el monumento - Biblioteca Nacional de Colombia

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E L MONUMENTO
A
LA
o 105
A
e
H lA
Las autoridades municipales de Chía han teotro monumento lega a la posteridad el recuernido la feliz idea de erigir un monumento en la
do de la raza chilena; en Río de Janeiro son de
plaza principal de aquella simpática y progrE'admirar las estatuas de Chauhtemoc y de Atasista población, a la diosa que en la mitología
hualpa. y las plazas ostentan en hermosos bron chibcha inmortalizó el
ces las figuras de los
nombre de Chía.
primitivos moradores del
Este bello gesto no deBrasil, los tupís de la
be pasar inadvertido, ~
costa, los guaranís del
queremos llamar la ?teninterior y los moradores
ción hacia él, p'orque es
del Amazonas, con sus
un ejemplo para el pait"
emblemas y los animales
entero, ejemplo que de·
característicos de las
be imitarse, ya que la carespectivas regiones.
pital de la república no
Pero Bogotá no ha heha sabido darlo, como era
cho nada para rendir un
su deber.
merecido homenaje 8.
La mayoría de los paínuestros aborígenes, 13
es de América han conlos que nos han dado
sagrado un recuerdo a
historia y formaron el
los aborígenes o han glotemple, e inocularon el
rificado su memoria en
altivo valor de los criomonumentos de gran
llos que contribuyeron
valor: va a hacer medio
con su sangre y sus visiglo que en la capital de -:::;;~~~§§~~§§§§§§§§§~=- das a darnos patria inUn dibujo del monumento.
Méjico se erigió un sodependiente; y en Coberbio monumento a Guatimocin, el último de
lombia la única providencia tomada hasta ayer,
los príncipes aztecas, que es uno de los mejores
fue durante la administración de don Carlos
Holguín, quien dictó el decreto por el cual se
de aquella ciudad; en Lima, una bella estatua
ordenó la erección de un monumento a Tisquesobre pedestal incaico perpetúa la memoria de
SII f! 8, el último monarca chibcha, en el llamado
Manco Capac, el Hijo del Sol y fundador de la
Cercado del Zipa, en Facatativá; pero la iniciagran dinastía de los Incas, y en una fuente monumental de aquella ciudad se glorifica, en un
tiva, lo mismo que la primera piedra colocada
hace cuarenta y seis años, quedó sepultada en
grupo escultórico de mérito artístico, a las rael olvido. Ya la Sociedad de Mejoras y Ornato
zas; en Montevideo, el monumento al Gaucho
de Bogotá y la Academia Colombiana de Hisrinde homenaje al uruguayo autóctono; en Buetoria han insinuado a la Junta Pro-Centenario
nos Aires, en varios de sus monumentos se rela idea de levantar un monumento a los muislieva la figura de sus aborígenes; en Santiago,
sE' inmortalizó en el bronce al "Roto Chileno", y
cas; pero el mérito del primer paso efectivo
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Senderos
dado hasta hoy para cumplir con este deber
histórico y cultural. corresponde al municipi0
de Chía.
:81 monumento es de proporciones modesta .
como es natural para lo exiguo del presupuesto
municipal, y sin entrar a hacer un estudio crítico de su parte artística, lo que no es fácil
con la sola vista de los planos, damos una ligera descripción a nuestros lectores y presentamos una fotografía para que el público puedf-l
darse una idea aproximada de él.
El basamento está formado por tres escalo·
nes circulares, forma muy generalizada en 18
olanta de las habitaciones del país de los zipas:
' obre él cescansa un pedestal de piedra, de 1-90
de altura, en forma de prisma triangular, figura original y acorde con los dibujos geométricos usados por lo indígenas.
En las tres caras del prisma, se destacarán, en alto relieve, sendas figuras simbólicas. En la de la derecha, una escultura de
mujer abraza unas espigas de maíz i esta plan .
ta, según algunas leyendas muiscas, salió de
las costillas de la luna, y al decir de otros, "el
mono del maíz enciende la luna", y por lo tan to está muy bien elegida por los artistas del
monumento a la Luna. En la cara de la izquierda esculpirán la figura de un indio suavemente
al.:.oyado en la maza, su terrible arma de combate y elemento útil para sus industrias, indio
que lleva terciado a la cintura el imprescindible talego o mochila en donde los indígenas car gan la coca, el tabaco o los narcóticos. La figurd
que para la cara posterior del prisma han proyectado los escultores, es la caracterizada del
buho con una serpiente en el pico: el buba eR
un animal lunar y la serpiente un símbolo mítico, de variado significado, de todas las tribus
salvajes, y el conjunto de estos dos animales
es ya conocido por los arqueólogos, pues escultura muy semejantes han sido halladas entre
las ruinas de la población de San Agustín.
Corona el sencillo monumento la estatua ell
piedra de la Luna. Bien abido e que Saguanmachica, el má antiguo de los zipas que gobernaron laR poder08as tribus chibchas con sus
numerosas legiones, tuvo como asiento de su
reino a Chía. La tradición nos cuenta que este
nombre de Chía corresponde a una mujer bellísima, el genio del mal, causante de grandes
desgracias para la humanidad y que en su perversidad inundó la sabana de Bacatá, mujer con
quien tuvo que luchar su esposo Bochica, el héroe legendario de lo:> chibcbas, civilizador y al' ·
ganizador que dio salida a las aguas por el salto
de Tequendama; al morir, Chía pasó a ser la
Luna.
Los artistas han representado a esta diosa
mitológica en cuclillas, con un niño recostad o
en su regazo e incJiuada hacia adelante en actitud de oración; los pies del niño y el pico del
tocado semejan los cuernos de una luna en
cuarto creciente, logrando darle al conjunto de
la estatua el efecto y la apariencia de la Luna .
Encierra el monumento una verja de dibujo
y grecas indígenas, y cuatro faroles coloniales
sobre altas y sencillas columnas, servirán para
el alumbrado, pudiendo así simbolizarse la luz
de la fe que los colonizadores trajeron a los infieles moradores de la meseta andina.
Reciban nuestra sincera feli"citación las autoridades de Chía, especialmente el señor peronero, don Luis Quintero, gran animador de
e ta idea, y el concejo que ha decretado el monumento, aplauso que hacemos extensivo a los
jóvenes escultores que han sabido interpretar
este motivo de manera tan original como artística.
DANIEL ORTEGA RICAUR TE
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