MODELO AUSTRIACO DE INDEMNIZACIÓN POR DESPIDO. Este

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MODELO AUSTRIACO DE INDEMNIZACIÓN POR DESPIDO.
Este nuevo sistema de indemnización por despido entró en vigor en Austria en
enero de 2003, dicho sistema, en líneas generales, se basa en que el
empresario está obligado a pagar por cada trabajador un 1,53% de su salario
bruto mensual a una Caja de Prevención Laboral. Estas Cajas son empresas
privadas que colocan el capital, independientes de los empresarios. Si bien, la
selección de la Caja concreta con la que se va a trabajar tiene que realizarse
por medio de un acuerdo de empresa, suscrito entre el empresario y el comité
de empresa. Si no existe comité de empresa el empresario puede elegir
libremente la Caja con la que va a trabajar. Asimismo, una vez seleccionada la
Caja de Prevención Laboral, el empresario debe acordar con ella las
modalidades de la colocación de capitales en el mercado, debiendo ajustarse,
no obstante, a los términos pactados con los representantes de los
trabajadores en el pertinente acuerdo de empresa.
Por otro lado, cada trabajador tiene una cuenta en la caja, cuya cuantía
depende del éxito que tenga la Caja en la colocación de los capitales en el
mercado. Si bien, la Caja tiene que garantizar al trabajador un mínimo
equivalente a las cuotas pagadas por el empresario.
A este respecto, los derechos acumulados permanecen en una cuenta del
trabajador hasta su jubilación, salvo que el contrato de trabajo haya sido
rescindido por iniciativa del empresario en cuyo caso se puede exigir el pago
en dinero. No obstante, los trabajadores pueden obtener la indemnización solo
en aquellos casos de mutuo disenso como en todos los casos de despido del
trabajador por el empresario, ya fuese despido por causas económicas o por
causas relativas al comportamiento o la persona del trabajador, siendo
irrelevante que el despido fuese o no justificado, y siempre que las
aportaciones hayan sido realizadas a la Caja durante tres años.
Asimismo, otro aspecto a tener en cuenta en este sistema es que los periodos
de contribución de los distintos empresarios se acumulan.
Por otro lado, en los casos en los que el trabajador tiene derecho al pago
puede elegir entre varias opciones:
-
Pedir el dinero.
-
Mantener la inversión en la misma Caja o en la Caja de un nuevo
empresario.
-
Transferir el importe como pago a tanto alzado a un fondo de pensiones.
Asimismo, en los casos en los que el trabajador no puede pedir el pago de la
cantidad ahorrada, esto es, cuando el trabajador es el que ha rescindido el
contrato, cuando la relación laboral tiene una antigüedad menor de tres años o
cuando no han transcurrido aun tres años desde la última disposición, aquel no
pierde las cantidades aportadas, pudiendo transferir su cuenta a una nueva
relación laboral o percibir dichas cantidades en el momento de la jubilación.
Por tanto, este nuevo sistema de indemnización que se vino a instaurar en
Austria hace ya más de siete años parece reportar diversas ventajas tanto para
empresarios como para trabajadores. Desde la perspectiva de los empresarios,
tiene la ventaja de convertir los costos impredecibles de despido en costos
fijos, mientras que desde el punto de vista del trabajador, se reduce el costo de
la movilidad laboral, ya que no se pierde el derecho a la indemnización por
despido en caso de cambiar de puesto de trabajo. No obstante, el mismo viene
planteando importantes duddas en lo que se refiere a su instauración en el
ordenamiento laboral español, tal y como se prevé a raíz de la reciente reforma
laboral aprobada en nuestro país, debido, especialmente, a los graves
problemas de sostenibilidad económica de dicho sistema, tal y como ha puesto
de manifiesto una comisión de expertos en el informe elaborado a este
respecto remitido al Ministerio de Trabajo. El informe cumple con el mandato
establecido en la reforma laboral y el Acuerdo Social y Económico (ASE) como
paso previo para articular la norma que regule el fondo antes del 18 de junio.
En el mismo los expertos aseguran que "cualquiera de las fórmulas posibles
(para configurarlo) y atendiendo a los establecido en la ley exigiría un volumen
de recursos extraordinariamente elevado" y que "incluso si la economía
mejorara sustancialmente", la dificultad para obtener estos recursos "haría
prácticamente imposible constituir el fondo con las características presentes".
Así, el informe concreta que si se llegara al acuerdo de financiar el fondo de
capitalización con ocho días por año, los mismos que costea el Fondo de
Garantía Salarial (Fogasa) para sufragar el coste del despido procedente en
contratos nuevos, los recursos necesarios a tal fin se elevarían a 7.500
millones de euros.
Esta cantidad, concreta el informe, es equivalente al 1,47% de la remuneración
por asalariado, que incluye además de la masa salarial, el coste empresarial de
la Seguridad Social y el coste por despido; hasta 2,7 puntos de cotización a la
Seguridad Social; o el 0,74% del PIB.
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