superexplotación del trabajo y acumulación de capital: reflexiones

Anuncio
SUPEREXPLOTACIÓN DEL TRABAJO Y ACUMULACIÓN
DE CAPITAL: REFLEXIONES TEÓRICO-METODOLÓGICAS
PARA UNA ECONOMÍA POLÍTICA DE LA DEPENDENCIA*
CARLOS EDUARDO MARTINS**
RESUMEN
Con base en la teoría de la dependencia, elaborada por Ruy Mauro Marini,
en relación con la génesis de la acumulación capitalista, en el presente ensayo procedemos a realizar una formalización matemática y cuantitativa del
concepto superexplotación del trabajo. Nuestro propósito es contribuir a la
comprensión de la problemática del desarrollo contemporáneo de América
Latina.
OVER-EXPLOITATION OF WORK AND ACCUMULATION OF CAPITAL:
THEORETICO-METHODOLOGICAL REFLECTIONS FOR A
POLITICAL ECONOMY OF DEPENDENCY
On the basis of the dependency theory, drawn up by Ruy Mauro Marini, in relation to the origin of capitalist accumulation, this essay proceeds to carry out
a mathematical and quantitative formalization of the concept of over-exploita tion of work. The study aims to contribute to the understanding of the contemporary development of Latin America.
––––––––––––––––––––––––––––
** Agradezco las sugerencias y críticas de Rosa María Marques, Marcelo Carcanholo, Mónica
Bruckmann.
** Doctorado en Sociología/USP y profesor en Relaciones Internacionales de la Universidad
Estacio de Sá, Brasil.
Problemas del Desarrollo, Vol. 31, núm. 123,
México, IIEc-UNAM, octubre-diciembre, 2000.
33
CARLOS EDUARDO MARTINS
SUREXPLOITATION DU TRAVAIL ET ACCUMULATION DE CAPITAL:
RÉFLEXIONS THÉORICO-MÉTHODOLOGIQUES POUR UNE
ÉCONOMIE POLITIQUE DE LA DÉPENDANCE
Dans le présent article, nous tentons d’effectuer une formalisation mathématique et quantitative de la notion de surexploitation du travail, en nous basant sur la théorie de la dépendance, élaborée par Ruy Mauro Marini, en ce
qui concerne la genèse de l’accumulation de capital. Notre objectif est de contribuer à la compréhension de la problématique du développement de l’Amérique latine.
E
INTRODUCCIÓN
l concepto de superexplotación del trabajo fue elaborado por Ruy
Mauro Marini, a finales de los años sesenta y principios de la década de
los setenta, en un conjunto de trabajos, entre los que destaca su libro
Dialéctica de la dependencia (1973), que es la expresión clásica y concentrada de
su teoría.1
Ese concepto constituye uno de los principales pilares de la teoría marxista de la dependencia. Sin embargo, debido al carácter paradigmático del trabajo de Marini, así como a la relativa dispersión de sus contribuciones en libros,
artículos o trabajos de circulación limitada, es necesario profundizarlo, una vez
que, como afirma Marini, la Dialéctica de la dependencia no intenta introducir
sólo el tema, sino también echar sus bases en una forma definitiva.
A continuación sintetizamos los principales resultados teóricos alcanzados
por Ruy Mauro Marini en la elaboración del concepto de superexplotación, enfatizando su relación con la génesis de la acumulación capitalista, para avanzar
en nuestra formalización matemática y cuantitativa.2
Dividimos nuestro trabajo en cuatro partes: en la primera y en la segunda
establecemos las bases teórico-metodológicas del concepto elaborado por Marini,
para, en la tercera parte, presentar su formalización. Concluimos destacando
la importancia de la formalización matemática y del concepto de superexplota––––––––––––––––––––––––––––
1 Este concepto empieza a esbozarse en Subdesarrollo y revolución (1968), adquiere una forma
más sistemática en Dialéctica de la dependencia (1973) y sigue desarrollándose en trabajos como
Las razones del neodesarrollismo (1978), Plusvalía extraordinaria y acumulación de capital
(1979) y El ciclo del capital en la economía dependiente (1979). Posteriormente, en los años noventa, Marini lo retoma a la luz de las transformaciones del capitalismo globalizado, principalmente
en un artículo titulado “Proceso y tendencias de la globalización capitalista” (1995).
2 Cristóbal Kay (1989) considera la formalización del concepto de superexplotación como un
complemento necesario a la obra de Marini.
|
34
SUPEREXPLOTACIÓN DEL TRABAJO Y ACUMULACIÓN DE CAPITAL
ción del trabajo para la comprensión del funcionamiento de la economía mundial
contemporánea.
SUPEREXPLOTACIÓN Y ACUMULACIÓN CAPITALISTA
En Dialéctica de la dependencia (1973) Ruy Mauro Marini afirma que el régimen capitalista de producción desarrolla dos grandes formas de explotación:
por un lado, la que corresponde al aumento de la fuerza productiva del trabajo, y por el otro, a la mayor explotación del trabajador. El primer procedimiento
ocurre cuando en el mismo periodo y con el mismo gasto de fuerza de trabajo,
se produce una mayor cantidad de mercancías. El segundo procedimiento, que
es el que más nos interesa, se caracteriza por tres mecanismos, que pueden
actuar de forma independiente o articulada: a) el aumento de la duración de la
jornada de trabajo, b) el incremento de la intensidad del trabajo, sin la elevación equivalente del salario y, por último, c) la reducción del fondo de consumo
del trabajador (Marini, 1973: 95-96).3
Aunque generalmente corresponde a formas de acumulación de capital en situaciones de bajo desarrollo tecnológico, la mayor explotación del trabajo no
se limita a ese escenario, sino que se desarrolla incluso en los periodos de intensa evolución tecnológica del modo capitalista de producción. Según Marini,
en realidad estas dos grandes formas de explotación tienden a combinarse durante el desarrollo capitalista, produciendo economías nacionales con más
incidencia de una u otra. Al predominio de una mayor explotación del trabajo
corresponde, precisamente, la superexplotación del trabajo.4
Las razones para que esas formas de explotación se articulen en el régimen
capitalista de producción son desarrolladas por Marini en el conjunto de su
obra, y encontramos la más rica elaboración en su artículo “Plusvalía extraordinaria y acumulación de capital” (1979), considerado por el autor un comple––––––––––––––––––––––––––––
3 La mayor explotación del trabajo, a través de los tres procedimientos señalados, implica un desgaste más intenso de la fuerza de trabajo, que se reproduce apenas parcialmente, agotando prematuramente su capacidad productiva o impidiendo su conservación en estado normal: “En los tres
mecanismos considerados, la característica esencial está dada por el hecho de que se le niega al
trabajador las condiciones necesarias para reponer el desgaste de su fuerza de trabajo: en los dos
primeros casos, porque se le obliga a un dispendio de fuerza de trabajo superior al que debería proporcionar normalmente, provocando así su agotamiento prematuro; en el último, porque se le retira incluso la posibilidad de consumir lo estrictamente indispensable para conservar su fuerza
de trabajo en estado normal.” (Marini, 1973: 41-42).
4 “La superexplotación no corresponde a una supervivencia de modos primitivos de acumulación de capital, sino que es inherente a ésta y crece correlativamente al desarrollo de la fuerza productiva del trabajo” (Marini, 1973: 98).
| 35
CARLOS EDUARDO MARTINS
mento indispensable a su Dialéctica de la dependencia (Marini, 1990: 43). Como
fundamentos de dicha articulación podemos señalar:
a) El aumento de la productividad del trabajo que, al reducir el tiempo necesario para la producción de una cierta masa de mercancías, permite al capital
expandir el trabajo excedente del obrero, combinando la mayor productividad
con la mayor explotación del trabajo. Marini demuestra que si la magnitud
de la jornada de trabajo no se reduce, entonces la elevación de la productividad en estas condiciones posibilita el aumento de la intensidad de trabajo que
conduce a una mayor explotación y al desgaste de la fuerza de trabajo.
En los países centrales, la rigidez presentada por la jornada desde los años
treinta, indica que la elevación de la productividad fue acompañada de mayor explotación del trabajo (Marini, 1973: 96-97).
b) La diferencia que establece entre productividad y plusvalía relativa, al afirmar que el aumento de la productividad del trabajo crea más productos en
el mismo espacio y tiempo de producción, pero no más valor para el capitalista individual. El aumento de la productividad se expresa, entonces, en una
plusvalía extraordinaria, al permitir reducir el valor individual y mantener
el valor social de las mercancías, cuyo resultado en la apropiación por ese
capitalista, consiste en una mayor masa de plusvalía y en la caída de las tasas
de plusvalía y de ganancia de los otros capitalistas, en virtud de que la
masa de plusvalía se mantiene constante en la esfera productiva.
La generalización del aumento de la productividad en un sector suprime la
alteración en la repartición del valor, ya que expande la masa global de productos sin elevar la masa de valor. El resultado de este fenómeno es la caída
de la masa de plusvalía en el ramo, pues una parte de ella es incorporada por el
aumento de la composición orgánica del capital que la generalización del aumento de productividad establece. La única posibilidad de contrarrestar esa caída,
afirma Marini más adelante, es mediante el desarrollo y extensión de la
plusvalía extraordinaria del interior del ramo productivo en cuestión para su relación con otros ramos productivos.
En cambio, la plusvalía relativa se genera cuando el aumento de la productividad afecta al sector productor de bienes-salario, lo que implica simultáneamente desvalorización de la fuerza de trabajo y aumento del tiempo de trabajo
excedente.
c) La profundización, en “Plusvalía extraordinaria y acumulación de capital”,
de los argumentos anteriores presentados en Dialéctica de la dependencia. En
ese artículo, Marini señala además el hecho de que el progreso técnico solamente es introducido por el capital individual, que su liderazgo correspon-
|
36
SUPEREXPLOTACIÓN DEL TRABAJO Y ACUMULACIÓN DE CAPITAL
de al sector que produce bienes de consumo suntuarios y a los segmentos del
sector I que producen para él. Ese análisis es desarrollado con base en una
profunda relectura de los esquemas de reproducción capitalista de Marx, en
el que introduce al progreso técnico en su funcionamiento.
De acuerdo con Marini, el subsector IIa (que produce bienes-salario) y el
sector I (que produce insumos para éste) no son capaces de sustentar la generalización del progreso técnico en el ramo, porque la conservación de la masa de
valor representada por el capital variable se mantiene en contradicción con el
progreso técnico y/o con la elevación de la intensidad del trabajo, necesarios
para la obtención de la plusvalía extraordinaria en él. Las mercancías constituidas por bienes-salario, cuando mantienen su valor social a pesar de la reducción
del valor individual, no encuentran demanda para su realización en el mercado,
porque se expresan físicamente en una masa mayor de productos.
Tanto el sector IIb como los segmentos del sector I, que producen, directamente o indirectamente, los bienes suntuarios, pueden mantener, hasta cierto
punto, la generalización del progreso técnico y de la intensidad del trabajo en
la búsqueda de la plusvalía extraordinaria. La pérdida de participación relativa del capital variable en la estructura productiva, generada por el aumento
de la productividad o de la intensidad del trabajo, crea la demanda capaz de
absorber la mayor oferta de productos suntuarios.
d) La nivelación de las tasas de ganancia entre los sectores productivos,5 ocurre
cuando la expansión de la acumulación en IIb y el segmento de I correlativo,
alcanzan tal intensidad que la oferta de mercancías del sector IIa y I productor de capital circulante6 no consigue mantenerse a la altura de la demanda
en IIb y I, debido a la concentración de la productividad en IIb y en que I
crea una situación en la que, por un lado, el aumento de la composición orgá––––––––––––––––––––––––––––
5 En Dialéctica de la dependencia (1973), la nivelación de las tasas de ganancia es el principal
fundamento para la combinación de la mayor explotación del trabajo con la mayor productividad.
Esta temática fue desarrollada y ampliada en “Plusvalía extraordinaria y acumulación de capital” (1979) y en “El ciclo del capital en la economía dependiente”, (1979).
6 El subsector I productor de capital circulante tendería a situarse como un segmento no vinculado a la plusvalía extraordinaria producida en los subsectores IIb y I productor de capital fijo para
éste, pues el segmento productor de capital circulante genera los insumos energéticos, de amplia
aplicación, y los insumos materiales posibles de las más vastas transformaciones productivas,
produciendo bienes que indirectamente entran en el consumo de la fuerza de trabajo. Sin embargo, la aplicación de la revolución técnico-científica en la naturaleza permite un creciente nivel
de diferenciación y de agregación de las materias-primas, impulsando su especificación sector ial y suntuaria.
|
37
CARLOS EDUARDO MARTINS
nica del capital en estos subsectores exige escalas de producción crecientes,
que se manifiestan no sólo en el aumento más que proporcional de consumo de materias-primas y en la creciente intercambialidad tecnológica, sino,
además, en el aumento del consumo de fuerza de trabajo.7 Por otro lado, la
capacidad del segmento IIa y de I, productor de capital circulante, para proporcionar los insumos materiales para IIb y I productor del capital fijo, es
limitada por los diferenciales crecientes de productividad que se van desarrollando entre estos subsectores.
El margen concedido por la extensión de la división nacional e internacional
del trabajo para aumentar la masa física de productos destinados al subsector
IIb y a la producción de capital fijo, sin que los diferenciales de productividad se reduzcan, se agota a mediano y largo plazos. Así, la nivelación de las
tasas de ganancia y la transferencia de tecnología correlativa de IIb y I, productor de capital fijo, para IIa y I, productor de capital circulante, permiten contrarrestar la caída de las tasas de plusvalía y de ganancia en los primeros
subsectores (al desvalorizar y depreciar los insumos proporcionados por IIa y I
correlativo), lo que eleva las tasas globales de plusvalía y de ganancia del capital en general. Pero también hacen una significativa transferencia de masa de
plusvalía para los segmentos IIb y I productor de capital fijo, lo que tiende a
eliminar cada vez más la autonomía de un segmento productor de capital fijo
exclusivo del subsector IIa.
Desde estos fundamentos desarrollados por Marini, concluimos que el hecho
de que la productividad es introducida por el capitalista individual, de que su dinamismo está vinculado a los sectores productivos asociados directa o indirectamente al consumo suntuario y de que es difundida a los sectores productores
de bienes-salario a través de los precios de producción, convierte, simultáneamente, el movimiento de producción de plusvalía en un movimiento de apropiación de la misma.
De esta forma, la plusvalía extraordinaria permite al capitalista individual
(que tiene una mayor composición técnica y orgánica de su capital) y a los sectores vinculados al consumo suntuario, desvalorizar individualmente sus mercancías a un ritmo superior al crecimiento de la masa de su capital, y viabiliza,
así, un recurso superior a la productividad del trabajo. Cuando se nivelan las
tasas de ganancia mediante este procedimiento, los efectos de esta valorización (a través de la competencia) sobre los capitalistas individuales y sectores
––––––––––––––––––––––––––––
7 Este aumento es necesario para que el capital domine los elementos materiales de un proceso
de trabajo que profundiza cada vez más su composición técnica.
| 38
SUPEREXPLOTACIÓN DEL TRABAJO Y ACUMULACIÓN DE CAPITAL
con menor composición orgánica de capital se traducen en fuertes pérdidas de la
masa de plusvalía generada. Los precios de producción se fijan por debajo del
valor real de sus mercancías, lo que para compensar la caída de la tasa de ganancia, requiere que el precio (salario) de la fuerza de trabajo se remunere por
debajo de su valor.8
La superexplotación del trabajo es el resultado de las tendencias enunciadas por Marini en el plano de la competencia intercapitalista (ítems b, c, d),
y se establece, a partir del desarrollo de la productividad del trabajo, en aquellas empresas, sectores o regiones capitalistas que sufren depreciación de sus
mercancías en función de la introducción, en su espacio de circulación, de progreso técnico alcanzado por otras empresas, sectores o regiones. Esto ocurre
cuando la mayor parte del crecimiento de la productividad en este ámbito se
origina a partir de innovaciones tecnológicas producidas en otras empresas,
sectores o regiones, sin que las primeras puedan compensar con la generación
endógena de progreso técnico el movimiento de apropiación de plusvalía que
sufren.9
Las innovaciones actúan sobre el trabajo aplicado en las condiciones de la
capacidad instalada, deprecia la masa de valor y de plusvalía producida en estos
segmentos, y exige, a la par, la depreciación de la fuerza de trabajo como mecanismo de compensación para reequilibrar las tasas de plusvalía y de ganancia.
La situación que describimos líneas arriba —cuando la mayor parte de la
productividad de los capitales de una región provienen de innovaciones tecnológicas generadas por la acumulación capitalista de otros centros, o cuando
sus mercancías sencillamente sufren depreciación en función de las innovaciones introducidas en otros polos— es la que fundamenta el desarrollo dependiente de un país o de una región.10 En ellos se establece una separación entre la
circulación de la masa de mercancías vinculadas a las innovaciones tecnológicas —que tiende a expandirse—, y la circulación de mercancías vinculadas a la
reproducción de la fuerza de trabajo —que tiende a restringirse. De esta for––––––––––––––––––––––––––––
8 Los efectos positivos producidos por el crecimiento de la composición técnica del capital con
relación a la composición orgánica, sobre la tasa de ganancia de las firmas o ramas, serían compensados, a través de la competencia, por una reducción del mismo monto del precio con relación al
valor de las mercancías en las otras empresas o sectores de la economía. Así, si en el primer caso,
manteniendo los salarios, la masa de plusvalía crece más que la masa del capital valorizado, en la
segunda situación disminuiría la masa de plusvalía con relación al stock de capital, exigiendo el recurso a la mayor explotación del trabajo.
9 Más adelante buscamos delimitar las condiciones específicas de la competencia capitalista en
que un capital no consigue compensar, con el recurso a la tecnología, la apropiación de la plusvalía
de que es despojado.
10 En la última sección hacemos una demostración detallada de este punto.
|
39
CARLOS EDUARDO MARTINS
ma, las innovaciones pasan a vincularse a la producción de mercancías que no
se destinan a la reproducción de la fuerza de trabajo (al consumo suntuario en
los propios países dependientes, o consumo productivo o popular en los países
centrales). A lo sumo, cuando se asocian a la producción de mercancías destinadas a la reproducción de la fuerza de trabajo, apenas lo hacen marginalmente.11
Tal hecho tiene dos implicaciones:
1) Una vez que las innovaciones tecnológicas ocurridas en los segmentos
dinámicos del sistema, al no desvalorizar la fuerza de trabajo, no amplían la
tasa global de plusvalía de la formación social en cuestión, y sí desarrollan
la contradicción entre el aumento de la composición orgánica del capital y la
reducción de la masa de la plusvalía en el conjunto de la economía, la superexplotación se hace necesaria para preservar la tasa de ganancia global.12
2) La baja competitividad producida por el régimen de la acumulación fundado
en la superexplotación del trabajo permite que las empresas extranjeras,
establecidas en formaciones sociales donde ese proceso se estructura, mantengan altas tasas de remesas de capitales hacia sus regiones de origen, una
vez que su liderazgo en el proceso local de acumulación está poco amenazado. Esas remesas, que son realizadas a través de diversos mecanismos
(pago de intereses y servicios del financiamiento externo, envío de remesas
de ganancias, pago de royalties, patentes y asistencia técnica, práctica de
sobreprecios en las relaciones intra-firmas, deterioro de los términos de intercambio o simplemente desplazamiento de capitales para regiones donde
––––––––––––––––––––––––––––
11 Parte de la literatura crítica a la obra de Marini ha buscado mensurar ciertas modificaciones
en el consumo popular, vinculadas a la industrialización y al avance tecnológico introducido por el
capital extranjero, para invalidar sus postulaciones. En Las razones del neodesarrollismo (1978)
Marini contesta parte de estas críticas. Sin embargo, es importante subrayar que la esfera de
realización de la circulación es posterior a la esfera de la producción y no anula sus determinaciones. Así, poco importa que los trabajadores pasen a consumir productos nuevos y hagan modificaciones en sus gastos, pues esto no elimina los siguientes hechos: que la gran masa de mercancías introducidas por innovaciones de proceso y producto se destina al consumo suntuario y
no desvaloriza la fuerza de trabajo; y que la circulación de las mercancías que componen la reproducción de la fuerza de trabajo tiende a restringirse, aunque existan importantes contratendencias a su concreción —como lo son el aumento de la intensidad y de la jornada de trabajo, en el
ámbito estricto de la superexplotación o, de forma relativamente independiente pero subordinada
a ésta, la elevación de la calificación de la fuerza de trabajo y la ampliación del mercado de trabajo.
12 La reducción de la masa de plusvalía en el conjunto de la economía es función de la innovación tecnológica. Por un lado, deteriora los términos de intercambio al elevar la composición
orgánica del capital, transfiriendo plusvalía para afuera de la región, y por el otro, altera la repartición de la masa de mercancías sin aumentarla. Así, deprecia la masa de plusvalía de las ramas
productivas que producen para el conjunto de la economía, generando una baja en la tasa general de
plusvalía y de ganancia que se conjuga con la fijación de la plusvalía extraordinaria en los sectores
dinámicos y no dirigidos al consumo popular. Como hemos visto, sólo la desvalorización de los productos que componen el consumo del trabajador aumenta la tasa de plusvalía.
|
40
SUPEREXPLOTACIÓN DEL TRABAJO Y ACUMULACIÓN DE CAPITAL
las condiciones macroeconómicas son más seguras y atractivas), superan
ampliamente las entradas de capitales realizadas por ellas, cuyo resultado es
un significativo proceso de expropiación de capitales y de divisas.13
DEPENDENCIA Y SUPEREXPLOTACIÓN
De acuerdo con Theotônio dos Santos (1978 y 1991), la dependencia significa una
situación donde la estructura socioeconómica y el crecimiento económico de
una región son determinados, en su mayor parte, por el desarrollo de las relaciones comerciales, financieras y tecnológicas de otras regiones. La dependencia se
genera y reproduce a partir de la internacionalización del capital y de su tendencia a concentrar y centralizar los excedentes que resultan de la acumulación
mundial en sus centros dinámicos.
Desde el siglo XVI hasta mediados del XIX, la internacionalización se mantuvo
bajo la hegemonía de los capitales comercial y usurario; posteriormente, a partir
de finales del siglo XIX, bajo la hegemonía del capital productivo. A partir de
ahí el desdoblamiento de D en D’ se fundamenta en el capital productivo14 y
la reproducción ampliada de la economía mundial adquiere una base sustentada y orgánica al poseer un fundamento técnico (Dos Santos, 1978). La dependencia adquiere, entonces, un carácter sistemático y pasa a vincularse con las
tendencias económicas del desarrollo capitalista, en el que el componente tecnológico se torna la base de la apropiación de plusvalía de las sociedades dependientes y de la expansión de las formas usureras y comerciales de apropiación
del valor producido en esas sociedades.
Los países centrales pasan a concentrar, en su aparato productivo, los elementos tecnológicos que articulan el crecimiento de la composición técnica y
orgánica del capital y que permiten el desdoblamiento internacional de D
en D’. Los países dependientes son objeto de esta articulación y ofrecen los elementos materiales para la especialización del centro a través de su integración a la división internacional del trabajo. Esta integración es constantemente
redefinida por el centro, de acuerdo con las necesidades del crecimiento mundial
de la composición técnica y orgánica del capital.
––––––––––––––––––––––––––––
13 El texto clásico de metodología de evaluación de las relaciones entre las remesas al exterior
y los flujos de entrada del capital extranjero sigue siendo Dependencia y relaciones internaciona les (1973), de los chilenos Orlando Caputo y Roberto Pizarro.
14 Esto no quiere decir que después de que la acumulación capitalista se sustenta sobre el capital productivo, el capital usurario no se pueda convertir en parte hegemónica de la acumulación
capitalista, particularmente durante los periodos depresivos de la economía mundial que impulsan
la centralización de capitales. Sin embargo, esa preponderancia gira en torno de los límites determinados por los ciclos del capital productivo y por la concentración de la producción, que estimula
la formación del capital financiero y la apropiación de plusvalía.
| 41
CARLOS EDUARDO MARTINS
A diferencia de los países centrales, en la que la relativa homogeneización de
la base tecnológica permite a los segmentos vinculados al subsector IIa responder tecnológicamente a las innovaciones introducidas por los segmentos
vinculados al consumo suntuario, creando la base para un mercado de masas y
para la industria de bienes de capital que apalancarán de forma orgánica la
industrialización en el centro,15 los países dependientes, al integrarse en el mercado mundial a partir de grandes desniveles tecnológicos, no podrán reaccionar
de la misma forma, recurriendo a la superexplotación del trabajo.16
Por lo tanto, como se observa, el enfoque de Marini articula los libros I, II y III
de El capital y reposiciona ampliamente los enfoques habituales sobre la madurez de la acumulación capitalista, los cuales, al priorizar el libro I de Marx
—que abstrae la competencia, esfera real donde se procesa la acumulación capitalista—, consideran la plusvalía relativa y la productividad del trabajo como
las formas normales de esta acumulación. No se trata de una visión estagna cionista, como le atribuyen, entre otros, Cardoso y Serra (1978),17 fundada en
la incomprensión de la capacidad del capitalismo industrial y “postindustrial”,
de generar la plusvalía relativa, sino de una visión dialéctica, capaz de tomar en
consideración los diversos niveles del proceso de acumulación capitalista.
En la visión de Marini, el capitalismo surge en su globalidad; es decir, como
un modo de producción y de circulación de mercancías. En primer lugar, este
autor analiza el dinamismo tecnológico capitalista en el interior de la compe––––––––––––––––––––––––––––
15 Para los países centrales, las tendencias descritas por Marini se presentan como dinámicas hasta el final del boom de posguerra, cuando el salto en el proceso de oligopolización de estas
economías parece vincular la mayor parte de las innovaciones al consumo suntuario.
16 Las diferencias entre la industrialización de los países centrales y la de los países dependientes han llevado a los teóricos marxistas de la dependencia a designar al proceso de industrialización dependiente como sometido a una acumulación externa de capitales, donde el sector I productor
de bienes de capital es en gran medida externo a las formaciones dependientes (Dos Santos,
1978 y Bambirra, 1978). En este sentido, Marini señala: “La adquisición de medios de producción
en el mercado mundial no es, de por sí, una característica de la economía dependiente. Ningún país
capitalista, ninguna economía en general, vive hoy aislada. Lo que caracteriza a la economía dependiente es la forma aguda que adquiere esta característica […] En efecto, en los países capitalistas avanzados, la tendencia general del proceso de industrialización fue la de producir primero
bienes de consumo para después desarrollar la producción de bienes de capital […]. Sin embargo,
la expansión de la industria productora de bienes de consumo obliga a desarrollar la producción de
bienes de capital para esa industria, dando lugar a una industrialización que podemos llamar
orgánica (Marini, 1979a: 44 y 45).
17 El artículo de Fernando Henrique Cardoso y José Serra (1978) tuvo importancia principalmente en Brasil, en la formación de opinión sobre la obra de Marini. Esto debe ser atribuido no
sólo a la proyección de estos autores en el ámbito de las ciencias sociales brasileñas, sino también
al hecho de que esta crítica fue publicada por el Centro Brasileño de Análisis y Planeación
(CEBRAP), sin la respuesta correspondiente de Marini, lo que ocurrió en la Revista Mexicana de
Sociología.
|
42
SUPEREXPLOTACIÓN DEL TRABAJO Y ACUMULACIÓN DE CAPITAL
tencia y considera la productividad del trabajo y la mayor explotación del trabajo como polos asociados, que expresan la presencia de la producción y de la
apropiación de plusvalía en la acumulación internacional capitalista, para después verificar en qué medida la elevación de la composición técnica y orgánica
del capital resulta en una mayor explotación del trabajo y superexplotación o,
inversamente, en el aumento de la productividad del trabajo para un capital
particular. La obra de Marini describe y asocia teóricamente dos movimientos,
que no ocurren separadamente: a) uno, de elevación de la composición técnica del capital y consecuente desvalorización de las mercancías, que en la dirección de la producción de bienes de consumo necesarios es capaz de expandir
la masa de plusvalía; b) el otro movimiento, el de la competencia, en que los
diferenciales de la composición técnica fundamentan la apropiación de la plusvalía de una determinada estructura capitalista por otra. Cuando el segundo
movimiento predomina sobre el primero, decimos que están establecidas las
cond iciones para la superexplotación del trabajo.
PARA UNA FORMALIZACIÓN DEL CONCEPTO
DE SUPEREXPLOTACIÓN DEL TRABAJO
Parte de las críticas hechas a Marini consideran que su análisis es circulacio nista, al afirmar que él se concentra en la apropiación de la plusvalía, olvidándose del libro I de El capital de Marx, donde la expansión de la plusvalía se
realiza fundamentalmente a través del uso de tecnología, convirtiendo la mayor
explotación del trabajo en elemento secundario frente al incremento de la
fuerza productiva del trabajo.
En nuestra opinión, el equívoco de esas críticas radica en no situar adecuadamente los niveles del modo de producción y del capital en general por un lado, y
de la competencia y de las formaciones sociales, por el otro, como planos de
análisis diferenciados y necesariamente articulados en el funcionamiento
de la economía mundial capitalista.
En esta sección, demostramos que la apropiación de plusvalía y la superexplotación son compatibles con el modo de producción específicamente capitalista y
con el recurso a la mayor intensidad tecnológica por el capital expropiado. Eso
acontece siempre que la apropiación de plusvalía de un capital por otro no puede
ser compensada por la producción de plusvalía (mediante la generación endógena de tecnología) por el capital expropiado, lo que establece de forma irrevocable, la necesidad de la superexplotación del trabajo.
La superexplotación se convierte en la base del régimen de acumulación
cuando la expansión del diferencial de productividad entre el capital A (que
| 43
CARLOS EDUARDO MARTINS
determina los valores medios de las mercancías en un espacio determinado de
la circulación) y el capital B (expropiado), es suficiente para neutralizar el movimiento de expansión de plusvalía en B o para volverlo inferior a la elevación de la composición orgánica que la genera, provocando la caída de su tasa de
ganancia.
Considerando la dinámica de la acumulación capitalista, si la variable
clave de la apropiación y de la producción de plusvalía es la tecnología,18 el
punto de equilibrio para el capital B —donde la expansión de plusvalía neutraliza la apropiación sufrida— es aquel en que el aumento del diferencial de productividad intercapitalista es equivalente al crecimiento de la productividad
en B. Por lo tanto, una vez que hay aumento en la composición técnica media
de los capitales, la elevación de la composición técnica en B tendrá que ser equivalente al 50% del crecimiento total de la composición técnica media, pues sólo así
el aumento de la productividad en B se iguala al diferencial de expansión de productividad entre A y B.
En resumen, la superexplotación ocurriría siempre que el crecimiento de
la composición técnica en B no alcanzara la mitad del aumento de la composición técnica del capital que determina las condiciones de la competencia o
cuando, incluso alcanzando la mitad o más, no consigue generar una masa de
plusvalía suficiente para compensar el aumento de la composición orgánica
del capital que la elevación de su composición técnica provoca.
Si subimos el nivel de abstracción de nuestro razonamiento, es decir, nos desplazamos del capital particular a las estructuras de producción capitalistas
nacionales y regionales, podemos concluir que la dependencia es la condición
del atraso interestatal e interregional que determina la correlación entre la
apropiación y la producción de plusvalía que fundamenta la superexplotación. Esto, porque la dependencia describe una situación en la cual una región
se inserta en un espacio de circulación de mercancías en que la mayor parte
del crecimiento de la composición técnica del capital se origina de innovaciones
introducidas o generadas por capitales extranjeros.19
Veamos este fenómeno más en detalle. Abajo, en las ecuaciones trabajamos
con las fórmulas de precio de producción de Marx que, para simplificar, aquí lo
consideramos como el equivalente del precio de mercado.
––––––––––––––––––––––––––––
18 En el caso de la producción de plusvalía, hay que suponer que la tecnología se dirige a la
producción de bienes de consumo necesario.
19 La tecnología extranjera es generada o introducida por capitales extranjeros y en sus fundamentos no es dominada por los países dependientes. En nuestro modelo, se le debe comprender
como un nivel de productividad que estos países no son capaces de introducir por iniciativa
propia.
|
44
SUPEREXPLOTACIÓN DEL TRABAJO Y ACUMULACIÓN DE CAPITAL
La ecuación 1 describe el precio de producción de un capital que produce en las condiciones medias y que no experimenta pérdida de plusvalía por la
competencia. La ecuación 2 describe una situación en la cual la pérdida de
la masa de plusvalía de un determinado capital es función de la variación
de la composición técnica media con relación a su productividad. La variación de
la productividad externa en relación con la interna está representada por x
y la pérdida de plusvalía por s. La ecuación 3 indica cómo el aumento de la
productividad, generado por el capital que determina los valores medios, se
traduce en elevación de su masa de plusvalía. El aumento de la productividad se expresa por z y la masa de plusvalía acrecentada por p’. La ecuación 4
indica la tentativa del capital expropiado de reaccionar a la pérdida de plusvalía, pero, al mismo tiempo, también indica su carácter parcial y limitado, una
vez que el aumento de la productividad z puede corresponder, en el mejor de
los casos, al 50% del crecimiento de la productividad externa.
c+v+p=m
(1)
m
(c + v + p) – s = –––
x
(2)
m
m
mx – m
Donde: si m – s = ––– ; s = m – ––– ; = ––––––––––
x
x
x
(c + v + p) z = m + p’
p’
Donde: si mz = m + p’; z = 1 + – – – ; p’ = mz – m
m
mz
(c + v + p) z–s=––––––
x’
m + p’
Donde: (c + v + p) z – s = – – – – – – –
x’
Sabiendo que:
x=λ–w+1
x’ = λ – z + 1
|
45
(3)
(4)
CARLOS EDUARDO MARTINS
Considerando que:
c = capital constante
v = capital variable
p = plusvalía creada por un determinado capital y que se refleja en su
estructura de precios m.
s = depreciación que incide sobre determinado capital.
m = masa de valor expresada bajo la forma de precio.
u = productividad externa inicial en un momento (t1)
λ = productividad externa inicial (u) incrementada por su variación en determinado periodo de tiempo (∆t).
w = productividad interna inicial de determinado capital (=1) en un momento (t1)
z = productividad interna inicial (=1) sumada a su variación endógena —sin
el recurso a la caída de los precios de la fuerza de trabajo por debajo de
su valor. En la ecuación 4, la variación endógena de z oscila entre 0%
y 50% de la variación de la productividad externa.
x = relación entre la productividad externa incrementada de su variación (λ)
y la productividad interna igual a 1 de determinado capital.
x’ = relación entre la productividad externa incrementada de su variación
(λ) y la productividad interna igual a 1 de determinado capital sumada
a su variación endógena en determinado periodo (∆t)
pz = masa de valor, expresada bajo la forma-precio, incrementada por la elevación de la productividad interna.
p’= plusvalía creada con la variación de la productividad interna.
En la ecuación 2, que corresponde a la dimensión más general de las condiciones de progreso técnico que crean la superexplotación, se demuestra cómo
el diferencial de productividad entre estructuras de producción capitalistas significa, para el capital desfavorecido, una pérdida de plusvalía. Aquí, la introducción de progreso técnico en el espacio de la circulación de las mercancías de los
países dependientes, a través de la inversión directa, de la importación de
tecnología o sencillamente de la competencia internacional, deprecia el valor
real de la gran masa de trabajo de esos países.20 La necesidad de compensar la
pérdida de la plusvalía es evidente.
––––––––––––––––––––––––––––
20 Aunque gran parte de la introducción del progreso técnico en una región dependiente sea el
resultado de la importación de tecnología, la depreciación del valor ocurre, principalmente, en los
sectores de la pequeña y media burguesía que concentran la gran masa de trabajo local, debido a
que no son capaces de recurrir a la importación de tecnología y, cuando lo hacen, es con poco dina-
|
46
SUPEREXPLOTACIÓN DEL TRABAJO Y ACUMULACIÓN DE CAPITAL
En la ecuación 4, evidenciamos la compatibilidad de la teoría de la superexplotación con la generación de progreso técnico por las estructuras capitalistas desfavorecidas en el proceso de competencia capitalista. Los capitales que
experimentan depreciación de sus mercancías, solamente consiguen neutralizar la pérdida de plusvalía cuando logran elevar su composición técnica por lo
menos en un 50% del aumento experimentado por el otro capital. A partir de
cualquier ejemplo numérico, se verifica que p’ y s son equivalentes, resultando
en una anulación mutua de la depreciación y de la plusvalía generada por el capital en cuestión. Esta situación configura el límite técnico a partir del cual
actúa la superexplotación y la articula orgánicamente con la situación de
dependencia.21 Sin embargo, si observamos la ecuación 4, para efectos de simplificación, prescindimos de la elevación de la composición orgánica del capital propiciada por el aumento de su productividad interna del capital. Cuando esto
ocurre, parte de p’ se transforma en capital constante, la tasa de ganancia se
reduce y la superexplotación del trabajo se extiende más allá del límite técnico
señalado.
Todavía nos queda un ejercicio numérico para ejemplificar las ecuaciones 2 y 4:
En una primera situación, un capital A y un capital B parten de las condiciones medias de productividad, en un momento (t1) dado. Se supone que una vez
––––––––––––––––––––––––––––
mismo, incapaz de impedir la depreciación. El trade-off entre la tecnología local y la extranjera
exige una concentración del ahorro local que al ser conducida por la competencia y la acumulación
de capital —muchas veces a través de la intervención del Estado, como en las políticas de sustitución de importaciones—, restringe ampliamente el acceso a la tecnología importada para los sectores mayoritarios y menos dinámicos de la burguesía, resultando en transferencias de plusvalía intra
y intersectoriales, con las implicaciones señaladas.
21 Se hace necesario considerar que el elemento técnico no es el único determinante de la superexplotación del trabajo. Entre los muchos otros factores, destacamos los elementos financieros
y la expatriación de capitales bajo la forma de envío de ganancias, que se fundan en la internacionalización de los centros de decisión de la economía dependiente. Sin embargo, la situación
técnica, en última instancia, fundamenta la evolución de los muchos aspectos que actuarán en
el desarrollo de la superexplotación del trabajo.
Esta forma de abordar la superexplotación, situando inicialmente sus determinantes tecnológicos en el ámbito de la acumulación capitalista para después identificar sus aspectos financieros
y socioeconómicos, fue el camino metodológico seguido por Marini en Dialéctica de la dependen cia: “No examinaremos aquí los efectos propios a las distintas formas que reviste la absorción tecnológica, y que van desde la donación hasta la inversión directa del capital extranjero, ya que, desde
el punto de vista que orienta nuestro análisis, esto no tiene mayor importancia. Nos ocuparemos
tan sólo del carácter de esa tecnología y de su impacto sobre la ampliación del mercado” (Marini, 1973: 70).
La importancia del componente tecnológico, en la apropiación del valor producido en las sociedades dependientes y en el impulso de las formas comerciales y usurarias vinculadas al capital
productivo, será tanto mayor cuanto mayor sea la presencia de la innovación tecnológica en la generación del crecimiento económico de estas formaciones sociales y de la economía mundial.
|
47
CARLOS EDUARDO MARTINS
transcurrido un periodo (∆t), el capital B no produce cualquier dinámica
tecnológica y apenas mantiene su productividad anterior; y que el capital A
aumente su productividad 100%, en exacta equivalencia con la variación de
las condiciones medias de productividad que determinan el valor. De esta
forma: w = u = 1. Sabiendo que c = 500; v = 200; p = 300; m = 1000, tenemos
ahora que: λ = 1 + 100% = 2; x = 2. Por lo tanto, en este caso, utilizando la
ecuación 2, tenemos s =500, lo que representa la pérdida líquida de plusvalía
del capital B, ya que ésa no es compensada por ninguna producción interna de
plusvalía (p’), porque la variación endógena en z es equivalente a cero y se
convierte z = w.
Una segunda situación, indica que un capital A y un capital B parten también de las condiciones medias de productividad, en un momento (t1) dado. Sin
embargo, se supone que una vez transcurrido un periodo (∆t), el capital B genera una dinámica tecnológica propia, equivalente al 50% del aumento de la
productividad del capital A que, a su vez, aumenta 100% su productividad,
en exacta equivalencia con la variación de las condiciones medias de productividad que determinan el valor. Tomando los mismos valores para c, v, m y p,
tenemos que: x = 2; λ = 2; z = 1 + 50% = 1.5; x’ = 1.5. Así, el capital B añade
internamente plusvalía (p’) a través de la elevación de su productividad, de tal
forma que m’ = 500 —siempre bajo el supuesto de que no hay alteración del
valor en c. Sin embargo, al situarse por debajo de las condiciones medias
de producción del valor, el capital B experimenta pérdida de plusvalía (s),
calculada en la ecuación 4, donde s = 500 = p’, neutralizando la añadidura de
plusvalía.
En esa segunda situación, si admitimos que se produce un aumento de la
composición orgánica del capital de B para producir p’, expresado en una elevación del valor de c, parte del valor de p’ debería convertirse en c, tornando s > p’.
Este resultado, como mencionamos más arriba, activaría las condiciones de
actuación de la superexplotación del trabajo.
En la medida en que se afirman las tendencias absolutas del desarrollo dependiente, y los capitales de una determinada región tiendan a subordinarse
completamente a las estructuras monopolísticas del capitalismo internacional,
en esa misma medida la generación endógena de progreso técnico de los capitales dependientes se acercará peligrosamente a 0% del crecimiento de la productividad comandada por los capitales que determinan los valores medios de las
mercancías, reduciendo la ecuación 4 a la ecuación 2.22 Éste fue el aspecto más
––––––––––––––––––––––––––––
22 Aunque este límite nunca se ha alcanzado.
|
48
SUPEREXPLOTACIÓN DEL TRABAJO Y ACUMULACIÓN DE CAPITAL
destacado por Marini, debido a que representa una de las tendencias de largo
plazo de la generación de progreso técnico en los países dependientes.
En el pos-scriptum que hace a su artículo “Dialéctica de la dependencia:
La economía exportadora” (1972), que integra la Dialéctica de la dependencia
(1973), Marini alerta al lector sobre el nivel de abstracción de su ensayo. En el
intento de dibujar las leyes fundamentales del capitalismo dependiente, algunos trazos fueron hechos a gruesas pinceladas, sin que fueran examinadas situaciones particulares que introdujesen un cierto grado de relativización al estudio.
Sin embargo, indica el carácter tendencial de estas leyes:
Aprovecharé, pues, este post-scriptum para aclarar algunas cuestiones y deshacer
ciertos equívocos que el texto ha suscitado. De hecho, pese al cuidado de matizar las
afirmaciones más tajantes, su extensión limitada llevó a que las tendencias analizadas se pintaran a brochazos, lo que les confirió a veces un perfil muy acusado. Por
otro lado, el propio nivel de abstracción del ensayo no propiciaba el examen de situaciones particulares, que permitieran introducir en el estudio un cierto grado de
relativización. Sin pretender justificarme con esto, los inconvenientes mencionados
son los mismos a que alude Marx, cuando advierte:
“[…] teóricamente, se parte del supuesto de que las leyes de producción capitalista se
desarrollan en estado de pureza. En la realidad, las cosas ocurren siempre aproximadamente; pero la aproximación es tanto mayor cuanto más desarrollada se halla
la producción capitalista […]” (Marini, 1973: 82).
CONCLUSIÓN
En el presente ensayo procuramos demostrar que la teoría de la superexplotación del trabajo, elaborada por Ruy Mauro Marini, no solamente es compatible
sino, además, requiere para su pleno desarrollo la introducción del progreso
técnico y del dinamismo tecnológico en las sociedades capitalistas. La vinculación entre progreso técnico y superexplotación del trabajo se demuestra no sólo
en Dialéctica de la dependencia, sino en el conjunto de artículos que integran la
obra de Marini. Es por lo que nos propusimos recuperar los elementos centrales de su reflexión para sistematizar su visión sobre la relación entre superexplotación y capitalismo dependiente.
Son incorrectas las críticas que se hacen a Marini, cuando le atribuyen
una supuesta concepción que relaciona el “estancamiento tecnológico” del capitalismo dependiente con la superexplotación del trabajo. Por el contrario, sostenemos que esas críticas corresponden, más bien, a razones políticas y a
dificultades reales para percibir los elementos centrales del concepto “superexplotación” formulado por Marini, puesto que este concepto es de los más
| 49
CARLOS EDUARDO MARTINS
complejos de comprender teóricamente dentro de la economía política marxista. Como parte de la teoría del valor, su comprensión requiere de la articulación de los niveles de la producción y de la circulación, para poder identificar
los efectos producidos por la competencia en la economía global capitalista y en
sus diversos rincones.
Formalizamos la compatibilidad existente entre la teoría de la superexp l otación del trabajo y la teoría del valor en términos matemáticos, partiendo de
las ecuaciones de los precios de producción, puesto que constituyen la instancia
analítica que permite la comunicación entre los niveles de la producción y de la
competencia.
La formalización matemática, a nuestro juicio, es fundamental para desarrollar la teoría de la superexplotación. Marx también formalizó los principales
conceptos de su economía política, tales como plusvalía, plusvalía absoluta y
relativa, plusvalía extraordinaria, valor de mercado, precios de producción, tasa
de ganancia, tendencia decreciente de la tasa de ganancia, etc. Su utilidad
consiste en vincular los niveles más abstractos del pensamiento con los más concretos y delimitar al mismo tiempo las condiciones específicas en que un concepto se convierte en un lugar real de existencia.
Creemos que al revisar el concepto de superexplotación del trabajo, hemos
contribuido a esclarecer los equívocos y malentendidos sobre su génesis. Retomar su fuerza analítica nos parece fundamental. En los años sesenta y
setenta, Marini, Theotônio dos Santos y Vânia Bambirra, se esforzaron en demostrar el carácter superexplotador del capitalismo latinoamericano para enfatizar la inviabilidad de un camino de reformas socioeconómicas en su interior
que resolvieran los problemas de la pobreza y la miseria de las grandes masas
y diesen consistencia política a la democracia burguesa. El capitalismo latinoamericano producía desarrollo y subdesarrollo en su expansión y era políticamente inestable. La erradicación de la pobreza, la construcción de un patrón de
crecimiento socialmente equilibrado y de un modelo político estable, constituían conquistas a ser alcanzadas a partir de formas de desarrollo socialistas.
Hoy es fundamental profundizar en el dominio teórico del concepto desarrollado por esos autores, ya que la superexplotación no solamente se profundiza
en América Latina, sino que también se extiende a los propios países centrales
del sistema mundial capitalista. Esa extensión fue percibida por Marini que comenzó a teorizarla en sus últimos escritos, como, por ejemplo, en Proceso y
tendencias de la globalización capitalista (1995). Aquí no pretendemos más
que mencionar ese tema, que merece ser objeto de otro trabajo. Sin embargo,
| 50
SUPEREXPLOTACIÓN DEL TRABAJO Y ACUMULACIÓN DE CAPITAL
queremos destacar la actualidad y la amplitud de ese concepto formulado por
el pensamiento latinoamericano.
El surgimiento de las llamadas empresas globales, como una etapa más
avanzada de la trasnacionalización empresarial, es clave en ese proceso de globalización de la superexplotación. Capaces de organizar una unidad técnica de
la división del trabajo en escala mundial, esas empresas concentran la mayor
parte de las innovaciones tecnológicas, producen preferentemente para el mercado mundial y convierten en obsoletas a las empresas nacionales, pequeñas
y medianas, de los países centrales, que emplean a la mayor parte de su
fuerza de trabajo y experimentan fuertes pérdidas de plusvalía provocadas
por dos fuentes de innovación tecnológica. Una, que se circunscribe a las unidades de las empresas globales localizadas en los países centrales, que les
permite concentrar la producción de mercancías de alto valor agregado para el
mercado mundial, transfiriendo la competencia en el espacio estrictamente nacional; la otra se refiere a la elevación de la intensidad tecnológica del trabajo
superexplotando la periferia y la semiperiferia, dedicada a la elaboración de
partes y componentes de bajo y medio valor agregado en función del mercado mundial.
La formalización matemática de la superexplotación en condiciones de dependencia ayuda a comprender su extensión a los países centrales, en la medida en que sitúa como componente clave la concentración de la innovación
tecnológica de ciertos espacios de circulación de mercancías en los grandes
monopolios.
La economía mundial contemporánea, al integrar crecientemente los mercados nacionales al mercado internacional y convertir a las empresas globales
en el centro del dinamismo tecnológico, se ubica dentro de los patrones de generación de superexplotación.
Como afirma Marini (1995), la extensión de la superexplotación a los países centrales unifica los regímenes de reproducción de la fuerza de trabajo y las
luchas mundiales de la clase trabajadora, las cuales se materializan, por un
lado, en la lucha por la universalización de las ciencias y de la tecnología y, por
el otro, en la lucha por la elevación de los salarios en la periferia y la semiperiferia —pero no solamente ahí.
Conducir las luchas en esa dirección exige esclarecer y comprender las
leyes de la acumulación que enfrentamos en este momento de desarrollo del capitalismo, y para ello la economía política de la dependencia desempeña un
papel crucial, al proyectarse como parte indispensable de la economía política
mundial.
|
51
CARLOS EDUARDO MARTINS
BIBLIOGRAFÍA
• Bambirra, Vânia (1974), El capitalismo dependiente latinoamericano,
México, Siglo XXI Editores.
• Bresser, Luis Carlos (1997), “Interpretações sobre o Brasil”, en Maria Rita
Loureiro, 50 anos de ciência econômica no Brasil: Pensamento, instituições,
depoimentos, Petrópolis, Vozes/Fipe, pp. 17-69.
• Cardoso, Fernando Henrique (1993), As idéias e seu lugar, Petrópolis,
Vozes, 2 ed.
•
y Enzo Falleto (1984), Dependência e desenvolvimento na América
Latina. Ensaio de interpretação sociológica, Río de Janeiro, Zahar, 7a ed.
•
y José Serra (1978), “Las desventuras de la dialéctica de la dependencia”, Revista Mexicana de Sociología, año XI, México, UNAM, número
extraordinario, pp. 9-55.
• Caputo, O. y R. Pizarro (1973), Dependencia y relaciones internacionales,
Costa Rica, Educa.
• Dos Santos, Theotônio (1978), Imperialismo y dependencia, México, Ediciones
Era.
•
(1991), Democracia e socialismo no capitalismo dependente, Petrópolis, Vozes.
•
(1998), “A teoria da dependência: um balanço histórico e teórico”,
en Francisco López Segrera, Los retos de la globalización —Ensayos en
homenaje a Theotônio Dos Santos, Caracas, UNESCO, tomo I, pp. 93-151.
• Feijóo, J. Valenzuela (1997), “Superexplotación y dependencia”, Investiga ción Económica, núm. 221, México, UNAM, pp. 105-127.
• Kay, Cristóbal (1989), Latin American Theories of Development and Under development, Londres y Nueva York, Routledge.
• Mantega, Guido (1989), A economia política brasileira, Petrópolis, Vozes.
•
(1997), “O pensamento econômico brasileiro de 60 a 80: os anos rebeldes”, en Maria Rita Loureiro (Comp.), 50 Anos de ciência econômica no
Brasil: Pensamento, instituições, depoimentos, Petrópolis, Vozes/Fipe, 1997,
pp. 107-157.
• Marini, Ruy Mauro (1973), Dialéctica de la dependencia, México, Ediciones
Era.
•
(1976), El reformismo y la contrarrevolución: Estudios sobre Chile.
México, Ediciones Era.
•
(1977a), “Estado y crisis en Brasil”, Cuadernos Políticos, núm. 13,
México, Ediciones Era, pp. 76-84.
|
52
SUPEREXPLOTACIÓN DEL TRABAJO Y ACUMULACIÓN DE CAPITAL
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
(1977b), “La acumulación capitalista mundial y el subimperialismo”, Cuadernos Políticos, núm. 12, México, Ediciones Era, pp. 21-38.
(1978), “Las razones del neodesarrollismo. Respuesta a Fernando
Henrique Cardoso y José Serra”, Revista Mexicana de Sociología, año XL,
México, UNAM, número extraordinario, pp. 57-105.
(1979a), “El ciclo del capital en la economía dependiente”, en
Úrsula, Oswald, Mercado y dependencia, México, Nueva Imagen, pp. 37-55.
( 1979b), “Plusvalía extraordinaria y acumulación de capital”,
Cuadernos Políticos, núm. 20, México, Ediciones Era, pp. 18-39.
(1982), “Sobre el nuevo padrón de reproducción del capital en
Chile”, Cuadernos de CIDAMO 7.
(1985), Subdesarrollo y revolución, México, Siglo X X I Editores,
12a ed.
(1990), Memorial (mimeo).
(1992), América Latina: dependência e integração, São Paulo,
Brasil, Urgente.
(1995), “Proceso y tendencias de la globalización capitalista”, en
R. Marini y M. Millán (coords.), La teoría social latinoamericana, México,
El Caballito, tomo 4, 1995, pp. 49-69.
Marini, R. y M. Millán (1994b y 1995b, coords.), La teoría social latinoame ricana, México, El Caballito, 1994 y 1995, 4 tomos.
(1994b y 1995b), La teoría social latinoamericana: Textos escogidos,
México, El Caballito, 3 tomos.
Martins, Carlos Eduardo (1996), Globalização e capitalismo: considerações
teórico-metodológicas sobre os novos padrões da acumulação de capital
e suas implicações para a análise das políticas científico-tecnológicas,
Dissertação (Mestrado em Administração Pública) —Escola Brasileira
de Administração Pública/Fundação Getúlio Vargas— Río de Janeiro,
EBAP/FGV.
(1998), “Theotônio Dos Santos: introdução à vida e obra de um intelectual planetário”, en Segrera, Francisco López, Los retos de la globaliza ción-ensayos en homenaje a Theotônio Dos Santos, Caracas, UNESCO, tomo I,
pp. 33-89.
y Adrián Sotelo Valencia (1998), “La teoría de la dependencia y el
pensamiento económico brasileño”, Aportes, Año III, núm. 7, México, pp.
73-93.
|
53
CARLOS EDUARDO MARTINS
• Ouriques, Nildo (1996), La teoría marxista de la dependencia: una historia
crítica, (tesis de doctorado en Estudios Latinoamericanos), Facultad de Economía de la Universidad Nacional Autónoma de México, México, UNAM.
• Segrera, Francisco López (Comp.), Los retos de la globalización–Ensayos en
homenaje a Theotônio Dos Santos, Caracas, UNESCO, 2 tomos.
|
54
Descargar