3.- TECTONICA Desde el punto de vista estructural el Dominio

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Olistostromas y Tectonosomas en la Cordillera Bética
3.- TECTONICA
Desde el punto de vista estructural el Dominio Subbético comporta tres unidades
tectónicas superpuestas. La Unidad Inferior se localiza en los afloramientos que salpican la
geografía entre Sierra Mágina y Martos, compuesta por materiales asignados a la Zona
Prebética. La Unidad Intermedia está expresada por la mayoría de las sierras que
conforman la orografía actual entre Granada, Jaén y Córdoba (sierras de: Mágina, Montes
Orientales, Valdepeñas de Jaén, Montefrío, Rute y Cabra-Lucena). La Unidad Superior
jalona algunas sierras que se sitúan en la parte meridional de las Zonas Externas: Sierra
Gorda, Hacho de Loja, Parapanda, Colomera, etc.
Esta superposición de unidades está muy bien representada cartográficamente, entre
Parapanda y las sierras de Algarinejo-Montefrío en el sector de Illora. También hay datos de
subsuelo que permiten observar estas superposiciones, concretamente entre la Unidad
Intermedia y la Inferior, mediante datos de subsuelo en el sector de Luque (sierras
subbéticas).
3.1.- ANTECEDENTES
En la Zona Subbética la mayor parte de los autores (Vera, 1966; García-Dueñas,
1967; Sanz de Galdeano, 1973), reconocen la existencia de una etapa inicial de
cabalgamientos con desplazamiento hacia el NNO y pliegues asociados de dirección ENEOSO.
Jerez (1973), propone una etapa de cabalgamiento hacia el SE y retrocabalgamientos
hacia el NNO.
Smet (1984) indica que no hay estructuras de corrimiento bien desarrollada, sino que
la Zona Subbética dispone de una estructura en “flor” asociada a fallas de desgarre
dextrorsas de direcciones ENE-OSO, paralelas a una gran falla transcurrente de zócalo.
Ruano (2003), en una transversal de la parte central de la Zona Subbética observa
que aunque la deformación es continua, se pueden diferenciar dos episodios principales.
Uno en el Mioceno inferior-medio que produce traslaciones OSO de carácter extensivo en
las Zonas Internas y tanto extensivo como compresivo en las Zonas Externas. Otro desde el
Mioceno superior a la actualidad con estructuras fuera de secuencia, en las que destaca un
episodio de cabalgamientos hacia el NO en las Zonas Externas, al que se superponen
deformaciones de carácter local, tanto en extensión como en compresión
En la Zona Prebética, López-Garrido, 1971, distingue tres unidades
tectonoestratigráficas: Beas de Segura, Cazorla y Sierra de Segura que se muestran
apiladas de E a O. Frizón et al, 1991, introduce el término “dúplex del embalse del
Guadalquivir”, que corresponde a la parte basal de las dos unidades precedentes y aparece
como una antiforma en cuyo núcleo hay rocas triásicas.
Frizón et al 1991, hacen las siguientes consideraciones sobre estas unidades:
- Unidad de Beas de Segura. Consiste en un sistema imbricado de cabalgamientos, en
el cual se han podido separar 28 láminas cabalgantes bien expuestas entre
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Villanueva del Arzobispo y la Puerta de Segura. El cálculo de la relación de
acortamiento de estas láminas, según la sección balanceada, adquiere un valor de
0,45. Este coeficiente representa unos 22 km de acortamiento de esta unidad, si
bien posibles repeticiones de láminas de carbonatos a modo de abanico
convergente podrían aumentar hasta 45 ó 65 km el acortamiento.
- Unidad de Cazorla. Está formada por unas 22 láminas imbricadas situadas entre la
Unidad de Beas de Segura y el frente del anticlinal de edad triásica. La longitud
mínima calculada por el método de área total (Hossack, 1979) adquiere un valor de
40 km.
- Unidad de Sierra de Segura. Es la que muestra la sucesión litoestratigráfica más
completa, unos 1.000 m desde el Jurásico al Mioceno medio, con dos intervalos o
lagunas entre el Cretácico inferior y el Eoceno. Está formada por dos dúplex
superpuestos, el inferior de edad Albiense y el superior de edad comprendida entre
el Cenomanense y Mioceno medio. El muro de este cabalgamiento está formado
por un despegue de la Formación Utrillas, mientras que al sur la raíz del
cabalgamiento de esta unidad superior es un cabalgamiento basal Subbético.
- Dúplex del Embalse del Guadalquivir. Está constituido por lechos carbonatados del
Muschelkalk imbricados bajo las unidades de Beas de Segura y Cazorla. La
propagación de estos dúplex está asociada a dos estilos característicos de
apilamiento de láminas cabalgantes. Uno, situado más al sur, el apilamiento en la
parte inferior del dúplex es más vertical. El otro, en la parte norte, es más tendido,
con desmembramiento de las partes hundidas de los dúplex y desarrollo de fallas
normales. Estos aspectos apuntan hacia una propagación ONO.
Estos autores proponen que el sistema de cabalgamiento Prebético en la parte más
occidental afecta a materiales del Cretácico superior y Mioceno. En la parte oriental de la
Cuenca del Guadalquivir (Chilluévar, norte de Cazorla), este sistema está oculto bajo el
Mioceno, en la Sierra de Quesada está limitado por la falla de Tíscar, mientras que al sur y
al oeste está flanqueado por el cabalgamiento Subbético.
Frizón et al, 1991 interpretan la falla de Tíscar como una rampa lateral, que contiene
los puntos de unión de las unidades de Cazorla y Sierra de Segura (branch line) y junta los
frentes Prebético y Subbético. Esta geometría principal determina el Cabalgamiento Bético
Profundo y se considera como el cabalgamiento basal de las unidades subbéticas y
prebéticas. Estos autores resumen que el acortamiento tectónico referido antes es del orden
de 110 km, sin tener en cuenta los dúplex del Embalse del Guadalquivir.
3.2.- RASGOS GENERALES
Uno de los rasgos más llamativos que ofrecen las cartografías geológicas antiguas
de la Cordillera Bética, es el predominio areal de afloramientos triásicos y su estructura
tectónica caótica, respecto a los jurásicos, cretácicos y terciarios.
El estilo estructural complejo de los diversos afloramientos jurásicos, cretácicos y
terciarios, puesto de manifiesto: de un lado por la tectónica en escamas que pone en
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contacto unidades geológicas con series diferentes, y de otro por geometrías anticlinoriales
con vergencias opuestas, explica los distintos modelos tectónicos propuestos y la diversidad
de opinión entre diferentes autores.
En el área de estudio el Subbético se erige como un conjunto de alineaciones
montañosas separadas e individualizadas entre sí por sedimentos, en general,
pertenecientes a la Unidad Olistostrómica de edad Langhiense superior-Serravalliense
inferior. Si bien hacia el sur los límites del Subbetico son cuencas neógenas (mapa adjunto
al Proyecto).
De acuerdo con las observaciones realizadas en el área de estudio, la alineación de
relieves subbéticos de dirección ENE-OSO, entre las sierras de Lucena y Cabra (Sierra
Subbética) y Sierra Mágina, se interpretan como un manto de cabalgamiento formado por
varias cuñas o láminas superpuestas, que se han desenraizado de las coberteras Subbética
y Prebética. La dirección y sentido del transporte tectónico, según se deduce de las
estructuras de plegamiento asociadas, es hacia el NO.
En el sentido antes expuesto, el Manto Bético (Roldán, 1988, y Roldán y RodríguezFernández, 1991), muestra un frente cabalgante de dirección NO según se deduce de los
datos cartográficos y de subsuelo.
El movimiento de este Manto que afecta a la Unidad Olistostrómica es concomitante
con el depósito de sedimentos pertenecientes al Mioceno medio (Serravalliense superiorTortoniense superior, Unidad de Castro del Río), distribuidos en cuencas aisladas o
semiaisladas con rasgos característicos de cuencas de tipo piggy-back.
La orientación regional de los afloramientos de la Unidad de Castro del Río, NE-SO, y
las implicaciones de esta Unidad respecto de la Unidad Olistostrómica, como se observa en
los perfiles sísmicos interpretados, demuestra que hubo una migración hacia el NO del
Manto Bético. Este movimiento hacia el NO pudo condicionar las estructuras anticlinoriales
en los relieves subbéticos antes mencionados. La edad de esta deformación alcanza el
Mioceno medio según la tectónica sinsedimentaria de la Unidad de Castro del Río y la no
afección de la misma a materiales del Tortoniense superior.
Sin embargo, tanto los materiales pertenecientes a la Unidad Olistostrómica y Unidad
de Castro del Río, como los relieves subbéticos y prebéticos asociados a la primera, se
encuentran afectados por una tectónica extensional importante que ha retomado como
despegue algunos segmentos de los cabalgamientos preexistentes entre ellos.
Se han estudiado en detalle dos sectores. Las estribaciones de la Sierra de Pegalajar
y la Peña de Martos. En ambos casos se han medido gran cantidad de fallas normales que
muestran una geometría de abanico lístrico sobre el despegue.
En muchos casos las fallas muestran estrías que indican una dirección de extensión
predominante hacia el SO, aunque, también se han medido multitud de fallas conjugadas
con transporte de componente NE.
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Se han determinado los campos de esfuerzos responsables de la tectónica extensional
que afecta al Subbético y Prebético en el área de Pegalajar, utilizando el método de redes
de búsqueda de Galindo-Zaldívar y Lodeiro, 1988.
Para aplicar este método se han seleccionado aquellas fallas menores consideradas
como no rotacionales, en la estación de medida Pegalajar 1.
3.2.1.- SECTOR DE PEGALAJAR
Se han realizado tres estaciones de medida en las inmediaciones de Pegalajar junto al
arroyo del Bercho. En todos los casos se han realizado un mínimo de 15 medidas para
aplicar el método descrito.
En la figura 3-1 se muestran las proyecciones estereográficas de las tres estaciones
de medida. En el hemisferio inferior se muestran los planos de las microfallas que indican la
posición de las estrías y el régimen para la determinación de los paleoesfuerzos.
0
n=13 (P)
n=13 (L)
Num total: 26
Equal angle projection, lower hemisphere
0
n=9 (P)
n=9 (L)
Num total: 18
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0
n=13 (P)
n=7 (L)
n=1 (L)
Num total: 21
Figura 3-1.- Proyecciones estereográficas de las estaciones de medida de Pegalajar
En la figura 3-2 se muestra el diagrama de esfuerzos calculado en la estación de
medida de Pegalajar 1.
Figura 3-2.- Proyección estereográfica del régimen de esfuerzos en la estación de medida de
Pegalajar 1
Toda la población de fallas estudiadas, se pueden haber generado bajo un mismo
campo de esfuerzos con una cierta componente radial, ya que el elipsoide de esfuerzos
obtenido muestra una geometría “prolata” con una razón áxica próxima a 0,1.
Según el diagrama de esfuerzos, la dirección principal de extensión, coincidente con el
eje menor de los paleoesfuerzos (σ3) es N58E. La dirección principal de los planos de falla
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es N148E, que es coincidente con la dirección del eje intermedio del campo de
paleoesfuerzos.
En las fotos 3-1, A y B, las fallas extensionales afectan a las unidades Olistostrómica
(B) y de Castro del Río (A).
A
B
Fotos 3-1.- A: Afloramientos de la Unidad de Castro del Río. B: U. Olistostrómica
En las fotos 3-2 se reconocen las fallas de carácter extensional que afectan a la
Unidad de Castro del Río (Serravalliense superior-Tortoniense inferior), con numerosas
estrías asociadas.
A
B
Foto 3-2.- A: Unidad de Castro del Río afectada por fallas extensionales con estrías asociadas. B: Detalle
de A
En las fotos 3-3 se muestran los materiales carbonatados del Cretácico Prebético de
Pegalajar y Subbéticos de Sierra Mágina. En A, hacia la izquierda, fallas extensionales hacia
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el SO relieves del Cretácico Prebético, a la derecha cabalgamiento de la Sierra Mágina
hacia en NO. En B detalle de las fallas extensionales
A
B
Foto 3-3.- A: Prebético de Pegalajar a la izquierda, a la derecha Sierra Mágina, Subbético. B: detalle de las
fallas extensionales
3.2.2.- SECTOR DE MARTOS
El sector estudiado es la Peña de Martos que aparece como un afloramiento aislado
de calizas jurásicas del Subbético (Foto 3-4).
Foto 3-4.- Peña de Martos en su vertiente oriental
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Se han obtenido en esta estación un total de 15 medidas sobre fallas, no se han
podido medir estrías debido a la carstificación importante sobre la superficie de las calizas.
En la figura 3-3 se muestra la proyección estereográfica de las estaciones de medida de
Martos.
0
n=14 (P)
Num total: 14
Equal angle projection, lower hemisphere
Figura 3-3.- Proyecciones estereográficas de las estaciones de medida de Martos
La dirección principal de los planos de falla en este sector es equivalente al descrito
en Pegalajar, es decir N148E que es coincidente con la dirección del eje intermedio del
campo de paleoesfuerzos calculado.
Aunque es prácticamente imposible localizar estrías sobre las calizas, debido a los
procesos de carstificación, la disposición de las fracturas sugiere una extensión hacia el
OSO en este sector como puede observarse en la Foto 3-5.
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Foto 3-5.- Vertiente occidental de la Peña de Martos, con el pueblo al fondo. Véase en las calizas la
afección de las fallas extensionales hacia la izquierda (el buzamiento de los estratos, muy enmascarado,
es ligeramente hacia el observador y hacia la derecha)
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