LA DIMENSIÓN SOCIAL DEL SER HUMANO

Anuncio
LA DIMENSIÓN SOCIAL DEL SER
HUMANO.
ESTRUCTURAS SOCIALES
1.-INTRODUCCIÓN.
Os enfrentasteis al inicio de curso con una asignatura nueva: FILOSOFÍA.
Esta es una palabra que habíamos oído muchas veces a lo largo de
nuestra vida: “la filosofía del equipo”, refiriéndose a un club de fútbol; “mi
filosofía en la cancha”, decía un jugador de baloncesto; “la filosofía del
artista”, explicaba un crítico de arte; “yo me tomo las cosas con filosofía”, nos
dice quien parece no ponerse nervioso ante circunstancias complicadas;
“esto implica una filosofía de vida”, nos cuenta quien quiere explicarnos su
manera de comportarse; en fin, así podríamos seguir, pero ¿podemos obtener
alguna conclusión sobre lo que sea la filosofía analizando estas expresiones?,
¿podemos deducir qué sea la filosofía analizando qué tienen en común cada
una de las frases entrecomilladas? Podéis intentarlo y… ¡ya estáis filosofando!.
Hemos analizado a lo largo del curso qué es eso del “saber filosófico”,
cómo y dónde surge (con el famoso “paso del mito al logos”), quiénes son sus
más importantes cultivadores a lo largo de la Historia, qué temas son los que
más ocupan este tipo de saber (la trascendencia, el bien, cómo organizar la
sociedad, la muerte, el dolor, el sentido de nuestra existencia, lo que podemos
conocer, lo que debemos hacer,…).
Nos hemos explicado por qué esto es así, cómo el ser humano es un
animal con unas características biológicas que le obligan a “inventarse” día a
día, a decidir sobre lo que hace, lo que quiere, lo que ha de ser él mismo; es un
ser libre que configura un entorno cultural para desarrollarse como persona.
Pero, ¿existen reglas para decidir bien? Depende del ámbito del que
hablemos, pero sí hemos visto que cuando establecemos enunciados
podemos “jugar” con ellos de manera correcta o incorrecta y, por tanto,
somos capaces a través de los distintos lenguajes que utilizamos de establecer
conclusiones a partir de determinada información, podemos utilizar la lógica y
descubrir cuándo alguien quiere enredarnos –sea consciente o
inconscientemente- con un razonamiento falso.
Pero, seguramente, alguna de las cuestiones que tanto a nivel teórico
como a nivel práctico más nos preocupan es: ¿En qué sociedad vivimos?, ¿en
1
qué sociedad queremos vivir?, ¿podemos cambiar aquellos aspectos que no
nos gustan de la sociedad en que estamos?, ¿son necesarias las normas para
nuestra vida?, ¿todas las normas son justas por el hecho de formar parte de la
legislación?, ¿quién y por qué puede decidir sobre las leyes?, ¿la política es,
entonces, algo necesario?, ¿”pasar de la política” es la solución, al menos
individual, para los problemas de la sociedad en la que vivo?. Podríamos seguir
haciéndonos preguntas en torno a este tema, porque es seguramente el tema
más importante para nosotros como seres sociales. Estamos planteándonos “la
dimensión social del ser humano”.
El hecho de que nos encontramos viviendo en el seno de una sociedad
y concretamente dentro de una serie de lo que se ha dado en llamar
“subsistemas sociales” o sociedades pequeñas en el seno de la sociedad
mayor, es innegable. Subsistemas sociales pueden ser la familia, el grupo de
amigos, la enseñanza secundaria, la comunidad autónoma, la nación, incluso
la tradición occidental puede considerarse subsistema social si pensamos que
pueden darse otras formas de organización social.
La filosofía, que se preocupa de reflexionar y analizar todo aquello que
atañe al hombre, no podía pasar por alto esta realidad y a lo largo de toda su
historia ha ido elaborando distintas teorías para explicar el hecho de que el
hombre viva en sociedad, así nos encontramos con la famosa definición de
Aristóteles de que el hombre es social por naturaleza, el hombre está
determinado en su misma esencia a ser un animal social, a vivir junto a otros.
También se ha defendido la postura contraria, la de que el hecho de
vivir en sociedad no es algo natural, sino algo que viene determinado por un
contrato, además este contrato se ha visto desde dos posturas distintas, desde
la postura de Hobbes, que piensa que el estado natural del hombre es el
estado de guerra con los otros, “el hombre es un lobo para el hombre”, y
necesita establecer una serie de leyes para poner cortapisas a ese estado
para poder vivir tranquilos; y la posición de Rousseau, que piensa que el
hombre es bueno por naturaleza, el estado natural es el ideal, pero el hombre
no puede subsistir individualmente y establece un contrato con los demás para
vivir en sociedad, y esta sociedad es la que va a perturbar el estado de
bondad natural del hombre dando lugar a desigualdades, a rencores, a todos
los problemas que se plantean a los hombres en sociedad y que en el estado
natural no se plantean.
De cualquier forma, lo que no cabe duda es que de hecho, como
decía al principio, hay que contar con la sociedad, porque ineludiblemente
nos movemos en ella. Para estudiar y analizar este hecho surgió una rama de
la filosofía, la sociología, que ha ido progresivamente desvinculándose de ese
origen para hacerse más científica. Hoy hay una polémica planteada en torno
a si de hecho la sociología puede ser auténticamente científica o no.
Sociología es un término que empezó a utilizar Comte y él lo
consideraba sinónimo de física social y quería designar con él una ciencia de
2
la sociedad. Antes de él hubo una filosofía social, pero no auténtica sociología.
En esa filosofía social se confundían constantemente los puntos de vista
científico y moral o metafísico.
Es en el siglo XVIII cuando surge la idea de que los fenómenos sociales
poseen un carácter de regularidad y que, por lo tanto, están sometidos a leyes
naturales más o menos análogas a las que gobiernan el universo físico.
Ahora bien, existen una serie de dificultades para lograr un método
científico en Sociología:
1. El investigador está inmerso en el objeto de investigación. De hecho ha
sido forjado por y socializado por la sociedad que va a estudiar. Esto
puede suponer una dificultad.
2. La Sociología, frente a las ciencias de la naturaleza, no tiene un objeto
fijo, un objeto acabado, ya que la sociedad cambia y se transforma
constantemente.
3. El hecho social, que sería el objeto de estudio de la Sociología, es un
hecho común a varios individuos. Ello va a dar lugar en Sociología a la
oposición entre dos tendencias: la primera que acentúa el carácter
colectivo y considera a los grupos como realidades propias y distintas
de los individuos que los componen. La segunda, en cambio, insiste en
que son los individuos los que piensan y actúan y reduce lo colectivo a
lo interindividual. Esta oposición han intentado superarla Marx y
Durkheim.
4. Otro problema es el tipo de fenómenos que tiene que estudiar.
Durkheim expuso la teoría de tratar los hechos sociales como cosas. Esto
a veces es posible, pero en hechos sociales que no tienen una
existencia claramente exterior a la conciencia no es tan fácil, siempre
existe el peligro de la subjetividad.
5. El problema que se conoce como “el carácter general y su relatividad”.
El carácter general de los hechos sociales es sólo relativo. Es decir, cada
hecho social es individual, aunque se pueden establecer
comparaciones entre distintos hechos para lograr darles un carácter
general.
6. El sociólogo introduce una serie de valoraciones en su estudio que
pretende ser científico. Valorar es realizar un juicio, una apreciación
positiva o negativa, pensar lo que debe ser y no simplemente lo que es.
Ahora, la verdad es que el problema de la valoración es algo que siempre
debe ser estudiado en Sociología, porque la crítica social es una parte de la
Sociología, y no hay crítica sin una determinada valoración. Es decir, si nosotros
no tenemos una idea de cómo debe funcionar una sociedad, no podemos
ejercer la crítica sobre una sociedad que no funcione de esa manera.
Daos cuenta que en este campo concreto de la Sociología, la crítica social
se entronca con la Ética.
3
2.- MÉTODOS.
A pesar de las dificultades que hemos visto hay distintos métodos en
Sociología que pretenden alcanzar un estudio de la sociedad lo más completo
y, a veces, científico posible. Y precisamente hay varios métodos por las
dificultades expuestas así como en Matemáticas o en Física no hay esas
divergencias, en cambio en Sociología, para solucionar esas dificultades hay
distintas formas de solucionarlas, o mejor que distintas formas, distintos intentos
de solución.
La primera división que se establece es la que se da entre los que
piensan que, dadas las peculiaridades de la Sociología, necesita un método
propio y los que piensan que no hay diferencia entre las Ciencias de la
Naturaleza y la Sociología.
En el primer grupo ha habido a lo largo de la historia distintos intentos,
pero hoy podríamos decir que realmente sólo existen dos métodos que han
ido englobando características de los demás: El funcionalista y el dialéctico.
Según el método funcionalista toda acción humana puede ser inteligible
como:
1. Como unidad observable de un sistema personal: como actualización y
conformación de una determinada motivación situacional en el marco
total de una cierta estructuración de la subjetividad.
2. Como unidad observable de un sistema social: como cumplimiento y
conformación de un cierto papel-posición dentro de una estructura de
las relaciones sociales.
3. Como unidad observable de un sistema cultural: como expresión y
conformación de unas determinadas significaciones dentro de un cierto
ámbito de comunicación simbólica.
Pero el método estructural-funcional (también se le llama así al método
funcionalista) creo que resulta insuficiente para el estudio de la dimensión
social del hombre, ya que estudia las relaciones sociales en un determinado
momento de la existencia de una sociedad, pero no da cuenta clara del
desarrollo y evolución de esa sociedad en toda su dimensión. Es decir, este
método explica muy bien la estabilidad social, por qué una sociedad es como
es y se mantiene así, pero no da cuenta del cambio social. Así resulta un
modelo de sociedad que es ahistórico, armónico, integrado e inmóvil. Aquellos
elementos de la sociedad que pueden llevar a un cambio social son
considerados como elementos patológicos, desintegradores, subversivos, en
vez de considerarlos como producto de la misma dinámica social. Por ello este
modelo lleva un conservadurismo de las instituciones sociales y a un
conformismo respecto de estas instituciones.
Por otro lado está el método dialéctico que es el que parte de Marx, que
observa el funcionamiento de la sociedad desde una perspectiva histórica, lo
cual implica que se ha preocupado fundamentalmente del cambio social.
4
Ambos métodos responden a una distinta visión de la cohesión social: El
funcionalismo se funda en un consenso de los individuos, mientras que el
marxismo se funda en la imposición de una clase dominante.
Así llegamos a los siguientes postulados para cada método: Para el
funcionalismo:
1. Cada sociedad es una (relativamente) persistente y estable
estructura de elementos (postulado de la estabilidad).
2. Cada sociedad es una equilibrada estructura de elementos
(postulado del equilibrio).
3. Cada elemento en una sociedad cumple una contribución a su
funcionamiento (postulado de la funcionalidad).
4. Cada sociedad se mantiene mediante el consenso de todos sus
miembros (postulado del consenso).
Para el marxismo:
1. Cada sociedad y cada uno de sus miembros está sujeto al cambio
en cada momento (postulado de la historicidad).
2. Cada sociedad es una estructura de elementos contradictorios,
explosiva en sí (postulado de la explosividad).
3. Cada elemento de una sociedad cumple una contribución a su
transformación (postulado de la disfuncionalidad).
4. Cada sociedad se mantiene gracias a la coacción que algunos de
sus miembros ejecutan sobre los otros (postulado de la coacción).
Como veis son dos puntos de vista totalmente contradictorios, ello ha
llevado a ciertos sociólogos a intentar su conciliación. Entre ellos estarían
Dahrendorf, Gurvitch, e incluso Wright Mills. Pero no se ha llegado a lograr, por
lo que algunos de ellos han resaltado la necesidad de la existencia de ambos
métodos y su complementariedad.
Dentro de los que consideran que no debe haber diferencia entre el
método de las Ciencias Naturales y la Sociología, están los neopositivistas. Este
método implica la recolección y análisis de datos que en Sociología se logra
mediante la observación documental (documentos escritos, técnicos,
iconográficos, fotográficos, orales) y también mediante la observación directa
(entrevistas, listas,…) En principio esta forma de investigación parece estar
impulsada por lo logrado por el conductismo en Psicología.
Pero este tipo de métodos ha sido muy criticado, no porque no sean
instrumentos válidos, sino por ser considerados como los únicos métodos
posibles, reduciendo la Sociología a este aspecto cuantitativo. Por ello este
tipo de método implica una reducción intolerable, a saber, la de hacer de
toda la Sociología lo que debe ser sólo un aspecto de ella, la recogida de
datos empíricos, que luego deben ser articulados en una teoría general.
5
3.-SOCIALIZACIÓN, CONFORMIDAD Y DESVIACIÓN.
Probablemente es este uno de los aspectos más interesantes de la
Sociología, en tanto que estudia de qué modo somos integrados todos en una
sociedad determinada y en una serie de grupos determinados, hasta qué
punto esta sociedad premia de alguna manera a los conformes con ella,
hasta qué
punto tolera determinadas desviaciones y cómo de estas
desviaciones, en principio y en cierto modo toleradas, puede llegarse al
cambio social.
Suele
distinguirse
en
Sociología
tres
sistemas
de
acción
complementarios y relacionados entre sí: el sistema social, la cultura y la
personalidad (conjunto de instituciones, conjunto de símbolos y conjunto de
factores psíquicos, biológicos y experienciales). Los tres sistemas están
presentes e implicados en toda acción social humana. Es necesario en toda
acción social: un conjunto de expectativas mutuas, una serie de normas,
valores y símbolos que den sentido a esas expectativas y una serie de
motivaciones o estructuras personales que presten el elemento motor, el
elemento vital para actuar en cualquiera de los dos sistemas anteriores.
Podemos definir el proceso de socialización como el proceso por cuyo
medio la persona humana aprende e interioriza, en el transcurso de su vida, los
elementos socioculturales de su medio ambiente, los integra a la estructura de
su personalidad, bajo la influencia de experiencias y de agentes sociales
significativos y se adapta así al entorno en cuyo seno debe vivir.
Hay tres aspectos que esta definición resalta:
1. Adquisición de la cultura, es decir, la adquisición de los
conocimientos, de los modelos, de los valores, de los símbolos, en
definitiva de las maneras de obrar, pensar y sentir propias de los
grupos, de la sociedad o de la civilización en cuyo seno vamos a
vivir. Este proceso, aunque es más intenso en la primera infancia y en
la adolescencia, dura toda la vida.
2. Integración de la cultura en la personalidad, no se trata sólo de
conocer la cultura, sino de hacerla formar parte de nuestra más
íntima personalidad. De este modo obramos de acuerdo con
modelos culturales vigentes sin darnos cuenta siquiera.
3. Adaptación al entorno social, con ello nosotros nos sentimos
pertenecientes a una familia, a un grupo, a una religión, a una clase,
a una nación,… Se trata de tener suficientes cosas en común con los
restantes miembros de esas colectividades como para poder
comunicar con ellos, comulgar con determinados sentimientos,
compartir unas aspiraciones, unos gustos, unas necesidades y unas
actividades.
Este proceso de socialización se da mediante unos mecanismos de
socialización y en virtud de la acción de determinados agentes de
socialización.
6
Nos podemos preguntar: ¿cómo la persona humana desarrolla la
motivación necesaria con miras a una acción normativamente orientada? Si
una persona, actuando conforme a las normas y a los valores de una
colectividad y de una cultura, sigue en esto los dictámenes de su propia
conciencia moral y responde a una necesidad que encuentra normal o
natural es porque está positivamente motivada para ello; pero esa motivación
no está inscrita en la naturaleza (ejemplo, los pollos de Lorenzen y el comer
con cuchillo y tenedor).
Ello se debe a dos importantes mecanismos de socialización: el
aprendizaje y la interiorización del otro.
El aprendizaje consiste en la adquisición de reflejos, de hábitos, de
actitudes, etc. que se inscriben en el organismo y en la psique de la persona y
orientan su conducta. (Perros de Paulov, normas de urbanidad e higiene,
nuevo juego, memorización de un texto).
Hay que tener en cuenta que el aprendizaje tiene unos refuerzos
positivos, como premios cuando es algo bien hecho (hecho de acuerdo con
el modelo de aprendizaje) y negativos, castigos en caso contrario. La
repetición, la imitación, la aplicación de recompensas y castigos y los ensayos
y errores, son los cuatro modos principales de aprendizaje.
Hay que resaltar también en este sentido el papel de la herencia y el
medio social, puesto que ambas nos van conformando a lo largo de nuestra
experiencia. De alguna manera la herencia nos predispone y posibilita a unos
determinados aprendizajes y el medio evidentemente nos va dando una serie
de informaciones que nosotros a nivel consciente o inconsciente asimilamos.
En cuanto a la interiorización del otro hay que resaltar que nosotros
adquirimos conciencia de nuestro “yo”, de nuestra entidad como personas,
como diferente de las demás personas y además adquirimos una conciencia
de cómo somos, un poco a través de cómo los demás nos ven, por la imagen
que creemos ofrecer a los demás y los juicios que creemos merecer, e incluso
por los que pensamos que deberíamos merecer (teoría del espejo).
En el proceso de socialización además hay unos determinados agentes.
Es de resaltar en principio que es imposible enumerarlos todos. Vamos a ver
entonces los más importantes.
Podríamos clasificarlos según en siguiente cuadro:
Edades
heterogéneas
Grupos que tienen como
objetivo explícito la
socialización
Grupos que no tienen por
objetivo explícito la
socialización
Familia
Iglesia o secta
Empresa
Sindicalismo
7
Edades
homogéneas
“Aldea de edad”
Círculo de personas
ancianas
Grupo de compañeros
Movimiento de juventud
Grupo de edad
Ambas edades
Escuela
Movimiento educativo
Parentesco
Partido
Movimiento social
Habría que resaltar también la función socializadora de los medios de
comunicación de masas.
Ellos nos están dando una visión de la sociedad en la que nos movemos
y haciéndonos que interioricemos ese tipo de sociedad. O bien nos muestran
hacia qué sociedad o tipo de sociedad podemos aspirar o debemos tender.
Aparte de esto también hay medios ambientales de socialización como
son el medio rural y el medio urbano. Grupo étnico o cultural (occidentaloriental…), la clase social (hablaremos después).
Ahora bien, dentro del proceso de socialización y una vez que
consideremos que la socialización está más o menos conseguida, ya que
totalmente no la conseguimos nunca, surgen tres conceptos o tres fenómenos
muy interesantes y dignos de estudiar, son la conformidad, la varianza y la
desviación.
En definitiva, todos los mecanismos, agentes, etc. que intervienen en el
proceso de socialización no hacen sino procurar una adaptación de la
persona a su entorno social total. Ahora bien, la noción psicológica de la
adaptación se conjuga con la sociológica de conformidad, es decir,
nivelación y unificación de las conductas. Si sólo nos quedamos en esto,
tendríamos una sociedad nada evolutiva, muy poco creativa.
Pero resulta que la adaptación al medio social resultante de la
socialización puede revestir diferentes modalidades y diferentes grados de
conformidad, como también diversas formas de no conformidad. Es decir, que
la adaptación social no significa necesariamente conformidad social. En la
sociedad hay un margen permitido de desviación, una serie de opciones a
elegir. Ese margen de libertad varía de una sociedad a otra. Creo que la
juventud persigue una especie de equilibrio más o menos preciso entre la
conformidad y la autonomía personal.
Ahora bien, no debemos confundir la varianza y la desviación con la no
conformidad. Ello por dos razones principales:
8
1. La adopción de valores y conductas variantes o desviantes no
significa en todos los que optan por ellas, idéntica ruptura con los
valores dominantes o los modelos preferenciales. (Ejem. Suburbios
→Delincuencia = conducta para la que se les socializa).
2. La varianza y la desviación raras veces son individuales. Lo que se
da, por regla general, es un medio de varianza y desviación en el
que cabe detectar un nuevo conformismo. Es decir, que una
conducta variante o desviante respecto de una comunidad es
normalmente conforme respecto de otra. La conducta tenida por
antisocial puede ser perfectamente social, lo que pasa es que es
social respecto a otras normas, otros grupos en otros medios. Para
vivir en el seno de grupos o colectividades no conformistas es preciso
adherirse a las maneras de hacer y de pensar, a los modelos y
valores imperantes en esos medios. (Caso de los hippies, los punk).
Por tanto, cabe encontrar, en los medios de no conformismo y de
anticonformismo, la misma gradación de estricta conformidad, de
tolerancia o de aceptación de la libertad y de la innovación que en
cualquier otro medio.
En definitiva, hay que tener en cuenta que la socialización puede dar
como resultado natural una adaptación social que se expresa tanto en el
deseo de transformar el medio o de innovar como en el deseo de conformarse
al mismo. En este sentido el proceso de socialización y, sobre todo, el proceso
educativo dentro de él, es un fenómeno ambivalente.
Además pienso que el mismo proceso de socialización lleva a veces a
desarrollar lo que se han llamado conductas patológicas o adaptación
patológica: crimen, prostitución, delincuencia, suicidio,… Yo creo que,
efectivamente, se le puede llamar en cierto modo patológicas, pero no sólo
como producto de una degeneración individual, sino también en ocasiones
como producto de una degeneración social y, por tanto, como resultado de
un determinado proceso de socialización. Aparte de que, a veces, esta
adaptación patológica representa el tipo de adaptación más lúcido a una
sociedad patológica en su conjunto. Incluso, podemos decir que, a veces, las
conductas patológicas pueden ser el resultado de las mismas frustraciones,
angustias e inseguridades que suscitan en otros el deseo de reforma social o
de innovación. En el trasfondo de las conductas antisociales y patológicas se
advierte el mismo rechazo de la sociedad que cabe encontrar en el
reformador, el profeta o el santo.
Conclusión
Todo ello nos permite ver cómo hay una coacción social, que es menos
externa que interna, de modo que, a veces, se convierte en obligación moral
y forma parte de la cesión que voluntariamente hacemos para vivir en
sociedad.
Pero la socialización no da necesariamente como resultado la
conformidad o el conformismo. En primer lugar porque las sociedades difieren
9
por el grado de autonomía personal que permiten y que, a veces, hasta
alientan e imponen.
Por otra parte puede haber conformismo tanto en la adaptación como
en la desviación.
Efectivamente, el proceso de socialización tiene como objetivo la
adaptación de la persona a su medio, pero adaptación social no significa
necesariamente conformidad, puede significar también deseos de innovar
elementos de ese medio o de modificarlo. Por tanto, el proceso de
socialización puede dar lugar tanto a agentes dinámicos e innovadores, como
a personas antisociales o a sujetos conformistas o pasivos.
Y hay que resaltar además que, incluso en la conformidad, el ser
humano busca unos valores, persigue unas aspiraciones personales, obedece
en definitiva a su conciencia, aunque esta conciencia sea en gran parte un
producto social. Lo malo es que la conformidad no signifique eso, sino todo lo
contrario, y desgraciadamente, así sucede a menudo.
4.- CONCEPTOS IMPORTANTES.
4.1.- EL CAMBIO SOCIAL.
El cambio social es uno de los aspectos más interesantes y más difíciles
de estudiar de la Sociología. Nosotros no lo vamos a estudiar en absoluto a
fondo. En primer lugar, hay que distinguir cambio social de evolución social.
Evolución sería el conjunto de transformaciones prácticamente imperceptibles
en un corto período de tiempo, que conoce la sociedad durante un largo
tiempo. El cambio social consiste más bien en transformaciones observables y
verificables dentro de períodos de tiempo más breves. Además, el cambio
social está más localizado geográfica y sociológicamente.
Podemos delimitar lo que es el cambio diciendo lo que no es: No es un
acontecimiento (una huelga, un incendio, una elección,…), aunque este
puede acompañar al cambio, formar parte de él y hasta provocarlo.
Tampoco es un cambio una sustitución de personal (en general, los cambios
exigidos por la organización social, no modifican la estructura social).
Tampoco se considera cambio social el cambio que afecte a una o unas
pocas personas.
Así pues, el cambio social debe ser un fenómeno colectivo y afectar a
los modos o condiciones de vida y al universo mental de esa colectividad.
Además, un cambio social debe ser un cambio de estructura, es decir, debe
producirse una modificación de la organización social en su totalidad o en
algunos de sus componentes. En tercer lugar, ha de ser posible describir el
conjunto de las transformaciones o su sucesión entre dos o varios puntos del
tiempo. Debe, además, dar pruebas de una cierta permanencia, es decir,
deben ser más duraderos que una simple moda pasajera. En este sentido,
10
podemos decir que el cambio social afecta al curso de la historia de una
sociedad.
Para analizar el cambio social hay que tener en cuenta los factores, las
condiciones y los agentes del cambio. Factor sería un elemento de una
situación dada que, por el mero hecho de su existencia o por la acción que
ejerce, entraña o produce un cambio.
Las condiciones del cambio son elementos de la situación que
favorecen o desfavorecen, activan o frenan la influencia del factor o factores
en el cambio.
Agentes son las personas, grupos o asociaciones que introducen el
cambio, lo fomentan, lo sostienen o se oponen a él.
Se ha discutido si el cambio era producido por un factor dominante o
por varios factores en interacción. Ello ha dado lugar a las teorías
monocausales y policausales del cambio. Hoy está prácticamente aceptado
que en la mayoría de los cambios hay que aceptar diversos factores que los
producen.
4.2.- CLASE SOCIAL.
La noción de clase social se hizo patente en Sociología con la utilización
que de este término hizo Marx.
Marx entiende que la historia es un progreso, una evolución. Pero un
progreso regido por la infraestructura económica, es decir, lo más importante
en la historia del hombre es la relación económica que se establece entre
ellos, es lo que Marx llama relaciones de producción. Y estas relaciones de
producción dividen al grupo social humano en dos clases sociales: Propietarios
de los medios de producción o burguesía y trabajadores por cuenta de esos
propietarios o proletariado.
Entre ambas clases, según Marx, hay una lucha continua, que en
realidad es el motor de la historia. En definitiva, todos los acontecimientos
históricos pueden explicarse mediante la lucha de clases.
La situación social de sus tiempos Marx la explica diciendo que hay unos
señores que son los dueños de los medios de producción y, por tanto, en
definitiva, de los productos que esos medios produzcan. En cambio, los
proletarios no tienen más que su fuerza de trabajo, que tienen que vender
para mantenerse, con lo cual también la burguesía es la dueña del trabajo de
los proletarios, a los que obligan a producir más de lo que les pagan, es lo que
se llama plusvalía. Es decir, plusvalía es lo que los obreros producen más que lo
que el amo les paga, plusvalía que se apropia el amo en virtud de haber
aportado capital.
11
Además, la burguesía, por lo mismo que es dueña de los medios de
producción es la clase dominante frente a la clase proletaria que sería la clase
oprimida.
Ahora bien, hay que distinguir entre pertenecer a una clase y tener
conciencia de clase, ya que uno puede de hecho pertenecer a una clase y,
en cambio, defender conscientemente los intereses de la clase opuesta. Esto
se llama alienación, uno no es consciente de su papel en su propia clase, sino
que está alienado, aunque pertenece a una clase, defiende los intereses de
otra.
Para empezar a solucionar las cosas, lo primero, según Marx, es tomar
conciencia de clase, por parte del proletariado, y a partir de esa toma de
conciencia, intentar conseguir la abolición del sistema de clases.
Si bien en tiempo de Marx esta interpretación de la dinámica social
podía responder a la realidad, ahora en cambio, a mi juicio, este esquema
queda corto, ya que las clases se han diversificado tremendamente, aparte
de que hay que tener en cuenta otros núcleos de dirección del hombre
aparte del económico, como son el político, el control de la información, la
cibernética, el ideológico. Ello ha llevado a una revisión total del
planteamiento marxista de las clases sociales, revisión que no podemos ver
aquí, y que es sumamente interesante y que ha sido llevada a cabo por
sociólogos como Dahrendorfl, Ossowski, Giddens, Habermas, y últimamente,
Touraine.
4.3.-GRUPOS Y ROLES SOCIALES.Rol es el papel que uno representa en función de su pertenencia a un
grupo social. El rol se compone de un conjunto de expectativas que se ajusta
a ciertas normas (el “guión”) y de la ejecución acorde con dichas
expectativas. Cuando un profesor acude a clase, las expectativas de los
alumnos incluyen una serie de actividades (que pase lista, que explique, que
escriba en la pizarra...); lo mismo se puede decir del rol del alumno, el de
padre, el de presidente de la comunidad de vecinos, el de policía...
¿Hasta qué punto nuestras actitudes dependen de los roles que nos
toca desempeñar? Seguramente mucho más de lo que pensamos. Todos
conocemos ejemplos de personas que cambian radicalmente su forma de ser
a raíz de tener que asumir roles nuevos (trabajo, matrimonio, paternidad...); el
alumno perezoso e indisciplinado en el instituto se convierte en un modélico
empleado, el aficionado a trasnochar empieza a llevar una vida más
ordenada cuando nace su primer hijo, etc. De hecho, hay experimentos que
pretenden probar que este fenómeno puede llevarse a extremos que ponen
los pelos de punta.
Philip Zimbardo reclutó en 1971 a 24 voluntarios para que participaran
en una simulación sobre las condiciones de la vida en prisión. Al azar se
formaron dos grupos: uno de “reclusos” y el otro de “guardianes”. Como prisión
se utilizaron unos sótanos de la propia Universidad de Stanford. Se pretendía
12
que el experimento durase dos semanas, pero hubo de ser cancelado a los
seis días: la identificación de los actores con sus respectivos roles había llegado
a ser tal que las conductas sádicas y humillantes por parte de los “guardianes”
y los desordenes emocionales (llanto, sarpullido psicosomático, etc.) de los
“presos” eran cada vez más frecuentes.
El experimento ha sido criticado por su evidente falta de ética y por
violar las reglas del método científico (Zimbardo no fue un observador
imparcial, sino que actuó como “superintendente” de la prisión, provocando
los resultados que quería obtener). En cualquier caso no se puede negar una
tendencia del individuo a someterse a las normas del grupo, incluso
asumiendo papeles que le han sido asignados de forma arbitraria. Esta
tendencia se expresa también en los dos fenómenos que presentamos a
continuación.
OBEDIENCIA A LA AUTORIDAD.
En 1961 Stanley Milgram, compañero y amigo de infancia de Philip
Zimbrado, fue quien seguramente inspiró a éste su experimento de Stanford.
Stanley Milgram quedo impresionado por el juicio a Adolf Eichmann, coronel
de las SS encargado de eliminar a más de cinco millones de judíos, que explicó
su conducta alegando que se limitó a obedecer órdenes. ¿Por qué una
persona normal, que ni siquiera tenía prejuicios antisemitas, colaboró en la
matanza? ¿Qué es lo que lleva a una persona a obedecer órdenes
destructivas en contra de sus propias convicciones y creencias? ¿Seríamos
capaces de ejecutar actos semejantes?
Stanley Milgram quiso demostrar que muchas personas normales y
corrientes son también asesinos en potencia y que en circunstancias
especiales, se les puede convertir fácilmente en asesinos reales. Para ello
diseño un experimento que consistía en persuadir a un voluntario para que
hiciera de “maestro” de los aprendizajes de un “alumno” (el cómplice): su
labor estribaba en administrar al alumno una descarga eléctrica (cada vez
más intensa) cada vez que emitiese una respuesta equivocada. La intensidad
de las descargas estaba señalada desde “ligera molestia” (15V) hasta “peligro
de muerte” (450 V). El alumno cómplice fingía recibir las descargas y,
gradualmente, experimentaba sacudidas, profería gritos de dolor, pedía
terminar el experimento y finalmente dejaba de hablar porque suponía que
había muerto o se hallaba en coma profundo.
Los resultados del experimento son terroríficos: aunque todos los
participantes mostraban una cierta resistencia a seguir administrando
descargas cuando aparecían las primeras señales de sufrimiento, esta
resistencia era fácilmente vencida en la mayoría de los casos si el
experimentador daba instrucciones imperativas (“debe usted continuar el
experimento”). Casi dos terceras partes de los participantes en el experimento
(26 de 40) obedecieron las instrucciones del experimentador hasta el final,
aunque eran conscientes (o al menos así lo creían) de que su compañero
yacía muerto en la habitación contigua.
13
Sucesivas variaciones de las condiciones del experimento introdujeron
cambios en los resultados: la obediencia es menor si el experimentador no está
físicamente presente, sino que da las instrucciones por teléfono; también
disminuye si el administrador y el receptor de las descargas comparten la
misma habitación, etc. Es en todo caso, y a pesar de las variaciones en los
porcentajes, una constatación realmente aterradora de la fuerza de la presión
social sobre los individuos, ya que los sujetos obedecieron principalmente a
que creían que el investigador sería responsable de cualquier daño que
ocurriera.
El experimento tiene una parte positiva: nos permite tomar conciencia
de las presiones sociales a las que estamos sometidos y de la posibilidad real
de convertirnos en lo que no queremos ser, bajo la fuerza de estas presiones;
sólo si somos conscientes del peligro podremos enfrentarnos a él ejercitando la
resistencia y fortaleciendo nuestra individualidad.
DESINDIVIDUACIÓN
Aparentemente opuesta a la sumisión a la autoridad, la
desindividuación es en realidad la otra cara del mismo fenómeno: la
anulación de la personalidad bajo imperativos grupales. En este caso no
aparece necesariamente una autoridad definida que ejecute un liderazgo: se
trata normalmente de grupos de iguales más o menos numerosos en los que
los responsabilidades se diluyen fácilmente.
Desindividuación es, en palabras de Myers, “el abandono de las
restricciones normales en favor del poder grupal”. Es el fenómeno que explica
los estallidos de violencia en los estadios (desde los insultos al árbitro o a los
jugadores del equipo contrario hasta masacres como la del estadio Heysel en
Bruselas en 1985), pero también las agresiones y actos vandálicos sin motivo
protagonizados por bandas juveniles. En todos estos actos, las personas no
responden como individuos, sino como partes de un grupo mayor.
5.- LA DIMENSIÓN POLÍTICA.
«Desde que los hombres reflexionan sobre la política, han oscilado
entre dos interpretaciones diametralmente opuestas. Para unos, la
política es esencialmente una lucha, una contienda que permite
asegurar a los individuos y a los grupos que detentan el poder su
dominación sobre la sociedad, al mismo tiempo que la adquisición de
las ventajas que se desprenden de ello. Para otros, la política es un
esfuerzo por hacer reinar el orden y la justicia, siendo la misión del poder
asegurar el interés general y el bien común [... ]. Para los primeros, la
política sirve para mantener los privilegios de una minoría sobre la
mayoría. Para los segundos, es un medio de realizar la integración de
todos los individuos en la comunidad y de crear la "ciudad perfecta" de
la que hablaba Aristóteles.»
DUVERGER, M., Introducción a la política. Ariel, Barcelona, 1970
14
5.1.- El poder y la política.
La política es una actividad propia de los seres humanos. Mediante ella,
los hombres se organizan socialmente, pues crean y modifican normas de
convivencia que tienden a la búsqueda de objetivos comunes para todos los
miembros de la comunidad.
A diferencia de la ética, la política debe conformarse con crear leyes e
imponer orden. Si cada uno busca lo que es útil o placentero para sí, la ley es
imprescindible para imponer la paz con la que sueña la ética. Por su parte, la
paz sólo se alcanza si disminuyen las exigencias personales y se renuncia a un
nivel de vida muy alto en beneficio de aquellos miembros de la sociedad
menos favorecidos.
La ética considera a todo ser humano como un individuo autónomo y
moral, algo sin lugar a dudas deseable. Sin embargo, como la política es
realista, deja de lado esta presuposición y crea mecanismos para evitar la
previsible falta de respeto entre las personas. Pero como la política también es
una construcción humana, su práctica puede y debe ser supervisada a su vez
por la ética, ya que no siempre la ley es justa ni el poder se ejerce para que se
cumplan las leyes.
5.1.1.- La noción de poder.
El concepto de poder es algo abstracto que, sin embargo, produce
efectos visibles sobre quien sufre sus consecuencias. Tanto es así que, en
ocasiones, esconde una situación de dominio que puede darse en muchos
ámbitos: en el mundo laboral, en el grupo de amigos, dentro de la familia,
etcétera.
El poder es la facultad de cambiar la conducta de los demás para
conseguir imponer la voluntad propia, a pesar de la resistencia de los otros.
Esta influencia puede ejercerse porque quien obedece lo hace bajo la
amenaza del empleo de la violencia o porque ha sido manipulado.
Las relaciones de poder, que sufren y ejercen todos los individuos dentro de
la sociedad, son parte de la vida cotidiana. Sin embargo, esto no quiere decir
que esta situación sea deseable, ya que el poder implica una obligación por
parte de quien lo sufre, que se ve privado de su libertad de elección.
En su acepción más común el poder consiste en una relación desigual que
se establece entre distintas personas o grupos.
El concepto de poder se puede presentar en cuatro niveles distintos.
1.-Capacidad individual o la fuerza que necesitamos para poder actuar, o
sea, para «poder hacer algo».
2.-Desde un nivel interpersonal, el poder sería la capacidad de alguien para
cambiar la conducta de otro.
15
3.-Como una táctica o estrategia que permite controlar el contexto de la
acción de los demás, limitando así sus posibilidades de obrar.
4.-Desde el punto de vista estructural, que define cuáles son las posibilidades
de actuar, es decir; lo que sería posible en potencia: un cuchillo puede cortar,
una cuchara no.
Y puede estudiarse desde distintas disciplinas:
1.-En sociología es un concepto clave a través del cual se estudia cómo un
grupo social o un individuo puede imponer sus intereses.
2.-Para las ciencias políticas representa el objeto de estudio central, junto con
la interacción política.
3.-La psicología se centra en el análisis de las relaciones de poder
interpersonales.
4.-La historia también se encarga de analizarlo desde su punto de vista,
fijándose en quién y cómo ha podido emplearlo a lo largo del tiempo.
5.-La filosofía intenta describir este concepto complejo para conocer cuáles
son sus características y propiedades a través de la ética y la filosofía política.
5.1.2.-El poder desde la Filosofía.
La filosofía política analiza los mecanismos de control que emplea el
poder y que se ejercen sobre los grupos sociales, así como las ideologías que
permiten ejercerlo y que justifican determinadas formas políticas como el
Estado, los partidos, las instituciones y los grupos sociales.
Tipos de poder.
1.-Poder coercitivo. Es la capacidad de obligar a alguien a actuar de un modo
determinado empleando, para ello, la violencia o las amenazas. El miedo es lo
que asegura la obediencia, pero al mismo tiempo crea resentimiento y
resistencia en quien lo sufre, por lo que se trata de la forma de poder menos
efectiva.
2.-Poder de recompensa. Depende de bienes materiales o servicios con los
que se premia la disposición de alguien a modificar su conducta para cumplir
la voluntad de otro.
3.-Poder persuasivo. Es la habilidad de convertirse en referente de otros. A
través de este tipo de poder, los miembros de una determinada comunidad se
identifican con un sujeto al que toman como modelo y por el que se dejan
influir.
4.-Poder legitimo. Es el poder respaldado por el derecho y la opinión pública,
que se convierte así en autoridad.
El poder político. Origen y legitimación
16
El poder es una capacidad de la que se dispone o de la que se carece.
Para ser legítimo, necesita el consentimiento de aquellos sobre los cuales se
ejerce: es una característica inherente a las diferentes relaciones sociales que
se dan dentro de una comunidad.
DEFINICIONES CLÁSICAS
En el pensamiento político moderno, el poder fue entendido de
diferentes maneras:
Hobbes: el poder consiste en la disponibilidad de recursos para obtener
un bien o unos objetivos. Está en manos del Estado.
Weber, el poder es la capacidad de conseguir obediencia dentro de un
grupo.
Marx, el poder es la capacidad de una determinada clase social de
imponer sus intereses sobre el conjunto de la sociedad. El Estado es una
entidad que detenta el monopolio de la violencia y los medios de coacción. El
poder político es simplemente el poder organizado de una clase para oprimir
a otra.
Harold Lasswell, el poder es la capacidad para intervenir en los procesos
a la hora de tomar decisiones.
Robert Alan Dahl, el poder es una relación donde un sujeto o grupo de
sujetos empujan a que otro sujeto o grupo de sujetos hagan algo que de otra
manera no harían. Es el poder entendido como persuasión por parte de las
autoridades ante la desidia de los ciudadanos. Ningún país actual alcanza el
ideal de democracia, que es una utopía teórica.
Clases de poder.
Distintos pensadores se refieren a tres clases de poder: inmediato,
individualizado e institucionalizado.
Poder inmediato. Se impone a todos los miembros de la comunidad,
pero nadie lo ejerce. Por tanto, se trata de un poder «de hecho», es decir, de
un conjunto de usos, costumbres y pautas de comportamiento que
obedecemos sin que nadie nos obligue.
Poder individualizado. Se trata también de un poder «de hecho», pero
que se practica individualmente. Éste es el caso del poder que ejercen los
padres sobre los hijos, los profesores sobre el alumnado o los jefes sobre sus
subordinados.
Poder institucionalizado. En líneas generales, coincide con el poder
político. A diferencia de los otros dos poderes, éste es un poder «de derecho»
que se basa en un proceso de adaptación de las normas a las necesidades
del grupo. Se trata de un proceso histórico.
17
El poder político sólo puede ser realmente efectivo si incluye el
consentimiento de los gobernados. Para la filósofa Hannah Arendt, la
supervivencia del poder está estrechamente ligada al grado de adhesión que
logre suscitar y mantener en la ciudadanía. Para ella, el poder no es nunca
una propiedad individual. El poder pertenece al grupo y sobrevive sólo en la
medida en que el grupo permanece.
En este poder político, confluyen dos características importantes:
autoridad y potestad.
Autoridad. Proviene del latín auctoritas, que significa «poder del que
gobierna». Es una cualidad histórica, moral y, a veces, carismática.
Potestad. Proviene del latín potestas, que significa «tener poder sobre».
Es un concepto donde se mezcla poder, derecho y obligación o deber.
«Poder», porque puede ser ejercido por la autoridad; «derecho», porque quien
lo ostenta está facultado legalmente para poner en práctica la autoridad, y
«deber», porque la persona que lo ejerce está obligada a ponerlo en práctica.
La base esencial del poder político radica en la sumisión y el conformismo de
los miembros del grupo sobre el que dicho poder actúa. Por tanto, el poder se
constituye como superioridad moral y su legitimidad depende, en gran
medida, de su durabilidad.
5.1.3.- LEGITIMACIÓN DEL PODER POLÍTICO.EL PROCESO ELECTORAL.
En una democracia, la base legítima del poder político reside en el
pueblo. A lo largo de la historia, el poder solía estar depositado en manos de
unos pocos (oligarquía) o en manos de una única figura (monarquía). Sin
embargo, en una democracia liberal, el pueblo soberano detenta el poder.
A través del proceso electoral, el pueblo delega ese poder en los
representantes políticos que libremente elige. Así pues, las elecciones legitiman
la representación política y el gobierno. El proceso electoral cuenta con una
serie de características
Es un sistema que permite una transferencia pacífica de cargos
representativos, a la vez que regula la rotación en el poder.
Es un sistema que canaliza las demandas de los ciudadanos a través de
los programas de los diferentes partidos políticos. Esto permite a los ciudadanos
elegir aquella opción que ofrezca más garantías para dar cumplimiento a sus
peticiones. En el proceso electoral, la sociedad deposita su confianza en el
poder político que, a su vez, la transfiere a los partidos.
Los partidos políticos son indispensables para que la democracia pueda
existir. Ésta los recibe, ampara y estimula. Los partidos son uno de los
protagonistas imprescindibles en el juego democrático.
Es un sistema universal e integral que respeta las diferencias de sexo,
raza, religión, lengua, propiedad, educación e ideología. Además, el proceso
18
electoral promueve la competencia abierta al conllevar una pluralidad de
candidaturas. El primer país en ofrecer el sufragio universal y también permitir a
las mujeres presentarse a elecciones para el parlamento fue Australia del Sur
en 1902. Por tanto, el derecho de todas las personas a votar no acontece
hasta el siglo XX.
Es un sistema igualitario, porque no admite diferencias en los votos por
cuestiones de carácter económico o social.
Es un sistema directo, ya que no admite la introducción de escalones
intermedios. Se trata de un proceso secreto donde se garantiza la libre
decisión sin que exista presión de ningún tipo.
Otras formas de legitimar el poder político.
La legitimidad no deriva de las leyes, sino de la aceptación del
mandato sin coacción. El poder político se puede justificar, y así podemos
observarlo en la historia, con una gran variedad de ideologías, valores y
creencias. Cuanto más legitimado esté ese poder, menos necesidad tendrá
de recurrir a la coacción.
Para el sociólogo Max Weber el poder político consiste en la
probabilidad que tiene un ser humano o una agrupación de imponer su
voluntad en una acción comunitaria. La aspiración a tener poder viene
motivada por el honor social que éste produce. La forma en que se distribuye
el honor social dentro de una comunidad hace surgir un orden social,
relacionado con el orden jurídico y económico. Para este autor, existen tres
formas de legitimación del poder político: carisma, tradición y racionalidad.
Carisma. Se trata de un don personal que, según algunos autores, nace
con ciertos individuos. Es el don de atraer y caer bien, llamar la atención y ser
agradable a los ojos de las personas. Es una fuerza irresistible que todo
verdadero líder posee. Los griegos la denominaban «simpatía» o «atracción
divina». El carisma aporta legitimidad a una propuesta o a una decisión
política. Según Weber, esta forma descansa en la confianza personal.
Tradición. Según Weber, este tipo de fórmula descansa en la creencia
cotidiana de la santidad de las tradiciones que rigieron desde tiempos lejanos
la comunidad y en la legitimidad de los señalados por esa tradición para
ejercer esa autoridad. Tradición es una forma que está presente en algunas
culturas. Los ancianos, los nobles y las costumbres de los antepasados se
convierten en un argumento para obtenerla aceptación de una decisión o
una propuesta.
Racionalidad. Algunos otros autores añaden una cuarta forma de
legitimación del poder político: el rendimiento. El poder puede basarse
también en el resultado de sus propias actuaciones. Si ese resultado es positivo,
la legitimidad queda reforzada. Por el contrario, el bajo rendimiento hace
perder credibilidad. Es una forma que se basa en un sistema organizado, con
unas normas electorales y con una selección de personal o funcionariado.
19
Para Weber, descansa en la creencia en la legalidad de ordenaciones
instituidas y en los derechos de mando de los llamados por esas ordenaciones
a ejercer la autoridad.
5.1.4.- EL ESTADO COMO ORGANIZACIÓN DEL PODER POLÍTICO.
La sociología del Estado, una rama de la sociología, estudia las
relaciones entre el Estado y la sociedad civil. Bajo esta perspectiva, por una
parte, el Estado representa un conjunto de mecanismos y procesos que exigen
la centralización y descentralización del poder y la aparición de instituciones
especializadas en su administración. Por otra, su finalidad consiste en lograr el
bien común y la felicidad de los ciudadanos, así como una convivencia
ordenada.
Nación. Describe a una agrupación de personas que se constituye a
partir de sus costumbres y tradiciones. Una nación es, por tanto, una sociedad
consciente de ello, que se basa en lazos primordiales y sólo existe porque sus
miembros se confiesan parte de ella. Los miembros de una nación se
distinguen por una identidad común o conciencia colectiva y, generalmente,
por un mismo origen, lengua, tradición, cultura o territorio.
La palabra «nación» procede del concepto latino natio, que significa
«comunidad de origen» o «comunidad de procedencia».
Sin embargo, el uso moderno del término surgió en el contexto de la
Revolución francesa (1789). A partir de este episodio histórico, una nación pasó
a ser entendida como un todo organizado en un territorio con límites precisos
cuya unidad se basaba en el consentimiento o «la voluntad de vivir juntos» y
no en el origen o la raza.
El concepto de nación ha evolucionado a lo largo del tiempo. Así, en la
Edad Media, tenía un significado derivado de su etimología latina: natio, Es por
ello que una nación se definía en aquella época como un grupo de personas
a las que se les atribuía un mismo origen (comunidad étnica).
En la edad contemporánea el nacionalismo, mal entendido, ha
ocasionado guerras y enfrentamientos. Por ello, algunos pensadores defienden
una idea que se opone a la de Estado-nación y que intenta homogeneizar
cultura, lengua y tradiciones. Este modelo es el Estado plurinacional. Así pues,
un Estado plurinacional es un modelo que respeta y convive con todas las
identidades culturales.
El nacionalista no sólo no desaprueba las atrocidades cometidas por su
propio lado, sino que tiene una extraordinaria capacidad para ni siquiera oír
hablar de ellas.
Sociedad civil. La sociedad civil es aquella que está constituida por
ciudadanos que se reconocen entre sí determinados derechos y deberes. Es
una parte de la esfera pública que se sitúa entre la familia y el Estado.
Comprende distintas organizaciones y asociaciones que se crean con el
20
propósito de promover la participación de los ciudadanos en asuntos de
interés público.
Este tipo de sociedad también se denomina «sociedad sin ánimo de
lucro» y hace referencia a una sociedad que está formada según las normas
jurídicas y que no tiene como objetivo alcanzar fines mercantiles.
Estado. Estado es una comunidad establecida en un determinado territorio. Se
organiza mediante un orden jurídico que crea un cuerpo de funcionarios y
garantiza un poder jurídico autónomo. Intenta realizar el bien común en el
ámbito de la comunidad.
Forma una unidad política superior, independiente y soberana.
Es un hecho sociológico, porque se manifiesta en forma de comunidad.
Además, es un hecho físico, ya que se enmarca en un territorio concreto.
También es un hecho normativo, porque está sometido a un orden jurídico, e
institucional, porque conlleva un poder autónomo y centralizado. Finalmente,
se trata incluso de un hecho ético, pues incorporaría un ideal de justicia que se
expresa en la aspiración de servir al bien común.
Funciones del Estado:
Mantener la ley y el orden público.
Promover el bien común.
Ser un agente económico.
Emitir dinero y regular mercados.
Distribuir la riqueza.
Monopolizar en exclusiva la violencia legítima.
( Polémica de las funciones del Estado dentro de la Unión Europea y la relación
con las Comunidades Autónomas).
La soberanía y los límites del Estado.
Vivimos en una época en la que el poder político muestra su debilidad
frente a la poderosa competencia de los medios financieros y los poderes
mediáticos. No es de extrañar que, ante esta situación, la soberanía de los
diferentes Estados se vea amenazada.
El Estado se encuentra ante especiales dificultades a la hora de
controlar, movilizar, cohesionar, organizar, implementar o asegurar.
La soberanía es el derecho de una institución política a ejercer su poder
o el poder supremo e independiente que tiene el Estado. Tradicionalmente, la
soberanía reside en tres elementos: territorio, pueblo y poder.
El poder representa la fuerza legítima que tiene el Estado para hacer
cumplir sus decisiones y alcanzar sus fines. Por ello, la idea de poder se
complementa con la de autoridad.
21
La autoridad es un poder legítimo del Estado que se ejerce a través de
los órganos indicados para ello. En las democracias representativas, mientras
que el pueblo es el soberano, los órganos que le representan son quienes
ejercen la soberanía en la práctica diaria.
Elementos del Estado.
Población. Es el conjunto de hombres y mujeres de cualquier edad que
viven en el territorio del Estado.
Territorio. Se trata de la base física y geográfica del Estado. Las personas
y las cosas que se encuentren en él están bajo su poder político.
Estructura jurídico -política. Es el conjunto de leyes que organizan la
convivencia de un país.
Gobierno o poder ejecutivo. Es un elemento ordenador y revestido de
autoridad, ya que está dotado de un poder soberano que garantiza la
obtención de los fines del Estado.
Soberanía. Poder supremo del Estado en virtud de la independencia
respecto a otras instituciones semejantes. Más allá de los elementos que se
acaban de señalar, el Estado es, ante todo, una institución u organismo que
garantiza los derechos de los ciudadanos.
Límites del Estado.
Bien público. La autoridad política debe cumplir con su fin último y, por
ello, debe fomentar el bien público o el bien común.
Derechos naturales. Los derechos humanos derivan de la naturaleza de
las personas y el Estado tiene la obligación de respetarlos y promocionarlos.
Subsiste el problema de reconocer cuales son los derechos naturales que con
frecuencia son interpretados abusivamente por determinadas religiones.
Ley moral. La autoridad no debe realizar actos contrarios a los principios
éticos consolidados en la Declaración Universal de los Derechos Humanos.
Orden religioso. La autoridad política no tiene poder espiritual, de
manera que no debe intervenir en asuntos religiosos. La intromisión del poder
temporal en la esfera espiritual se denomina «cesaropapismo» y se ha dado,
desafortunadamente, a lo largo de la historia. De modo recíproco las religiones
deben estar supeditadas a la legislación y no intervenir en los asuntos políticos
utilizando medios diferentes a los que tienen otras asociaciones.
La organización del Estado.
A lo largo de la historia de la Humanidad, el concepto de Estado y su
distribución han ido variando. Así, el Estado se estructura de diferentes formas,
aunque básicamente se distinguen dos: unitaria y federal.
22
Estructura Unitaria. El Estado unitario es una institución organizada de
forma que el poder político se concentra en un único centro de decisión.
Estructura unitaria centralizada. Es aquella cuyo poder en su totalidad reside
en la Administración central.
Estructura unitaria descentralizada. Es aquella cuyo poder se distribuye
en regiones o comunidades autónomas. Por ejemplo, el caso actual de
España.
Estructura federal. Es una organización del Estado formada por distintos
organismos, como estados, asociaciones, agrupaciones, sindicatos, etc. Estos
organismos se asocian delegando algunas libertades o poderes propios a otro
organismo superior, el Estado federal o federación.
Confederación de Estados. Es una comunidad de Estados soberanos
que surge como consecuencia de un proceso asociativo entre estados
independientes.
Estado federal. Es aquel que está formado por Estados particulares,
cuyos poderes regionales tienen autonomía e incluso soberanía para su
funcionamiento interior.
5.1.5.- DIFERENTES SISTEMAS POLÍTICOS.
Hasta ahora hemos estado describiendo las características de un Estado
democrático, pero, aunque sólo sea a título de información, existen o han
existido otros tipos de organización política.
ESTADO AUTORITARIO
- La autoridad del individuo o grupos de individuos que ostentan el poder es
ilimitada, no está sujeta a ningún tipo de control.
- No se reconoce ningún organismo que pueda criticar, oponerse o controlar
la autoridad. Los ciudadanos no pueden elegir a sus gobernantes ni expresar
abiertamente su disconformidad.
- Por lo tanto, los individuos se encuentran indefensos frente a cualquier abuso
de autoridad.
Habría dos tipos principales de Estado autoritario:
- Estado Absolutista o despótico: característico del inicio de la Edad
Moderna. Felipe II en España, Luis XIV en Francia o Enrique VIII en Inglaterra. El
monarca tiene un poder ilimitado.
- Estado Totalitario: ejerce un controlo muy exhaustivo sobre sus
ciudadanos. El estado controla el ejército, la educación, los medios de
comunicación, e incluso aspectos de la vida privada de sus ciudadanos.
23
Ej: las dictaduras comunistas, fascistas, el nazionalsocialismo
alemán.
* El fascismo: Exalta la idea de nación frente a la de individuo o clase;
suprime la discrepancia política en beneficio de un partido único y los
localismos en beneficio del centralismo. Utiliza hábilmente los nuevos medios
de comunicación y el carisma de un líder en el que se concentra todo el
poder. Aprovecha los sentimientos de miedo y frustración colectiva para
exacerbarlos mediante la violencia, la represión y la propaganda, y los
desplaza contra un enemigo común real o imaginario, interior o exterior, que
actúa de chivo expiatorio frente al que volcar toda la agresividad de forma
irreflexiva, logrando la unidad y adhesión (voluntaria o por la fuerza) de la
población . Es expansionista y militarista, utilizando los mecanismos
movilizadores del irredentismo territorial y el imperialismo que ya habían sido
experimentados por el nacionalismo del siglo XIX. En economía aplica la
autarquía económica y la economía de guerra.
Propiamente hablando, el único fascismo que se ha dado a lo largo de
la historia es el que surgió en Italia (1922) con la figura de Benito Mussolini.
- El nacionalcatolicismo de Franco.
- El nazionalsocialismo alemán.
* El comunismo: sistema basado en las teorías de Marx y Engels que
propugnaba una la revolución del proletariado en contra de la opresión
burguesa. Cuando la revolución triunfara se proclamaría un tiempo de
transición llamado dictadura del proletariado hasta llegar al auténtico estado
comunista en el que se aboliría la propiedad privada y se eliminarían las clases
sociales.
Se llevo a cabo en diversos países, sobre todo en la Unión Soviética y en
muchos países del Este de Europa (Rumania, la antigua Yugoslavia, Albania,
Bulgaria, Polonia, etc.), también en Cuba. Pero al final, este sistema ideado
para acabar con la opresión, se convirtió en un terrible régimen totalitario.
Joseph Stalin eliminó a la oposición (los mandó a los gulags en Siberia), rompió
con el internacionalismo propio del marxismo para exaltar el nacionalismo de
la "madre Rusia" y ejerció un férreo control estatal de la población con un
impresionante aparato propagandístico.
OTROS SISTEMAS POLÍTICOS
Anarquía: forma de gobierno en la que precisamente se elimina el gobierno o
toda forma de autoridad o jerarquía.
Aristocracia / Oligarquía: gobierno de los mejores, de unos pocos aristócratas
o nobles. Oligarquía es gobierno de unos pocos en sentido tiránico y
despectivo.
Cleptocracia: gobierno de ladrones. Ejemplos son Slobodan Milosevic en
Yugoslavia o Alberto Fujimori en Perú.
24
Gerontocracia: gobierno de unos pocos ancianos.
Meritocracia: gobierno del que tiene más méritos para gobernar. Propio de la
política norteamericana. Las posiciones jerárquicas son conquistadas en base
al mérito, y hay una predominancia de valores asociados a la educación y a
la competencia.
Minarquismo: llamado algunas veces Estado mínimo o gobierno mínimo, es
una ideología política y económica que propone que el tamaño, papel e
influencia del gobierno en una sociedad libre debería ser mínimo, solo lo
suficientemente grande para proteger la libertad y propiedades de los
individuos. Muchos minarquistas se consideran parte de la tradición libertaria y
proclaman que el minarquismo continúa la tradición del liberalismo clásico.
Monarquía: literalmente gobierno de uno. Es un sistema gobernado por un rey
que transfiere el poder de modo hereditario.
Oclocracia: gobierno de la muchedumbre. Se considera una degeneración
de la democracia cuando sus ciudadanos se comportan de un modo poco
juicioso, irracional, viciado.
Plutocracia: gobierno de los ricos. Sólo puede gobernar aquel que tenga un
nivel de renta mínimo.
República: gobierno en el que no existe la figura del rey.
Talasocracia: denota al estado cuyos dominios son principalmente marítimos,
como por ejemplo la red de colonias marítimas de los fenicios, no un genuino
imperio, sino más bien unido por rutas marinas y que apenas penetra en el
interior, incluso en el caso de la metrópoli, como las ciudades de Tiro, Sidón y
Cartago. El término fue empleado originariamente para referirse al gobierno
de la civilización minoica, cuyo poder dependía de su armada. En la Edad
Media y Moderna tenemos los ejemplos de ciudades-estado marineras como
la República de Venecia, la República de Ragusa o Génova, en el
Mediterráneo. Ejemplos también relativamente recientes son el Imperio
Portugués o el Imperio Británico, que empezaron como emporios comerciales y
más adelante fueron adquiriendo vastos territorios en el interior.
Tecnocracia: gobierno de los técnicos, de los especialistas o expertos.
Teocracia: literalmente, gobierno de Dios. Se suele llamar así a los regímenes
políticos en los que la religión tiene vital importancia, normalmente el gobierno
afirma gobernar en nombre de Dios o de una fuerza superior, tal como
especifica la religión local. También se denomina esta forma de gobierno
como agustinismo político.
25
Y después de toda esta teoría, un texto para pensar a fondo, comentar,
criticar y plantearnos distintos problemas de la situación actual de nuestra
sociedad:
Noam Chomsky y las 10 Estrategias de Manipulación
Mediática.
El lingüista Noam Chomsky elaboró la lista de las “10 Estrategias de
Manipulación” a través de los medios.
1. La estrategia de la distracción El elemento primordial del control social es la
estrategia de la distracción que consiste en desviar la atención del público de
los problemas importantes y de los cambios decididos por las élites políticas y
económicas, mediante la técnica del diluvio o inundación de continuas
distracciones y de informaciones insignificantes. La estrategia de la distracción
es igualmente indispensable para impedir al público interesarse por los
conocimientos esenciales, en el área de la ciencia, la economía, la psicología,
la neurobiología y la cibernética. ”Mantener la Atención del público distraída,
lejos de los verdaderos problemas sociales, cautivada por temas sin
importancia real. Mantener al público ocupado, ocupado, ocupado, sin
ningún tiempo para pensar; de vuelta a granja como los otros animales (cita
del texto ‘Armas silenciosas para guerras tranquilas)”.
2. Crear problemas y después ofrecer soluciones. Este método también es
llamado “problema-reacción-solución”. Se crea un problema, una “situación”
prevista para causar cierta reacción en el público, a fin de que éste sea el
mandante de las medidas que se desea hacer aceptar. Por ejemplo: dejar
que se desenvuelva o se intensifique la violencia urbana, u organizar
atentados sangrientos, a fin de que el público sea el demandante de leyes de
seguridad y políticas en perjuicio de la libertad. O también: crear una crisis
económica para hacer aceptar como un mal necesario el retroceso de los
derechos sociales y el desmantelamiento de los servicios públicos.
3. La estrategia de la gradualidad. Para hacer que se acepte una medida
inaceptable, basta aplicarla gradualmente, a cuentagotas, por años
consecutivos. Es de esa manera que condiciones socioeconómicas
radicalmente nuevas (neoliberalismo) fueron impuestas durante las décadas
de 1980 y 1990: Estado mínimo, privatizaciones, precariedad, flexibilidad,
desempleo en masa, salarios que ya no aseguran ingresos decentes, tantos
cambios que hubieran provocado una revolución si hubiesen sido aplicadas
de una sola vez.
26
4. La estrategia de diferir. Otra manera de hacer aceptar una decisión
impopular es la de presentarla como “dolorosa y necesaria”, obteniendo la
aceptación pública, en el momento, para una aplicación futura. Es más fácil
aceptar un sacrificio futuro que un sacrificio inmediato. Primero, porque el
esfuerzo no es empleado inmediatamente. Luego, porque el público, la masa,
tiene siempre la tendencia a esperar ingenuamente que “todo irá mejorar
mañana” y que el sacrificio exigido podrá ser evitado. Esto da más tiempo al
público para acostumbrarse a la idea del cambio y de aceptarla con
resignación cuando llegue el momento.
5. Dirigirse al público como criaturas de poca edad. La mayoría de la
publicidad dirigida al gran público utiliza discurso, argumentos, personajes y
entonación particularmente infantiles, muchas veces próximos a la debilidad,
como si el espectador fuese una criatura de poca edad o un deficiente
mental. Cuanto más se intente buscar engañar al espectador, más se tiende a
adoptar un tono infantilizante.¿ Por qué? “Si uno se dirige a una persona como
si ella tuviese la edad de 12 años o menos, entonces, en razón de la
sugestionabilidad, ella tenderá, con cierta probabilidad, a una respuesta o
reacción también desprovista de un sentido crítico como la de una persona
de 12 años o menos de edad”.
6. Utilizar el aspecto emocional mucho más que la reflexión. Hacer uso del
aspecto emocional es una técnica clásica para causar un cortocircuito en el
análisis racional, y finalmente al sentido crítico de los individuos. Por otra parte,
la utilización del registro emocional permite abrir la puerta de acceso al
inconsciente para implantar o injertar ideas, deseos, miedos y temores,
compulsiones, o inducir comportamientos…
7. Mantener al público en la ignorancia y la mediocridad. Hacer que el público
sea incapaz de comprender las tecnologías y los métodos utilizados para su
control y su esclavitud. “La calidad de la educación dada a las clases sociales
inferiores debe ser la más pobre y mediocre posible, de forma que la distancia
de la ignorancia que planea entre las clases inferiores y las clases sociales
superiores sea y permanezca imposible de alcanzar para las clases inferiores”.
8. Estimular al público a ser complaciente con la mediocridad. Promover al
público a creer que es moda el hecho de ser estúpido, vulgar e inculto…
9. Reforzar la autoculpabilidad. Hacer creer al individuo que es solamente él el
culpable por su propia desgracia, por causa de la insuficiencia de su
inteligencia, de sus capacidades, o de sus esfuerzos. Así, en lugar de rebelarse
contra el sistema económico, el individuo se auto desvalida y se culpa, lo que
genera un estado depresivo, uno de cuyos efectos es la inhibición de su
acción. Y, sin acción, ¡no hay revolución!.
10. Conocer a los individuos mejor de lo que ellos mismos se conocen. En el
transcurso de los últimos 50 años, los avances acelerados de la ciencia han
generado una creciente brecha entre los conocimientos del público y aquellos
poseídos y utilizados por las élites dominantes. Gracias a la biología, la
27
neurobiología y la psicología aplicada, el “sistema” ha disfrutado de un
conocimiento avanzado del ser humano, tanto de forma física como
psicológicamente. El sistema ha conseguido conocer mejor al individuo común
de lo que él se conoce a sí mismo. Esto significa que, en la mayoría de los
casos, el sistema ejerce un control mayor y un gran poder sobre los individuos,
mayor que el de los individuos sobre sí mismos.
28
Descargar