes, son contemplados en título décimo tercero con:
incidentes de libertad: libertad provisional bajo caución, libertad provisional bajo protesta,
libertad por desvanecimiento de datos; incidentes diversos: impedimentos, recusaciones,
suspensión del procedimiento, acumulación de autos, separación de procesos; incidentes de
responsabilidad civil, incidentes no especificados.
Sobre el procedimiento relativo a enfermos mentales, se le regulaba en el título décimo
tercero; la ejecución de sentencias y visitas en el siguiente título, comprendiendo: ejecución de
sentencias; visitas judiciales, visitas administrativas; condena condicional; libertad preparatoria;
retención; conmutación y reducción de sanciones y cesación de sus efectos; el indulto y la
rehabilitación.
2.11. Ley que reglamenta la apertura y cierre de los
establecimientos comerciales de la ciudad de Zacatecas
La finalidad de esta ley21, era reglamentar la apertura y cierre de los establecimientos
comerciales; así como, en función de su especificidad qué tipos de rótulos deberían de llevar.
Los comerciantes que infrinjan estas disposiciones, serán multados, los cuales acudirán a
cubrir dichas multas a la tesorería municipal; cuyo monto será aplicado discrecionalmente
Siendo gobernador del Estado el General de Brigada J. Félix Bañuelos, promulgó la presente ley, mediante
decreto número 145, de fecha 3 de diciembre de 1936. Ley que se encuentra en el Archivo de Legislación
Zacatecana, del Centro de Investigaciones Jurídicas núcleo de investigadores “Diódoro Batalla” de la
Universidad Autónoma de Zacatecas.
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por la presidencia municipal dentro de las facultades que a la misma conceden las leyes. Se
hace una clasificación de los locales, según su ubicación en avenidas principales y aledañas;
y el horario que deberían respetar. Se estructuró por 12 artículos, de los que tres, tuvieron
carácter de transitorios.
2.12. Ley sobre bebidas alcohólicas y reglamento de la misma
El objeto de regulación de esta ley22, era la venta de bebidas embriagantes en almacenes,
depósitos, cantinas, expendios de cerveza, pulquerías y tiendas de abarrotes. Estipulaba
expresamente, que todos los expendios mencionados deberían de contar con licencia del
ejecutivo, así como con el certificado expedido por la autoridad sanitaria, y con el pago de los
impuestos que estipulara la ley.
La Ley sobre Bebidas Alcohólicas, cuenta con un total de 24 artículos, de los cuales dos
tienen carácter de transitorios; así mismo, de manera categórica, derogaba a los artículos del 17
al 27 e inclusive del 31 y 36 del decreto número 80, de fecha 17 de mayo de 1934, que creó en
el Estado el Servicio al Alcoholismo, como todas las demás leyes que se le opusieran.
El reglamento de la Ley de Bebidas Alcohólicas, se integró en este texto, y contiene un
total de 26 artículos, donde tres tuvieron carácter transitorio.
Regulaba todo lo relativo a la venta, consumo y obtención de licencias para tener
expendios de bebidas embriagantes; se prohibía de manera enérgica el consumo en el interior
de los expendios y tiendas de abarrotes. Así como también, los juegos de billar en las cantinas.
En lo referente a pulquerías, no podrían vender otro producto que no fuese el pulque,
sujetándose a lo dispuesto en el apartado de ésta, en materia de cantinas. Este reglamento
precisa, prohibición para el acceso a cantinas y pulquerías a mujeres, menores de edad y
militares uniformados.
Señalaba como causales para la suspensión de la licencia respectiva: cuando se atacara el
orden público, la moral y buenas costumbres; previa justificación de dicha causa, y previo
derecho de audiencia otorgado al interesado. Dentro de los requisitos para obtener la licencia,
tenemos entre otros: solicitarla a la oficina de rentas del Estado o a aquella cuya jurisdicción
corresponda, presentando el certificado que establecía el Código Sanitario.
La ley precisaba en cuanto a las personas, que por ningún motivo, podrían ser
propietarias, administradores ni dependientes específicas de cantinas y pulquerías, a los:
Promulgada por el General de Brigada y Gobernador Constitucional del Estado de Zacatecas J. Félix Bañuelos,
mediante el decreto número 167 y publicada en el periódico oficial de número 101 de fecha 16 de diciembre de
1936. Ley que se encuentra en el Archivo de Legislación Zacatecana, del Centro de Investigaciones Jurídicas
núcleo de investigadores “Diódoro Batalla” de la Universidad Autónoma de Zacatecas.
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MC. Juan Manuel Rodríguez
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funcionarios públicos en todos sus niveles, menores o incapacitados, mujeres, individuos que
hubieran sido condenados por delitos de sangre, y contra la propiedad. Las cantinas sólo
podrían establecerse en los lugares establecidos por esta ley. Se entiende por expendios de
cerveza: establecimientos que se dediquen a la venta exclusiva de ella o de la misma y, en los
que por ningún motivo podrían expender otra clase de bebidas alcohólicas.
Se autorizaba el establecimiento de expendios de cerveza en los hoteles, restaurantes,
fondas, cenadurías y casas de asignación.
Para el debido cumplimiento de las disposiciones contenidas en la presente, se
establecían inspectores de alcoholes, los cuales podrían practicar visitas de inspección en
establecimientos, bodegas, casas particulares cuando sospecharan el comercio clandestino,
acompañado de la orden judicial respectiva.
El comercio de bebidas embriagantes, estaría sujeto al horario que determinara el
reglamento. Las personas que comerciran sin la debida licencia, serían acreedores a una multa
de veinticinco a quinientos pesos, y/o prisión de 15 a 30 días, y el decomiso de las bebidas.
Por ministerio expreso de esta ley, se concedía a los municipios una participación del
30% sobre del importe líquido del entero de las multas que impusieran las oficinas de rentas,
por las infracciones a la presente y reglamento.
2.13. Ley de Ganadería del Estado de Zacatecas
La actividad más seria y trascendente, hasta nuestros días, ha sido la protección de la
actividad ganadera como fuente de impulso y desarrollo económico; Zacatecas se ha
distinguido por tal actividad y representa ésta ley, en un marco socioeconómico, la prueba más
fehaciente que el grupo hegemónico ganadero del Estado, logró que sus intereses fueran
elevados a la categoría de ley; afecta desde luego la propiedad de la tierra; determina
apropiación de terrenos según la cantidad de cabezas de ganado y especifica como condición
del reparto de terrenos de agostaderos la calidad de los terrenos. En fin, representa la tendencia
del desarrollo económico por la vía de empresas ganaderas en el Estado. Aún más, en la
actualidad existe el delito de abigeato, que no representa otra cosa, que un robo calificado por
substracción de ganado.
Tenía por objeto23, regular todo lo relativo a la ganadería: propiedad del ganado, forma
de marcaje, matriculas municipales de dueños de ganado, procedimientos de registro de fierros
de herrar o patentes, sanciones y multas a sus infractores, impuestos por registros de patentes:
Siendo Diputado y Gobernador Interino el C. Antonio Ramírez, promulgó mediante el decreto número 13 y
publicó en el periódico oficial número 96 de fecha 1 de diciembre de 1937, la presente Ley de Ganadería. Ley que se
encuentra en el Archivo de Legislación Zacatecana, del Centro de Investigaciones Jurídicas núcleo de
investigadores “Diódoro Batalla” de la Universidad Autónoma de Zacatecas.
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de venta, propiedad y de sangre, sobre las juntas de ganaderos y su organización, bienes
mostrencos. Conforme al Código Civil de la época, las crías de los animales pertenecen al
dueño de la madre, y no al del padre, excepto convenio en contrario.
Los animales que se encuentraren sin herrar o marca, en las tierras o propiedades se
presumían que son del dueño de éstas, mientras no se probare lo contrario, y salvo las
siguientes excepciones: que el dueño de que se trate no tuviera semovientes de esa especie; que
no hubiesen pasado dos años desde que empezó a tenerlo, ni diez desde que dejó de herrar.
Los dueños de ganado mayor, para marcar sus semovientes, lo harían de la manera
siguiente: fierro criador que justifique la propiedad y que se aplicaría al ganado del primero al
segundo año de su nacimiento o al adquirirlo; sin perjuicio de que en el primer caso se realizase
marca de sangre, que también es obligatoria; fierro o marca de venta; los fierros mencionados
tendrían un tamaño de diez centímetros, aplicándose el de propiedad en la palomilla y el venta
en el codillo. Para el caso del ganado menor, deberían de llevar señal o marca de sangre.
Las secretarías de los Ayuntamientos deberían llevar un libro de matrículas de dueños
de ganado, en los que se expresarían los pormenores, tipos y símbolos de sus herrajes; no
pudiendo registrarse figuras de herrar iguales. Los interesados pagarían por el registro 25 pesos
por la expedición de patente. Los fierros marcas, no registrados no surtirían efectos legales. Por
lo tanto, estarían obligados los Ayuntamientos a formar planillas que contuvieran el nombre de
los criadores de animales, el de la finca donde se encuentrare el ganado, copia de los fierros de
propiedad, y marca, y descripción de los señales.
El robo de ganado será castigado con una pena de tres a diez años de prisión, según el
decreto de número 90 de dos de junio de 1938. Toda persona que venda ganado demostrar
fehacientemente la propiedad de lo que ofrece.
Acerca de las operaciones de corridas y recogidas, se establecía, que el que fuere criador
y dueño exclusivo o único poseedor legítimo de terrenos, podía hacer libremente en éstos
corridas y recogidas de ganado cuando le pareciera, previo aviso a las autoridad política
correspondiente. En caso de encontrar animales de marca desconocida, avisarían a su dueño,
cobrandose tres centavos diarios por cada animal; y de no recogerlos, dentro del término de 15
días serían consignados ante la autoridad municipal, para que se declarasen mostrencos.
Sobre la matanza de ganado y venta de carne, quedó establecido, que nadie podía matar
reses sino en los rastros públicos, y para hacerlo, se debería justificar previamente su
procedencia. Quienes no lo hiciesen y fuesen sus propietarios, serían acreedores a una multa
de 5 pesos y 25 si no lo fuere, pudiéndose ejercitar en su caso acción penal. Para la curtiduría
y venta de pieles, se establecía que todos los dueños de este tipo de empresas, deberían tener
un libro en el que constare el nombre del vendedor o persona que mandase curtir la piel.
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Serían considerados como responsables de delito de robo de ganado, los que trasherren
el ganado de cualquier clase, y los que, teniéndolo en su poder no justificaren haberlo obtenido
legalmente, ignorando esta circunstancia; dichos animales serían declarados mostrencos,
precediéndose en consecuencia.
Todos los conflictos de carácter civil, que se generen con motivo de la aplicación de la
presente ley, serían ventilados en juicio sumario. En cada municipio se establecería una Junta
de Ganaderos, que se integraría por cuatro ganaderos propietarios de ganado en el municipio
e igual número de suplentes, y un Inspector, electotos de entra la mayoría de ganaderos en cada
municipio. En la capital del Estado se erigiría una Junta Central de Ganaderos, que estaría
presidida por el Gobernador del Estado.
Para ser miembro de la Junta Directiva Ganadera se requería: ser propietario de más de
diez cabezas de ganado mayor, más de cincuenta del ganado menor; saber leer, escribir, ser
ciudadano mexicano en pleno ejercicio de sus derechos, y no haber sido condenado en juicio
legal por delito infamante.
Las Juntas de Ganaderos, tendrían obligaciones específicas, que entre otras: cuidar los
intereses de sus representados; dar aviso al Inspector de ganados, con copia al gobernador, de
las enfermedades que padecieran los ganados de los municipios, y declarar cuarentena en la
zona afectada. Derogaba todas las disposiciones y leyes que se le opusieran; así mismo,
otorgaba término de noventa días para que el ejecutivo, realizara un reglamento sobre las Juntas
de que habla la presente ley.
2.14. Ley de organización y competencia
de los Tribunales del Estado
Para efectos de consolidar la presencia y rectoría del Estado, requería de determinar el
ejercicio de la ley, aplicarla y expresar mecanismos de distribución de competencias en la
ministración de justicia.
Tenía por finalidad24, delimitar las facultades que le corresponden al Poder Judicial del
Estado, a sus órganos que lo integraban: Supremo Tribunal de Justicia, Jueces de Primera
Instancia, Jurados Populares en materia de delitos de imprenta, y Jueces Municipales. El
Ley promulgada por el General de Brigada y Gobernador Constitucional del Estado, J. Félix Bañuelos por
decreto número 57, publicado en el suplemento del periódico oficial número 16 de fecha 23 de febrero de 1938. Se
estructuró por un total de 102 artículos, de los que tres son transitorios. Iniciando su vigencia a los quince días de
su publicación en el periódico oficial. El Supremo Tribunal, debería de elaborar su reglamento interno. Ley que se
encuentra en el Archivo de Legislación Zacatecana, del Centro de Investigaciones Jurídicas núcleo de
investigadores “Diódoro Batalla” de la Universidad Autónoma de Zacatecas.
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Congreso del Estado, erigido en gran jurado, conocería de todos los delitos comunes y
oficiales, que realizaren los funcionarios públicos que gozaran de fuero.
Establece que el Supremo Tribunal de Justicia, tendría las obligaciones señaladas en los
artículos 57 al 69 de la Constitución del Estado; así como tendría un Secretario, y los oficiales
y empleados que cada año se señalaren por el Presupuesto de Egresos, los cuales serían
nombrados por el mismo tribunal.
Para ser Secretario del Supremo Tribunal se requería: ser mexicano en ejercicio pleno de
sus derechos; ser abogado o tener conocimientos de la ciencia del derecho, a juicio del
Supremo Tribunal; mayor de 21 años y no pertenecer al estado eclesiástico.
Dividió al Estado en doce distritos judiciales, habiendo un juez en cada uno de primera
instancia con jurisdicción mixta; con excepción del distrito de la capital, donde habría un juez
del ramo penal y otro civil. Se podría incrementar el número de distritos, por iniciativa del
Supremo Tribunal y oyendo el parecer del Ejecutivo. Los jueces del ramo civil y penal,
residirían en la capital, y los demás de primera instancia, en cada distrito judicial.
Los distritos judiciales, eran:
1.2.3.4.5.6.7.8.9.-
El de la capital: comprendía los municipios de Zacatecas, Vetagrande,
Guadalupe, Pánuco, Calera, Morelos y la Congregación de Ignacio Zaragoza.
El de Fresnillo: los municipios de Fresnillo, Valparaíso y Villa de Cos; con
excepción de las Congregaciones municipales de Ignacio Zaragoza y Cañitas,
siendo la cabecera Fresnillo.
El de Sombrerete: comprendiendo los municipios de Sombrerete, Saín Alto,
Chalchihuites y Jiménez del Téul; siendo la cabecera Sombrerete.
El de Jerez: comprendiendo los municipios de Ciudad García, Tepetongo,
Monte Escobedo y Susticacán; cabecera en Ciudad García.
El de Ojocaliente: los municipios de San Pedro Piedra Gorda, San José de la
Isla, Ojocaliente, Luis Moya y La Blanca; cabecera Ojocaliente.
El de Pinos: los municipios de Pinos, Villa Hidalgo, Villa González Ortega,
Alvaro Obregón y Bimbaletes; cabecera en Pinos.
El de Villanueva: los municipios de Villanueva, Villa García de la Cadena,
Huanusco y el Plateado; siendo cabecera Villanueva.
El de Río Grande: los municipios de Nieves, Río Grande, Miguel Auza, Juan
Aldama y la Congregación municipal de Cañitas; cabecera Río Grande.
El de Sánchez Román: los municipios de Sánchez Román, Momáx, Atolinga,
Tepechitlán, Téul de González Ortega, Estanzuela y la Congregación
municipal de Ignacio Allende; siendo cabecera Sánchez Román.
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10.11.12.-
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El de Juchipila: los municipios de Juchipila, Moyahua, Mezquital del Oro,
Apozol y Jalpa; siendo cabecera Juchipila.
El de Nochistlán: los municipios de Nochistlán y San Pedro Apulco;
cabecera, Nochistlán.
El de Concepción del Oro: los municipios de Concepción del Oro, Mazapil,
Melchor Ocampo y la Congregación municipal de El Salvador; siendo
cabecera, Concepción del Oro.
Los jueces de primera instancia serían nombrados por el Supremo Tribunal; durando en
su encargo cuatro años, y con posibilidad de ser nombrados nuevamente. Los juzgados
municipales y los de las congregaciones; existiríasn en el número que determinara su
presupuesto de egresos.
Sobre defensores se establece, que serían aquellos que defendieran a los acusados, que
éstos nombraren o en su defecto los de oficio. Existiría en la ciudad capital un defensor de
oficio, nombrado y removido libremente por el Supremo Tribunal.
Sobre los peritos, se determinaba que deberían ser profesores en la ciencia o arte sobre
los puntos que generasen su intervención judicial; los cuales percibirían los honorario pactados,
y a falta de éstos, los señalados por la ley arancelaria. Serían asesores de los jueces municipales,
que ejerzan funciones de los de primera instancia.
El Supremo Tribunal de Justicia conocería: de la segunda instancia, de los negocios
civiles y criminales que se les remitieran en grado de apelación; del recurso de denegada
apelación; de la investigación de los delitos y faltas que pudieran haberse cometido en un
proceso; hacer el reglamento del propio Tribunal; excitar a los jueces de primera instancia y
demás funcionarios judiciales, para la pronta y expedita administración de justicia.
Los jueces de primera instancia serían competentes: para conocer de los asuntos civiles
y criminales del fuero común; de los asuntos que se suscitaren entre los jueces municipales de
su distrito; de los impedimentos, excusas y recusaciones de los mismos jueces.
Serían competentes los juzgados municipales: para conocer de asuntos civiles y
mercantiles que no excedieran de 100 pesos; ser auxiliares cuando no exista juzgado de primera
instancia, y realizar de igual manera las primeras diligencias de averiguación en los asuntos
criminales.
Todos los funcionarios serían responsables de los delitos en que incurrieran durante el
tiempo de su encargo, y de aquellos que resultaren en el desempeño del mismo. El archivo
judicial, estaría bajo la vigilancia del Supremo Tribunal, a cargo de un oficial archivero.
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2.15. Ley Orgánica Electoral de los Municipios del Estado
Los cambios y sucesiones del poder, quedan manifiestos en la presente; bajo tendencias
muy elaboradas y marcadas de impulso a la participación ciudadana; se tiende a la expresión
política de movilidad y participación de todos los elementos municipales y congregaciones de
éstos25.
Esta ley, fue publicada en el año de 1939, por la Imprenta de Gobierno del Estado.
Regula los procesos electorales para los municipios que integran nuestro Estado; habla de
elecciones ordinarias y extraordinarias; se refiere que para la renovación de las autoridades
municipales, la elección directa por el pueblo en elecciones ordinarias y se verificarán
anualmente el primer domingo de diciembre; las elecciones extraordinarias serán convocadas
por el Congreso del Estado cuando hubiesen vacantes que cubrir y/o cuando por cualquier
motivo no se hubiesen realizado las ordinarias.
Sobre el derecho al sufragio y de la incapacidad electiva, se determinaba que tendrían
derecho a votar en las elecciones municipales, todos los vecinos en quienes concurrieran los
siguientes requisitos:
I.- ser ciudadanos mexicanos, en ejercicio pleno de derechos;
II.- Residir en la municipalidad un año antes del día de la elección.
Carecían de faculta electiva para los cargos de presidente o vocal de los Ayuntamientos,
Síndico y Juez Municipal, propietarios o suplentes:
1.- Los ministros activos o retirados de algún culto religioso;
2.- Los empleados de la federación, del Estado o del municipio, sino se separan de sus
puestos treinta días antes del día de la elección; exceptuándose de ésta incapacidad los
empleados del ramo de enseñanza pública; pero si el empleado del municipio fuere el tesorero
o administrador de fondos municipales, subsiste la incapacidad para ser electo aún separándose
de su empleo en el término fijado, mientras no sean aprobadas sus respectivas cuentas;
3.- Los militares en servicio activo y los ciudadanos que tuviesen mando de fuerza
urbana o rural en el municipio, sino se separasen del servicio o del mando 45 días antes del día
de la elección.
4.- El padre en concurrencia con el padre; el hermano en concurrencia con el hermano,
el socio con su consocio y el patrón con su dependiente.
25
La más cercana similar, data de 1919, y fue promulgada por el gobernador interino Heraclio Rodríguez Real.
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Sobre el censo electoral, serviría de base para la elección de Ayuntamientos y Juntas
Municipales, y el número de regidores que deben formarlos.
Las asambleas dividirían el primero de octubre en sus respectivas demarcaciones, en
tantos distritos electorales numerados cuantos sean los regidores que debieran elegirse;
subdividiendo a la vez dichos distritos en secciones, también numeradas de mil habitantes cada
una, si se trata del municipio de la capital de Estado, y de quinientos para las demás
municipalidades.
Las Juntas Municipales en la misma fecha, dividirían sus demarcaciones en cuantos
distritos electorales numerados existieran, por cuantos sean los regidores que debieran ser
electos y subdividirían dichos distritos en secciones de doscientos cincuenta habitantes. En
cada una de las secciones de que se trata, se instalará una casilla electoral; dichas divisiones
serán publicadas en el periódico oficial.
Del empadronamiento se establecía, que el 15 de octubre los presidentes municipales,
nombrarían en cada sección electoral un empadronador propietario y dos suplentes, que
suplirían al empadronador propietario en su ausencia; el cargo no era renunciable, salvo
impedimento físico comprobado ante el Presidente Municipal, y al aceptar éste la excusa, se le
substituirá.
Para la debida identificación los padrones electorales contendrán los siguientes datos:
a).- Expresión del Estado y municipalidad donde se verifica la elección;
b).- Número del distrito electoral y de la sección cuyo censo se practique;
c).- Nombre de los votantes, edad, estado civil, profesión u oficio y si saben leer y
escribir;
d).- Número, letra, y calle de la ubicación de la casa en que habitan los votantes y
tiempo de residencia en la municipalidad electora.
Todo ciudadano o vecino de la sección, o representante de algún partido político,
podrían reclamar ante el Presidente Municipal contra la exactitud del padrón, si lo verificasen
precisamente dentro de los 8 días siguientes a la publicación; la reclamación se resolvería a
mayoría de votos. Del personal de las casillas electorales; los presidentes municipales
designarían a las personas que deberían instalar las casillas un cada una de las secciones
electorales, señalando el lugar que dichas casillas se instalarían; por cada instalador
propietario, se nombraría un suplente, cuyos nombres enlistados se publicarían.
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Sobre los requisitos para ser personal de casillas:
1.- Ser vecinos de la sección en que van a desempeñar sus funciones;
2.- Hallarse comprendidos en el padrón definitivo de dicha sección;
3.- No tener empleo o cargo alguno de la federación, del Estado o municipio;
4.- Saber leer y escribir.
Si dichas personas designadas para éstos cargos, se encontraran inhabilitadas por una o
varias de las fracciones anteriores, deberían manifestarselo al presidente municipal, 24 horas
después de que recibieran el nombramiento, bajo pena de 5 a 50 pesos de multa.
Sobre el capítulo de elección; se estableció que el 26 de noviembre, los empadronadores
entregarían a cada ciudadano comprendidos en el censo su correspondiente cédula de
votación; sí no alcanzaran, se harían cédulas manuscritas. La jornada electoral duraría desde las
nueve de la mañana, hasta la una de la tarde, y de las tres a las cinco de la tarde.
Se facultaba a los representantes de partidos políticos y cualquier ciudadano, para
formular durante la elección, todas las reclamaciones a que se refieren a los siguientes hechos:
1.- Suplantación de votantes;
2.- Suplantación de votos;
3.- Presencia de gente armada, sean particulares o agentes de la autoridad que puedan
ejercer presión sobre los sufragantes o sobre el personal de casilla.
4.- Inhabilidad para votar por causa posterior a la publicación de las listas definitivas de
empadronamiento, comprobado con documento auténtico.
De los colegios electorales de escrutinios, de la revisión y computación de votos. Las
Asambleas y Juntas Municipales, harían que a más tardar para el segundo domingo de
diciembre, que les sean remitidos por el personal de las casillas de la municipalidad, los
paquetes que contengan toda la documentación de los trabajos electorales; las omisiones
dolosas serían castigadas conforme al Código Penal.
En esta misma fecha se elegirían un presidente y dos secretarios, para luego instalar el
Colegio Electoral de Escrutinio; y la autoridad municipal procedería a hacer entrega, por
riguroso inventario, de los expedientes electorales al Presidente del Colegio. Esta ley, se integró
por un total de 75 artículos.
2.16. Reglamento del ejercicio del comercio
ambulante en el Estado de Zacatecas
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También los comerciantes fijos y establecidos, que están al tanto de sus obligaciones
tributarias exigen reciprocidad respecto de lo que consideraban, en cierta forma como
competencia desleal o privilegiada: la de los comerciantes ambulantes. Es igualmente
entendible, la tendencia estatal para evitar a los tránsfugas del pago de impuestos; con ello se
garantizaba: incremento de recursos vía impositiva, complacencia con los comerciantes fijos,
y trabas a la evasión de las obligaciones fiscales.
Se distinguen por ésta ley26: el comercio de radicación fija y el comercio ambulante; se
especificaba que éstos comerciantes pagarían impuestos según las tarifas que para plazas y
mercados se estableciera en el plan de arbitrios en cada municipio; se definía al comerciante
ambulante, como aquél cuya movilidad junto con su mercancía, manejara un capital no mayor
de 300 pesos -en el municipio de la capital-, y de hasta 100 pesos en los demás municipios.
Cuando un comerciante rebasere éstos capitales, las autoridades rentísticas del Estado le
podrían exigir el cumplimiento del artículo 3º de la Ley de Organización Fiscal. Las cámaras
nacionales de la industria y el comercio, podrían advertir a las autoridades fiscales de las
infracciones a este reglamento.
Define a los comerciantes ambulantes, como aquellos que recorren la ciudad llevando
consigo su mercancía y aquellos que la expenden en campos de plazas públicas, aún cuando se
encuentren en manera transitoria en pequeños puestos de fácil movilización.
Los comerciantes de radicación fija, estarían regulados en el capitulo VI de la Ley de
Organización Fiscal del Estado, y el capítulo II del Reglamento de la citada ley. Contiene diez
artículos, siendo uno de ellos transitorio.
3. El Derecho Social
Iniciamos la apertura del análisis del derecho social, ratificando la idea, de que éste sirvió
para concluir las necesidades imperantes de pacificación de las masas, legitimación del Estado
e institucionalización del aparato estatal, así como de asentamiento de los postulados
imperativos del movimiento armado de 1910.
Sobresale el derecho social, en las materia agraria y derecho laboral. Pero sin duda en
Zacatecas, la tendencia fue por el reparto agrario y los procedimientos específicos del
fraccionamiento de latifundios, y el fortalecimiento de la pequeña propiedad rural.
Esta ley es promulgada por decreto número 268, de fecha 6 de junio de 1939 y; su objeto, es que, para efectos de
evitar la evasión fiscal por concepto de comercio y, cumplimentar la ley fiscal respectiva sobre impuesto general
sobre el comercio y la industria, se reglamentó el comercio ambulante en el estado de Zacatecas. Ley que se
encuentra en el Archivo de Legislación Zacatecana, del Centro de Investigaciones Jurídicas núcleo de
investigadores “Diódoro Batalla” de la Universidad Autónoma de Zacatecas.
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También resulta evidente, que se acota los límites de propiedad rural -se decrecen-; lo
cual y desde éste particular punto de vista, comprueba la afirmación de que eso sólo pudo haber
sido, por que los gobiernos de estas épocas se sintieron fuertes y legitimados.
3.1. Ley de jubilación del profesorado
Consecuente con la afirmación vertida en el artículo de Institucionalización y
Legitimación citado anteriormente, acerca de la loable inquietud por garantizar la educación
para el pueblo; es de considerarse los esfuerzos de los gobiernos por jubilar su planta educativa;
no será muy ostentosa o amplia, pero si en cuanto a intención dadas las situación desesperada
que viven las finanzas locales; sobre todo, después que el país acaba cercanamente de enfrentar
el movimiento cristero27.
El objeto de esta ley28, era establecer los derechos de jubilación a los trabajadores de la
educación. Expresaba que las personas que hayan hecho del magisterio su ocupación habitual,
desempeñando cargos docentes en las escuelas oficiales, o prestado servicios de carácter
técnico, en las oficinas del ramo de educación pública, siempre que carezcan de medio de
subsistencia, tendrían derecho a ser jubilados.
Para esto, la ley refiere a los que deberán serlo con la mitad del sueldo: a los que
justifiquen 30 años de servicio, aún cuando no sean continuos y soliciten retirarse; a los que
tengan 60 años de edad y justifiquen 20 de servicio; a los que teniendo 60 años de edad,
justifiquen 20 de servicio. Jubilados con una tercera parte del sueldo: cuando justifiquen 20
años de servicio y soliciten retirarse; cuando queden inutilizados por causa de enfermedad o
accidente dentro del servicio y justifiquen 15 años de labor. Aquellos maestros no
comprendidos dentro de los anteriormente señalados, en quiénes se descubriera alguna
enfermedad contagiosa o crónica que constituyera un peligro para los educandos, serían
retirados del servicio, asignándoles una pensión proporcional al tiempo y calidad del mismo.
No serían sujetos de jubilación: aquellos que por informes fidedignos, en épocas
diversas o constancias desfavorables en las hojas de servicio, se pueda establecer que la labor
fue poco meritoria, y ni su conducta oficial honorable; cuando los interesados haya sido
Institucionalización y lrgitimación del derecho de la revolución mexicana en Zacatecas 1917-1929. Artículo
públicado en la Revista Vínculo Jurídico número 5. Revista de la Facultad de Derecho de la Universidad
Autónoma de Zacatecas. Las leyes a que se hacen referencia son Ley de Deuda consolidada del Estado por sueldos
insolutos, y a la Ley de Enseñanza Normal; la primera promulgada un 11 de julio de 1923, y la segunda el 23 de
febrero del mismo año; ambas promulgadas por el gobernador Donato Moreno.
28
Promulgada por el Gobernador Constitucional del Estado, Luis R. Reyes, mediante el decreto número 427 y
publicada en el periódico oficial de número 103 de fecha 24 de diciembre de 1930. Ley que se encuentra en el
Archivo de Legislación Zacatecana, del Centro de Investigaciones Jurídicas núcleo de investigadores “Diódoro
Batalla” de la Universidad Autónoma de Zacatecas.
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destituidos de sus funciones por sentencia judicial o resolución administrativa de autoridad
competente, o que hubiesen sido condenados por delitos comunes que ameriten arresto
mayor; a los que desempeñen cualquier empleo, cargo o comisión oficial por el cual disfrute
sueldo.
En caso de que el profesor jubilado falleciese antes de los cinco años de estar
disfrutando de la pensión, ésta seguiría abonándose a la viuda, siempre que no se vuelva a casar
y observara buena conducta, a los hijos menores -si los hubiese- o a sus padres, siempre que se
hallen imposibilitados para subvenir a sus necesidades, y por todo el tiempo para completar
dicho período.
Las pensiones otorgadas, tendrán carácter de inembargables e imprescriptibles; así
como exentas de todo impuesto. Por disposición expresa de la presente, se derogó al decreto
número 184 de fecha 18 de noviembre 1924 y a todas las disposiciones que se opongan al
cumplimiento de ésta ley. Inició su vigencia el primero de enero de 1931. Contiene trece
artículos de los cuales tres tienen el carácter de transitorios.
3.2. Ley para la Organización y funcionamiento de
la Junta de Beneficencia Pública del Estado
El objeto de ésta ley29 era la creación de un organismo autónomo, que rijiera y atendiera
la beneficencia pública del estado; estableciéndose fondos específicos para tales funciones:
capitales, inmuebles, muebles, productos y donaciones. Para tal efecto, se crearía la Junta de
Beneficencia Pública del Estado de Zacatecas.
Se integraba por cinco miembros, cuyo nombramiento era realizado a solicitud del
Ejecutivo, por las siguientes instituciones: uno por la Cámara de Comercio local, otro por la
Cámara de Minería, el tercero por la Sociedad de Agricultores, otro por la Banca y el quinto,
por el Supremo Gobierno del Estado. Durararían en su encargo cinco años, siendo el puesto
honorífico y gratuito.
Los miembros de la Junta deberían ser ciudadanos Zacatecanos en pleno uso y goce de
sus derechos; serían considerados como funcionarios públicos, y el organismo como tal,
debería rendir informe detallado y anual de sus actividades.La Junta, debería tener su funcionar
e instalarse en su domicilio que estaría ubicado en el edificio de la avenida González Ortega
número 41, en la ciudad de Zacatecas.
Establecida en el período del Gobernador Constitucional del Estado, Luis R. Reyes, se promulgó ésta ley
mediante decreto número 46, publicado en el periódico oficial de número 97, de fecha 5 de diciembre de 1931.
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La ley establecía fondos para el desempeño de las funciones de la Junta, mismos que
serán: por capitales establecidos en su favor, por sus muebles e inmuebles, sus productos, por
donaciones y por la inicial y anual aportación que hiciera el Gobierno del Estado, fijado en la
ley de egresos. Los fondos, bienes y demás, estarán a cargo directo y bajo la estricta
responsabilidad de la Junta.
Los establecimientos de la beneficencia eran: el Sanatorio del Estado, la Escuela
Industrial García de la Cadena, el Asilo de Niñas, el Monte de Piedad -que funciona en la
capital del Estado-, los Montepíos existentes en la entidad. La Junta de Beneficencia, tendría un
término que concluiría el 15 de marzo de 1932, para que presente ante el Congreso y por
conducto del Ejecutivo, los proyectos de reglamentación que previamente hubiese sido
aprobado. Derogó a todas las disposiciones anteriores que reglamentaban a la Beneficencia
Pública del Estado.
3.3. Ley para la formación de la Caja Central
Agrícola del Estado de Zacatecas
No sólo la reactivación económica implementada por los gobiernos zacatecanos, es por
la vía de la ganadería o del reparto agrario —para legitimarse—, sino también, buscando
mecanismos de capitalización y ahorro que tiendan a desarrollar la agricultura como lo
demuestra la expedición de la presente ley 30 . Esta ley fue creada para que organizara y
funcionara el crédito agrícola del Estado de Zacatecas, destinado de manera exclusiva para
ejidatarios fraccionistas y agricultores en pequeño.
Para tal efecto, se constituyó una Caja Agrícola que tendría en su acta constitutiva, las
siguientes bases: sería una Sociedad Anónima, constituida por acciones que representarían,
cada una, un voto.
El objeto de la Sociedad sería: fomentar, reglamentar y vigilar la constitución y vigilancia
de las Cajas Regionales y de las Sociedades Cooperativas Agrícolas, que se denominarían Cajas
Rurales; hacer préstamos de envío, refaccionarios, comerciales e inmobiliarios a las Cajas
Regionales o cuando éstas no existan directamente por las Cajas Rurales; recibir en forma de
depósito a la vista, los fondos del 15% de los ejidos y de esquilmos que deberán entregarse por
conducto de las Cajas Regionales y, cuando éstas no existan directamente por las Cajas Rurales;
recibir en forma de depósitos a la vista, los fondos comunales, que se recojan en las zonas de
fraccionamiento que se hubieran concedido en conformidad con la Ley de Fraccionamiento
del Estado; recibir de manera igual que las anteriores, los fondos de las Sociedades
Cooperativas Asociadas de Pequeños Agricultores; organizar y administrar el servicio de
Promulgada por el Gobernador Constitucional del Estado de Zacatecas, Luis R. Reyes, mediante el decreto
número 47, publicado en el periódico oficial número 99, de fecha 12 de diciembre de 1931.
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almacenes de depósito; organizar y dirigir las empresas de industrialización necesarias para los
productos agrícolas, ganaderos y forestales que adquieran las Cajas Rurales.
Se dispuso que la duración de la Sociedad sería de 50 años; teniendo su domicilio en la
ciudad de Zacatecas, y para su mejor funcionamiento podría abrir Cajas Regionales en los
lugares que más convinieran, para el control y manejo de las Cajas Rurales.
Existiría un capital social, que estaría representado por dos series de acciones: la serie
"A" que sólo podría ser suscrita por el Gobierno del Estado, de la siguiente manera: por
$100,000 pesos en efectivo en exhibiciones de $20,000 pesos anuales y otros recursos; la serie
"B" podría ser suscrita por las Cajas Regionales, por las Cajas Rurales y las Cooperativas
Agrícolas de Pequeños Agricultores, pudiendo estas acciones redimir las acciones de la serie
"A". Las acciones tendrían un valor nominal de $10,00 pesos cada una, y siempre deberían
íntegramente ser pagadas. Mientras se expida la Ley relativa a la Deuda Agraria del Estado, los
abonos por pago de parcelas de las zonas de fraccionamiento, serían depositados en la Caja
Central Agrícola de la misma entidad.
Se estipulaba que la máxima autoridad de la Caja Central Agrícola, sería la Asamblea
General de Accionistas; misma que tendría asambleas ordinarias y extraordinarias. La sociedad
sólo se disolvería en los casos previstos por el Código de Comercio en su artículo 216, de que
bastaría la pérdida de una tercera parte del capital para su disolución. Las utilidades que se
obtengan por la Caja Central, se aplicará en la siguiente forma: el 50% para la formación del
fondo de reserva de la misma; el 50% restante a prorrata entre los accionistas de las series "A"
y "B". Anualmente se hará el pago de dividendos y, aquellos no cobrados por dos años a partir
del reparto, serán dados en beneficio de la Sociedad.
Para la existencia de Cajas Regionales, se estipulaba que deberían constituirse cuando
menos por 15 Cajas Rurales. Tendrían objetivos similares a la Central cooperando con ella; la
duración de estas sociedades estaría determinado por su acta constitutiva, así como su
domicilio. Estarían constituidas por dos series de acciones: serie "Y" que sólo será suscrita por
las Cajas Rurales de la zona de su jurisdicción; al establecerse la Caja Regional por la Caja
Central Agrícola del Estado, podrán suscribir la totalidad de las acciones, quedando aquella
obligada a vender las correspondientes a la serie "Z", a las cajas Rurales Asociadas.
Las acciones serían nominativas, teniendo un valor de 10 pesos. La primera emisión de
acciones de una Caja Regional, sería autorizada por la Caja Central Agrícola del Estado y nunca
será inferior a $3,000.00; hasta en tanto, el capital social de la Caja Central no se modifique, las
acciones de la serie "Y", nunca deberán representar menos del 51% del capital social. Las Cajas
Rurales, a su vez, tendrán como supremo gobierno la asamblea de Accionistas; regulada por las
mismas disposiciones que rigen a la Caja Central.
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Valadez
La asamblea de Accionistas delegaría sus funciones en: un Gerente, un Consejo de
administración y en los Comisarios. Las Cajas Rurales sólo podrían constituirse por Ejidatarios,
Fraccionistas y Agricultores en Pequeño; se organizarían como Sociedades Cooperativas de
responsabilidad solidaria e ilimitada. Todo extranjero que en cualquier tiempo adquiriera
interés o participación en la sociedad, se consideraría por ese simple hecho como mexicano
respecto de uno y otro, y se entendería que conviene en no invocar la protección de su
gobierno, y de hacerlo, perdería lo que hubiera invertido.
3.4. Ley de Aparcería Rural para el Estado de Zacatecas
Correspondiente a las tendencias agrarias y, en la dinámica de impulsar la producción
agrícola, es el contexto en que se inscribe ésta ley31. Es preciso expresar, que en el cuerpo de
esta ley, se aclara que la diputación permanente del H. Congreso del Estado, concedía permiso
con carácter de renunciable y por el término de 15 días al General Matías Ramos, Gobernador
titular, para ausentarse del despacho de ejecutivo, por ello, es que se nombró para sustituirlo al
citado Licenciado Arteaga.
Tenía por objeto el determinar la figura jurídica de la aparcería y, para tal efecto nos la
define como:
"(...) la aparcería agrícola es un contrato en virtud del cual una persona da
a otra un predio rústico para que lo cultive, a fin de repartirse los frutos
en la forma que convengan y a falta de convenio, según las costumbres
del lugar, sin que por motivo alguno, pueda ser menor a lo dispuesto por
ésta ley (...)".
No se requeriría de ninguna formalidad especial, el contrato de aparcería para su validez;
pudiendo celebrarse por escrito o verbalmente. Las cláusulas esenciales de un contrato de
aparcería, serían las siguientes: la que consigne los elementos que aporte el propietario; los que
aporte el aparcero; la que consigne las formas de repartición de los frutos entre las partes; la que
consigne la fecha del reparto.
Se consigna que por ningún motivo se podría recoger la tierra al aparcero, antes de la
conclusión del año agrícola, y de la correspondiente recolección de la cosecha. A pesar de que
el propietario de la tierra fallezca, subsistiría de pleno derecho la aparcería.
Fue publicada en el periódico oficial número 65, de fecha miércoles 16 de agosto de 1933; promulgada por el
Gobernador Constitucional Interino, Licenciado Andrés L. Arteaga mediante el decreto número 249. Ley que se
encuentra en el Archivo de Legislación Zacatecana, del Centro de Investigaciones Jurídicas núcleo de
investigadores “Diódoro Batalla” de la Universidad Autónoma de Zacatecas.
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Establecía un mecanismo de repartición de frutos: cuando el propietario aporte
únicamente la tierra, le corresponderá el 20% de la cosecha; cuando además de la tierra aporte
la yunta, le correspondería un 30%; cuando el propietario proporcione todos los elementos de
trabajo, además la habilitación necesaria para la subsistencia del aparcero, le correspondería el
55%, quedando obligado el aparcero a devolver en especie las habilitaciones que le fueron
proporcionadas.
El aparcero quedaba obligado a laborar la tierra en la forma estipulada en el contrato; y
estando obligado a responder de los daños y perjuicios que causare por incumplimiento del
mismo. El propietario por su parte, estaría obligado a no entorpecer u obstruir de ninguna
manera los trabajos de su aparcero, siendo responsable de los daños y perjuicios, que en su
caso, ocasionare.
El propietario estaría además obligado aparte de proporcionar la tierra, media hectárea
de terreno por cada yunta para que la siembre en propiedad su aparcero, y disponga libremente
de la cosecha. No podría el aparcero levantar la cosecha sin dar aviso al propietario; una vez
que le hubiese dado aviso, podría en el término de tres días, hacer partición si éste no se
presentare, y en presencia de las autoridades municipales del lugar. Sólo en el caso de que el
aparcero abandonare la tierra, el propietario podría levantar la cosecha.
También la presente, regulaba a la aparcería ganadera, y definía como: el contrato virtud
del cual una persona da a otra determinada cantidad de animales para su cría, apacentamiento
y cuidado, con el objeto de repartirse los productos y utilidades que en tal negocio se obtengan.
No requería de ninguna formalidad especial, para que tuviera validez; pudiendo consignarse
por escrito o verbalmente ante dos testigos.
Las formas de partición estarían determinadas en el contrato y/o por las costumbres del
lugar; sin que por ningún motivo, pudiesen ser menores a las establecidas por esta ley. El
contrato de aparcería de ganados, no sería menor de un año, pudiendo renovarse a su
vencimiento. El aparcero tendría derecho al 50% de las crías; estando obligado a cuidar de los
animales como si fueran de su propiedad, siendo responsable de los daños y perjuicios que
causaren su descuido. Sería nulo de pleno derecho, el contrato de esta naturaleza que
estableciera, que las pérdidas por caso fortuito correrían a cargo del aparcero; dado que éstas
serían a cuenta del propietario.
3.5. Ley de dotación de Fundo Legal a los Centros
Poblados Solicitantes de Ejidos o Fraccionamientos
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Ley agraria cuyo objetivo fundamental estribaba, en determinar las bases para la
creación de centros de población, de Ejidos y de Fraccionamientos.
Tenía como finalidad declarar de utilidad pública la dotación de fundo legal a los centros
poblados solicitantes de ejidos o de fraccionamientos, tomando como base para cada familia
un perímetro que contuviera 1000 metros cuadrados en terrenos tomados para nuevas
construcciones; pero cuando se tratare de casa ya construidas, deberían conservar el perímetro
que ya tuviesen, excepto cuando se compruebe que con lo existente no se satisfagan las
necesidades de la familia, debiéndose entonces otorgarse las dimensiones suficientes, y en los
límites antes señalados, dentro del perímetro general que se designese como fundo legal a la
totalidad de los solicitantes de cada núcleo de población, para su urbanización.
Cuando hubiesen de señalarse terrenos en que debieran levantarse nuevas
construcciones, ya sea como complementario o centros poblados creados con anterioridad,
destinados a formar una nueva Colonia, deberán lotificarse por los encargados para ese fin, en
la forma en que lo establece la presente ley.
También nos define lo que debería entenderse por Fundo Legal, tanto el área
determinada para la formación de Colonias, como el perímetro comprendido por las casa ya
construidas y señaladas con éste carácter; y sea cual fuere la designación de los campesinos
tienen derecho al Fundo Legal en la parte proporcional que corresponde a cada uno de los
vecinos del centro de población que se creaba.
Se declaraba de utilidad pública la ocupación de casas habitación ocupadas por los
solicitantes de restitución, de dotación ejidal o fraccionamiento; en el entendido de que si la
Casa Grande se encuentraba abandonada, quedaría incluida en la dotación de fundo legal, que
sería destinada para servicio comunal o Casa Ejidal. Tan pronto como los solicitantes de
restitución, fraccionamiento o dotación ejidales, realizaran sus respectivas solicitudes, tendrían
derecho a pedir, si no tuvieran casa habitación, para que se les dotare de fundo legal.
En cuanto el Ejecutivo recibiera una solicitud de fundo legal, la turnaría al
Departamento de Agricultura y Fomento, el que desde luego abriría el expediente respectivo y
mandaría levantar un plano del terreno y casas que deberían ser utilizadas, haciendo el avalúo
correspondiente para la indemnización respectiva.
Los propietarios afectados por la solicitud, no podrían ejecutar ningún acto de
destrucción, deterioro o inutilización de tierras y habitaciones solicitadas como Fundo Legal,
so pena de ser sancionados por lo dispuesto en esta ley. Asimismo, los propietarios afectados
Promulgada por el General de División y Gobernador Constitucional del Estado de Zacatecas Matías Ramos,
mediante decreto número 51 y, publicado en el periódico oficial número 90 de fecha 27 de noviembre de 1935.
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tendrían derecho a la indemnización correspondiente; que sería pagada por los beneficiarios,
en un término que no podría exceder de 5 años contados a partir de que estuvieran en
posesión. De negarse los propietarios a recibir los abonos realizados por los campesinos, éstos
podrían hacer sus depósitos ante la autoridad judicial competente. Las escrituras serían
otorgadas por los propietarios afectados, y en caso de no hacerlo, las expediría el Ejecutivo del
Estado a costa de los mismos afectados, tan pronto como la indemnización hubiese sido
cubierta.
Se declararía nulo todo acto jurídico realizado con posterioridad a las solicitudes
realizadas por los propietarios, y por tanto, se extinguirían todos los gravámenes que existieran
sobre los terrenos afectados.
Toda coacción económica, represalia que realizaran los propietarios sobre los
campesinos solicitantes de Fundo Legal, serían acreedores de una sanción de 3 a 5 meses de
prisión, y multa de 100 a 1000 pesos; igualmente para los propietarios que realizaran obras de
destrucción en dichos terrenos.
Por último, se obligaba a los solicitantes del Fundo Legal para que realizaran un censo
de ciudadanos capacitados para urbanizar, con el objeto, que conforme a ese censo se
delimitara el perímetro correspondiente. Por disposición expresa de esta ley, se abrogó la Ley
de Dotación del Fundo Legal a los Centros Poblados solicitantes de Ejidos o de
Fraccionamiento de 10 de mayo de 1934. Inició su vigencia a partir del 6 de diciembre de 1935.
3.6. Ley Agraria del Estado de Zacatecas
En esta ley33 se hace claro, las tendencias de reducir la propiedad agraria, de continuar
fortaleciendo a la pequeña propiedad, y denotará la manera en que un Estado que se considera
fuerte, sólido y legitimado, continua el reparto agrario e impone modalidades a la propiedad
privada rural.
Obedeciendo el mandato expreso del artículo 27 constitucional reformado, fracción
XVII de la Constitución General de la República, que ordenaba a las Legislaturas de los
Estados en sus respectivas jurisdicciones, expedir leyes para fijar la extensión máxima de la
propiedad rural privada, llevar a cabo el fraccionamiento de los excedentes mediante la
expropiación en caso de rebeldía del propietario, estableciendo el pago por anualidades; que
amortizaran capital y réditos a un tipo de interés que no excediera del 3% anual.
Promulgada por el Gobernador Constitucional Interino del Estado de Zacatecas, Cuauhtémoc Esparza;
mediante el decreto número 199, publicado en el periódico oficial de número 35 correspondiente al 1 de mayo de
1935.
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Entonces, tuvo por finalidad la creación y protección de la pequeña propiedad rural; y
en consecuencia, declaró de interés público los excedentes de superficie, cuyos límites señalaba.
Categóricamente, afirmaba que la extensión máxima de terreno de que podían ser
dueños en el Estado de Zacatecas los propietarios de haciendas (sic), era de 50 hectáreas de
riego, 200 de temporal y 1250 de agostadero o su equivalente en la proporción de: por una
hectárea de riego cuatro de labor de temporal, diez de monte alto y veinticinco de agostadero,
siendo requisito indispensable para que se respeten esas extensiones que se encuentren en
explotación.
El ejecutivo del estado tendría amplias facultades para impedir que se eludiera la
presente ley, por medio de enajenaciones o fraccionamientos simulados, o que tuvieran por
objeto hacer aparecer como pequeña propiedad partes integrantes de latifundio; a tal efecto el
ejecutivo podría realizar todas las investigaciones correspondientes, y resolver si existiese o no
pequeña propiedad.
Cuando el propietario justificara ante el Departamento de Agricultura y Fomento, que
tenía establecida una industria ganadera, se le respetaría la superficie necesaria para la existencia
de la negociación; para lo cual se dividiría la superficie del estado, según la clase de terrenos de
agostadero en tres clases:
Primera categoría: para cada cabeza de ganado mayor y menor, se respetarían cuatro y
dos hectáreas, respectivamente en las fincas comprendidas en las fincas de los municipios de
Nochistlán, Apulco, Moyahua, Estanzuela, Mezquital del Oro, Juchipila, Apozol, Jalpa,
Huanusco, Villa del Refugio, Plateado, Sánchez Román, Tepechitlán, Teúl de González
Ortega, Momax, Tepetongo, Ciudad García, Susticacán y Monte Escobedo.
Segunda categoría: para cada cabeza de ganado mayor y menor, se respetarían seis y tres
hectáreas, respectivamente en las fincas comprendidas en los municipios de Pinos, Villa
García, Bimbaletes, Santa Rita, Noria de Ángeles, La Blanca, Ojocaliente, San Pedro Piedra
Gorda, San Francisco de los Adame, San José de la Isla, Guadalupe, Zacatecas, Veta Grande,
Pánuco, Morelos, Calera, Villanueva, Valparaíso, Fresnillo, Sombrerete, Saín Alto,
Chalchihuites, San Andrés del Teúl y Río Grande.
Tercer categoría: para cada cabeza de ganado mayor y menor, se respetarían diez y cinco
hectáreas, respectivamente en las fincas comprendidas en los municipios de Villa González
Ortega, Villa de Cos, Concepción del Oro, Mazapil, San Pedro Ocampo, Nieves, San Juan del
Mezquital y San Miguel del Mezquital.
El propietario tiene derecho a delimitar la fracción de terreno que se le reconoce como
inafectable, así como los planos topográficos de la parte que se reserva. También los
propietarios podrán fraccionar sus excedentes y ponerlos a la venta, sujetándose a lo siguiente:
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puede contratar la venta de lotes en la extensión establecida por el artículo 11 y en sujeción al
9 de la presente ley, sin embargo tales ventas no serán válidas sin la aprobación del
Ejecutivo -sólo podrá aprobarlas cuando sobre ellas no medien solicitudes aprobadas por el
Departamento de Agricultura y Fomento y por solicitud de Ejidos-; podrán los propietarios
con acuerdo del Ejecutivo, podrán fraccionar sus predios no afectados por solicitudes
admitidas hasta ese momento.
El precio de los lotes fraccionados por el propietario, se valuarán en cien pesos por
hectárea y, aprobado por el Ejecutivo un fraccionamiento el propietario podrá en posesión
inmediata a los compradores o solicitantes y les otorgará títulos provisionales, canjeables al
cumplimiento de los requisitos establecidos por ésta ley.
Todo solicitante, desde luego, deberá reunir los requisitos exigidos por ésta ley y, tiene
derecho a obtener un lote de fraccionamiento hasta de diez hectáreas de riego o humedad o su
equivalente a razón de: por una hectárea de riego cuatro de temporal laborable o diez de monte
alto o veinticinco de agostadero de primera o cincuenta de terreno de otras clases.
Los propietarios que realicen después de la expedición de ésta Ley, obras de irrigación,
tendrá derecho a que se declaren inafectables los terrenos suficientes para aprovechar el agua
que capten estas obras.
Para dar inicio a un proceso de fraccionamiento, deberán de mediar diez o más
solicitudes que comprendan una misma zona, precediéndose a abrir expediente y realizar lo
siguiente:
1.- se notificará directamente a los propietarios de las fincas afectadas, mediante oficio
dirigido por el Departamento de Agricultura y Fomento acompañando el detalle de los
solicitantes; así mismo, lo publicará por una sola vez en el periódico oficial teniendo efectos
legales de notificación que surtirá sus efectos a los cinco días siguientes de su publicación.
2.- El Departamento de Agricultura, para continuar con el proceso, solicitará a la
Comisión Agraria Mixta un informe sobre el terreno solicitado y, en caso de que este afectado
por ejidos se suspenderá la tramitación del expediente respectivo.
3.- Podrán ser solicitantes de parcelas por fraccionamiento: todos los individuos
mayores de 17 años y las mujeres solteras y viudas que tengan familias que sostener; siendo
obligación de los adjudicatarios tener laboradas, por lo menos, la mitad de la superficie
adjudicada dentro del primer al segundo año.
4.- Dentro de los diez días siguientes a la notificación y/o publicación de ésta en el
periódico oficial, el propietario de la superficie afectada podrá manifestar su conformidad e
inconformidad para fraccionar dentro de lo estipulado por la presente ley.
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5.- Si manifiesta conformidad absoluta y sin salvedades para fraccionar la zona
solicitada, se les otorgará un término de treinta días para presentar el proyecto al Departamento
de Agricultura y éste a su vez lo turne al Ejecutivo para su aprobación.
6.- En caso de que la superficie afectada, no sea suficiente para cubrir las demandas; se
afectará de los terrenos suficientes de las fincas cercanas que sean afectables y, solamente que
sean muy distantes y no interesen a los solicitantes se dará preferencia los que a esas fechas
estén en posesión de la fracción solicitada.
7.- Examinados y aprobados por el Departamento de Agricultura y Fomento los
trabajos técnicos informativos, así como los contratos celebrados entre solicitantes y
propietarios; se dará inmediatamente a dar posesión y se levantará acta por triplicado,
remitiéndose al departamento respectivo.
Cuando por rebeldía de los propietarios no fraccionen voluntariamente sus excedentes,
lo podrá hacer el Gobierno del Estado.
Será declarado en rebeldía y por ende se procederá a la expropiación:
A).- Cuando recibida la notificación de afectación, no de respuesta.
B).- Si contestando, no manifiesta explícitamente y sin salvedades su conformidad, en
sujetarse a todas las prevenciones de la presente ley.
C).- Cuando a pesar de su contestación afirmativa, no presente el proyecto de
fraccionamiento.
Declarada por Ejecutivo la rebeldía del propietario, se le fijará un término de diez días
para que manifieste si pretende señalar dentro de la zona respectiva las hectáreas que
legalmente deben de quedar exentas de fraccionamiento; de ser afirmativo se otorgará nuevo
plazo para que presente los planos respectivos; de no hacerlo dentro de los términos
establecidos, la designación será establecida por el Gobierno del Estado.
El Departamento de Agricultura y Fomento, autorizará perito para que realice el
deslinde del terreno afectado, haga el fraccionamiento de éste y designe las zonas de protección
y avalúo correspondiente. Los honorarios del perito serán a cargo del valor del terreno y en
todo caso sujetos a aprobación por el Ejecutivo.
El valor de la indemnización de los terrenos expropiados, será igual al valor fiscal que en
la fecha de la adjudicación tenía asignado el terreno en la oficina de rentas, más un diez por
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ciento; que será pagado en anualidades que no podrán exceder de veinte y que amorticen
capital y rédito que no podrá exceder al 1.5% anual.
La obligación de pago de la deuda contraída por los parcelarios, se consignará en un
documento especial; éstos documentos deberán de contar con la aprobación de la Junta
Auxiliar de Fraccionamiento Agrario a que corresponda el domicilio del interesado y serán
registrados en el Departamento de Agricultura y Fomento el cual los podrá a disposición del
terreno expropiado. Si el propietario se negare a recibir los documentos, lo cual deberá ser de
manera auténtica, se remitirán en un plazo de treinta días a la Tesorería General del Estado para
su oportuno cobro.
Se expresa por la presente ley, que los lotes adjudicados por el Gobierno, pasarán al
adjudicatario libres de todo gravamen.
Se perderá el derecho sobre la parcela: cuando sin causa de fuerza mayor o caso fortuito,
a juicio del Ejecutivo y previo dictamen del Departamento, se deje de pagar dos anualidades
continuas; cuando se deje de pagar el impuesto predial durante dos anualidades; cuando se
traspase el lote en venta o arrendamiento antes de haber cubierto totalmente el valor; cuando
durante dos años no tenga por lo menos labrada la mitad del terreno.
Toda vez que es decretado perdido el derecho, por las causas antes establecidas, se
declarará vacante; dándose conocimiento al interesado, a la Junta Auxiliar y propietario en su
caso. Los terrenos que hayan sido declarados vacantes y que no hubiesen sido adjudicados
podrán ser concedidos en arrendamiento o traspaso al tenor del Reglamento que para tal efecto
expida el Ejecutivo.
Al demarcarse las zonas solicitadas por fraccionamiento, los peritos autorizados para el
caso, respetarán las solicitadas por los ejidos y que obren en el Departamento y en la Comisión
Agraria Mixta. Así mismo, deberán protegerse las obras de irrigación, los edificios que no haya
sido materia de solicitud en los términos del Decreto número 70 de fecha 16 de mayo de 1934.
Ningún adjudicatario podrá estorbar el libre paso de los caminos nacionales o vecinales
que crucen por dentro de sus lotes.
Por ministerio expreso de ésta ley, deroga a la anterior de fecha 8 de diciembre de 1931.
El ejecutivo tendrá facultad interpretativa para aclarar todas las dudas que se presenten con
motivo de la aplicación de la presente ley. Iniciando su vigencia a partir de la fecha su
publicación.
3.6. Ley del Seguro del Empleado
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Siendo Gobernador Constitucional del Estado de Zacatecas el General de División
Matías Ramos, se promulgó ésta ley mediante decreto número 48, publicada en el periódico
oficial número 90 de fecha 27 de noviembre de 1935.
Tiene como finalidad el crear una institución de seguridad social para todos los
empleados públicos del Estado, en servicio, de manera automática y cualquiera que sea su
categoría, quedando incluidas todas aquellas personas que dependan y cobren emolumentos
del Estado, sin más requisitos que los señalados por ésta ley y el pago puntual de cuotas que se
establezcan.
Se constituye con el carácter de obligatorio, la sociedad denominada "Seguro del
Empleado". La finalidad de ésta sociedad es la de, fundamentalmente, auxiliar a los deudos y
familiares de los asociados al acontecer su fallecimiento.
Cuando por cese o renuncia de un miembro de ésta institución deje de pertenecer a ella,
podrá de manera voluntaria seguir en ésta, de tal modo que continúe cumpliendo con sus
obligaciones inherentes y siempre y cuando, la pérdida de su empleo no sea debido a un
proceso debido a actos o hechos punibles. Pudiendo en todo caso, retirar sus aportaciones
realizadas.
Para su funcionamiento y organización la sociedad "Seguro del Estado" deberá sujetarse
a las siguientes reglas: al reunirse por vez primera, se designará de entre sus miembros una terna
sobre la cual el Ejecutivo nombrará un Comisario; dicho funcionario —el Comisario—, tendrá
facultad de citar a asamblea ordinaria anual y extraordinarias, cuando la mayoría de socios lo
solicite por su conducto; el Ejecutivo, nombrará a una persona que represente el capital
invertido por el Estado; el quórum requerido para el funcionamiento de las asambleas deberán
hacerse precisamente con la mayoría simple de socios, sin que en ningún caso pueda estar
ausente el Ejecutivo o su Representante o el Comisario; igualmente la toma de decisiones
deberá hacerse por mayoría de socios (mayoría simple; la mitad más uno).
Sobre el fondo social, le presente ley establece que estará constituido por las
aportaciones de los socios y por el capital aportado por el Gobierno del Estado; bajo las
siguientes bases:
1.- los socios deberán cotizar un peso mensual, que será descontado de su sueldo por la
Tesorería General del Estado y depositadas en una institución bancaria a plazo fijo.
2.- Gobierno del Estado deberá cotizar un peso mensual por cada uno de los empleados
que constituyan la institución.
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El Comisario tendrá facultad de disponer de los fondos, con autorización previa del
ejecutivo, sólo para pagar a los deudos o beneficiarios de los que fallezcan y, de los que se
separen de la sociedad otorgarles la prima correspondiente.
El fondo del "Seguro del Empleado" estará libre de todo gravamen y será inembargable
e inajenable; ni entregar sus fondos a persona alguna que no este contemplada en el pliego
mortuorio.
En caso de no especificar beneficiario los socios y fallezcan, el Comisario deberá
investigar para saber a quién o quiénes entregar la prima correspondiente previa identificación
indubitable del parentesco. De no encontrarse persona alguna que legalmente pueda recibir tal
prima, se le hará al socio fallecido un sepelio digno y decoroso con cargo a la prima que le
corresponda, con la debida justificación de gastos y en caso de excedente pasará al fondo de
reserva; que será resguardado por un año por si apareciera quién legalmente pueda cobrarlo,
pasado el término y no fuese reclamado, pasará a integrar el fondo social de la Sociedad.
El socio podrá establecer beneficiarios mancomunados para que en la proporción que
él determine les sea entregada; de no hacerlo se hará la repartición entre sus deudos a prorrata.
La entrega de la prima a los deudos estará sujeta a las siguientes bases:
I.- Si la
muerte del socio ocurre dentro del primer año de funcionamiento de la
sociedad; la prima entregada será tan sólo al monto de cuotas que haya bonificado a la
sociedad.
II.- Si su fallecimiento acontece después de un año de constituida la Sociedad, el monto
de la prima ascenderá a un mil pesos.
III.- Si la muerte del socio acontece después de dos años, la prima ascenderá a dos mil
pesos.
IV.- Cuando la muerte del socio acontezca después de los tres años en adelante de
fundada la Sociedad, la prima será de tres mil pesos.
Dentro de los treinta días siguientes a la constitución de la presente sociedad, los socios
deberán entregar al Comisario su pliego de mortaja en un sobre sellado y lacrado que éste
remitará al Ejecutivo para su debido depósito; el Comisario deberá hacer el registro
correspondiente de tal acto. Ocurrido el fallecimiento de un socio, el Comisario indicara a los
deudos la fecha de lectura del pliego de mortaja ante éstos, con presencia del Ejecutivo y del
propio Comisario.
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Anualmente y con el mismo procedimiento se hará designación de Comisario de la
Sociedad y; para las faltas temporales de éste se deberá nombrar un Comisario Suplente. Inició
su vigencia a partir de su publicación en el periódico oficial.
3.7. Ley Reglamentaria de la fracción XVIII
del artículo 27 Constitucional
Ley promulgada por el Diputado y Gobernador Interino del Estado Ignacio Caloca,
mediante decreto número 168, publicada en el periódico oficial número 101, de fecha 16 de
diciembre de 1936.
Ley reglamentaria que se expide con fundamento en el artículo 27 constitucional
reformado, que impone la obligación a las legislaturas de los Estados, de expedir las leyes
necesarias para fraccionar los grandes latifundios, fijar la extensión máxima de la propiedad
privada, crear la pequeña propiedad por el fraccionamiento de los excedentes, garantizar el
patrimonio de familia de los campesinos.
La extensión máxima que un individuo o sociedad debidamente registrada puede tener
en el Estado, son cien hectáreas de riego o su equivalente en otras clases; a razón de, por una
hectárea de riego, una y media de temporal, cuatro de laborable, doce y media de monte alto y
similares de agostadero o veinticinco de terreno árido o cerril.
Cuando el propietario justifique debidamente ante el Departamento Agrario y Fomento,
que tiene instalado industria ganadera o trate de establecerla, el gobierno del Estado, le
respetará la extensión suficiente para hacerlo e inclusive, se le permitirá adquirir la extensión
que garantice la existencia de su negociación. Para lo cual se dividirá la superficie del Estado,
según la clase de terreno de agostadero, en tres clases.
La primera categoría: comprendidas para cada cabeza de ganado mayor y menor, se
repartirán cuatro y dos hectáreas, respectivamente en las fincas comprendidas en los
municipios de Nochistlán, Apulco, Moyahua, Estanzuela, Mezquital del Oro, Juchipila,
Apozol, Jalpa Huanusco, Villa García de la Cadena, Plateado, Sánchez Román, Tepechitlán,
Teúl de González Ortega, Momáx, Tepetongo, Ciudad García, Susticacán y Monte Escobedo.
La segunda categoría: para cada cabeza de ganado mayor y menor, se respetarán seis y
tres hectáreas, en los municipios de Pinos, Villa García, Bimbaletes, Villa Hidalgo, Alvaro
Obregón, La Blanca, Ojocaliente, Piedra Gorda, Luis Moya, San José de la Isla, Guadalupe,
Zacatecas, Veta Grande, Pánuco, Morelos, Calera, Villanueva, Valparaíso, Fresnillo,
Sombrerete, Saín Alto, Chalchihuites, Jiménez del Teúl y Río Grande.
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Por último, la tercer categoría: donde para cada cabeza de ganado mayor y menor, se
respetarán diez y cinco hectáreas respectivamente, en las fincas de Villa González Ortega, Villa
de Cos, Concepción del Oro, Mazapil, Melchor Ocampo, Nieves, Juan Aldama y Nieves.
Similares facilidades se otorgarán a las fincas donde se establezcan o existan industrias
textiles. Todo individuo reúna los requisitos exigidos por esta ley, tendrá derecho a solicitar,
dentro de los excedentes señalados por la ley, un lote de terreno cuya superficie no exceda de
diez hectáreas de riego o su equivalente a razón de: por una hectárea de riego dos de humedad,
tres de temporal, cinco de laborable, veinte de agostadero de primera, treinta de cerril o
cincuenta de terreno árido. Para la adjudicación de terreno de agostadero, se tomará común
base el número de cabezas de ganado que cada solicitante posea; con las equivalentes señaladas
con anterioridad.
Sobre el fraccionamiento de latifundios, se impone la obligación a Las legislaturas de los
estados, de expedir leyes reglamentarias para fraccionar los grandes latifundios, así mismo fijar
la extensión máxima de la propiedad rural privada, crear la propiedad privada agraria, de los
excedentes de propiedad y sujetarlos a fraccionamiento; garantizando el patrimonio de familia
del campesino y fomentar la producción agrícola.
Los requisitos para solicitar lotes de los excedentes de las fincas rústicas son: I.- Ser
mexicano; II.- Ser mayor de 16 años; III.- Dedicarse de preferencia a la agricultura o a la
ganadería; IV.- No poseer en propiedad una extensión de terreno igual o mayor a 10 hectáreas
de riego o su equivalente; V.- Poseer en propiedad el número de cabezas de ganado suficiente
para cubrir el terreno de agostadero que solicite y; VI.- Cuando se trate de mujeres solteras o
viudas, deberán llenar los requisitos establecidos en las fracciones IV y V.
Sobre el fraccionamiento voluntario que la ley otorga a los dueños de latifundios, para
que determinen y fracciones sus terrenos; se establece, que si dentro del plazo de 10 días
siguientes a la fecha de la notificación el propietario de la finca o fincas afectadas, manifiesta
su conformidad para fraccionar, presentará dentro de los 20 días siguientes el convenio
celebrado entre él y los peticionarios, siempre que éstos estén conformes en celebrarlo
sujetándose a las disposiciones de ésta Ley.
Aprobado el convenio por el departamento de Agricultura y Fomento, y dentro del
plazo que señale el mismo Departamento, tomando en cuenta la distancia y la superficie del
terreno que ha de fraccionarse se hará la planificación correspondiente, que deberá contener
los siguientes datos: a).- Clasificación de los terrenos; b).- Parcelamiento, con expresión de
superficie clasificada a nombre del parcelario; c).- Relación del plano de fraccionamiento con
la finca o fincas afectables.
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En caso de que el propietario se niegue a fraccionar sus excedentes, lo podrá hacer el
gobierno del Estado en rebeldía de éste. Sobre el precio y la forma de pago, se establece, que
el valor de la indemnización de los terrenos afectados será igual al del valor fiscal, más el diez
por ciento del que tengan en la fecha de la expropiación. El valor será pagado por anualidades,
cuyo número no podrá exceder de 20 y por los cuales se irán amortizando capital y réditos al
tres por ciento anual.
Se perderá el derecho a la parcela adjudicada y, por consiguiente la declaración de
vacancia de la misma por el Departamento de Agricultura y Fomento, cuando: se renuncie
voluntariamente a los derechos; se enajene la parcela sin autorización del ejecutivo; cuando se
deje de pagar dos anualidades consecutivas; por no pagar dos años el impuesto predial; por no
laborar la tierra durante dos años consecutivos a partir de la posesión.
Esta ley se estructura por un total de 51 artículos de los cuales cuatro tienen carácter de
transitorios. Deroga expresamente a la Ley Agraria de fecha 16 de abril de 1933, los decretos,
circulares, cartas de inafectabilidad y demás que se opongan a la presente. En inicio de vigencia
de la presente ley, comenzó el día 1 de enero de 1937.
3.8. Ley de Jubilación del Profesorado Zacatecano
Segunda ley de ésta naturaleza, expedida en el período que nos ocupa; viene a precisar
las tendencias legislativas de protección a los trabajadores de la educación en nuestra entidad.
Esta ley fue promulgada por el General de Brigada y Gobernador Constitucional del
Estado de Zacatecas, J. Félix Bañuelos, mediante decreto número 231 en el periódico oficial de
número 38, de fecha 12 de mayo de 1937.
Tiene por objeto, que todas aquellas personas que hayan hecho del magisterio su
ocupación habitual, ya sea con título o sin él, desempeñando cargos docentes en las escuelas
oficiales del Estado, o prestado servicios técnico-administrativo en las oficinas del ramo de
Educación Pública, tienen derecho a ser jubiladas por el Estado; tomando como base para el
pago, la percepción que tengan al momento de hacerlo y en la forma que la presente ley
establezca.
La jubilación del profesorado, será bajo los siguientes aspectos: con sueldo íntegro
cuando el solicitante justifique a).- tener treinta años de servicio o más a pesar de que no sean
continuos; b).- que por causa de enfermedad o accidente sufrido en el ejercicio del magisterio
no esté capacitado para el servicio y su antigüedad sea de 20 años; c).- que hayan cumplido 60
años de edad y 20 de servicio. Con el 60% del sueldo, cuando justifique: tener 25 años de
servicio y solicite el retiro; por causa de enfermedad o accidente y tenga no menos de 15 años
de servicio; teniendo 60 años de edad y 15 de servicios. Percibirá un 50%, en los siguientes
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casos: cuando solicite retirarse con 20 años de servicio; cuando justifique 12 años de servicio
y ya no este capacitado para ello y; que haya cumplido 60 años de edad y 12 de servicios.
Retiro temporal para los maestros a quienes se descubra una enfermedad peligrosa, para
él y los alumnos; gozando de un 75% de sueldo por el tiempo necesario para que recobre la
salud. El procedimiento para que proceda la jubilación es el siguiente: el interesado deberá
remitir a la Dirección de Educación, los documentos que acrediten sus servicios y ésta
nombrará una comisión integrada de tres profesores que, presidida por el Director, estudiará
el expediente y rendirá al ejecutivo el dictamen correspondiente a fin de que decrete la
jubilación que concede esta ley. Son inembargables las pensiones que otorga ésta ley. Contiene
un total de ocho artículos y, fue promulgada por el ejecutivo, el 6 de mayo de 1937.
4.- El Derecho Privado
Muy poco se legisló en materia de derecho privado, pero sin duda marca una ejemplo
de la manera en que el Estado regulaba las relaciones entre los particulares, en ésta época.
4.1. Ley del Patrimonio Familiar
Ley promulgada por el General de División y Gobernador Constitucional del Estado de
Zacatecas, Matías Ramos, por decreto número 247, publicado en el periódico oficial número
46, de fecha 10 de junio de 1933.
Tiene por objeto el reglamentar al patrimonio familiar y con fundamento en el inciso f
del penúltimo párrafo del artículo 27 de la Constitución Federal. El patrimonio de familia, que
constituye ésta ley, será inembargable, imprescriptible e inalienable; así mismo, tendrá la
característica de no estar sujeto a gravamen alguno.
El patrimonio de familia deberá establecerse por: el padre y en su defecto por la madre
y, en ausencia de ambos por el ascendiente que ejerza la patria potestad; por los cónyuges sobre
sus bienes -y tratándose de la mujer con o sin el consentimiento de su marido-; por el pariente
en cualquier grado que suministre alimentos a sus descendientes y toda vez, que vivan en
familia; por el tutor cuando administre bienes pertenecientes a menores.
El patrimonio familiar se constituirá: por la casa que habite la familia y que haya sido
adquirida en propiedad; el mobiliario de uso doméstico; si es una familia campesina, por el
equipo agrícola (animales semillas, útiles, implementos y aperos de labranza); si se trata de una
familia de obreros, por los equipos de trabajo (maquinaria, aparatos, herramienta) y en general
por todos aquellos instrumentos que utilice en su arte o profesión. Todos estos elementos que
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constituyen el patrimonio de familia, serán así considerados toda vez que no excedan en su
conjunto de $ 10,000.00.
Se considera como jefe de familia al padre; en su defecto, a la madre y, de no existir, al
hijo mayor.
Para constituir el patrimonio de familia es necesario: que el fundador justifique estar
contemplado en el artículo 4 de ésta ley; presentar el título de adquisición de los inmuebles y
justificar la propiedad de los muebles; comprobar que los bienes constitutivos del patrimonio
de familia se encuentran libres de hipoteca, embargos o gravámenes; hacer la solicitud de
inscripción, en ese sentido, a la Tesorería General del Estado.
Los efectos del patrimonio de familia, son la declaración de inalienables; no podrán ser
objeto de arrendamiento, aparcería, aparcería, anticresis, censo o usufructo en favor de
extraños a la familia, sea a título gratuito u oneroso. Sólo en el caso de alimentos que deban
ministrarse por resolución judicial, podrán embargarse hasta el 50% de los frutos de un
patrimonio de familia.
La disolución del patrimonio de familia, se suscita: por muerte de los fundadores;
disolución de la familia. Aquellas autoridades que violen las disposiciones de ésta ley, sufrirán
una pena de destitución o multa de cincuenta a quinientos pesos.
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