Bibliografía_Las obligaciones de actividad y de resultado

Anuncio
CABANTLLAS SÁNCHEZ, ANTONJo, Las obligaciones de actividad y de resultado, J. M .
BOSCH editor, S .A., Ba rcel ona, 1993, 201 págin as.
CABANILLAS SÁNCH EZ -catedrático de Dere cho civi l-, había abordado con ante ­
riorid ad a la red acción de esta monografía y co n oca sión de artícul os precedentes, cues tio­
nes en las qu e la problem ática de las obligacion es de act ividad -como él las lIam a'- y de re­
sultado se plantea con gra n virulencia ' ,
Esta mono grafía supone una valiosa aport ación para la ciencia jurídic a español a al
se r la única' que espe cíficamente se dedic a al es tudio de las obl igacione s de actividad y de
resultados. Amén de esta circ unstancia que da importancia a la obra sin más, so n dos las ra­
zones que hacen idóneo el momento en que aparece publicada. Por un lado, la terciariza­
ción de la econo mía, hace prec isa una mayor concrec ión en los contratos de ser vicios; cues­
tión íntimamente ligad a a la diferenci ación entre obligaciones de actividad y de resultado .
Además, como consecu en cia del fen ómen o anterio r, aparecen nuevas moda lidades contrac­
tuales que reclaman cierta definición en es te sentido; en relación a las mism as , dice el autor,
que es importante, para config urar su régimen j urídico. precisar si la prestación del deu­
dor es de actividad o de resultado - p. 24-. Esto j ustifica el análisis que en el capít ulo se­
gundo hace de figuras co ntractuales de reciente aparición en el tráfico jurídico y de gra n
trascendencia en la vida eco nómica actual, como el [ranchising, el eng ineering o el know­
¡/OW .
Por otro lado, la doctrin a española actua l es tudia co n avide z el tema de la responsa­
bilidad, lo que ha provocado la aparici ón de trabaj os es pecíficamente destinados al análisis
de las co nsec uencias que en dicho ámbito tiene la distinción entre obl igaciones de medio s y
de resultados". Por último , a nivel comunitar io ac udimos a la elaboració n de una Directiva
sobre responsabilid ad del prest ador de servicios' , enmarcable dentro de la pol ítica co muni­
taria de protección de consumidores.
Es destacable , por otra parte , el estudio realizado de Derecho comparado en relación
a cada una de las cuestiones suscitadas . No podía ser de otra for ma si atendemos a la doble
circunstancia de ser, por un lado , la doctrina alemana -concretamente BERNH6 Ff- la q ue vis­
lumbra por primera vez la distinci ón -p. 16-. Y, por otro lado , que sea a la doctr ina francesa
-especialm cnt e a DEMOGUE- a la que haya que atribuir el mérito de habe r otorgado a la dife­
renci ación una impo rtancia juridica desconocida hasta entonces" -p. 17-. No podemos ob­
viar tamp oco la importancia de la aport ación ital iana a la discusión .
La monografía se es tructura en tres capítulos bien diferenci ado s. El prim ero anali za
la distinción entre obligacio nes de activ idad y de resultado en sí mism a considera da . El se­
gundo proc ede a la delimitación bien como obligacio nes de actividad, bien com o de resulta­
do de determinadas relaciones jurídicas que pueden plantear alguna duda al respecto. El ter-
1. El auto r da releva ncia a la cue stión terminol ógica y op ta pur la den om inación de obli gac ione s de actividad,
en lugar de llamarlas o bligac ione s de medios , co mo co mún y ma yor itariam ente se las co noce .
2. S irva n como ej e mplo los sigui ent es: «Aspectos susta ntivos de la pro tecció n de los co nsumido res en los
co ntratos de se rv icios, seg ún el orde namie nto es paño l" . en ES/lidios sobre Consumo . 1990 . n° 1, pági nas 141 a
156, y «La respon sabil idad por infracc ión de los deberes pro fesionales o de «lex artis» y la ca rga de la prueba», en
Anua rio de Derecho Civil. 1991, página s 907 a 9 19.
3. Esta monogr afía viene a co mpletar la bibl iogr afía que so bre este te ma ex iste materiali zada en valioso s artí­
culos en re vistas especializadas y refer en cias e n obras dedicadas a otros ternas más ge nerales que abarca n éste,
co mo e l de la responsabil idad de los pro fesionales .
4 . Entre los artículos más rec ientes q ue aborda n es ta pro blem át ica se pueden citar JORDANO FRAGA , Fra nc isco
«Ob ligaciones de medios y de resultado. ( A prop ósi to de alguna j urisprude ncia reci ente).», en A. D. c.. 1991 Lo­
IlATO G6MEZ. 1. Mig uel. «Co ntrib ución al es tudio de la dist inc ión entre las o bligacio nes de medios y las ob ligacio­
nes de result ado» en A. D. C: 1992. pág inas 65 1 y ss.
5. La Prop ue sta de Direct iva sob re resp onsabil idad del prestador de serv ic ios de fech a 9 de nov iembre de
1990 , e lude el prob lem a de la di stinción e ntre ob ligac iones de medios y de resultados, Esto muestra la dificultad
de clasi ficación dentro de uno u otro tipo de cad a una de las obligacio nes que pued en surgi r e n un co ntrato de se r­
vicios, debido a la no ex istenc ia de crite rios seguros y a la disc us ión doct rina l a l respecto. Así se puso de manifies­
to en el Colloque de la AISJ so bre la respo nsa bilidad de l pr estad or de servicios . ce lebrado en Lausana, Su iza, en
septiem bre de 1993.
Ó. Es ine vitable e l desarr ollo doc trina l del estudio de es ta prob lemá tica en Francia , pues e l recu rso a esta c lasi­
ficación es una de las maneras -no la única- de co mpa tib ilizar los an fculos 1.137 y 1.147 del Code, y establecer el
sis tema de res ponsab ilidad con tract ual. A este problem a conc reto se re fiere el autor en la página 143.
El 11IIII - - - - - - --- - - - - - - - .----.
cero analiza la clasificación desde la perspectiva de sus efectos, fundamentalmente se cen­
tra en el estudio de las consecuencias del incumplimiento.
El primer capítulo, dedicado al estudio interno de la clasificación, hace referencia a
la cuestión terminológica y al origen de la distinción. El autor afirma que la diferenciación
atañe al contenido de la obligaci ón -p. 37-. Posición que ya se había hecho patente al con­
siderar, en relación al objeto de estas dos clases de obligaciones -p. 31-, que el interés pri­
mario del acreedor está garantizado por el deudor cuando la obligación es de resultado; lo
cual no acontece si la obligación es de actividad.
Resaltable -por su trascendencia en el tratamiento de la materia abordada en cl capí­
tulo segundo- es la traslación de la nomenclatura 'actividad-resultados' del campo de las
obligaciones al de los contratos. Se atiende al tipo de obligaciones que éstos generan , en la
medida en que el propósito negocial de alcanzar un determinado opus , ..., se causa/iza ... .
En mi opinión, esta trasposición terminológica puede presentar cierto riesgo , debido - tal y
co mo reconoce el mismo autor en la página 35 - a la posible presencia de obligaciones de
actividad y de resultado en un mismo contrato. Si bien también es cierto - lo que justifica en
cierta forma la transpolación de términos- que siempre uno u otro tipo de obligación es el
predominante y, a su vez, el determinante de los efectos del contrato .
A continuación y como último apartado del capítulo primero, aborda el estudio de
los criterios de diferenciación entre ambos tipos de obligaciones. En consonancia con la
toma de postura inicial -que admite la autonomía de la voluntad como único criterio deter­
minante de la calificación que cabría dar a la obligaci ón-, niega la posibilidad de apreciar
en nuestro Derecho una presunción en favor de uno u otro tipo de obligaciones- p. 38- . En
defecto de pronunciamiento de los sujetos sobre el carácter de la obligación, considera CA­
BANILLAS, que hay que atender a la alea toriedad del resultado -p. 41-; postura que nos
había dejado entrever en varias ocasiones' . Rechaza, así, criterios tales como el de la posi­
ción de las partes", el papel acti vo o pasivo del acreedor en el cumplimiento, el grado de de­
terminación de la prestación prometida, el siste ma de imputación de riesgos ", o el recurso a
la equidad '0.
El autor, al hacer referencia a los criterios de determinación del carácter de una obli­
gación en defecto de manifestación de las partes. alude al establecimiento de un elenco de
las principales obligaciones de actividad y de resultado -p. 40-. Precisamente a la cataloga­
ci ón de determinadas relaciones dentro de uno u otro tipo va encaminado el segundo capítu­
lo de la obra.
El conjunto de relaciones analizadas viene determinado por su toma de postura ini­
cial de considerar esta clasificación aplicable no sólo a las obligaciones de hacer, sino a una
exten sa gama de obligaciones '' : lo que justifica en este capítulo el examen de la obligación
de dar , o la de no hacer.
Con ocasión de la cla sificación del contrato de ejecución de obra como de resulta­
dos , aborda el difícil tema de la diferenciación entre este contrato y el de arrendamiento de
7 . Hace referen cia al mismo en la pá g ina 30, y en la nota a pie de página, n° 69 al hablar del obj e to de las obli­
gaci on es de medi os y d e re sultados . También en la págin a 38 al ac eptar la clasificaci ón de la s obligac iones ... alu­
dimos a las obligaciones en que no existe dicha garantta . debido[undamentalment e a lo incerteza o aleat oriedad
para satisfacer el interés primario del acreedor... También men ciona dicho criterio al negar el uso de medios téc­
nicos como c ri te rio de terminante del carácter de resultados de la o bliga c ió n, e n la mi sm a página 41 .
8. Criterio que. a su vez , se subdivide en otros, como el que el deudor sea profesional lib eral o se dedique a
ejercer un o ficio , o el de si afecta a la int egridad física de la pe rsona del acr eedor o a la de s us bienes . etcétera.
9. Sobre e ste criterio, no se manifiesta en contra, aunque la adopción del de aleatoriedad deja c la ro que no es
partidario del mismo. No obstante est e es el criterio determ innnre par a la doctrina alem an a tal y co mo refiere e l
mismo auto r en la página 46. En Españ a lo defiende S ALVADOR CODERCH, Pablo, en ..C om ent ario al art ícul o
1.588" en Comentario del Código civil, T. 11 , Madrid, 1991 , Min ister io de Ju sticia , página 1.176.
10. La det ermin aci ón final so b re e l carácter de la obligación responde a moti vaciones tel eol ógicas seg ún quie­
ra -la juri sprude ncia- crear en el ju icio de responsabilidad. una situación pri vilegiada al deudor o al acree dor. p.
46 de la obra recensionada.
11. En e ste mism o sentido. vid . L ACRUZ BERDEJO, Jo sé Lui s. Elementos de Derecho civil. T . Il, vol. 1, Barc e­
lona, 1977. p ágina 37 . S in embargo OíEZ PICAZO y G u U..óN, apli can es ta distinción únic am ente a las obligaciones
de hacer, en Sistema de Derecho Civil, Vol. Il, 6' ed ic.. página 145.
servicios, que él basa -como la mayoría de la doctrina española- en la distinción entre obli­
gaciones de actividad y de resultados . Y es aquí también, precisamente, donde el autor
plantea el problema de las obras sin materialidad objetiva - intelectuales- como objeto de
dicho contrato; en concreto estudia las creaciones publicitarias, los programas de ordena­
dor, el proyecto del arquitecto y el de ingeniería, los dictámenes técni cos, y las prestaci one s
de servicios médicos calificables de result ado. Entre esta s últimas incluye la reali zación de
análisis clíni cos o radiografías - a no ser que sean muy del icados y quep a margen de error-,
la elaboración de prótesi s, la obligación de seguridad del centro hospitalario, y la de tener el
material en buen estado, pero no la ciru gía estética y reparadora.
A pesar de con sid erar el contrato de transp orte como una modalidad del de obra, lo
estudia - ju stificadamente, -a mi mod o de ver- en un epígrafe distinto, planteándose la cue s­
tión de la naturaleza de la obligación de seguridad, no sólo durante el transporte, sino tam­
bién en [os momentos inmediatamente anteriores o posteriores al mismo.
La última relación jurídica analizada dentro de las calificables como de resultados es
la de la cláusula de garantía. concluyend o en todos los casos que analiza que se trata de una
relación de resultado, aún cuando el contrato en el que se inserte dicha cláusula de gar antía
sea calificable de actividad, como es el caso del know-how.
Dentro ya de las obligaciones de actividad analiza primeramente diferentes tipos
contractuales cu yo objeto con siste en la prestaci ón de un servicio, com o el arrendamiento
de servicios -centr ándose espe cialmente en el celebrado por los profesionales libe rales-, el
contrato de trabajo, el mandato y la gestión de nego cio s; contratos íntimamente relaciona­
dos en los que la comunidad de objeto referida hace di fícil su delimitación. Por último, in­
cluye en este segundo grupo , las obligaciones de los adm inistradores de la sociedad, la de
conservación de la cosa y las obligaciones a título gratu ito.
En el último y ter cer cap ítulo se aborda el problema de las consecuencias que deri­
van de que las obligaciones sean de activ idad o de resultado, en ord en al cumplimiento y al
incumplimiento de las mi sma s. En rela ción al segundo aspecto, el autor considera que cuan­
do no se satisface -en las obli gaciones de resultado- el interés del acreedor se produce la
perpetuatio obligationis. salvo que el deudor pruebe que se debe a una imposibilidad que
no le es imputable - pp . 125 y ss-o Admite el autor la co ncurrencia en las obligacione s de
actividad de la imposibilid ad sobrevenida -tanro la objetiva, que contempla expresamente el
Código, como la subjetiva- de la prestación, afirmando incluso un ensanchamiento de su
área de incid encia, ya que no sólo se conside ra la imposibilidad de desarrollar la actividad
misma, sino también la de la realización de! resultado que satisface el interés primario de!
acreedor... -p . 127-. Adem ás la distingue de la mera di ficultad en el cumplimiento.
A co ntinuación aborda el problema del derecho a la contraprestación en caso de in­
c umplimiento de estas obl igaciones. A este respecto, es partidario de entender aplicable en
nuestro Derech o la solu ción del BGB alem án y del Código portugués, que - al igual que el
es pañol- no liberan al acreedor de la con traprestaci ón , en e l supues to de que se haga impo­
sible por su culpa la prestación de resultados, pero si el deudor de és ta últim a- esto es lo que
expresamente no dispone el es pañol- obtiene algún benefi cio por la liberac ión el valor de
éste tiene que ser dedu cido de la contrap restación - p.136-. En cuanto a las obligaciones de
actividad no co nte mpla e l autor ningún supues to con creto de imposibilidad de la prestación
de actividad por culpa del acreedor de la mism a. Se limita a dejar patente que la no obten­
ción del resultado pretendido no produ ce una inex igibilidad de la contraprestació n, porqu e
e l deudor se obliga únic ame nte a ser dili gente, y habi éndolo sido, ya ha cumplido; tiene de­
recho , cons ecuentemente, a ob tener la contraprestación.
La últim a cuestión que se plantea, rela cionada tamb ién con el inc umplimiento de
estas oblig aciones, es la de la carga de la prueba. Despu és de un minu cio so estudi o de las
posiciones que doctrinalrnent e existen al respecto, tant o en Dere cho co mparado co mo en
Derecho patr io, se adhi ere a la tesis defendida reciente mente en España por JORDANO
FRAGA de que la clasificación afecta al contenido de la prueba de la contravención de cada
una de esta s obligaciones .
Procede después al estudio de las responsabilidades de profesionales como los arqui­
tectos, los médicos y los administradores de las sociedades. En definitiva, como él mismo
reconoce en la conclusión, se trata de un examen sobre la aplicación del principio jurispru­
dencial de inversión de la carga de la prueba en el ámbito de la responsabilidad profesional.
En cuanto a los arquitectos. considera correcta la doctrina jurisprudencial y doctrinal
que admite la excepción de la regla por la que el acreedor de una obligación de actividad in­
cumplida debe probar la negligencia del deudor de la misma . Y ello se produce . aún estan­
do aquéllos inmersos en contratos de actividad, por virtud del artículo 159l, cuyo tenor lite­
ral permite su aplicación - a pesa.r de su ubicación sistemática- a contratos de actividad,
como los de dirección de obras .
En cuanto a los médicos. Para el autor , la dificultad que supone para el paciente la
prueba de la negligencia del médico provoca la desestimación de la mayor parte de las de­
mandas en este sentido , y que la jurisprudencia haya arbitrado medios para favorecer esta
prueba. Entre estos medios, a juicio del autor, se encuentra la posibilidad de escoger entre
las normas de responsabilidad contractual y extracontractual, y también la admisión de la
prueba de presunciones.
En cuanto a los administradores de sociedades, considera que debe presumirse la
culpa cuando se prueba el daño y la relación causal, en ese caso debe ser el administrador el
que pruebe su actuar diligente.
Para concluir, remarcar lo oportuno de la aparición de esta obra monográfica por la
importancia que para la civil ística actual tiene el tema que aborda . Así mismo , hay que re­
conocer al autor el mérito de tratar un espinoso tema, fundamentalmente por sus ramifica­
ciones en el ámbito de la responsabilidad, con una sencillez y claridad que el lector agrade­
cerá.
M" TERESA
ALONSO PÉREZ
Descargar