Anticatolicismo, pasatiempo nacional

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Anticatolicismo, pasatiempo nacional
Comunicadores católicos / Líderes católicos de opinión. Entrevistas
Por: . | Fuente: anticatolicismohoy.blogspot.com
Si bien el ANTICATOLICISMO es un sdrome que se detecta en todo el mundo,quiero comenzar este blog con una frase harto expresiva de esta
realidad, tomada de una carta del arzobispo de Nueva York, Mons. Timothy Dolan, dirigida al New York Times, donde denuncia graves prejuicios
y discriminaci del periico contra la Iglesia Catica en Estados Unidos.
- Por supuesto New York Times censurla carta y no la public
- Por supuesto, Laurie Goodstein, corresponsal nacional de religi del New York Times, respondial arzobispo con una carta.
- Por supuesto, Goodstein en esa carta no responde las acusaciones del arzobispo.
- Por supuesto, la fresca Goodstein ingresal blog del arzobispo y publicsu propia carta sin pedir permiso.
- Por supuesto Dolan no censurla carta de Goodstein.
- Por supuesto, dado que en Israel hay 80% de juds y 2,3% de cristianos, los responsables de religi de los medios de comunicaci son juds. Qui
aceptar lo contrario!
- Por supuesto que, a pesar de que en Estados Unidos hay 80% de cristianos y so 1% de juds, la responsable de religi del New York Times es
Goodstein.
- Por supuesto, m abajo, yo publico la carta de Dolan, censurada por el New York Times, traducida al espal.
- Por supuesto, publico los enlaces de todos los artulos a los que se refiere Mons. Dolan en su carta, tal cual lo hace mismo.
La idea es tolerancia y respeto, valores muy importantes, pero de los cristianos hacia los dem, no al rev. Siga leyendo y verque la discriminaci se
pone m interesante todav!
BIEN, AQUI EL PARRAFO CENTRAL DE LA CARTA
"Una personalidad como Arthur Schlesinger Senior se refirial anticatolicismo como la mayor discriminaci del pueblo estadounidense,
mientras que John Higham lo describicomo la tradici m excepcional y tenaz de agitaci paranoica de la historia de Estados Unidos.
Paul Viereck lo ve como el antisemitismo de la izquierda,
mientras que el Profesor Philip Jenkins subtitula su libro sobre este tema como el ltimo prejuicio aceptable.
Y aquva la carta completa, sin censura:
"Anticatolicismo
29 de octubre de 2009
El siguiente artulo fue enviado al New York Times en una versi un tanto reducida, como un artulo independiente. El New York Times se nega
publicarlo. Pensque Ud. podr estar interesado en leerlo.
PELOTA FUERA DE CANCHA
Arzobispo Timothy M. Dolan, Arzobispo de Nueva York
Octubre es el mes en que disfrutamos el punto culminante del bsbol, nuestro pasatiempo nacional, pero este a m an, en que uno de nuestros
propios equipos se encuentra compitiendo en la Serie Mundial.
Lamentablemente Estados Unidos tiene otro pasatiempo nacional, aunque te no sea para nada divertido: el anticatolicismo.
No es nada exagerado expresar que el prejuicio contra la Iglesia Catica es un pasatiempo nacional. Una personalidad como Arthur Schlesinger
Senior se refiria este hecho como la mayor discriminaci del pueblo estadounidense, mientras que John Higham lo describicomo la tradici m
excepcional y tenaz de agitaci paranoica de la historia de Estados Unidos. Paul Viereck lo ve como el antisemitismo de la izquierda, mientras que
el Profesor Philip Jenkins subtitula su libro sobre este tema como el ltimo prejuicio aceptable.
Si el lector deseara corroborar dicha injusticia contra la Iglesia Catica con evidencia actual, le bastar con analizar los siguientes ejemplos de
hechos acaecidos en las ltimas semanas.
El 14 de octubre, el periodista Paul Vitello expuso en las pinas del New York Times la triste realidad del abuso infantil perpetrado en la
Comunidad Jud Ortodoxa de Brooklyn. De acuerdo a este artulo, se dieron 40 casos de tal abuso en esta diminuta comunidad, so en el a
pasado. Pero en este caso, el New York Times no reclamlo mismo que exigiinsistentemente cuando se trataba del mismo tipo de abusos por
parte de una minscula minor de sacerdotes: la publicaci de los nombres de los abusadores, la no prescripci de los delitos, investigaciones
externas, publicaci de todos los detalles y total transparencia. En lugar de eso, un abogado ruega a los oficiales de oficio que tengan atenci a las
sensibilidades religiosas, y no se oyvoces cricas de parte del fiscal por habsele permitido a los rabinos ortodoxos el resolver estos casos en
forma interna. Dada la propia horrible experiencia reciente de la Iglesia Catica, no me encuentro en condiciones de criticar a nuestros vecinos
Juds Ortodoxos; tampoco tengo el deseo de hacerlo. Pero puedo criticar este sistema de escdalo selectivo.
Por supuesto que este escdalo selectivo quiz no nos deber sorprender en absoluto, dado que hemos visto muchos m ejemplos del feneno en los
as recientes, relacionados con el abuso sexual. Recordemos tan so dos casos: en 2004, el Profesor Carol Shakeshaft registrel problema tan
difundido del abuso sexual de menores en nuestras escuelas pblicas nacionales (puede leerse el estudio en el enlace publicado al pie del artulo).
En 2007, Associated Press edituna serie de informes investigativos que tambi exponn una gran cantidad de casos de abuso sexual de
educadores hacia alumnos de escuelas pblicas. Tanto el estudio Shakehaft como los informes de AP se ignoraron, ya que los periicos como el
New York Times parecen tener so sacerdotes en la mira.
El 16 de octubre, Laurie Goodstein, del New York Times, publicuna historia que aparecien la parte m visible de la pina principal de dicho
periico, sobre el triste episodio de un sacerdote franciscano que hab tenido un hijo. Aun teniendo en cuenta que la relaci con la madre fue
consensuada y entre dos adultos, y que los franciscanos han tratado de cubrir en forma justa con las responsabilidades del sacerdote errante
para con su hijo, este acto no deja de ser un pecado escandaloso e indefensible. Sin embargo, debermos preguntarnos por qu de repente,
una historia que pashace un cuarto de siglo sobre un pecado cometido por un sacerdote tiene mayor inter para la prensa que la guerra en
Afganist, la asistencia mica y la hambruna y el genocidio en Sud. Pareciera que ningn religioso no catico merece tal atenci.
Cinco ds m tarde, el 21 de octubre, el titular m importante del New York Times informaba sobre la decisi del Vaticano de recibir a los
anglicanos que habn pedido la uni con Roma. Hasta aqu perfecto. Pero no es tan perfecta la observaci que se hace en el artulo, de que la
Santa Sede tratde atraer y tentar a los anglicanos. Por supuesto, es cierto que por muchos as miles de anglicanos han solicitado a Roma ser
aceptados en la Iglesia Catica pidiendo especial sensibilidad hacia su propia tradici. El Cardenal Walter Kasper, autoridad de ecumenismo en
el Vaticano, afirmaba No estamos pescando en la pecera anglicana. Pero para el New York Times, te era otro caso de confabulaci vaticana
para atrapar a gente buena y desprevenida capitalizando codiciosamente las tensiones internas del anglicanismo.
Para finalizar, el ejemplo m violento de todos apareciel domingo en la nota inclemente y despiadada de Maureen Dowd en las pinas de opini
del New York Times. Con una inusitada agresividad, que con justa raz nunca habr sido aprobada por los editores si, en su lugar, hubiera
criticado un asunto religioso islico, jud o afro-americano, analiza a fondo el manual del nativo en busca de toda caricatura anti-catica que
encuentre, desde la inquisici hasta el holocausto, pasando por preservativos, obsesi sexual, sacerdotes pedilos, opresi de la mujer, mientras
ataca al Papa Benedicto XVI por sus zapatos, su reclutamiento forzado en el ejcito (como sucedicon todos los adolescentes alemanes), su
apertura hacia caticos de tradici, y su bienvenida reciente a los anglicanos.
Sin duda, lo que desencadensu reacci -la visitaci de representantes del Vaticano a religiosas- puede ser debatido y no estexento de un
cuestionamiento legimo. Pero si bien su prejuicio podr haber sido apropiado para un periico de los No-Saben-Nada de 1850, como The
Menace (La Amenaza), no tiene lugar en un periico actual de importancia.
No es mi intenci sugerir que el anticatolicismo se limita a las pinas del New York Times. Desafortunadamente podemos encontrar ejemplos de
sobra en los m variados lugares. No intentarempezar a enumerar los numerosos casos de anticatolicismo en los medios de comunicaci
llamados de entretenimiento, ya que son tan constantes que a veces parecen ser obligatorios y parte de la rutina. Mientras tanto, el diputado
Patrick Kennedy hizo el lunes de la semana pasada algunas observaciones increlemente incorrectas y totalmente desubicadas sobre los
obispos caticos, informaci a la que se puede acceder a trav del enlace respectivo al pie de este artulo.
A la vez, la Legislatura del estado de New York ha recaudado un impuesto especial para ayudar a la Autoridad de Transporte Metropolitano a
revertir su dicit. Esta legislaci exige que se les retribuya el costo del impuesto a las escuelas pblicas; pero las escuelas caticas junto con otras
escuelas privadas no obtendr el beneficio del reembolso. Esto significa un gasto de miles, en algunos casos, decenas de miles de dares, en
otros; dinero del que muy difilmente puedan disponer padres y escuelas, o el mismo arzobispado, que ya financia a las escuelas con 30
millones de dares anuales. No es una cuesti bica de justicia que TODOS los alumnos y sus padres sean tratados con igualdad?
La Iglesia Catica no cierra los ojos frente a la crica. Nosotros, los caticos, la practicamos constantemente. Le damos la bienvenida y la
esperamos. Tan so pedimos que esa crica sea justa, racional y apropiada, lo que esperarmos para cualquiera. La sospecha y la discriminaci
contra la Iglesia Catica es un pasatiempo nacional que deber erradicarse para siempre.
Creo que mi propia experiencia sobre historia en Estados Unidos me apremia a no quedarme con los brazos cruzados.
Casualmente ayer fue la fiesta de san Judas Tadeo, el santo de las causas imposibles."
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