EL SITIO DE UNION AL ANTIGENO

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EL SITIO DE UNION AL ANTIGENO
Las moléculas de anticuerpos tienen dos papeles: la unión al antígeno y mediar las
funciones efectoras. La unión al antígeno se realiza por el extremo amino-terminal y las
funciones efectoras por el extremo carboxi-terminal.
Las regiones variables
La variabilidad viene dada por el número de aa. diferentes en una posición dada /
frecuencia de los aa. más comunes en una posición dada. P.e., la comparación de
secuencias de 100 cadenas H revela que la serina se encuentra en posición 7 en 51 de las
secuencias (es el aa. más frecuente, con frecuencia 0,51); el examen de las otras 49
secuencias muestra que la posición 7 puede estar ocupada por glutamina, histidina,
prolina o triptófano (5 aa. distintos, si sumamos la serina), por lo que la variabilidad de
esta posición debe ser 9,8 (5:0,51).
Las representaciones gráficas de los dominios VH y VL muestran que la máxima
variación se ve que corresponde a las porciones de secuencias que unen las hebras β.
Esas regiones se llamaron originalmente hipervariables. Como el sitio de unión al
antígeno es complementario a la estructura del epitopo, ahora se llaman regiones
determinantes de la complementariedad (CDRs). El resto de secuencias de los
dominios V presentan mucha menos variabilidad y se las conoce como regiones
estructurales (FRs; Framework Regions)
El gran número de especificidades que presentan los anticuerpos se debe a las
variaciones en longitud y secuencia de aa.s de los 6 CDRs que configuran el sitio de
fijación. La región estructural actúa como un andamiaje que soporta esas seis regiones.
La estructura tridimensional de la región estructural de cualquier anticuerpo es
superponible entre los distintos anticuerpos, mientras que las regiones hipervariables
(CDRs) son únicas para cada anticuerpo.
Los dominios constantes
Contribuyen a diferentes funciones de los anticuerpos que vienen determinadas por la
secuencia de aa. de cada dominio.
Dominios C1H y CL
Sirven para extender los brazos Fab de la moléculas de anticuerpos, facilitando la
interacción con los antígenos y aumentando la rotación máxima de los brazos Fab.
La región bisagra
Las cadenas γ, δ y α presentan una secuencia extendida de péptidos entre los dominios
CH1 y CH2. Esta región (llamada región bisagra) es ricas en restos de prolina y es
flexible, lo que permite la deformación de las IgG, IgD a IgA. Como resultado los dos
brazos Fab pueden adoptar varios ángulos cuando se unen al antígeno. Esta es la región
más susceptible a la degradación enzimática y la que, de hecho, se rompe por la pepsina
y la papaina. Los dos aminoácidos prominentes en la región bisagra son prolina y
cisteína; La prolina es responsable de la flexibilidad de la molécula y las cisteínas
establecen los puentes disulfuro entre las dos cadenas H. El número de puentes
disulfuro intra-catenarios en la región bisagra varía considerablemente entre las distintas
clases de anticuerpos y entre las especies. Aunque las cadenas µ y ε carecen de región
bisagra, tienen en cambio un dominio adicional (CH2) de 110 aa. con caracteres “tipo
bisagra”.
Otros dominios constantes
Aunque los dominios CH2 de IgM e IgE ocupan la misma posición que la cadena
polipeptídica de la región bisagra en las otras clases de Igs, todavía no ha sido posible
asignarle ninguna función.
Los dominios CH2 de IgG, IgD e IgA (y los CH3 de IgE e IgM) están aislados por
cadenas laterales de polisacáridos lo que les permite ser mucho más accesibles que los
otros al ambiente acuático. Esta accesibilidad es uno de los elementos que contribuye a
la actividad biológica de estos dominios en la activación de los componentes del
complemento por IgG e IgM.
El dominio carboxi-terminal es CH3 (en IgG, IgD e IgA) y CH4 (en IgM e IgE). Todas
las moléculas pueden expresarse como inmunoglobulinas secretadas (sIg) o como
inmunoglobulinas unidas a la membrana (mIg). El dominio carboxi-terminal de sIg
difiere tanto en estructura como en función del de mIg. Las sIg tienen una secuencia, de
diferentes longitudes, de aa hidrofílicos en el extremo carboxi-terminal, mientras que en
las mIg hay tres regiones:
• Una secuencia “espaciadora” extracelular formada por 26 aa
• Una secuencia hidrofóbica transmembrana
• Un tallo citoplásmico corto.
La longitud de la región transmembrana es constante entre todos los isotipos de Ig,
mientras que las secuencias espaciadoras y los tallos citoplásmicos son de longitud
variable.
FUNCIONES EFECTORAS MEDIADAS POR ANTICUERPOS
Además de fijar a los antígenos, los anticuerpos participan en una gran variedad de
acciones biológicas efectoras. La simple fijación generalmente no mata ni elimina a
ningún patógeno. Son las regiones constantes de las cadenas pesadas las que
interaccionan con otras proteínas, células y tejidos y el resultado lo conocemos como
funciones efectoras de la respuesta humoral.
Como las funciones efectoras son el resultado de las interacciones de las cadenas H con
otras proteínas séricas o receptores de membrana, no todas las clases de Ig tienen las
mismas propiedades funcionales.
1.- Anticuerpos y opsonización
En la superficie de macrófagos y neutrófilos (y también de otras células que no
intervienen en la fagocitosis) hay moléculas proteicas llamadas receptores Fc (FcRs)
que pueden unirse a la región constante de las moléculas de Ig. Si varias moléculas de
anticuerpo están unidas al mismo antígeno (p,e,, a una bacteria) su unión a los
receptores Fc provoca una interacción que fija al patógeno sobre la membrana del
fagocito y pone en marcha una vía de transducción de señales que lleva a la fagocitosis
del complejo antígeno-anticuerpos. Dentro del fagocito, el complejo es el blanco de
varios procesos destructores (digestión enzimática, mecanismos oxidativos, péptidos
antibacterianos, etc.)
2.- Los anticuerpos activan el complemento
IgM y, en humanos, la mayoría de las subclases de IgG pueden activar el sistema del
complemento por la vía clásica (dependiente de anticuerpos). Un producto importante
derivado de la cascada de activación es C3b que se fija de horma no específica a las
células y a los complejos Ag-Ac próximos al sitio de activación.
Muchos tipos celulares tienen receptores para C3b y también fijan células o complejos a
los que se ha asociado C3b. La fijación del C3b adherente por los macrófagos lleva a la
fagocitosis de la célula o complejo unidos a C3b. La fijación de l os complejos Ag-Ac
por los C3bR de los glóbulos rojos permite llevarlos al hígado o bazo, donde se
capturan por los macrófagos (sin dañar al GR), promoviendo asi la eliminación
(aclaramiento) de los IC.
La colaboración entre los Ac y el sistema del complemento es importante para la
inactivación y eliminación de antígenos y para la muerte de patógenos.
3.- La citotoxicidad dependiente de anticuerpos (ADCC) mata a células
La unión del anticuerpo sobre la célula blanco (p.e., células del hospedador infectadas
por virus) y de su fragmento Fc a receptores existentes en otras células (p.e., células
NK) puede dirigir la actividad citotóxica de la célula efectora hacia la célula blanco.
4.- Algunos anticuerpos pueden cruzar las barreras epiteliales por transcitosis.
La distribución de anticuerpos por las superficies mucosas de los sistemas pulmonar,
gastrointestinal y urogenital, así como su exportación a través de la leche materna,
requiere que las Igs se muevan a través de las capas epiteliales, en un proceso
denominado transcitosis. La capacidad de un anticuerpo para ser transportado depende
de las propiedades de la región constante. En humanos y ratones IgA es el anticuerpo
principal que sufre la transcitosis, aunque también puede transportarse la IgM hasta las
superficies mucosas.
Algunas especies de mamíferos, como humanos y ratones, también transfieren
cantidades significativas de la mayoría de subclases de IgG de la madre al feto. Como
los sistemas circulatorios materno y fetal están separados, los anticuerpos tienen que ser
transportados a través de la placenta, que separa a madre de feto. En los humanos el
transporte se realiza en el tercer trimestre de la gestación. La consecuencia principal es
que el feto recibe una muestra del repertorio de anticuerpos de la madre a modo de
regalo que le protege de los patógenos. Como ocurre con otras funciones efectoras, la
capacidad de transporte depende de las propiedades de la región constante de la
molécula de anticuerpo.
La transferencia de anticuerpos de la madre al feto es una forma de inmunización
pasiva, sistema por el que se adquiere inmunidad al recibir anticuerpos ya preformados,
en lugar de producirlos tras la exposición al antígeno. Esta posibilidad de transferir
inmunidad de un individuo a otro mediante la transferencia de anticuerpos es la base de
la terapia con anticuerpos, un tratamiento importante en la medicina actual.
También las subclases de IgG se transfieren de la madre al recién nacido en los
humanos, mediante los receptores que hay en la mucosa intestinal del recién nacido y
que perduran hasta que se desarrolla la flora intestinal (aprox. 1 año).
5.- Los anticuerpos de la clase IgE activan a mastocitos, eosinófilos y basófilos
Se verá posteriormente en las hipersensibilidades.
CLASES DE ANTICUERPOS Y ACTIVIDADES BIOLOGICAS
Cada clase se distingue por una secuencia única de aa. en las regiones constantes de la
cadena H que le confiere propiedades estructurales y funcionales específicas.
Inmunoglobulina G
La más abundante en el suero (representa, aproximadamente, el 80%). Es monomérica
tiene tres dominios constantes en la cadena H. Hay, en humanos, 4 subclases que se
distinguen por diferencias en la secuencia de las regiones constantes de la cadena γ y se
numeran según disminuye la media de la concentración sérica desde 1 hasta 4.
Las secuencias de aa. que distinguen las 4 subclases están codificadas por genes CH
diferentes de la línea germinal, con una homología de secuencias del 90-95%.
Estructuralmente se distinguen por el tamaño de la región bisagra y el número y
posición de los puentes disulfuro intercatenarios. Estos sutiles cambios en la estructura
afectan a las propiedades biológicas de las moléculas:
• IgG1, 3 y 4 cruzan fácilmente la placenta y tienen un papel importante en la
protección del feto en desarrollo.
• IgG3 es la más efectiva en la activación del complemento, seguida en eficiencia
por IgG1 e IgG2. La subclase IgG4 no es capaz de activar al complemento
• IgG1 e IgG3 se fijan con alta afinidad a los receptores Fc que hay sobre las
células fagocitaria y, por tanto, median la opsonización. IgG4 tiene una afinidad
intermedia para los receptores Fc e IgG2 tiene una afinidad extremadamente
baja
Inmunoglobulina M
Supone el 5-10% de las Ig del suero, con una concentración media de 1,5 mg/ml. La
IgM monomérica se expresa como mIg sobre las células B. LA sIg se secreta por las
células plasmáticas en forma de pentámero; cada pentámero contiene un péptido
adicional (cadena J) que se une, formando puentes disulfuro, a los residuos de cisteína
carboxi-terminales de dos cadenas µ. Parece que se requiere a la cadena J para la
polimerización de los monómeros; se añade en el momento anterior a la secreción del
pentámero.
Es la primera Ig que se forma en la respuesta primaria a un antígeno, la primera
sintetizada por el neonato y la primera que aparece en la evolución. Aunque tiene 10
sitios de fijación solo se une simultáneamente, por problemas de configuración estérica,
a cinco o menos moléculas de los grandes antígenos. Debido a su valencia es más
eficiente que otros isotipos para fijar antígenos con epitopos repetitivos
La activación del complemento requiere al menos dos regiones Fc muy próximas y la
estructura pentamérica de IgM cumple este requisito.
IgM no difunde bien debido a su tamaño y, por ello, está en concentraciones muy bajas
en los líquidos tisulares. La presencia de la cadena J permite a la IgM fijarse a
receptores sobre células secretoras, que la transportan a través de las capas mucosas
hasta formar parte de la secreción que baña las superficies mucosas. Aunque el isotipo
principal que se encuentra en estas secreciones es IgA, IgM también tiene un papel
accesorio importante como Ig secretora.
Inmunoglobulina A
Aunque solo representa el 10-15% de las Ig séricas es la que predomina en las
secreciones, tales como leche materna, saliva, lágrimas y mucus de las vías bronquiales,
genitourinarias y digestivas. En el suero está, sobre todo, como monómero. También
hay formas poliméricas (di, tri y penta), y todas incluyen un polipéptido (cadena J). La
IgA de las secreciones externas se conoce como IgA secretora (IgAs), formada por un
dímero (o tetrámero), una cadena J y una pieza secretora.
La síntesis diaria de IgAs es mayor que la de cualquier otro tipo de Ig y las células
plasmáticas encargadas de su producción están concentradas a lo largo de las superficies
mucosas. Un ejemplo: en toda la extensión del yeyuno hay 2,5 x 1010 células
plasmáticas que secretan IgA (¡una cifra superior al total de células plasmáticas que hay
entre médula ósea, linfa y bazo!). Un humano envía diariamente entre 5 y 15 gr de IgA
hacia las excreciones mucosas.
Las células plasmáticas productoras de IgA migran preferentemente hacia los tejidos
sub-epiteliales, y se alojan en ellos; allí es donde la IgA secretada se une a un receptor
específico para moléculas de Ig poliméricas (el Poli-Ig), que se expresa en la superficie
basolateral de la mayoría de las células de los epitelios mucosos y epitelios glandulares
(de las mamas, glándulas salivares y lagrimales). Una vez unida la Ig el complejo se
transporta por el interior de la célula hasta la membrana luminal y la luz; una vez allí el
receptor sufre una degradación enzimática parcial que deja a parte del mismo
envolviendo a la Ig (pieza secretora). Este pieza secretora “tapa” sitios susceptibles de
degradación enzimática, tales como las regiones bisagra, y permite una vida media que
no sería posible sin tal protección en un medio mucoso, rico en proteasas. Este
mecanismo también transporta IgM pentamérica a las secreciones mucosas, aunque en
una proporción muy inferior a la de la IgA. El receptor Poli-Ig interacciona con la
cadena J de ambos tipos de anticuerpos.
Las superficies mucosas son los sitios de entrada de la mayor parte de microorganismos
patógenos y allí es donde desempeña la IgAs su función principal, capturando antígenos
solubles y, sobre todo, antígenos de la superficie d virus y bacterias que así no pueden
establecer contacto directo con las células mucosas. Los complejos inmunes quedan
atrapados en el mucus y se eliminan bien por la ciliatura (bronquios), bien por los
movimientos peristálticos (intestino) o se eliminan con la orina. Está comprobada la
acción protectora de la IgA frente a bacterias como Salmonella, Vibrio cholerae,
Neisseria gonorrhoeae y virus como los de la poliomielitis, la gripe y también el
reovirus.
La leche materna tiene IgAs y otras muchas moléculas que ayudan a proteger al recién
nacido contra las infecciones durante el primer mes de vida. Como el sistema inmune de
los lactantes todavía no funciona plenamente, la lactancia materna tiene un papel
esencial en la conservación de la salud de los recién nacidos y durante la primera
infancia. Los anticuerpos pasan del intestino del lactante hacia su interior por medio de
unos receptores “tipo IgN” que hay en el epitelio intestinal y que desaparecen cuando se
establece la flora intestinal y se completa la dotación de enzimas proteolíticos.
Inmunoglobulina E
La potente actividad biológica de IgE permitió su identificación en el suero a pesar de
su baja concentración en el mismo (0,3 ug/ml). Los Acs IgE median las reacciones de
hipersensibilidad inmediata, responsables de los síntomas de la fiebre del heno, asma,
urticaria y shock anafiláctico. La presencia de un factor del suero responsable de la
fiebre alérgica se demostró en 1921 por K. Prausnitz y H. Krustner. Inyectaron por vía
subcutánea suero de un alérgico a otro individuo no alérgico y, después, el antígeno
responsable de fiebre del heno en el mismo sitio; el resultado fue una reacción local con
formación de una pápula con picor (“wheal and flare). Esta reacción, llamada P-K, fue
la base para el primer ensayo biológico de actividad IgE.
La identificación de la IgE se realizó por K. y T. Ishizaka en 1966. El nuevo anticuerpo
se llamó IgE (en recuerdo del antígeno del polen de ambrosía, que es el inductor más
potente de este tipo de Ac).
La IgE se une a receptores de membrana sobre los basófilos de la sangre y mastocitos de
los tejidos. Cuando la IgE ligada sobre la célula se une a su antígeno correspondiente
(alergeno) se produce el entrecruzamiento de los receptores, lo que induce a la célula a
trasladar sus granulaciones a la membrana celular y liberar su contenido
(degranulación). El resultado es que se liberan una serie de mediadores farmacológicos
activos y se producen las manifestaciones alérgicas. La degranulación localizada de los
mastocitos, inducida por IgE, también puede liberar mediadores que facilitan la
concentración de varias células (eosinófilos) necesarias para una defensa ADCC frente a
parásitos.
Inmunoglobulina D
Descubierta a partir del mieloma múltiple de un paciente, cuya proteína no reaccionaba
frente a los sueros anti-sotipo frente a los anticuerpos conocidos hasta entonces (IgG,
IgA, IgM). Tiene una concentración sérica de 30 ug/ml y representa el 2% de los
anticuerpos del suero. IgD, junto con IgM monomérica, son los receptores de membrana
principales que se expresan sobre las células B maduras. No se le conocen efectos
biológicos como anticuerpo.
DETERMINANTES ANTIGENICOS DE LAS Ig
Cuando se inyectan moléculas de Ig de un animal en otro de especie diferente se
comportan como inmunógenos potentes que inducen la formación de anticuerpos. Estos
Ac anti-Ig se usan para el estudio del desarrollo de los linfocitos B y de la respuesta
humoral. Los determinantes antigénicos (epitopos) de las moléculas de Ig pertenecen a
una de tres categorías:
• Isotópicos
• Alotípicos
• Idiotípicos
que se localizan en partes determinadas de la molécula.
Isotipos
Los determinantes idiotípicos forman parte de las regiones constantes y definen,
colectivamente, las clases y subclases de las cadenas H y los tipos y subtipos de cadenas
L de una especie.
Cada isotipo está codificado por un gene de región constante y todos los miembros de la
especie tienen la misma colección de genes de regiones constantes (que pueden incluir
múltiples alelos). En una especie, cada individuo normal debe expresar todos los
isotipos en el suero. Las diferentes especies heredan genes de regiones constantes
distintos y, por tanto, expresan isotipos diferentes.
Así, al inyectar anticuerpos de una especie en otra, los determinantes isotópicos se
clasifican como extraños (no se reconocen como propios) e inducen una respuesta
inmune humoral (de anticuerpos) frente a ellos. Los anticuerpos anti-isotipo sirven para
determinar las clases y subclases de anticuerpos que se producen en una respuesta
inmune de la primera especie. También para caracterizar la clase de los receptores de
membrana que hay en un LB.
Alotipos
Aunque todos los miembros de la misma especie heredan el mismo juego de genes de
isotipos, algunos de ellos tienen múltiples alelos. Esos alelos codifican diferencias
sutiles de aminoácidos, que conforman los llamados determinantes alotípicos y que solo
se presentan en algunos (pero no en todos ) los individuos de la especie. La suma de los
determinantes alotípicos individuales en una molécula de anticuerpo determina su
alotipo.
En los humanos se han encontrado alotipos en las cuatro subclases de IgG, en una
subclase de IgA y en la región constante de la cadena ligera kappa. Los alotipos de la
cadena gamma se refieren como marcadores Gm.. Se han identificado por lo menos 25
alotipos Gm, que se designan por la clase y subclase, seguidas por un número de orden
[p.e., G1m (1), G2m (23), G3m (11), G4m (4ª)]. De las dos subclases de IgA solo IgA2
tiene alotipos [À2m (1) y A2m (2)]. Los alotipos de la cadena kappa son 3 [ km (1),
km(2) y km(3)].
Cada uno de estos determinantes alotípicos presenta diferencias de 1 a 4 aminoácidos
con los alelos diferentes del mismo gene. También pueden obtenerse anticuerpos frente
a los determinantes alotípicos, inyectando anticuerpos de un miembro de la especie en
otro con alotipos diferentes. Esos anticuerpos se producen a veces por una madre
gestante en respuesta a los determinantes alotípicos paternos en las Ig fetales. También
pueden producirse anticuerpos anti-alotipo por transfusiones sanguíneas.
Idiotipo
La secuencia de aminoácidos de los dominios VH y VL es única, dado que actúa o solo
como sitio de fijación al antígeno sino también como un conjunto de determinantes
antigénicos. Cada determinate individual en estas regiones se denomina idiotopo y cada
anticuerpos presenta múltiples idiotopos ; algunos de ellos están en el sitio de fijación
para el antígeno y otros en secuencias de la región variable que no forman parte del sitio
de fijación. La suma de los idiotopos individuales es lo que se denomina idiotipo del
anticuerpo (o del receptor).
Como los anticuerpos producidos por células B individuales derivadas del mismo clon
tienen secuencias idénticas en la región variable, todos ellos tienen el mismo idiotipo.
Los anticuerpos anti-idiotipo se producen cuando se inyectan Ac que tienen variaciones
mínimas tanto en su isotipo como en su alotipo, de odo que puedan reconocerse sus
diferencias idiotípicas. Con frecuencia se usan para ello proteínas homogéneas (como
las de mieloma o anticuerpos monoclonales) inyectadas a un receptor genéticamente
idéntico al donante, lo que provoca la producción de anticuerpos anti-idiotipo.
EL RECEPTOR B
Durante mucho tiempo la pregunta del millón ha sido el como la mIg (inmunoglobulina
de membrana) de las células B puede inducir una señal de activación tras el contacto
con el antígeno. El dilema se basa en que los isotipos de mIg tienen tallos citoplásmicos
muy cortos:
• mIgM y mIgD tienen solo 3 aa.
• mIgA……………………14 aa.
• mIgG y mIgE …………..28 aa.
En todos los casos estos tallos son demasiado cortos para asociarse con moléculas de
señales intracelulares (p.e., protein-kinasas y Proteínas G).
La respuesta a este puzzle es que la mIg no constituye la totalidad del receptor del LB.
El complejo receptor B (BCR) es un complejo proteico transmembrana formado por
mIg y heterodímeros denominados Igα/Igβ. Las moléculas del heterodímero se asocian
con mIg para formar el BCR y, como tienen tallos citoplásmicos largos (65 aa. en la
cadena α y 48 aa. en la cadena β) su longitud les permite interaccionar con las
moléculas de señales intracelulares.
El descubrimiento del heterodímero Igα/Igβ por Michael Reth y col. al comienzo de los
90 hizo posible responder a la pregunta del millón
LOS FcR SE UNEN A LOS FRAGMENTOS Fc DE LAS Ig
Son glucoproteínas de membrana presentes en muchas células que tienen afinidad por el
fragmento Fc de las moléculas de anticuerpo. Tales receptores son esenciales para
muchas de las funciones biológicas de los anticuerpos.
Los FcR son los responsables de:
• El movimiento de los anticuerpos a través de las membranas celulares
• La transferencia de anticuerpos de la Clase IgG desde la madre al feto a través
de la placenta
• La adquisición pasiva de anticuerpos por muchos tipos celulares, lo que da lugar
a la opsonización y a la citotoxicidad dependiente de anticuerpos (ADCC)
• La producción de señales inmuno-moduladoras (sobre todo en los LB), que
afectan a la activación celular, a la diferenciación y, en algunos casos, la
regulación negativa de las respuestas celulares.
Hay muchos receptores Fc, entre los que se pueden destacar:
Poli-Ig; esencial para el transporte de Ig poliméricas (IgA dimérica y, en menor
extensión IgM pentamérica) a través de las superficies epiteliales.
• FcNR; el receptor Fc neonatal transfiere IgGs desde la madre hasta el feto, a
través de la placenta. También interviene en la regulación de los niveles séricos
de Ig.
• FcαR; Fija a la IgA
• FcεR; Fija a la IgA
• FcγR; Capaces de fijar a IgG y sus subclases. Entre ellos están:
FcγRI
FcγRII
FcγRIIB1
FcγRIIB2
FcγRIII
En muchos casos, el entrecruzamiento de estos receptores tras la unión de los complejos
antígeno-anticuerpos (Ag-Acs) provoca la puesta en marcha de las cascadas de señales,
que finalizan en procesos tales como la fagocitosis o la ADCC. Los FcR forman parte,
con frecuencia, de complejos de transducción de señales en lo que también intervienen
otras cadenas accesorias. En el caso de FcαR las cadenas accesorias están representadas
por un dímero transmembrana formado por dos cadenas γ y en el caso de PCER las
cadenas accesorias son dos γ una β. Esta asociación de un receptor extracelular con una
o más unidades transductoras de señales existe en el BCR y también es característica
fundamental del TCR.
LAS SUPERFAMILIA (SPF) DE LAS Ig.
Las estructuras tipo Ig comparten varias características, lo que sugiere que tienen un
origen evolutivo común. Una propiedad que se presenta sistemáticamente es el
plegamiento en dominios; la presencia de estos dominios en las cadenas H y L indica
que los genes que los codifican proceden de un gen ancestral común que codificaba un
péptido de unos 110 aa. La duplicación génica y divergencias posteriores parecen haber
generado los varios genes de cadenas H y L.
Se ha comprobado que un gran número de proteínas de membrana tiene una o más
regiones homólogas a los dominios de Ig y a estas proteínas de membrana se las
clasifica dentro de la SPF de las Ig. Entre las proteínas que forman parte de la SPF
están, además de las Ig,:
Heterodímeros Igα / Igβ del BCR
Receptores poli-Ig que contribuyen con la pieza secretora a la formación de las
formas secretadas de IgA e IgM.
TCR
Proteínas accesorias de células T, que incluyen
CD2
CD4
CD8
CD28
Cadenas γ, δ y ε de CD3
Moléculas CMH Clases I y II
Β2-microglobulina que forma parte de las moléculas Clase I
Moléculas de adhesión celular, tales como:
VCAM-1
ICAM-1
ICAM-2
LFA-3
Factor de crecimiento derivado de plaquetas
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