hoja informativa - Comisión Económica para América Latina y el

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Reunión del Grupo de Expertos de la CEPAL sobre
EL ACUERDO DE COTONOU
IMPLICANCIAS, EFECTOS Y TEMAS SELECCIONADOS
PARA LAS ECONOMÍAS DEL CARIBE
Puerto España, 8 - 9 de diciembre de 2005
Información para los medios de comunicación
De acuerdo con un mandato de su órgano subsidiario, el Comité de Desarrollo y
Cooperación del Caribe (CDCC), la CEPAL realizó un trabajo de investigación de las
implicaciones, los efectos y temas que surgen para las economías del Caribe con motivo del
Acuerdo de Cotonou y el subsiguiente Acuerdo de Asociación Económica, actualmente en
negociaciones. Los resultados preliminares de esta investigación están incluidos en un informe
que será presentado para el debate durante una Reunión de un Grupo de Expertos, que se
realizará entre el 8 y 9 de diciembre en Puerto España.
Los expertos gubernamentales de una docena de países del Caribe, más organizaciones
regionales y la Comisión Europea, discutirán el documento y los temas relacionados que surgen
del Acuerdo de Asociación Económica. El objetivo de la reunión es compartir el análisis y las
percepciones de las implicancias potenciales del Acuerdo, especialmente en cuanto a los nuevos
acuerdos comerciales, y sus impactos en las economías del Caribe. Se espera que este análisis y
debate sea una contribución útil a la reformulación de la relación de cooperación para el
desarrollo entre la UE y el Caribe. A continuación se incluye un extracto del documento de la
CEPAL y sus conclusiones preliminares.
El acuerdo de Cotonou reemplaza el Acuerdo de Lomé, que definía el marco para el
comercio y la cooperación entre la Unión Europea (UE) y los Estados del Afro-Caribe Pacífico
(ACP) desde 1975. Refleja una profunda revisión de las relaciones comerciales entre ambos.
El objetivo principal de este nuevo acuerdo de asociación es la “erradicación de la
pobreza de manera consistente con los objetivos del desarrollo sustentable y la integración
paulatina de los países ACP en la economía mundial”. El acuerdo se compone de cuatro ejes
principales. Primero, incorpora la dimensión política en las negociaciones. Segundo, prevé un
proceso participativo que incorpore diferentes sectores de la sociedad en un proceso consultivo y
de toma de decisión. Tercero, refuerza el enfoque de reducción de la pobreza a través del
desarrollo social y económico y una profundización de la integración regional. Cuarto, revisa a
fondo el principio de la no-reciprocidad que formó la base de las relaciones comerciales en las
convenciones de Lomé.
Con el Acuerdo de Cotonou, los países ACP han acordado convertir a su acuerdo
comercial no-recíproco con Europa en una serie de áreas de integración regional plenamente
recíprocas a través de Acuerdos de Asociación Económica (AAEs). Los países ACP comenzaron
las negociaciones de los AAEs en septiembre 2002.
La región del Caribe y la UE comenzaron las negociaciones AAE en abril 2004. La UE y
CARIFORUM (CARICOM más la República Dominicana) son socios en esta negociación. La
Maquinaria de Negociación Regional (MNR) de CARICOM negocia a nombre de
CARIFORUM. La programación del AAE es de cuatro fases y ambos socios están a punto de
comenzar la tercera fase de las negociaciones.
Este proceso de desmantelamiento de las barreras al comercio y las preferencias
comerciales busca una mayor integración de los países ACP en el sistema multilateral y
compatibilizar los acuerdos UE-ACP con los de la Organización Mundial del Comercio (OMC).
El acuerdo de Cotonou se basa en la idea de que avanzar hacia un área de libre comercio traerá
beneficios tales como una asignación más eficiente de los recursos y una mayor productividad.
Por otro lado, también reconoce que los estados ACP enfrentan desafíos mayores y puedan sufrir
significativos impactos económicos y sociales.
Los países ACP son socios relativamente marginales para la Unión Europea y el AAE
tendrá un impacto mínimo en el rendimiento fiscal y comercial de la Unión Europea. Por otro
lado, para los países ACP, la UE es su socio comercial más importante. La EU ya aplica tarifas
muy bajas o nulas a la mayoría de las importaciones desde los países ACP. Por lo tanto, no se
espera que la eliminación de las barreras de la UE al comercio ofrezca un mejoramiento muy
significativo para el acceso de los Estados ACP al mercado en general.
Al contrario, los Estados ACP que rebajan sus tarifas de importación estarán más
expuestos a la competencia global y también pueden enfrentar la pérdida de ingresos fiscales.
Enfrentan además el desafío de modernizar sus economías y ser más competitivos. La
transformación de sus economías implicará en algunos casos pagar los costos de un ajuste
mayor. Para enfrentar estos retos y limitaciones, es crucial que los países ACP combinen las
políticas económicas y comerciales con las de desarrollo social. Sólo entonces podrá un acuerdo
generar mayor crecimiento económico y una reducción en la pobreza.
La programación y el alcance de la liberalización comercial aún no se han negociado.
Entonces, la medición de los efectos de los nuevos acuerdos comerciales solo puede realizarse a
través de un ejercicio muy preliminar y tentativo. Los países ACP, sin embargo, han expresado
su preocupación por los efectos de la liberalización del comercio. La validez de estas
preocupaciones ha sido reconocida por la UE y algunos de los estudios de impacto que se han
realizado.
Los efectos potenciales incluyen la pérdida de ingresos por exportaciones debido a la
erosión de las preferencias comerciales, un aumento potencial en las importaciones, y una caída
en los ingresos fiscales por la reducción en las tarifas, la vulnerabilidad de algunos sectores a una
mayor competencia que podría afectar no solo al sector agrícola sino también al manufacturero.
Además, entre los efectos negativos potenciales de los AAEs se han mencionado los posibles
costos de la pérdida de empleo y la dislocación social.
Al mismo tiempo, se espera que los Acuerdos de Asociación Económica aumenten los
flujos de ahorros externos. Si se canalizan bien, esta mayor cantidad de ahorro externo podrá
expandir la capacidad productiva, aumentando así el crecimiento económico. Una mejora del
ahorro externo también podría ablandar los limitantes externos y el crecimiento permitiría la
expansión de los ingresos gubernamentales.
El borrador del documento de la CEPAL argumenta que los AAEs pueden producir tres
impactos importantes en las economías de la CARICOM.
Primero, el proceso de integración regional liderado por la CARICOM debería
fortalecerse. Se considera a la integración regional como una pre-condición para una exitosa
integración al nivel global. La experiencia regional puede servir de entrenamiento para que las
empresas se hagan más competitivas al nivel extra-regional. El concepto de “reciprocidad
flexible” en el nuevo acuerdo comercial puede usarse para crear el tiempo y el espacio necesarios
para el desarrollo de una mayor integración regional.
Segundo, algunas tendencias económicas más enraizadas se acentuarán. Estas incluyen el
estancamiento de la agricultura, el deterioro del sector manufacturero de algunos estados más
pequeños y la continuación del dinamismo del sector servicios. En este sentido, los AAEs
deberían enfrentar explícitamente el objetivo de lograr un patrón equilibrado de cambio
estructural.
Tercero, la reestructuración de las economías del Caribe seguirá su proceso de adaptación
a un medio ambiente cambiante. En el Caribe las empresas han comenzado a reestructurar su
producción para reducir costos. Las empresas esperan lograr esto a través de: (i) la expansión de
su capacidad instalada; (ii) un cambio en sus métodos de producción; y (iii) la diversificación de
sus líneas de productos.
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