Dos estrategias dominantes en la actual situación La estrategia de violencia desarrollada por ETA para forzar un proceso de diálogo y el unilateralismo propugnado por el gobierno dominan la actual situación política y son presentadas como las únicas alternativas o caminos para encontrar una solución. Ambas no son equiparables, pero conducen al mismo destino: un final desordenado de la violencia: - La estrategia de ETA sólo causa sufrimiento y violaciones de los derechos humanos. Cada nuevo atentado cierra un poco más las puertas a la posibilidad de reiniciar un proceso de paz. De mantenerse en el tiempo provocará que el final dialogado esté cada vez más lejos. Esta posibilidad afecta de manera directa a la sociedad vasca, ya que no tendrá la oportunidad de conocer el momento en el que por fin pueda decir que se ha pasado página a tantos años de violencia, sufrimiento y enfrentamiento. - La estrategia del gobierno, aún el caso de que efectivamente contribuya al debilitamiento de ETA, también supone una renuncia a la posibilidad de que haya un final dialogado, ya que no es previsible que ETA admita su derrota en esas condiciones. Es más, una solución este tipo pasa por mantener excluida a una parte importante de la sociedad, con lo que tampoco esta estrategia tiene la capacidad de alcanzar una convivencia sin exclusiones donde quepan todas las opciones políticas. 1