Reflexiones espirituales. RESPETAR LAS OPINIONES AJENAS. Hay una anécdota muy antigua, la cual narra: “Que un hombre estaba poniendo flores en la tumba de su esposa, cuando vio a un hombre chino poniendo un plato con arroz en la tumba vecina. Al hombre le hizo gracia la actitud del oriental, y el hombre se dirigió al chino y le preguntó: _Disculpe señor, ¿de verdad cree usted que el difunto vendrá a comer el arroz? _Sí, respondió el chino, cuando el suyo venga a oler sus flores_” Este cuento nos deja la moraleja que hay que espetar las opiniones de los demás, es una de las mayores virtudes que el ser humano puede tener. Lo triste es que siempre queremos tener la razón y creemos que nuestra opinión es la única que cuenta y tiene valor. En esta vida hay que entender que las personas son diferentes, por lo tanto actúan diferente y piensan diferente. Es lo que nos hace distintos, diferentes y distinguidos. Que aburrida seria la vida si solo existiera una misma opinión y no hubieran diferencias en creencias, gustos y preferencias. Es por lo cual que no debemos de juzgar a nadie, solo comprenderlo y si no podemos comprenderlo, seria mejor olvidarlo y cambiar nuestra ruta en la vida cotidiana. Somos personas respetables y debemos de ser respetuosas. Nadie tiene el derecho de juzgarnos y no tenemos el derecho de juzgar a nadie. Dios nos puso en este mundo para que seamos felices sirviendo, amando y generado alegría en nuestro entorno. A Dios no le gusta hacer milagros solo, necesita de nuestra persona para hacer que este mundo sea su paraíso anticipado. Ahora que empieza este nuevo año, debemos de limpiar nuestro corazón del rencor y del odio. Estas dos emociones negativas, nos destruyen a la larga o a la corta. Porque nos quitan la alegría del vivir, y nos opacan el brillo del alma. También debemos de liberarnos de las preocupaciones. Son esas pequeñas sanguijuelas que nos van carcomiendo la mente y desgastando el espíritu. Y si no las controlamos nos llevan al sepulcro en forma anticipada. ¡Que importante es vivir en forma sencilla!. Este año que termino, le hice caso a Santa Teresa de Jesús, y lleve su frase a la practica: “No desear nada, para tenerlo todo”. Y disfrute el nacimiento de Cristo en mi corazón sin haber asaltado mi cartera. Entendí que dando amor, cariño, palabras de estimulo y amor en forma incondicional, logre la alegría que tantos años busque al esperar regalos y cosas materiales. “Espere poco y recibí mucho”. Empieza el año 2011, nuevo, fresco y lleno de ilusiones. Un año en que voy a poner en practica la frase de me regalo un amigo: “Envejecer es obligatorio, crecer es opcional”. Voy a Respetar las opiniones ajenas, porque ahora he entendido que “La persona que cambia puede equivocarse; pero la que no cambia nunca, vive equivocada”. Dr. Roberto Díaz y Díaz. drdiaz 54@hot mail.com