AMBITOS DE INTERESES HUMANOS © Copyright Derechos Reservados en el Mundo. Otorgados como Derechos de Uso a Gulliver S.A. Prohibida la reproducción, copia o publicación, parcial o total de este documento sin autorización escrita de Gulliver S.A. Ambitos de Intereses Humanos Ambitos de Intereses Humanos I. Introducción 2 En este documento buscamos distinguir la estructura de los intereses constitutivos de la vida de un ser humano. Por “constitutivo” entendemos aquí la estructura de los intereses que dan significado a las acciones, posibilidades y juicios humanos. Realizamos este trabajo con el fin de transformarnos en observadores de estos intereses constitutivos. Sostenemos que, normalmente, todos estamos “en” estos intereses sin observarlos como una estructura permanente en nuestra vida. Por lo tanto, habitualmente no somos capaces de producir conversaciones que nos permitan diseñarnos a nosotros mismos - nuestras acciones, posibilidades y juicios - en estos ámbitos. No tenemos las distinciones lingüísticas necesarias para efectuar estas conversaciones. Nuestro propósito en este documento es proveer estas distinciones y posibilitar dichas conversaciones para el diseño de nosotros mismos. “Ambitos” son los dominios permanentes de intereses de la vida humana - intereses a los que no podemos escapar como seres humanos. Todos los seres humanos tienen quiebres en estos dominios, actúan en ellos, se caracterizan a sí mismos y a otros en ellos y se proyectan hacia adelante e inventan posibilidades para ellos mismos en estos dominios. Algunos ejemplos son educación, carrera, sociabilidad, trabajo, autovaloración, estética y juego. Vamos a ir observando con más detalle lo que son estos ámbitos permanentes a lo largo de este trabajo. Dijimos que éstos eran ámbitos permanentes de intereses humanos. Dejamos planteada aquí la pregunta de si estos son los dominios de intereses de cualquier existencia humana, en cualquier lugar y en cualquier tiempo. Esta pregunta está abierta a la especulación. Es posible que podamos entender la civilización clásica griega, la civilización de la antigua China, la civilización de las tribus aborígenes de Australia y cualquier otra vida humana o civilización, en términos de este mismo conjunto de ámbitos permanentes de intereses. Lo que hará distintiva a cada “civilización”, “sociedad” o “cultura”, será el “discurso” en el cual existen estos dominios; la historia de instituciones, prácticas y concepciones propia de cada una de ellas. Lo que podemos sostener con confianza en este trabajo es que, en la civilización occidental, estos ámbitos de intereses humanos son permanentes e inevitables. Todas las personas viven en un conjunto de conversaciones para dar cuenta de estos dominios de intereses. Tienen un entendimiento de lo que es la educación, de en qué consiste ser educado, de lo que constituye la valía o dignidad de una persona, de lo que está disponible para una persona como una “carrera” o dirección a tomar en la vida. Este entendimiento muestra qué expectativas tenemos de nosotros y de los otros, y con qué criterios nos juzgamos a nosotros y a los demás. La carrera, o dirección en la vida, que puede tomar un norteamericano urbano de clase media en el siglo 20 es diferente de la carrera o dirección que puede tomar un campesino de Nicaragua o incluso de la carrera y dirección que un norteamericano del siglo 19 pudo haber tomado. Lo que hace la diferencia no consiste, en último término, en las oportunidades que el mundo objetivamente ofrece para él; es el discurso que él es, las conversaciones históricas en que las posibilidades de carrera han sido articuladas para los campesinos nicaragüenses o para el norteamericano del siglo 20. El es “poseído” por estas conversaciones históricas. No tiene control sobre ellas. Ellas le permiten ver las posibilidades que él ve; por ejemplo, © Copyright Derechos Reservados en el Mundo. Otorgados como Derechos de Uso a Gulliver S.A. Prohibida la reproducción, copia o publicación, parcial o total de este documento sin autorización escrita de Gulliver S.A. Ambitos de Intereses Humanos continuar en la tradición campesina, o tal vez unirse a un grupo guerrillero para los nicaragüenses o, para los norteamericanos, convertirse en un médico o en un ingeniero. Al mismo tiempo, le cierran las posibilidades que él no puede ver; por ejemplo, para el norteamericano, transformarse en un campesino o un miembro de la guerrilla o, para el nicaragüense convertirse en un médico o un ingeniero. No son sus propias elecciones o las limitaciones de su situación objetiva en el mundo las que abren y cierran sus posibilidades; es el “discurso” que él es, que él como norteamericano o como nicaragüense y su “sociedad” o “cultura” han heredado. Nada de lo que hemos afirmado hasta aquí debiera estar aún claro para usted como lector. Hemos establecido una dirección para su pensamiento cuando continúe leyendo este trabajo.Vamos a ir mostrando los dominios de intereses como distinciones lingüísticas a través del resto del documento. Lo que hemos hecho hasta aquí es solamente ofrecer una mirada global de conjunto para que usted pueda ver hacia donde vamos. Antes de seguir, necesitamos decir algo sobre qué clase de actividad es una investigación como la que estamos haciendo aquí, y quiénes somos para hacerla. Nadie es el poseedor de la verdad o el entendimiento final de algo. Cada investigador habla en su propio tiempo, con los fundamentos y las limitaciones dadas por sus propios intereses y los intereses de su tiempo. Cada observador e intérprete observa e interpreta en el lenguaje que él habla, los intereses que él es, y las posibilidades que él ve. Ningún observador es el observador de lo que simple y puramente es dado por la realidad. Toda observación y toda interpretación son realizadas por personas que pertenecen a un tiempo histórico en que ellas observan e interpretan y que están limitadas por dicho tiempo histórico Estas limitaciones son nuestras limitaciones también. Escribimos este documento como investigadores situados en un tiempo particular, limitados por la etapa a la que han llegado nuestras investigaciones y por los intereses particulares que tenemos en el tiempo en que vivimos. Pero estas condiciones históricas que nos limitan también hacen que nuestra investigación sea posible. Es porque nuestra investigación ha alcanzado la etapa a la que ha llegado, con nuestro entendimiento del lenguaje, los quiebres, las acciones y las caracterizaciones, que podemos decir lo que aquí decimos acerca de los ámbitos de intereses humanos.Y es porque vivimos en el tiempo que vivimos, con nuestro interés por la educación y el diseño de uno mismo, que podemos construir y diseñar una interpretación del yo en términos de dominios permanentes de intereses. Nada de lo que aquí decimos finiquita algún aspecto de la teoría de la educación o de la identidad; lo que aquí hacemos es lo que resulta posible para investigadores y diseñadores en su ambiente histórico particular. II. Ambitos Permanentes de Intereses Ambitos de intereses son distinciones que nosotros como investigadores inventamos para observar lo que son los intereses humanos. Creemos que es posible producir una lista de los dominios de intereses que cada ser humano es. Basamos nuestra lista en nuestro entendimiento del ser humano como un ser lingüístico, con la capacidad de hablar y escuchar; esto es, crear distinciones en el mundo del lenguaje y actuar en el mundo hecho inteligible para él en distinciones lingüísticas. En otras palabras, los seres humanos son un tipo de criaturas que pueden crear un lenguaje de distinciones para los objetos, por ejemplo, sillas, piedras, nubes y manzanas, para las acciones: correr, levantar, sentarse; por ejemplo, para los juicios: bueno, alto, ancho, inteligente, y que pueden actuar juntos en ese lenguaje: sentarse en sillas, pedir manzanas, etc. Nuestra lista de ámbitos está dividida en tres grupos, de acuerdo con tres distinciones que hicimos sobre los seres humanos. Los seres humanos son: 1º Primero, seres lingüísticos, y mostraremos que viven en intereses inevitables para la vida de un ser lingüístico. 2º Segundo, los seres humanos viven en la historia; son seres históricos, nacidos en un mundo de conversaciones dadas, con prácticas e instituciones ya establecidas.Y vamos a distinguir dominios de intereses inevitables para dichos seres históricos. 3º Tercero, los seres humanos aparecen en cada caso © Copyright Derechos Reservados en el Mundo. Otorgados como Derechos de Uso a Gulliver S.A. Prohibida la reproducción, copia o publicación, parcial o total de este documento sin autorización escrita de Gulliver S.A. 3 Ambitos de Intereses Humanos como un yo ; presentan una identidad permanente en el tiempo. Y vamos a distinguir dominios de intereses inevitables para seres con tales identidades que cuidar. Estos tres - seres lingüísticos, seres históricos y seres con un yo - no están separados en la vida humana. Todo ser humano vive en el lenguaje, en la historia y en identidades simultáneamente. Nuestra historia es lingüística. Nuestras identidades son lingüísticas. Nuestra historia es una historia de identidades. Nuestras identidades son históricas. Nosotros somos todos estos seres a la vez. Las distinciones que aquí hacemos tienen un propósito analítico; las usaremos para hacer posible una observación rigurosa. 4 1º Los Seres Humanos como Seres Lingüísticos El primer grupo de ámbitos de intereses que vamos a distinguir tiene que ver con las condiciones de nuestra existencia como seres lingüísticos; los intereses que no podemos evitar tener por el sólo hecho que somos seres que participamos en lenguaje. Para esta análisis de los seres humanos como seres lingüísticos, vamos a distinguir cada dominio de intereses en un párrafo aparte; cinco en total: 1.A. Tenemos CUERPO y nuestro cuerpo es un dominio de intereses para nosotros. El lenguaje es, en último término, un fenómeno biológico. Hablar y escuchar no pueden ocurrir excepto como un fenómeno biológico en el cuerpo del que habla y del que escucha. La posibilidad de participar en conversaciones y de completar acciones formuladas en conversaciones depende de nuestros cuerpos. Para participar en conversaciones, debemos hacernos presente nosotros mismos, corporalmente, sea cara a cara con alguien, en el teléfono, escribiendo en un papel, mecanografiando en una computadora o de cualquier otra manera, lo que requerirá nuestra presencia física. Por lo tanto, nuestros cuerpos - su salud, su disponibilidad - se constituyen en un ámbito de intereses inevitables para nosotros como seres humanos. 1.B. El mundo que producimos en distinciones lingüísticas nos permite actuar. Una vez que hemos distinguido y practicado acciones como sentarse, caminar, hervir un huevo, escribir una carta, conducir un automóvil y otras, ellas se transforman en auto- máticas para nosotros. Dejamos de pensar en ellas. No nos angustiamos por ellas. No las planificamos, no nos preocupan, no pensamos en ellas al realizarlas. Se transforman en un “juego” para nosotros. Estas acciones incluyen las acciones que realizamos mientras jugamos, sin darles a ellas un significado especial ni a sus resultados. Somos, seguramente, casi constantemente criaturas que “jugamos” o “danzamos” en estas acciones automáticas. Estar en “juego”, de esta forma, es uno de nuestros intereses; ser capaces de escapar de la autoconciencia, de la actividad intencional para dejarnos llevar por una actividad agradable a veces inútil. En este documento llamamos a este dominio de intereses JUEGO o ESTETICA. Usamos el segundo término “estética”, para evocar las actividades artísticas tales como la pintura, el baile y la escultura, las que carecen de utilidad en un sentido estrecho. 1.C. El lenguaje es social. Es la creación social de distinciones para actuar juntos en el mundo. Para participar en el lenguaje, debemos participar en conversaciones con otras personas. En otras palabras, necesitamos construir redes de ayuda con personas con quienes participamos en conversaciones. En este trabajo llamaremos SOCIABILIDAD a este ámbito permanente de intereses. Solicitamos a otros que hablen con nosotros, abrimos conversaciones con otros, y nos juzgamos a nosotros mismos y a otros en este dominio, (por ejemplo, como “amistoso”, “poco amistoso”, “introvertido”, “abierto” etc.). Incluido en este dominio hay intereses no sólo para reunirnos y empezar a conversar con gente, sino también para establecer confianza como una posibilidad de hablar y escuchar abiertamente a las personas. Para actuar juntos en forma coordinada y cooperativa con otros, nosotros confiamos que ellos “cumplan lo que dicen”, esto es, que hagan promesas que van a mantener y afirmaciones que ellos crean verdaderas, produzcan distinciones con las cuales continúen comportándose en forma consistente y hagan peticiones que seriamente quieran ver cumplidas. Sabemos que habrá excepciones; que, a veces, otros nos mentirán, nos decepcionarán o traicionarán en alguna forma nuestra confianza en ellos. Esta cuestión de la confianza, nuestro interés en poder aceptar lo que otros dicen - que no estén escondiendo una conversación privada que se con- © Copyright Derechos Reservados en el Mundo. Otorgados como Derechos de Uso a Gulliver S.A. Prohibida la reproducción, copia o publicación, parcial o total de este documento sin autorización escrita de Gulliver S.A. Ambitos de Intereses Humanos trapone con lo que nos dicen a nosotros - es parte del ámbito de intereses que llamamos “sociabilidad” Cuando decimos que éstos son ámbitos de intereses permanentes para los seres humanos, no estamos diciendo que todos los seres humanos estén constantemente preocupados en forma consciente por ejemplo, en establecer redes de ayuda con gente confiable para conversar. La mayor parte del tiempo, todos nosotros vivimos sin considerar explícitamente estas materias. Por lo tanto, la mayor parte del tiempo, la sociabilidad (y los otros dominios que hemos considerado en este trabajo) están en el “trasfondo”. No estamos explícitamente conscientes de su existencia; pero, en cualquier momento, en los quiebres, ellos pueden transformarse en intereses conscientes para nosotros. Por ejemplo, cuando nuestra confianza es traicionada o cuando nos faltan personas para conversaciones que consideramos importantes, la sociabilidad se convierte explícitamente en un interés importante. Entonces podemos juzgar abiertamente la confiabilidad de la gente a nuestro alrededor y preguntarnos con quién abriremos conversaciones, para asegurarnos de quiebres similares en el futuro. Lo mismo es cierto para los otros ámbitos de intereses que aquí hemos identificado. Nuestro cuerpo no aparece como un interés explícito en nuestras conversaciones cotidianas hasta que ocurre un quiebre. Por ejemplo, nos enfermamos, o no podemos asistir a una reunión porque tenemos que estar en otro lugar. Los ámbitos de intereses que aquí estamos identificando son las estructuras permanentes de los quiebres y los intereses explícitos que aparecen en el diario vivir. Aparecen en nuestros miedos, en nuestras celebraciones y en nuestros juicios y caracterizaciones de nosotros mismos y los demás. Son la estructura de los intereses que no se pueden evitar en la existencia humana. 1.D. Cada ser humano nace en una FAMILIA. La familia es una red natural de conversaciones. Provee un dominio de intereses que no son materia de la incumbencia individual de la persona. La familia es una red de intereses compartidos. Por ejemplo, la salud de un miembro de nuestra familia es un interés de cada uno de nosotros. 1.E. Al cooperar y coordinar nuestras acciones en el lenguaje con otras personas, les hacemos promesas. Decimos que completaremos alguna acción en algún tiempo. Ahora bien, hacer la promesa no completa la acción; por lo tanto, mientras actuamos para cumplir el compromiso que hicimos estamos interesados en el TRABAJO. Estamos abocados a cumplir nuestros compromisos de ejecutar ciertas acciones y estamos interesados en que otros alrededor nuestro cumplan sus compromisos de acción con nosotros. En nuestro diario vivir, este dominio aparece ante nosotros en nuestro interés de que un trabajo sea terminado, en nuestra planificación de cómo completar el trabajo de algún proyecto, y en nuestra caracterización de nosotros mismos y de otros como “diligente”, “flojo”; etc., según si son efectivos o no en completar las acciones que han prometido realizar. Estos cinco dominios - cuerpo, estética o juego, sociabilidad, familia y trabajo - son los dominios que reclamamos como condiciones para la existencia lingüística. En otras palabras, son ámbitos de intereses de los seres humanos como seres lingüísticos. Ellos son obtenidos de lo que se necesita para hablar y escuchar: un cuerpo en donde el hablar y escuchar son generados como un fenómeno biológico, “juego” en acción en un mundo hecho comprensible en distinciones lingüísticas, una red social de oradores y oyentes, compartir intereses con otros, y trabajo para realizar compromisos de acción hechos en el lenguaje. 2º Los Seres Humanos como Seres Históricos El siguiente grupo de ámbitos de intereses que incluye educación, carrera, dinero y “mundo”, tiene que ver con intereses que no podemos evitar como seres humanos en cuanto somos seres históricos. Los seres humanos nacen en un mundo de conversaciones que ya están ocurriendo. En esas conversaciones las prácticas estándar ya han sido inventadas; entonces nacemos en un mundo de otros ya participantes en esas prácticas estándar, con expectativas, anticipaciones, rutinas, etc., en las cuales nosotros aún no participamos. El mundo a nuestro alrededor involucra una historia a la que necesitamos incorporarnos. También, como seres humanos, tenemos futuro. Nuestro futuro no está determinado; tenemos que inventarlo en las conversaciones que tendremos. Nuestra historia, incluyendo la historia del mundo a nuestro alrededor, nos provee una base para que © Copyright Derechos Reservados en el Mundo. Otorgados como Derechos de Uso a Gulliver S.A. Prohibida la reproducción, copia o publicación, parcial o total de este documento sin autorización escrita de Gulliver S.A. 5 Ambitos de Intereses Humanos 6 inventemos el futuro. Nuestro futuro es la continuación, inventada por nosotros, de nuestra historia de conversaciones. 2.A. El primer ámbito permanente de intereses que distinguimos en este grupo, basados en la existencia histórica en que viven los seres humanos, es la EDUCACION. Este dominio es aquel ámbito de intereses por convertirnos en competentes en las prácticas estándar del mundo. Desarrollar competencia en otras prácticas es necesario para nuestro desempeño en el mundo público. Necesitamos desarrollar competencia en algunas prácticas para sobrevivir: alguna habilidad, oficio o profesión. Además, desarrollar competencias en las prácticas estándares de habilidades cotidianas como leer y escribir, conducir un automóvil, leer un mapa, y destrezas de participación social, como conversar, comportarnos éticamente y de acuerdo con cánones habituales, son necesarias para nuestro desempeño social, para nuestra aceptación en conversaciones con otros. Los intereses por ganar competencia en todas estas destrezas caen en lo que llamamos el dominio de la educación o aprendizaje. 2.B. Cada ser humano tiene ante si la pregunta de qué es lo que hará con su vida. En parte, esto es un interés práctico para sobrevivir. Pero, más fundamentalmente, es el interés por inventar una dirección para las posibilidades y acciones de nuestra vida. En este trabajo llamaremos a este ámbito de intereses el dominio de la CARRERA. Este dominio es el de intereses por el futuro que inventará para usted mismo: en qué prácticas estándar desarrollará usted competencia, de qué áreas de quiebres públicos dará usted cuenta, qué nuevas posibilidades en qué prácticas estándar va a inventar. 2.C. Ningún ser humano puede evitar el interés por su viabilidad biológica y social. Cada uno de nosotros busca desarrollar su propia habilidad para asegurar las condiciones de vida - comida, vivienda, ropa - para su futuro. Y cada uno busca desarrollar la habilidad para concitar la confianza de otros para sus conversaciones futuras; por ejemplo, poder intercambiar promesas con otros y ser confiable en el mercado. En nuestro propio tiempo, dichos intereses pueden aparecer como el interés por mantener buen “crédito”; consiguiendo que otros estén dispuestos a ofrecer algo a nosotros ahora en respuesta a nues- tra promesa de proveer algo a ellos en un tiempo más adelante. Llamamos a este ámbito de intereses DINERO O PRUDENCIA. Es el dominio de intereses que cada uno de nosotros tiene por su viabilidad futura en el mundo público. El dinero por si solo - efectivo, inversiones - es una herramienta para asegurar esa viabilidad. 2.D. Cada ser humano vive en una comunidad de otros, con quienes él participa en organizaciones e instituciones. Esta comunidad puede ser una comunidad política, con leyes e instituciones de gobierno. Puede ser una comunidad profesional. O puede ser una comunidad menos formal, como un círculo de amigos con instituciones y prácticas informales, tales como juegos de cartas semanales o reuniones-almuerzo. PERTENENCIA a estas comunidades es el ámbito de intereses que estamos distinguiendo aquí. Ser miembro provee la posibilidad de participar en las instituciones de una comunidad. Para muchos de nosotros, nuestra pertenencia política en un estado nos provee la posibilidad de participar en un sistema de dinero, un sistema de leyes civiles y criminales, organizaciones para la acción en una escala que no es posible para nosotros como individuos (por ejemplo, la investigación científica) etc. 2.E. La historia del mundo a nuestro alrededor es más amplia que aquello que incide directamente sobre nuestra vida individual. Hay otras “culturas”, “personas”, “sociedades” o “civilizaciones” que aquella en la cual nosotros vivimos. Y nuestros intereses son más amplios que los quiebres y asuntos del diario vivir. Nos preocupa el futuro de nuestro país y el futuro del mundo más allá del alcance de nuestra propia vida. Nos preocupa el bienestar de personas a las cuales nunca veremos y que viven en lugares y tiempos que no visitaremos. Nos interesa saber más y más sobre nuestro mundo y el universo en que se encuentra. En este trabajo llamaremos a este ámbito de intereses EL MUNDO. 3º Los Seres Humanos como Identidades Individuales Los últimos tres ámbitos permanentes de intereses que distinguiremos aquí surgen de la existencia de cada ser humano como “un yo”, con una perspectiva individual para observar y enjuiciar el mundo. Estos tres dominios son dignidad, situación y espiritualidad. © Copyright Derechos Reservados en el Mundo. Otorgados como Derechos de Uso a Gulliver S.A. Prohibida la reproducción, copia o publicación, parcial o total de este documento sin autorización escrita de Gulliver S.A. Ambitos de Intereses Humanos 3.A. Cada ser humano está interesado que sus acciones y posibilidades sean valiosas para su propia integridad; que sus acciones sean consistentes con su propia declaración de estándares de acción. Este dominio de intereses por la autovaloración de uno mismo es lo que aquí llamamos DIGNIDAD. “Valioso” es un juicio que uno hace a la luz del entendimiento público de lo que es valioso. Por ejemplo, acciones y posibilidades que tiendan a aliviar la pobreza son normalmente entendidos públicamente como valiosas. Cada individuo se ve a sí mismo comparado con tales estándares públicos y se enjuicia a sí mismo. Debemos hacer hincapié que no es una cuestión de hecho el que las acciones o posibilidades que produce un individuo sean valiosas; los estándares públicos no deciden necesariamente la evaluación que él hace de si mismo. Es perfectamente posible, por ejemplo, que Albert Schweitzer pueda evaluar sus acciones médicas en el Africa como irrelevantes, a pesar de la opinión pública. Es también perfectamente posible que alguien de poca reputación o que despierta poca admiración, incluso entre aquellos cercanos a él, pueda valorar sus propias acciones como extremadamente valiosas. “Integridad” es también un juicio que uno hace acerca de la consistencia de las acciones de una persona con sus propias declaraciones de estándares o virtudes por los que se guiará. Si usted ha declarado que vivirá una vida generosa, digamos, y nunca contribuye a causas caritativas ni se ofrece para dar ayuda a otros cuando usted podría hacerlo, se puede enjuiciar a sí mismo como falto de integridad. Usted está diciendo, en este caso, que no vive de acuerdo con el modelo de acción que fijó para si mismo. 3.B. Todo ser humano evalúa y está interesado por la posibilidad de hacer algo positivo en el mundo y en su vida, dada la situación en que él se encuentra. Este inevitable interés humano es lo que aquí llamamos SITUACION. Lo que decimos, en otras palabras, es que cada uno está interesado en evaluar los hechos que se han desarrollado alrededor de él, las competencias y limitaciones de sí mismo y las competencias y limitaciones de otras personas con respecto a las posibilidades positivas y negativas que tienen para él. “Positivo” y “negativo”, recuerde, son juicios que él hace, y su “situación” sólo existe en su observación de lo que él llama su “situación”. Así, una persona que observa hechos, a si mismo, y a otras personas, y evalúa que sólo tiene posibilidades negativas - él sospecha que su esposa le pedirá el divorcio, que no podrá cumplir con los pagos de su casa, etc., etc. - va a estar deprimido. Diremos que está en un estado depresivo. Una persona que observa su situación y evalúa que tiene muchas posibilidades positivas - él tiene un nuevo trabajo que espera le provea nuevos desafíos y gratificaciones, a sus niños les está yendo bien en el colegio, etc., etc. - puede ser optimista y entusiasta. Estos términos para estados de ánimo - “deprimido”, “optimista”, “entusiasta”, y otros - corresponden a lo que un observador dice de una persona. Son términos que un observador usa para caracterizar a una persona en este ámbito de intereses. La persona por sí misma puede no evaluar explícitamente su situación; por lo general cae en un estado de ánimo que otros observan y luego le atribuyen a él juicios sobre sus propias posibilidades. Decimos, por ejemplo, que alguien está deprimido y que no ve posibilidades para si mismo, o que está entusiasmado y ve muchas nuevas posibilidades positivas. 3.C. Finalmente, cada uno de nosotros es un observador de la facticidad de la vida. Nadie puede evitar observar que, en algunos aspectos, la vida es tal como es, prescindiendo de lo que quisiéramos o deseáramos y prescindiendo de las ilusiones y esperanzas con las cuales vivimos. Estamos todos acá, todos vamos a morir y la vida tiene estructuras inevitables, tal como la estructura de intereses que aquí estamos distinguiendo. Este carácter inalterable de la vida es lo que llamamos la “facticidad” de la vida. El interés por la facticidad de la vida no es un interés limitadamente práctico. No es un interés por alimentarnos, por proveer para nuestra familia, por asegurar nuestro porvenir, o algo similar. Sin embargo, es un interés que no podemos evitar en tanto seamos observadores de la facticidad de la vida. La aceptamos, tal vez, al aceptar que vamos a morir o que no se puede predecir el futuro. O, tal vez, nos maravillamos ante esto, regocijándonos de tener nuestra vida y nuestros intereses. O, tal vez, evitamos aceptarlo y construimos ilusiones que toman su lugar, para defendernos de la muerte o controlar todo lo que pasará en el futuro. Ignoramos la facticidad de la vida al ignorar que moriremos, actuando como si tuviéramos un © Copyright Derechos Reservados en el Mundo. Otorgados como Derechos de Uso a Gulliver S.A. Prohibida la reproducción, copia o publicación, parcial o total de este documento sin autorización escrita de Gulliver S.A. 7 Ambitos de Intereses Humanos tiempo infinito para perseguir cada posibilidad. Llamamos en este trabajo al interés por la facticidad de la vida ESPIRITUALIDAD. Estos son los trece dominios que proponemos como inevitables, como ámbitos permanentes de intereses para los seres humanos. Estos no son los únicos ámbitos de intereses que usted puede distinguir para ciertos propósitos; por ejemplo, usted puede querer distinguir dominios como comercio, agricultura o banco, dependiendo de su propósito de llamar la atención al observar a personas y acciones, proponer acciones o caracterizar personas. Lo que decimos es que estos trece dominios que aquí hemos distinguido son ámbitos inevitables y permanentes para observar y diseñar nuestras vidas. III. Ambitos, Quiebres y Acciones Dijimos que estos trece son ámbitos de intereses inevitables para cada ser humano, prescindiendo del tiempo y lugar donde vive. Son también dominios en donde aparecen a diario quiebres e intereses habituales. Para ayudar a un mayor entendimiento de cómo aparecen estos ámbitos en el diario vivir, mire el siguiente cuadro de los trece dominios y a los intereses y quiebres habituales que están a su lado. Ambitos Permanentes de Intereses: Intereses y Quiebres habituales 8 Cuerpo: Salud, enfermedad, accidentes, compromisos, disponibilidad y no disponibilidad para reuniones y compromisos. Juego o estética: Entretención, recreación, arte y apreciación de el arte. Sociabilidad: Abrir nuevas conversaciones, hacerse de nuevos amigos, mantener amistades, romper amistades, confiar en lo que otros dicen, establecer confianza en si mismo. Familia: Tener hijos, educación de los hijos, matrimonio. Trabajo: Completar acciones a las que se ha comprometido, hacer su trabajo. Educación: Ganar competencia, destreza en algún área. Carrera: Elegir una dirección a tomar en la vida, elegir una carrera o una profesión, sea para prepararse a ella o para ejercerla. Dinero o prudencia: Tener dinero suficiente para mantenerse a sí mismo, su salario, su reputación entre aquellos con los cuales trata. Pertenencia: Participación en un club, asociación profesional, en organizaciones, o instituciones de gobierno, llegar a ser miembro en una sociedad o club, ser ciudadano. MundoPolítica, el medio ambiente, otros países o culturas. Dignidad: Respeto a sí mismo, autoestima, falta de autoestima, conflictos entre sus estándares de acción y sus acciones. Situación: Disposición, temperamento, emociones, juicios sobre “cómo se están dando las cosas”. Espiritualidad: Filosofía, poesía, religión, humor, (reírse de nuestra no aceptación de la facticidad de la vida, sin ser agobiados por eso). No todas las personas viven con todos o incluso con algunos de estos intereses y quiebres habituales. Damos la lista solamente para ilustrar como estos trece dominios permanentes de intereses nos permiten observar los intereses y quiebres cotidianos. Decimos que estos trece ámbitos de intereses son inevitables en la vida de cada uno. Esta es una afirmación acerca de la facticidad de la vida para seres lingüísticos e históricos y con identidad propia. Nosotros, y todo ser humano, vivimos en estos dominios. Nadie puede escapar de ellos. Enfatizamos que nuestra afirmación no pretende establecer alguna “verdad” sobre la existencia humana. Nuestra afirmación se refiere al diseño de nosotros mismos como observadores de nuestra propia vida. Otros diseños pueden ser propuestos, y lo que aquí proponemos puede ser modificado. Lo que nos importa no es conocer la “verdad última” de la existencia humana; lo importante es cómo nos construimos ahora como observadores y diseñadores de nuestra propia vida. Lo que proponemos es que nos observemos a nosotros mismos en estos trece ámbitos de intereses inevitables y permanentes: que observemos nuestras acciones, nuestras posibilidades, nuestros quiebres, nuestros juicios y caracterizaciones, desde la estructura de estos trece dominios. Hemos visto ya los quiebres habituales en los ám- © Copyright Derechos Reservados en el Mundo. Otorgados como Derechos de Uso a Gulliver S.A. Prohibida la reproducción, copia o publicación, parcial o total de este documento sin autorización escrita de Gulliver S.A. Ambitos de Intereses Humanos bitos permanentes de intereses. Ahora veremos otro cuadro, esta vez mostrando acciones habituales y posibilidades de acción en cada dominio. Ambitos Permanentes: Acciones Habituales y Posibilidades de Intereses Cuerpo: Ejercicio, exámenes médicos, viajar a una cita. Juego o estética: Tomar vacaciones, ver películas, ir a un museo de arte, pintar, armar un puzzle. Sociabilidad: Invitar a una persona no conocida a una conversación, reunirse con un viejo amigo, declarar confiable o no confiable a otra persona. Familia: Casarse, mandar a los niños al colegio o universidad. Trabajo: Terminar un informe, escribir una carta. Educación: Matricularse en un curso, leer un libro. Carrera: Elegir un grado superior en la universidad, buscar un nuevo trabajo. Dinero o prudencia: Invertir dinero, negociar un nuevo sueldo, comprar un seguro de salud. Pertenencia: Unirse a una organización profesional, hacerse ciudadano de un país nuevo, buscar un nuevo club. Mundo: Trabajar en una campaña política, visitar otros países u otras culturas. Dignidad: Declarar a su trabajo como una fuente de orgullo personal, declarar a su trabajo no significativo, declarar estándares de acción para regir su vida. Situación: Declarar que su futuro se presenta bueno o malo, declarar que ha estado suponiendo que tiene más posibilidades que las que efectivamente tiene, discutir sus posibilidades con otras personas. Espiritualidad: Reflexionar sobre la facticidad de la vida, ir a la iglesia, tener conversaciones filosóficas con otras personas. Estos son ejemplos de clases de acciones que todos realizamos, dado que vivimos en esos trece ámbitos de interés. Nuestras acciones y posibilidades en la vida no son aleatorias, tienen la estructura de los intereses que somos; actuamos en los intereses en los cuales vivimos. Por ejemplo, en y desde nuestro interés por nosotros como cuerpo, vamos al médico para someternos a examen, viajamos (movemos nuestro cuerpo) para estar presentes y realizar acciones que nos hemos comprometido a hacer, etc. En y desde el interés por nuestra familia, elegimos colegios para enviar a nuestros hijos, cuidamos de nuestros maridos, esposas, hijos y parientes. Debemos notar que los tipos de acciones y posibilidades que listamos en el cuadro no sólo caben en uno de los ámbitos. Por ejemplo, “leer un libro” es un tipo de acción que puede ser tomada en el ámbito de la educación, y puede simultáneamente ser una acción que tomamos en el dominio de la carrera, familia o cuerpo. Como observadores de nuestras acciones y posibilidades, inmersos en diferentes intereses al mismo tiempo que observamos, diremos que la misma acción o la misma posibilidad será generada desde distintos intereses. Por ejemplo, digamos que Ud. recién ha vuelto de unas vacaciones en California. Si usted, como observador, está inmerso en los intereses del juego, puede observar su acción (tomar vacaciones) como generada desde el interés por el descanso y la recreación. Si está, como observador, inmerso en los intereses de la sociabilidad, podemos observar su acción como generada desde el interés por encontrarse con nuevas personas o renovar antiguas amistades. Los trece ámbitos no están siempre separados en la vida; ellos interactúan y aparecen simultáneamente en los quiebres y acciones cotidianos. No entraremos aquí a una discusión más extendida de la estructura de los ámbitos de acciones y posibilidades en las que participamos. Lo que queremos hacer aquí es solamente mostrar cómo los dominios de intereses que hemos distinguido se muestran, aparecen en, nuestras acciones y posibilidades diarias. Lo importante en este punto es solamente ver que los tipos de acciones que formulamos, realizamos y observamos son tipos de acciones en los ámbitos de intereses que somos. Típicamente, muchos de nosotros consideramos la acción como movimiento de nuestro cuerpo, y nuestras posibilidades para la acción como generadas por la posibilidad de movimiento que nos da nuestro cuerpo. Lo que decimos aquí es algo muy diferente; nuestras posibilidades de tomar y observar acciones son generadas por la estructura de los intereses que somos. Diremos más sobre las relaciones entre los ámbitos de intereses y la acción más adelante, en la sección siguiente del documento relacionada con “discursos” © Copyright Derechos Reservados en el Mundo. Otorgados como Derechos de Uso a Gulliver S.A. Prohibida la reproducción, copia o publicación, parcial o total de este documento sin autorización escrita de Gulliver S.A. 9 Ambitos de Intereses Humanos IV. Ambitos, Juicios y Caracterizaciones Ahora queremos observar otro cuadro. Esta vez, veremos como los trece dominios aparecen en nuestros juicios y caracterizaciones. Los seres humanos enjuician sus propias acciones y las de otros y atribuyen características persistentes a si mismos y a otros como observadores de las acciones que realizan y como participantes en los ámbitos de intereses. Por ejemplo, dado que a usted le interesa su cuerpo, puede caracterizarse como “fuera de forma”, que no se ejercita lo suficiente para conservar la salud, que pone su futuro como un cuerpo en peligro. O, dado que está interesado en el dominio de la sociabilidad, usted enjuicia la confiabilidad de otras personas; puede observar que ellos mantienen sus promesas y los caracteriza como confiables. En este cuadro presentaremos los trece ámbitos con términos típicos de juicios y caracterizaciones usadas por las personas para hacer caracterizaciones y evaluaciones de si mismos y de otros. De nuevo, a lo que queremos llamar la atención es cómo la estructura de intereses que hemos propuesto aparece en el diario vivir de todos nosotros, esta vez en nuestras caracterizaciones y juicios. 10 Ambitos Permanentes: Términos de Caracterizaciones de Intereses y Juicios Cuerpo: Sano, cansado, enfermo, fuerte, débil, en buen estado, en mal estado. Juego o estética: Divertido, aburrido, artista, bromista, poco creativo. Sociabilidad: Afable, amistoso, tímido, introvertido, sociable, distante, honesto, confiable, no confiable. Familia: Dedicado, egoísta, amante, preocupado, negligente. Trabajo: Diligente, fácil de llevar, trabajador, flojo, trabajador obsesivo. Educación: Inteligente, lento, hábil, astuto, torpe, estúpido, rápido, estudioso. Carrera: Ambicioso, sin ambición, apático, unilateral. Dinero o prudencia: Prudente, económico, gastador, conservador, imprudente. Pertenencia: Involucrado, independiente, excluido, activo. Mundo: Políticamente activo, apolítico, interesado, localista, cosmopolita. Dignidad: Digno, indigno, megalomaníaco, íntegro, falto de integridad. Situación: Pacífico, melancólico, sabio, optimista, resignado, pesimista, depresivo, entusiasta. Espiritualidad: Espiritual, mundano, religioso, reverente, filosófico, poético, reflexivo, pedestre, chato. Al leer el cuadro, observe que los términos que hemos listado no constituyen caracterizaciones y juicios en si mismos. Las caracterizaciones y los juicios son dichos en conversaciones por personas particulares, en un tiempo particular, sobre personas y acciones particulares, y en contextos particulares de conversaciones. Lo que hemos listado en el cuadro son términos - palabras - comúnmente usadas por las personas al caracterizar y enjuiciar. Dependiendo de la conversación y del contexto de la conversación, el mismo término puede ser usado para caracterizar a una persona en diferentes dominios. Por ejemplo, usted puede decir de una persona que es “negligen- © Copyright Derechos Reservados en el Mundo. Otorgados como Derechos de Uso a Gulliver S.A. Prohibida la reproducción, copia o publicación, parcial o total de este documento sin autorización escrita de Gulliver S.A. te”, entendiendo por ello, en un momento, que no comparte intereses y proyectos con su familia, y en otro, que no hace mucho por cuidar la salud de su cuerpo. En el primer caso, “negligente” es un término para caracterizar a alguien en el dominio de la familia; en el segundo caso, es un término que caracteriza a alguien en el dominio del cuerpo. Las caracterizaciones y los juicios son fenómenos diarios. Las conversaciones de las personas, tanto sus conversaciones públicas como sus conversaciones silenciosas consigo mismos, están llenas de caracterizaciones y juicios. Las personas caracterizan y enjuician con propósitos particulares - digamos, al evaluar a un potencial empleado o socio - o automáticamente; por ejemplo, cuando caracterizamos ociosamente a gente famosa o a gente que vemos en la calle y que verdaderamente no conocemos. Típicamente sin que nosotros lo notemos, las caracterizaciones y los juicios imponen entre nosotros ciertos estándares o expectativas de comportamiento. Por ejemplo, usted está sentado con unos amigos viendo una película en la televisión y uno de ellos dice que cierto personaje de la película es “completamente criminal”. Al escuchar a su amigo, usted notará las acciones del personaje que provocan tal caracterización: él ha robado plata a sus compañeros, ha roto promesas a clientes, etc. En lo que dice su amigo usted también escucha desaprobación sobre el personaje, y sobre cualquier persona real que actúe como él lo hace. Dos cosas pueden pasar ahora: a) Primero, si usted respeta la caracterización de su amigo, incluyendo sus aprobaciones y desaprobaciones, puede entender que esta caracterización le ofrece algo para aprender de sus propias acciones. Para que se pueda desempeñar bien en el dominio que hemos llamado “sociabilidad” usted necesita abstenerse de acciones como aquellas realizadas por el personaje de la película. La caracterización de su amigo ha gatillado una recomendación con respecto a sus propias acciones. b) Segundo, usted puede aceptar la caracterización de su amigo como indicador de un estándar para sus propias caracterizaciones de personas. Si usted respeta sus caracterizaciones, puede imitarlo en su propia práctica de caracterización de personas. Desaprobará a cualquiera que realice acciones como aquellas del personaje de la película. De este modo los estándares de caracterización pueden ser compartidos públicamente por más y más personas. Estos dos últimos puntos - cómo las caracterizaciones en cada uno de los ámbitos pueden producir estándares de acción y ulteriormente prácticas públicas de caracterizaciones en los dominios - provocan la gran pregunta con la que terminaremos este trabajo. Hemos mostrado hasta ahora lo que proponemos son ámbitos inevitables y permanentes de intereses para todo ser humano. Hemos mostrado también como aparecen estos dominios en los quiebres, intereses, acciones, posibilidades, caracterizaciones y juicios cotidianos. La siguiente pregunta a considerar es la de “qué vidas vivimos”: cuáles son nuestros patrones típicos de vida en estos ámbitos de intereses. Todos compartimos lo que llamamos por el momento “maneras de ser” en estos dominios: modos de tener intereses con el cuerpo y modos de dar cuenta de ellos, con la familia, con las redes sociales de conversaciones etc. Compartimos este “modo de ser” en nuestro tiempo con otros.Y estos “modos de ser” pueden haberse modificado con la historia. Históricamente las personas pueden haber cuidado diferentemente de su cuerpo. En un caso, una persona puede dedicar tiempo al entrenamiento de habilidades atléticas; en otro caso, puede mostrar interés exclusivamente para prevenir enfermedades. Otra, aun, puede practicar y aprobar la práctica ascética de desinterés por el cuerpo. Para entender como participamos todos en tales “modos de ser”, necesitamos estudiar lo que llamaremos los “discursos” en los cuales todos vivimos en los trece ámbitos permanentes.