LA MUERTE DE IVAN ILICH

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LA MUERTE DE IVAN ILICH
La historia comienza a finales del siglo XIX con la muerte del protagonista y las reacciones que ésta genera en
aquellas personas mas allegadas al difunto.
Para sus compañeros de trabajo supone una vacante laboral que generará ascensos, para amigos y conocidos
es una sensación de bienestar y alivio de no ser ellos los que han sufrido el fatal desenlace e incluso la viuda
se centra en los posibles beneficios fiscales que pudiera obtener, olvidándose de que el difunto sigue de
cuerpo presente.
A pesar del trágico suceso, la vida de todos trascurre sin dar tregua a las citas cotidianas y sin detenerse.
Se vuelve al pasado para revivir la vida y el comienzo de la muerte de Iván Ilich, personaje caracterizado por
su honradez y pulcritud.
Iván Ilich centra su vida en mantener un continuo y perfecto equilibrio entre el ejercicio profesional y su vida
privada, impidiendo que lo uno afecte a lo otro. Posee una gran habilidad para comportarse de una forma que
es considerada correcta por la sociedad de su época, pero no por ello restringe sus diversiones, sino que las
orienta siguiendo las normas sociales.
El protagonista vive una realidad perfecta y digna de admiración hasta que contrae matrimonio con una mujer
celosa y posesiva que convierte el paraíso que él había creado en un infierno de discusiones y reproches. Para
huir de este suplicio se vuelca en su trabajo y posición social.
Durante 16 años consigue dominar los desequilibrios en su vida de ensueño, pero de pronto le surgen
problemas en su trabajo y siente que su labor no es reconocida, viendo como las consideraciones y logros que
durante todos los años anteriores había cosechado se empiezan a perder en el olvido.
La familia pasa apuros económicos y unido al malestar laboral hacen que Iván Ilich decida buscar otro empleo
mejor remunerado y de mayor nivel. Superado así el bache, se centra en los preparativos de su nueva casa,
sufriendo un pequeño accidente al que no da la menor importancia.
Poco a poco descubre que aquel dolor que se inicio tras su caída, se va haciendo más y más evidente,
afectándole el carácter y volviéndole muy irritable y malhumorado.
Las disputas con su familia aumentan hasta el punto que su esposa comienza a sentir deseos de que él muera,
pero eso supondría que se reducirían los ingresos económicos y es algo que no desea.
Iván Ilich decide acudir al médico y acabar con ese, de momento, leve dolor en el costado izquierdo. Después
de la visita, empieza a deprimirse ya que no ha recibido ninguna explicación clara de cual es su problema,
pero a pesar de ello sigue al pie de la letra las prescripciones del médico, convenciéndose de que está
experimentado mejoría.
A medida que se empieza a interesar y obsesionar por los temas médicos, su depresión va en aumento ya que
prueba numerosos tratamientos y soluciones sin notar mejoras en su estado.
Paralelamente a su situación, la relación con su familia se hace cada vez más hostil y fría. El vacío y desprecio
que le hace su esposa lo extrapola a su trabajo, rompiendo de esta forma la armonía de años atrás. Se siente
inútil, culpable de su propia enfermedad y le invade una sensación de que esta estorbando.
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Su estado empeora cada vez más y se comienza a plantear que su enfermedad sea incurable mientras sus
allegados no le dan la más mínima importancia.
En este momento, comienza la imparable carrera hacia la muerte y se refleja muy bien cada una de las fases
de la agonía:
• NEGACIÓN: Presa de la desesperación, Iván Ilich, rechaza por completo la idea de que su padecimiento le
vaya a conducir a la muerte. No ve posible este hecho en su persona, que ha llevado siempre una vida
intachable y perfecta, pero sí lo acepta en los demás que no han conseguido los logros que él ha
conseguido.
Su depresión se agudiza a medida que se siente inútil siquiera para realizar las necesidades más básicas. Busca
consuelo y alivio en la única persona, un sirviente, que le trata de una forma humana y se apiada de él.
• ENOJO: Le invade en este momento una sensación de ira y furia, criticando todo aquello que le rodea.
Nadie es capaz de darle el consuelo espiritual y la compasión que le hace falta: Necesita cariño de las
personas a las que ama.
La atención que recibe Iván Ilich le muestran más su inutilidad. No quiere quedarse solo pero la compañía le
hunde aún más en la cruel realidad de su pronta muerte.
A su alrededor se da cuenta que sus familiares tejen una red de mentiras y engaños que, lejos de ayudarle le
hacen sentir más angustia.
• REGATEO: En esta breve fase, todo indicio de una posible curación es interpretado por el protagonista
como una esperanza de restablecerse y recuperar su vida, que ha quedado apartada en segundo plano.
• DEPRESIÓN: Iván Ilich desea que acabe el calvario que esta padeciendo. Se aísla, huye de toda compañía
que le recuerda el duro sufrimiento de su agonía, y busca en su interior una explicación, una respuesta.
Repasa todos los momentos felices que ha habido en su vida, deseando volver atrás y revivir aquel tiempo,
pero se da cuenta de la multitud de errores que ha cometido y esa vida que él creía tan maravillosa ya no le
resulta así.
Desde el comienzo de su enfermedad, Iván Ilich he experimentado al alternancia de dos estados de ánimo:
La esperanza de una milagrosa curación y la espera de que llegue el desenlace final.
• ACEPTACIÓN. Tras tres meses de enfermedad y sufrimiento, es el segundo estado el que se impone en la
actitud de Iván Ilich.
Centra todo su tiempo en rememorar los años felices de su infancia, sus juguetes, sus amigos.
Llegado este punto, El protagonista acepta que su destino es insalvable y empieza a pensar que todo es
resultado de haber vivido en un entorno de falsedad y peor aún, de haber participado en ello.
La esposa, viendo próximo el fallecimiento del marido, le plantea la posibilidad de confesarse, algo que él
acepta y en lo que encuentra una liberación e incluso parecen cesarle los dolores.
El final se acerca y los padecimientos se agravan considerablemente. Iván Ilich lucha para no morir con el
convencimiento de que su vida ha sido un fracaso.
Consigue la paz que necesita para dejarse llevar por la muerte, cuando comprende que no puede prolongar el
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sufrimiento de su hijo al verle tan degradado.
OPINIÓN PERSONAL
Tolstoi realiza en este libro una crítica indirecta al sistema sanitario de finales del siglo XIX, ya que cuando
describe la visita al médico se refleja una actitud de superioridad del facultativo con respecto al enfermo, se
remarca la idea de las largas esperas y las preguntas innecesarias de respuesta evidente.
También analiza la idea del complicado lenguaje tan tecnológico que emplean los profesionales sanitarios y
que en la mayoría de los casos no es entendido por el interesado en la información.
Señala que hay una mayor preocupación por determinar las enfermedades y no tanto empeño por conseguir
que el paciente encuentre una solución a su problema y a su malestar psicológico ocasionado por el
desconocimiento de su problema, y la escasez de datos concretos que le son facilitados.
En esta novela queda muy claramente visionadas las fases o estadios que experimenta el enfermo en el crudo
proceso de la agonía o camino hacia la muerte y el enorme peso psicológico que en ocasiones tienen que
soportar los enfermos, al verse incomprendidos en su calvario y desprovistos de todo apoyo emocional.
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