UNIDAD DE CAPACITACION Y SUPERVISION MINISTERIO PUBLICO COSTA RICA PODER JUDICIAL 19 2003 Temas Responsabilidad civil solidaria del propietario de un vehículo es limitada al valor del vehículo. Necesidad de que en el proceso penal se accione para entrar a conocer su responsabilidad civil Transcripción en lo conducente Res: 2002-1040. TRIBUNAL DE CASACION PENAL. Segundo Circuito Judicial de San José. Goicoechea, a las once horas veinticinco minutos del veinte de diciembre de dos mil dos. “A pesar de lo anterior procede acoger el motivo parcialmente, ello con base en los artículos 188 y 192 de la ley de tránsito. En efecto de conformidad con el primero de ellos: “El vehículo con el cual se cause un daño, se mantendrá gravado a resultas del proceso respectivo y a la orden de la autoridad judicial que conozca del mismo (…)”. El artículo 192 de la misma ley señala que “El gravamen al que se refiere el artículo 188 de esta ley procederá, aunque el conductor no sea el dueño, o no aparezca como tal en el Registro Público de Vehículos Automotores”. Esos artículos deben ser relacionados con el artículo 7 de la ley de tránsito, que señala que “(…) En los casos de accidentes de tránsito, será responsable civil, la persona que aparezca como propietaria del vehículo en el Registro, o aquella cuyo documento tuviera la última fecha cierta o a la fecha de otorgamiento de la escritura anteriro al suceso, sin perjuicio de lo dispuesto en el artículo 187 de esta ley”. De la relación de esos tres artículos debe concluirse la existencia de una responsabilidad solidaria del propietario del vehículo con respecto al accidente en que haya responsabilidad civil del conductor del mismo, pero se trata de una responsabilidad civil limitada, es decir que solamente lleva a que se responda con el vehículo, sin que pueda extenderse a otros bienes del propietario (Véase Sala Tercera de la Corte Suprema de Justicia, votos 313-F-95 del 26 de mayo de 1995; 149F-96 del 12 de abril de 1996). En este sentido dijo la Sala Constitucional en el voto 5517-2000 del 5 de julio del 2000: “las normas que permiten establecer el gravamen del vehículo (artículos 159 y 188 de la Ley de Tránsito por Vías Públicas Terrestres) están vigentes, garantizando con ello la debida indemnización que corresponde al propietario del vehículo, la cual en todo caso –debe aclararse- tiene sus límites, toda vez que responde hasta el valor del vehículo, toda vez que solidaria o subsidiaria –vale decir, accesoria- respecto de la responsabilidad del conductor, que a su vez depende de su culpabilidad en el plano penal de tránsito”. Además del mencionado voto de la Sala Constitucional, es importante citar el voto 523-2001 del 13 de julio del 2001, ordenado por el Tribunal de Casación Penal, en el que se dijo que de la relación de los artículos 17, 188 y 192 de la Ley de Tránsito: “(…) debe entenderse que se dispone una responsabilidad objetiva del propietario del vehículo, en cuanto el automotor responde por el monto de las indemnizaciones civiles. Se trata desde esta perspectiva de una responsabilidad civil objetiva que no responde de la indemnización plenaria, sino se limita a un gravamen del vehículo para responder del monto de la indemnización, de modo que si la misma supera el monto sobre el que eventualmente sea rematado el vehículo, no existirá una responsabilidad adicional del propietario del vehículo”. Debe indicarse que para afirmar la responsabilidad civil del propietario limitada a responder con su vehículo, se necesita que el mismo haya sido demandado en el proceso penal, tal y como ocurrió en este caso (Véase sobre ello votos 1051-2001 del 6 de febrero del 2001 y 6701 del 5 de julio del 2002 de la Sala Constitucional, que se refieren a la garantía del derecho de defensa del propietario del vehículo)”.