EL VACIO y LOS ATOMOS SEGUN LUCRECIO

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Revista Mexicana de Física 31 No. 3 (1985) 447.463
congreso 447
filosofía
EL VACIO y LOS ATOMOS
SEGUN LUCRECIO
Rubén Bonifaz Nuño
Instituto de Investigaciones
Filol6gicas,
10° Piso, Torre de Humanidades
UNAM
II
México 04510. D.F.
Lucrecio vivi6 en Roma, durante
para nosotros
de Epicuro,
construye
tarea
J
el primero antes de Cristo.
tanto en la física
el último siglo
de la República;
Fue seguidor de las doctrinas
cano en la ética.
De acuerdo con ellas,
su poema Ve ta »atuAa de la6 eO~a6.donde emprende y canSIna la
de explicar
al hombre y el mtUldo, en su soledad y en sus relaciones.
El poema. como conjtmto,
avanza en orden perfecto,
encueot ran su exacto lugar lo mínimo y lo i 1i.mitado,
mas y el camino de los astros;
impulso infalible:
esa rectitud
en el cual
la ca Ída de los át~
avanza así !-acia su objeto.
guiado por tul
que define en su csencirl las manifesta-
448
ciones del espfritu
de Roma.
Compuesto
tres peldaños
por seis libros, podría c~pararsc
El inicial, que da base a los siguientes,
1 y 11; allí se descubre
la enormidad
sin bordes:
la materia
y el espacio,
la infinitud
de los átomos
versales-
en sus figuras,
nes incesantes;
y que llc\'ará
con una escala de
ascendentes:
choques,
la dcstrucci6n
los libros
el vacío y el cuerpo,
movimientos,
del universo,
canprende
disgregaciones,
se complementan
creaci£
la rcnovaci6n que la seguirá
a otra ruina y a un nuevo renacimiento,
en perpetua
Y en esa sucesi6n m6vil y sin tregua que es nuestro
inagotable.
vida y muerte
uni
-los principios
sucesi6n
mundo,
y al ser explicadas
en la máxima plenitud,
se hacen al punto comprensibles.
De ese ingente peldaño
libros 111 y IV.
básico,
vida humana que, por la ignorancia,
gracia.
Pero el conocimiento
la desdicha,
apoderarse
recordar
crece el segundo,
Ahora tiene su sitio la existencia
constituye
también
es empantanada
demuestra
y sentir, padecer
que la muerte,
aniquilando
los
la
y la de~
fuente del miedo y
dado que ha de
así su facultad
de
o gozarse.
A4Uí se analizan
cial y principalmente
en el espanto
en verdad el mayor de los bienes,
del alma del hombre,
que forman
de los hombres:
también
los sentidos
y las pasiones,
en espe-
el amor, raíz única de dos tallos: el placer supre
mo y el mayor sufrimiento,
y, así mismo, causa de la propagaci6n
de las
especies.
Los dos peldaños
así edificados,
do en el tercero y último.
Establecidos
culminaci6n
y sentl
las estrellas,
el sol,
encuentran
el ciclo,
la luna, conoce el hombre su 5mbito universal,
y de acuerdo
con él se ol'
dena, y con él se relaciona.
Se expone,
cimiento,
de esta suertc,
las criaturas
cerno éste,
que engendra,
la historia
delicia
de la existencia,
se ablanda y ar.~ay se clviliza;
las diversas
artes.
Con todo eso, el hombre y el mlmdo sufren la malignidad
las de la tierra y el ciclo, manifestadas
enfen:lcdadcs:
de volcanes,
trombas,
en las epidemias
inWldacioncs;
su n~
entre ellas el hombre, y el modo
obedeciendo sus disposiciones,
crea finalmente,
de nucstro mWldo,
de las
en rayos, furia
las del hombre, de manera ejemplar,
que pudren el aire y convierten
la viJi..!
en rabiosa
y
449
humillante
abyecci6n.
Ese es el poema,
con
SQ~
tres universales
peldaños.
Por sobre
todo él, venciendo las oscuras corrientes de la pasi6n, se enciende el
de la raz6n que todo lo explica, que 10 justifica todo, todo lo
prestigio
aclara, da fundamento
quilidad.
En este trabajo
ro, a las nociones
habré de referirme
Pero la palabra
pios, cuerpos
genitales,
no se encuentra
cuerpos,
ni una sola vez en el po.£.
de muy diferentes
semillas,
figuras,
en materia,
Lucrecio
principio
en su afán de experimentar
da.'I
en las cosas naturales:
Lucrecio.
nidas, privativas
por los antiguos
básl
jonios,
"Nada surge de la na
escribe
de semilla,
y todo po-
ccmunes,/
Y añade:
en tiempos
sin principios
Estas
para las palabras,
surgir cosa alguna"
de la tierra, dice:
de cosas/
establecidos.
bien defisemi-
"Así que hay, para muchas cosas, muchos
como vemos que elementos
del cultivo
hay principios
se crean a partir de semillas
de cada especie,
más bien que pueda
fecundas/
nada requeriría
las cosas
llas son los 5tcmos.
hablando
ya conocido
de todo.
En realidad,
cuerpos
Evito,
átomo, por fidelidad
se crea de nada por acto divino",
Si tal cosa ocurriera,
dría crecer
princi-
expone uno de los principios
cos de la física epicúrea,
"Nunca cosa alguna
maneras:
etcétera.
partes de su texto, el nombre de
Entrando
prim~
es sabido por todos, se funda en el ato-
"5tomo"
ma de lllcrecio; él llama a los átomos
pues, al transcribir
al original.
5610 al sustentamiento
en los libros 1 y 11 del poema.
expuestas
La física de Epicuro,
mismo.
la paz del ~nimo y la feliz tran
a todo, convocando
y que nosotros,
"Es evidente
volteando
y el suelo de la tierra ablandando,
estima,/
(1, 196-198).
Y
que en las tierras
con arados
las glebas
a sus ortos
llamamos"
(1,
principio
fundamental:
210-212).
Expone Lucrecio
"Nada vuelve a la nada
enseguida
el segundo
ll
•
Pues escribe:
nuevo/
disuelve
natura,
algo fuera mortal
"A esto añade que a cada uno en sus cuerpos
y no destntye
en todas juntas
hasta la nada las cosas./
sus partes,/ toda cosa, arrancada
de
Pues si
a los
450
ojos de repente,
muriera"
(1,215-218).
Las cosas, pues, cuando sufren el encuentro
pueden ser disueltas
y la naturaleza
hasta sus átomos,
ra,
y
fuerzas,
pero éstos están libres de muerte,
hace nuevas cosas con ellos:
todas las cosas que hacerlo parecen,/
de ciertas
"No así,
del todo
perecen
pues que algo de algo rehace
natu-
no sufre que cosal alguna se engendre sino por la muerte ajena a~
dada" (1, 262-264).
fla ucmostraJo,
pues,
Lucrecio,
y que nada puede ser aniquilado.
solverse
hasta sus titamos.
que nada puede crearse
Todo nace de los átomos,
de nada,
todo puede di
Estos son los primeros principios
de toJo.
Ahora va a probar su existencia.
Alguien
ojos.
puede dudar de ellos porque no son perceptibles
Pero existen
sus acciones,
sin duda cuerpos
son semejantes
invisibles,
a los ríos visibles;
también
el calor, el frío, el sonido, y, sin embargo,
los olores,
dar de su existencia:
son cuerpos,
Las cosas se desgastan
Concluye:
nadie puede du-
ciegos,
los perciben.
almquc nadie pueda ver
son partes ciegas,
"Con cuerpos
que, en
son invisibles
puesto que los sentidos
con el contacto,
las pa~tcs que así van perdiendo;
por los
como los vientos
invisibles.
pues, natura cumple
las cosas"
(1,328).
Así, existen
Pero los átomos,
los átomos como la semilla,
la materia,
ro, por doquiera
Y confinna
cío."
no son todo cuanto existe;
todo en la natura corp6rea/se
hay, en las cosas, vacío"
el principio
porque
mantiene
de todo.
"no, empe-
apretado,
pues
(1, 329-330).
Lucrecio:
"Un lugar hay intacto y vacante:
Sin esto, el IOOvimiento no existida.
Se mantendría
el va-
la materia
in
m6vi I Y aglomerada.
Incluso en las cosas más s6lidas
en su apariencia,
el metal y
la piedra, se manifiesta la presencia del vacío:
se filtra el agua en
las rocas, la comida va por el cuerpo de lo~ seres vivientes, viaja la
voz a través de los muros, el frío llega a los huesos;
te prueba
la existencia
lumen, siendo del mismo
livianas contienen
En
Wl3
del vacfo:
otro hecho eviden-
hay cosas que, constando
ta~,ño, tienen diferente
de igual vo-
peso; es porque
las más
más vacío que las otras en su interior.
suerte de resumen,
escribe
Lucrccio:
"Toda, pues, como
451
es por sí la natura,
y el vacío/
419-421).
en dos Losas/ consiste:
en efecto,
en que éstos se sitúan y a diversos
Lo testimonian
de 105 sentidos
puede arraigar
lo que afirma
los cuerpos
ir a dondequiera por nlffibos divcrsos
Ahora bien; existen
cualidades
El mundo está compuesto
no altera
o la riqueza.
de dos naturalezas
esenciales:
los £ita
No hay lugar a una tercera.
"Hacer y soportar,
ninguna
cosa puede sin cuerpo;/
si no es vacía y vacante./
terccra/
ninguna
puede,!
ni la que en tiempo alguno caiga bajo nuestros
que nadie alcanzar
natura,
por sí, en el número de las cosas ser
En cuanto al tiempo, puede afirmarse
tra cumplimiento.
Los cuerpos,
sentidos,!
ni la
(1, 443-448).
con la raz6n del ánimo pueda"
son accidentes
ni ofrecer
Luego, además del vacío y los
6tomos,
10 que acaece
no exis
a las cosas y que les
inherentes
del vacío; otras hay cuya ausencia
lo ql~ las cosas son; así la pobreza
lugar, adem6s,
llamamos/
ser, ni, en general,
el peso de la piedra, el ardor del fuego, la liquidez
del agua, la intangibilidad
mas y el vacío.
que vacío
situados/
(I, 426-428).
ll
son inseparables:
(1,
en la manifestaci6n
la raz6n.
si el lugar y espacio
"Allí además,
tiera, en parte alguna podrían
hay,
rumbos se mueven"
y únicamente
los sentidos,
los cuerpos
que no existe por sí mismo;
de los átomos y el vacío, donde todo encuen-
por una parte,
son los átomos;
por la otra, aquello
que por la reuni6n de los átomos se constituye.
Los átomos son inextinguibles
[onnado el conjunto
en sí mismo,
del universo.
pero se mezclan
átomos han de ser indivisibles
Jas las cosas habrían
finitos
Los cuerpos
cío que existe ('ntre
de ser inmutables,
a partir de ellos se ha
siempre en las cosas creadas.
y eternos;
infinito,
los átomos
puros
Además,
sin estas cualidades
ido a la nada o renacido
Desde el tiempo
tienen tiempos
y s6lidos;
Atamos y vacío con concebibles
los
suyas, ta-
de ella.
recomponen
las cosas, que
fijados a su existencia.
creados
5U5
son duros o blandos
según la cantidad
átOOlOS; éstos, entre sus cualidades,
lo que permite que en el tiempo se mantengan
teres de las especies.
Además, carecen
de partes y no existen
aislados
tienen
de v~
la
los carac
en la realidad:
452
constituyen
dose entre
siempre parte de otros cuerpos.
sí.
Son 10 mínimo e indivisible,
las cosas existentes
iones,
los cuales componen
13 materia original;
se hacen merced a los movimientos,
Luego de haber explicado
y argumentado
polémica con diferentes
caci6n del mundo;
a prop6sito
fi16sofos
concx
originariamente
mer lugar, a ~~ráclito.
que pensaron
de un elemento
quien, afirma,
único.
el fuego seguiría
vacío en las cosas; de ser cierta tal afinnaci6n,
único, del cual nada sería emitido;
cuerpo,
que todas
Rebatc,
en prl
después,
sería destruido:
todo volvería
En realidad,
los átomos conservan
de
en las cosas,
siendo fuego.
y sus seguidores
Por otra parte, Heráclito
la cxp1l
erraba al pensar que la materia
todo es el fuego; si así fuera, no podría haber variedad
Condensado o enrarecido,
de todo eso,
que intentaron
se refiere, así, a los monistas,
las cosas consisten
afinnan
que no hay
todo fonnaría
un cuerpo
si el fuego pudiera
mudar su
a la nacla.
siempre
su naturaleza;
si las
fueran de átomos de fuego, serían fuego ellas mi~1Tlas; lo que ocurre
es que los átomos,
yen la váriedad
con sus diferentes
elemental
De continuo,
Tales y Ferécides,
combinaciones
sin nombrarlos,
quienes,
refuta las doctrinas
respectivamente,
la materia de las cosas, pensaron,/
en fuego podría,!
principio/
sí misma
y quienes
sostuvieron,
sostuvieron
que, para engendrar
y quienesquier
de las cosas volviérase,/
Lucrecio va contra
constru
la refutaci6n
los pluralistas,
nla su origen en la combinaci6n
Como el principal
que el principio
"Por lo cual, quienes
que
las cosas, era el aire el
que pensaron
muy lejos desviado
Acabada
de Anaxímenes,
era el fuego, y que la suma consistir
las cosas, o que la tierra creara/
(1,705-711).
y movimientos,
de las cosas.
de las cosas era el aire, el agua y la tierra:
cen"
todas
colisiones,
peso, de los átomos.
Lucrecio entabla
cosas
adhiri~n-
quienes
que el agua/ form6 por
todo, yen
haberse
todas las naturas
de lo verdadero
de los monistas,
consideraban
par~
la raz6n de
que el mundo
te
de dos o más elementos.
de ellos, escoge a Empédocles,
que el origen de las cosas eran los cuatro elementos,
que sostenla
asociados
o disoci~
dos por el amor y el odio.
Lucrecio,
del vacío;
en primer
lugar, 10 critica
luego, porque admite
la divisibilidad
por negar la existencia
ilimitada
de la materia;
453
por último, por suponer que los elementos primarios del mundo son muelles
y destruct ibles.
F.nscguida, asevera:
"Por fin,
si de cuatro cosas todo
junto se crea,/ y en esas cosas se disuelve todo de nuevo,/ ¿en qu~ modo
ellas pueden principios de las cosas ser dichas,/ más que, al revés, las
cosas los de ellas, y el contrario,
estimarse?"
(1, 763-768).
Por lo demás, arguye, es imposible que el fuego se convierta en
aire, y éste en agua, y ésta en tierra, y que de la tierra todo vuelva,
en sentido inverso, a formarse. Lo que ocurre en verdad es que los átomos,
en sus combinaciones, fonnan los elementos: "¿Por qué no, más bien, que
de tal natura dotados algunos/ cuerpos hay, afirmas, que si acaso el fuego
han creadol pueden ellos mismos, quitados pocos y pocos donados,/ mudados
su orden y movimiento, hacer las auras del aire,/ y así todas las unas en
las otras cosas mudarse?" (1, 798-802).
Y aclara después: "Y a menudo es de gran importancia los mismos principios/ con quiénes y en cuál postura se mantengan unidos,/ y qué
mov~ientos entre sí den y reciban;/ pues ellos mismos el cielo, el mar,
las tierras, los ríos, el sol,/ construyen [...}; pero mezclados a otros
y de otro modo se mueven" (1, 817-822).
l~ego rebate la homeomeria de Anaxágoras, según la cual las cosas se forman de pequeñís~as partes de su misma naturaleza, con 10 cual,
siendo las cosas destructibles, lo serían también los principios.
Por fin, da cima a su razonamiento: "Lícito es saber que en las
cosas, así, no hay cosas mezc1adas;/ pero quc semi !las en muchos moJos
mezcladas/ comunes de muchas cosas, deben ce1arse en las cosas" (1, 894896) •
Todavía antes de entrar en el estudio particular de los átomos,
Lucrecio se propone en magno problema. Habiendo establecido que el universo se compone de átomos y vacío, investiga si vacío y átomos tienen
algún 1ímite.
El wliverso, afinna, es infinito: todo Clk'lntoes finito encuentra un límite más allá del cual no tiene existencia. Dado que no es adm~
sible que haya algo fuera del universo, algo que se sitóe m6s allá, habrá
que afirmar que éste no tiene fin.
Si hubiera límites al espacio, la materia yacería en su fondo,
sedimentada; pero vemos que las cosas se realizan sin interrupci6n, en
454
constante
movimiento.
el vacío y 105 átomos
No hay limites exteriores:
se coartan entre sí.
y sucedi6ndosc integran el .todo.
De otra manera,
crearlo.
nada se hubiera
Los átomos no se ordenan scg{m un des ignio previo;
azar por sus eternos
y la rcnovaci6n
Para el mantenimiento
la presencia
se reúnen al
movimientos y sus choques diversos.
de las cosas, es necesaria
de átomos nuevos que suplan aquellos
que las cosas van per-
diendo.
Según algunos
a una doctrina
universo:
pensadores.
estoica,
dice Lucrecio
posiblemente
y ocupa
nuestro mundo es esférico
con falsa raz6n, entienden
incluso si el centro existiera,
no podría afirmarse
cosas, sino más bien que sc dispersan
el lugar y espacio
que vacío
del~ ceder igualmente/
y vagan
(1, 1068-1071).
lejos de él¡ "pues toJo
que sus movimientos
lugar en que, cuando vinieran,
dida la fuerza del peso, en el vacío estarsc
que es vacío debe resistir
pudieran;/
lo.
que el aire y el fuego escapan
Los que afirman
lo seguirían
tal, no piensan
visionarias
pre a su espíritu.
Si "en volante
los tronantes
volandas,
modo
y aquí acude Lucrecio
Je la ruina universal,
-dice-
siga de semejante
templos
pe!.
lo
las murallas
del cielo,/
con
hacia el centro,
que si el fuego huyera hacia
huyen de súbito sueltas por el magno vacío"
tar que "lo restante
los cuerpos';
ni, por tanto,
hacia arriba y constituyen
todas las cosas por el vacío.
de esas concepciones
se
bajo algo/ sin que, 10 que pide su natura,
tinúe cediendo" (1, 1074-1080).
Otros opinan que el agua y la ticrra tienden
micntras
Pcro
que en él se apoyan
l1mn<unos,1 por cl centro y no por el centro
a los pesos, por doquiera
y no hay algún
p0E.
la cosa ;/ pues nada el centro
puede ser. cuando es del proflUldo la stuna infinita"
llevan./
el centro del
"Un vano error todas estas cosas procrea en los est6lidos/
que, abrazándola
las
aludiendo
cl ci£
lo alto,
a una
tan prcsentes
siem
de flamas del rnW1uo/
evi
(1102-1103), no se podr6
manera,/
ni nJeden desde arriba
y a 105 pies la tierra se sustraiga
en
y toda,/ entre las ruinas de las cosas y el cielo mezcladas/
que disuelven
los cuerpos,
parta por el vacío profundo,/
to de tiempo nada se esté de sus restos/ excepto
ciegos principios,/
así que en un p~
el desierto
esta parte, para las cosas, puerta
espacio
y 105
será la muerte;/
to
455
da la turba de materia se dará afuera por ésta"
Tras esta visión,
Lucrecio
(1,1104-1113).
aclara que el conocimiento
directo
de las cosas es el único válido, y que 10 que se sabe de caJa cosa es la
fuente para saber algo más acerca de otras,
está preparado
el terreno para sembrar
to, que ser~ el de la naturaleza
el siguiente
de los átomos.
movimiento de éstos y cómo, con sus uniones
ven las cosas.
y separaciones,
Tales dos hechos ocurren incesantemente.
yen las cosas y se renuevan
conocimien-
Ahora va a explicar
el
crean y disue!
En el tiempo se destru
sin trf>gua; por eso las dimensiones
del univer
so no crecen ni menguan.
Ahora hien:
so o impulsados
por el choque con otros.
paran, construyen
los cuerpos
Para ilustrar
vacío,
Lucrecio
ven agit~ndose
llevados por su p!:
los átomos se mueven sin ténnino,
blandos
con un ejemplo
acude al espect~cu10
SegÚn las distancias
qUE'
los
SE'
o duros.
el movimiento
de los átomos en el
de las partículas
de polvo que se
en el rayo de sol que, por la ventana,
se mete en el cuar-
to sombrío.
y dice:
"Contemplarás,
pues, cuantas
veces derraman
rayos/ del sol en lo opaco de las casas
insertos:/
de muchos modos muchos menudos/
cuerpos
en la misma
mezc1an,/
y que, como en eterna
lucha, sus combates,
luchantes
en bandos,
desuniones
siempre/
y no se dan pausa,/
frecuentes;/
el arrojarse
movidos
así que puedes conjeturar,
en el magno vacío
luces 105
verás que, en el vacío,
luz de los rayos se
sus pugnas/
publican
sin fin en concilios
y
por esto, cuál sea
los principios
de cosas"
(11,
114-122) •
El movimiento,
pues, pasa de los ~tomos a conjuntos
yores de ellos, hasta que Se hacen de dimensiones
partículas
perceptibles,
cada vez ma
como las
que se ven en el rayo de sol.
La velocidad
del
movimiento
la luz, ya que ésta se desplaza
de los átomos es mayor que la de
en el aire, y aquéllos
lo hacen en el va-
cío.
Además,
gañarse
porque
o las espigas,
todos los átomos se mueven hacia abajo.
No hay que en-
se vean subir las llamas o crecer hacia arriba
o saltar a 10 alto la sangre de una herida,
los árboles
o flotar el roa
456
Jero cuando se intenta sumergirlo
tcrvcnci6n
de fuerzas ajenas.
y escribe
llas y astros?/
en el agua.
Todo eso ocurre por la in-
Todo cae.
Lucrecio:
"¿No miras que hacia las tierras
Tambiénel sol desde el vértice
todas/ partes el calor, y con su lumbre insemina
el calor del sol, en efecto,
lluvias
miras volar
a las tierras
los relámpagos;/
las siembras;/
se inclina./
ora de aquí, ora de allá,
mea igualmente"
(11, 209-215).
Por 10 demás, este movimiento
rOo, toda la materia
men o declinaci6n,
do./
aquí por Lucrecio,
desvíanse;/
natura"
(JI,217-224).
En contra de quienes
su desviaci6n
entre ellos.
Esta desviaci6n
del universo,
r.k1sarduamente
sc, los cuerpos
es muda-
nada, así, habría creado millca
afirman que los átomos más pesados
cualquiera
que sea su p~
en la caída es capaz de originar
da fundamento
colisiones
además de explicar
a uno de los principios
la
sostenidos
el dc la libertad del albedrío.
al determinismo
alcanz~
con ellos, Lucrecio prueba que,
en el caer de los átomos,
por Epicuro:
escapan
lugares, un poco en
habría nacido ni un choque
los átomos caen con igual velocidad,
Así, s6lo
creaci6n
se llevan/ por pesos
todos abajo,! como gotas de lluvia,
rían en su caída a los m.1s leves, chocando
en el vacío,
sido creado.
de la física epicúrea:
los cuerpos
en el vacío proflUldo;/ y no tul tropiezo
habría sido creado/ para los principios;
so.
Si esO no acontccie
tanto, qtre puedas decir que su movimiento
desviarse,
en lu-
es la llamada del clina-
teoría básica y característica
Porque si no solieran
caerían
de los átomos,
en ticr:1pocomÚTUncnte incierto/ y en inciertos
el espacio
escapados
la fuerza flá-
hubiera caído en el vacío, y nada hubiera
"Cuando en el vacío hacia abajo derecho
propios,
descendente
se desvía ligeramente.
La teoría sostenida
también
Y por transversas
de las nubes, los fuegos/ concurren; cae hacia las tierras
gar y tiempo no determinados,
caen estn'
del ciclo esparce hacia
Al desviar-
físico dc la cadena de las causas
y efectos.
En su carta a Mcneceo,
escribe Epicuro:
los mitos acerca de los dioses, que ser esclavos
la esperanza
"Sería mejor admitir
del destino
cos; aquéllos,
a 10 menos, admiten
de aplacar
a los númenes,
en tanto que éste impone una necesidad
de los físi-
con honores
1I
implacable.
457
Los 6tomos, prosigue
y sus pesos,
por sus choques
origina
la libertad
105
6tomos
por su parte, no 5610 son movidos
de hacer movimientos
Por otra parte,/
miento
Lucrecio
sino por esa desviaci6n
el universo,
que lo
componen,
Eso se debe a que, siendo
parece estar
los 6tamos.
su movimiento,
de los átomos; éstos
número
difieren
finito de ellas.
explica
la diversidad
comienza
tienen que serlo también
Lucrccio
a estudiar
la forma
sí en sus figuras;
hay un
ilimitado.
Así se
de formas de los seres vivientes,
y tambi6n
la varie
de ciertos
fen6rnenos.
Sea ejemplo el fuego del rayo, más penetrante
chas porqt~
disimu-
pero de cada una hay un número
dad y las características
sus atamos
son menores,
el agua, y el vino,
que no penetra
en movi-
inm6vil.
si est6n distantes,
grandemente entre
Esa causa explica
que el de las antor
y por igual raz6n la luz penetra
lo que no penetra
nsí mismo
la existencia
y la fiera/
bocas;/
centaura,
así que fácil conozcas
mas, al revés,
itA es
de los sabores:
y áspero/
que de cuerpos
l~ que ocurre
con los sabores,
que es la fuente
Por otra parte,
y el bronce,
se componen
son de átomos
go.
redondos
se mezclan
tcs.
siempre
se crearían
acontece
las cosas compactas
parece
ganchosos,/
sentidos,
y mucho
también
con los olores
Todo eso es perceptible
fundamental
como el diaJl1<..lnte,
el hierro
ganchosos;
y lisos; así también
átomos
es lo que
inicial de todo conocimiento.
de átomos
Otro principio
mente
y lisos/
las
el!, 398-407).
y el color, el calor y el frío.
por el contacto,
redondos
mas, al revés, todo cuanto
las vías a nuestros/
romper con su entrada"
y los sonidos
sentir
natura del
se tiene esto más atado entre sí por cuerpos
y a causa de eso suele desgarrar
el cuerpo
la infecta
con torpe sabor hacen que ~lgan gestos
puede jocllildarrcnte tocar los sentidos;/
amargo
lo
el aceite.
to se añade que los licores de la miel y la leche/ son con jocundo
de la lengua en la boca tratados;/
absintio
que
ejecutarlos.
a pesar de estar siempre
sus movimicRtos.
Inclusive las cosas visibles
lan sus movimientos a nuestros ojos.
Explicado
y poder
voluntarios
el conjunto
invisibles
en su descenso,
las fluidas,
el humo)
de esta física,
de formas distintas.
cosas de formas nuevas,
mejores
como el agua,
las nieblas
yel
fue
es que en las cosas
Si no fuera así, constante
o peores quc las existen
458
Son, se insiste,
finitas
las figuras de
una de ellas existe un número infinito.
De otra manera no podrían reunirse
constituir
10 creado;
los 5tomos
flotarían
les, como en el mar flotan dispersos
mortales/
"Por tanto,
perpetuamente,
ni amortajar
genitales
servar
lo crcado,f
perpetuamente
principios
y
espacia-
que' eso no ocurre.
nacimientos simult~ncos en
no pueden vencer los movimientos
la salud para siemprC';/
ni. a su
de las cosas, pueden con-
Así. en parejo
de la guerra, cmpeñada
ora allí, supera
JanLestran
y aumentadores/
vez, los movimientos
y
en lo infinito del espacio
los restos de los naufragios.
de continuo es posihlc pe~cibir muertes
touo lo existente.
Habla el poeta:
átomos, pero de cada
al azar en las mar~as
Las cosas mismas, en su realidad.
y
105
ccrtarrcn, se mueve de los
desde el tiempo
infinito./
Ora aquí.
lo vital de las cosas. e igual es superado"
(I l. 569-
576).
y aquí Lucrecio,
para explicar
estas muertes
fin, habla dc estos hechos en su relaci6n
funeral el vagido/ que levantan
y nacimientos
con el hombre:
sin
"Se ffiC'zclaal
los niños que de la luz ven las playas;/
ni noche alguna a un día, ni sigui6 la aurora a una nuche/ que no haya
oído, mezclados
a sufrientes
vagidos,/
llantos compañeros
de muerte y de
funeral denegrido"
(11, 576-580).
A continuaci6n se ocupa en probar que las cosas se componen
mezcla de átomos diversos.
Su ejemplo, en este caso, es la tierra,
tenida entonces
de
como
diosa.
Niega esto Lucrecio,
y expone:
sentido en todo tiempo carecc,/
posee,!
lleva muchos,
y porque
"Mas la tierra,
los principios
en verdad,
de
de rrn~has cosas
de muchos modos, del sol a las lumhres"
(II, 652-
654).
La pluralidad
les
y
los alimentos
versi~ld
de fip':ras de los átanos,
que los nutren.
Así mismo,
explica
de toJo cuanto estimula los sentidos.
CaJa cuerpo, cada parte del cuerpo, asimila
son afines en figura, y rechaza
den unirse de todas maneras;
los restantes;
la de los ani~
hace comprensible
la di-
los átomos que le
y no todos los 6:tomos pue-
por eso nunca han existido
los seres de natu
459
ralezas mezcladas,
como 105 tritones
o los centauros.
Ahora bien: del mismo modo que son diferentes
átomos,
lo son también
cuentros,
movimientos,
"sus intervalos,
conexiones,
que no 5610 los cuerpos/
las tierras y el Íntegro mar/ apartan,
paran"
(11. 726-729).
yel
las figuras
cargas,
animales
su relación
con el color; advierte
Para prueba de esta afirmación,
"uy
fácilmente,
de los ~tomosJ
que las cosas blan
tinte
utiliza
al punto,
Lo cierto es que
como ejemplo
el espect~
la raz6n puedes darte/ por la
cual eso que poco antes de negro color haya sido,/ pueda hacerse
reo color de repente:/
sus llanos,/
cir que lo
como el mar, c~lndo
que vemos negro, a menudo,/
to sucede que eso aparece
constaran
del ponto/
mudado,
cándido
Así
pues,
cuando
lo que origina
que no lo tienen,
Enseguida
Lucrecio
pues, que importa
hacia el color marm6-
y comhinaciones.
los átomos de olor, sabor
Estas sensaciones
los diversos
va a demostrar
son producidas
movimientos,
por las
posturas
algo que le resulta
y com-
de máxima
Así, todo lo sensible
con el fin de probar sus afinnaciones:
grandemente
pues
en la luz, y llegan a los ojos
significaci6n:
los átomos carecen de sensibilidad.
está formado por átomos insensibles.
y pregunta,
al p~
semillas
manera podrían:/
posiciones
Del mismo modo que de color, carecen
mismas causas que las de color:
binaciones de los átomos.
suya es mezcla-
el color de las cosas no es el de los
sino sus distintas
de calor y de frío.
pues, d~
y quitado,/
Que si de ceTÚleas
perturbes,/
de marm6-
conmovieron
~ledes,
la materia
y algo añadido
y albo./
Por otra parte, los colores s6lo existen
merced a diversos choques de ésta.
y sonido,
mármol./
los llanos, albear de ninguna
en cualquier modo que lo que es cCTÚleo
reo emigrar nunca puede"
(I, 763-774).
átomos,
los magnos vientos
se vuelve en canas olas de cándido
da y el orden/ de los principios
se
las negras de átomos negros, ni las
de cualquier otro color, de átomos de ese mismo
los átomos son incoloros.
culo del mar:
enmas
cielo todo, de las tierras,
que no debe pensarse
y
heridas,/
distinguen,
En seguida Lucrecio habla de otra característica
cas están hechas de átomos blancos.
de 105
en cuál orden/ estén colocados
"¿No ves ya,
todos los
460
principios
(JI,
de cosas,/
y mezclados con cuáles.
883-885).
Lo sensible,
que se asocian
venas,
continúa,
movimientos den y reciban?"
está compuesto
de átomos
a partes del cuerpo como las vísceras,
y mortales;
todas ellas blandas
en cambio,
pequeñísimos,
y las
los nervios
los átomos
son inmorta-
les.
Ahora bien: la sensibilidad
y no en cada una de sus partes;
ble, tendría
de un ser viviente
un solo ser, sino un amontonamiento
Si, por otro lado, se argumentara
bilidad
antes de unirse
el ser nuevo,
se responderá
que no hay necesidad
tampoco es admisible
de nunca a su nacimiento,
y puede
que se trate.
Toda sensaci6n
Si los 5tomos
son cuerpos
de sensaci6n.
Para concluir
Lucrccio
de un cambio
puede ocurrir
simples,
su reflcxi6n
al témino
tendremos
esa
surja en
porque
todo
de un ser no prcc£
por la muerte
o por un
en la posici6n
y el orden
en un cuerpo compuesto.
que admitir
que son incapaces
acerca de los átomos y su naturaleza,
que en la tierra provoc6
de su preñez,
de formar
de los átomos en el ser de
fOlmula una aroplia teorla de carácter
de la conccpci6n
ciclo;
proviene
lo que únicamente
La sensibilidad
la posici6n
su sensi
alguna de atribuirle
o un nacimiento,
ser aniquilada
golpe que con su fuerza trastorne
de los átomos,
de seres.
que la sensibilidad
los átomos como fruto de una transformaci6n
supone una uni6n anterior.
de áto
que cada átomo pierde
a los otros junto con 105 cuales habría
sensibi 1idad previa.
Por lo demás,
nacimiento
fuera sensi-
y las combinaciones
que ser él mismo un ser viviente,
mos no fonnarÍan
está en todo él,
por lo tanto, si cada átomo
c6smico:
la siembra
somos el resultado
de lIDa semilla
la tierra dio a luz las plantas,
del
los ani-
males y los hombres, que en ella han de vivir y reproducirse.
Dice el poema:
"Por fin, de celeste semilla somos todos orinndos;/ todos aquel mismo padre tcnemos,
tierra
recibe
y árboles
cuando
las gotas de líquida
leJos/ y a la especie
del cual, cuando
lluvia,/
humana;
todos a quien ofrcce pábulo pacen
van y la prole propagan;/
pare
preñada,
todas
la alma/ madre
pare nitiJas
mieses
las razas de fieras,!
sus cuerpos,/
y la dulce
por lo cual, el nombre de madre
vida Ue
ha con raz6n
461
merecido"
(11. 991-998).
Vt~lve ahora el poeta a sus primeras afirmaciones, a sus principios fundamentales, qt~ ya considera demostrados: la materia no se destru
ye. sino regresa al lugar de su origen, disuelta en sus elementos at6micos;
éstos, siempre otra vez, crear~n compuestos nuevos, como las mismas letras,
seg(m su posici6n, tienen el poder de reunirse en versos distintos.
Oigamos:
"Retrocede,
igualmente,
lo que antes fue de la tierra,/
a las tierras, y lo que se envi6 desde las playas del éter,! de nuevo de~
vuelto. eso reciben los templos del ciclo./ Y no acaba la muerte las cosas de modo tal que destruya/ de la materia los cuerpos, pero su reuni6n
les disipa./ De allí. uno a otros se junta, y hace todas las cosas/ de
modo que conviertan sus fonnas y muden colores/ y tomen sentidos y en un
punto de tiempo los pierdan,/ porque sepas que importa a los mismos princl
pios de cosas/ con cuáles y en cuál postura se mantengan unidos/ y cuáles
movimientos entre sí den y reciban" (II, 999-1009).
Ya para terminar este asunto, entrará Lucrecio en la exposici6n
de uno de sus sujetos básicos: el universo ha de perecer. Este es uno
de los pilares que fundamentan la filosofía epicúrea, y una de las diferen
cias de tal sistema con los plat6nicos y aristotélicos; éstos, en efecto,
estimaban que siendo el producto m5s perfecto del arte divina, y un ser
divino en sí mismo, no estaba sujeto a la muerte.
Lucrecio y Epicuro arguyen que la vida pasa siempre del ciclo a
la tierra y viceversa, y de un ser a otro; el universo, aun considerándolo como un ser, está sometido a las mismas leyes que los otros; entre
ellas, a la que obliga a morir.
Y comienza Lucrecio la serie de sus razonamientos en este senti
do: para empezar, nuestro mundo no es el (mico en el universo; en el infinito del espacio y de la materia, de los átomos y el vacío, los átomos,
necesariamente, han tenido que combinarse muchas veces del mismo modo que
en el nuestro.
El lo dice as í: "De ningún modo ya debe ser verisímil juzgado,/
ya que vuelto de todas partes se abre el espacio infinito/ y las
en número iImÚIneroy suma sin fondol de muchos modos voli tan, de
movimiento excitados,/ que se haya este solo orbe de las tierras
]0 creado;/ que nada aquellos tantos cuerpos de la materia hagan
semillas
eterno
y el ci~
fuera;/
462
fue hecho, y las mismas/
tanto m(¡,sque 6ste por la natura
sas, espontáneamente
de balde,
acaso choc(lndo/ de T:1Uchos modos,
rcwlidos al fin se juntaron;
principios
cielo y la especie de 105 seres vivientes"
necesario
(11,
1064-1066).
por siempre;/
de tierra,
ponnenorizando:
de la materia
"Necesario
que otros orbes de las tierras
en otras partes existen,!
(11, 1074-1076).
teJ
y la tierra
y el sol,
gru-
abrazo"
y varias
Además, si no hay en el lmiverso ninguna cosa
que el cielo/
ot1'05
rnfÍs,
es que conf ieses/
de hornhres y razas de fieras"
que se haya en~endrado sin semejante,
mar y
"Por eso, más y
este a quien tiene el éter con ávido
y añade.
los
(11,1052-1063).
que, en otra parte,
cual existe
en vano y
a ciegas,
Lucrecio expone su conclusi6n:
es que confieses/
pos hay tales/
de co-
esas que, de repente lanzadas./
de las magnas cosas se hicieron
Dicho esto,
semillas
gentes
que sea única,
"de símil manera ha de confesarse
la luna, el mar, lo restante
que cxi.=::.
no son únicos, pero de innumerable número más;/ puesto que LU1ténni-
no de la vida fijado hondamente'; tanto a estas
cosas rige,
y tanto cons-
tan Je cuerpo nat ivo/ cuante aquí toda espcc ie que ahLU1dantees, por osre
cics,
en cosas"
está sujeto
Todo, pues, es obra de la natun.lleza
(11,1084-1089).
a morir, puesto que tuvo nacimiento.
y Lucrecio,
y
ahora, va a
expl iCilf brevemente c6mo naci6 nuestro mW1Jo,y de qué modo será dado a
la muerte:
"Después del tiempo genital
mar y la tierra
yel
sol el origenJ
ra; añadiéronse en tomo/
las;/
semillas que el magno todo congreg6, disparfÍnd,£
de donde mar y tierras
espacio
la casa del ciclo,
ra, y surgiera
sitios,
del rr:undo, y el dÍa/ primero, del
muchos cuerpos se añadieron de afue-
pudieran aumentarse, y de donde/ adquiriera
y altos
sus techos/
el aire con ellos./
lejos de las tierras
Pues. a cada
llllO
los suyos, de todos
todos, con choques/ los cuerpos son distribuidos
zas se parten:/
eJ licor
al licor;
del terreno cuerpo,
el éter"
alza-
y hacia sus ra-
la tierra/
(11,1105-1115).
crece,
y al fuego los fuegos forjan,
y al éter
PUC'5,luego de su nacimiento,
el mundo va aumentándose mediante la adhe-
5i6n de átomos afines en índole a cada W1ade sus partes.
todas las cosas tienen se~~lado un límite
a partir
de éste,
desde el exterior.
sido sus partes,
asimilar
a su crecimiento,
As;
Pero ocurre que
y no pueden,
átomos nuevos, de aquellos que las alcanzan
Por lo contrario,
comienzan a perder átomos que habían
y entran en decadencia.
"Aquí, la edad debe detenerse
-163
para todas las cosas;/
aquí natura con sus fuerzas el crecimi.ento refrena.!
Pues lo que ves que se engrandece
sube de la edad adulta
envía"
con crecimiento
los grados,!
m~s átomos
gozoso/ y poco a poco
aSlI1le
para sí que de sí los
(JI,1120-1124).
Pero adviene el momento en que ocurre lo contrario.
canzar
la clunbrc de su desarrollo,
fuerzas,
todas las cosas ven que se quiebran sus
}' que "hacia su parte peor la edad se desliza"
Entonces,
por necesidad,
vejez no pueden ya asimilarse
perdiendo
Luego de a..!.
(11,1132).
todo perece enrarecido,
cuando en la
los átomos llegados del exterior
y se van
los propios.
Concluida su extensa
cxposici6n,
Lucrccio rcswnc su verdad,
en
dos versos cuya scnci l1c2 hace tod:wÍa más atcrrorizantc
el concepto que
encierran:
las murallas/
pugnadas,
"Así pues, del magno mundo en torno, también
darán su destrucción
Y, haciendo
y sus pútridas
ruinas"
máximo ese terror por su inminencia,
todo presenta
ind ic ios de decadencia:
dad del esfuerzo
humano, pobreza:
a la exposición
1144-1145).
habla de c6mo el mlll1do
campos agostados,
h.'1IIIbre,
estcri li.
signos todos de muerte cercana.
Como muchos ahora, presiente
bras da ténnino
(11,
ex
la próxima
ruina, y entre sus san-
de esta parte de su doctrina.
La expl i-
cación del movimiento
incesante de lo infinito en 10 infinito; del enfrc~
tamicnto
de la muerte y la vida de toJo, en succsi6n
sin término
ble; la teoría del acabamiento
doctrina
fatal del mnndo y su necesaria
que he tratado de resumir ahora.
inacab~
resurrecci6n,
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