del siglo XVI, tantas verdades importantes en el orden físico... > ya

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del siglo XVI, tantas verdades importantes en el orden físico... > ya península, fué la súbita interrupción de las mejores trayectorias
que su acuciosa curiosidad... se planteó, desde un comienzo, la mayor
culturales.
parte de los problemas que, aún hoy día, nos ocupan (3).
Todos los historiadores convienen en que la mas vigorosa proCon mayor razón debemos sorprendernos ante la obra de
moción, la más sabia medida que la humanidad ha tomado sobre
J. C. Mutis, quien no solamente se planteó problemas de vigencia
quinas, consistió en su aclimatación a distancia y en la siembra
perenne y a dilucidarlos dedicó toda su vida americana de cuade quinares seleccionados y homogéneos. También aquí los esparenta y ocho años, sino que siguió en su declaración las líneas
ñoles se adelantaron a cumplir esa providencia salvadora. Fallamás científicas, posibles en su tiempo, y nos dejó en todas ellas
ron por imposibilidad del momento. Pudo F. J. de Caldas, el
verdades definidas y sabias técnicas que seguir. Y es más admiramejor conocedor de los pisos térmicos americanos que había
ble todavía advertir que, en la actividad investigativa española,
entonces en el mundo, precursor del mismo Humboldt en la apreaunque el sabio gaditano fué descollante, está muy lejos de ser un
ciación de los factores climáticos tropicales, martillar sabiamente
caso aislado, que no obedeciera, en sus actividades, a disposiciones
sobre esta iniciativa de los cultivos de quina; pudo él criticar a
originadas en los centros investigativos de la península, hechas
S. J. López Ruiz en su empeño de aclimatar las quinas en la
nacionales por ordenanzas de la Corte. En el ir y venir a que diepenínsula. Pero los hombres de gobierno no estaban en esos detaron origen las quinas, esto aparece en forma palmaria.
lles todavía y por eso son más admirables, indicadoras de una
Del informe de don José Celestino rendido a la Majestad del
política previsora, las medidas que se tomaron para connaturalizar
rey don Carlos III, por orden del arzobispo-virrey, consta, no
la quina en Andalucía. Por el año 1783 se dieron órdenes para
sólo que los soberanos, desde hacía mucho tiempo, mandaban
llevar a la península plantas útiles vivas o sus semillas, procedenproveer de quina su Real Botica para distribuirla a quienes la necetes de las posesiones ultramarinas.
sitasen, sino que la idea del estanco de la quina para defensa de sus
En el Archivo General de Indias de Sevilla se halla (Indifeárboles en la provincia de Quito, nació de los informes del sabio
rente general, 155; al margen: Principal, 355) el siguiente documarino don Antonio de Ulloa y del no menos célebre don Pedro
mento cuya copia es del doctor F. Barras de Aragón (6):
Virgilio, cirujano mallorquín, el primer operador de la traquearExcelentísimo Señor. Muy señor mío. Desearía contestar a la
teria y médico de la Corte, y que éste la inspiró al marqués del
R. O. circular de 14 de marzo del presente año con algunas remisioVillar, don José Alfonso Pizarro, cuando S. M. don Fernando VI
nes de arbolitos y semillas en testimonio de mi estimación y aprecio
lo nombró virrey del Nuevo Reino. Esta promoción se insinuó en
no inferior a la debida obligación de dar debido cumplimiento a la
enero y tuvo su cumplimiento en Marzo de 1749. Ya de antes,
resolución con que el Rey se propone trasplantar a esa península los
cuando en 1747, Mutis obtuvo del Real Protomedicato su título
árboles y plantas de conocida utilidad o hermosura de estos dominios
de médico y se estableció en Madrid, se declamaba, entre los de de América. Puedo asegurar a V. E. que miro como honesto desahogo
su profesión, contra los cortes indiscretos y desvastación infructuosa
entre los cuidados de mi gobierno todo el tiempo que gastare en ordede los montes de quina en el Perú (4).
nar y disponer los medios de que se verifiquen las reales intenciones
No es raro, pues, que el virrey Pizarro, movido por disposicon el mismo esmero con que he comenzado a practicarlo en todos los
ciones de la Corte, destinase a un individuo tan sensato como don
asuntos relativos a la Historia Natural para el engrandecimiento
Miguel de Santisteban, juez de residencia de los virreyes, consilustre del gabinete y jardín real con gloria inmortal del Rey su funtructor y director de la Casa de Moneda de Santa Fe, para que,
dador. Tengo también la satisfacción de asegurar a V. E. que sólo
trasladándose a Loja en 1753, dictara, con conocimiento de causa
las comisiones y órdenes expedidas por todo el distrito de mi mando
y a vista de ojos, las providencias que pidiera la explotación y
forman en el día un ramo especial de mi secretaría y con la esperanza
comercio de las quinas (5).
de que sus efectos darán a conocer a V. E., dentro de poco tiempo, la
La seriedad y capacidad con que Santisteban llevó a cabo su
preferencia con que miro estos interesantes asuntos y tan del agrado
misión, lo colocan a la cabeza del saber y del obrar de la provincia
del Rey. Los Botánicos de este Reino y particulares comisionados, son
de Santa Fe, en relación con las quinas, porque él fué quien, de
los que intervienen, por mi continuado influxo, en la incesante ocuparegreso de Quito, halló, por primera vez, árboles aceptados como
ción de tan grandes como variadas colecciones para remitirlas sucesiquina llamada palo de requesón, en el páramo de Guanacas, y de vamente con todas las precauciones que me previene V, E. para que
ellos colectó piezas botánicas; él, quien después de La Condamine
no se malogren los benéficos objetos de S. M.
logró dibujar la quina en un icón calificado por C. Linné de pulPor ahora sólo puedo incluir a V. E. las semillas de la quina sepquérrimo; él quien dió los primeros pasos para la explotación protentrional recogidas a mi presencia, en toda su sazón, en los mismos
tectora de los árboles silvestres de quina, y él, finalmente, quien
árboles que reconocí en mi tránsito de vuelta a esta Capital de que
primero, en América, orientó a J. C. Mutis en el conocimiento
distan un solo día de camino. Tengo la esperanza de que sean las
y el entusiasmo por el estudio exacto de tan preciosa materia
semillas más recientes que puedan llegar a la Corte para sembrarlas
farmacéutica y quien le puso sobre la pista para hallarla en Tena.
en la estación oportuna que previene la relación que acompaña. RemiEl consumo y el comercio de las quinas, su esclarecimiento,
tiré los árboles de este singular específico con la brevedad posible,
hallaron entre españoles sus más destacados adalides. Si hubo
para que el Rey tenga la gloria de poseer un ejemplar en su Jardín
diferencias en estos asuntos, ellas se debieron más bien a los elede un árbol que excita la emulación y honesta envidia de todos los
mentos que actuaron en América: a la impureza de los despachos,
Jardines de los Monarcas de Europa.—Nuestro Señor guarde a
nacida de aquel indio ignorante y marrullero que vimos iniciando
V. E. muchos años. Santa Fé, 27 de octubre de 1783.—(De puño
la explotación y a los letrados eternamente disputadores sobre
y letra del Virrey lo que sigue): Exmo. Señor B. L. M. de V. E. su
ciertos detalles del comercio y de la protección de los quinares.
más reconocido capellán ANTONIO Arzobispo de Santa Fé.—
Porque si el latino habló del genus irritabile vatum, la historia de
Exmo. Sr. Don José de Gálvez.
las quinas nos deja patente al genus discors scientificorum. Y otra
Este documento lleva una nota así: Se podrá enviar con las
cosa nos muestra el esfuerzo español en estas materias: que lejos
semillas copia de la relación a Ortega, 1 de Marzo de 1784.—Remíde venir de más allá de los Pirineos las corrientes científicas, como
tasele, encargando mucho la brevedad y que se siembren algunas de
quieren algunos, lo que de allá procedió, con la invasión de la
estas semillas enviando una porción de ellas a Málaga, 18 de abril (7).
(3) Apud. G. Menéndez Pidal, IMAGEN DEL MUNDO (1944). Prólogo.—(4) J. C. Mutis, REPRESENTACIÓN A S. M. EL R E Y , de 20 de julio 1760. Apud.
A. F. Gredilla, BIOGRAFÍA DE J. C. M. (1911), pág. 27. Item, R E A L PROYECTO. Primera parte, fol. 2, del manuscrito del Banco de la República de Colombia.—
(5) J . C. Mutis, R E A L PROYECTO DEL ESTANCO. Locis Citatis in (4).—(6) F. de las Barras de Aragón, M U T I S EN EL ARCHIVO DE INDIAS. Manuscrito, pág. 52.—
(7) F. de las Barras de Aragón, loco citato, pág. 53. La instrucción para las siembras de quina en España, probablemente originaria de Mutis, dice así: Los árboles
de quina florecen dos veces al año y dan su semilla en sus dos respectivas estaciones. Por Octubre y por Abril comienzan a florecer. Por Septiembre y por Marzo
se logran las últimas semillas. A pesar de la indecible diseminación que hace cada árbol, son pocas y raras las semillas que nacen.—Esta experiencia comprueba
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