Paul Klee - La Provincia

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LA PROVINCIA
SUPLEMENTO SEMANAL
DIARIO DE LAS PALMAS
UNA ‘HOJA DE RUTA’ PARA LA EXPOSICIÓN DEL CAAM
Paul
Klee
ARTE
Esteban
Vicente
El Cicca acoge desde
ayer una retrospectiva
del pintor español,
figura clave de la
Escuela de Nueva
York.
CINE
El destino
de una
mujer
El Centro Atlántico de Arte Moderno (CAAM) acoge una exposición que
incluye todas las etapas del artista suizo, donde aparece la influencia de su
etapa infantil y adolescente a lo largo de toda su obra. La muestra sobre este
creador fundamental del siglo XIX y XX se podrá ver hasta el cinco de enero.
El cineasta británico
Julian Jarrold lleva a la
pantalla la vida de Jane
Austen, una de las
escritoras más
adaptadas de la
literatura universal.
975
Cultura
Jueves, 25 de octubre de 2007
‘Arlequín somnoliento’, de Paul Klee. i LA PROVINCIA/DLP
40 / II CULTURA
CULTURA III / 41
Jueves, 25 de octubre de 2007
LA PROVINCIA/DIARIO DE LAS PALMAS
EXPOSICIONES
EL MUNDO DE LA NIÑEZ Y LA ADOLESCENCIA ES FUNDAMENTAL PARA ENTENDER LA PRODUCCIÓN DEL ARTISTA SUIZO PAUL KLEE A LO
LARGO DE SU VIDA. ÉSE ES EL PROPÓSITO DE LA MUESTRA DE CINCUENTA Y CINCO OBRAS QUE ACOGE EL CENTRO ATLÁNTICO DE ARTE
MODERNO
Una de las obras de la exposición del CAAM titulada Fata Morgana en el mar de 1918. Realizada con acuarela y tinta sobre papel montado en cartón. i
LP/DLP
La infancia permanente
Un recorrido por la exposición que acoge el CAAM de uno de los artistas fundamentales del
siglo XIX y XX, con la infancia como trasfondo difícil de aislar. i Alberto García Saleh
E
l Centro Atlántico
de Arte Moderno
(CAAM) acoge en
estos momentos la
exposición más importante que se ha
celebrado de Paul Klee en España en los últimos diez años. La
muestrase encuentra en la segunda y tercera plantas de dicho
centro y permanecerá en sus salas hasta el 5 de enero.
Paul Klee. La infancia en la
edad adulta es una selección de
cincuenta y cinco obras en diferentes soportes que van de los
dibujos a las acuarelas, pasando
por los óleos, las marionetas, las
litografías, los gouachesy las técnicas mixtas en obras procedentes del Zentrum Paul Klee (Suiza) y el Sfmoma (Museum of
Modern Art. San Francisco.
EEUU), cuyas obras pertenecen
al profesor Carl Djerassi, uno de
los principales coleccionistas de
creaciones de Klee, lo que hace
de la exposición una oportunidad única de admirar trabajos
del artista que rara vez se han expuesto en Europa.
La exposición se presenta dividida en cuatro salas temáticas
que llevan los títulos de Los años
de la infancia; El viaje de la líneafamilia; Mascotas y animales y,
finalmente,Sueños, fantasías y el
teatroy comprenden todo el periodo de la creación del artista
suizo comenzando con Dama
con sombrilla, de 1883-1885, hecho a lápiz sobre papel sobre
cartón, y concluyendo conAbrigo azul,de 1940, una obra al óleo
y cera pigmentada sobre papel
montado en cartón.
El recurso de la niñez de cada una de las obras ha dado lugar
a que la exposición siga un diseño temático. Otro de los elementos fundamentales, y base
sobre la cual se puede planificar todo el estudio de sus pinturas, es su utilización de la línea
y a ésta como clave para entender su impulso creativo. Así, podemos entender que si sus obras
de niñez y adolescencia son producto del lápiz, el crayón o la
acuarela/gouache , en 1903 empieza a desarrollar sus técnicas
de grabado y aguafuerte con es-
te elemento artístico como base de todo el trabajo.
Son muchas las características
que aparecen en esta exposición
que podrían servir para analizar su obra meticulosamente. Y
si descubrimos cómo la niñez y
adolescencia del pintor suizo estuvieron repletas de animales
La exposición ofrece
una visión de la obra
de Paul Klee y sus
sucesivos periodos
artísticos a través de
dibujos, acuarelas,
marionetas, etc
como se puede comprobar en
muchos de los cuadros (era conocido con el sobrenombre familiar de “hombre gato”), también podemos comprobar que su
dominio del color fue fruto de su
relación con artistas como Robert Delaunay, Auguste Macke,
Franz Marc o Wassily Kandinsky
y cómo éste cambia a lo largo
de sus diferentes periodos creativos.
En Klee encontramos tres elementos que aparecen representados, sobre todo, en la parte final de la exposición: los sueños,
la fantasía y el teatro. Este último aspecto aparece más especialmente, entendiendo el circo
como una forma de teatro del
mundo o a través de la conexión
que hizo entre los animales y el
sentido de la comedia.
Sea como fuere, en todos estos
casos aparecen muestras de un
artista que también era un gran
lector y una cultura que ha hecho que gente proveniente de
otros ámbitos de la cultura se
acerque a sus obras. De este modo, una obra como Ruinas de los
templos bárbaros(1934) reúne
alusiones a lo fantástico y ancestral mientras que en Sin título
(con perros, ojo, dado, luna y estrella) (1923) aparecen símbolos antiquísimos que compiten
con los tópicos de la existencia
rural doméstica. Y otro ejemplo
podría ser el Arlequín somnoliento (1933) que ilustra la porta-
da de este suplemento y en donde aparece su referencia a la Comedia del arte
También, en algunas ocasiones, la realidad y la imaginación
se sobreponen como ocurre con
Experimento mágico (1920) o
Fata Morgana en el mar (1918).
Su sentido espiritual, del que
parte su mundo natural y sus dimensiones panteístas se ven reflejadas enEl santo de la luz interior (1921).
Paul Klee (18 de diciembre de
1879 - 29 de junio de 1940) nació en Münchenbuchsee, cerca
de Berna, Suiza, en una familia
de músicos. Estudió arte en Múnich con Heinrich Knirr y Franz
von Stuck y durante una etapa de
su vida se asentó en Múnich,
donde conoció a Wassily Kandinsky, Franz Marc y otras figuras de vanguardia, y se asoció al
Blaue Reiter, un grupo de artistas vinculado al expresionismo.
Klee trabajaba en óleo, acuarela, tinta y otros materiales, generalmente combinándolos en un
solo trabajo. Sus cuadros frecuentemente aluden a la poesía,
De izqda. a dcha, y de arriba a abajo, las obras: Teddy tiene una necesidad; Pequeño paisaje invernal con esquiador; Paisaje estival y Tric-trac. iLA PROVINCIA/DLP
la música y los sueños, y a veces incluyen palabras o notas
musicales. A través de su producción se puede comprobar cómo su estilo varía entre el surrealismo, el expresionismo y la
abstracción.
Tras la Primera Guerra Mundial, Klee enseñó en la Bauhaus,
y a partir de 1931, en la Academia
Düsseldorf, antes de ser denunciado por los nazis por producir “arte degenerado”.
En 1933 dejó la enseñanza y regresó a Berna, donde realizó una
gran exposición en la Kunsthalle (1935). Al presentarse los primeros síntomas de una grave enfermedad, disminuyó su trabajo.
En 1940 fue internado en una clínica de Muralto-Locarno donde falleció y su producción excede el número de 9.000 entre
pinturas, dibujos y grabados.
Las obras que aparecen en la
muestra que estos días se puede ver en el CAAM gira en torno
al tema de la infancia. Un aspecto que se explica porque entre
1880 y 1920 Klee fue testigo de
una revolución en el estatus de
sus primeros años de vida, debido a las investigaciones sobre
la infancia de Alfred Binet o Pierre Janet, o los estudios del surrealismo o el psicoanálisis. De
ahí procede el título de la exposición, porque iluminan unas
El interés por la
línea, la naturaleza o
por las referencias
cultas permanece en
la obra del artista
suizo a lo largo de
todas sus etapas
formulaciones temáticas sobre
ese niño dentro de un hombre
adulto. Por eso utiliza dibujos de
su infancia y los reutiliza cuatro décadas después. Un ejemplo
de esto puede ser su obra Coche de caballos, que dibuja con
sólo cuatro años y que reutiliza
cuatro décadas después como
Coche de viajeros. Incluso hay
ejemplos de esos dibujos que
luego reaparecen ejecutados a
tinta o pluma o como litografías.
La obra de Klee se puede dividir en varios periodos: la época temprana en Múnich (19001910); la Blaue Reiter y la nueva
secesión muniquesa (1911-1915);
la época de la Bauhaus (1921-1931)
y los años finales de Berna (19321940) se encuentra presente el
tema de la infancia. Siempre con
una evolución en la utilización
de técnicas artísticas, como grabador quedan reflejados y se
presentan en la exposición del
CAAM.
Como señala Carl Djarassi,
Paul Klee fue un artista que entendió, quizás mucho más que
cualquier otro, la profundidad
del pozo emocional y de los residuos creativos procedentes de
los primeros años de su vida y de
las experiencias de la infancia.
Siguiendo el famoso aforismo de
Nietzsche, Paul Klee comprendió totalmente que “ésta es la
etapa más inteligente del arte de
la pintura que sólo unos pocos
entienden”. Con la selección de
obras de esta exposición, el
CAAM se acerca a la pervivencia
de los rasgos de la infancia en
la obra de Klee, algo que mantuvo y desarrolló a lo largo de
su vida adulta. El interés se centra menos en el arte de la infancia, es decir el Arte Infantil, y
más en los caminos creativos
“nunca olvidados”, que Klee
transportó y convirtió en un universo pictórico que fue completo y genuinamente suyo. Nació
en 1879, y se situó a comienzos
de la edad moderna. Los temas
de sus obras reflejan la transición del mundo de sistemas estáticos al mundo de la velocidad dinámica y del desarrollo
motorizado del siglo XX. Con dibujos y otras obras de la primera
etapa de la infancia, las obras de
Klee tocan muchos de los aspectos más importantes del mundo
de la transición del “arte moderno” en los primeros cuatro decenios del siglo XX.
Esta exposición muestra, por
tanto, la fascinación perpetua de
Klee con la línea como símbolo y
con los medios gráficos, y su relación con la música y el teatro,
con el mundo a pequeña escala,
que cabe en la mano, con los códigos de la naturaleza y su simbología oculta. Casi todo en la obra
de Paul Klee trata sobre el ser humano, tanto en sus aspiraciones
a pequeña escala como de largo
alcance. Nunca hubo un abstraccionista igual, él abstrae simbólicamente el mundo, siempre dirigiendo al espectador hacia lo
principal de la vida humana imaginativa. Es una cualidad de lo indudablemente humano, que le ha
conferido posteriormente a su
obra ese atractivo universal.
En los sesenta años más o menos posteriores a su muerte, nunca ha caído en desgracia. El atractivo humano de Klee ha
influenciado a innumerables artistas y sigue influenciándolos
hoy. Es un profeta de lo que sabemos, pero también de todo lo que
olvidamos con frecuencia. Son
manifiestas sus credenciales humanistas, y no existe nada en la
rutina cotidiana diaria de nuestra
vida que sea tan pequeño e insignificante que no podamos aprender algo de ello. Paul Klee aprendió e interiorizó bien esta
lección, y su arte supone un testimonio ilustrativo del niño que
habita en el hombre.
Finalmente, destacar una obra
como Camello macho enano
(1922) que aúna los cuatro temas
incluidos en esta exposición: un
dibujo lineal a pluma y tinta, la
idea del enano como payaso o
animador circense, la temática
animal y la peculiar representación pictórica infantil de lo animal. Una obra que podríamos relacionar con el tema del teatro de
guiñol o marionetas.
La exposición se inicia y concluye con dos títeres que intenta concitar la atención sobre ese
niño que se esconde dentro del
hombre. Sin embargo, aquí hay
que citar las palabras del académico Robert Kundielka que señala que las obras más tempranas
de Klee demuestran el rechazo
que tuvo Picasso sobre la idea de
un “genio de la infancia” que no
muestran ningún signo de don
o talento, pero sí establecer las
correspondencias y las diferencias que se establecen con su
posterior obra, y nos sirven para entender.
Con motivo de esta exposición, el CAAM ha editado un catálogo con textos de profesor
Carl Djerassi, Dr. Kudielka, así
como del comisario Mark Gisbourne, e imágenes de todas las
obras expuestas. Precisamente,
el coleccionista Carl Djerassi, recuerda la influencia que ha tenido Klee en el mundo de la música y señala que este aspecto le
llevó a un debate con el musicólogo Adorno y el compositor
Schönberg que fue ilustrado además por composiciones que fueron inspiradas por elAngelus novus entre las que destacan
aquella que compuso para su docudrama. De hecho, no sólo la
música clásica, sino el jazz, el
pop o la música instrumental han
utilizado la figura de Klee para
inspirar más de medio millar de
piezas musicales, muchas de
ellas obras maestras.
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CULTURA V / 43
Jueves, 25 de octubre de 2007
LA PROVINCIA/DIARIO DE LAS PALMAS
EXPOSICIONES
EL CICCA ACOGE LA MUESTRA ‘ESTEBAN VICENTE. SUEÑO, LUZ, COLOR, ESPACIO’, UNA RETROSPECTIVA DEL PINTOR ESPAÑOL, FIGURA
DESTACADA DE LA ESCUELA DE NUEVA YORK
Luz nueva
Protagonista destacado de la conquista norteamericana de nuevas cotas de autonomía
artística, en Esteban Vicente pesan sus raíces europeas. i Mariano de Santa Ana
Sobre la
pintura
Como ejercicio paralelo a la práctica artística
Vicente practicó también la escritura, una
aproximación reflexiva y lírica al arte, en la que
destaca su texto ‘Sobre la pintura’. i Esteban Vicente
L
a pintura no es algo
práctico. Uno pinta
para descubrir algo.
Ésa es la cuestión, y
es aplicable a todo el
mundo.
Pintando tienes que ocupar te de muchas cosas al mismo
tiempo; te pierdes.
La pintura es una suerte de
escritura, de caligrafía.
En pintura toda idea ha de
transformarse en una obra a fin
de llegar a existir; hay que
transformar la idea del tema en
un cuadro.
¿Qué representa la idea?
¿Qué significa la pintura?
Untitled (Sin título), 1982, uno de los cuadros de Esteban Vicente expuestos en el Cicca. i
S
us campos de color
provocan una asocia ción rápida con los de
Mark Rothko y Barnett
Newmann, los primeros artífices de las zonas de color puro en el cuadro, casi siempre rectangulares, pero
distan mucho de la rigidez compositiva del segundo y aunque
comparten la pulsión metafísica
del primero rezuman más voluptuosidad, un gozo que lo distingue también de otros compañeros
de viaje como Franz Kline y su
violencia cromática o Ad Reinhardt y su negación y evidencian sus años europeos, su deuda con la fragancia paisajista de
Cézanne y la levedad de Matisse. Esteban Vicente (Turégano,
Segovia, 1903- Nueva York, 2001)
es una rara avisen el contexto del
arte occidental de la segunda mitad del siglo XX, como puede
comprobarse en la muestraEsteban Vicente. Sueño, Luz, Color, Espacio, que ha comisariado el his-
toriador del arte Orlando Franco
y que puede verse desde anoche
en el Cicca. Instalado en París a
donde llegó a finales de los años
veinte y donde compartió amistad con, entre otros, Picasso y
Max Ernst, marcharía a Nueva
York al estallar la guerra civil española en 1936, para desempeñar
labores de apoyo a la República
desde el consulado, para finalmente nacionalizarse estadounidense en 1940 y acabar formando
parte de la vanguardia norteamericana que desplazaría a París como eje del arte internacional tras
la Segunda Guerra Mundial.
Los grandes formatos y las grandes manchas de colores puros extendidas en superficies regulares
pero temblorosas le inscriben en el
proceso de construcción de la autonomía de la pintura en la que Estados Unidos -si se hace excepción
de personajes como Lucio Fontana- fue más resuelto que Europa aunque el teorizador más lúcido de
la autonomía de lo artístico sigue
Una abstracción es una experiencia relativa a la realidad.
Las formas existen en alguna
parte, y uno se mueve hasta allí
y las expresa. La abstracción
tiene que ver con la forma y la
idea básica relativa a la materialidad del mundo. Uno crea formas; provienen de la experiencia, y a fin de que lleguen a ser,
uno ha de substraer, analizar,
eliminar. No es algo amorfo; es
preciso, real.
LA PROVINCIA/DLP
Una de las piezas de la exposición. i
LUIS DEL ROSARIO
siendo el alemán Theodor W.
Adorno-. Pero no se hace tabula
rasa alegremente, nadie se desprende de su equipaje con facilidad, y si en Arshile Gorky -representante de la vertiente gestual del
expresionismo abstracto- resonaban los ecos de su Armenia natal,
y la denuncia expresa del genocidio de que fue objeto su pueblo a
manos del ejército turco, si sobre
las figuras de De Kooning, uno de
sus mejores amigos, gravitaba el
magisterio visual de la gran pintura barroca holandesa, el color de
Esteban Vicente también tiene memoria y en su elegancia compositiva, como han destacado algunos estudiosos, reverberan la
pureza esencial de Sánchez Cotán,
los juegos de planos de Velázquez
o la combinación de rigor analítico y gozo sensorial de Juan Gris.
Un color entre dos mundos, que en
los últimos años, en que las relaciones Europa-América en el arte empiezan a ser revisados, arroja luz
nueva.
Hay abstracciones y hay ilusiones.
los sueños y las ilusiones son
opuestos. Las ilusiones significan la muerte de la pintura.
Los conceptos del dibujo y la
pintura son los mismos. ¿Por
qué, pues, esa idea de que el
contorno es la forma? La línea
es sólo un medio y los bordes
son sólo los bordes de las formas. Es en este sentido en el
que la pintura debe ser menos
dibujo.
Puede que uno tenga una intuición sobre la pintura que nadie ha tenido con respecto a nada. El ojo está relacionado con
el corazón y con la mente. Se
vuelve muy sofisticado. Cézanne tuvo una visión: lo importante es tener visiones. La pintura es algo que tienen que ver
con la visión de un hombre y
con la cultura y el tiempo en los
Los sueños y las
ilusiones son
opuestos, las
ilusiones significan
la muerte de la
pintura
que vive.
La pintura se deriva de la pintura. Por eso no creo que se
puede vivir en el Sahara y ser
pintor.
Al evolucionar como pintor
se llega a un punto en el que el
material se hace parte de uno;
pasa por los dedos, y en las yemas hay una gran sensibilidad.
Hay limitaciones en la naturaleza de la pintura. No puede
ser de otro modo.
La pintura no se puede explicar; un espectador sensible
puede ayudar a su comprensión. Lo mismo que con la música.
La intuición es la guía. Lo
que se siente despierta las
emociones.
La literatura tiene su lengua,
el lenguaje, y su tema es siempre los problemas [...] de la vida, por eso es más inmediata
que las artes plásticas -pintura
y escultura- que tienen una lengua específica que hay que
aprender. En el proceso creativo de las artes la condición
es la soledad. Soledad continuamente. Uno tiene que expresar su emoción solo.
Elegí para este artículo imágenes de distintas técnicas óleo, dibujo, collage, grabado
y litografía-. Con ello quería
mostrar que la imagen es siempre la misma, independientemente de qué materiales o qué
formas utilice.
No pienses. Pintar no es pensar; es sentir. No pares, no pienses cuando estás pintando.
Arriba Collage with Yellow, Blue and Orange (Collage con amarillo, azul y naranja), 1963, debajo Orange, Red, Black
(Naranja, rojo, negro), 1962, dos de las obras de Esteban Vicente incluidas en la muestra. iLP / DLP
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Jueves, 25 de octubre de 2007
LA PROVINCIA/DIARIO DE LAS PALMAS
EXPOSICIONES
LA SELECCIÓN REFLEJA DE MANERA
EFECTIVA, A VECES EFECTISTA Y A
VECES AUSTERA, LOS TERRIBLES EFECTOS DE LA MUERTE
ALGUIEN QUE
ANDA POR AHÍ
Antonio Puente
LOLA CAMPOS
E
La muerte:
una estética transgresora
‘Viva la muerte’, recientemente inaugurada en la Kunsthalle de Viena en colaboración con el Centro
Atlántico de Arte Moderno (CAAM), tiene como eje la mirada mexicana a la muerte. No es una mirada
festiva, sino una mirada crítica, dura, obsesiva. i Ángeles Alemán
L
a muerte como elemento protagonista
de la obra de arte apa rece, en la cultura oc cidental, desde el Ba rroco.
La
Contrarreforma, impulsora de la
piedad católica ante el martirio de
los santos, predicó en la pintura el
mayor realismo posible, con el fin
de conmover las almas de los espectadores. Pero también, como
parte integrante de esta reacción
a la reforma protestante, la finitud
de la vida se vio retratada en las
vanitas mundi, esas extraordinarias composiciones en las que la
vida acabada -el esqueleto o la calavera- convive con las huellas de
la vida, desde los instrumentos
musicales hasta la tiara de obispo
o la corona de rey.
El Barroco fue también la época en que la cultura occidental
se impuso en América, y en concreto, en México. La hibridación
entre la estética dramática y excesiva del barroco español y las culturas precolombinas, algunas de
ellas muy presentes en la vida cotidiana del virreinato, dieron lugar
a una peculiar celebración de la
muerte en muchos de sus aspectos. Sin duda, el día de los muertos se celebra en México de manera extraordinaria, algo que
Malcolm Lowry supo transmitir
tan bien en Bajo el volcán.
Con estas coordenadas, no es
extraño que la exposiciónViva la
muerte, recientemente inaugurada en la Kunsthalle de Viena en
colaboración con el CAAM, tenga
como eje la mirada mexicana a
la muerte. No es una mirada festiva, como la del día de los muertos,
sino una mirada crítica, dura, obsesiva.
Thomas Miebgang, comisario
de esta exposición -junto a Gerald
Matt y Álvaro Rodríguez Fominaya-, ha seleccionado una serie de
obras que reflejan, de manera
efectiva, a veces efectista y a veces austera, los terribles efectos
de la muerte, la desaparición, la
crueldad espantosa, o los pormenores cercanos al ritual mortuorio.
La calavera de Gabriel Orozco, Black kites (2004) planea sobre la exposición. Ella representa
en una sola pieza la vanitas mundi, la duda eterna, la imagen del
hombre desde sus orígenes.
En la obra En el aire, de Teresa
Margolles (2003), las burbujas flotantes proceden del agua usada
para lavar los cadáveres. La apa-
Una de la imágenes de Francis Alys. i
riencia de ligereza choca ante la
paradoja de la materia utilizada. Es
una obra que inicia la exposición,
en el más amplio sentido de la palabra. El desasosiego y la cercanía
de los ritos mortuorios acompañan al espectador desde la sorpresa inquietante de estas burbujas.
La materia se difumina y se
transforma en otras obras: el vídeo implica otra manera de mirar.
Melanie Smith, con Spiral City
(2002), hace planear la mirada sobre las macrociudades actuales;
Francis Alys, con Re- Enactement(2000), enfrenta al espectador a la dualidad de una escena
violenta.
Regina José Galindo, en las fotografías de la performance
¿Quién puede borrar las huellas?
(2003), denuncia las muertes violentas y las desapariciones bajo la
dictadura.
Las fotografías en blanco y negro de Bastiene Schmidt realizadas en Colombia y México reflejan distintos aspectos de la
miseria. Las dramáticas fotogra-
LA PROVINCIA/DLP
fías de los penitentes de Cristina
García Rodero, en la Semana Santa, enlazan con la pulsión contrarreformista de la muerte en el arte.
Ilán lieberman, con la serie Niño perdido (2006), y Enrique Metinides en sus series fotográficas
utilizan la desaparición y la acción
que transcurre -un accidente, una
muerte anunciada- para articular su mirada sobre la muerte.
Obras de Jorge Macchi,Víctima
serial(2000), Daniel Guzmán,
Tourette’s syndrome (2005),
Stephan Lugbauer, Ramón y la
Santísima muerte(2006), Carlos
Amorales, From a the bad slep
well# 11 (2004), Jennifer Allora y
Guillermo Calzadilla, Sweat
Glands, Sweat Lands(2006),
Dr.Lakra en sus series de retratos con calavera (2007), Pedro Reyes,A Makeover for Santa Muerte (2006) y Vik Muniz, Clown
Skull(1990), configuran una imaginería de la muerte que oscila
entre lo cotidiano y lo irreal, entre
el drama y la ironía. Mientras que
Esteban Pastorino, en sus imágenes fantasmagóricas de la arquitectura art decó, hace oblicua la
mirada hacia la muerte.
José Alejandro Restrepo en
Canto de muerte(1999) emplea la
fotografía y el vídeo para denunciar los abusos de las mafias colombianas ; Santiago Sierra, en
3000 huecos de 180x50x50 cada
uno (2002), escenifica con una
performance la muerte de los
emigrantes africanos; Iván Edeza, en … de negocios y placer
(2000) denuncia, con el rescate
de un vídeo ignominioso, una espantosa cacería de indios amazónicos.
Como contrapartida, la obra de
Ana Mendieta, Alma silueta en
fuego (1976), ofrece la visión poética del mundo de la muerte,
mientras que en una obra espacial, Cómo construir catedrales
(1987), Cildo Meireles emplea
huesos y monedas para escenificar, de forma metafórica, la pulsión de muerte que recorre la
muestra.
n nuestro tiempo, hay dos
tipos de escritores:
escritores-abeja, que
extienden su revoloteo, incluso,
muchas veces, a la vida paraliteraria, y escritores-hormiga, que se
pasan la vida acarreando
materiales, portando en silencio
la misma miga hasta la madriguera. Dolores Campos-Herrero
(Islas Canarias, 1954 – 2007),
dotada de esa virtud tan
escaseante, tras el talento, que es
la perseverancia, pertenecía a la
segunda estirpe. Recuerdo que
cuando la conocí, a mediados de
los 80, atraído por sus dotes como
periodista cultural, me produjo
perplejidad su utilización de
títulos banales como “Chanel
número 5” o “Daikiri” como
reclamo de una literatura, en
cambio, del mayor rigor literario.
En ese sentido, fue una rompedora y pionera Lola Campos,
horadando el tránsito desde la
promoción de los Narraguanches
de los años 70 hacia la literatura
fragmentaria que vendría
después, combinando siempre la
prosa y la lírica, que ella filtraba
de contrabando. Aquél era sólo el
comienzo de esa peculiar
combinatoria suya entre los
aspectos más contingentes y
cotidianos y las reflexiones más
puntillosas, de corte cortazariano;
como si del bolso de Mary
Poppins se desprendiesen
píldoras de Silvia Plath o María
Zambrano. Fue avanzadilla en la
literatura de vindicación
femenina; pero más acá de los
maniqueísmos que han venido
después, uno de sus grandes
valores es la trascendencia de los
géneros: la ternura que, a la
postre, tras la ironía, rezuman por
igual, por la fragilidad frente al
amor de sus plumajes respectivos,
la posesiva cacatúa y el loro
varonil aclimatado a otras
regiones. La escritura era su traje
de Cenicienta cada día, y sólo
ahora se comprende la prisa que
se dio en los últimos años,
publicando título tras título, como
si, a solas, se estuviese oliendo
algo de su precoz desenlace.
Todavía conservo en el buzón del
móvil su mensaje excusando,
hace tres semanas, su asistencia a
un acto por la “enfermedad de
Proust”. Todos sabíamos que
incluirla en cualquier evento
cultural era garantía de enjundia.
Y también le tirábamos de la
manga por su inusitada empatía.
Pues, cosa increíble en el
convulso mundo de la cultura,
Lola Campos jamás te paraba
para contarnos las suyas, sino
para escuchar las nuestras. A ella,
que tanto vivió del autoabastecimiento, le sobraba, sin embargo,
para expandir amor y pedagogía.
Le gustaba mezclar realidad y
ficción, hacer de su vida un taller
literario. Y por eso hoy, en
homenaje queremos verla, por
ejemplo, como el hada madrina
que no atinó a tener a tiempo la
Lolita de Nabokov. Titular su
fecunda biografía “Lola, espejo
claro”; y señalar que desde el
intenso solajero del pasado
domingo, la Lola se va a los
puertos. Advertir que ha sucedido
con ella lo mismo que cantara
Braulio sobre una pintarrajeada
tocaya suya: Cuando se vaya
morirá un poco toda la ciudad.
LA PROVINCIA/DIARIO DE LAS PALMAS
’
ENTREVISTA
CULTURA V / 53
Jueves, 25 de octubre de 2007
JOSÉ LUIS GAGO | Arquitecto
Desde principios de octubre el CAAM muestra la exposición ‘Manuel de la Peña. Estructuralismo y experimentación’, un interesante
proyecto comisariado por el arquitecto José Luis Gago que da luz a una firma imprescindible de los sesenta. i Clara Muñoz
“Manuel de la
Peña ha hecho
arquitectura
canaria
contemporánea”
E
s muy difícil entender la arquitectura
de hoy sin atender
al magisterio de
otros arquitectos
como Manuel de la
Peña, Pedro Massieu o Salvador Fábregas. ¿A qué cree usted que se debe la relectura
que se está produciendo en
Canarias de las últimas vanguardias en arquitectura?
— Más que relectura lo calificaría de descubrimiento. Ante
la falta de una sencilla historia de
la arquitectura local, los arquitectos terminan sus trayectorias profesionales con escaso reconocimiento de su trabajo y sus obras
deterioradas, transformadas y
empobrecidas hasta niveles irreconocibles. La falta de respeto
por el espacio urbano da como
consecuencia una degradación
de la arquitectura y, por ello, es
preciso caminar a su encuentro
para dignificarla e incorporarla al
acerbo cultural. Es necesario proseguir en esta línea para que en
un tiempo prudencial se pueda
contar con un catalogo de edificios a conservar de entre la enorme producción que se llevo a cabo en la segunda mitad del siglo
XX.
— Reunir e interpretar los
trabajos de Manuel de la Peña, uno de los arquitectos más
importantes de los años 60 en
Canarias, es una experiencia
que nunca se había realizado
antes. ¿Qué valoración hace
usted una vez presentado el
proyecto?
— Pienso que con ella entramos en una etapa de acercamiento del ciudadano con su ciudad, a
esa ciudad próxima que casi ha
crecido a la vez que nosotros y
a la que se ha menospreciado. La
exposición permite dar a conocer
una selección de edificios que casi todos conocemos y que tenemos fijados en nuestras retinas.
Una vez expuestos se convierten
en imágenes canónicas que permiten amar el escenario urbano,
lo que nos rodea y mirarlo sin
prejuicios.
— ¿Considera usted que es
importante retomar la figura
de Manuel de la Peña en estos
‘
‘
Supo establecer
una equilibrada
simbiosis entre
tradición y modernidad, materia
y estructura, luz y
volúmenes, de la
que aún se puede
aprender
Hablar de sus
diseños de es
hablar de su
tienda de muebles
‘Módulo’, donde
los hacía para sus
edificios pero
también para el
bum turístico
José Luis Gago. i LA PROVINCIA/DLP
momentos? ¿Por qué?
— La existencia de una Escuela de Arquitectura en nuestra ciudad requiere que los alumnos se
instruyan mirando a su alrededor
y aprendiendo de lo que les rodea. El estudio de las corrientes
nacionales e internacionales no
justifica el desconocimiento del
medio en que viven y de aquellas
aportaciones significativas que
han resuelto magistralmente los
condicionantes ambientales, materiales y culturales, que en definitiva son los mismos con los
que se van a tener que enfrentar
cuando terminen sus carreras. De
la Peña supo establecer una equilibrada simbiosis entre tradición
y modernidad, materia y estructura, luz y volúmenes, de lo que
aún se puede seguir aprendiendo.
Penetrar en la arquitectura es saber analizar y tomar decisiones,
algo para lo que el catalogo de esta exposición es todo un manual
de referencias y reflexiones.
— Manuel de la Peña combina la exploración de nuevas
ideas con un apreciable inte-
rés por los aspectos estructurales, espaciales y materiales del edificio. ¿Está usted de
acuerdo?
— Completamente. Incluso
matizaría diciendo que los relaciona y combina entre sí hasta
convertirlos en una sinfonía repleta de pequeños matices que
vibran con la luz, el viento, la vegetación y el reflejo de los colores de la naturaleza.
— Cuáles son los aspectos
más relevantes de la obra de
Manuel de la Peña?
— La sencillez conceptual; el
rigor estructural; la jerarquización del color y las texturas; la
permanencia de la ventilación; el
control de la luz; el contraste de
los volúmenes; la elaboración de
las carpinterías; el estudio de los
programas; la soltura para organizar las plantas de sus edificios
y la buena mano para el diseño
y el dibujo.
— Gran Canaria es una isla
en la que parece que nunca se
termina de acertar en los
diagnósticos ni en las solucio-
nes. ¿Cuál cree usted que sería la aportación de Manuel de
la Peña en la arquitectura turística en el sur de Gran Canaria?
— Es muy posible que no le
haya llegado el momento a esta
isla para alcanzar un nivel cultural sobresaliente pero puede que
no sea más que una confusión y
ocurra que no sepamos exactamente qué mirar. Por mi parte
he defendido y mantengo la opinión de que existen en Las Palmas dos periodos extraordinariamente fecundos y muy
semejantes entre si: el periodo
fundacional con la arquitectura
tardogótica y el de las vanguardias históricas o racionalismo.
Si se hiciera girar sobre estos dos
polos la recuperación de la estética urbana esta ciudad contaría
con una inconfundible personalidad además de originalidad. De la
Peña consciente de ello hace que
la arquitectura turística participe
de ambas corrientes y de ello su
trascendencia. Otros arquitectos han remedado buenas arqui-
tecturas nacionales o internacionales. De la Peña ha hecho arquitectura canaria contemporánea.
Ese es el verdadero sentido vernacular de los edificios no el que
aporta la decoración.
— De los edificios realizados por Manuel de la Peña en
Canarias, ¿cuál cree usted
que tiene mayor interés?
— Es obligado hablar de dos,
no por que quiera ser impreciso
sino porque responden a las dos
almas con las que vivió su profesión el arquitecto, aquella lógica y racional que todos entendemos, y la que surge del corazón
y rezuma sensibilidad e imaginación. Apartamentos Las Palmeras
cautivó a los críticos de las revistas de arquitectura iniciando con
él un proceso de descomposición
irremisible de las arquitecturas
autárquicas con las que se estaba
edificando en Las Palmas, actuación reforzada por la autoridad
que le confería su cargo oficial
como representante del Ministerio de Vivienda. El otro edificio
es el Restaurante La Rotonda, lamentablemente derruido y que
para bien de la cultura debería ser
reconstruido en San Agustín o en
cualquier otro emplazamiento.
— Manuel de la Peña realizó mobiliario del que usted
destaca el de su estudio. ¿Qué
otras piezas cree usted de interés?
— Hablar del diseño de mobiliario es hablar de la tienda Módulo ya que de ella salió una ingente producción de muebles
que el arquitecto hacia para sus
edificios pero también para cubrir la demanda que la sociedad
del bum turístico necesitaba para cambiar el interior de las viviendas, desde las complejas cocinas modernas llenas de
estantes y electrodomésticos
hasta las puertas y muebles de toda la casa. Una sociedad que cerraba sus casas terreras unifamiliares para acomodarse en
bloques en altura necesitaba
cambiar de muebles y de colores y entre Ana Suárez y Manuel
de la Peña lo lograron, algo que se
puede comprobar aun en una
enorme cantidad de viviendas
que permanecen llenas de amuebles adquiridos en Módulo.
— ¿Cómo fue la colaboración entre De la Peña y los artistas canarios más importantes del momento?
— Decisiva. Los artistas encontraron en el arquitecto un aliado incondicional que les introdujo en medio de un grupo de
empresarios que terminaron por
convertirse en pequeños coleccionistas, un pequeño mercado
que resulto suficiente para entusiasmar a unos y convertir en
autosuficientes económicamente a otros. Sin la insistente inclusión de obras de arte en los edificios de De la Peña los artistas no
se habrían proyectado socialmente y el mercado del arte hubiera
sido inexistente.
54 / VI CULTURA
Jueves, 25 de octubre de 2007
POESÍA
LA PROVINCIA/DIARIO DE LAS PALMAS
‘CONVERSATORIO’, DE LÁZARO SANTANA, ESTÁ
ATRAVESADA POR EL JÚBILO DE VIVIR
La Isla, al fondo
Leer ‘Conversatorio’, la más reciente obra poética de Lázaro Santana, es ciertamente un enorme placer
si, una vez descubiertas las claves que abren la puerta de su interpretación, estamos en
disposición de sumergirnos en el sugerente juego hermenéutico.i José A. Luján
E
scribir y publicar un
libro de poesía, y esperar una respuesta
atinada de quienes la
consumen, se está
convirtiendo en carrera de caballo cansado. La dificultad de llegar de manera espontánea y lineal a un selecto y
cautivo número de lectores, además de la diversidad de estilos
que propicia el género y la abundancia de oficiantes incluidos en
la banda ancha que acoge toda calaña de creadores, hacen que el
acercamiento a la provechosa lectura poética se convierta en raro
fenómeno de iniciados.
Para orientarnos en este mar tenebroso solemos alumbrarnos
con dos conceptos académicos
claros y precisos como son ‘poesía del conocimiento’ y ‘poesía de
la experiencia’, cimentados, en todo caso, en las bases formales de
la elaboración poética. Lo demás,
por ahora, lo volcamos en el cajón
de ‘la otra manera’ de entender
la aportación al género.
Dice Robert Langbaum en su ya
clásico La poesía de la experiencia, que “la poesía del XX puede
entenderse de manera unitaria como una poesía de la experiencia,
definida como una poesía que se
enuncia no como una idea sino
como una experiencia de la que, a
modo de especulación, pueden
abstraerse una o más ideas”. Y de
seguido subraya que “cuando un
autor protagoniza sus propios
poemas no debemos pensar que
se trata de la persona que sus amigos conocen... debemos más bien
concebirlo como un personaje en
una acción dramática...”.
Por ello, leer Conversatorio,
(Las Palmas de Gran Canaria,
Puentepalo, 2007), la más reciente obra poética de Lázaro Santana,
es ciertamente un placer si, una
vez descubiertas las claves que
abren la puerta de su interpretación, estamos en disposición de
sumergirnos en el sugerente juego hermenéutico que implica el
diálogo dramático de las diversas voces biográficas que, en sucesivos tiempos y espacios, afloran en sus páginas. Y siempre con
la isla en perspectiva.
La obra está estructurada en
dos partes. La primera, que da título al libro, es un solo poema de
39 estrofas de doce versos, con
prólogo y epílogo que abren y cierran el texto. La segunda es una
miscelánea que desarrolla temáticas diferentes.
Conversatorioes un diálogo del
autor con el propio autor. En el
cancionero tradicional del XV, el
marinero enamorado confiesa “yo
no digo mi canción sino a quien
conmigo va...”. En esta obra, en
la dualidad del Valle, una metáfora del camino del vivir, (aunque no explicitado, ¡qué limitación ceñirlo a Agaete!), umbría y
solana, luz y sombra, vida y tiem-
Las anécdotas del
paisaje son puntos
de partida que nos
llevan a la hondura
de donde emerge el
impulso filosófico
Portada de ‘Conversatorio’. i LP/DLP
po, esencias de la existencia, Lázaro Santana confiesa “tú y yo
frente a frente, la isla alrededor”.
Así, pues, con esta clave, en la que
las dos personas gramaticales son
un desdoblamiento de un mismo
‘Yo’ creador, a lo largo del poemario se entrelaza la conversación
feliz y dramática de toda una biografía – personal y cultural – que
con el exultante juego de la palabra salvadora sucede en el marco
de la isla. Las anécdotas del paisaje (los geranios, la escuela, el estanque, la playa, la city de Alonso Quesada, el mar... ) son puntos
de partida que nos llevan a la hondura de donde ha emergido el im-
pulso filosófico y poético, es decir, nos trasladan Hacia otra realidad, por decirlo con el título que
tan bien condensó Manuel Padorno en una de sus obras.
Paisajes de infancia, la muerte
acechadora, el optimismo del vivir, la reafirmación existencial,
el juego espejeante ante una fotografía, la isla siempre y en todas
partes, la denuncia de la identidad
(“En qué me fundaré para decir el
nombre de la isla, alguien que la
pronuncie con amor”), el amor en
la playa envolvente, la exaltación
de la palabra como cualidad salvífica del hombre... Y el optimismo.
Quiero destacar que Conversa-
torio está atravesado por la virtud
del júbilo del vivir, que puede ser
reflejo del actual momento creador de Lázaro Santana, recogido
en la estrofa XXXIX que cierra
la primera parte. Los aspectos formales son impecables, endecasílabos, eneasílabos y heptasílabos,
que hacen del libro una obra de arte. Y de manera singular, he de señalar cómo, en gran parte de las
estrofas, el texto emerge desde
una anécdota concreta y culmina con una definición a modo de
sentencia estética.
La segunda parte recoge doce
poemas, cada uno con título específico, que abordan pulsiones diversas tratadas con la hondura de
este poeta conocedor del oficio,
que rezuma contexto de isleñidad,
y que por ello no deja de ser poeta de nuestra lengua común. Augusto Vives es ilustrador del libro con tres iconos que remiten
tanto a sellos identitarios como
a sugerencias recreadas del propio
texto.
Escribir poesía como lo hace
Lázaro Santana es un ejercicio de
recuperación de la palabra y de
apurar la potencialidad expresiva de la lengua, que importa más
que estar en el marco de una tradición poética, sea la experiencia o el conocimiento. Y al mismo
tiempo que volvemos a reivindicar la palabra poética, más allá del
número de lectores, creemos necesario mantener el compromiso
con la realidad. Un esfuerzo intelectual frente al tiempo que vivimos, porque, como dice Luis
García Montero, “afirmar la dignidad de la poesía significa defender la libertad profunda del individuo y sus responsabilidades
éticas”.
Creo que Lázaro Santana,
en su amplia obra de creación
(léase Las Aves, Para que exista
el navegante, o sus artículos Botella al mar), ha dejado sobradas
evidencias de este compromiso
intelectual. En este sentido
podría ser provechoso que
nuestra ULPGC, que tanto alarde hace de su vínculo con la sociedad (cosa que habría que probar),
incorporase
a
personalidades de la Cultura (de
“reconocido prestigio y experiencia”) dentro de programas curriculares específicos, para que
aireen la atmósfera académica
que a veces lastra las aulas de
nuestros campus. Lázaro Santana,
más allá de filias y de fobias, podría ser con generosidad uno de
ellos, tanto en plástica como en literatura.
CULTURA VII / 55
LA PROVINCIA/DIARIO DE LAS PALMAS
CINE
Jueves, 25 de octubre de 2007
‘LA JOVEN JANE AUSTEN’ NO ES UN BIOPIC SINO UN POPURRÍ DE
SUS NOVELAS: EMOCIONES CONTENIDAS, AMORES INCONFESABLES,...
Una vida de novela
El cineasta británico Julian Jarrold lleva a la pantalla la vida de Jane Austen,
una de las escritoras más adaptadas a la literatura universal. i Antonio Bordón
Q
uiero comenzar
esta reseña de
La joven Jane
Austen con una
dedicatoria: a
mi amiga Dolores Campos-Herrero, para
quien Austen actuó como mentor literario cuando ella era
también joven. Su repentina desaparición nos ha impedido seguir disfrutando de sus relatos
llenos de sentido y sensibilidad.
La vivacidad, la inteligencia y el
ingenio, características principales de muchos de sus cuentos, se apoyaban en una fraseología sencilla, ligera y
burbujeante, que bebía en la
prosa de los mejores narradores anglosajones, Austen incluida. Leída o releída su obra en
esta hora oscura, casi se diría
un milagro.
Milagrosa fue también la obra
de Jane Austen, pues aparte de ser
la hija de un clérigo, experimentó
en carne propia el destino de ser
mujer en un pequeño lugar de
Hampshire, donde “los vecinos
no podían visitarles con facilidad,
a excepción de unos pocos caballeros robustos que, montados a
caballo, llevaban mensajes”, según cuenta su biógrafa Claire Tomalin. Austen estudió en su casa y nunca se separó de su familia,
en la que era la séptima de ocho
hermanos. Precisamente uno de
sus hermanos, Henry, es quien hizo la primera anotación biográfica que se conoce de la vida de la
autora de Orgullo y prejuicio, de
la que asegura que “había carecido por completo de hechos interesantes”.
Esto no ha impedido que Julian
Jarrold siguiera adelante con sus
planes de llevar la vida de Austen
a la pantalla, con un plantel de actores adecuado y, ciertamente,
Anne Hathaway, James McAvoy,
Julie Walters, James Cromwell y
Maggie Smith cumplen sobradamente en sus papeles. Sin embargo,La joven Jane Austen no es, digámoslo ya, un biopic sino un
popurrí de las novelas de Austen:
emociones contenidas, amores
inconfesables, sentimientos por
descubrir, obstáculos insuperables, tensión dramática, romántica o sexual, explosiones de amor
y declaraciones tan emotivas que
podrían hacer saltar las lágrimas.
Los lectores verán todas las novelas de Austen que la película de
Jarrold lleva en sus fotogramas:
desde Sentido y sensibilidad a La
abadía de Northanger, donde la
autora defiende el género novelístico, que se inscribe en la tradición de la novela femenina inglesa, y parodia la novela gótica, de
la que Ann Radcliffe fue su má-
Las 13 rosas
Anne Hathaway es Jane Austen. i LA PROVINCIA/DLP
ximo exponente tras el éxito de
Los misterios de Udolfo. En La
abadía de Northanger, la protagonista descubre que “por muy
atractivas que sean las obras de la
señora Radcliffe, e incluso por
muy atractivas que fuesen las
obras de todos sus imitadores, no
era en ellas quizá donde habría
que ir a buscar la naturaleza humana, al menos tal como aparecía
en los condados del centro de Inglaterra”.
Lo mismo podría decirse de La
joven Jane Austen, no es en la película de Jarrold donde habría que
ir a buscar la verdadera Austen,
sino en las adaptaciones de sus
obras que han sido bien acogidas por el público, como Orgullo y prejuicio, me refiero a la serie televisiva en la que Colin Firth
interpretó a Darcy como si hubiese nacido para ello (en homenaje a este papel y a la escena en la
que Firth se quita la camisa para
lanzarse al lago, Helen Fielding
escribió el personaje de Darcy en
El diario de Bridget Jones), oSentido y sensibilidad,de Ang Lee, en
la que Emma Thompson, Kate
Winslet y Hugh Grant también
parecen que estuvieran hechos
a la medida de sus papeles.
No hay que denostar La joven
Jane Austenpor sus imágenes trilladas, ni argumentar que es una
película para mentes románticas.
Es, sencillamente, que bajo su elegante formulación visual no hay
otra cosa que un revival de cuantas historias sentimentales han
salido de la pluma de Jane Austen,
llenas de incisiva observación y
detalles meticulosos sobre su
época que, sin embargo, no aparecen en la película de Jarrold por
ninguna parte. Si, al menos, cierta invitación a revisar su obra. O,
mejor aún, visitar su Hampshire
natal.
En una reciente entrevista
concedida a El País, Doris
Lessing, premio Nobel de
Literatura de 2007, decía
refiriéndose al 11-S que “lo de los
americanos no resulta tan
terrible” si lo comparamos con el
IRA, la guerra de Afganistán o la
Guerra Civil española. Si duda,
en todo conflicto bélico hay
episodios que son difíciles de
olvidar. Uno de los episodios más
dramáticos de la Guerra Civil
española sucedió el 5 de agosto
de 1939, cuando trece mujeres, la
mitad menores de edad, fueron
fusiladas ante las tapias del
cementerio de la Almudena de
Madrid. Su historia ha sido
llevada a la pantalla por Emilio
Martínez-Lázaro en Las 13 rosas,
con guión de Ignacio Martínez
de Pisón. Carmen Barrero
Aguado, Martina Barroso García,
Blanca Brissac Vázquez, Pilar
Bueno Ibáñez, Julia Conesa
Conesa, Adelina García Casillas,
Elena Gil Olaya, Virtudes
González García, Ana López
Gallego, Joaquina López Laffite,
Dionisia Manzanero Salas,
Victoria Muñoz García y Luisa
Rodríguez de la Fuente, que así
era como se llamaban las trece
mártires de la represión
franquista, no había cometido
más delito que defender la
legalidad republicana contra el
alzamiento militar del 36. Eran
modistas, pianistas, sastras, amas
de casa, con novios y maridos
también condenados. Julia
Conesa, interpretada en la
película por Verónica Sánchez,
tuvo tiempo de escribir una
última carta a su familia que
decía: “Madre, hermanos, con
todo el cariño y entusiasmo os
pido que no me lloréis nadie.
Salgo sin llorar. Me matan
inocente, pero muero como debe
morir una inocente. Madre,
madrecita, me voy a reunir con
mi hermana y papá al otro
mundo, pero ten presente que
muero por persona honrada.
Adiós, madre querida, adiós para
siempre. Tu hija, que ya jamás te
podrá besar ni abrazar. Que mi
nombre no se borre en la
historia”. Es algo que MartínezLázaro consigue con una película
de alto voltaje emocional.
56 / VIII CULTURA
Jueves, 25 de octubre de 2007
DISCOS
Diego F. Hernández
Alberto García Saleh
LA PROVINCIA/DIARIO DE LAS PALMAS
SPRINGSTEEN HACE AFLORAR SU POSE CRÍTICA EN UNA
NUEVA COLECCIÓN DE CANCIONES CORPULENTAS Y ENÉRGICAS
Palabra de ‘boss’
Biografía
LA E-STREET BAND SACA EL DISCO
MÁS POTENTE DESDE LOS SETENTA
Nacido para la
velocidad
Tras algunos deslices en su
carrera a mediados de la
década de los ochenta y a
principios de los noventa,
Bruce Springsteen parece
renacer y el boss puede estar
pasando por una segunda
etapa gloriosa como lo
demuestran sus últimos
homenajes y experimentos.
Pero el mejor ejemplo ha
sido indudablemente su
último trabajo donde el
cantante se expresa con toda
la pasión de sus inicios con
la potente E-Street Band.
N
ada es lo que parece en
el último Springsteen. De
entrada, el título, Magic (Universal) no es la presentación
de otro ramillete de algunas
de sus más flojas baladas de
los ochenta, no, es el boss cargado de ironía para denunciar
a Bush y su “magia” referida
especialmente a sus trucos y
mentiras para hacer pasar a todo un país por el aro y alcanzar sus intereses económicos.
Por otro lado, el rostro del
cantante cansado y apesadumbrado no tiene nada que
ver con las doce canciones
que contiene. Porque, sí, las
sospechas, afortunadamente,
se han confirmado. Y es que
Springsteen parece querer dar otro tirón de orejas a sus
paisanos de una manera muy parecida a la de aquel popular Born in the USA, aunque con menos concesiones comerciales, afortunadamente. El boss regresa con un disco corpulento, repleto de energía que acerca a la E-Street
band a su época gloriosa, un disco trepidante de principio a fin que se sacude el pesimismo de su anterior
experiencia con esta misma banda The rising. Las guita rras de Steven Van Zandt y Nils Lofgren del tema inicial
no tienen precio, y se incrementa con la sensacionalGypsi
Bikerque nos remite a trabajos como The wild, the inno-
BOB DYLAN
UN TRIPLE CD DE GRANDES
ÉXITOS AL GUSTO DE LOS FANS
cent and the E Street shuffle y
al Born to run.
Pero la banda muestra su
mayor fortaleza en Livin in
the future donde los teclados
rítmicos de Roy Bitten y Danny Federici y el saxo épico de
Clarence Clemons son el motor de todo. No es exagerado
confirmar que aquí se encuentran algunas de sus mejores
canciones de los últimos treinta años, caso de Your own
worst enemy, otra probable
alusión al dirigente norteamericano, o toda una curiosidad
tituladaLast to die en donde el
tema de los muertos en Irak y
el sufrimiento de familiares y
amigos se desarrolla con un
sonido puramente norteamericano que podría pasar por
una de las canciones más furibundas del NRA de The
Dream Sindicate. Sin embargo, el ataque más claro, certero y poético contra el peor presidente que ha tenido
los Estados Unidos en su historia sea la conmovedora Devil’s aracde. La parte más mundana del boss aparece con
canciones como I’ll work for your love en un disco en donde la situación política de su país planea de una manera
más que evidente (hay quien le acusa de hacerle el juego
a los demócratas), pero por encima de cualquier cosa, el
bosssiempre ha demostrado coherencia i A. G. S.
Electrónica
Rock/pop
Rock/pop
Krater
Apenino
Manu Chao
El mundo de Family y Le Mans que tanto éxito tuvo en nuestro país a comienzos de los noventa
sigue vivo en Apenino. Con un propósito muy minimalista, la instrumentación se reduce a los juegos teclados y sintetizadores que dan vida a unas
letras cotidianas que, bajo ese sustrato, adquieren
un aspecto mucho más misterioso. Destacar la
versión del tema de The Field Mice, Below the
stars, que por ellos suena a Japan. i A. G. S.
Tanto esperar por Manu Chao, seis años
desdePróxima estación esperanza (2001)
para acabar saboreando un cancionero que
parece salido de los
sobrantes deClandestino (1998). El ex Mano Negra tiene nervio, ganas y verbo, pero parece que camina hacia los lados en vez de sacar
pecho hacia adelante, como llevan suspirando
los miles de manuchaistas de palabra y hecho. Una infinita tristezaproduce este disco en
el que suenan otra vez las guitarras pero con un
discurso que poco tiene de nuevo. Ahí están
El kitapena,Politik kills, Tristeza maleza y otras,
para que cada cual saque conclusiones. i D. F. H.
Klitekture.
P Artista: Apenino.| Título: Un rayo de sol.
| Discográfica: Jabalina
P Artista: Manu Chao. |Título: La Radiolina. | Discográfica:
Radio Bemba/K Industria
Radiohead
Altraste
Electrelane
c
Un grato de ejercicio
de experimentación
en el que se junta el
pulso pianístico con
capas y texturas electrónicas próximas al
ambient. Recreando el
sutil tacto de Erik Satie,
o las más atmosféricas
de las sonatas para piano de Beethoven, envueltas en efectos y pellizcos distorsionados y
de efectos, el debut de Krater, proyecto en el que
convergen los canarios Luis Ortiz, Raúl González y el pianista Cristobal Montesdeoca, es una
puerta abierta a la languidez sonora, a esos horizontes monocordes por los que dejarse llevar.
Música para las emociones, visual y sugestiva,
y terriblemente evocadora. | D. F. H.
PArtista: Krater. | Título: Harmonic tremor.| Discográfica:
c
Radiohead vuelve al
sonido delOk computer,que es como decir
que publica el disco
que todos sus fans esperaban. Cuando aún
no está el trabajo en el
mercado, pero sí se
puede descargar previo pago (o no) de su página web, los resultados no podrían ser mejores. Hay desde tecnología elegante en la inaugural 15 steps o en la
sensacional Reckoner hasta su pop sintético
con conatos punk en Bodysnatches. Encontramos desde obsesiones metafísicas y guiños
al rock sinfónico hastanumerosos ejemplos sobresalientes sobre cómo reactualizar la neopsicodelia británica con elegancia y sin caer en los
PArtista: Ra pastiches habituales. i A.G.S.
diohead. | Título: In rainbows. | Discográfica:Radiohead.
La banda tinerfeña Altraste hace de su segundo
disco (su debut fue conEscucha atentamente , en
2003), una coctelera de ritmos pop y rock de clara fijación latina. Los guiños a Andrés Calamaro
y otras criaturas de igual pelaje musical son más
que evidentes en el grueso del minutado de este
Peces naranja, por el que fluyen temas para bailar y dejarse enamorar. Un trabajo barnizado de
una producción impecable. i D. F. H.
P Artista: Altraste. | Título: Peces naranja. | Discográfica:
CCR/McKenzie.
c
c
De ser uno de los casos más extraños del
noise-pop británico
con aspiraciones sinfónicas, los ingleses
parecen alejarse de
cualquier tipo de clasificación, y en su tercer álbum deciden incluir un poco de todo. En algunos momentos
parecen sentirse más cómodos con el sonido juguetón de los Stereolab (los temas iniciales), en otros incluyen furibundos ejemplos de
sus primera etapa (After the call, Tram 21), delicadas baladas que enlazan con los olvidados The Passions (In Berlin) y ejercicios de
noise a los Sonic Youth. El trabajo más ecléctico de la banda de Brighton, uno de los disPArtista: Electrela co del año. | A. G. S.
ne. |Título: No shouts no call | Discográfica:Everlasting.
La antología
definitiva
Bob Dylan ha publicado la
mayor antología de su
carrera en un disco triple
que reúne 51 canciones
seleccionadas con la ayuda
de sus seguidores, que han
participado en una
votación por Internet.
Dylan (Columbia) ofrece
un completo recorrido por
la obra del compositor y
cantante de Minessota
desde sus comienzos en
1962, hasta su último
Modern Times publicado el
año pasado. El primero de
los discos, que abarca hasta
el 1967, arranca conSong to
Woody, homenaje a Woody
Guthrie, y muestra su
periodo acústico, al que
pertenecen clásicos como
Blowin’ in the wind,
Masters of the war y The
times they are a-changing.
Aquí se constata la
evolución de Dylan hacia la
instrumentación eléctrica
plasmada en discos como
Highway 61 revisited (del
que se incluye) y el doble
Blonde on blonde (que
aporta los temas Just like a
woman, Rainy day women
y Most likely you go your
way...). Dylan alcanzó su
máxima popularidad a
mediados de los setenta,
época que recoge el
segundo disco de la
antología con éxitos como
Hurricane, Knockin’ on
Heaven’s door y Forever
young. A esta época
corresponde Blood on the
tracks, del que se incluyen
Tangled up in blue y
Simply twist of fate. Su
conversión al catolicismo
está presente en Precious
Angel, Gotta serve
somebody y Jokerman,
adornados con la guitarra
de Mark Knopfler.
La antología se cierra con
un tercer disco que
comienza con los mejores
temas de los álbumes de
finales de los ochenta,
ampliamente
representados a pesar de
encontrarse entre los
peores de su carrera como
Down in the Groove o
Knocked out loaded. Se
encuentran aquí seis temas
de tres discos con los que
reinventó su leyenda como
son Time out of mind
(1997), Love and theft
(2001) yModern times
(2006). | EFE
CULTURA IX / 57
LA PROVINCIA/DIARIO DE LAS PALMAS
LIBROS
Jueves, 25 de octubre de 2007
A LA ESPERA DE LA PUBLICACIÓN DE ‘EXIT GHOST’,
EL LECTOR NO DEBERÍA DEJAR ESCAPAR LA
OPORTUNIDAD DE LEER ‘EL MAL DE PORTNOY’
Hablando del asunto
La editorial Seix Barral acaba de reeditar ‘El mar de
Portnoy’, novela de Philip Roth que narra la obsesión
por el sexo de un muchacho judío. i Antonio Bordón
NOVEDADES
EL PERSONAJE MÁS INOLVIDABLE
QUE HA CONOCIDO EL AUTOR
Auster
dirige
L
La literatura de Paul
Auster tiene sus pilares fund
amentales
en el azar y
el destino.
El
azar
quiso que Auster se encontrara dirigiendo este guión cuando recibió la noticia de la concesión de Premio Príncipe de
Asturias de las Letras. La vida interior de Martin Frost es
una de esas historias de apariencia sencilla, que terminan
desmintiendo que sólo haya
complejidad en las novelas de
James Joyce.
PTítulo: La vida interior de M. Frost.|
Autor: Paul Auster. | Editorial:
Anagrama, 128 págs. | Precio: 13 euros.
Sorprendente
debut
n
Philip Roth. i LA PROVINCIA /DLP
S
igmund Freud ya lo sabía, y Hercules Poirot,
el famoso detective
creado por Agatha
Christie, también lo dijo: para quién es culpable no hay nada más peligroso que
hablar. EnEl mal de Portnoy (nueva traducción de Ramón Buenaventura de Portnoy’s Complaint,
conocida anteriormente como El
lamento de Portnoy), Alexander
Portnoy, un muchacho judío nacido en una familia acomodada, se
confiesa en el diván de un psiquiatra, Spielvogel, y trata de analizar
las razones por las que se masturba constantemente: “Si, al menos,
pudiera reducirlo a una manualidad diaria, o digamos dos, ¡tres!
Pero, teniendo por delante la
perspectiva de la nada, el caso fue
que empecé a batir todas mis
marcas. Antes de las comidas.
Después de la comidas”.
El mal de Portnoy fue un fenómeno editorial a finales de los
años sesenta en Estados Unidos
que incluso mereció un comentario sarcástico de Jacqueline Susann, la autora de El valle de las
muñecas. Tras el éxito sin precedentes de la novela de Roth, Susann dijo en una entrevista: “Sí,
me gustaría conocerlo. Pero no
me gustaría darle la mano”. Roth,
un desconocido cuando se publicó esta novela que ya lleva nume-
‘El mal de Portnoy’
fue un fenómeno
editorial a finales de
los años sesenta en
Estados Unidos que
incluso mereció un
comentario sarcástico
de Jacqueline Susann
rosas reediciones en nuestro país,
la última ésta que acaba de publicar Seix Barral (editorial que ha
recuperado parte de su primera
obra:La visita al maestro, Zuckerman desencadenado, La lección
de anatomía, La contravida,
Goodbye, Columbus), intentó resolver sus problemas con el sexo
opuesto escribiendo sobre ellos.
Diez años después Roth volvería sobre el asunto en La visita al
maestro (como se conoce en España The Ghoswriter), primera de
las novelas protagonizadas por
Nathan Zuckerman. Al igual que
en El mal de Portnoy, en La visita al maestro los sedimentos autobiográficos de Roth dan forma
a la personalidad de Zuckerman,
un escritor bisoño que visita a su
maestro, el novelista judío E. I. Lonoff; lo que en un principio parece una novela de aprendizaje sobre la educación sentimental de
Zuckerman, se convierte en una
audaz fantasía en la que Zuckerman llega a convencerse de que
una joven llamada Amy Bellette es
en realidad Anna Frank, que ha
huido de la Alemania nazi y se ha
refugiado en Estados Unidos.
Zuckerman se imagina a
Amy/Anna insinuándose al viejo
Lenoff y luego se masturba pensando en ella.
Todas las novelas de Roth desarrollan lo que Amy le dice a
Zuckerman: “Somos fantasmas
atestiguando el final de una era literaria”. Es lo que viene a decirnos
su última novela Exit Ghost, que
acaba de aparecer en Estados Unidos y que en España aparecerá
en Mondadori en 2008. En Exit
Ghost, Roth regresa a los tormentos sexuales de Zuckerman, esta
vez convertido en un hombre
adulto con problemas de próstata.
Zuckerman se encuentra de nuevo con Amy (quienquiera que fuese), ahora anciana y aquejada de
un tumor cerebral.
A la espera de la publicación de
Exit Ghost, el lector no debería
dejar escapar la oportunidad de
leer El mal de Portnoy, una novela ágil, repleta de situaciones divertidas, que no da descanso al
lector, que se verá una y otra vez
incitado a reanudar la lectura después de cada carcajada. No es para menos.
LECTURAS
dffgfg Ga
E m m a
Darwin, tataranieta
de Charles
Darwin, ha
hecho un
s o r p r e ndente debut con La
aritmética del amor, una novela de amor y de guerra que
anuncia el descubrimiento de
una narradora extraordinaria,
con un férreo dominio de la
trama y recursos para mostrar
la plasticidad tanto de los campos de batalla de Waterloo como de la viejas ciudades vascas donde se desarrolla la
historia principal de la novela.
PTíulo : La aritmética del amor. | Autor:
Emma Darwin. | Editorial: Alianza, 559
págs.|. Precio: 19 euros.
Narrativa
corta
L
El escritor
Richard
Bausch
amplía el
relato de
las vidas
de hombres y mujeres americanos en
este nuevo volumen de cuentos, ¿No te alegras por mí? , publicado por Tropismos, editorial que inició en 2004 la
publicación de la narrativa corta de Bausch con Alguien que
me cuide. La descripción de
la vida estadounidense en sus
relatos no tiene nada que envidiar a la de Raymond Carver.
PTítulo: ¿No te alegras por mí? | Autor:
Richard Bausch.| Editorial: Periférica, 448
págs.| Precio: 20 euros.
La madre
“La llevaba tan incrustada en
la conciencia, que, al parecer,
me pasé el primer año de
colegio convencido de que
todas y cada una de mis
profesoras eran mi madre
disfrazada. Echaba a correr en
cuanto sonaba el timbre de
salida, e iba todo el camino
preguntándome si llegaría a
casa con tiempo suficiente
para pillar a mi madre antes
de que volviera a
transformarse. Pero siempre,
invariablemente, la encontraba
ya en la cocina, poniéndome
el vaso de leche con galletas.
Su proeza, sin embargo, en
lugar de empujarme a
renunciar al engaño, lo que
hacía era intensificar el
respeto que me inspiraban sus
poderes. Y, también, el hecho
de no sorprenderla entre
encarnación y encarnación
venía a suponer un alivio, de
todas formas, aunque yo
nunca cejara en el intento. Me
constaba que mi padre y mi
hermana no estaban al cabo
de la calle en lo tocante a la
verdadera naturaleza de mi
madre, y que la carga de
culpabilidad que, imaginaba
yo, me iba a caer sobre los
hombros en caso de que
alguna vez la pillase
descuidada era más de lo que
estaba dispuesto a aguantar a
mis cinco años. Llegué incluso
a temer, creo, que alguien no
tendría más remedio que
desembarazarse de mí si
alguna vez llegaba a verla
entrar volando por la ventana
del dormitorio, directamente
desde el colegio, o salir
–miembro por miembro– del
estado de invisibilidad, para
ponerse el delantal. Ni que
decir tiene que cuando me
pedía que le describiese con
todo detalle mi día preescolar,
lo hacía escrupulosamente.
No pretendía comprender su
ubicuidad en todo su alcance,
pero había algo indiscutible: la
cosa estaba relacionada con su
deseo de saber cómo me
portaba yo, qué clase de niño
era cuando creía que mi
madre no estaba delante. Una
consecuencia de esta fantasía,
que perduró (en esta forma
concreta) hasta el primer
grado, fue que, ante el
convencimiento de que no
tenía elección, me hice
honrado. Ah, y brillante. De
mi hermana mayor, cetrina y
pasada de kilos, mi madre
decía: La chica no es ningún
genio”.
PTítulo : El mal de Portnoy. | Autor:
Philip Roth.| Editorial : Seix Barral,
360 págs. | Precio: 18,75 euros.
LA PROVINCIA SUPLEMENTO SEMANAL
25 DE OCTUBRE DE 2007
DIARIO DE LAS PALMAS
AMALGAMA i Juan Ezequiel Morales
GONZALO GONZÁLEZ
Gonzalo González, pintor, expone en La Regenta una serie de cuadros y esculturas que
están unidos, como muy bien han titulado
los comisarios, en un continuum estructuralista tituladoLa Piel y el Geómetra , al estilo del viejo Lévi-Strauss de Lo Crudo y
lo Cocido o El Oso y el Barbero. Si atendemos a las estructuras kantianas abstractas y
a la organicidad biológica, que conforman
el yin y el yang en su obra, entendemos cuán bien elegido está el título como epítome de esta exposición.
Hace bastantes años, antes del fin del pasado siglo, publiqué un diálogo con Gonzalo González en el que discutíamos, en términos filosóficos, sobre el carácter del arte.
Le propuse hacer “tabula rasa” para con todos los conocimientos y referencias históricas que estaban detrás de su pintura, a
fin de llegar al máximo de desnudez del
arte, y le pregunté sobre si el ejercicio de su
pintura es disciplinable o no. González con-
‘
Si atendemos a las estructuras kantianas
abstractas y la organicidad biológica,
que conforman el yin y el yang en su
obra, entendemos cuán bien elegido está
el título como epítome de esta exposición
que se puede ver en La Regenta
testó rotundamente que sí, que la pintura es
un acto intelectual, reflexivo, metódico, re conducible en todo caso al momento en el
que el cuadro se hace en el estudio. Le re pregunté por qué la reconducción es al momento del estudio y no al momento fuera
del estudio, y González replicó que porque el arte forma parte de un circuito comunicacional y, sin el objeto artístico, ese circuito se rompe, y el objeto artístico surge en
el estudio.
El estudio del artista es el laboratorio,
pues, en el que se unen esos conceptos de
lo abstracto kantiano (el geómetra) y de lo
orgánico (lo epitelial). En aquel tiempo le argüí que si el arte es disciplina hay que compararlo al deporte, y por tanto es arte sólo lo
que es contrastable y público, tal y como
es deporte todo lo que se mueve alrede dor de las olimpiadas, y nunca las habilidades de un bantú perdido en la selva, por
muy lejos que éste haga llegar su lanza, y
González pasó a exponer que el sonido del
viento no es arte, sino que es vida, pero que
sí es arte el sonido de una composición musical en una flauta por la que pasa el viento, de donde el factor racional humano es la
“conditio sine qua non” que produce la obra
de arte. Le definí el arte como algo intrapersonal, y González lo definió como algo comunicacional. Finalizó González admitiendo que los museos son cementerios de
obras que ya dijeron lo que tenían que decir
en su momento histórico, pero que lo que
no se puede pretender es darle la vuelta
atrás al muerto para resucitarlo, y que lo me jor y lo propio de la vida es vivirla, y del
arte, por tanto, hacerlo. En aquella ocasión
González había empezado a investigar en
sus series humboldtianas, y hoy ha conse guido unir aquel mundo decimonónico y
humboldtiano a un mundo del siglo XXI
plenamente abstractivo, delimitado por la
geometría y sus poderes: bits, puntos, líneas,
planos, fractales y caos, detrás de cuyas
ecuaciones se encuentra la unión de los dos
opuestos que González ha captado con la
potestad junguianamente inconsciente del
ejercicio del arte, de la que él es un “me dium” epónimo.
Le pregunté por qué la reconducción es al momento del estudio y no al momento fuera del estudio, y González
replicó que porque el arte forma parte de un circuito comunicacional y, sin el objeto artístico, ese circuito se rompe
CONTRA LOS PUENTES LEVADIZOS i Antonio Bordón
CRÓNICAS DE MOTEL
Próximo prójimo
Motel de carretera. i LA PROVINCIA/DLP
En 1955, En el camino, de Jack Kerouac,
se convirtió en una inesperada guía para recorrer Estados Unidos de costa a costa; en
1982 ese honor recayó en las “historias rotas”
de Sam Shepard reunidas en Crónicas de motel; ahora, en 2007, el filósofo francés Bernard-Henri Lévy es quien ha recorrido más
de 20.000 kilómetros para escribir su provocador ensayo American Vértigo (Ariel). Siguiendo los pasos del pensador, político e historiador galo Alexis de Tocqueville, que viajó
a Estados Unidos en 1831 para estudiar su sistema penitenciario y profundizar en el aná lisis de su sistema político y social, Lévy rea -
liza la autopsia del sueño americano de un
motel a otro, de una ciudad a otra, de los ba rrios pobres de Los Ángeles a las comuni dades judías de Nueva York.
Tocqueville anunció en La demo-
cracia en América la llegada de una sociedad
igualitaria, fundada sobre el individualismo,
la agitación y el aislamiento: “Veo una multitud innumerable de hombres semejantes e
iguales que dan vueltas sin descanso en torno a sí mismos para procurarse pequeños y
vulgares placeres”. Y también la llegada de
una nueva tiranía compuesta por “una red de
El novelista francés Philippe
Besson tiene en su haber
media docena de novelas
cortas, de esas que por su
belleza formal y su eficacia
narrativa se devoran de un
tirón. En Alianza Editorial han
aparecido hasta el momento
Final del verano y Un chico
italiano. En los próximos días
se sumará a estas dos novelas
Los días frágiles y, en 2008,
Un instante de abandono,
traducidas por el escritor
Manuel Talens. La obra de
Besson está poblada de
antihéroes sombríos después
de que, a sus dieciocho años,
quedase marcado por Cartas
de amor en Somalia, de
Fréderic Mitterrand: “Tuve el
presentimiento de que en ella
estaba todo lo que atravesaría
mi existencia. La idea de la
ruptura amorosa, de la
ausencia. También del exilio.
Aquel libro arrastraba una
herida, la tristeza de la
ruptura, el lamento del tiempo
perdido, que hoy estructuran
mi vida y mis libros”. Si hay
un libro que “arrastra una
herida” ese es sin duda Los
días frágiles, donde Besson
reconstruye los últimos días
del poeta Arthur Rimbaud a
través del diario imaginario
de su hermana Isabelle,
apasionada de su obra y en
cuyos brazos murió el 10 de
noviembre de 1891. En Los
días frágiles, Rimbaud regresa
enfermo a su casa natal, en
Charleville (de donde huyó en
1870 pensando como Pedro
Salinas “qué gran víspera es el
mundo”) para pasar una
convalecencia que se
convierte en una lenta agonía.
pequeñas reglas complicadas, minuciosas
y uniformes [que] no quebranta las voluntades, las aplaca. [...] No destruye, impide nacer; no tiraniza, molesta, comprime, enerva, apaga, embrutece”. En
American Vértigo, Lévy confirma el porvenir imaginado por Tocqueville. En sus
páginas emerge la imagen de “una Norteamérica expansiva y tragona, consagrada al culto del Becerro de Oro y que no
piensa más que en imponer sus subproductos, su subcultura y su ley”.
Para Lévy, América es un espejis-
mo kitsch . Por todas partes proliferan casas de madera transformadas en bed and
breakfast con conejos de cerámica en el
jardín, surtidores de gasolina en mitad de
ninguna parte o burdeles de carretera que
emiten en la televisión westerns eróticos
cuyo mensaje es que las putas son buenas
chicas: “¿Es necesario precisar que cualquier signo o detalle de este tipo, cualquier letrero escrito, como delante de la
cabina, con ‘¡Jesús Redentor, ven a nosotros!’, cualquier Greyhound saludando a los lectores de Ginsberg, Kerouac o
Huckleberry Finn, tienen talante, en este paisaje desértico, de milagro y casi de
espejismo?”.
El lector debería adentrarse en las
páginas de American Vértigo (título inspirado en American Psycho de Bret Easton Ellis) como lo hace su autor, dispuesto a desafiar todos los peligros, todos los
laberintos, todos los espejismos. Lévy
se muestra ameno, aunque capta mejor
los ambientes que los personajes, las atmósferas que los perfiles humanos, que
resultan desesperadamente feroces, como el retrato del escritor James Ellroy:
“Aspecto de lechuza que no dejara de
aporrearse las paredes de un invisible respiradero. Es injusto. Pero James Ellroy tiene lo que se llama cara de malo. Tiene
la cara de un asesino de una de sus novelas. Tiene la cara que tenían los grandes perversos de las primeras películas
de Polanski”.
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