PROCESO 125-AI-2004 Acción de incumplimiento interpuesta por

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PROCESO 125-AI-2004
Acción de incumplimiento interpuesta por la Secretaría
General de la Comunidad Andina, en contra de la República
Bolivariana de Venezuela, por incumplimiento de normas que
conforman el ordenamiento jurídico andino, en particular del
artículo 77 del Acuerdo de Cartagena, codificado; del artículo
4 del Tratado de Creación de Tribunal de Justicia; y, de la
Resolución 759 de la Secretaría General, de la misma
Comunidad.
EL TRIBUNAL DE JUSTICIA DE LA COMUNIDAD ANDINA, Quito, a los quince
días del mes de junio del año 2005.
En la acción de incumplimiento incoada por la Secretaría General de la
Comunidad Andina en contra de la República Bolivariana de Venezuela.
VISTOS:
El escrito de demanda contenido en la comunicación SG-C/0.5/1735/2004,
suscrita en la ciudad de Lima, Perú, por el Titular de la Secretaría General de la
Comunidad Andina el 17 de septiembre del año 2004, recibido por este Tribunal,
vía fax, en el mismo día y, cuyos originales fueron recibidos el 20 de los indicados
mes y año; escrito por medio del cual se solicita de este Tribunal que “...declare
que la República Bolivariana de Venezuela ha incurrido en incumplimiento de
normas que conforman el ordenamiento jurídico andino, específicamente, el
artículo 77 del Acuerdo de Cartagena en el texto codificado a través de la Decisión
563; el artículo 4 del Tratado del Tribunal de Justicia; y la Resolución 759 de la
Secretaría General.” ... ”al haber introducido restricciones al comercio
intrasubregional, representadas por la exigencia de requisitos y determinada
información mínima obligatoria contenida en el etiquetado de todo tipo de calzado
y de prendas de vestir (textil) que se comercialicen en territorio venezolano; así
como al no haber procedido a levantar tales restricciones dentro del plazo
concedido por la Secretaría General”.
El auto del 29 de septiembre del año 2004, mediante el cual el Tribunal de
Justicia de la Comunidad Andina decidió “Admitir a trámite la demanda introducida
por la Secretaría General de la Comunidad Andina, y ordenar su notificación a la
República Bolivariana de Venezuela...”, disponiendo, adicionalmente, que en el
término perentorio de cuarenta días, proceda a contestar la misma; término éste
que feneció el 15 de noviembre del año 2004, sin que la República Bolivariana de
Venezuela haya dado contestación a la demanda propuesta en su contra.
El auto del 25 de noviembre del año 2004, a través del cual el Tribunal de Justicia
de la Comunidad Andina decidió “Tener por contradicha la demanda tanto en los
hechos como en el derecho, de conformidad con lo establecido por el artículo 60
del Estatuto de este Tribunal”; auto en el cual resolvió, además, no abrir etapa de
prueba en esta causa y, convocar a las partes en la misma a la Audiencia Pública
fijada para el día jueves 3 de febrero del año 2005, a las diez horas.
El Auto del 2 de febrero también del año 2005, por el cual, a pedido de la
República Bolivariana de Venezuela, este Tribunal decidió dejar sin efecto la
convocatoria a Audiencia Pública determinada mediante auto de 25 de noviembre
del año 2004 y, convocar a las partes en este Proceso a la nueva diligencia a
tener lugar el día jueves 7 de abril del año 2005, a las diez horas, en la sala de
audiencias del Tribunal.
La Audiencia Pública celebrada en la fecha establecida y en concordancia con el
procedimiento reglado; el acta de la misma signada con el número 04.AP-TJCA2005; la intervención en la diligencia de únicamente la parte actora; las
expresiones en élla vertidas, su escrito de conclusiones presentado en término
hábil; y, los demás documentos que obran del expediente relacionado con este
proceso.
Tomando en consideración:
1. ANTECEDENTES
1.1.
Demanda
La Secretaría General de la Comunidad Andina presentó demanda en contra de
la República Bolivariana de Venezuela, argumentando el incumplimiento de
normas y obligaciones derivadas del ordenamiento jurídico de la Comunidad
Andina, en el que habría incurrido y persistido ese País Miembro, por la
expedición y vigencia de las Resoluciones Conjuntas 1174 y 1178 del Ministerio
de Finanzas; y, Resoluciones 395 y 396 del Ministerio de la Producción y el
Comercio del país demandado, todas de fecha 23 de septiembre del 2002; a partir
de cuya vigencia se exigen requisitos que en su criterio configurarían
“restricciones” al comercio de importación de productos originarios de los Países
Miembros.
La demanda se encuentra suscrita por el Doctor Allan Wagner Tizón, en su calidad
de Secretario General de la Comunidad Andina, elegido por el Consejo Andino de
Ministros de Relaciones Exteriores mediante Decisión 568, de 14 de noviembre
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del 2003, publicada en la Gaceta Oficial del Acuerdo de Cartagena número 1012,
de la misma fecha.
Fundamentos de hecho
a)
La Secretaría General emitió la Resolución 759 , de fecha 29 de agosto del
2003, publicada en la Gaceta Oficial del Acuerdo de Cartagena número
974 el 1 de septiembre del 2003, mediante la cual, luego de una amplia
consideración de los hechos y fundamentos que la motivan, resolvió
“Calificar como restricción al comercio intrasubregional, según lo dispuesto
en el artículo 73 del Acuerdo de Cartagena...”, las siguientes medidas
adoptadas por el Gobierno de la República Bolivariana de Venezuela,
puestas en vigencia a través de las Resoluciones Conjuntas 1174 y 1178
del Ministerio de Finanzas; y, Resoluciones 395 y 396 del Ministerio de la
Producción y el Comercio; todas de fecha 23 de septiembre del 2002,
como ha sido ya dicho:
(i)
(ii)
(iii)
(iv)
“La exigencia de que el etiquetado de calzado y prendas de vestir
(textil), originarios de la Subregión, se realice en el proceso de
fabricación o producción;
El requisito de que el etiquetado de calzado originario de la
Subregión sólo se pueda realizar mediante impresión directa o la
colocación de etiquetas impresas, pegadas, estampadas o
cosidas;
La exigencia de una autorización previa, en los casos en que
resulta evidente la imposibilidad de que la etiqueta se imprima o
adhiera en forma permanente a la prenda de vestir por razones
de uso o estética de la prenda de vestir (textil) originarias de la
Subregión;
La prohibición de importar calzado y prendas de vestir (textil),
originarios de la Subregión, que no cumplan con las disposiciones
relativas al etiquetado.”
b)
En la mencionada Resolución 759, se concedió a la República de
Venezuela el término de quince días calendario para el levantamiento de
las restricciones señaladas precedentemente y, que pesan sobre las
importaciones originarias de los demás Países Miembros.
c)
La República del Ecuador solicitó a la Secretaría General el 6 de noviembre
del 2003, su pronunciamiento acerca del supuesto incumplimiento de
normas del ordenamiento jurídico de la Comunidad Andina en el que habría
incurrido la República Bolivariana de Venezuela, al haberse abstenido de
levantar las restricciones determinadas en la Resolución 759.
d)
De acuerdo con lo previsto en el artículo 61 de la Decisión 425, que
contiene el Reglamento de Procedimientos Administrativos de la Secretaría
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General, el mencionado Organo Comunitario, a través de la comunicación
SG-F/0.5/1939/2003, de 20 de noviembre del 2003, formuló una nota de
observaciones al Gobierno del país demandado, en la cual le expresó que
hasta la fecha, no había informado acerca de las medidas adoptadas para
levantar las disposiciones internas calificadas como restricciones al
comercio por medio de la Resolución 759 de la Secretaría General,
concediéndole con esa oportunidad al mencionado Gobierno, un plazo
adicional de diez días hábiles para que presentara sus descargos.
e)
El Gobierno de Venezuela dio contestación al requerimiento en referencia,
mediante comunicación número 1070, de 5 de diciembre del 2003, en la
cual sostuvo que las medidas impuestas no constituyen una restricción a
las importaciones y que su finalidad es, en resumen, según se manifiesta
en las respectivas consideraciones, la siguiente:
(i)
(ii)
(iii)
(iv)
La protección de los derechos del consumidor, amparados en la
Constitución de la República;
Respeto al principio de trato nacional, lo que demuestra que la
finalidad de la medida no es la de restringir el comercio
intrasubregional, sino proteger al consumidor;
Las resoluciones conjuntas mantienen un criterio de equilibrio y
equidad entre los productores y comercializadores venezolanos,
respecto a los extranjeros;
Los medios empleados obedecen a criterios de proporcionalidad,
causalidad e insustituibilidad mencionados en la Resolución 759,
considerando que:
- La exigencia de que el etiquetado se realice en el proceso de
fabricación, responde la necesidad de que el fabricante sea el
responsable directo y, de esta manera, evitar que quien lo
comercialice realice modificaciones en desmedro del
consumidor final.
- La exigencia de que el etiquetado de calzado sólo se pueda
realizar mediante impresión directa o colocación de etiquetas
impresas, pegadas, estampadas o cosidas, tiene por objetivo
evitar que sean cambiadas por el comerciante en perjuicio del
consumidor final.
- La exigencia de una autorización previa, en los casos en que
resulta evidente la imposibilidad de que la etiqueta se imprima
o adhiera en forma permanente a la prenda de vestir por
razones de uso o estética, tiene por objeto evitar eludir las
medidas impuestas, lo que no constituye un trámite adicional
que restrinja el comercio, sino el cumplimiento de una
formalidad que garantiza los derechos del consumidor.
- La prohibición de importar calzado y prendas de vestir,
originarios de la Subregión, que no cumplan las aludidas
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disposiciones, constituye la sanción al incumplimiento de lo
dispuesto.
f)
La Secretaría General expidió la Resolución 823 del 5 de mayo del 2004,
publicada al día siguiente en la Gaceta Oficial número 1064 del Acuerdo de
Cartagena; la cual incorporó el Dictamen 07-2004, de incumplimiento por
parte de la República Bolivariana de Venezuela, al no haber adoptado las
medidas necesarias para asegurar el cumplimiento de la Resolución 759,
determinando que el mencionado País Miembro “...ha incurrido en
incumplimiento de normas que conforman el ordenamiento jurídico de la
Comunidad Andina, en especial de la señalada Resolución 759 y del
artículo 4 del Tratado que crea el Tribunal de Justicia de la Comunidad
Andina”. En tal circunstancia y en armonía con lo previsto en el literal f) del
artículo 65 del Reglamento de Procedimientos Administrativos de la
Secretaría General, éste Organo Comunitario concedió al Gobierno de
Venezuela un plazo de treinta días calendario, contados a partir de la fecha
de publicación de la referida Resolución 823 en la Gaceta Oficial del
Acuerdo de Cartagena, para que ponga fin al incumplimiento.
g)
Mediante comunicación SG-F/0.5/1101/2004 del 16 de julio del 2004, la
Secretaría General solicitó al Gobierno de Venezuela, información sobre las
medidas adoptadas para dar cumplimiento al Dictamen 07-2004 contenido
en la Resolución 823.
h)
El Gobierno del país demandado, hasta la fecha de presentación de la
demanda en su contra, no ha informado a la Secretaría General acerca de
la cesación de las medidas por él impuestas y calificadas como restricción
al comercio intrasubregional por medio de la Resolución 759.
Verificación de los trámites previos.
De conformidad con lo previsto en las normas pertinentes del Tratado de Creación
del Tribunal de Justicia de la Comunidad Andina, el ejercicio de la acción de
incumplimiento está sujeto a la atención de determinados requisitos previos, los
cuales, según expresión de la parte actora, fueron cumplidos así:
(i)
Con arreglo a lo dispuesto por el artículo 50 de la Decisión 425 de la
Comisión de la Comunidad Andina, que contiene el Reglamento de
Procedimientos Administrativos, La Secretaría General, mediante
comunicación SG-F/4.2.1/2022/2002, de 14 de noviembre del 2002,
dirigida al Gobierno de Venezuela, le notificó el inicio de las
investigaciones por los hechos denunciados y concedió a ese país un
plazo de 10 días hábiles a fin de que presente sus descargos.
(ii)
La Secretaría General, mediante Resolución 759, de 29 de agosto del
2003, decidió calificar como restricción al comercio intrasubregional,
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según lo dispuesto en el artículo 73 del Acuerdo de Cartagena, las
medidas establecidas por las Resoluciones Conjuntas 1174 y 1178 del
Ministerio de Finanzas; y, Resoluciones 395 y 396 del Ministerio de la
Producción y el Comercio, todas de fecha 23 de septiembre del 2002,
mediante las cuales el Gobierno de Venezuela establece la información
mínima obligatoria que debe contener el etiquetado de todo tipo de
calzado y de prendas de vestir (textil) que se comercialice en territorio
venezolano.
(iii)
La Secretaría General dirigió al mencionado País Miembro, la nota de
observaciones SG-F/0.5/1939/2003 de fecha 21 de noviembre del 2003,
considerando que hasta esa fecha, no habría informado a ese Organo
Comunitario acerca de las medidas adoptadas para levantar la referida
restricción, concediéndole el plazo de 10 días hábiles para que presente
sus descargos.
(iv)
Dicha nota fue contestada por el Gobierno de Venezuela, mediante
comunicación Nº 1070 de 18 de diciembre del 2003; y,
(v)
La Secretaría General de la Comunidad Andina emitió entonces el
dictamen de incumplimiento 07-2004, amparado en la Resolución 823,
de fecha 5 de mayo del 2004, publicada en la Gaceta Oficial del
Acuerdo de Cartagena Nº 1064, de 6 de mayo del 2004, respecto del
cual se sostiene que guarda concordancia con el contenido de la nota
de observaciones y con los fundamentos de la demanda propuesta.
Fundamentos de Derecho
a)
Incumplimiento del artículo 77 del Acuerdo de Cartagena
La Secretaría General de la Comunidad Andina puntualiza, que de conformidad
con lo establecido por el artículo 77 del Acuerdo de Cartagena, los Países
Miembros tienen la obligación de abstenerse de introducir restricciones de todo
orden a las importaciones de bienes originarios de la Subregión.
A tal efecto, el Acuerdo de Cartagena prevé, en su artículo 74, que corresponde a
la Secretaría General determinar si una medida adoptada unilateralmente por un
País Miembro constituye gravamen o restricción. En ejercicio de tales
competencias, procedió a determinar, que constituyen restricción, en términos del
artículo 73 del Acuerdo de Cartagena, las medidas determinadas en las
Resoluciones conjuntas 1174 del Ministerio de Finanzas y 369 del Ministerio de la
Producción y el Comercio; y, 1178 del Ministerio de Finanzas y 395 del Ministerio
de la Producción y el Comercio, todas de fecha 23 de septiembre del 2002 y, cuya
especificación se hizo ya en el punto de este fallo relativo a los fundamentos de
hecho.
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Señala, consecuentemente, que la República Bolivariana de Venezuela, al haber
introducido las mencionadas restricciones a las importaciones originarias de la
Subregión, incurrió en incumplimiento de normas del ordenamiento jurídico andino;
concepto que expresa se encuentra apoyado en el pronunciamiento del Tribunal
Jurisdiccional Comunitario incorporado en la sentencia dictada dentro del proceso
2-AN-98, en el sentido de que “La aplicación unilateral de una medida restrictiva
implica un incumplimiento de las normas del ordenamiento jurídico andino”.
b)
Incumplimiento de la Resolución 759 de la Secretaría General
La Resolución 759 ya citada, fundamentada en una amplia exposición de
situaciones de hecho y consideraciones técnicas y de derecho, determinó que
constituye restricción, a los efectos de la aplicación del programa de liberación del
Acuerdo de Cartagena, los requisitos y medidas contenidas en las Resoluciones
Conjuntas del Ministerio de Finanzas y del Ministerio de la Producción y el
Comercio de Venezuela, ya referidas. Adicionalmente, en su artículo dos
concedió el plazo de quince días al Gobierno de ese país, para que proceda al
levantamiento de la restricción referida a las importaciones procedentes del resto
de Países Miembros.
Consecuentemente, sostiene que tanto la Resolución mencionada, como el plazo
en ella establecido son de obligatorio cumplimiento para el País acusado, a partir
de la publicación de aquélla en la Gaceta Oficial del Acuerdo de Cartagena, al
tenor de lo dispuesto por los artículos 1, 3 y 4 del Tratado de Creación del Tribunal
de Justicia de la Comunidad Andina.
La Secretaría General cita a este respecto, jurisprudencia existente sobre casos
análogos y hace referencia al pronunciamiento emitido por el mencionado Tribunal
dentro del proceso 43-AI-99, de 13 de octubre del 2000, que en la parte pertinente
determina: “Las resoluciones que califican una medida interna como restricción al
comercio, a los efectos del Capítulo V (actual Capítulo VI) del Acuerdo de
Cartagena, constituyen actos decisorios que crean en el País Miembro destinatario
una obligación de cumplimiento inmediato, independientemente de que su validez
pueda ser cuestionada por la vía de acción de nulidad...”.
Afirma de otra parte, que la legalidad y la validez de una Resolución que califica
una medida como restricción al comercio, no puede ser materia de un
procedimiento de incumplimiento, tal como lo ha puesto de relieve el Tribunal en la
citada sentencia, la misma que en la parte pertinente dice: “...no resulta admisible
que el País Miembro demandado pretenda desvirtuar los argumentos o la parte
decisoria de tal Resolución, pues la vía apropiada para dicho efecto es la
correspondiente acción de nulidad, debiendo entenderse que si el País afectado
no ejerció su derecho de impugnación, de manera oportuna y a través de la acción
pertinente, implícitamente habrá consentido el acto que no recurrió en tiempo y
forma debidos.”
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Por todo lo anterior, es de su opinión, que “...al no haber procedido a levantar la
restricción en los términos y plazo establecidos en la Resolución 759, la República
Bolivariana de Venezuela ha incumplido normas que forman parte del
ordenamiento jurídico de la Comunidad Andina, en especial la propia Resolución
759.”
c)
Incumplimiento del artículo 4 del Tratado de Creación del Tribunal de
Justicia de la Comunidad Andina
La actora transcribe en su demanda, las disposiciones del Tratado de Creación de
este Organo Jurisdiccional, en especial las contenidas en su artículo 4, a través de
las cuales impone a los Estados Miembros de la Comunidad, la obligación de
adoptar las medidas que fueren necesarias para asegurar el cumplimiento de las
normas del ordenamiento jurídico comunitario; y, además, consagra la expresión
de su compromiso de no adoptar ni emplear medida alguna que fuere contraria a
dichas normas o que obste su aplicación. Para este efecto, ilustra el contenido
jurídico de las normas evocadas, con el pronunciamiento concordante realizado
por este Tribunal de Justicia, registrado en su jurisprudencia, el cual, al referirse a
la tipificación que surge de la inobservancia de estas normas señala lo siguiente:
“El incumplimiento de cualquier norma jurídica, originaria o derivada, por parte de
un País Miembro, comporta inevitablemente la infracción del referido artículo 4o
…”.
La Secretaría General concluye señalando, en lo sustancial, que la introducción de
restricciones al comercio intrasubregional por parte de Venezuela, así como su
abstención respecto del levantamiento de las mismas, dentro del plazo concedido,
configuran la infracción del artículo 4o del Tratado de Creación del Tribunal de
Justicia de la Comunidad Andina.
1.2.
Contestación de la demanda
Toda vez que la República de Venezuela no dio contestación a la demanda
propuesta en su contra, mediante auto de 25 de noviembre del año 2004, este
Organo Jurisdiccional decidió, en lo fundamental, …”tener por contradicha la
demanda tanto en los hechos como en el derecho, de conformidad con lo
establecido por el artículo 60 del Estatuto de este Tribunal”.
1.3.
Pruebas
Las partes en esta controversia no solicitaron la práctica de pruebas que indujeran
al Tribunal de Justicia de la Comunidad Andina a abrir un término especial para
su ejecución, ya que todas las que pretendieron hacerlas valer son de carácter
documental y las acompañaron a los memoriales que quedan reseñados.
Aquéllas han sido apreciadas por este Organismo según su naturaleza y mérito,
de manera previa a la emisión del fallo.
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1.4.
Audiencia Pública
Mediante auto del 25 de noviembre del año 2004, debida y legalmente notificado,
el Tribunal de Justicia, entre otras determinaciones, convocó a las partes a la
Audiencia Pública en principio dispuesta para el día jueves 3 de febrero del año
2005, a las 10h00, en la Sala de Audiencias del Organismo. En relación con la
citada convocatoria,
la República Bolivariana de Venezuela, mediante
comunicación de fecha de 27 de enero del 2005, solicitó la suspensión de la
referida Audiencia Pública y, su diferimiento, con el propósito de que las
transformaciones ministeriales que afirmó se encontraban en proceso en su país,
culminaran y fuere entonces factible, la concurrencia de sus funcionarios
representantes a una nueva audiencia.
En atención a la solicitud formulada, la referida convocatoria fue dejada sin efecto
por este Tribunal, mediante auto del 2 de febrero del año 2005, debida y
legalmente notificado a las partes, habiendo sido convocada esta diligencia para el
día jueves 7 de abril del año 2005 a las 10H00, en la sala de audiencias de la
Sede del mencionado Organo Comunitario, a la cual, sin embargo, no concurrieron
representantes de la parte demandada.
1.5.
Escritos de conclusiones relativos a la audiencia pública
a)
Conclusiones de la parte actora
El día 15 de abril del año 2005, la actora, dentro de término, remitió a este
Tribunal sus conclusiones relacionadas con la audiencia pública celebrada dentro
de este proceso, consignadas en su Oficio SG-C/0.11/621/2005 y que se resumen
de la siguiente manera:
La Secretaría General reiteró, de inicio, su solicitud a este Tribunal para que
“...declare que la República Bolivariana de Venezuela ha incurrido en
incumplimiento de normas del ordenamiento jurídico andino, específicamente, los
artículos 77 del Acuerdo de Cartagena, 4 del Tratado de Creación del Tribunal de
Justicia de la Comunidad Andina y, de la Resolución 759 de la Secretaría General
de 29 de agosto del 2003”.
De modo general, reproduce los planteamientos formulados en su demanda y
pone énfasis en que “...dicho incumplimiento se configura al no haber levantado, la
República Bolivariana de Venezuela, las medidas restrictivas al comercio
intrasubregional, contenidas en las Resoluciones Conjuntas1174 y 1178 del
Ministerio de Finanzas; y, Resoluciones 395 y 396 del Ministerio de Producción y
Comercio de Venezuela, todas ellas de fecha 23 de septiembre del 2002...”.
Destaca, en forma específica y singular, lo ocurrido en el entorno procesal y
señala los siguientes hechos: La “...representación de Venezuela no se hizo
presente en la audiencia convocada para el día 7 de abril pasado, mediante auto
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de 2 de febrero de 2005”. “Asimismo, durante el procedimiento llevado a cabo por
la Secretaría General, el cual concluyó con la expedición de la Resolución 759,
Venezuela no dio respuesta alguna a los requerimientos de información cursados
durante la investigación realizada y tampoco impugnó dicha Resolución”…“El
Gobierno de Venezuela no dio contestación a la demanda de incumplimiento
incoada por la actora el 17 de septiembre de 2004”. La Secretaría General
expresa, además, que “…Consideramos que Venezuela, al no presentarse a la
audiencia, luego de haber sido ésta pospuesta atendiendo su solicitud, no ha
mostrado disposición de avenirse al cumplimiento del ordenamiento jurídico
andino en este caso”. Por todo ello, solicita la demandante que este Tribunal
“...tenga en cuenta la actuación procesal de la República de Venezuela”.
Prosigue y señala, que su Resolución 759 de 29 de agosto de 2003 es de
aplicación obligatoria y además, “...está revestida y amparada de la presunción de
legalidad y ejecutoriedad. En consecuencia, debe ser cumplida por los Países
Miembros, mientras no se declare su nulidad”.
Solicita del Tribunal de Justicia, adicionalmente, “...que confirme su jurisprudencia
sobre la obligatoriedad de cumplimiento inmediato de las Resoluciones de la
Secretaría General que califican medidas de restricción, al amparo del artículo 73
del Acuerdo de Cartagena”.
Por otra parte, manifiesta que la restricción materia de la acción planteada
“...contraría los principios de proporcionalidad, causalidad e insustituibilidad
creados jurisprudencialmente. Estos principios y su no observancia están
presentes en cada medida denunciada, conforme fue declarado por la Secretaría
General en su Resolución 759”.
Expresa que “...la exigencia de que el etiquetado del calzado y las prendas de
vestir (textiles)..., se haga en el mismo proceso de producción o fabricación, viola
el principio de causalidad...” y “...no tiene relación alguna con la protección al
consumidor...”. “No existe en opinión de la Secretaría General, vínculo alguno
entre la medida y el objetivo que se quiere alcanzar, el cual es proteger al
consumidor”.
Agrega, además, que la exigencia de que el etiquetado del calzado sólo deba
hacerse de manera impresa o mediante estampado, la impresión o costura,
“...violenta el principio de insustituibilidad desarrollado por la jurisprudencia
comunitaria, pues esta exigencia puede ser suplida por requisitos menos
complicados y no restrictivos”.
Sostiene también, que “la exigencia de autorización previa cuando a la prenda de
vestir (textil) sea imposible estamparle, imprimirle o adherirle de forma permanente
la etiqueta, por la estética o uso del producto, es una medida desproporcionada,
pues la autorización previa es un trámite más en el proceso de importación de
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mercancías, lo que dificultaría injustificadamente el comercio intrasubregional de
estos productos”.
En lo que corresponde “...a la prohibición de importación de las mercancías que no
cumplan con el etiquetado, se trata de una medida injustificada al amparo del
artículo 73 del Acuerdo de Cartagena”. Aparte, según se dice, de que el
mencionado artículo no contempla la protección del consumidor como excepción
para autorizar restricciones.
Por todas las consideraciones que preceden y los fundamentos que han sido
resumidos, la Secretaría General de la Comunidad Andina reitera y confirma su
solicitud al Tribunal Jurisdiccional de la misma, en el sentido de que se pronuncie
sobre el incumplimiento en que ha incurrido el país demandado.
b)
Conclusiones de la parte demandada
No obra del expediente asignado al Proceso 125-AI-2004, escrito alguno
presentado dentro de término, ni fuera de él, relacionado con conclusiones de la
Audiencia Pública celebrada el 7 de abril del año 2005, que hubiere sido
presentado por el Gobierno de la República Bolivariana de Venezuela.
2.
CONSIDERANDO:
2.1.
Competencia del Tribunal
La competencia del Tribunal de Justicia de la Comunidad Andina para conocer de
la presente causa, emana de las normas establecidas por los artículos 23 y 24 de
su Tratado de Creación, concordadas con las disposiciones de su Estatuto,
aprobado mediante Decisión 500 del Consejo Andino de Ministros de Relaciones
Exteriores y, de su Reglamento Interno, en las cuales se regula lo pertinente a la
acción de incumplimiento.
Una vez que se ha dado atención a todas las formalidades inherentes a la acción
que origina a esta causa; no habiéndose comprobado la existencia de
irregularidad procesal alguna que invalide lo actuado; y, considerando que el
estado del proceso es el de dictar sentencia, el Organo Jurisdiccional Comunitario,
procede a ese efecto, con base en los siguientes fundamentos:
2.2.
Naturaleza, fines y trámite de la acción de incumplimiento
En el ámbito del Derecho Comunitario, la acción de incumplimiento puede
definirse como el derecho de obrar o ejercitar el poder jurídico que tiene la
Comunidad Andina, sus representantes y actores, para acudir ante los órganos de
la jurisdicción, exponer sus pretensiones y formular la petición prevista en el
derecho comunitario, frente a una eventual acción u omisión no concordantes con
una obligación pendiente o un deber impuesto a la parte demandada. La
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obligación no satisfecha o el incumplimiento, surgen como aspectos esenciales del
objeto dentro de la relación jurídica, los mismos que constituyen materia principal
de la acción. El propósito final es la restauración del orden jurídico, a través del
cumplimiento inmediato de la providencia que tenga por objeto garantizar el
resultado del juicio y la subsanación de la irregularidad declarada.
La referencia doctrinaria precedente, concuerda con los pronunciamientos
emitidos por el Tribunal de Justicia de la Comunidad Andina. En el proceso 4-AI98, de 27 de octubre de 1999, al respecto mencionó lo siguiente: “En cuanto hace
a la naturaleza de la acción de incumplimiento, ésta es esencialmente contenciosa
y la sentencia que de ella se derive no sólo es declarativa en el sentido de
limitarse a la mera declaración de la existencia de un derecho o de una obligación,
sino que está llamada a imponer el cumplimiento de una prestación de hacer o no
hacer (Couture).” Este pronunciamiento se encasilla también dentro de las
previsiones del artículo 25 del Tratado de Creación del Tribunal, cuando establece
que “...la sentencia de incumplimiento implica para el País cuya conducta ha sido
objeto de reclamo, la obligación de adoptar las medidas necesarias para la
ejecución de la sentencia, dentro del plazo determinado de tres meses, contado a
partir de su notificación”
En el marco específico del Derecho Comunitario, sin embargo, el restablecimiento
del orden jurídico que persigue la acción de incumplimiento, es apenas una parte
del todo exigible, ya que existen otras metas y objetivos de orden económico,
social y político de la integración andina, todos ellos descritos, estructurados y
definidos en las normas que conforman el ordenamiento jurídico comunitario.
Consecuentemente, por su importancia y naturaleza imponen la observancia
irrestricta y oportuna de los compromisos asumidos voluntariamente por las
naciones andinas en el seno de la Comunidad, como condición necesaria de su
sobrevivencia. Estas son consideraciones que de manera permanente están
incorporadas en los pronunciamientos y fallos de este Tribunal, así como en el
ejercicio de sus responsabilidades y funciones, bajo el convencimiento de que
sólo la observancia y aplicación, sin excepciones, de la norma comunitaria,
garantizan su existencia y el desarrollo del proceso de integración subregional.
En cuanto al trámite de la acción de incumplimiento, el Tratado de Creación de
este Tribunal fija, en sus artículos 23 al 31, el procedimiento, la secuencia de actos
y solemnidades que deberá cumplir la actuación preprocesal y procesal, para
encausar una demanda de esta naturaleza en contra de un País Miembro. En el
caso sometido a la resolución de este Tribunal, éste puede confirmar que han sido
cumplidas a satisfacción tales exigencias procedimentales.
2.3.
Verificación de los trámites previos
Efectivamente, en armonía con lo requerido por la normativa jurídica andina, este
Tribunal constata que se han cumplido los siguientes requisitos previos: la
notificación sobre inicio de las investigaciones por los hechos denunciados y la
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concesión de un plazo a fin de que el demandado presente sus descargos; la
calificación como restricción al comercio intrasubregional de las medidas
objetadas; la emisión de la nota de observaciones y la concesión de un plazo
para la presentación de descargos; el conocimiento que tuvo el País Miembro
demandado, de todos los actos que se cumplieron en la etapa preprocesal, así
como de su respuesta a uno de los requerimientos formulados por la Secretaría
General, hasta culminar en la emisión del dictamen de incumplimiento.
Este Organo Jurisdiccional, observa, además, la correspondencia puntual y la
suficiente congruencia entre las razones del incumplimiento aducidas en el pliego
o nota de observaciones y las contenidas en el dictamen de incumplimiento, con
las alegadas posteriormente en la demanda formulada, tal como impone la
jurisprudencia de este Organo Jurisdiccional en el trámite de estas causas;
requisito éste que también se observa cumplido.
La Secretaría General, en concordancia con lo previsto en el artículo 23 del
Tratado de Creación del Tribunal de Justicia de la Comunidad Andina,
considerando que el incumplimiento declarado se ha mantenido sin modificación y
que la República Bolivariana de Venezuela ha persistido en la conducta materia de
las observaciones y del dictamen ya mencionados, procedió a solicitar al
Organismo Jurisdiccional su pronunciamiento.
Una vez que ha sido cuidadosamente examinada la acción interpuesta por la
Secretaría General a la luz de estos requerimientos jurídicos y, teniendo en cuenta
las normas aplicables a la materia, así como la jurisprudencia existente; este
Tribunal estima que no se han registrado errores o defectos de fondo o de forma
que vulneren el procedimiento o Derecho Adjetivo, tanto en la etapa administrativa
cuya competencia radica en la Secretaría General, como en la fase que
corresponde a la jurisdicción de este Tribunal. Es decir, el derecho al debido
proceso y al ejercicio de la legítima defensa han sido respetados y aplicados en
toda su extensión y sin limitación ni condición alguna.
2.4.
El procedimiento de investigación y la emisión de las Resoluciones
759 y 823.
En torno al procedimiento de investigación aplicado por la Secretaría General y a
la emisión de la Resolución 759, este Tribunal destaca que se ha realizado un
despliegue exhaustivo y satisfactorio de diligencias y acciones, en orden a ilustrar
el contenido de la presente causa y, a establecer el mandato de las normas
comunitarias confrontadas con el cumplimiento de las mismas y las correlativas
responsabilidades, derechos y obligaciones que de su observancia derivan.
En tal sentido, este Organo Jurisdiccional ha tenido en cuenta la secuencia y
significación de los actos jurídicos y circunstancias más notables que se resumen
a continuación:
13
a)
Resolución 759.
El 26 de julio del 2002, amparándose en la Decisión 419, el Servicio Autónomo de
Normalización, Calidad, Metrología y Reglamentos Técnicos de la República
Bolivariana de Venezuela (SENCAMER), remitió por correo electrónico a la
Secretaría General de la Comunidad Andina, dos proyectos de resoluciones
conjuntas de los Ministerios de Finanzas y de la Producción y el Comercio de ese
país, destinadas, por un lado, a “establecer un registro de fabricantes nacionales e
importadores de prendas de vestir (textil) y, la información mínima que debe
contener la etiqueta aplicable a todo tipo de prendas de vestir (textil) que se
comercialicen en Venezuela, sean de procedencia nacional e importada” y, por
otro, a “establecer un registro de fabricantes nacionales e importadores de
calzados y la información mínima que debe contener la etiqueta aplicable a todo
tipo de prendas de vestir (textil) que se comercialicen en Venezuela, sean de
procedencia nacional o importada”. Tales proyectos fueron puestos en
conocimiento de todos los Países Miembros, para su correspondiente examen,
mediante comunicación también de 26 de julio del 2002.
El 28 de agosto del 2002, el SENCAMER envió a la Secretaría General una
versión actualizada de dichos proyectos, la misma que fue remitida a todos los
Países Miembros, para su consideración, el 29 de los mismos mes y año.
El 1 de Octubre del 2002, la Secretaría General recibió una nota del Gobierno de
Colombia, a través de la cual ese país formuló observaciones a los citados
proyectos, las mismas que fueron trasladadas para conocimiento del SENCAMER,
el 3 de octubre del mismo año.
El Gobierno del Perú, por su parte, mediante comunicación 205-2002-MINCETUR/
VMCE/DNINCI, de 11 de octubre del 2002, formuló también observaciones, las
que fueron puestas en conocimiento del SENCAMER, el 16 de ese mes.
El 6 de noviembre también del año 2002, el Gobierno del Perú comunicó a la
Secretaría General, que en la Gaceta Oficial de Venezuela, del 23 de septiembre
del 2002, se habrían publicado dos reglamentaciones técnicas, las cuales
transgredían el artículo 32 de la Decisión 419, por lo cual solicitó de dicho Organo
que inicie el correspondiente procedimiento administrativo, por supuestas
restricciones al comercio, de acuerdo con lo previsto en el artículo 8 de la Decisión
que establece el Sistema Andino de Normalización, Acreditación, Ensayos,
Certificación, Reglamentos Técnicos y Metrología.
No consta en el expediente, respuesta alguna de Venezuela acerca de las
observaciones formuladas.
De conformidad con el artículo 50 de la Decisión 425 de la Comisión de la
Comunidad Andina, que contiene el Reglamento de Procedimientos
Administrativos, la Secretaría General, mediante comunicación SG14
F/4.2.1/2022/2002, de 14 de noviembre del 2002, dirigida al Gobierno de
Venezuela, notificó el inicio de las investigaciones por los hechos denunciados y
concedió a ese país un plazo de 10 días hábiles a fin de que presente sus
descargos. De este hecho fueron informados todos los Países Miembros el 19 de
los indicados mes y año.
El 3 de diciembre del 2002, el Gobierno de Colombia reiteró los comentarios
expuestos en su comunicación anterior y señaló que la Asociación Colombiana de
Industriales del Calzado, el Cuero y sus Manufacturas (ACICAM), había expresado
la dificultad que se presenta en el proceso de producción de algunos tipos de
calzado al exigirse el etiquetado mediante impresión directa o colocación de
etiquetas impresas, pegadas, estampadas o cosidas en, al menos, una de las
piezas en cada par de calzado.
El reclamo interpuesto a la Secretaría General por el Perú, tanto como su petición
para que se de inicio a la investigación, tuvieron como propósito o finalidad
obtener el pronunciamiento del órgano comunitario competente, en orden a
determinar si la medida impuesta por Venezuela constituía o no una restricción al
comercio subregional.
La medida objeto de reclamo por parte de los mencionados Países, se encuentra
plasmada en dos resoluciones conjuntas de los Ministerios de Finanzas y de la
Producción y el Comercio, de Venezuela, publicadas en la Gaceta Oficial de ese
país el 23 de septiembre del 2002, cuya exacta descripción consta en el texto de
la demanda y reproducido en este fallo.
En consideración a tales circunstancias y antecedentes, la Secretaría General
tomó la decisión de establecer, si la medida objeto del reclamo constituía o no una
infracción que pudiera ser considerada como incumplimiento de normas que
forman parte del ordenamiento jurídico de la Comunidad Andina.
Del examen de las reglamentaciones adoptadas por Venezuela se observa, que
las exigencias impuestas están destinadas a ser aplicadas tanto a los productos
importados, sin excepción, como a los de origen nacional.
Para que este tipo de medidas unilaterales puedan ser consideradas concordantes
con el derecho comunitario andino, según la jurisprudencia sentada, deben reunir
condiciones especiales tales como: guardar proporción con el fin perseguido; estar
vinculadas directa e inmediatamente con la solución del problema y, además, no
deben existir otros medios para lograr dicho fin (sentencias de 24 de marzo de
1997, 26 de febrero de 1998 y, 8 de junio de 1998).
La protección de los derechos del consumidor, fundamento sobre el que
Venezuela sustenta sus reglamentaciones, ha sido reconocida expresamente por
diversas disposiciones comunitarias, sin embargo, las mismas “no deberán tener
por objeto o efecto crear obstáculos al comercio intrasubregional”, “tal como
15
prescribe la normativa andina, por lo que los medios utilizados por los Países
Miembros para alcanzar un objetivo digno de protección deberán cumplir con los
criterios de proporcionalidad, causalidad e insustituibilidad”; principios que han
sido exhaustivamente analizados por la Secretaría General.
Los Gobiernos de Colombia y Perú coinciden en señalar que los requisitos
impuestos por el Gobierno de Venezuela constituyen un obstáculo al comercio
subregional; que no aportan información respecto a la calidad, naturaleza, origen o
valor del producto; que, además, generan sobre costos; que perjudican el uso o la
estética de los productos y pérdida de su valor, por lo que carecen de efecto para
cumplir el objetivo de proteger al consumidor.
La Secretaría General, por su parte, considera “...que no queda demostrado que
la exigencia impuesta por Venezuela se encuentre vinculada directa e
inmediatamente con el objetivo legítimo que aparentemente perseguiría.” En su
opinión, ninguna de las medidas adoptadas por Venezuela a través de las
Resoluciones mencionadas y que se vinculan con la prohibición de importaciones,
se encuentran fundamentadas en alguna de las excepciones previstas por el
artículo 73 del Acuerdo de Cartagena. En consecuencia, la prohibición de importar
productos que no cumplan con los requisitos exigidos debe ser considerada como
restricción al comercio intrasubregional, a los efectos del programa de liberación
del Acuerdo de Cartagena.
El artículo 77 del Acuerdo de Cartagena prescribe que los Países Miembros se
abstendrán de aplicar gravámenes y de introducir restricciones de todo orden a
las importaciones de bienes originarios de la Subregión.
La Secretaría General, por su parte, tiene atribuciones para determinar, en este
caso, si las medidas adoptadas por el Gobierno de Venezuela, que han sido
precisadas, constituyen o no una restricción al comercio intrasubregional.
En uso de tales facultades la Secretaría General de la Comunidad Andina,
mediante Resolución 759, de 29 de agosto del 2003, calificó como restricción a
ese comercio, según lo dispuesto en el artículo 73 del Acuerdo de Cartagena, las
medidas incluidas en los reglamentos puestos en vigor por Venezuela. A través
de la misma Resolución, se concedió a Venezuela el plazo de 15 días calendario
para el levantamiento de la restricción.
b)
Resolución 823.
El Gobierno de la República del Ecuador, mediante nota de fecha 6 de noviembre
del 2003, solicitó a la Secretaría General su pronunciamiento acerca del supuesto
incumplimiento de normas del ordenamiento jurídico comunitario en el que habría
incurrido Venezuela, al haberse abstenido de levantar la restricción determinada
mediante Resolución 759.
16
La Secretaría General, por medio de comunicación SG-F/0.5/1939/2003, formuló
una nota de observaciones al Gobierno del mencionado país, en la cual le
expresó que hasta la fecha, no había informado acerca de las medidas adoptadas
para levantar las referidas restricciones, concediéndole a ese Gobierno un plazo
adicional de diez días hábiles para que presente sus descargos.
El Gobierno de Venezuela, en respuesta concretada en la comunicación número
1070, de 18 de diciembre del 2003, cuestionó la validez y eficacia de la Resolución
759 y reiteró que las medidas impuestas no constituyen una restricción a las
importaciones, arguyendo las razones que han sido ya mencionadas.
La Secretaría consideró al respecto, que al haberse impuesto restricciones a las
importaciones para calzado y textiles originarios de los demás Países Miembros, a
las que se refiere la Resolución 759 y, al no haberse procedido a levantarlas
después de lo resuelto al amparo del artículo 73 (actual 74) del Acuerdo de
Cartagena, la República Bolivariana de Venezuela ha incumplido normas que
forman parte del ordenamiento jurídico de la Comunidad Andina.
Consecuentemente, en ejercicio de las atribuciones conferidas por el literal a) del
artículo 30 ibidem, expidió la Resolución 823, que contiene el Dictamen 07-2004
de incumplimiento que expresa: “Dictaminar que la República Bolivariana de
Venezuela, al no haber adoptado las medidas necesarias para asegurar el
cumplimiento de la Resolución 759, ha incurrido en incumplimiento de normas que
conforman el ordenamiento jurídico de la Comunidad Andina, en especial de la
señalada Resolución 759 y del artículo 4 del Tratado de Creación del Tribunal de
Justicia de la Comunidad Andina”. La Resolución 823, adicionalmente, concedió
al Gobierno de Venezuela un plazo de 30 días calendario para que ponga fin al
incumplimiento.
Posteriormente, mediante comunicación SG-F/0.5/1101/2004, de 16 de julio del
2004, la Secretaría General solicitó al Gobierno de Venezuela información sobre
las medidas adoptadas para dar cumplimiento al Dictamen 07-2004 contenido en
la Resolución 823.
El Gobierno del país demandado, hasta la fecha de presentación de la demanda
en su contra, no ha informado a la Secretaría General acerca de la cesación de
las medidas por él impuestas y, calificadas como restricción al comercio
intrasubregional por la Resolución 759.
2.5.
De la jurisprudencia del Tribunal
Existen precedentes jurisprudenciales generados por el Tribunal de Justicia de la
Comunidad Andina, concordantes con la naturaleza jurídica de la presente causa,
cuya referencia se constituye en orientación valida para el pronunciamiento que
debe emitir el Organismo.
17
En alusión a las obligaciones de hacer o no hacer que los Países Miembros
tienen en el ámbito del Derecho Comunitario, el proceso 4-AI-98, contiene, por
ejemplo, las siguientes expresiones de este Tribunal: “por obligaciones de hacer,
los Países Miembros adquieren el compromiso de adoptar toda clase de medidas
–sean legislativas, judiciales, ejecutivas, administrativas o de cualquier otro ordenque contengan manifestaciones de voluntad del Estado expresadas en leyes,
decretos, resoluciones, decisiones, sentencias o en general actos de
administración, destinados a garantizar el cumplimiento del ordenamiento jurídico
comunitario. Por las obligaciones de no hacer, deben abstenerse de adoptar toda
medida, de la misma índole o naturaleza, que pueda contrariar u obstaculizar
dicho ordenamiento”.
En cuanto a la declaratoria como restricción al comercio, de una medida adoptada
singularmente por un País Miembro, el Organo Jurisdiccional Andino ha declarado
en sentencia emitida el 2 de junio del 2000, dentro del proceso 2-AN-98, que: “Las
Resoluciones que determinen que una medida adoptada unilateralmente por un
País Miembro constituye restricción al comercio, de acuerdo con lo dispuesto por
el artículo 73 (actual 74) del Acuerdo de Cartagena, deben limitarse a tal
declaratoria, expresando los motivos que la justifiquen, sin que sea admisible
utilizar el procedimiento de calificación de restricciones para fines distintos a los
previstos en la norma invocada”; presupuesto que este Tribunal observa cumplido
con la expedición de la Resolución 759.
El Organo Jurisdiccional Andino se ha pronunciado también, acerca de la validez y
ejecutoriedad de las Resoluciones de la Secretaría General, precisando que
dichos actos “...se encuentran revestidos o amparados de las características de
presunción de legalidad y ejecutoriedad.” (Sentencia de 24 de marzo de 1997,
dentro del proceso 3-AI-96).
En torno a la obligatoriedad de cumplimiento inmediato de una Resolución que
califica a una medida interna como restricción al comercio intrasubregional, el
Tribunal ha reiterado que “Las Resoluciones que califican una medida interna
como restricción al comercio, a los efectos del Capítulo V (actual Capitulo VI) del
Acuerdo de Cartagena, constituyen actos decisorios que crean en el País
Miembro
destinatario
una
obligación
de
cumplimiento
inmediato,
independientemente de que su validez pueda ser cuestionada por la vía de la
acción de nulidad.” “...dentro de un proceso de incumplimiento por inobservancia
de una Resolución que califique una medida interna como restricción a las
importaciones intracomunitarias no resulta admisible que el País Miembro
demandado pretenda desvirtuar los argumentos o la parte decisoria de tal
Resolución, pues la vía apropiada para dicho efecto es la correspondiente acción
de nulidad, debiendo entenderse que si el país afectado no ejerció su derecho de
impugnación, de manera oportuna y a través de la acción pertinente,
implícitamente habrá consentido el acto que no recurrió en tiempo y forma
debidos” (Sentencia emitida el 13 de octubre del 2000, dentro del proceso 43-AI99).
18
2.6.
Sobre la configuración del incumplimiento demandado
Queda pues resumido el marco jurídico que atañe a este proceso, dentro del cual
se incluye la reseña y análisis de los hechos, circunstancias y antecedentes
jurisprudenciales sobre la materia; el examen minucioso de la demanda y de las
demás piezas procesales, en especial, de las normas citadas del Acuerdo de
Cartagena, codificado y, de las Resoluciones 759 y 823, mediante las cuales, la
Secretaría General, calificó de restricciones a las medidas contenidas en las
Resoluciones Conjuntas 1174 y 1178 del Ministerio de Finanzas; y, Resoluciones
395 y 396 del Ministerio de la Producción y el Comercio de Venezuela; y, por otra
parte, dictaminó el incumplimiento de normas que conforman el ordenamiento
jurídico Andino, específicamente del artículo 4 del Tratado de Creación del
Tribunal de Justicia de la Comunidad Andina, del artículo 77 del Acuerdo de
Cartagena, codificado y, de la Resolución 759.
Corresponde, en consecuencia, el pronunciamiento de este Organo Jurisdiccional
sobre el punto, el mismo que considera que se ha configurado efectivamente dicho
incumplimiento, cuyo testimonio se encuentra constituido por los instrumentos
normativos expedidos por el Gobierno de Venezuela.
Agravan la situación de incumplimiento aludida, la inacción evidenciada por el
Gobierno del País demandado, tanto en la etapa preprocesal como en la
jurisdiccional, así como la persistencia del indicado Gobierno en pretender
justificar sus determinaciones, absteniéndose, conscientemente, de poner fin al
incumplimiento de normas comunitarias esenciales para el comercio en la
Subregión.
2.7.
Incumplimiento del artículo 77 del Acuerdo de Cartagena
El Acuerdo de Cartagena prevé, en su artículo 77, con carácter imperativo, que
los Países Miembros se abstendrán de introducir restricciones de todo orden a las
importaciones de bienes originarios de la Subregión; en tanto que el artículo 74
ibidem, dispone que corresponde a la Secretaría General determinar si una
medida adoptada unilateralmente por un País Miembro constituye gravamen o
restricción. En ejercicio de tales competencias y facultades, el mencionado
Organismo procedió a determinar que constituyen restricción, en los términos
expresados en el artículo 73 del Acuerdo de Cartagena, las medidas establecidas
por las Resoluciones Conjuntas 1174 y 1178 del Ministerio de Finanzas; y, 395 y
396 del Ministerio de la Producción y el Comercio; todas de fecha 23 de
septiembre del 2002.
La Decisión 376 de la Comisión del Acuerdo de Cartagena, relativa al “Sistema
Andino de la Normalización, Acreditación, Ensayos, Certificación, Reglamentos
Técnicos y Metrología”, modificada por la Decisión 419, otorga a los Países
Miembros competencia para la expedición de Reglamentos Técnicos que tengan
19
por objeto “propiciar la mejora progresiva de la calidad de los productos y servicios
que se intercambian en el comercio internacional, y para la protección de la salud,
la seguridad, el medio ambiente y la protección del consumidor”. No obstante, esa
Decisión exige que la aplicación de tales Reglamentos Técnicos debe hacerse “de
forma tal que no constituyan un medio de discriminación o una restricción
encubierta al comercio”; previsión normativa que a juicio del Tribunal implica que
las medidas de protección de los derechos de los consumidores tienen como límite
el que su aplicación no represente obstáculo para el comercio intraregional.
En el caso en estudio, la prohibición de importar calzado y prendas de vestir (textil)
que no cumplan con las exigencias relativas a que:
1.
2.
3.
El etiquetado de calzado y en prendas de vestir se realice en el mismo
proceso de fabricación o producción.
Dicho etiquetado solo se pueda realizar mediante impresión directa o la
colocación de etiquetas impresas, pegadas, estampadas, o cosidas.
Se requiera autorización previa en los casos en que resulta evidente la
imposibilidad de que la etiqueta se imprima o se adhiera en forma
permanente.
Impuesta en las Resoluciones Conjuntas de los Ministerios de la Producción y el
Comercio y de Finanzas de la República Bolivariana de Venezuela, constituye
restricción al comercio Subregional, en los términos establecidos por la Secretaría
General de la Comunidad Andina en la Resolución 759 de 29 de agosto del 2003,
emitida en uso de sus específicas competencias y acto respecto del cual pudo el
mencionado País Miembro, de estimarlo procedente, ejercitar los recursos legales
previstos en el ordenamiento jurídico andino.
Concluye este Tribunal, en consecuencia, que la República Bolivariana de
Venezuela, al haber introducido la mencionada restricción a las importaciones
originarias de la Subregión y, al haber persistido en mantenerla, pese a los
requerimientos de la Secretaría General, incurrió en incumplimiento de las
correspondientes normas del ordenamiento jurídico andino.
2.8.
Incumplimiento de la Resolución 759 de la Secretaría General
La Resolución 759 determinó que constituyen restricción, a los efectos de la
aplicación del programa de liberación del Acuerdo de Cartagena, los requisitos y
medidas determinadas en las Resoluciones Conjuntas ya referidas. En dicha
Resolución, se concedió el plazo perentorio de quince días al Gobierno de la
República de Venezuela, para que proceda al levantamiento de la restricción
constituida.
Tanto esa Resolución, como el plazo en ella establecido, son de obligatorio
cumplimiento para el País incumplidor, a partir de su publicación en la Gaceta
20
Oficial del Acuerdo de Cartagena, al tenor de lo que dispuesto por los artículos 1,
3 y 4 del Tratado de Creación del Tribunal de Justicia de la Comunidad Andina.
Como se observó antes, existe jurisprudencia generada por este Organo
Jurisdiccional, respecto del acatamiento y aplicación inmediatos de esta clase de
Resoluciones.
El Tribunal considera, por tanto, que el Gobierno de la República Bolivariana de
Venezuela, al no acatar las obligaciones que le fueron impuestas mediante la
Resolución
759 y, como consecuencia de ello, al abstenerse de levantar la
restricción constituida, en los términos y plazo establecidos para el efecto, ha
incumplido esa Resolución, la cual, por lo expresado, forma parte del
ordenamiento jurídico de la Comunidad Andina.
2.9.
Incumplimiento del artículo 4 del Tratado de Creación del Tribunal de
Justicia de la Comunidad Andina
El Tratado de Creación del Tribunal de Justicia de la Comunidad Andina, a través
de lo establecido en su artículo 4, impone a los Estados Miembros de la
Comunidad, la obligación de adoptar las medidas que fueren necesarias para
asegurar el cumplimiento de las normas del ordenamiento jurídico comunitario; y,
además, estatuye el compromiso de los Países Miembros, de no adoptar ni
emplear medida alguna que fuere contraria a dichas normas o que obste su
aplicación.
Este Tribunal concluye, en ese contexto, que la restricción impuesta por
Venezuela al comercio intrasubregional, así como su inacción respecto del
levantamiento de la misma, dentro del plazo concedido, configuran el
incumplimiento del artículo 4o del Tratado de su Creación, el cual es obviamente
parte del ordenamiento jurídico de la Comunidad Andina.
Observa también este Tribunal, que la naturaleza de la restricción impuesta tiene
carácter de objetiva y no discutida y, por ende, genera mayor riesgo para el
comercio intrasubregional, toda vez que de acuerdo con las circunstancias, el flujo
de exportaciones de los productos afectados con la medida desde la Subregión a
Venezuela, puede ser indebidamente sometido a regímenes de licencia previa y
aún de cierre de mercado.
Con base en lo expuesto, el Tribunal de Justicia de la Comunidad Andina
concluye, que la demanda incoada por la Secretaría General de la Comunidad
Andina tiene mérito suficiente, condición que debe ser así declarada en sentencia.
2.10. Inaplicabilidad de las Resoluciones Conjuntas expedidas por el
Gobierno de la República Bolivariana de Venezuela
21
La Secretaría General de la Comunidad Andina, en la demanda interpuesta ante
este Tribunal, plantea en el respectivo petitorio, entre los otros aspectos
analizados ya en este fallo, que el Organismo declare, de manera expresa, “…la
inaplicabilidad en el territorio venezolano de la Resolución Conjunta 1174 del
Ministerio de Finanzas y 396 del Ministerio de la Producción y el Comercio del 23
de septiembre de 2002, así como de la Resolución Conjunta 1178 del Ministerio
de Finanzas y 395 del Ministerio de la Producción y el Comercio del 23 de
septiembre de 2002, en aquellos aspectos calificados por la Secretaría General
como restricción de Comercio para las importaciones originarias de la Subregión”.
Considera al respecto este Tribunal, que el artículo 27 del Tratado de su Creación
determina, que si la sentencia que el Organo Jurisdiccional emita fuera de
incumplimiento, el País Miembro cuya conducta haya sido objeto de la misma,
quedará obligado a adoptar las medidas necesarias para su cumplimiento, en un
plazo no mayor de noventa días a su notificación.
En armonía con esta facultad, dirigida a establecer los efectos del fallo en materia
de incumplimiento de las normas del Ordenamiento jurídico andino, desarrollada
también en el artículo 111 del Estatuto, este Tribunal se pronunciará estrictamente
en tal sentido, reservándose, por cierto, la competencia de velar por la cabal
ejecución de la sentencia que pronuncie y, consiguientemente de aplicar, de ser el
caso, las disposiciones previstas por el artículo 27, inciso segundo, de su Tratado
de Creación, así como por la Sección Segunda del Capítulo II del Estatuto, relativa
al procedimiento sumario por desacato a las sentencias que sean emitidas en
acciones de incumplimiento.
2.11. Condena en costas
En vista de que las consideraciones precedentes conducen inequívocamente a la
determinación de que el País Miembro demandado ha incurrido en el
incumplimiento de normas que conforman el ordenamiento jurídico andino, estado
que es objeto de la acción deducida, de conformidad con lo establecido en el
artículo 90 del Estatuto de este Organo Jurisdiccional, la sentencia condenará a la
parte demandada al pago de las costas del proceso, oportunamente solicitadas
por la Actora.
Por todo lo expuesto,
EL TRIBUNAL DE JUSTICIA DE LA COMUNIDAD ANDINA,
En ejercicio de la competencia que le asigna la Sección Segunda del Capítulo III
de su Tratado de Creación, así como de las atribuciones a él reconocidas por la
Sección Primera del Capítulo II, Título Tercero, de su Estatuto,
22
DECIDE:
PRIMERO:
Declarar con lugar la acción de incumplimiento instaurada por la
Secretaría General de la Comunidad Andina y, en consecuencia,
determinar que la República Bolivariana de Venezuela ha incurrido
en incumplimiento del artículo 4 del Tratado que crea el Tribunal de
Justicia de esa Comunidad; así como del artículo 77 del Acuerdo de
Cartagena; y, de la Resolución 759 de la mencionada Secretaría
General.
SEGUNDO:
En observancia de lo previsto en los artículos 27 del Tratado de
Creación de este Tribunal y 111 de su Estatuto, la República
Bolivariana de Venezuela queda obligada a llevar a cabo las
acciones necesarias para el cumplimiento de este fallo, en un plazo
no mayor de noventa días contados a partir de la fecha de su
notificación, adoptando las medidas conducentes a la eliminación, en
su normativa interna, de las restricciones al comercio
intrasubregional, así calificadas por la resolución 759 de la Secretaría
General de la Comunidad Andina, sin perjuicio del derecho de los
afectados por el incumplimiento declarado en esta sentencia, para
que puedan perseguir, en la vía interna, la reparación de los daños y
perjuicios que pudieran corresponder.
TERCERO:
Condenar a la República Bolivariana de Venezuela al pago de las
costas causadas.
NOTIFIQUESE, COMUNIQUESE, PUBLIQUESE Y CUMPLASE.
Moisés Troconis Villarreal
PRESIDENTE
...Continuación de las firmas impuestas en el texto de la sentencia proferida por el Tribunal
de Justicia de la Comunidad Andina, en el PROCESO 125-AI-2004.
23
Walter Kaune Arteaga
MAGISTRADO
Rubén Herdoíza Mera
MAGISTRADO
Ricardo Vigil Toledo
MAGISTRADO
Olga Inés Navarrete Barrero
MAGISTRADA
Mónica Rosell Medina
SECRETARIA
PROCESO 125-AI-2004
24
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