El Punto Culminante de la Historia Parece que la gente de todo el

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El Punto Culminante de la Historia
Parece que la gente de todo el mundo está esperando que este
mundo viejo llegue a su fin algún día. No están equivocados, están
en lo correcto. Sin embargo, algunos tienen la
esperanza de
hacerlo un mejor lugar para vivir y por eso están trabajando duro
para lograrlo. Todos nosotros sabemos que podría ser mejor, que
podríamos tener un mundo mejor.
Pero la Biblia nos dice que el hombre nunca tendrá éxito en
hacer de este un mundo ideal. La razón está muy clara en la Biblia,
porque en el corazón del hombre permanece una tendencia
perversa hasta que el corazón haya sido reclamado por el SEÑOR.
La única manera de que este mundo sea mejor es que Dios haga
algo. La Biblia nos dice que Él va a hacer algo. Dios actuará de
nuevo en EL PUNTO CULMINANTE DE LA HISTORIA, según
Isaías capítulo 65, versículos del 17 al 25 en el Antiguo
Testamento.
17. Porque he aquí que yo crearé nuevos cielos y nueva
tierra; y de lo primero no habrá memoria, ni más vendrá al
pensamiento.
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18. Más os gozaréis y os alegraréis para siempre en las
cosas que yo he creado; porque he aquí que yo traigo a
Jerusalén alegría, y a su pueblo gozo.
19. Y me alegraré con Jerusalén, y me gozaré con mi
pueblo; y nunca más se oirán en ella voz de lloro, ni voz de
clamor.
20. No habrá más allí niño que muera de pocos días, ni viejo
que sus días no cumpla; porque el niño morirá de cien años, y
el pecador de cien años será maldito.
21. Edificarán casas, y morarán en ellas; plantarán viñas, y
comerán el fruto de ellas.
22. No edificarán para que otro habite, ni plantarán para que
otro coma; porque según los días de los árboles serán los
días de mi pueblo, y mis escogidos disfrutarán la obra de sus
manos.
23. No trabajarán en vano, ni darán a luz para maldición;
porque son linaje de los benditos de Jehová, y sus
descendientes con ellos.
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24.
Y antes que clamen, responderé yo; mientras aún
hablan, yo habré oído.
25. El lobo y el cordero serán apacentados juntos, y el león
comerá paja como el buey; y el polvo será el alimento de la
serpiente. No afligirán, ni harán mal en todo mi santo monte,
dijo Jehová.
Con relación al punto culminante de la historia, cuando Isaías
habló acerca de ese momento vemos claramente que se llevarán a
cabo ciertos CAMBIOS.
HABRÁ UNA NUEVA CREACIÓN cuando Dios lleve la historia a
su punto culminante. Dios ha declarado lo que hará. En este texto
Él dice: "Porque he aquí que yo crearé nuevos cielos y nueva
tierra." Amigo, obviamente, asumimos que Él creó estos cielos y
esta tierra, por lo tanto Él creara nuevos cielos y una nueva tierra.
Esta idea se corresponde con lo que Juan el apóstol vio en la isla
de Patmos tal cual está registrado en Apocalipsis 21, en el Nuevo
Testamento. Él allí dice que vio un cielo nuevo y una nueva tierra.
Dios ha declarado lo que hará. Dijo que lo antiguo desaparecerá:
"y de lo primero no habrá memoria, ni más vendrá al pensamiento."
Por lo tanto, será una nueva creación. Este cambio traerá alegría,
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no alegría pasajera, sino felicidad perdurable: El Profeta dijo: "Os
gozaréis y os alegraréis para siempre." Habrá una gran alegría
entre el pueblo de Dios cuando esa nueva creación haya sido
hecha por el SEÑOR.
El primer gran cambio tendrá lugar en el punto culminante de la
historia; allí habrá nuevos cielos y una tierra nueva, de acuerdo con
esta profecía de Isaías.
HABRÁ UNA NUEVA CAPITAL cuando Dios traiga el punto
culminante de la historia. Ahora, veamos lo que dice la Biblia. Aquí
la profecía de Isaías deja claro lo que Dios dijo: "Y me alegraré con
Jerusalén, y me gozaré con mi pueblo." Es interesante notar
cuando miramos el mapa del mundo que Jerusalén es el centro de
la masa de la tierra. Los sabios del pueblo judío a menudo se
refieren a Jerusalén como el ombligo de la tierra, el centro de la
tierra, el corazón de la tierra. Aquí el SEÑOR está hablando de un
nuevo momento para Jerusalén, podríamos decir, una nueva
capital para el mundo.
El dolor será eliminado. No habrá más llanto, ni clamor, ni
problemas. Habrá alegría y regocijo. La vida larga será normal. La
infancia se extenderá a cien años. Sí, eso es lo que la Escritura
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nos dice aquí: "No habrá más allí niño que muera de pocos días, ni
viejo que sus días no cumpla; porque el niño morirá de cien años."
Piense en eso, la infancia durará cien años.
Habrá una nueva capital y habrá cambios considerables en ese
lugar. Ciudades que ahora son grandes se desvanecerán y
llegaran a ser de menor importancia. Jerusalén emergerá como la
capital de Dios para la nueva creación. El segundo gran cambio
será una nueva capital.
HABRÁ NUEVAS CONDICIONES cuando Dios traiga el punto
culminante de la historia. El trabajo de la gente ya no será en vano.
Trabajarán y recibirán de su trabajo: "Edificarán casas, y morarán
en ellas; plantarán viñas, y comerán el fruto de ellas." Ellos
cosecharán los beneficios de su propio trabajo. Ya no construirán
casas para que otros las habiten, ni plantarán viñas para que otros
se coman sus frutos.
Así que habrá condiciones completamente nuevas. Todo
prosperará y la gente no tendrá más problemas. Todas las
angustias pasaran. No trabajaran más en vano ni tendrán
problemas porque ellos son bendecidos del SEÑOR y bendecidos
por el SEÑOR.
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Eso sin duda es una nueva condición. No habrá más problemas y
no habrá más controversia. Incluso en el mundo animal la
controversia terminará. El lobo y el cordero serán apacentados
juntos, y el león comerá paja como el buey. La controversia
terminará.
Entonces vendrá esta hermosa promesa: "Y antes que clamen,
responderé yo; mientras aún hablan, yo habré oído." Oh, amigo, en
el punto culminante de la historia se dará este tercer gran cambio
de las nuevas condiciones.
Sí, el
punto culminante de la historia estará acompañado de
grandes cambios. Dios hará una nueva creación, cielos nuevos y
una tierra nueva. Habrá una nueva capital y habrá nuevas
condiciones. Aquellos que en este momento caminan con Jesús
podrán disfrutar de los actos de Dios en el punto culminante de la
historia.
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