RELEVANTE SALA DE CASACIÓN PENAL : PATRICIA SALAZAR CUELLAR M. PONENTE : 42600 NÚMERO DE PROCESO NÚMERO DE PROVIDENCIA : SP3439-2015 : CASACIÓN CLASE DE ACTUACIÓN : SENTENCIA TIPO DE PROVIDENCIA : 25/03/2015 FECHA : CASA PARCIALMENTE / CESA PROCEDIMIENTO DECISIÓN : Alzamiento de bienes DELITOS : Ley 600 de 2000 art. 42 y 54 / Ley 599 de 2000 FUENTE FORMAL art. 94, 95, 96 y 97 TEMA: INDEMNIZACIÓN DE PERJUICIOS - Perjuicios morales: subjetivos, el juez emitirá condena por este concepto cuando esté probada la existencia de los mismos «Es evidente que la condena a los procesados a pagar $19.400.000 por concepto de perjuicios morales careció de fundamentación. En la sentencia impugnada, luego de transcribir los artículos 94, 95, 96 y 97 del Código Penal, y una jurisprudencia de la Sala relacionada con la responsabilidad civil derivada de la conducta punible, dijo el funcionario de segunda instancia: “En el caso sub exámine, teniendo en cuenta que se ha acreditado probatoriamente los daños materiales sufridos por el señor ASO (sic), en la suma de $19.400.000.oo a través de cheque cuya copia obra como prueba documental en el plenario y así lo reconocieron los procesados HLHC y YKF, identificados con las cédulas de ciudadanía (...) que esta agencia judicial los condena al pago de dichos perjuicios materiales, en cuantía de $19.400.000.oo. En cuanto a los de orden moral, los cuales pueden ser tasados por el despacho como lo indicó nuestra honorable Corte Constitucional, el despacho condenará a los procesados señores HLHC y YKF a cancelar al señor ASO (sic), por concepto de perjuicios morales en cuantía $19.400.000.oo (sic) tales perjuicios. El despacho se verá precisado a condenarlas (sic) a la suma antes mencionada por concepto de perjuicios materiales y morales, cantidades que deberán ser actualizadas con base en el IPC, al valor que tenga al momento en que realmente se efectúe el pago, concediéndoles un término de un mes a la ejecutoria de la presente decisión”. Si se tiene en cuenta que en términos parecidos a los precedentes el juzgador adoptó la decisión pertinente en el numeral 3º de la parte resolutiva de ese fallo, es notable que la condena a los procesados al pago de los perjuicios morales fue una determinación autoritaria, carente de sustentación fáctica y jurídica, sin expresión de las razones necesarias para su controversia. Omitió indicar el Juez de segundo grado, en efecto, con qué sustento probatorio concluyó que existían daños de esa naturaleza, de cuáles exactamente se trató, sobre qué base fijó su cuantía y las razones por las cuales estableció la misma en una suma que no corresponde a los 30 salarios mínimos legales mensuales pretendidos en la demanda de constitución de parte civil. Estos equivalían a $13.011.000 cuando se presentó la demanda en 2007 y a $17.685.000 cuando se dictó la sentencia condenatoria en 2013. La opinión contraria de la Delegada a la conclusión anterior reedita la equivocación en la cual incurrió el Juzgado de segunda instancia que dictó la sentencia condenatoria, consistente en entender que la discrecionalidad judicial en la fijación del valor de los perjuicios morales subjetivos, con tope máximo de 1000 salarios mínimos legales mensuales en concordancia con el artículo 97 del Código Penal, abarca la declaración de su existencia. Esta se debe probar y, si no, claramente es imposible su reconocimiento y naturalmente su liquidación, dejada por el legislador al prudente juicio del Juez, quien para el efecto está sólo limitado por la naturaleza de la conducta punible y la magnitud del daño moral causado, el cual —como se sabe— se encuentra relacionado con la afectación del fuero interno de las víctimas o perjudicados, por la tristeza, el dolor, la congoja o la aflicción que sienten como consecuencia del delito (CSJ SP - Dic 12 de 2005, Rad. 24011)». PERJUICIOS MORALES - Motivación / SENTENCIA - Motivación: Garantiza el debido proceso «Si para condenar al procesado en razón de los perjuicios morales subjetivos —o por los demás de otro tipo que se causen con la conducta delictiva— se exige la demostración de su existencia, es obvio frente a ellos, al igual que sucede respecto de la totalidad de determinaciones adoptadas en la sentencia que versen sobre aspectos sustanciales, que el juzgador debe cumplir con la obligación de motivación. Se le impone expresar, como lo ha señalado la Sala en otras oportunidades, las razones fácticas, jurídicas y probatorias que respaldan el sentido del pronunciamiento (CSJ, SP - Jul. 30 de 2014, Rad. 40055). “Toda decisión judicial, sea principal o accesoria (penas, subrogados, libertades, indemnización de perjuicios) —como se advirtió en CSJ SP - Ago. 3 de 2006, Rad. 22485—, debe estar satisfactoriamente explicada, no sólo desde el punto de vista probatorio, sino desde la cita precisa de las disposiciones legales que regulan la materia y de por qué se aplica una y no otra, en especial las pedidas por las partes”. La Corte ha sido persistente en recordar lo anterior a Juzgados y Tribunales. La adecuada motivación de las providencias judiciales es una garantía que integra el debido proceso. Les permite a los sujetos procesales, a favor de quienes se encuentra instituida, conocer las razones probatorias y jurídicas que condujeron al Juez a decidir en determinado sentido. Sólo así es posible la contradicción, que es propia del derecho de defensa y se ejerce a través de los recursos previstos en la ley. El deber de motivación, en fin, “comporta una garantía contra la arbitrariedad y el despotismo de los funcionarios, a la vez que se erige en elemento de certeza y seguridad para efecto de ejercitar el derecho de impugnación” (CSJ, SP - Mar. 19 de 2014, Rad. 40733). Esto en el plano procesal. En el político, garantiza el control del poder judicial por parte de la ciudadanía». SENTENCIA - Motivación: falta de motivación, perjuicios morales, efectos, se invalida la orden de pagarlos, salvo que se alegue que los mismos no fueron probados y procede la extinción de la acción penal por indemnización integral / INDEMNIZACIÓN INTEGRAL - Cesación de procedimiento «La falta de motivación de los daños morales en el presente caso, conduce a la invalidación de la orden de pagarlos. Es la decisión que aquí tendría que adoptar la Corte. Pero se advierte que como consecuencia de la misma no sobrevendría la cesación de procedimiento por indemnización integral que el casacionista, en escrito precedente, le solicitó a la Sala proferir en caso de prosperar el séptimo cargo de la demanda. (...) Esa solución jurisprudencial, por tanto, supondría en el asunto examinado impedirle a los procesados por un delito querellable, la posibilidad de acceder al mecanismo de extinción de la acción penal por indemnización integral, cuya aplicación justamente se les negó con fundamento en el no pago de los perjuicios morales decretados en la sentencia, a los cuales se opuso el defensor en el cargo, apoyado en el argumento de que no se demostraron en el proceso. De tener razón, procedería la cesación del procedimiento. Y se privaría a los acusados de esa determinación favorable si la Corte no accede a examinar de fondo la situación, apoyada en el argumento de que hacerlo frente a un pronunciamiento no motivado del fallador, significaría sustituir a las instancias con la consiguiente afectación a las partes del derecho de impugnación. (...) Si la infracción, como aquí pasa, margina al procesado de la posibilidad de acreditar que no se probaron en el proceso penal los daños morales y que, en consecuencia, le asiste el derecho a la cesación de procedimiento (...), estima la Corte sensato y justo pronunciarse al respecto. Se aclara que no lo hará para suplir al juzgador sino sólo con el propósito de establecer si se demostraron o no en la actuación esos perjuicios. Si es evidente que se acreditaron, de todas formas se excluirían de la sentencia por no motivarse su imposición, no procedería la cesación de procedimiento solicitada y quedaría la parte civil con la posibilidad de perseguirlos ante la justicia privada. Pero si es manifiesto lo contrario, necesariamente así debe declararlo la Corte con efectos vinculantes, en función del principio constitucional de prevalencia del derecho sustancial (Art. 228 de la C.P.), para permitirle a los procesados el acceso al mecanismo de terminación del proceso por indemnización integral. (...) Ningún medio de convicción de los allegados a la actuación, sin embargo, prueba la ocurrencia de esos daños. El gran esfuerzo del abogado de la víctima, reflejado en sus solicitudes probatorias y en sus escritos en general, apuntó siempre a convencer del cometimiento del delito de alzamiento de bienes por parte de los procesados. E igualmente a persuadir de que lo debido por éstos a su representado no eran 20 millones de pesos -como se declaró judicialmente— sino 70. Jamás se allegó una sola prueba referida al “sufrimiento espiritual” que padeció el prestamista en razón de la dificultad que por efecto del delito hubo de experimentar en el trámite del proceso civil ejecutivo. Ni siquiera su apoderado, en el alegato final del juicio, aludió al tema, limitándose exclusivamente a solicitar la condena penal contra los procesados. No descarta la Corte la posibilidad de daños morales en los delitos contra el patrimonio económico y en particular en el de alzamiento de bienes. Por excepción, se dijo en otra oportunidad, ese tipo de conductas generan “un daño distinto al meramente objetivo o patrimonial” (CSJ SP Nov 16 de 1993, Rad. 8007). A esta Sala no le parece apropiado insistir hoy en el carácter extraordinario de ese tipo de perjuicios en atentados contra el patrimonio. Si tan solo se piensa que a la crisis económica de 2007 en la Unión Europea, Estados Unidos y Canadá han sido asociados 10.000 suicidios por ansiedad y depresión -según un estudio publicado por la revista British Journal of Psychiatry, citado en un artículo del periódico El Mundo de España del 12 de junio de 2014—, simplemente tiene que admitirse la posibilidad de perjuicios morales en delitos contra el patrimonio económico, que en todo caso deben demostrarse para poder declararlos judicialmente. Y como lo evidente en el asunto a consideración de la Corte es que no se probaron, era improcedente su imposición. Así las cosas, se casará la sentencia para dejar sin efectos la condena a los procesados al pago de perjuicios morales y, en consecuencia, se les cesará el procedimiento en atención a que los daños materiales se repararon en su totalidad -como lo concluyó la Sala en el auto del 3 de septiembre de 2014—, cumpliéndose con ello el supuesto de indemnización integral previsto como hipótesis de extinción de la acción penal en el artículo 42 de la Ley 600 de 2000». JURISPRUDENCIA RELACIONADA: Rad: 40055 | Fecha: 30/07/2014 | Tema: SENTENCIA - Motivación: garantiza el debido proceso Rad: 22485 | Fecha: 03/08/2006 | Tema: SENTENCIA - Motivación: garantiza el debido proceso