El juez declara la insolvencia definitiva de Opening y cinco

El juez declara la insolvencia definitiva de Opening y cinco empresas del grupo
El juez declara la insolvencia definitiva de Opening y cinco empresas
del grupo
Los acreedores disponen ahora de cinco días para instar la quiebra La Vanguardia
El juzgado de primera instancia número 7 de Barcelona dictaminó ayer que Opening English, su matriz Omitsend (antes
grupo CEAC) y las otras cuatro filiales que suspendieron pagos en julio del 2002 están en situación de insolvencia
definitiva. La cadena de academias de inglés tiene 1,88 millones de activo y 31,38 millones de pasivo, con lo que el
desfase patrimonial alcanza los 29,5 millones.
La diferencia entre el activo y el pasivo exigible de la empresa es todavía mayor en el caso de Omitsend, donde sólo se
contabilizan 6,04 millones de activo para pagar deudas de 66,61 millones. En conjunto, las sociedades citadas, junto con
Vega Telemarketing y Aidea, disponen de 10 millones de activo, frente a 115 millones de pasivo. El grupo de empresas
propiedad de las familias Menal y Martí, que llegó a facturar 186 millones de euros en el 2001 después de duplicar
ventas en tan sólo cuatro ejercicios, ha pagado muy cara su carrera de crecimiento. Aunque los más perjudicados han
sido, como suele suceder, los miles de trabajadores, alumnos y empresas que confiaron en él.
El auto del juez Javier Mauleón, al que ha tenido acceso este diario, se produce tras el análisis del dictamen presentado
por los interventores en los juzgados el pasado 3 de marzo. Con posterioridad a esta fecha, los representantes legales de
Opening y el resto de empresas afectadas dieron por bueno el informe de los interventores y pidieron al juez que
acortara los trámites previstos y aceptara su renuncia a afianzar el activo de la empresa. El magistrado ha estimado esta
petición y, en el auto firmado ayer, reafirma la suspensión de pagos definitiva.
Otra de las decisiones adoptadas por el juez es la de abrir una pieza separada para determinar las responsabilidades en
las que hayan podido incurrir los representantes legales de la empresa. Esta medida acompaña siempre a las
declaraciones judiciales de insolvencia definitiva. En el balance del grupo presentado en septiembre los activos
superaban al pasivo exigible en unos 19 millones. El paso del tiempo, con la pérdida absoluta del valor de las marcas del
grupo como consecuencia del cierre de las academias, es uno de los motivos por el que los interventores consignarán la
depreciación de los activos.
Los acreedores tienen a partir de hoy un plazo de cinco días para instar la quiebra de la empresa. Para ello es necesario
que la solicitud esté refrendada por dos quintas partes de cada una de las seis sociedades. En caso contrario, el juez
seguirá el procedimiento habitual y convocará a la junta de acreedores.
Los proveedores, entidades financieras, alumnos y administraciones públicas perjudicados por las suspensiones de
pagos vieron ayer confirmados sus temores. Ni Opening ni ninguna de las demás empresas de Omitsend tienen dinero ni
bienes con los que atender a sus reclamaciones. La decisión judicial de ayer supone un paso más en el camino hacia la
liquidación de las compañías. Es muy posible que se emprendan nuevas acciones judiciales contra sus administradores.
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