El mundo vive un ciclo, no un cambio estructural

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Diario Comercio y Justicia – 20 de marzo de 2006
Según el economista Ricardo Arriazu, el escenario está asociado al déficit de Estados Unidos
“El mundo vive un ciclo, no un cambio
estructural”
Dilucidar el tema es clave para el futuro de la Argentina.
Por Diego Dávila
El escenario favorable que se generó en la economía mundial ha permitido que Latinoamérica
registrara la mejor tasa de crecimiento desde 1980, con un aumento real acumulado entre 2003 y 2005
del 13 por ciento. Sin embargo, este momento que viven las economías de Argentina, Chile, Brasil y
Uruguay ¿es resultado de un cambio estructural que los deja mejor posicionados o es sólo parte de un
ciclo que benefició momentáneamente a los países sudamericanos?
Para Ricardo Arriazu, este escenario favorable está más relacionado con un ciclo originado en los
desequilibrios económicos de Estados Unidos, que en un supuesto cambio estructural que puede estar
generando el ingreso de economías superpobladas como las de India y China. El economista dio la
semana pasada una conferencia en la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad Nacional
de Córdoba, invitado por el Instituto de Economía y Finanzas (IEF) de esa institución. En diálogo
con Comercio y Justicia, resaltó que en Argentina no se está invirtiendo.
-Para usted el crecimiento de la economía argentina ¿es un ciclo, más que un cambio estructural?
-Un aspecto a dilucidar es si la economía mundial vive un simple ciclo asociado al déficit de Estados
Unidos o si sufre transformaciones estructurales de las que se dan cada cien años, resultado de la
incorporación de India y China, con altas tasas de crecimiento y el 25 por ciento de la población
mundial; esto es una pregunta que Argentina debe evaluar muy cuidadosamente. Mis estudios indican
que el actual crecimiento es resultado de un ciclo impulsado por la economía norteamericana, sumado
a la influencia positiva de estos países asiáticos. Hay otros economistas que piensan diferente, pero no
es un tema en el cual se pueda improvisar; el país tiene que analizarlo cuidadosamente.
-¿Sufrirá Argentina las consecuencias de estos ciclos?
- Lo ideal para un país es que su economía interna sea estable alrededor de una tendencia; esto implica
que hay que atenuar los ciclos de bonanza para compensar los cic los negativos.
-En función de esto ¿cómo se preparó la economía nacional?
-Por un lado, hay que tener en cuenta que el país tuvo un crecimiento de la demanda y de la
producción sin que la capacidad productiva creciera al mismo ritmo. Esto puede ser resultado o bien
de que había capacidad ociosa y que en algún momento aumentarán las inversiones, o bien de que la
gente no quiere invertir. Todos los ciclos y todos los procesos de expansión comienzan de esta
manera; primero crece la demanda agregada y la producción con base en la capacidad existente y
luego la inversión; pero esto último no está sucediendo.
Por otro lado, de los cuatro factores que expanden la demanda hasta el año pasado, dos fueron
claramente expansivos, los precios internacionales y los movimientos de capitales, y dos fueron
contractivos, las políticas fiscales y las monetarias. Esto implica aclarar que hasta mediados del año
pasado el Gobierno concretó algún tipo de política anticíclica; en la segunda mitad de 2005, con la
caída de los precios internacionales, la política fiscal se hizo más expansiva y hay que ver qué pasa
este año.
-¿Cómo evalúa el aumento de la inflación en los últimos meses?
- Más que inflación, se ha producido un aumento de precios. Hasta el tercer trimestre del año pasado,
esto fue resultado de un cambio en los precios relativos, por tratarse de valores rezagados desde la
caída de la convertibilidad. A partir del cuarto trimestre de 2005 se produjo un aumento generalizado
de precios; para que se den estos procesos, es necesario una política expansiva en lo fiscal y en lo
salarial y esto se produjo a partir de mediados del año pasado.
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