La novela en el tranvía; Benito Pérez Galdós

Anuncio
La novela en la tranvía es una obra cuyo argumento se crea mediante los desvíos rutinarios y las travesuras
mentales por parte del narrador. A lo largo de dicha obra su autor, Benito Pérez Galdós, cuenta una larga y
tortuosa serie de sucesos que pasaron al narrador mientras hacía un mandado un día normal en Madrid. Estos
sucesos, a pesar de sus enlaces ni sólidos ni débiles consiguen formar una historia inteligible y acogedora para
el narrador que los cuenta. Pero más importante que esto es el hecho de que dentro de la obra, no existe un
argumento en si, es decir en la realidad del narrador, sino la aparencia de uno en los extremos de su curiosidad
y confusión. Por esta técnica de creación literaria se destaca La novela en la tranvía por su orginalidad en
desarrolar el trama, la cual incorpora muchísimos detalles frente a la compleja naturaleza de la acción, y que
capta al lector hasta el final.
La historia que nunca fue comenzó por un relato de verdad que le contó al narrador un conocido suyo,
Dionisio Cascajares de la Vallina, quien era un hombre entremetido y amigo de todo el mundo, y a quien se
desconfiaba el narrador. Aunque no le interesaba mucho la historia que se trataba de una condesa y on
mayordomo escuchó hasta que se tuvo que bajar Cascajares del coche. Después que pasó un tiempo el
narrador notó en un trozo de periódico que servía como envolutorio para los libros que llevaba los nombres de
unos tanto personajes, estando entre éstos una condesa y otros más que, por incredible suerte, parecían ser los
mismos del relato recién contado de Cascajares. Aunque no le interesó la primera vez, la segunda le provocó
bastante interés y leyó hasta donde se había desgarrado la página, fijándose en todos los detalles, el más
notable de estos siendo el copiar la letra de la Condesa en una carta cuyo destino todavía no se reveló por el
estado del periódico usado.
De estos primero sucesos podemos ver con claridad la gran habilidad del autor de crear lo ficticio, y en ello,
volver a crearlo, y así sucesivamente. Desde el principio de esta obra ficticia tenemos la acción que es semi
crédula, ya que no somos testigos a la autenticidad del caso, De esto el narrador, quien da al lector su misma
perspectiva, se fija en un trabajo que también es ficticia, lo cual sabemos por su formato capitulado, y con
imprudencia la incorpora con la historia de Dionisis Cascajares.
De sólo dos de los muchos sucesos que da Galdós antes del final ya podemos ver cuatro niveles literarios, es
decir cuatro diferentes realidades. Éstas son las siguientes: primero, como hay que mencionarla, es la nuestra,
es decir la del lector; la del narrador ya es otra y es la misma que posee todo lo que ocurre desde el principio
hasta el final; luego tenemos la realidad del Cascajares, la cual no es tanto otro nivel sino un sub nivel de la
anterior puesto que a Cascajares le gusta mucho charlar con todo el mundo, y por supuesto chismear, pues no
se puede creer todo lo que se oye; después tenemos la realidad literaria que lee el narrador en el periódico, el
cual no da con certidumbre alguna datos concretos ni siquiera históricos; por fin tenemos la realidad
inconsciente del narrador que no se ha comentado arriba pero que se despierta cuando entró en el tranvía el
joven que llevaba una carta que parecía mucho a la de la historia que leyó en el periódico, y la misma realidad
que más tarde llega a dominar mientras soñó con otras tortuosas, aunque posibles locuras.
1
Descargar