Escrito Secretarios Judiciales Penales de Málaga sobre

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LOS SECRETARIOS JUDICIALES DE LOS JUZGADOS DE LO PENAL, Dª. Maria Caballero
Redondo, como Secretaria del Juzgado de lo Penal numero 1 de Málaga; Dª. Maria del Mar
Comitre, como Secretaria del Juzgado de lo Penal numero 2 de Málaga; Dª. Clara López Calero,
como Secretaria del Juzgado de lo Penal numero 3 de Málaga; Dª. Mónica Rojano, como titular
del Juzgado de lo Penal numero 4 de Málaga; Dª. Carmen López Leyva, como Secretaria del
Juzgado de lo Penal numero 5 de Málaga; Dª. Victoria García Ordóñez, como Secretaria del
Juzgado de lo Penal numero 6; Dª. Maria Teresa Nieto, como Secretaria del Juzgado de lo Penal
numero 7; Dª. Amelia Puertas Fariña, como Secretaria del Juzgado de lo Penal numero 8; Dª.
Carmen Morales, como Secretaria del Juzgado de lo Penal numero 10 de Málaga; Dª Maria
Teresa Rodríguez Moreno, como Secretaria del Juzgado de lo Penal numero 11 de Málaga; y D.
Daniel Fernández Gracia, actuando como Secretario de la Junta y como Secretario del Juzgado
de lo Penal numero 9
Ponen en conocimiento lo siguiente, sobre:
REGISTROS DE APOYO A LA ACTIVIDAD JUDICIAL
Desde diversos sectores de la Administración de Justicia se ha venido reclamando
insistentemente al Ministerio de Justicia, para poder ofrecer a los ciudadanos un servicio de
calidad, garantizándoles la justicia rápida y eficaz que precisan, la dotación de más medios
personales y materiales. Por esta razón, se considera un acierto la introducción del uso de las
nuevas tecnologías en la gestión de los Registros de Apoyo a la Actividad Judicial, regulados en
el R.D. 92/2009 con la consiguiente reducción de trámites, si bien y, como expondremos más
adelante, aún no conseguida por un mal uso de los escasos medios personales con los que
contamos hasta la fecha y una deficiente aplicación de esos nuevos medios materiales.
La reducción del tiempo de tramitación de las causas, al quedar anotados los procedimientos, los
delitos y sus penas o las medidas de seguridad impuestas en las sentencias, firmes o no, el
mismo día de su envío telemático por el Secretario Judicial, frente al sistema anterior que exigía
su anotación en la aplicación y su posterior envío por correo para su efectiva anotación en el
Registro de Penados y Rebeldes; así como la anotación de todas las circunstancias que puedan
afectar a la situación personal de los detenidos o acusados y a las penas y sus vicisitudes (por
ejemplo: indultos, prescripciones, fallecimientos, suspensiones y sustituciones y sus
revocaciones), facilitan sin ninguna duda la labor de los Jueces en la toma de sus decisiones al
poder tener a la vista todo el historial penal de una persona, así como su situación personal para
poder comprobar si tiene causas pendientes en el mismo o en otro Juzgado.
A este respecto, hay que hacer una serie de consideraciones sobre el modo en que se ha
llevado a cabo la implantación de estos Registros:
1.- Implantación de los Registros de forma caótica y precipitada:
A) Falta de cursos de formación dirigidos a los funcionarios integrantes de la
plantilla de los Juzgados, que son los encargados de la introducción de los datos en los
diferentes registros.
B) Inadecuación absoluta del curso de formación facilitado a los Secretarios
Judiciales, consistente en la exposición teórica de las diferentes opciones existentes en el
Registro de Penados (el único sobre el que se nos impartió el curso), que debía ser
complementada con los diferentes manuales de usuario facilitados por el formador, de difícil
comprensión y que, en la práctica, no resuelven todas las incidencias que se están planteando a
diario.
C) Desconocimiento absoluto por parte de los Secretarios Judiciales, de la
aplicación informática relativa al Registro de Medidas Cautelares, Requisitorias y Sentencias no
firmes, que se puso en práctica de la noche a la mañana, a pesar de habérsenos asegurado que
hasta junio, aproximadamente, no sería operativo.
D) Desconocimiento igualmente de la nueva aplicación del Registro de Delitos
de Violencia de Género, que está dando lugar a numerosas incidencias que el CAU no es capaz
de solucionar, al no reconocer esta nueva aplicación las anotaciones que se hicieron en la
anterior. Y a mayor abundamiento, las notas que se mandaron por correo o por fax, no se han
insertado por el registro, encontrándonos ejecutorias penales en que el procedimiento inicial no
está registrado.
E) Falta de adecuada preparación de las personas encargadas de la atención
en los Centros de Atención de Usuarios, que en la mayoría de los casos, al plantearles una
incidencia, se limitan a repetir los pasos previstos en el manual (previamente ya lo hemos hecho
nosotros), a darle a la incidencia un número de registro e incluso, a proporcionar diferentes
soluciones, dependiendo de quien atienda en ese momento las llamadas, a un mismo problema,
que queda obviamente sin resolver.
F) Falta de conexión de los diferentes registros entre sí, ocasionándose una
importante sobrecarga de trabajo a los Juzgados, ya de por sí saturados, que se ven obligados a
tener que realizar diferentes anotaciones de un mismo procedimiento, cuando lo deseable
hubiera sido que los datos se volcasen automáticamente de unos registros a otros, desde el
mismo momento de su entrada en aplicación. (por ejemplo, una sentencia se registra en
MEDIDAS CAUTELARES, y después de 20 días la misma es firme. Para ANOTAR dicha
firmeza, no existe en el registro de medidas cautelares conexión para ello, por lo que siendo la
misma ya firme, hay que registrarla en el Registro de Penados y Rebeldes, e insertar todos los
datos que ya fueron registrados en medidas cautelares).
G) Falta de volcado de todos los datos que constaban en las notas de condena
enviadas por correo al Registro Central de Penados, de tal manera que cuando se hace
necesario anotar una revocación de una suspensión de la pena de prisión, nos encontramos con
que todavía no está anotada la suspensión, habiéndonos informado el CAU de que no debemos
reproducir las anotaciones que se realizaron según el anterior sistema, sino esperar a que el
Registro vuelque los datos de las notas que se remitieron por correo, creándonos así a los
Juzgados un considerable lío y retraso en la tramitación.
H) Asunción por los Juzgados de lo Penal, al no existir un servicio común de
ejecutorias, de un elevado número de ejecutorias en trámite, que asciende a 2000 Ejecutorias
por Juzgado, según la Estadística correspondiente al cuarto trimestre del 2008 y, que deben ser
tramitadas de oficio.
I) No ampliación de la plantilla de los Juzgados de lo Penal, que se ven en la
obligación de tener que practicar más anotaciones en los Registros de las que se venían
haciendo hasta ahora, por haberse creado nuevos registros y ampliado las situaciones
registrables, en detrimento del tiempo que se estaba dedicando hasta ahora a la tramitación
normal.
Debido a todas las deficiencias anteriormente expuestas, el funcionamiento normal de las
oficinas judiciales, se está viendo seriamente afectado, con jornadas de trabajo prácticamente
perdidas por el desconocimiento de las nuevas aplicaciones tanto por parte de los Secretarios
Judiciales como por parte de los funcionarios integrantes de la plantilla, la gran cantidad de
supuestos registrables y la inoperatividad de los CAU para poder resolver la multitud de
incidencias planteadas.
2.- Imposibilidad absoluta de poder respetar los plazos previstos en el Real Decreto:
A) El plazo de los cinco días para anotación en el Registro Central de Penados,
a contar desde su firmeza, de las sentencias condenatorias o absolutorias que impongan penas
o medidas de seguridad.
Como ya decíamos antes, de acuerdo con los datos correspondientes a la Estadística del cuarto
trimestre de 2008, el número de ejecutorias en trámite en los Juzgados de lo Penal, ascendía a
un total de 2000 ejecutorias por Juzgado, que deben ser tramitadas con la necesaria diligencia
para poder dar cumplimiento a lo acordado en sentencia, siendo por ello materialmente imposible
compatibilizar esta tarea con la incoación de la correspondiente ejecutoria y las diversas
anotaciones a practicar a partir de este momento, debiendo optarse por el personal del Juzgado
entre la incoación de nuevas ejecutorias o la tramitación y posterior archivo de las que se
encuentran en trámite.
B) El plazo de tres meses previsto en el RD, a contar desde su entrada en vigor,
para la anotación de todas las medidas cautelares, requisitorias y sentencias no firmes,
adoptadas y dictadas con anterioridad a aquélla fecha.
Para dar cumplimiento a este plazo de tres meses, sería preciso paralizar el trabajo normal de
las oficinas judiciales, sin que éste pueda ser recuperado posteriormente en un plazo razonable.
C) El plazo de validez de las notas de condena que es de siete días naturales.
Las anotaciones practicadas por los funcionarios de la oficina judicial, quedan en situación de
borrador hasta que el Secretario Judicial las envíe telemáticamente, previa su revisión y
comprobación de su exactitud.
Debería haberse previsto la posibilidad de que un funcionario perteneciente al Cuerpo de
Gestión Procesal, designado por el Secretario Judicial, pudiera enviar estas notas en aquellos
supuesto en los que el Secretario se ausentase durante un período relativamente prolongado,
por ejemplo vacaciones de verano, ante la imposibilidad material de que el Secretario que lo
sustituya pueda hacerse cargo de esta tarea en su Juzgado y en el o en los que sustituya, previa
revisión y comprobación de su exactitud.
3.- Imposibilidad por parte de los Secretarios Judiciales destinados en los Juzgados de lo
Penal, de poder compatibilizar sus tareas jurídico procesales con las meramente administrativas.
La implantación de estos Registros de Apoyo a la Actividad Judicial, ha venido a agravar
considerablemente la carga de trabajo de esta Cuerpo Superior Jurídico, pues se hace recaer
sobre él una serie de responsabilidades que, dada la situación en la que se encuentran estos
Juzgados, es materialmente imposible que pueda asumir de forma simultánea. Así por ejemplo,
no pueden controlar todos y cada uno de los señalamientos de juicio, la transcripción con la
debida diligencia de todas las sentencias y resoluciones adoptadas por el titular del órgano, la
supervisión de la realización de todos los actos de comunicación dentro de los plazos previstos
legalmente, la dirección de todas las ejecutorias que se encuentran en trámite, así como la
incoación de las correspondientes ejecutorias de las sentencias una vez que haya transcurrido el
plazo de los cinco días desde su firmeza, la asistencia a las vistas en calidad de fedatarios
públicos, la cuenta de consignaciones y depósitos, la guardia y custodia de todos los
procedimientos y piezas de convicción, la dirección técnico-procesal de los funcionarios
integrantes de la oficina judicial, las funciones procesales atribuidas legalmente y, por último, el
control y revisión para su posterior envío telemático de todas las anotaciones practicadas por los
citados funcionarios en los diferentes registros.
A la vista de todo lo anteriormente expuesto, creemos necesario apuntar las siguientes:
CONCLUSIONES:
1.- Deberá procurarse con carácter urgente la adopción de cuantas medidas resulten
necesarias para facilitar a los Juzgados un sistema de Registros Administrativos de apoyo a la
actividad judicial que posibilite el que los datos puedan ser introducidos por los funcionarios de
una sola vez y, en un único registro, volcándose automáticamente éstos de unos a otros, hasta
conseguir que las condiciones técnicas permitan que la transmisión de la información se realice
directamente desde las aplicaciones de gestión procesal.
Hubiera sido absolutamente imprescindible que a la entrada en funcionamiento de estos
Registros, estas condiciones técnicas lo hubiesen permitido, para no agravar más la situación
preocupante en la que se encuentran los Juzgados de lo Penal de aquellas poblaciones que no
cuentan con un Servicio Común de Ejecutorias, que al asumir estas nuevas competencias, se
ven más aún, sobrecargados de trabajo.
2.- Que se lleven a cabo los correspondientes cursos de formación dirigidos tanto a los
Secretarios Judiciales como a los funcionarios de la oficina judicial, con un carácter
eminentemente práctico. Dichos cursos debieron haberse previsto necesariamente con carácter
previo a su implantación.
3.- Necesidad absolutamente imprescindible e inaplazable de que las tareas
correspondientes a estos Registros, sean asumidas por el correspondiente Servicio Común,
dotado del personal necesario para ello y debidamente formado, que bajo la dirección de uno o
varios Secretarios Judiciales, pueda encargarse de ello dentro de los plazos legalmente
previstos. Sólo de este modo, será posible que los Secretarios destinados en él, puedan
supervisar adecuadamente todas y cada una de las anotaciones realizadas por los funcionarios
bajo su dirección, con carácter previo a su envío telemático, para poder hacerse responsables y
garantizar así la exactitud de los datos contenidos en los citados Registros.
4.- En caso contrario, la necesidad de que sea nombrado inmediatamente un funcionario
de apoyo a cada uno de los Juzgados sólo y únicamente para introducir la información en los
Registros
5.- Ampliación del plazo de validez de las notas para evitar que puedan quedar anuladas
las que se encuentren en situación de borrador, cuando por diversas causas, el Secretario
Judicial no pueda remitir telemáticamente las notas en el plazo de los siete días naturales.
De no ser posible esto, al menos que el plazo se refiera a días hábiles y no naturales.
.
Remitimos el presente escrito a los efectos oportunos, solicitando contestación al mismo
y soluciones inmediatas.
Se remite igualmente un ejemplar a la Delegación de Justicia de la Junta de Andalucia
en Malaga, Secretaria Coordinadora Provincial, Secretario de Gobierno, Secretaria General de la
Admón. de Justicia y las Asociaciones de Secretarios Judiciales UPS y Colegio Nacional de
Secretarios Judiciales y Sindicato de Secretarios Judiciales.
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